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Conectando a los responsables de
políticas de conservación, investigadores y
administradores de recursos naturales
l
o
ñ
a
p
s
en E
NÚMERO ESPECIAL
Edición #E01
La protección de la
Antártida
Es grande, es valiosa, es única
y está en riesgo
Las personas y los parques
El manejo coordinado
de pesquerías tiene
sentido económico y de
conservación
Ahora me ves, ahora no me
ves...
Decision Point
Decision Point es la revista mensual del Environmental
Decisions Group (Grupo de Decisiones Ambientales).
Presenta noticias y puntos de vista sobre la toma de
decisiones ambientales, la biodiversidad, la planificación
para la conservación y el monitoreo ambiental. Ver la
contraportada para más información. Decision Point está
disponible gratuitamente a través de la página
http://www.decision-point.com.au/
Además
“Ser climáticamente inteligente”
Islas Galápagos, ¿por dónde empezar?
Extracción de combustibles fósiles
Sobreviviendo en un bosque de niebla
Número #E01
Contenido
l
o
ñ
a
p
s
en E
En un bosque de niebla que se está
encogiendo5
La historia de un ave, una rana y un ratón
“Ser climáticamente inteligente” 8
Conservación eficiente...
Coordinar o no coordinar
10
Comparando el valor del manejo coordinado de recursos pesqueros
La gente y los parques
12
La importancia de las comunidades locales
Galápagos, ¿por dónde empezar?
14
Espacializando perturbaciones y priorizando acciones...
La protección de la Antártida
16
Es grande, es valiosa, es única y está en riesgo
Extracción de combustibles fósiles 18
El legado de nuestro consumo energético
Ahora me ves...
20
La detección imperfecta en modelos de distribución...
Pingüino Rey, especie que se reproduce en islas
subantárticas.
Equipo editorial de Decision Point en Español:
Duan Biggs, Hernán Cáceres, Diego Correa,
Eduardo Gallo-Cajiao, Roberto Salguero-Gómez,
Andrés Felipe Suárez-Castro, Marta Pascual Altares,
Rocio Ponce Reyes, Cristina Romero, Gurutzeta
Guillera-Arroita, José Lahoz-Monfort, Rubén
Venegas, Angela Guerrero-Gonzalez y Denisse
Fierro.
Página 2 Decision Point en Español #E01
Decision Point es la revista mensual del Environmental Decisions
Group (Grupo de Decisiones Ambientales). Presenta noticias
y puntos de vista sobre la toma de decisiones ambientales, la
biodiversidad, la planificación para la conservación y el monitoreo
ambiental. Ver la contraportada para más información. Decision
Point está disponible gratuitamente a través de la página
http://www.decision-point.com.au/
Editorial
Decision Point Español
Primera edición
Por Duan Biggs (University of Queensland)
Bienvenido a la primera edición de Decision Point en Español.
Decision Point es la revista del Environmental Decisions Group (Grupo
de Decisiones Ambientales). Éste se compone de instituciones
orientadas a la investigación en Australia (University of Queensland,
Australian National University, University of Western Australia,
University of Melbourne, Royal Melbourne Institute of Technology
y Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation),
Sudáfrica (Stellenbosch University), Reino Unido (Imperial College),
Israel (the Hebrew University of Jerusalem), los Estados Unidos
de América (USGS), Finlandia (University of Helsinki) y Alemania
(Helmholtz Centre for Environmental Research - UFZ). Nuestro grupo
de investigadores se enfoca en la aplicación de la ciencia de
toma de decisiones para la resolución de problemas ambientales
y de conservación, ofreciendo herramientas para la elaboración
de políticas públicas y estrategias de manejo. La ciencia de toma
de decisiones implica la elaboración de análisis transparentes y
repetibles, orientados a encontrar la forma más eficiente para lograr
un objetivo dado. Asimismo, esta ciencia explora las preferencias y
valores de diferentes culturas y sectores de la sociedad, incorporando
explícitamente las incertidumbres y riesgos asociados a diferentes
acciones de conservación. Decision Point es una publicación
mensual en inglés que comenzó en el año 2007, y que por primera
vez se traduce a otro idioma. A partir del 2015, planeamos tener
al menos una edición anual de Decision Point en Español,
donde se recopilarán los artículos más relevantes para el mundo
hispanohablante.
Pero entonces, por qué decidimos traducir Decision Point al español?
Este idioma es hablado ampliamente en países que coinciden con dos
regiones biogeográficas de suma importancia para la conservación
de la biodiversidad a nivel global, el Neotrópico y el Mediterráneo.
Empezando por la región más septentrional del Neotrópico, Rocío
Ponce-Reyes y colaboradores realizaron un estudio en los bosques de
niebla de México (página 5). El estudio mostró que en el futuro el área
adecuada para la permanencia de estos bosques se reducirá. De la
misma manera, su modelo reveló los riesgos relativos de extinción
derivados del cambio climático y la deforestación para diferentes
especies de vertebrados. La principal importancia de estos modelos
radica en que pueden ayudar a identificar las regiones y terrenos más
vulnerables y potencialmente sustentar las mejores estrategias de
gestión. Por otro lado, en un estudio publicado en Nature Climate
Change, James Watson y colaboradores (página 8) discuten que
las investigaciones sobre los impactos del cambio climático se han
centrado principalmente en los modelos de clima. Sin embargo, en
este estudio ellos argumentan que esto es tan sólo una pequeña
parte del problema, ya que la conservación debe considerar el grado
de modificación de las coberturas vegetales, así como la estabilidad
climática. Las políticas e inversiones de conservación para afrontar
los efectos del cambio climático deben considerar estas variables
combinadas para producir acciones de conservación más eficientes.
En EDG también se investigan los ecosistemas marinos y su uso. Las
pesquerías son muy importantes puesto que suponen una fuente
de alimento y empleo para muchas personas alrededor del mundo.
Chris Brown y Crow White (página 10) evaluaron los beneficios
potenciales de la coordinación del manejo de diferentes pesquerías
para el logro de objetivos económicos y de conservación.
La coordinación, colaboración y participación de comunidades
locales en la toma de decisiones y la gestión de áreas protegidas
también son relevantes. Gustavo Andrade y Jonathan Rhodes
determinaron que la participación de las comunidades locales es el
factor más importante para lograr un mayor nivel de cumplimiento
Bosque de la región biogeográfica del Chocó, un centro de importancia global para especies endémicas de vertebrados y plantas
(Fotografía: Christopher Calonje).
Decision Point en Español #E01 Página 3
de los objetivos de conservación en áreas protegidas (página 12).
La planificación para la conservación es un tema importante en EDG,
grupo en donde se desarrolló Marxan (http://uq.edu.au/marxan/),
uno de los paquetes de software más utilizado en todo el mundo para
la planificación sistemática de la conservación. Esta primera edición
de Decision Point en Español contiene dos artículos que lo utilizan,
uno en las Islas de Galápagos (página 14) y otro en la Antártida
(página 16).
EDG también ha desarrollado diferentes análisis a nivel mundial. Por
ejemplo, Nathalie Butt y colaboradores publicaron recientemente
en la revista Science un análisis en el que identificaron zonas de alta
riqueza de especies donde a la vez existen reservas importantes de
combustibles fósiles (página 18).
gran aplicabilidad para los desafíos de la conservación y el manejo de
ecosistemas.
En un mundo donde los recursos financieros para la conservación
son limitados, la maximización de su uso para el logro de objetivos de
conservación es fundamental.
Esperamos que esta primera publicación de Decision Point en
Español sea una oportunidad que permita el establecimiento de lazos
sólidos con la comunidad hispanohablante, a través de la creación de
redes de colaboración donde exista intercambio de ideas y desarrollo
de nuevos proyectos de conservación. ¡Esperamos que lo disfruten!
Más información: Duan Biggs [email protected]
Además, este número presenta el trabajo de algunos investigadores
que trabajan en el modelamiento de distribución de especies.
Gurutzeta Guillera Arroita, José Lahoz-Monfort y Brendon Wintle
discuten como los administradores e investigadores de conservación
pueden mejorar la práctica del modelamiento de la distribución de
especies teniendo en cuenta su probabilidad de detección (página
20).
Como un equipo cohesivo consideramos que es relevante dar a
conocer las investigaciones que llevamos a cabo, donde vemos una
(Fotografía: Liana Joseph).
Página 4 Decision Point en Español #E01
Sobreviviendo en un bosque de niebla que se está
encogiendo
La historia de un ave, una rana y un ratón
Por Rocío Ponce-Reyes (University of Queensland)
Debido al cambio climático y al cambio de uso de suelo, los famosos
bosques de niebla de México se están encogiendo. Se espera
que para el año 2080 estos bosques sólo sean una fracción de su
pasada gloria. Los bosques de niebla proveen hábitat para una gran
cantidad de las especies del país (ver el recuadro “Con la cabeza en
las nubes”), pero la pérdida del bosque no impactará de la misma
manera a las diferentes especies. Entender estas diferencias es
importante al hacer planes de conservación. Por ejemplo, ¿cómo
responderá un ave local a estos cambios en comparación con una
rana o un ratón?
Uno de los objetivos principales de la planificación sistemática de la
conservación es asegurar la persistencia de las especies. Una forma
de medir la persistencia es estimando el riesgo de extinción – es
decir, la probabilidad de que una especie se extinga en un tiempo
determinado. Algunos ecosistemas, como los bosques de niebla,
son más vulnerables que otros al cambio climático y del uso de
suelo, y esto conlleva diferentes implicaciones para los animales
y plantas. Recientemente, dirigí un análisis calculando el riesgo de
extinción de tres especies que viven en los bosques de niebla en
México (Ponce-Reyes et al. 2013).
Selección de especies modelo
Existen varios tipos de modelos para calcular el riesgo de extinción
de especies en diferentes situaciones. Para este análisis utilizamos
un modelo de metapoblaciones. Dicho modelo incorpora factores
tales como el área que las especies necesitan para vivir (rango de
hogar), la distancia que son capaces de viajar entre los fragmentos
de bosque (distancia de dispersión) y su tasa de fecundidad
(número de individuos que sobreviven hasta ser adultos y
reproducirse). Como regla general, las poblaciones en paisajes
con bosques fragmentados son más susceptibles a las amenazas
relacionadas con actividades humanas que aquellas en paisajes
con bosques continuos. La naturaleza altamente fragmentada del
bosque de niebla se presta a la aplicación de un enfoque metapoblacional para calcular el riesgo de extinción de especies. En
Una rana del bosque de niebla de México. Con el cambio climático y
cambio de uso del suelo sus días podrían estar contados. (Fotografía:
Omar Ordoñez.)
este análisis elegimos tres animales muy diferentes para explorar
el impacto en la disminución de los bosques para especies con
diferentes estrategias de vida.
