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Promoción de las fuentes de energías nuevas y renovables
“El desafío final es el moral. El manejo del medioambiente es una obligación
compartida. Tenemos en nuestras manos el poder de arruinar la Tierra, o de
conservarla para la posteridad. Esta es una responsabilidad sin precedentes, ya que
somos la primera generación que se ha convertido en una amenaza económica y
poblacional para todo el planeta”
Vuk Jeremic
Introducción
La importancia de tomar conciencia sobre el manejo del medio ambiente en las
agendas internacionales, están teniendo cada vez mayor profundidad. Pero
lamentablemente, las soluciones a los grandes desafíos que hoy debemos afrontar, no
están a la altura que se requiere.
La situación de los países en el plano internacional tiene varias aristas a tener en
cuenta a la hora de entender en donde nos encontramos hoy en día. Una de ellas es de
resolver las diferencias para la aplicación de los acuerdos pre existentes en tratados
internacionales. Hoy en día existe una brecha importante de puntos de vista entre los
países que mas contaminan contra aquellos que lo hacen en menor medida.
Otro punto a tener en cuenta es los altos costos que genera en el presupuesto de los
países para el cambio de tipo de energía que utilizamos. La inversión en nuevas
tecnologías sigue siendo una utopia en algunos de los países en desarrollo.
Regidos en una crisis económica mundial hacen que este camino hacia el uso de
energías no contaminantes tenga otro punto de vista a analizar.
Nos debemos dejar de lado que la concientización de la población es un factor muy
importante a la hora de lograr estos objetivos. Las políticas públicas por parte de los
diferentes estados deben estar acompañadas con acciones de concientización en el
ahorro de energía. Lamentablemente, sabemos que estas acciones no son moneda
corriente en la población.
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Desde la creación del Protocolo de Kyoto hasta el día de la fecha se han celebrado
diferentes tipos de convenciones para tratar la problemática del cambio climático y
sobre las alternativas de invertir en nueva tecnología para energías nuevas y limpias. A
continuación haremos un repaso de algunas de esas convenciones y la actualidad de lo
mismos
Protocolo de Kyoto
El Protocolo de Kioto, sucesor de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático, es uno de los instrumentos jurídicos internacionales más
importantes destinado a luchar contra el cambio climático. Contiene los compromisos
asumidos por los países industrializados de reducir sus emisiones de algunos gases de
efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Las emisiones totales de
los países desarrollados deben reducirse durante el periodo 2008-2012 al menos en un
5 % respecto a los niveles de 1990.
La Convención entró en vigor en 1994, y ya en 1995 los gobiernos habían iniciado
negociaciones sobre un protocolo, es decir, un acuerdo internacional vinculado al
tratado existente, pero con autonomía propia. El texto del Protocolo de Kyoto se
adoptó por unanimidad en 1997.
* La principal característica del Protocolo es que tiene objetivos obligatorios relativos a
las emisiones de gases de efecto invernadero para las principales economías mundiales
que lo hayan aceptado. Estos objetivos van desde -8% hasta +10% del nivel de emisión
de los diferentes países en 1999 "con miras a reducir el total de sus emisiones de esos
gases a un nivel inferior en no menos de 5% al de 1990 en el período de compromiso
comprendido entre el año 2008 y el 2012". En casi todos los casos, incluso en los que
se ha fijado un objetivo de +10% de los niveles de 1990, los límites exigen importantes
reducciones de las emisiones actualmente proyectadas. Se prevé el establecimiento de
objetivos obligatorios futuros para los “períodos de compromiso” posteriores a 2012.
Éstos se negociarán con suficiente antelación con respecto a los períodos afectados.
