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El original de este artículo se encuentra en Inglés al final y en:
http://www.countercurrents.org/avery080914.htm
Proveído por el profesor Julio Centeno, fue traducido en google-traductor y afinado en sintaxis por
Luis Jugo B., el 12 de septiembre 2014, para ser colocado en la página web
http://eventos.ula.ve/ciudadsostenible/index_foro.php
del Foro de estudio del Cambio Climático de la Universidad de Los Andes, de Mérida, Venezuela.
El Cambio Climático Implica
Cambiar el Estilo de Vida
Por John Scales Avery, 8 de septiembre de 2014.
John Avery es un Físico teórico de MIT. Doctorado en química de la Universidad de
Londres. Lector Emérito del Departamento de Química de la Universidad de
Copenhague. Persona de Contacto para las Conferencias Pugwash sobre Ciencia y
Asuntos Mundiales. En 1995, este grupo recibió el Premio Nobel de la Paz.
Presidente de la Academia Danesa de Paz.
Los científicos están unánimemente de acuerdo en advertirnos de que
si no reducimos las emisiones de CO2 muy rápidamente, corremos el
riesgo de sobrepasar un punto de inflexión más allá del cual seremos
impotentes para evitar un calentamiento global fuera de control.
Corremos el riesgo de provocar un evento de extinción comparable con
el máximo térmico del Pérmico-Triásico, cuando se extinguieron el 96
por ciento de las especies marinas y el 70 por ciento de los
vertebrados terrestres.
Los mares del Ártico se están calentando muy rápidamente, y pronto
quedarán libres de hielo en los veranos. El calentamiento de mares y
tundras árticas amenaza con liberar grandes cantidades de metano a
la atmósfera por el derretimiento de los hidratos de metano. Esto a su
vez amenaza con calentar el resto del mundo de tal manera que los
hidratos de metano en todos los depósitos en alta mar se
desestabilicen. Si esto sucede, el resultado será un evento de extinción
tan importante que pondrá en peligro no sólo la civilización humana,
sino también gran parte de la biosfera.
Lo preocupante de la amenaza de una retroalimentación fuera de
control de hidratos de metano es su gran cantidad. Hay
aproximadamente 10.000 gigatoneladas de estos cristales parecidos al
hielo en el fondo de los océanos, una cantidad de carbono más grande
que todos los depósitos de combustibles fósiles del mundo. Los
hidratos de metano o clatratos son estables a temperaturas ordinarias,
pero se derretirán si los océanos se calientan, liberando el gas metano
de potente efecto invernadero.
No es tan sorprendente que nuestros medios de comunicación no
divulguen una imagen correcta de estos graves peligros para el futuro
de nuestra tierra. Los medios de comunicación son propiedad de
intereses financieros oligárquicos, incluyendo grandes compañías de
carbón y petróleo, desesperadamente ansiosas por beneficiarse de sus
inversiones en combustibles fósiles.
A pesar del silencio y la desinformación en los medios de
comunicación, el público en general, en cierta medida, se está
tornando consciente de los graves peligros que plantea un cambio
climático fuera de control. Sin embargo, esto no parece afectar la
conducta de las personas. El profesor Michael Klare ha analizado esta
extraña divergencia entre la conciencia y el comportamiento en un
artículo reciente:
"Teniendo en cuenta todo lo dicho sobre el calentamiento
global, el pico del petróleo, la desinversión en carbono y las
energías renovables, se esperaría que el consumo de petróleo
en los Estados Unidos se redujera. Para este momento
deberíamos estar presenciando verdadero progreso hacia una
economía post-petrolera. En realidad, lo contrario está
ocurriendo. El consumo de petróleo en Estados Unidos está en
aumento, subiendo en 400.000 barriles por día solo en el 2013,
y si las tendencias actuales persisten, debe aumentar de nuevo
este año y el próximo. "
"En otras palabras, el petróleo está de vuelta. A lo grande. Los
signos de su resurgimiento abundan. A pesar de lo que puedan
pensar, los estadounidenses, en promedio, están viajando más
kilómetros cada día, no menos, llenando cada vez más tanques
con cada vez más gasolina, y evidentemente sintiéndose cada
vez menos mal por ello. El estigma relacionado con la compra
de nuevos SUV que consumen mucha gasolina, por ejemplo,
parece haber desaparecido; según CNN Money, casi uno de
cada tres vehículos vendidos hoy en día es un SUV. Como
resultado de todo esto, la demanda de petróleo de EE.UU.
creció más que la de China en el 2013, la primera vez que
sucede desde 1999 ".
Hay una segunda razón por la que los principales medios de
comunicación conspiran para asegurarle a sus lectores y televidentes
que está bien continuar con su estilo de vida habitual: el miedo de
precipitar una recesión económica. Una recesión debe ocurrir
pronto en los Estados Unidos debido a los excesivos gastos en la
guerra, utilizando dinero prestado de China, y porque el petrodólar se
ve amenazado por los acuerdos de los países BRICS. Sin embargo, el
afán de lucro a corto plazo se asegura que los medios, que se
comportan como esclavos, continúen haciéndonos creer que todo está
bien y que el crecimiento económico puede continuar por siempre.
Sin lugar a dudas, una recesión económica será extremadamente
dolorosa, pero tarde o temprano ciertamente sucederá. En un planeta
finito, el crecimiento económico sin fin es por lógica una imposibilidad.
Además, es precisamente tal crecimiento lo que amenaza con producir
una sexta extinción masiva.