Para este estudio usamos un ave, una rana y un ratón. El ave
seleccionada fue el quetzal centroamericano (Pharomachrus
mocinno), una especie icónica de esta región (además de ser el
ave nacional de Guatemala). Lamentablemente, no pudimos
encontrar datos confiables de ecología de poblaciones de los
anfibios y mamíferos que viven en los bosques de niebla, así
que parametrizamos el modelo con especies de vertebrados
similares que se encuentran en otros tipos de bosques. En este
estudio nos basamos en datos de la ranita chirriadora de escarpes
(Eleutherodactylus marnockii) y el ratón ciervo (Peromyscus
maniculatus).
“
No importa en cuál escenario de
nuestro modelo nos fijáramos, las
especies del bosque de niebla de
México no parecen tener un futuro
prometedor
”
Un ave como el quetzal puede volar largas distancias, su rango de
hogar es muy grande y el número de individuos que llegan a ser
adultos es muy bajo. Por el contrario, la rana tiene un rango de hogar
mucho más pequeño y su capacidad de dispersión es muy baja. Por
su parte, el número de ranas que sobreviven y dejan descendientes
es bajo. Por último, el rango de hogar del ratón es pequeño, pero
Decision Point en Español #E01 Página 5
puede viajar largas distancias y su tasa de fecundidad es la más alta
de las tres especies.
Regiones diferentes
Los bosques de niebla pueden presentar diferentes niveles de
vulnerabilidad a cambios climáticos y de uso del suelo, en función
de dónde se encuentren. Para este proyecto analizamos dos
escenarios: 1) el cambio climático como el único precursor de
la pérdida del hábitat; y 2) el cambio climático y de uso del suelo
fuera de las áreas protegidas como los precursores de la pérdida
de hábitat. En el segundo escenario, se espera que sólo las áreas
del bosque de niebla que se encuentran en áreas protegidas se
mantendrán, mientras que aquellas aéreas que están fuera de las
áreas naturales protegidas serán convertidas a otros usos.
Analizamos ambos escenarios en tres regiones de México con
diferentes configuraciones de paisaje: (a) una región estable de
bosque de niebla con la mayor superficie total en México (Oaxaca).
Estos bosques son los menos fragmentados y protegidos (alrededor
del 4% de los bosques en esta región se encuentran protegidos
en la actualidad); (b) una región de bosque de niebla cuya área
total es la más pequeña de las tres regiones, con niveles medios
de fragmentación (sur de Chiapas), pero altamente protegida
(alrededor del 72% de los bosques de niebla en esta región se
encuentran actualmente en una reserva); y (c) una región muy
fragmentada con bajos niveles de protección, donde alrededor
del 7% de los bosques de niebla se encuentran dentro de un área
protegida (norte de Chiapas).
Al asumir el cambio climático como la única amenaza, nuestros
modelos predijeron que la reducción más drástica de las
áreas con condiciones ambientales adecuadas para el bosque de
niebla en Oaxaca se produciría en el año 2080. Cerca del 40% de
la superficie total actual de estos bosques podría convertirse en
climáticamente inadecuada para estos ecosistemas. Si además se
considera el cambio de uso del suelo, esta cifra se incrementa al
98%. Esto se debe, a que esta región tiene la menor proporción de
bosques de niebla bajo protección. Por otro lado, nuestros modelos
estiman que para el año 2080, en los bosques de niebla del sur
de Chiapas las áreas adecuadas se reducirán en un 97%. Cuando
asumimos que sólo aquellos bosques de niebla dentro de áreas
protegidas se mantendrían, nuestros modelos predijeron que el
área total de bosques en esta región podría disminuir en un 98%
para el año 2080.
Para el norte de Chiapas, nuestros modelos predijeron que sólo
el 16% de las áreas climáticamente adecuadas para el bosque de
niebla se mantendrán hasta el 2080. Adicionalmente, el tamaño
medio de los fragmentos de estos bosques se reducirá en un 84%.
Por otra parte, el 99.5% de estos bosques desaparecerá bajo el
impacto combinado del cambio climático y del uso del suelo.
Estrategias diferentes, resultados diferentes
Cuando sólo se considera el cambio climático como una amenaza,
las especies con distancias de dispersión cortas corren con el
mayor riesgo de extinción. En el caso de los bosques de niebla
de México, estas especies están representadas por las ranas (fig.
1b). Esto se debe a que los fragmentos estarán aún más aislados en
las montañas y las especies con tasas de dispersión bajas tendrán
problemas para colonizar nuevos fragmentos, en caso de que su
fragmento original pierda las condiciones ambientales necesarias
del bosque de niebla. En la Figura 1b la probabilidad de extinción
de la rana parece disminuir para el sur de Chiapas en el 2080. Esto se
debe a que el modelo de metapoblaciones no predice con precisión
el riesgo de extinción de menos de cinco fragmentos. Para estos
casos, se estimó la ‘probabilidad de extinción conjunta de todas las
poblaciones’, teniendo en cuenta solamente el rango de hogar de
la especie y la extensión del hábitat restante. La predicción de la
configuración del paisaje del sur de Chiapas, para el año 2080 es de
dos fragmentos relativamente grandes. Debido a que la rana tiene
un rango de hogar muy pequeño, la probabilidad de que todas las
poblaciones de ranas desaparezcan en esta región es pequeña ya
que tendrían suficiente hábitat restante. Sin embargo, si se añade el
cambio de uso del suelo a las amenazas, las especies con rangos de
hogar mayores serán las más amenazadas (en este caso, el quetzal,
fig.1d).
Los diferentes niveles de vulnerabilidad regional de los fragmentos
de bosques de niebla afectan el riesgo de extinción de las
especies. Si el cambio climático es considerado como la
única amenaza, la región donde las especies tendrán la mayor
probabilidad de extinción es el sur de Chiapas, actualmente la región
más fragmentada de las tres (fig. 1a-c); entre todas las especies,
la rana es la más vulnerable. Sin embargo, cuando analizamos los
Figura 1. Probabilidades anuales de extinción para las metapoblaciones del quetzal, la rana y el ratón en tres regiones de los bosques de niebla mexicanos
(a-c) y en las áreas protegidas (d-f). (Tomado de Ponce Reyes et al. 2013)
Página 6 Decision Point en Español #E01
patrones dentro de las áreas protegidas (considerando al clima y
el uso del suelo en conjunto como amenazas), el norte de Chiapas
siempre tendrá la probabilidad de extinción más alta para las tres
especies (fig. 1d-f ), siendo el quetzal aquella con mayor riesgo.
Nuestros modelos prevén que sólo un fragmento de bosque de
niebla permanecerá protegido en cada una de las tres regiones. Sin
embargo, en comparación con las otras dos regiones, en el norte de
Chiapas se perderá la mayor cantidad del hábitat.
Modelando el futuro
Los modelos de riesgo de extinción de especies relacionan de
forma cuantitativa el proceso entre los patrones de cambio en
los ecosistemas y la persistencia de las especies, constituyendo
una base sólida para la toma de decisiones en conservación. Por
desgracia, no importa en cuál escenario de nuestro modelo nos
fijemos, las especies del bosque de niebla de México no tienen
un futuro prometedor. Se prevé que la pérdida y fragmentación
de su hábitat en los próximos 70 años debido al cambio climático
será considerable, lo que resultaría en un aumento del riesgo de
extinción para la mayoría de las especies de dichos bosques. Nuestro
enfoque, sin embargo, revela los riesgos relativos de la extinción
combinando los efectos del cambio climático y del uso de suelo.
Enfoques como este tienen el potencial de identificar qué regiones,
y cuáles fragmentos, son los más vulnerables a las amenazas, lo que
nos permitiría seleccionar las mejores estrategias de manejo.
Más información: Rocío Ponce-Reyes [email protected]
Referencia
Ponce-Reyes R, E Nicholson, P Baxter, R Fuller & HP Possingham
(2013). Extinction risk in cloud forest fragments under climate
change and habitat loss. Diversity and Distributions. Special
Issue: Risks, Decisions and Biological Conservation 19: 518–529.
Traducido por Rocío Ponce-Reyes del artículo original publicado en
DP #72.
Con la cabeza en las nubes
En los trópicos, los bosques de niebla se encuentran a una altitud
media sobre las laderas en barlovento, donde las nubes se
cruzan con las montañas. La cobertura de nubes persiste sobre
el dosel del bosque, manteniendo la humedad y disminuyendo
la intensidad lumínica. La precipitación media anual oscila
entre los 500 y 10000 mm y la temperatura media fluctúa entre
los 12 y 23° C. Debido a las condiciones medioambientales
específicas, los bosques de niebla pueden presentar una
distribución discontinua y gran parte de su extensión original ya
ha desaparecido por acciones antrópicas. Por si esto fuera poco,
las áreas naturales protegidas actuales no están adecuadamente
ubicadas, si se considera el impacto del cambio climático con
respecto a su futura distribución.
Los bosques de niebla están considerados entre los ecosistemas
más amenazados del mundo. En México, su distribución está
limitada a una estrecha franja entre 600 y 3000 msnm en las
principales cadenas montañosas, cubriendo aproximadamente
el 0,8 % del país. Estos ecosistemas se caracterizan por un alto
nivel de endemismo y una alta riqueza de especies, al contener
alrededor del 10 % de todas las especies de plantas y el 12% de
todos los vertebrados terrestres de México.
Usando escenarios de cambio climático conservadores, se ha
estimado que en México las zonas aptas para bosques de niebla
disminuirán hasta en un 70 % en el año 2080. Sin embargo, si los
bosques de niebla se encuentran fuera de las áreas protegidas
actuales y son transformados a otros tipos de uso de suelo, como
por ejemplo la agricultura. Se estima que el 99% de los bosques
de niebla de México podrían perderse en los próximos 70 años
(para más información vea Decision Point #58).
Pese a que estos solo cubren el 1% de su superficie, los bosques de niebla
de México contienen más del 10% de la diversidad de especies de plantas y
vertebrados del país. (Fotografía: Rocio Ponce-Reyes.)
Decision Point en Español #E01 Página 7
Ser “climáticamente inteligente” significa mirar hacia el
futuro y hacia el pasado
Conservación eficiente en tiempos de cambio climático
Por James Watson (Wildlife Conservation Society y University of Queensland), Nathalie Butt (University of Queensland) y Takuya Iwamura (Stanford
University)
¿Qué significa ser “climáticamente inteligente” con respecto a la
planificación de la conservación en tiempos de cambio climático?
Parte de la respuesta es tener en cuenta cómo el cambio climático
impactará zonas donde ya se han planificado actividades de
conservación. Por ejemplo, no sería lógico invertir un presupuesto
limitado en una reserva de humedales cuando las proyecciones
climáticas sugieren que la zona no será capaz de mantener un
humedal en el futuro. Observar lo que el futuro depara a través de
modelos climáticos es importante, sin embargo ésta es solamente
una parte del relato. Hemos demostrado que una conservación que
maximice la relación costo beneficio sólo es posible si también se
tiene en cuenta la historia de las áreas consideradas para actividades
de conservación (Watson et al. 2013).
Hasta ahora, la mayoría de las evaluaciones de planificación
realizadas para comprender cómo el cambio climático afectará en el
futuro nuestros paisajes terrestres y marinos han sido incompletas.
