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Sierra de Guara
En verano, de camino a Galicia, paramos en la población aragonesa de Alquézar y nos gustó mucho. Este
puente hemos aprovechado para volver a la zona, la Sierra de Guara y profundizar un poquito más.
Salimos tarde de Barcelona por un buen motivo, Bienvenido al mundo Alex Junior!
Kilómetros y kilómetros, mucha niebla en la zona de Lleida, que de noche hacía la conducción incómoda y
sin más incidentes, llegamos al Área de AC de Monzón donde ya habíamos pernoctado la vez anterior. Está
bien porque queda de camino, el acceso des de la carretera es rápido y tiene gasolinera y supermercado al
lado.
Al día siguiente cuando nos despertamos, estaba todo blanco cubierto de escarcha, hacía frío. Después de
hacer algunas compras seguimos camino hasta Rodellar, en el corazón del Parque Natural de la Sierra y los
Cañones de Guara. Es un parque muy famoso para practicar barranquismo durante el bon tiempo y escalada,
además, también hay algunos senderos para descubrir algunas maravillas a pie. En esta época no
encontramos casi nadie en ninguna de las excursiones. En Rodellar había algunas furgos extranjeras
acampadas en el parking del pueblo, donde en teoría no se puede pernoctar, supongo que en estas fechas,
no son tan estrictos como en verano, cuando se comenta que hay días donde bajan 200 personas por algunos
de los barrancos, una locura!
Pues una vez aparcada la furgo, empezamos a caminar hacia el Barranco del Mascún, las vistas son
increíbles, el agua serpentea entre las formaciones rocosas que son verdaderamente sorprendentes! Veis el
delfín?
Caminamos hasta la surgencia del Mascún, una fuente-cueva que alimenta el río Mascún y que tiene algunos
misterios como que escupe hojas de haya, un árbol que no existe en tota la Sierra de Guara… El entorno es
muy bonito, nos quedamos con ganas de seguir caminando y descubriendo, pero ya se sabe, cuando se va
con niños… Sólo tenía ganas de tirar piedras en el agua, así que… Con dos años y medio, bastante que camina!
Después de comer bajamos hasta el pueblo de Bierge, a media horita y paramos para ver el Salto de Bierge
del río Alcanadre, son 9 metros de altura y algunos más de ancho, en verano está petado de gente, pero
ahora no había nadie. Después retrocedimos hasta Bierge, donde pasamos la tarde entre el parque infantil,
la subida a la iglesia para ver la puesta de sol i la almazara, donde hacían un aceite buenísimo.
Dormimos en el parking del pueblo. Al día siguiente por la mañana, el padre de la criatura no se encontraba
bien, queríamos ir a la Fuente de la Tamara des de Morrano pero no fue posible. Caminamos un poco, pero
a falta de indicaciones de la ruta y el malestar general, decidimos dejarlo estar. Paramos en el parking que
hay al lado del puente que cruza el río Formiga, donde también hay otra excursioncita interesante, pero que
tampoco pudimos hacer.
Conducimos hasta Nueno, donde al día siguiente queríamos conocer las Gorgas de San Julián, la ruta
comienza al lado de un campo de golf con urbanización incluida, nos pareció demasiado “pijo” para dormir
sin crear alarma, así que aparcamos en el pueblecito de Nueno, y dormimos sin más incidencias que los
ladridos de los perros cada vez que abríamos y cerrábamos la puerta de la furgo. Al día siguiente sí que
aparcamos en el inicio de la excursión y empezamos a caminar bien temprano. El camino está bien indicado,
cuando ya se llega a las paredes de roca, estrechas y verticales, el sonido de las aves rapaces se va haciendo
más cercano, sobrevuelan nuestras cabezas y nidifican en las muchas cuevas que forman estas rocas tan
particulares. En época de deshielo debe saltar el agua per todos lados, debe ser aún más espectacular.
Decidimos primero visitar las gorgas y después subir a la ermita. Las Gorgas están completamente secas,
sólo hay una piscinita de agua al final de todo, pero son transitables a pie sin mojarse. Están formadas por
un par de cámaras abiertas por una grieta entre la roca. Curiosamente dentro hay un belén. Son rocas
compactas, no tienes la sensación de peligro por desprendimiento que se siente en el Avenc de la Febró, y
la altura es bastante más importante, te sientes minúsculo entre las paredes verticales. Son espectaculares.
Después de recorrerlas, volvemos por el mismo camino pero nos desviamos hacia la ermita de San Julián,
cruzamos un pequeño riachuelo y subimos los 50 m. de desnivel para acceder a ella; data del siglo XVI y está
excavada en la roca. Aquí los buitres quedan más cerca y las vistas son preciosas. Sólo queda seguir por el
mismo sendero hasta llegar a la furgo de nuevo.
Ahora continuamos bordeando la Sierra de Guara por el oeste y nos adentramos hasta el pueblecito de
Nocito. Comemos y pasamos la tarde en el parque infantil, observando los caballos, los ponis y los asnos, y
recorriendo los caminitos más cercanos de la zona.
Al día siguiente entre la blanca escarcha comenzamos a caminar hacia el Barranco de la Pillera. Los primeros
2’4 km son factibles con syncro o 4×4 pero no para nuestra apreciada T3, así que nos toca caminar bordeando
el río Guatizalema, lo cruzamos varias veces, las rocas están heladas y resbalan muchísimo, tenemos que ir
con mucho cuidado para no caernos, pero el paisaje es fantástico, vale la pena parar a contemplarlo. La que
mejor se lo pasa es Lüa, que corre entre las gorgas de agua helada como una loca, le encanta jugar en el
agua!
Ésta será la última excursión, después de comer toca volver hacia casa, así que aprovechando como siempre,
la siesta del bebe, carretera y más de 300 kilómetros para llegar a Barcelona.