Si queremos salvar el futuro a largo plazo de nuestra hermosa tierra
para las futuras generaciones de seres humanos y para los animales y
las plantas con las que compartimos la tierra, no sólo hay que
desarrollar con urgencia todas las formas de energía renovable, sino
que también debemos cambiar rápidamente nuestros estilos de vida.
Las energías renovables, como la energía eólica y las celdas solares,
están produciendo una creciente fracción de nuestras necesidades de
energía, pero esta fracción es aún muy pequeña, sólo el 19 por ciento
en 2014.
¿Qué debemos hacer entonces? Tenemos que desarrollar un nuevo
sistema económico que tenga como objetivo la sostenibilidad a largo
plazo. Dentro de un sistema de este tipo, el problema del desempleo
se puede abordar desplazando trabajos a la tarea de construir la
infraestructura de energía renovable. En segundo lugar, debemos
reconocer que nuestros estilos de vida habituales no pueden continuar.
Debemos limitar nuestro consumo a nuestras necesidades y viajar sólo
cuando sea absolutamente necesario. Si no hacemos estos cambios,
habremos perdido la lucha por el futuro.
Climate Change Means Lifestyle Change
John Scales Avery
John Avery - theoretical physics from MIT. PhD in chemistry, University of London. Lektor
Emeritus, Department of Chemistry, University of Copenhagen. Contact Person for Pugwash
Conferences on Science and World Affairs. In 1995, this group received the Nobel Peace
Prize. Chairman of the Danish Peace Academy.
08 September, 2014
Scientists are unanimous in warning us that unless we very rapidly
reduce CO2 emissions, we risk passing a tipping point beyond which
we will be powerless to prevent uncontrollable global warming. We risk
a human-produced extinction event comparable to the Permian-Triasic
thermal maximum, during which 96 percent of marine species and 70
percent of terrestrial vertebrates became extinct.
Arctic seas are warming very rapidly, and they will soon be free of
ice in the summers. The warming of Arctic seas and tundra threatens
to release vast quantities of methane into the atmosphere by melting
methane hydrates. This in turn threatens to warm the remainder of the
world so much that methane hydrates in all offshore deposits will be
destabilized. If this happens, the result will be a major extinction
event, which will threaten not only human civilization, but also
much of the biosphere.
The worrying thing about the threat of an out-of-control methane
hydrate feedback loop is that the quantity of methane hydrates is so
vast. There are roughly 10,000 gigatons of these ice-like crystals on
ocean floors, an amount of carbon greater than all of the world's
deposits of fossil fuels. Methane hydrates or clathrates are stable at
ordinary temperatures, but if oceans warm, they will melt, releasing the
potent greenhouse gas methane.
It is not so surprising that our mass media do not give us a correct
picture of these grave dangers to the future of our earth. The
mainstream media are owned by oligarchic financial interests,
including large coal and oil companies, which are desperately
anxious cash in on their huge holdings of fossil fuels.
Despite silence and misinformation in the mass media, the general
public is becoming, to some extent, aware of the grave dangers posed
by out-of-control climate change. However, this does not seem to
affect people's behavior. Professor Michael Klare discussed this
strange split between awareness and behavior in a recent article:
“Considering all the talk about global warming, peak oil, carbon
divestment, and renewable energy you'd think that oil
consumption in the United States would be on a downward path.
By now, we should certainly be witnessing real progress toward a
post-petroleum economy. As it happens, the opposite is
occurring. U.S. oil consumption is on an upward trajectory,
climbing by 400,000 barrels per day in 2013 alone, and, if current
trends persist, it should rise again both this year and next.”
“In other words, oil is back. Big time. Signs of its resurgence
abound. Despite what you may think, Americans, on average, are
driving more miles every day, not fewer, filling ever more fuel
tanks with ever more gasoline, and evidently feeling ever less bad
about it. The stigma of buying new gas-guzzling SUVs, for
instance, seems to have vanished; according to CNN Money,
nearly one out of three vehicles sold today is an SUV. As a result
of all this, America's demand for oil grew more than China's in
2013, the first time that's happened since 1999.”
There is a second reason why the mainstream media conspire to
reassure their readers and viewers that it is fine to continue their usual
lifestyles: the fear of precipitating an economic recession. Such a
recession is due to occur soon in the United States because of US
overspending on war, using money borrowed from China, and because
the petrodollar is threatened by BRICS agreements. However, the
short-term profit motive ensures that the slave-like media continue to
make us believe that all is well, and that economic growth can continue
forever.
Undeniably, an economic recession will be extremely painful, but
sooner or later it will certainly occur. On a finite planet, endlessly
continued economic growth is a logical impossibility. Furthermore, it is
exactly that growth which threatens to produce a 6th mass extinction
event.
If we wish to save the long-term future of our beautiful earth for future
generations of humans, and for the animals and plants with which we
share the earth today, we must not only urgently develop all forms of
renewable energy, but also we must quickly change our lifestyles.
Renewables, such as wind power and solar cells are producing a
rapidly increasing fraction of our energy needs, but this fraction is still
very small, only 19 percent in 2014.
What then must we do? We must develop a new economic system
which will aim at long-run sustainability. Within such a system, the
problem of unemployment can be addressed by shifting jobs to the
task of building renewable energy infrastructure. Secondly, we must
recognize that our usual lifestyles cannot be continued. We must limit
our consumption to necessities; and we must travel only when
absolutely necessary. If we do not make these changes, we will have
lost the struggle for the future.