Éstas no han tenido en cuenta adecuadamente cómo esos
paisajes ya han sido modificados por las actividades humanas,
como por ejemplo, la deforestación. Con demasiada frecuencia,
las evaluaciones de vulnerabilidad frente al cambio climático han
asumido que el nivel de calentamiento al que se enfrenta un paisaje
o especie es la única variable a tener en cuenta, ignorando las
limitaciones impuestas por las actividades humanas.
Lo que encontramos fue que al combinar la información sobre
las transformaciones antrópicas con las proyecciones de cambio
climático en el futuro, se obtienen resultados muy diferentes
a los observados en mapas previos de vulnerabilidad. Al hacer
esto, hemos generado un mapa que puede guiarnos en la toma
de decisiones sobre los mejores lugares para iniciar actividades de
conservación que maximicen la relación costo beneficio.
Hasta la fecha, cuando los impactos del cambio climático en el futuro
son considerados, las investigaciones se han centrado normalmente
en evaluar la exposición de especies particulares al incremento de
temperatura, sin considerar el hecho de que la vulnerabilidad de
dicha especie se ve determinada por su sensibilidad (la cual varía
de especie a especie) y su capacidad adaptativa (la cual, entre otras
cosas, depende de si la especie tiene una población saludable).
Además, casi todas las evaluaciones subestiman el hecho de que
nos enfrentamos a una crisis de extinción global. La mayor parte de
la ciencia que producimos no considera que muchas especies
son ya vulnerables debido a acciones llevadas a cabo por los seres
humanos. Hay serias repercusiones como consecuencia de esta
omisión. La más obvia es que no sabemos realmente en qué lugares
las especies son más vulnerables, qué acciones necesitamos tomar y
cuáles maximizan la relación costo-beneficio.
Figura 1. Planificación eco-regional de estabilidad climática y nivel de vegetación intacta
Regiones ecológicas con relativa estabilidad climática alta y valores altos de vegetación intacta aparecen en gris oscuro. Eco-regiones con
relativa estabilidad climática alta pero niveles bajos de vegetación intacta aparecen en naranja. Aquellas regiones con relativa estabilidad
climática baja pero niveles altos de vegetación intacta aparecen en verde oscuro. Eco-regiones con relativa estabilidad climática baja y niveles
bajos de vegetación intacta aparecen en amarillo pálido/color crema claro. (Watson et al., 2013)
Página 8 Decision Point en Español #E01
Nuestro nuevo mapa de vulnerabilidad tomó primero en cuenta el
nivel de modificación de las comunidades vegetales en diferentes
regiones y después consideró la estabilidad de esos ecosistemas
bajo las predicciones de cambio climático.
llevar a cabo evaluaciones “climáticamente inteligentes“. Éstas
incluirían, por ejemplo, valoraciones de los mejores lugares para
realizar restauración, sin olvidarnos que algunos paisajes podrían no
ser una buena inversión en conservación.
Nuestro mapa identifica el sur y sureste de Asia, Europa central y
occidental, y el sur de Australia como las regiones más vulnerables.
El análisis discrepa con evaluaciones previas basadas solamente
en la exposición al cambio climático, que a menudo identifican
las regiones de África central, el norte de Suramérica y el norte de
Australia como las regiones más vulnerables.
Más información: James Watson [email protected]
Habiendo desarrollado un nuevo método para evaluar la
vulnerabilidad al cambio climático a nivel regional, podemos
identificar las mejores medidas para conservar, y gestionar
diferentes zonas del mundo. Esto nos hace replantear el supuesto
de que todas las acciones de adaptación son adecuadas en
cualquier parte y nos sugiere la necesidad de desarrollar acciones a
la medida de situaciones particulares.
Referencia
Watson JEM, T Iwamura and N Butt (2013). Mapping vulnerability
and conservation adaptation strategies under climate change.
Nature Climate Change. http://www.nature.com/nclimate/journal/vaop/
ncurrent/full/nclimate2007.html#affil-auth
Traducido por Cristina Romero del artículo original publicado en DP
#75.
Aquellos ecosistemas con vegetación mayormente intacta y
condiciones climáticas relativamente estables, son los mejores
lugares para invertir dinero en futuras áreas protegidas, ya
que tienen una mayor probabilidad de retener especies. Buenos
ejemplos de lugares así incluyen: la región del Kimberley en el
noroeste de Australia, los “Great Western Woodlands” en el suroeste
de Australia Occidental y otros extensos ecosistemas intactos
característicos del interior del continente australiano.
Por el contrario, ecosistemas con niveles bajos de vegetación
intacta y condiciones climáticas relativamente estables podrían
beneficiarse de esfuerzos de restauración. Los ecosistemas con poca
vegetación intacta y baja estabilidad climática relativa tendrían un
riesgo mayor y necesitarían de una inversión mucho más elevada
para obtener resultados en su conservación. En nuestro análisis, el
sur de Australia es una de las regiones más vulnerables en el mundo.
En este sentido, obtener buenos resultados de conservación en
esta zona va a ser difícil, debido a las enormes presiones ejercidas
por las actividades humanas en los recursos naturales y en la
biodiversidad. Sin embargo, ésto no significa que deberíamos
abandonar los esfuerzos de conservación en esta región, sino que
debemos concentrarnos en tomar medidas de adaptación que
maximicen la relación coste beneficio, y que tengan en cuenta los
niveles de modificación y cambio climático que cada ecosistema
experimentará.
Debemos reconocer que la planificación actual es ciega al cambio
climático y que probablemente no sea efectiva. Por ello es necesario
La región del Kimberley, Australia (Fotografía: Josie Carwardine)
Decision Point en Español #E01 Página 9
Coordinar o no coordinar (una pregunta complicada)
Comparando el valor del manejo coordinado de pesquerías
Por Chris Brown (University of Queensland) y Crow White (University of California, Santa Barbara – UCSB)
El manejo de pesquerías raramente coordina las diferentes
actividades de pesca para diferentes especies. En parte, esto se
debe a que es un reto tanto desafiante como costoso. Es más,
este problema es agravado por la dificultad de evaluar si dicho
manejo coordinado vale la pena. Comparar el valor del manejo
coordinado y no coordinado es complejo (White et al. 2012),
sin embargo, en un análisis reciente hemos demostrado la mejor
manera de llevarla a cabo. De esta forma, hemos contribuido
al entendimiento de lo que podría lograrse si el manejo de las
diferentes especies se hiciera de manera coordinada.
Conexiones entre las pesquerías
En primer lugar, es importante enfatizar las conexiones entre los
diferentes tipos de pesquerías. Históricamente, el manejo pesquero
ha buscado conseguir la sostenibilidad manteniendo el equilibrio
en la pesca pero concentrándose en una especie en concreto. Si se
pesca demasiado, la población de peces colapsa; si se pesca poco,
se pierden oportunidades económicas y de empleo.
Por supuesto, las especies capturadas en la naturaleza forman parte
de las redes tróficas marinas, lo que significa que la extracción de
una determinada especie puede tener un gran impacto en otras
especies. A pesar de que las pesquerías se manejan como entidades
independientes, en realidad no lo son. Lo que ocurre en una impacta
a otras, y estos impactos a veces son significativos.
La pesquería de la anchoveta peruana, cuya producción es la
mayor de cualquier pesquería del mundo, sufrió un colapso en la
década de los 70 probablemente como resultado de sobrepesca y
del cambio climático. Aunque todavía existe gran controversia sobre
el origen de este colapso, su ocurrencia tuvo grandes implicaciones
para otras especies de las redes tróficas. La anchoveta es un pez
forrajero clave para otros peces, tiburones, mamíferos marinos y
aves marinas. Consecuentemente, el colapso en las poblaciones
de la anchoveta originó problemas de inanición en aves marinas y
lobos marinos, así como el colapso de otras pesquerías.
Pescando la base
Alrededor del mundo pequeñas especies forrajeras como la
anchoveta, la anchoa y el krill se están volviendo un elemento cada
vez más importante en las pesquerías comerciales (ver recuadro). La
mayor parte de las capturas de estas especies no son para consumo
humano directo, sino que son transformadas en alimento para otros
peces o como fertilizantes.
Debido a la posición que estas especies ocupan en la cadena trófica,
“
La coordinación puede aumentar
significativamente el valor económico
combinado de las pesquerías a la vez que
permitir alcanzar los objetivos de conservación
de especies amenazadas.
”
Las aves marinas, como el albatros de corona blanca y el pingüino
de las Snares, y los mamíferos marinos, como la foca (en la
próxima página), pueden sufrir inanición y no ser capaces de criar
satisfactoriamente si las presas de las que dependen son sobre
pescadas. (Foto del albatros y la foca de Chris Brown y los pingüinos de
Liana Joseph)
Página 10 Decision Point en Español #E01
Figura 1. Las especies depredadoras tienen a menudo un valor
considerablemente más alto por kilogramo que las especies pelágicas.
La coordinación entre pesquerías, las especializadas en especies
pelágicas y aquellas especializadas en especies depredadoras, tiene
el potencial para aumentar el valor económico combinado de las
pesquerías involucradas.
las pesquerías especializadas en estas especies representan un gran
desafío para la conservación de la biodiversidad marina, así como
para las pesquerías especializadas en especies depredadoras.
Un análisis reciente demostró que la pesca de algunas especies
claves de peces forrajeros, puede impactar de manera severa los
ecosistemas marinos, así como otras pesquerías (Smith et al. 2011).
Por lo tanto, la pesca de forrajeros no es sólo importante para
mantener el equilibrio de extracción y maximizar capturas, sino
además para el mantenimiento de las redes tróficas marinas.
La necesidad de garantizar la existencia de suficientes peces
forrajeros para las especies depredadoras conlleva a que diferentes
pesquerías (ej. aquellas especializadas en peces forrajeros y
las especializadas en depredadores) tengan que coordinar sus
acciones. Dicha coordinación es importante también para garantizar
que especies amenazadas (ej. algunas aves marinas) no se vean
negativamente afectadas debido a una disminución de sus presas.
Un punto de referencia para la coordinación
Varios
investigadores
han
argumentado que la coordinación
es esencial a la hora de garantizar la
sostenibilidad de las redes alimentarias
marinas. Sin embargo, los impactos y
beneficios de la coordinación per se no
han sido evaluados. El cálculo del valor
económico es también una consideración
importante ya que implementar la
coordinación (ej. como parte estratégica
del manejo pesquero basado en los
ecosistemas) es costoso. Si los beneficios
obtenidos de la coordinación son escasos,
la coordinación puede que no valga la
pena.
Todo es bonanza
Una única especie, la anchoveta peruana (Engraulis ringens), contribuye en un 50% al total
de desembarcos pesqueros a nivel global. Dicha especie se utiliza para producir harinas
de pescado. Impulsado por los mercados mundiales de los fertilizantes, la alimentación
de animales, y el aumento en la producción de pescados y mariscos provenientes de la
acuicultura, la demanda por las harinas de pescado continúa creciendo. Las anchovetas
crecen hasta 20cm de largo y viven hasta 4 años. De acuerdo con la FAO, es el pez más
explotado de la historia a nivel mundial.