* Los compromisos contraídos en virtud del Protocolo varían de un país a otro. El
objetivo global del 5% para los países desarrollados debe conseguirse mediante
recortes (con respecto a los niveles de 1990) del 8% en la Unión Europea (UE [15]),
Suiza y la mayor parte de los países de Europa central y oriental; 6% en el Canadá; 7%
en los Estados Unidos (aunque posteriormente los Estados Unidos han retirado su
apoyo al Protocolo), y el 6% en Hungría, Japón y Polonia. Nueva Zelandia, Rusia y
Ucrania deben estabilizar sus emisiones, mientras que Noruega puede aumentarlas
hasta un 1%, Australia un 8% (posteriormente retiró su apoyo al Protocolo) e Islandia
un 10%. La UE ha establecido su propio acuerdo interno para alcanzar su objetivo del
8% distribuyendo diferentes porcentajes entre sus Estados Miembros. Estos objetivos
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oscilan entre recortes del 28% en Luxemburgo y del 21% en Dinamarca y Alemania a
un aumento del 25% en Grecia y del 27% en Portugal.
* Para compensar las duras consecuencias de los “objetivos vinculantes”, el acuerdo
ofrece flexibilidad en la manera en que los países pueden cumplir sus objetivos. Por
ejemplo, pueden compensar parcialmente sus emisiones aumentando los “sumideros”
–bosques, que eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera. Ello puede conseguirse
bien en el territorio nacional o en otros países. Pueden pagar también proyectos en el
extranjero cuyo resultado sea una reducción de los gases de efecto invernadero. Se
han establecido varios mecanismos con este fin (véanse los apartados sobre “comercio
de derechos de emisión”, el “Mecanismo para un desarrollo limpio” y la “aplicación
conjunta”.
* El Protocolo de Kyoto ha avanzado lentamente: se encuentra todavía en lo que se
conoce con el nombre de “fase de ratificación”, y es un acuerdo complicado. Razones
no faltan. El Protocolo no sólo debe ser eficaz frente a un problema mundial también
complicado; debe ser también políticamente aceptable. En consecuencia, se ha
multiplicado el número de grupos y comités creados para supervisar y arbitrar sus
diferentes programas, e incluso después de la aprobación del acuerdo en 1997, se
consideró necesario entablar nuevas negociaciones para especificar las instrucciones
sobre la manera de instrumentalizarlo. Estas normas, adoptadas en 2001, se conocen
con el nombre de “Acuerdos de Marrakech”.
* Los tratados internacionales deben tratar de conseguir un delicado equilibrio. Los
que se proponen conseguir un apoyo general muchas veces no son lo bastante
enérgicos como para resolver los problemas que tratan de solucionar (como se
consideraba que la Convención Marco presentaba esa deficiencia, a pesar de sus
numerosas y valiosas disposiciones, se creó el Protocolo con la finalidad de
complementarla). En cambio, los tratados con disposiciones firmes pueden tener
problemas a la hora de conseguir el apoyo necesario para que resulten eficaces.
* Lo que ahora se necesita realmente es que el Protocolo consiga ratificaciones
suficientes para entrar en vigor. Lo mismo que el Protocolo en general, esta materia es
complicada. El Protocolo será jurídicamente vinculante cuando lo hayan ratificado no
menos de 55 países, entre los que se cuenten países desarrollados cuyas emisiones
totales representen por lo menos el 55% del total de las emisiones de dióxido de
carbono en 1990. Ello no ha ocurrido todavía. El principal problema es que deben
decidir adherirse más naciones industrializadas que se verán afectadas por los límites
de emisión del Protocolo. Una segunda preocupación es que los Estados Unidos y
Australia han manifestado que no apoyarán ya el tratado.
* Al mismo tiempo, una novedad positiva es que algunos mecanismos del Protocolo
cuentan con apoyo suficiente y se están estableciendo antes incluso de la entrada en
vigor del Protocolo. Por ejemplo, el Mecanismo para un desarrollo limpio –a través del
cual los países industrializados pueden cumplir en parte sus objetivos vinculantes de
emisión mediante “créditos” obtenidos patrocinando proyectos que reducen las
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emisiones de gases de efecto invernadero en los países en desarrollo– cuentan ya con
una junta ejecutiva que está preparando algunas propuestas.