Una publicación del 2012 de White y
colaboradores demostró que el manejo
pesquero coordinado tiene un valor
significativo para la sociedad. Esfuerzos
anteriores han tendido a comparar el
valor de coordinadar las pesquerías con
el valor presente de estas. Sin embargo, esta aproximación podría
sobrestimar los beneficios de la coordinación, ya que el valor
presente de muchas pesquerías se encuentra de por si reducido por
sobrepesca, y podría mejorar simplemente optimizando el manejo,
incluso sin coordinación alguna.
Las publicaciones de White et al. 2012, y Smith et al. 2011
sugirieron que el punto de referencia apropiado – el de la gestión
descoordinada óptima – permite estimar directamente el valor de
la coordinación, y que este punto de referencia se puede calcular
mediante la teoría de juegos.
Los beneficios de la coordinación
Con este método, White et al. 2012, y Smith et al. 2011 mostraron
que la coordinación puede aumentar el valor económico
combinado de las pesquerías a la vez que permite alcanzar objetivos
de conservación. De hecho, los resultados del modelamiento
del estudio de caso desarrollado en el ecosistema marino de la
corriente Californiana, indicaron que un manejo coordinado
puede duplicar el valor social del ecosistema, especialmente
cuando los sectores pueden manipular los recursos con que tienen
una interacción fuerte.
Sin embargo, no todos salen ganando. La coordinación puede
significar que algunas pesquerías individuales, como aquellas de
baja productividad o bajo valor comercial, experimenten pérdidas.
Por ejemplo, para maximizar el valor total del ecosistema, las
pesquerías especializadas en peces forrajeros podrían tener que
reducir significativamente sus volúmenes de pesca para asegurar
que haya suficiente presa para los depredadores, ya que estos
tienen un valor más alto por kilogramo.
simplificación de las redes tróficas – un resultado que puede
comprometer la función de los ecosistemas. Por ejemplo, las
pesquerías especializadas en especies forrajeras, muy productivas,
podrían aumentar si sus depredadores se ven reducidos.
En conclusión, mientras una estrategia coordinada del manejo
de diferentes pesquerías facilitaría una mejor inclusión en el
manejo pesquero de las relaciones que existen entre las diferentes
especies de peces, también generaría una serie de problemas. Las
ganancias económicas derivadas de la coordinación tendrían que
reconciliarse con estos problemas, con el fin de lograr una estrategia
coordinada basada en el manejo de los ecosistemas que todos los
actores involucrados aprueben.
Más información: Chris Brown [email protected]
Referencias
White C, C Costello, BE Kendall & CJ Brown (2012). The value of
coordinated management of interacting ecosystem services.
Ecology Letters 15: 509-519.
Smith ADM, CJ Brown, CM Bulman, EA Fulton, P Johnson, IC Kaplan,
H Lozano-Montes, S Mackinson, M Marzloff, LJ Shannon, Y-J
Shin & J Tam (2011). Impacts of Fishing Low-Trophic Level
Species on Marine Ecosystems. Science 333:1147-1150.
Traducido por Duan Biggs y Cristina Romero del artículo original
publicado en DP #65.
En otros ecosistemas, la coordinación puede resultar en una
Decision Point en Español #E01 Página 11
La gente y los parques
La importancia de las comunidades locales en la efectividad de las áreas protegidas
By Gustavo Andrade y Jonathan Rhodes (Universidad de Queensland)
Las áreas protegidas han sido parte de la conservación de paisajes
por más de 150 años. Sin embargo, el reconocimiento del papel de
las comunidades locales en la gestión de estas áreas es mucho más
reciente. ¿Qué tan importante es esa relación? Nuestra investigación
muestra que en los países en desarrollo, el nivel de participación
local es el factor más importante relacionado con los niveles de
éxito en la implementación de estas áreas. Por lo tanto, deberíamos
prestar más atención a este aspecto.
El Parque Nacional de Yellowstone en los Estados Unidos de América
fue el primer parque nacional oficial del mundo. Desde su creación
en 1872, los gobiernos han acogido la idea de proteger “las zonas
silvestres” contra los impactos producidos por el hombre. El número
de áreas protegidas en todo el mundo ha crecido enormemente
desde entonces. En la actualidad, casi el 13% de la superficie total
del planeta se encuentra dentro de áreas protegidas, y existen cerca
de 144.000 sitios protegidos que abarcan más de 19 millones de
kilómetros cuadrados.
Sin embargo, el costo que implica para las comunidades locales
la implementación de estas áreas ha sido a menudo pasado por
alto. Muchas áreas protegidas establecidas en el siglo pasado han
seguido el mismo enfoque convencional y excluyente aplicado en
Yellowstone. Con frecuencia, diferentes comunidades tradicionales
que tienen fuerte apego cultural a la tierra han sido desalojadas sin
ningún tipo de consulta y han sido compensadas inadecuadamente.
Sus formas de vida tradicionales se han interrumpido provocando
graves impactos sociales, todo en nombre de la conservación que
imagina un ideal de “zonas silvestres” sin interferencia humana.
En realidad, tales zonas nunca han existido. Muchas comunidades
tradicionales han vivido en ellas durante milenios. El resultado
“
En los países en desarrollo el nivel de
participación local es el factor más importante
en lo que a niveles de cumplimiento se
refiere
”
La Serra do Tabuleiro en Brasil, es un paisaje imponente. La
majestuosidad escénica áun es una de las principales razones para
el establecimiento de parques nacionales en muchos lugares. Existen
muchos casos en los cuales comunidades locales han sido expulsadas
de sus tierras ancestrales tras la creación de áreas protegidas.
Algunos argumentan que las comunidades locales son
más propensas a cumplir y comprometerse con las estrategias de
conservación a largo plazo cuando su conocimiento y opiniones se
incorporan en el proceso de toma de decisiones. Otros creen que
un enfoque excluyente y la imposición de medidas constituyen la
piedra angular para el éxito de la conservación de estas áreas.
A pesar del amplio conocimiento sobre la gestión de las áreas
protegidas, no hay consenso sobre la mejor manera de lograr el
cumplimiento de políticas públicas allí. Por lo tanto, una pregunta
crítica es: ¿Cuáles son los factores que influyen y mejoran el
cumplimiento de tales políticas por parte de las comunidades
locales?
Aunque muchos estudios han evaluado de forma individual esta
pregunta en áreas protegidas específicas, pocos han evaluado
cuantitativamente los factores que conducen al cumplimiento de
de tal despojo, violento y autoritario, ha provocado a menudo
actitudes hostiles hacia las áreas protegidas. Esto ha dado lugar a
conflictos entre las comunidades locales y los administradores de los
parques, lo que reduce la efectividad de estos para la conservación
de la biodiversidad.
Por ejemplo, después de que el bosque impenetrable de Bwindi en
Uganda fuese declarado como parque nacional, varios incendios se
iniciaron deliberadamente, lo que ocasionó la quema del 5% de la
superficie de la selva. En el Parque Nacional Tsitsikama, Sudáfrica,
las comunidades locales practican actividades ilegales como una
forma de represalia contra las reglas de control de las políticas
de conservación. Es claro que si hay escasez de fondos, equipos
y personal bien capacitado - características típicas de las áreas
protegidas en países en desarrollo - la protección de la reserva
puede ponerse en peligro si no se cuenta con la cooperación de la
comunidad local.
La importancia de la incorporación de un enfoque más participativo
en la toma de decisiones en relación a las áreas protegidas,
ha sido ampliamente reconocida en la literatura y entre algunos
conservacionistas. Sin embargo, sigue siendo un área polémica.
Página 12 Decision Point en Español #E01
El grupo de mujeres de Bigodi usa sosteniblemente los recursos
naturales cosechados y técnicas de tejido con el fin de producir
artesanías para los turistas. El grupo forma parte de KAFRED, una
organización en Uganda que agrupa varias comunidades. Ésta fue
establecida para ayudar a conservar el santuario de Bigodi (Bigodi
Wetland Sanctuary) y asegurar una economía saludable basada en
ecoturismo. El mantenimiento de los valores naturales del santuario
parece ser crítico para sostener la calidad de vida de las comunidades
locales. http://www.bigodi-tourism.org/6601.html
los planes de gestión para la conservación de áreas protegidas.
Para abordar este interrogante, realizamos una investigación
exhaustiva utilizando 55 estudios publicados sobre áreas
protegidas en países en desarrollo (Andrade y Rhodes, 2012).
Identificamos si el nivel de cumplimiento de las políticas de áreas
protegidas estaba correlacionado con: el tamaño y la edad de
las áreas, la existencia de zonas de amortiguamiento, el nivel de
protección definido por la UICN, el PIB (Producto Interno Bruto PIB)
per cápita, la densidad de población humana, o la participación de
las comunidades locales en la gestión de las áreas protegidas.
El resultado de este meta-análisis sugiere que la inclusión de las
comunidades locales en la gestión de estas áreas protegidas,
constituye una variable clave en el nivel de cumplimiento de las
estrategias de conservación. Es probable que las comunidades
locales estén más dispuestas a cumplir con las políticas y normas
de conservación cuando son incluidas en el proceso de toma de
decisiones. Dicha inclusión crea un sentido de propiedad, donde
los locales protegen cooperativamente las reservas de personas
ajenas a la región y regulan el uso que ellos mismos les dan a los
recursos naturales. En general, encontramos que a mayor nivel de
participación, mayor el nivel de cumplimiento de los objetivos.
Esto tiene implicaciones importantes en el proceso de gestión
y sugiere que una mayor inclusión de las comunidades locales
debe ser una estrategia clave para asegurar la integridad de las
áreas protegidas. Otros factores como la existencia de una zona
de amortiguamiento, el nivel de protección definido por las
categorías de la UICN, el PIB per cápita, la densidad de población
de las inmediaciones, la edad y el tamaño las áreas protegidas, no
mostraron una relación significativa con el nivel de cumplimiento
de los objetivos de manejo.
La simple restricción del acceso a los recursos naturales contenidos
en un área - recursos que pueden jugar un papel crucial como
medios de subsistencia para las poblaciones locales - no protege los
valores por los cuales el área protegida fue establecida en primer
lugar. De hecho, tal enfoque puede acelerar factores como el
aumento del tráfico ilegal de productos del bosque en el mercado
negro.
Las hermanas lo hacen por ellas
La inclusión de las comunidades locales en el proceso de toma de
decisiones en las áreas protegidas puede promover un sentido
de propiedad, donde los locales protegen cooperativamente las
reservas de los impactos de las personas ajenas al lugar, a la vez
que regulan el uso de los recursos naturales. En Roviana, Islas
Salomón, por ejemplo, las mujeres involucradas en un programa
de conservación jugaron un papel activo en el logro de los
resultados de conservación. Ahora, ellas manejan y monitorean
los recursos naturales de manera más amplia y establecen sus
propias reglas para detener las actividades ilegales en zonas de uso
estricto de recursos (Aswani y Weiant 2004). Se cree que el éxito
del programa puede ser atribuido a cinco factores importantes: (1)
un alto nivel de participación y liderazgo de la comunidad, (2) la
mejora de la percepción local de que los recursos naturales se han
recuperando gradualmente, (3) una combinación de conocimientos
científicos y tradicionales, (4) los incentivos económicos creados
por la generación de ingresos alternativos, y (5) los límites bien
definidos que permiten la implementación de las estrategias de
conservación.
Referencia
Aswani S & P Weiant (2004). Scientific evaluation in women’s
participatory management: monitoring marine invertebrate
refugia in the Solomon Islands. Human Organization 63:
301–319.
“
En general encontramos que, a mayor
nivel de participación, mayor nivel de
cumplimiento.
”
Por otro lado, incluir a la comunidad local en el manejo de
las áreas protegidas promueve la capacidad de implementación
de programas de divulgación y la gobernabilidad efectiva, lo que
garantiza una aplicación de sanciones coherente y mejora las
posibilidades del éxito al largo plazo.
Dado que la mayoría de las áreas protegidas en los países en
desarrollo enfrentan un enorme déficit de financiación, la
asociación con las comunidades locales para ayudar a promover
estrategias de conservación constituye un resultado muy deseable.
Los conocimientos tradicionales pueden complementar la
eficacia de la ciencia moderna, además de promover una mejor
inversión de los recursos para mejorar la gobernanza e implementar
programas de participación en contraposición a las medidas
extremadamente rígidas.
Por supuesto, involucrar a las comunidades locales no es una tarea
fácil. No existe una fórmula simple que combine los objetivos
locales de conservación con las necesidades de la comunidad. Lo
que funciona en un área protegida puede no funcionar en otra.
Entender las peculiaridades de cada zona protegida y las personas
que viven dentro de ella y sus alrededores es de suma importancia
para el éxito de cada programa de conservación. La efectividad con
la que manejemos hoy las áreas protegidas determinará si estas
permanecerán bajo protección en el futuro, o si seremos testigos de
la pérdida de sus valores naturales.
Más información: Gustavo Andrade [email protected]
Referencia
Andrade GSM & JR Rhodes (2012). Protected areas and local
communities: an inevitable partnership toward successful
conservation strategies? Ecology and Society 17(4): 14. http://
dx.doi.org/10.5751/ES-05216-170414
Traducido por Andrés Felipe Suárez-Castro del artículo original
publicado en DP #70.
La tribu Kayapo vive en una reserva indígena (en verde) ubicada a
los alrededores del río Xingu, en el sector oriental de los bosques de
la cuenca del Amazonas, la cual ayudan a preservar. Alrededor de los
bordes de su territorio (café claro) varios fuegos en bosques primarios
han sido ocasionados deliberadamente por agricultores para extender
su territorio. (Fuente: NASA 2004.)
Decision Point en Español #E01 Página 13
Galápagos, ¿por dónde empezar?
Espacializando perturbaciones y priorizando acciones de conservación en uno de
los archipiélagos más icónicos del mundo
Por James Watson (University of Queensland)
A pesar de su valor icónico, el archipiélago de las Galápagos
está cambiando de modo dramático. Sus especies nativas están
declinando o han desaparecido del todo como resultado de la
pérdida de hábitat a gran escala, así como por la invasión de plantas
y animales exóticos. La presión sobre este archipiélago se está
incrementando debido al aumento en su número de habitantes,
y a la inmensa cantidad de turistas que cada vez más visitan sus
islas. Sin embargo, aunque los impactos antropogénicos siguen en
aumento, han sido pocos los esfuerzos para evaluar su magnitud en
todas las islas o entre los diferentes tipos de vegetación presentes.
Este es un paso fundamental para priorizar acciones encaminadas a
resolver este problema.
Teniendo en cuenta la pérdida de especies y la creciente lista de
especies amenazadas, los esfuerzos de conservación deberán estar
enfocados en mantener y restaurar tanta vegetación nativa como
sea posible. Sin embargo, la evaluación de la situación actual ha
sido reconocida como un prerrequisito para tomar acciones de
manera estratégica. Un equipo de biólogos de la conservación y
administradores de recursos naturales dirigidos por el Dr. James
Watson, un investigador asociado del Applied Environmental
Decision Analysis Research Hub (Nodo de Investigación para el
Análisis de Decisiones Ambientales Aplicadas), llevaron a cabo el
primer análisis espacial de degradación antropogénica de los
principales tipos de vegetación en las islas de este archipiélago.
Este trabajo fue publicado en la revista científica Oryx (Watson et
al. 2009).
“Cada una de las islas en el archipiélago es diferente, lo cual
hace que nuestra evaluación no sea un proceso sencillo”, explica
Watson. “Cada isla tiene una historia evolutiva distinta, así como
características biológicas y geográficas específicas. Sin embargo, una
condición común a todas ellas es la presencia de zonas altitudinales
estrechas de vegetación debido a las condiciones áridas y cálidas
a elevaciones bajas, las condiciones húmedas y templadas en las
partes altas, y las condiciones más húmedas de barlovento en las
porciones sur de las islas. En nuestro estudio usamos estas zonas
de vegetación como unidades espaciales para comparar cambios a
través del archipiélago.”
Figura 1. Modificación de hábitat en Santa Cruz de acuerdo a
diferentes zonas de vegetación. El mapa resalta que la mayor
modificación ha sucedido en las zonas húmedas y muy húmedas. Las
líneas de contorno corresponden a 200 m.
“
Estos resultados contradicen la noción
generalizada de un archipiélago de las
Galápagos prístino poco afectado por los
humanos.
”
En su análisis, los investigadores espacializaron estas zonas de
vegetación a través de todas las islas con asentamientos humanos.
Luego cuantificaron el impacto de las actividades antrópicas en cada
una de las áreas correspondientes a diferentes tipos de vegetación.
Para ello, calcularon el área de cada isla que ha sido degradada
significativamente por la ocupación humana o por plantas exóticas
invasoras (ver ejemplo en Fig. 1).
En general, la investigación encontró que 37,833 ha (5.5%) del
archipiélago han sido degradadas totalmente. Las islas que han
recibido el mayor impacto antropogénico son Santa Cruz (la
más poblada) e Isabela (la más grande). Cuando se consideraron
los diferentes tipos de vegetación, las zonas húmedas y muy
húmedas fueron las más afectadas por presiones antrópicas
(29 y 45% respectivamente). En San Cristóbal, el porcentaje de
transformación alcanza el 100% en la zona muy húmeda y el 94 %
en la zona húmeda, mientras que en Santa Cruz es del 76% y 88%
respectivamente.
Estos resultados contradicen la noción generalizada de un
archipiélago de las Galápagos prístino poco afectado por los
humanos. A pesar del poblamiento relativamente reciente de las
Página 14 Decision Point en Español #E01
Figura 2. El archipiélago de las Galápagos se encuentra bajo una
creciente amenaza debido al incremento del turismo. (Fotografía: Sam
Banks).
preliminar, este estudio es un primer paso de mucha importancia,
dado que identifica los lugares donde las actividades humanas
han tenido un impacto directo en las islas”, comenta Watson.
“Mediante este análisis, fue posible distinguir que mientras
algunos ecosistemas aún están en condición prístina, otros especialmente aquellos en zonas altamente productivas - han
sido transformados en más del 90%. Claramente, las especies que
habitan estos ecosistemas severamente afectados son las que
están bajo mayor presión y son las que tienen mayor prioridad para
inversiones de conservación”.
Figura 3. Uno de las especies más icónicas de este archipiélago es la
iguana terrestre de las Galápagos. En el pasado fueron tan comunes
en algunas de las islas, que Charles Darwin anotó “por un tiempo
no pudimos hallar un sitio libre de sus madrigueras donde armar
nuestra única carpa”. La población de este reptil ha sido severamente
diezmada por animales introducidos, como cerdos, ratas, gatos y
perros. Esta especie está actualmente considerada como Vulnerable
por la UICN. (Fotografía: Sam Banks.)
islas (el primer asentamiento humano fue establecido en Floreana
en 1832), el impacto humano en esta región ya es sustancialmente
evidente. La transformación de las áreas más fértiles y aptas para la
agricultura ha sucedido a gran escala a elevaciones altas a expensas
de vegetación nativa. A pesar de esto, la agricultura ha sido viable
sólo marginalmente como una actividad económica. La mayoría de
las tierras usadas para este propósito ahora yacen abandonadas y
cada vez más infestadas por especies exóticas.
“El próximo paso, en el cual estamos trabajando desde ahora,
es priorizar acciones de conservación usando el protocolo de
priorización desarrollado por el Australian Research Council, Centre
of Excellence for Environmental Decisions (ver Decision Point # 29,
en inglés). Esto nos permitirá priorizar acciones de conservación
específicas que permitan revertir las tendencias de pérdida de
biodiversidad observadas actualmente en el archipiélago. Una
vez concluya este análisis, la administración del Parque Nacional
Galápagos contará con claras directrices para destinar recursos
financieros donde son más requeridos.
Más información: James Watson [email protected]
Referencia
Watson J, M Trueman, M Tufet, S Henderson & R Atkinson (2010).
Mapping terrestrial anthropogenic degradation on the
inhabited islands of the Galapagos Archipelago. Oryx 44: 79-82.
Traducido por Eduardo Gallo-Cajiao del artículo original publicado
en DP #37.
Aun cuando no es posible diagnosticar todas las implicaciones de
la pérdida de vegetación de las zonas húmeda y muy húmeda de
dos de las islas más grandes, las consecuencias de aquel proceso
en especies nativas ya son evidentes. Varias especies nativas de
plantas están ahora confinadas a parches aislados y la distribución
de muchas especies de aves se ha reducido considerablemente.
Los investigadores advierten que estos resultados son
probablemente subestimaciones, ya que la espacialización del
impacto humano en algunas zonas de vegetación es incompleta
y el análisis no consideró el efecto de especies introducidas de
animales. Sin embargo, esta investigación pone en evidencia la
urgente necesidad de dar prioridad a esfuerzos de restauración en
zonas de vegetación húmeda y muy húmeda, así como de mejorar
la información espacial del archipiélago.
“Aún cuando este es un análisis espacial relativamente sencillo y
En una encrucijada...
Ubicadas aproximadamente a 1,000 km de la costa ecuatoriana, el
archipiélago de las Galápagos es un lugar muy especial tanto como
por su biodiversidad única como por su relevancia histórica. Por
supuesto, fue la visita de Darwin a este archipiélago en 1835 la que
llevó a la descripción de numerosas especies, muchas de las cuales
fueron fundamentales en la formulación de su teoría de evolución.
Figura 4. El número de turistas está aumentando a una tasa anual del
9%. (Fotografía: James Watson.)
por recursos marinos, el archipiélago es actualmente objeto
de un acelerado crecimiento económico y poblacional, con un
incremento poblacional anual de 6.4% para residentes y 9% para
turistas. Estas tendencias de desarrollo han coincidido con la
documentación de 18 extinciones en las islas y la categorización
de 200 de sus 383 especies de plantas y animales terrestres bajo
alguna categoría de amenaza de acuerdo a la UICN. (Imagen por
Sam Banks)
No obstante, el archipiélago de las Galápagos se encuentra ahora
en una encrucijada: su ocupación humana tardía le ha permitido
retener la mayoría de su diversidad original de especies, pero
su degradación ecológica ha sido rápida como resultado de la
urbanización, así como de los impactos de especies exóticas.