Protocolo de Montreal
Las llamadas Partes (miembros de la CMNUCC) se reunieron por primera vez para su
seguimiento en Montreal, Canadá, en el año 2005 , donde se estableció el llamado
Grupo de Trabajo Especial sobre los Futuros Compromisos de las Partes del Anexo I en
el marco del Protocolo de Kioto (GTE-PK), orientado a los acuerdos a tomar para
después de 2012.
En diciembre de 2007, en Bali, Indonesia, se llevó a cabo la tercera reunión de
seguimiento, así como la 13ª cumbre del clima (CoP 13 o COP13), con el foco puesto
en las cuestiones post 2012. Se llegó a un acuerdo sobre un proceso de dos años, u
“hoja de ruta de Bali”, que tiene como objetivo establecer un régimen post 2012 en la
XV Conferencia sobre Cambio Climático, (también "15ª cumbre del clima", CdP 15 o
COP15) de diciembre de 2009, en Copenhague, Dinamarca .y COP 16 en Cancún,
México, fecha del 29 de Noviembre al 10 de Diciembre del 2010. En Cancún los más de
190 países que asistieron a la Cumbre adoptaron, con la reserva de Bolivia, un acuerdo
por el que aplazan el segundo período de vigencia del Protocolo de Kioto y aumentan
la "ambición" de los recortes. Se decidió crear un Fondo Verde Climático dentro de la
Convención Marco que contará con un consejo de 24 países miembros. Éste será
diseñado por un comité de transición que formarán 40 países. También se llegó al
compromiso de proporcionar 30.000 millones de dólares de financiación rápida,
aunque se reconoce la necesidad de movilizar 100.000 millones de dólares por año a
partir de 2020 para atender a las necesidades de los países en desarrollo.
Esa "hoja de ruta" se complementa con el Plan de Acción de Bali, que identifica cuatro
elementos clave: mitigación, adaptación, finanzas y tecnología. El Plan también
contiene una lista no exhaustiva de cuestiones que deberán ser consideradas en cada
una de estas áreas y pide el tratamiento de “una visión compartida para la cooperación
a largo plazo”.
Plataforma Durban
En torno a la Plataforma Durban, la decisión fue continuar con el grupo de trabajo
aprobado el año pasado en Sudáfrica. Las partes podrán exponer observaciones sobre
planes nacionales de acción respecto a la mitigación y adaptación del cambio climático,
con el objetivo de superar las barreras y alcanzar una homologación a escala
internacional.
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La canalización de financiamiento y tecnología de apoyo a países en desarrollo tuvo
avances importantes. Los países desarrollados reiteraron su compromiso de continuar
el financiamiento a largo plazo, con miras a movilizar 100 mil millones de dólares para
adaptación y mitigación hasta el 2020.
Además, las partes acordaron seguir con esfuerzos para implementar Planes
Nacionales de Adaptación en países en desarrollo. Para ello, iniciaron diálogos sobre el
mecanismo de daños y pérdidas que permitan el reconocimiento financiero a países
víctimas de desastres climáticos significativos.
La aprobación de un nuevo programa para desarrollar capacidades mediante la
educación y el entrenamiento sobre cambio climático fue también considerada una
herramienta para crear conciencia pública que permita una mayor participación
ciudadana en la toma de decisiones.
En el desarrollo de la cumbre, Ecuador presentó varias propuestas, entre ellas
Emisiones Netas Evitadas (ENE), iniciativa que se convirtió en un mecanismo principal
de la convención, el cual planea un proceso de implementación a través de un
programa creado con esta finalidad.
Esta iniciativa marca un balance positivo para Ecuador en el tema de cooperación
ambiental. “Aunque la participación internacional estuvo marcada por un compromiso
débil y metas poco ambiciosas de cooperación, en torno a la reducción de emisiones,
el país continúa trabajando en iniciativas ambientales”, señaló Lorena Tapia, ministra
del Ambiente.
Conferencia de las Partes (COP 18)
La decimaoctava Conferencia de las Partes (Cop 18) sobre cambio climático ratificó el
segundo periodo de vigencia del Protocolo de Kyoto desde el 1 de enero de 2013 hasta
el 31 de diciembre de 2020.
La duración de este segundo periodo del Protocolo será de ocho años, con metas
concretas al 2020. Sin embargo, este proceso denotó un débil compromiso de los
países industrializados, tales como Estados Unidos, Rusia, Japón y Canadá, los cuales
decidieron no respaldar la prórroga.
En torno a la Plataforma Durban, la decisión fue continuar con el grupo de trabajo
aprobado el año pasado en Sudáfrica. Las partes podrán exponer observaciones sobre
planes nacionales de acción respecto a la mitigación y adaptación del cambio climático,
con el objetivo de superar las barreras y alcanzar una homologación a escala
internacional.
La canalización de financiamiento y tecnología de apoyo a países en desarrollo tuvo
avances importantes. Los países desarrollados reiteraron su compromiso de continuar
el financiamiento a largo plazo, con miras a movilizar 100 mil millones de dólares para
adaptación y mitigación hasta el 2020.
Además, las partes acordaron seguir con esfuerzos para implementar Planes
Nacionales de Adaptación en países en desarrollo. Para ello, iniciaron diálogos sobre el
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mecanismo de daños y pérdidas que permitan el reconocimiento financiero a países
víctimas de desastres climáticos significativos.
La aprobación de un nuevo programa para desarrollar capacidades mediante la
educación y el entrenamiento sobre cambio climático fue también considerada una
herramienta para crear conciencia pública que permita una mayor participación
ciudadana en la toma de decisiones.
En el desarrollo de la cumbre, Ecuador presentó varias propuestas, entre ellas
Emisiones Netas Evitadas (ENE), iniciativa que se convirtió en un mecanismo principal
de la convención, el cual planea un proceso de implementación a través de un
programa creado con esta finalidad.
Esta iniciativa marca un balance positivo para Ecuador en el tema de cooperación
ambiental. “Aunque la participación internacional estuvo marcada por un compromiso
débil y metas poco ambiciosas de cooperación, en torno a la reducción de emisiones,
el país continúa trabajando en iniciativas ambientales”, señaló Lorena Tapia, ministra
del Ambiente.
BIOCOMBUSTIBLE VS SEGURIDAD ALIMENTARIA
Se entiende por biocombustible a aquellos combustibles que se obtienen de biomasa,
es decir, de organismos recientemente vivos (como plantas) o sus desechos
metabólicos (como estiércol).
Recientemente ha surgido un gran interés por los biocombustibles, principalmente
debido a que gobiernos pretenden disminuir su dependencia de los combustibles
fósiles y así lograr mayor seguridad energética. Además, se mencionan diversas
ventajas de los biocombustibles con respecto a otras energías, como la menor
contaminación ambiental, la sustentabilidad de los mismos y las oportunidades para
sectores rurales.
Los biocombustibles pueden reemplazar parcialmente a los combustibles fósiles. En
comparación con otras energías alternativas, como la proporcionada por el hidrógeno,
el reemplazo de los combustibles fósiles por biocombustibles en el sector de
transporte carretero puede ser realizado con menores costos, debido a que no
requieren grandes cambios en la tecnología actualmente utilizada, ni tampoco en el
sistema de distribución. Utilizar otro tipo de energía, como la obtenida a través del
hidrógeno, que se basa en una tecnología totalmente distinta, requeriría grandes
cambios en el stock de capital. Esto no implica que se deban descartar nuevas fuentes
de energía, sino que los biocombustibles serán los que tendrán más crecimiento en el
corto plazo.