Presionado por mercados internacionales de turismo y demanda
Decision Point en Español #E01 Página 15
Un llamado para mejorar la protección de la biodiversidad en
la Antártida
Es grande, es valiosa, es única y está en riesgo
Por Justine Shaw (University of Queensland)
El “último territorio salvaje de la
tierra” requiere un mejor sistema
de áreas protegidas de acuerdo a
una nueva investigación liderada
por la investigadora Dra. Justine
Shaw del
Australian Research
Council, Centre of Excellence for
Environmental Decisions (ARC
CEED). Dicho territorio es, por
supuesto, la Antártida.
“La mayoría de la Antártida
está cubierta por hielo, con
menos del 1% de su área
permanentemente
descubierta
de él”, comenta Shaw. “En estas
importantes zonas descubiertas
de hielo es en donde la mayoría
de la biodiversidad terrestre
se encuentra, sin embargo,
solo el 1.5% pertenece a las
Zonas Antárticas Especialmente
Protegidas bajo el Sistema del
Tratado Antártico”.
Amenaza
Las amenazas a la integridad
ecológica de la Antártida están
incrementando debido a una Solamente el 1% de la Antártida es permanentemente descubierto de hielo. Estas áreas son críticas para la
creciente variedad,
intensidad, conservación de la biodiversidad de este continente, sin embargo, únicamente el 1.5% de ellas se encuentran
y frecuencia de las actividades bajo protección formal. (Fotografía: Aleks Terauds.)
humanas y a un clima que está
últimos veinte años y todo parece indicar que esta tendencia no va
cambiando rápidamente. Las invasiones biológicas se encuentran
a cambiar en el futuro.
entre las amenazas más significativas, con varias poblaciones
establecidas que ya han tenido un impacto sobre las especies
Evaluación
nativas en la Antártida.
La Dra. Shaw y sus colegas determinaron la representatividad
de la biodiversidad terrestre en el sistema de áreas protegidas.
Su condición de protección aparente refleja
Además, evaluaron el riesgo que estas tienen de ser afectadas por
invasiones biológicas, siendo esta la amenaza más significativa a la
intencionalidad en su manejo, no resultados.
biodiversidad de la región.
“
”
Las actividades humanas en la Antártida continental son
típicamente de dos tipos: las actividades de los programas
nacionales antárticos (i.e., investigadores y sus trabajadores de
apoyo) y aquellas que suceden como parte de recreación con tarifas
pagadas (i.e., turistas y sus trabajadores de apoyo). La Antártida
tiene más de 40,000 visitantes cada año, y son más y más las
estaciones de investigación en construcción en aquellas pequeñas
áreas desprovistas de hielo. Las actividades asociadas con la
investigación incluyen la construcción de edificaciones, carreteras, y
centros de abastecimiento de combustibles.
Esto ha sido paralelo a un incremento en el número de casos de
impactos ambientales no intencionales, como el establecimiento
de especies exóticas nocivas, derrames de aguas residuales, fuentes
de contaminación específicas, así como destrucción de vegetación.
Todas las actividades humanas, ya sean relacionadas con turismo o
con investigación, se han incrementado considerablemente en los
Página 16 Decision Point en Español #E01
“Nuestra evaluación cuantificó la proporción de áreas
permanentemente descubiertas de hielo que están protegidas”,
explica Shaw. “Luego examinamos qué tan bien estas áreas
representan la biodiversidad de la Antártida empleando métricas
desarrolladas recientemente para la evaluación de áreas protegidas.
Adicionalmente, cuantificamos el nivel de amenaza al que estas
áreas protegidas están expuestas por parte de invasiones biológicas
usando información de una evaluación espacialmente explícita
realizada recientemente”.
El estudio ejecutado por el equipo de investigadores encontró
que el total de las 55 áreas designadas para la conservación de
la biodiversidad terrestre se encuentran adyacentes a zonas de
actividad humana. Siete de ellas tienen un riesgo elevado de
ser afectadas por invasiones biológicas, y cinco de aquellas ecoregiones desprovistas de hielo no tienen áreas protegidas de
ninguna clase.
Idoneidad
Shaw comenta que el estudio indica que las áreas protegidas de la
Antártida son actualmente insuficientes para alcanzar las Metas de
Aichi para la Diversidad Biológica -- una estrategia internacional de
biodiversidad que tiene como objetivo reducir las amenazas a la
biodiversidad, así como proteger los ecosistemas, las especies y la
diversidad genética.
“Cuando comparamos el sistema de áreas protegidas de la Antártida
con las áreas protegidas de las naciones alrededor del mundo,
encontramos que la Antártida se ubica junto con el 25% más bajo
de los países evaluados”, dice Shaw. “Mucha gente piensa que la
Antártida está bien protegida de amenazas a su biodiversidad
porque está aislada y nadie vive allá, no obstante demostramos que
esto no es cierto”.
“Necesitamos establecer áreas protegidas que sean representativas
de la biodiversidad de la Antártida para proteger grupos diversos
de insectos, plantas, y aves marinas, muchas de las cuales no
se encuentran en ninguna otra región del mundo. Igualmente
necesitamos asegurar que las áreas protegidas de la Antártida no
vayan a ser afectadas por las actividades humanas en incremento,
tales como la contaminación, el pisoteo o las especies exóticas
invasoras.”
El profesor Hugh Possingham, coautor del estudio, explica
que la Antártida es uno de los últimos lugares de la tierra
que no tiene ciudades, agricultura, o minería. “Es un continente
único en este sentido- un territorio verdaderamente salvaje. Si no
establecemos un sistema de áreas protegidas que sea adecuado y
representativo en la Antártida, este ecosistema único y frágil podría
perderse”, comenta.
“A pesar que demostramos que los riesgos para la biodiversidad
debido al incremento de actividades humanas es alto, éstas son
incluso peores cuando se consideran en combinación con el cambio
climático. Este efecto provee aún más incentivos para mejorar el
sistema de áreas protegidas de la Antártida.”
En un contexto global, la designación de la Antártida como “una
reserva natural dedicada a la paz y la ciencia” de acuerdo al Tratado
Antártico es algo único; ningún otro continente tiene un nivel
similar de protección aparente.
“Esta situación podría ser al menos parcialmente responsable de
la recurrente exclusión de la Antártida de evaluaciones globales
de efectividad de áreas protegidas”, dice Shaw. “Sin embargo, su
condición de protección aparente refleja intencionalidad en su
manejo, no resultados.”
“El sistema de gobernabilidad está establecido, el Tratado Antártico
podría ser usado para catalizar el mejoramiento del sistema actual
de áreas protegidas y en contraste con la mayoría de otras regiones
del mundo, existen pocos actores que pudieran entrar en conflicto
con la creación de áreas protegidas.”
“Aun cuando el ambiente Antártico es menos usado y poblado que
otros, algunas actividades permitidas en el continente, tales como
la construcción de carreteras y edificios, el tráfico vehicular y la
eliminación de residuos están teniendo un impacto sustancial en la
biodiversidad.”
“Lo que se requiere ahora es una red diseñada sistemáticamente
para conservar de la mejor manera posible la biodiversidad de la
Antártida como un todo. Una vez un área protegida es designada y
las actividades humanas restringidas, los esfuerzos de manejo son
relativamente mínimos en comparación con los requerimientos
para manejo de áreas protegidas en otros continentes. Y lo que
ganaríamos sería una red de áreas protegidas de la que todos
estaríamos orgullosos”.
Más información: Justine Shaw [email protected]
Referencia
Shaw JD, A Terauds, MJ Riddle, HP Possingham & SL Chown (2014).
Antarctica’s Protected Areas Are Inadequate, Unrepresentative,
and at Risk. PLoSBiol 12(6): e1001888. doi:10.1371/journal.
pbio.1001888
Traducido por Eduardo Gallo-Cajiao del artículo original publicado
en DP #81.
Pingüino Rey, especie que se reproduce en islas subantárticas.
Decision Point en Español #E01 Página 17
Biodiversidad y extracción
de combustibles fósiles
El legado de nuestro consumo
energético
Por Nathalie Butt, Hawthorne Beyer y Leonie Seabrook (University of
Queensland)
Ante nuestros ojos se revela una importante crisis global
de biodiversidad donde las principales amenazas (tales como
la pérdida de hábitats y las especies invasoras) están siendo
exacerbadas por el creciente impacto del cambio climático. La
ciencia nos ha demostrado, de manera convincente, la conexión
entre la quema de combustibles fósiles y el cambio climático.
Sin embargo, entendemos, en menor medida, el impacto que la
extracción de combustibles fósiles, tales como el carbón, petróleo y
gas, tienen sobre el medio ambiente.
Una huella creciente
El proceso de extracción de combustibles fósiles, el cual incluye
la perforación y otras formas de minería, ha sido considerado
tradicionalmente como una perturbación temporal y espacialmente
limitado a un único sistema ecológico. En muchos casos se supone
que algún tipo de actividad de restauración, a menudo por
requerimiento legal, devolverá al ecosistema a un estado cercano al
existente, previo a la perturbación. Es por ello que las actividades
de extracción han sido consideradas como pertubadores
insignificantes de los sistemas naturales si se comparan con otras
actividades humanas (tales como la agricultura). De hecho, en
muchos países se considera a estas zonas de extracción como zonas
‘prestadas’ en vez de zonas ‘consumidas’.
Bajo el supuesto de que la huella de perturbación generada por la
extracción de combustibles fósiles es relativamente pequeña (ej.
menos del 0.05% de la superficie de tierra de Australia está afectada
por la minería y procesamiento de minerales), se ha tendido a
descartar los posibles impactos ambientales de la extracción y
a considerarlos poco importantes a gran escala. Sin embargo,
¿deberían desestimarse? En realidad, la perturbación y degradación
de los ecosistemas, como resultado directo o indirecto de la
extracción, tienen cada vez una mayor huella espacial.
Con el fin de satisfacer la demanda originada por un crecimiento
en los ingresos, el consumo de bienes y el desarrollo industrial en
los principales mercados emergentes, el consumo de combustibles
fósiles se prevé que aumente de manera dramática para el 2035,
con una demanda de petróleo de más del 30% y de gas natural y
carbón cercana al 50%. Debido a que las reservas de más fácil acceso
están agotadas, la atención se desplaza a nuevas áreas y métodos
de extracción tales como el gas de veta de carbón y el petróleo de
esquisto extraído mediante “fracking”. Este desplazamiento amenaza
a regiones subdesarrolladas y a menudo, con alta biodiversidad.