Tanto los combustibles fósiles como los biocombustibles, tienen origen biológico. Toda
sustancia susceptible de ser oxidada puede otorgar energía. Si esta sustancia procede
de plantas, al ser quemada devuelve a la atmósfera dióxido de carbono que la planta
tomó del aire anteriormente. Las plantas, mediante la fotosíntesis, fijan energía solar y
dióxido de carbono en moléculas orgánicas. El petróleo es energía proveniente de
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fotosíntesis realizada hace millones de años concentrada. Al provenir de plantas de
hace millones de años, su cantidad es limitada. En el caso de los biocombustibles, la
sustancia a ser quemada proviene de fotosíntesis reciente, por eso se afirma que la
utilización de biocombustibles no tiene impacto neto en la cantidad de dióxido de
carbono que hay en la atmósfera. Algunos la consideran energía renovable en el
sentido que el ciclo de plantación y cosecha se podría repetir indefinidamente,
teniendo en cuenta que no se agoten los suelos ni se contaminen los campos de
cultivo.
Diversos países promueven el desarrollo de la producción de biocombustibles
mediante subsidios u otras políticas, o han incorporado en su legislación metas de
sustitución de combustibles fósiles por biocombustibles.
La Unión Europea proyecta cortar todo su gasoil con un 5.7% de biodiesel en el año
2010. Estados Unidos planea reemplazar el 20% de su consumo de petróleo en diez
años, utilizando etanol. Brasil fue un pionero en la utilización de biocombustible, hace
treinta años implementó un plan para reducir la dependencia del petróleo. Ahora tiene
excedentes de etanol, producido a partir de la caña de azúcar. Argentina emitió una
ley de biocombustibles, que prevee el corte obligatorio del 5% en naftas y gasoil para
el 2010. Colombia indicó el uso obligatorio de etanol al 10% en cortes con naftas.
Las razones detrás de estas metas de sustitución pueden ser varias, incluyendo
cuestiones de seguridad energética y consideraciones técnicas, y no siempre motivos
ecológicos. En el caso de la Unión Europea, la legislación ha llevado los límites de
contenido de azufre a niveles muy bajos, 50 ppm, lo que provocó que los combustibles
pierdan capacidad de lubricante. La incorporación del 5% de biodiesel en el gasoil
elevará la capacidad de lubricación de los combustibles. En el caso del etanol, su
incorporación reduce la contaminación por la menor emisión de anhídrido carbónico
perjudicial para la salud. [Martínez 2007]
La producción de biocombustibles aún cuesta considerablemente más que la de
combustibles fósiles, incluso teniendo en cuenta el fuerte incremento en los precios
del petróleo. Los países que desarrollaron una producción sustancial de
biocombustibles (Estados Unidos, Brasil, Alemania), se han apoyado en una
combinación de medidas fiscales (desgravaciones fiscales, subvenciones), medidas de
sostenimiento de precios y objetivos de uso obligatorio. (FAO 2007). En estos casos, la
mayor parte del biocombustible producido es consumido internamente.
Estas medidas pueden tener un justificativo
- para apoyar al sector en las etapas iniciales
- por tratarse la seguridad energética de cada país de una cuestión estratégica
- por consideraciones ambientales (menor emisión de CO2 y gases perjudiciales para la
salud) o técnicas (mayor lubricación de motores).
De acuerdo con un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
los países de Latinoamérica que poseen mayor potencial para producir
biocombustibles son Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
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Dentro de los mismos, los que tienen mayores condiciones para desarrollar etanol son
Brasil, Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay y Uruguay. Con respecto al biodiesel,
Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Bolivia son los países con mayor potencial por sus
cultivos de soja o palma aceitera. En el caso de los países centroamericanos, tienen
menor potencial debido a que su dieta es a base de maíz, y en los del Caribe, por falta
de disponibilidad de tierra para cultivos que sirvan para producir biocombustibles.
Para la producción, almacenamiento y transporte de biocombustibles se requieren
grandes cantidades de insumos además de la tierra y el agua, insumos cuya producción
y transporte también demanda cantidades de energía. Se necesita energía para
sembrar, producir fertilizantes o pesticidas, cosechar, transportar y procesar los granos
o plantas hasta su forma final de biocombustible (Martínez 2007). Si se da el caso de
que la energía utilizada para la producción (incluyendo todas las etapas) sea mayor a la
generada por el biocombustible, el saldo energético será negativo.