Impactos directos e indirectos
Los impactos directos de la extracción de combustibles fósiles
sobre la biodiversidad incluyen la degradación, a escala local, del
hábitat, la pérdida de especies, perturbaciones, fragmentación y
efectos de borde; dichos impactos pueden, incluso, comprometer
funciones ecosistémicas a escalas mayores. Los efectos indirectos
de la extracción sobre la biodiversidad, sin embargo, pueden
ser incluso más profundos y de mayor escala. Por otro lado, la
infraestructura necesaria para la extracción (carreteras, aeropuertos,
tendidos eléctricos, asentamientos humanos, etc.) facilita aún más
el desarrollo dando como resultado una mayor cascada de impactos
los cuales incluyen la deforestación, las invasiones de especies y
la extracción ilegal de especies silvestres. La tercera categoría de
impactos es la consecuencia de desastres (ej. derrames catastróficos
de petróleo).
Dicho esto, y conociendo la distribución de las reservas de
combustibles fósiles y las zonas de biodiversidad, nos preguntamos
¿cuáles son las áreas de las que nos debamos preocupar? Para
obtener dicha respuesta, realizamos una superposición espacial
entre áreas de alta biodiversidad terrestre y marina y las reservas
de combustibles fósiles. También comparamos las zonas donde
existía un gran número de especies amenazadas y se relacionaban
con zonas reserva de combustibles fósiles (Fig. 1). Con base en
este análisis, identificamos dos áreas claves con mayor riesgo de
desarrollo de extracción de combustibles fósiles en un futuro: el
norte de Suramérica (la Amazonia) y el Océano Pacífico occidental
(el Triángulo de Coral).
Áreas críticas
La Amazonía, la cual cubre nueve países de América del Sur (Brasil,
Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Surinam, Guayana
Francesa y Guyana), contiene un 10% de la riqueza de especies del
mundo y más del 50% del bosque tropical. El Triángulo de Coral
del Sudeste de Asia es la zona con mayor biodiversidad marina del
mundo ya que contiene dos tercios de las especies de coral y un
tercio de las especies de peces del mundo (véase el recuadro).
También se analizó la relación entre las reservas de petróleo
y la riqueza de especies terrestres (Fig. 2). Dicho análisis puso
de manifiesto cuatro amplios cuadrantes de nivel de amenaza.
Las regiones en la parte superior derecha de la figura (en rojo)
representan reservas de gran extensión con niveles altos de
biodiversidad. Estas son áreas de especial interés y preocupación
entre las que se incluyen Bolivia, Venezuela y Borneo.
Figura 1. Superposición espacial entre reservas de combustibles fósiles y la
riqueza de especies (figura superior) y entre las reservas de combustibles
fósiles y las especies amenazadas (figura inferior). Dentro de los círculos
se destacan las dos áreas de mayor riesgo (Modificado de Butt y col., 2013)
Página 18 Decision Point en Español #E01
Eco-regiones tales como el norte de Birmania, Senegal y Ecuador
poseen una riqueza de especies media y alta, sin embargo, se
encuentran en zonas de baja localización de reservas de petróleo,
por lo que es de esperar que, en estas zonas, la presión sobre la
biodiversidad debida a la extracción de combustibles fósiles sea
baja. Las zonas con grandes yacimientos de petróleo, pero con
riqueza de especies baja (en violeta) se espera que experimenten
una degradación del hábitat, así como el resto de procesos asociados
a la extracción, pero el impacto neto sobre la biodiversidad se
La extracción de combustibles fósiles del
Triángulo de coral
Papúa Nueva Guinea (PNG) es parte del Triángulo de Coral, la zona de
mayor biodiversidad de arrecifes de coral en el mundo. Es aquí donde
nos encontramos con las primeras etapas de exploración y extracción
de combustibles fósiles, aunque existen reservas sustanciales de
petróleo y gas tanto en tierra como en sus aguas territoriales.
Los manglares del Golfo de Papúa contienen la mayor diversidad
de especies de mangle en el mundo. Estos son el hogar de muchas
especies raras y endémicas de animales y plantas, por lo que se
encuentran entre las 200 eco-regiones biológicas más importantes del
mundo.
Figura 2. Reservas de petróleo frente a la riqueza de especies por ecoregión. (De Butt et al. 2013)
espera que sea relativamente pequeño.
Responsabilidad internacional
Existe una preocupación adicional con relación a estas regiones
de interés. Varios de los países con alta biodiversidad, donde la
extracción de combustibles fósiles se está expandiendo, tienen
a su vez mecanismos regulatorios débiles. Incluso carecen de la
capacidad para responder con eficacia a los desastres ambientales
que acompañan, con demasiada frecuencia, a la extracción de
combustibles fósiles. Además, estas regiones parecen ser muy
remotas como para atraer cobertura mediática, por lo que los
posibles daños ambientales suelen pasar desapercibidos y no son
considerados.
Es de suma importancia que la extracción de combustibles
fósiles en estas regiones se lleve a cabo de acuerdo a las mejores
prácticas, incluyendo una rigurosa vigilancia del medio ambiente,
para asegurar la minimización de posibles daños ambientales. Así
mismo, se deben reconocer tanto las amenazas directas e indirectas
de la extracción de combustibles fósiles sobre la biodiversidad para
establecer normas y procesos adecuados.
En este aspecto, las organizaciones ambientales internacionales
podrían cumplir un papel fundamental al asegurar que la extracción
El petróleo de la Amazonía
La Amazonía occidental es una de las zonas de mayor biodiversidad
del planeta. Sin embargo, también contiene grandes reservas
de petróleo y gas, muchas de las cuales están actualmente aún
sin explotar. La extracción de estos recursos implicaría impactos
directos, entre los que se incluirían la deforestación de zonas para
construir carreteras, plataformas de perforación y oleoductos,
contaminación por derrames de petróleo y descargas de aguas
residuales.
Desafortunadamente, los derrames de petróleo han sido comunes
en esta región. Entre 1972 y 1993, se han derramado más de 30
billones de galones de crudo. El aumento de la accesibilidad a
áreas, previamente remotas, a través de nuevos caminos y rutas
de oleoductos de petróleo es una de las principales causas de
la fragmentación de hábitats, y facilita una serie de impactos
indirectos, entre los que se incluyen el aumento de la tala de
árboles, la caza y la deforestación. Esto, a su vez, desencadena
una cascada de otros impactos, por ejemplo, por cada kilómetro
de carretera construida se deforestan, colonizan o destinan a
desarrollo agrícola entre 4 y 24km2 adyacentes.
El mayor riesgo que representa la extracción de combustibles
fósiles en Golfo de Papúa provendría, por tanto, de un hipotético y
catastrófico derrame. Las proyecciones sugieren que, con la expansión
de la extracción de petróleo y el transporte petrolero asociado, PNG
podría sufrir alrededor de cinco derrames superiores a 10.000 barriles
en un período de 15 años.
Un único fallo en los pozos de petróleo de escala similar a la del
derrame de la plataforma Deepwater Horizon en 2010, el cual afectó
1,700 kilómetros de costa en el Golfo de México, sería devastador para
la biodiversidad en el Golfo de Papúa Nueva Guinea.
Es más, debido a que las corrientes marinas del Golfo circulan hacia
la Gran Barrera de Coral, a lo largo del Cabo York, en Australia,
la potencial pérdida de biodiversidad en el caso de un derrame
catastrófico se extendería mucho más allá de las aguas territoriales de
PNG.
de combustibles fósiles se lleve a cabo de acuerdo con las mejores
prácticas, e idealmente evitando áreas de alta biodiversidad. Es crucial
que se evalúe apropiadamente la relación costo-beneficio entre
la conservación de la biodiversidad y el desarrollo, de manera que
podamos asegurar que las especies amenazadas y/o endémicas no
desaparezcan.
La presión internacional también puede ayudar a asegurar que
cualquier daño ambiental que se produzca sea mitigado y que las
compañías involucradas sean debidamente penalizadas, como en el
caso de BP y el desastre de Deepwater Horizon.
Recientemente se probó una medida en el Parque Nacional Yasuní,
Ecuador, con el fin de conservar la biodiversidad en aquellas zonas ricas
en combustibles fósiles. Esta zona, rica en biodiversidad, contiene a su
vez las mayores reservas de petróleo del país. En el 2007, el gobierno
ecuatoriano propuso que se fuese compensado por no extraer el
petróleo del parque y mantener la biodiversidad de los bosques. Se
pretendía que los fondos se recaudarían a través del Fondo Verde para
el Clima, por valor de USD $ 3,6 billones, aproximadamente la mitad
del valor del petróleo.
El diez por ciento del dinero se recaudó de países, regiones,
corporaciones, fundaciones e individuos, para ser invertidos en
proyectos de energías renovables. Desafortunadamente, debido a
la falta de compromiso global, el proyecto fracasó y la extracción de
petróleo continuará en la zona. De existir un gran apoyo internacional,
este tipo de iniciativas podrían llegar a ser la manera de conseguir
proteger la biodiversidad en aquellas zonas ricas en combustibles
fósiles.
Más información: Nathalie Butt [email protected]
Referencia
Butt N, HL Beyer, JR Bennett, D Biggs, R Maggini, M Mills, AR Renwick,
LM Seabrook & HP Possingham (2013). Biodiversity Risks from
Fossil Fuel Extraction. Science 342: 425-426.
Traducido por Marta Pascual Altares del artículo original publicado en
DP #76.
Decision Point en Español #E01 Página 19
Ahora me ves, ahora no me ves
El efecto de la detección imperfecta en el modelado de distribución de especies
Por Gurutzeta Guillera-Arroita & José Lahoz-Monfort (University of Melbourne)
Todo ecólogo sabe que los muestreos de vida silvestre casi nunca
son perfectos. A menudo hay individuos que no se detectan
e incluso especies pueden permanecer sin ser detectadas por
completo pese a estar presentes. El hecho de que la detección sea
imperfecta tiene importantes implicaciones para el seguimiento
de especies y para el estudio de su distribución. Sin embargo, este
problema ha sido pasado por alto en gran parte de la literatura del
modelamiento de distribución de especies. Para comprender
mejor cómo la detección imperfecta afecta los modelos en este
contexto, simulamos una serie de escenarios de probabilidades
de detección. Nuestros resultados ponen de manifiesto cómo
los gestores y trabajadores de la conservación pueden mejorar
los modelos de distribución de especies teniendo en cuenta la
probabilidad de detección de las mismas (Lahoz-Monfort et al.
2014).
iAhora lo ves, ahora no lo ves ! Como muchas especies, el lémur de Alaotra
(Hapalemur alaotrensis) es difícil de detectar en su hábitat. Debido a la
estructura de la mayor parte de la vegetación donde habita, los individuos a
menudo permanecen sin detectarse a no ser que se encuentren justo al borde
de la vegetación (como en la foto). En la imagen de abajo, dos individuos se
encuentran ligeramente más adentro entre los papiros.
¿Puedes localizarlos? (Fotografía:Gurutzeta Guillera-Arroita.)