“La soja produce tres veces la energía que se consume desde la siembra hasta el
producto final. El maíz, en cambio, produce una energía neta que está en serio debate,
según los autores, genera un 100% o un 40% mas de lo necesario para su
implementación.” Pero otros autores sostienen que el balance de energía global del
maíz es negativo. El etanol basado en maíz “podría entregar una energía total menor
que la energía necesaria para producir el maíz, extraerle el alcohol y purificarlo”.
(Martínez 2007)
Aplicando esto último a un país concreto. Suponiendo que el país en cuestión utiliza
combustibles fósiles de sus propias reservas y produce biocombustibles para
exportación. Teniendo en cuenta que la producción de biocombustibles demanda gran
cantidad de combustibles fósiles (además de tierra y otros insumos), el país estaría
exportando energía limpia, para lo cual utiliza combustibles contaminantes, no
renovables y de sus propias reservas. Evidentemente, las relaciones de precios juegan
un papel fundamental. En este caso, teniendo en cuenta las externalidades jugadas por
la contaminación, como así también otras fallas de mercado existentes en el mercado
de combustibles fósiles, el estado podría intervenir para corregir las relaciones de
precios que no reflejan los verdaderos costos y beneficios sociales para el país. Sin
tener en cuenta otros elementos, debería penalizar la producción de biocombustibles
para exportación, ya que generan contaminación interna y utilizan un recurso
estratégico no renovable, el petróleo, mientras que los beneficios sociales de los
biocombustibles no son repartidos internamente, sino que son exportados. Las
conclusiones son diferentes para un país importador de combustibles, como Estados
Unidos o Alemania.
Además de tener impacto en las relaciones de poder entre los países, regiones y
grupos económicos, y en la calidad del medio ambiente, se plantea la cuestión cómo
impactará la producción de biocombustibles en la disponibilidad y el acceso a los
alimentos, especialmente en los sectores carenciados. Las relaciones son intrincadas y
en la bibliografía se pueden encontrar argumentos a favor y en contra.
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El aumento en la producción de biocombustibles genera elevadas demandas sobre la
base de los recursos naturales, con posibles consecuencias negativas, tanto
ambientales como sociales. [Comité de Seguridad Alimentaria Mundial 2007]. Dado
que los biocombustibles se producen a base de alimentos o bien compiten por la tierra
que puede ser utilizada para la producción de alimentos, los impactos en los mercados
de alimentos son directos. Un aumento en la demanda de biocombustibles puede
producir
- un aumento en el precio de los cultivos energéticos.
- un aumento en el precio de otros cultivos.
- un aumento en el precio de los productos que compiten por insumos con los
combustibles energéticos (por ejemplo carne).
- una reducción en el precio de los subproductos de la producción de biocombustibles
(por ejemplo glicerina).
Al mismo tiempo, la producción de biocombustibles puede demandar grandes
cantidades de agua en algunos casos, lo que puede disminuir la disponibilidad de agua
para uso doméstico, amenazando la salud y la seguridad alimentaria de personas. (FAO
CEPAL 2007).
Por otra parte, se deben analizar los potenciales beneficios para las poblaciones que
actualmente tienen dificultades para su provisión de alimentos o energía, beneficios
directos en el caso de que sectores carenciados produzcan ellos mismos los
biocombustibles. En este caso, se deben tener en cuenta las posibilidades técnicas
(necesidades tecnológicas) como económicas (consideraciones de escala,
requerimientos de capital, etc.) de que estos sectores se involucren en la producción
de biocombustibles.
Como antecedente, se puede mencionar lo sucedido en México a finales de 2006 y
principios de 2007. La dieta mexicana utiliza el maíz como un ingrediente principal. Si
bien México era autosuficiente en la producción de maíz a comienzos de la década del
80, debido a la aplicación de tratados de libre comercio, políticas desfavorables al
sector del agro mexicano, y a subsidios a productores estadounidenses, México pasó
de ser autosuficiente a ser importador de gran parte de su consumo de maíz:
aproximadamente el 30% del maíz amarillo y el 25% del maíz blanco provienen de
Estados Unidos.
El índice del precio del maíz a nivel mundial aumentó un 31% entre julio de 2006 y
junio de 2007. Entre las causas de este aumento se encuentra la caída de la cosecha
estadounidense debido a la sequía, pero también en la mayor demanda de maíz para
la producción de etanol. El principal exportador de maíz es Estados Unidos, que redujo
enormemente sus saldos exportables debido a la mayor demanda interna de maíz para
la producción de etanol. La demanda para producir etanol en Estados Unidos ha
pasado de 25 millones de toneladas para el 2003, a cerca de 54 millones de toneladas
para el 2007 (20% de la producción interna). El aumento del precio del maíz, llevó a
productores ganaderos a buscar forrajes alternativos, lo que impulsó también el precio
de otros granos (FAO 2007).
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Como consecuencia del aumento de los precios internacionales del maíz, el precio
interno de productos alimenticios derivados de este grano elevó fuertemente,
teniendo consecuencias negativas especialmente en los mexicanos de bajos recursos,
que utilizan en mayor proporción el maíz.
Energía Nuclear: ¿Amenaza mundial?
Un tercio de la energía generada en Europa proviene de la energía nuclear, esto
supone que se emiten 700 millones de toneladas de CO2 y otros contaminantes
generados a partir de la quema de combustibles fósiles.
Actualmente se consumen más combustibles fósiles de los que se producen de modo
que en un futuro no muy lejano se agotarían estos recursos. Una de las grandes
ventajas del uso de la energía nuclear es la relación entre la cantidad de combustible
utilizado y la energía obtenida. Esto se traduce, también, en un ahorro en transportes,
residuos, etc.
Al ser una alternativa a los combustibles fósiles como el carbón o el petróleo,
evitaríamos el problema del llamado calentamiento global, el cual, se cree que tiene
una influencia más que importante con el cambio climático del planeta. Mejoraría la
calidad del aire que respiramos con lo que ello implicaría en el descenso de
enfermedades y calidad de vida.
Sobre éste último punto conviene destacar que lo que realmente tiene una influencia
importante con el calentamiento global son las emisiones provocadas por el transporte
por carretera y que las que generan la generación de energía por combustibles fósiles
son relativamente muy pocas. Aún así, una de las aplicaciones de la energía nuclear
(aunque muy poco utilizada) es convertirla en energía mecánica para el transporte.
Actualmente la generación de energía eléctrica se realiza mediante reacciones de
fisión nuclear, pero si la fusión nuclear fuera practicable, ofrecería las siguientes
ventajas:
Obtendríamos una fuente de combustible inagotable.
Evitaríamos accidentes en el reactor por las reacciones en cadena que se producen en
las fisiones.
Los residuos generados son mucho menos radiactivos.
Inconvenientes de la energía nuclear
El principal inconveniente y lo que la hace más peligrosa es que seguridad en su uso
recae sobre la responsabilidad de las personas. Decisiones irresponsables pueden
provocar accidentes en las centrales nucleares pero, aún mucho peor, se puede utilizar
con fines militares como se demuestra en la historia de la energía nuclear en que la
primera vez que se utilizó la energía nuclear tras las oportunas investigaciones fue para
atacar Japón en la Segunda Guerra Mundial con dos bombas nucleares.
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A nivel civil, uno de los principales inconvenientes es la generación de residuos
nucleares y la dificultad para gestionarlos ya que tardan muchísimos años en perder su
radioactividad y peligrosidad.
Apenas incide favorablemente en el cambio climático porqué la principal fuente de
emisiones es el transporte por carretera.