El caso del lémur de Alaotra Hapalemur alaotrensis en el noreste
de Madagascar es un buen ejemplo de los retos en la detección
imperfecta. Este lémur es la única especie de primate que habita
exclusivamente en humedales, y los muestreos se llevan a cabo
en canoa por canales que atraviesan la densa vegetación de las
marismas. Los individuos se detectan con facilidad si están al borde
de la vegetación, pero su detección es extremadamente difícil
cuando se encuentran un poco más adentro, entre los juncos y
papiros. Aunque no se les ve, sí que están allí.
Factores que determinan la probabilidad de
detección
La detección imperfecta tiene implicaciones directas para el
seguimiento de especies. El no tenerla en cuenta conduce a la
subestimación de la abundancia de la población y de las tasas de
ocupación de la especie.
Hay muchos factores que influyen en la probabilidad de detección
“
La toma de datos de forma que permita el
modelamiento del proceso de detección debe
convertirse en una práctica estándar en futuros
muestreos.
”
Página 20 Decision Point en Español #E01
de una especie en un tipo de muestreo dado. Por ejemplo, el hábitat
del lémur de Alaotra se caracteriza por vegetación tupida, lo cual
hace que éste sea difícil de detectar. Sin embargo, su capacidad de
permanecer quieto y en silencio cuando hay gente a su alrededor
constituye también un factor determinante. La cantidad de esfuerzo
dedicada a su búsqueda es otro factor importante, al igual que la
habilidad y experiencia de las personas que realizan los muestreos.
Así, la probabilidad de detección es el producto de las características
de la especie y su hábitat, del esfuerzo de muestreo y de las
habilidades del observador, y en consecuencia es probable que
varíe tanto en espacio como en tiempo. Esta variabilidad amplifica
el problema de la detección imperfecta, ya que puede enmascarar
relaciones ecológicas y tendencias temporales relevantes o, al
contrario, llevar a la aparente detección de otras inexistentes. Dado
que el modelamiento de la distribución de especies es una
Probabilidad de ocurrencia
donde se encuentra la especie, lo que lleva
a la estimación sesgada de las relaciones
ambientales. Esto significa que los métodos
de presencia- trasfondo como Maxent no son
más inmunes a la detección imperfecta que
los métodos de presencia-ausencia.
Localización del 30% mejor hábitat
Modelo de presencia-ausencia
Real
2.
El impacto de la detección imperfecta
depende de su relación con el entorno. Las
consecuencias de no tener en cuenta la
detección imperfecta son más graves cuando
la probabilidad de detección se correlaciona
negativamente con la ocupación de la
especie, o cuando depende de covariables
independientes que se incluyen como
predictores candidatos a explicar la ocupación
de la especie. En esos casos, la detección
imperfecta no sólo afecta la calibración
del modelo, sino que también reduce su
capacidad de discriminación (ver recuadro).
En la práctica, esto significa que lo que podría
parecer el hábitat óptimo para la especie
puede en realidad representar sitios donde
la especie es más fácilmente observable (ver
mapas).
Figura 1. Impacto de la detección imperfecta en la estimación de la distribución de
una especie virtual. En este ejemplo, la ocupación aumenta con la elevación mientras
que la probabilidad de detección disminuye (es decir, la ocupación y probabilidad
de detección están correlacionados negativamente). La gama de colores de rojo a
azul oscuro corresponde a los valores de 0 a 1. Si no se tiene en cuenta, la detección
imperfecta conlleva la subestimación de las probabilidades de ocupación de la especie,
especialmente en elevaciones más altas (columna izquierda), y puede conducir a una
identificación errónea del hábitat crítico (columna derecha, en color naranja). (Figura
extraída de Lahoz-Monfort et al. 2014)
herramienta fundamental en una amplia gama de aplicaciones
tanto en ecología, así como en la gestión y conservación de las
especies, es importante que el efecto de la detección imperfecta
pueda ser tenido en cuenta explícitamente.
Evaluación del impacto de la detección imperfecta
Utilizamos simulaciones para estudiar una serie de escenarios
donde la probabilidad de detección de una especie virtual fuera
constante, función del mismo factor que determina su ocupación,
o función de una covariable independiente. Basándonos en
estos escenarios, evaluamos el desempeño de tres técnicas
de modelamiento que usan diferentes tipos de datos: datos de
presencia-ausencia, datos de presencia-trasfondo (“background”)
y datos de detección- no detección repetida. Consideramos
dos aspectos clave del desempeño: la calibración del modelo (es
decir, cómo de bien coinciden las probabilidades predichas con las
proporciones de sitios ocupados) y su capacidad de discriminación
(es decir, el grado en el que el modelo distingue entre sitios
ocupados y vacíos).
El hecho de que la detección imperfecta pueda sesgar la estimación
de variables de estado relevantes en ecología no es nada nuevo. Sin
embargo, este problema ha sido en gran parte pasado por alto en
la literatura del modelamiento de distribución de especies. Por otra
parte, ha habido confusión sobre sus efectos y sobre el desempeño
de los modelos que explícitamente tienen en cuenta la probabilidad
de detección. Teniendo todo esto en cuenta, tres mensajes clave
surgen de nuestros resultados:
1. Los métodos de presencia-trasfondo también se ven afectados
por la detección imperfecta. Incluso si se evita el registro de “falsas
ausencias”, la detección imperfecta puede implicar que los registros
de presencia no representen una muestra aleatoria de los sitios
3. El modelamiento explícito de la
probabilidad de detección mejora el
desempeño de los modelos de distribución
de especies. Modelar simultáneamente la
ocupación y la detección de una especie no
requiere necesariamente un mayor esfuerzo
de muestreo; lo que es crucial es que los datos
se tomen de forma que sean informativos
sobre la probabilidad de detección.
Mientras que todos los modelos pueden tener
una capacidad similar para describir el lugar
donde se observa la especie, sólo los modelos
que tienen en cuenta la probabilidad de detección proporcionan una
estimación fiable de dónde ocurre la especie (es decir, su verdadera
distribución). Estudios comparativos anteriores que evaluaron el
desempeño de las técnicas de modelamiento de la distribución
de especies mediante la valoración de su capacidad para predecir
detecciones (en lugar de las presencias verdaderas) no revelaron los
beneficios reales de tener en cuenta la probabilidad de detección.
Así, ¿qué podemos concluir de todo esto? Nuestra recomendación
es que la toma de datos de forma que permita el modelamiento del
proceso de detección se convierta en una práctica estándar en futuros
muestreos. Posibles métodos incluyen tomar datos de la detección/
no detección de la especie en múltiples visitas a cada sitio o anotar los
tiempos transcurridos entre detecciones dentro de una sola visita.
Cuando estos datos no estén disponibles, el examen diligente de
los posibles efectos de la detección imperfecta y su comunicación,
incluyendo la forma en la que es probable que el sesgo afecte la
inferencia y predicción, debe ser considerado un estándar mínimo de
buena práctica en el modelamiento de la distribución de especies.
Más información: Gurutzeta Guillera-Arroita
[email protected]
Referencia
Lahoz-Monfort JJ, G Guillera-Arroita and BA Wintle (2014) Imperfect
detection impacts the performance of species distribution
models. Global Ecology and Biogeography 23: 504-515.
Traducido por Gurutzeta Guillera-Arroita y José Lahoz-Monfort del
artículo original publicado en DP #77.
Decision Point en Español #E01 Página 21
Decision Point en Español, ¿por qué?
Alrededor de 500 millones
de personas hablan español
globalmente. Estas tienen el reto
de manejar y conservar algunas
de las regiones con mayor
biodiversidad del mundo. El
Grupo de Decisiones Ambientales
tiene la fortuna de tener muchos
hispanohablantes en sus filas, lo
cual ha facilitado la creación de
Decision Point en Español.
Conozca el equipo
El equipo detrás de Decision Point en Español está conformado por
investigadores basados en University of Queensland y University
of Melbourne. De izquierda a derecha: Andrés Felipe Castro, Marta
Pascual Altares, Rocio Ponce Reyes, Duan Biggs, Cristina Romero,
Hernán Cáceres, Roberto Salguero-Gómez y Eduardo Gallo-Cajiao.
Aunque no están en esta foto, Gurutzeta Guillera-Arroita, José LahozMonfort, Rubén Venegas y Diego Correa también son parte del equipo.
Michelle Baker ayudó con el diseño.
Perfiles resumidos
Duan Biggs, Sudáfrica y Chile. Investigador posdoctoral:
conservación en sistemas socio-ecológicos, así como en turismo
basado en la naturaleza y conservación.
Eduardo Gallo-Cajiao, Colombia y Australia. Evalúa la efectividad de
políticas internacionales de conservación.
Hernán Cáceres Escobar, Chile. Candidato doctoral: investiga los
impactos e interacciones entre especies introducidas y nativas.
Diego Felipe Correa Gómez, Colombia. Candidato doctoral: investiga
las relaciones entre la producción de biocombustibles, la conservación
de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.
ENVIRONMENTAL
DECISIONS GROUP
El Environmental Decisions Group (EDG por sus siglas en inglés) es
una red de investigadores que trabajan en la ciencia de decisiones
efectivas para la conservación de la biodiversidad. Nuestros
miembros están vinculados principalmente a The University of
Queensland, The Australian National University, The University of
Melbourne, The University of Western Australia, The Royal Melbourne
Institute of Technology, y CSIRO. El EDG es financiado conjuntamente
por el Australian Government’s National Environmental Research
Program y el Australian Research Council Centre of Excellence Program.
Decision Point es la revista mensual del EDG.
La financiación de las investigaciones que se presentan en esta
edición de Decision Point, proviene de múltiples fuentes y se
identifica en las publicaciones originales en que los artículos se
basan (referencias se proporcionan en cada artículo). Para contactar
el EDG por favor visite nuestros sitio web:
http://ceed.edu.au/ o http://www.nerpdecisions.edu.au/
Gurutzeta Guillera-Arroita, España. Investigadora posdoctoral:
investiga métodos estadísticos para modelar la distribución y detección
de especies.
José Lahoz-Monfort, España. Investigador posdoctoral: desarrolla
modelos de distribución de especies, demografía y manejo adaptativo.
Marta Pascual Altares, España. Investigadora posdoctoral:
investiga técnicas de modelamiento espacial para la valoración de la
biodiversidad, el entendimiento de amenazas en ecosistemas marinos y
ordenamiento territorial.
Rocío Ponce Reyes, México. Investigadora posdoctoral: investiga la
priorización de estrategias de manejo para reducir las amenazas a la
biodiversidad.
Cristina Romero, España. Candidata doctoral: investiga los conflictos
en conservación y las estrategias para su manejo.
Rob Salguero-Gómez, España. Investigador posdoctoral: investiga la
evolución de los compromisos evolutivos, así como la senescencia en
plantas y animales.
Andrés Felipe Suarez Castro, Colombia. Candidato doctoral: Investiga
los efectos de las transformaciones del paisaje sobre los patrones de
diversidad de especies y de diversidad funcional.
Rubén Venegas Li, Costa Rica. Candidato doctoral: investiga los
efectos de la colaboración entre países en la priorización de estrategias
de conservación en ambiente marinos.
Página 22 Decision Point en Español #E01
Centre of Excellence
for Environmental
Decisions