En los principales países de producción de energía nuclear para mantener constante el
número de reactores operativos deberían construirse 80 nuevos reactores en los
próximos diez años.
Si bien económicamente es rentable desde el punto de vista del combustible
consumido respecto a la energía obtenida no lo es tanto si se analizan los costes de la
construcción y puesta en marcha de una planta nuclear teniendo en cuenta que, por
ejemplo en España, la vida útil de las plantas nucleares es de 40 años.
Inconvenientes de seguridad incrementados ahora con el terrorismo internacional.
Además de la proliferación de energía nuclear que obligaría a recurrir al plutonio
como combustible.
Aunque los sistemas de seguridad son muy avanzados, las reacciones nucleares por
fisión generan unas reacciones en cadena que si los sistemas de control fallasen
provocarían una explosión radiactiva.
Por otra parte, la energía nuclear de fusión es inviable debido a la dificultad para
calentar el gas a temperaturas tan altas y para mantener un número suficiente de
núcleos durante un tiempo suficiente para obtener una energía liberada superior a la
necesaria para calentar y retener el gas resulta altamente costoso.
Visión ambientalista
El riesgo de accidentes, la generación de residuos altamente radiactivos y la
proliferación de armamento nuclear son sólo algunas de las razones por las cuales es
indispensable el abandono de la energía nuclear.
Habitualmente, la industria nuclear se presenta como una fuente de energía pujante
que continúa creciendo, tanto en los países industrializados como en los países en
desarrollo. Sin embargo, la participación de la energía nuclear es una gran amenaza y
todavía se la quiere imponer en el mundo. Aún en aquellos países que son utilizados
como ejemplos de “casos exitosos”, la energía nuclear ha fracasado en cuanto al
cumplimiento de las promesas formuladas. En realidad, detrás de la cortina de los
programas nucleares civiles, muchos países pretenden obtener capacidad de
fabricación de armas nucleares.
Hace cincuenta años la energía nuclear iba a salvar al mundo. Ahora hay que salvar al
mundo de la energía nuclear.
La energía nuclear iba a ser barata, segura y confiable. En cambio, ha demostrado ser
cada vez más costosa, peligrosa e impredecible. Nadie sabe todavía que hacer con la
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generación de residuos radiactivos que producen las centrales nucleares, ni con las
centrales mismas cuando son cerradas.
La energía nucleoeléctrica representa una enorme amenaza para la salud humana y los
ecosistemas. Sus riesgos e impactos se extienden desde la minería de uranio, la
fabricación de los combustibles nucleares, la propia operación de las plantas atómicas
y la incesante generación de residuos altamente radiactivos.
Situación de las energías alternativas




Solar
Eólica
Marítima
Geotérmica
Hasta el momento se han desarrollado diferentes tecnologías para aprovechar el calor
extraído de la tierra y, en el futuro inmediato, se proyectan varias más. Por ejemplo,
en el caso de las zonas con media y alta entalpía, existe la posibilidad de instalar
plantas de generación de energía eléctrica a partir de turbinas de vapor. Para las zonas
donde el agua ya sale evaporada (o de alta entalpía) se utilizan los sistemas de ciclo
directo con expansión súbita de una o dos etapas.
Para las zonas donde el agua sale caliente pero en forma líquida (media entalpía) se
utilizan plantas generadoras con sistemas de ciclo binario. En este tipo de sistemas la
evaporación debe lograrse combinando otros elementos como amoniaco o freón que
poseen puntos de ebullición más bajos que el agua.
Existe en la actualidad un creciente interés en la exploración y el desarrollo de nuevas
plantas de generación de electricidad basadas en este tipo de energía. Las principales
ventajas de la explotación de este tipo de energía son:

Es una fuente inagotable de energía

No provoca contaminación ambiental

Produce mínimo impacto visual y auditivo

Se traduce en enormes cantidades de energía eléctrica

La inversión necesaria es relativamente baja

No tiene ciclos de actividad y reposo (como ocurre con la energía eólica
o solar).
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