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LA TERAPIA CRANEOSACRAL BIODINAMICA
Y LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Francisco Caparrós, [email protected]
Trabajo de Postgrado, Junio del 2011
Francisco Caparrós, [email protected]
Junio del 2011
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LA TERAPIA CRANEOSACRAL BIODINAMICA Y LOS TRASTORNOS DE LA
PERSONALIDAD
Son frecuentes en nuestros días los trastornos de la personalidad, presentando unos
índices de morbilidad que pueden estimarse alrededor del 5-6% de la población. Esta
cifra de afectación tiene importantes consecuencias en lo individual y en lo social.
Favorecidas por el consumo de drogas y productos tóxicos, por el estrés y por unas
condiciones ambientes muchas veces insanas, este tipo de enfermedades tiene
tendencia a crecer, induciendo desequilibrios que afectan al sistema nervioso y al
cuerpo etérico.
Antiguamente, el contacto con el campo, la vida más compacta en familia y la
alimentación menos adulterada podían ayudar al asentamiento y corrección de
algunos desequilibrios. Sin embargo, también existían casos: Aquellos que presentaban
características insociables eran recluidos en siniestros manicomios y sus propias
limitaciones provocaban el rechazo y la burla de la gente y a menudo se les
consideraba poseídos.
Todo pueblo tenía su loco. La presencia de estos casos sin los condicionantes actuales
sugiere una causa genética de la enfermedad.
El presente ensayo trata de razonar y aportar alguna pauta en el tratamiento de
estos trastornos mediante el método terapéutico del Dr. Sutherland.
Hemos centrado el estudio en 2 tipologías básicas:
El trastorno bipolar y la esquizofrenia.
Aún así, el trabajo es forzosamente limitado, pues el campo de estudio es tan amplio
que se requerirían varios volúmenes. La terapia Craneosacral Biodinámica trabaja con
la energía de la Vida, con uno u otro de sus tres aspectos.
El terapeuta de Biodinámica Craneosacral establece como facilitador una conexión con
el sistema energético del paciente para localizar los posibles fulcros inerciales o de
bloqueo, pero como sabemos, es el propio sistema del cliente el que determina el tipo
de acción terapéutica restitutiva o evolutiva que se debe aplicar.
La energía Vital o marea, actúa en primera instancia a nivel de cuerpo etérico, el cual
contiene el acceso a las memorias del ser. Por propia evolución, el vehículo etérico
está muy vinculado al cuerpo astral y también al mental y por ello surgen a menudo en
el transcurso del tratamiento patrones de reacción emocional o mental.
El cuerpo etérico está unido a través de unos filamentos de energía al cuerpo físico,
desprendiéndose en el momento de la muerte mediante un tirón magnético del Alma.
Un traumatismo generado por accidente puede desplazar el cuerpo etérico y romper
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algunas de las delicadas fibras de conexión, generando un posterior desequilibrio
energético, que se exteriorizará en órganos o zonas que recibirán menos energía,
mientras que otros quedarán congestionados.
A mi modo de ver los trastornos de la personalidad pueden tener su origen en
cualquiera de los tres vehículos: el mental con cuadros de trastornos como las fobias o
la paranoia, el emocional con trastornos como la ansiedad patológica o los maníacodepresivos y el cuerpo físico etérico con alteraciones como la catatonia y el cáncer,
entre otros. El cuerpo emocional está muy relacionado con el sistema endocrino y a
través de él modulamos el estado del cuerpo físico. Si hacemos un símil con una
Carroza, el cuerpo físico corresponde a la propia Carroza, el cuerpo emocional al
caballo y el cuerpo mental al cochero. El Yo interno permanece en el interior.
Básicamente en estas enfermedades hay procesos de disociación, pero la intelgencia
dde la Vida lleva a buscar un cierto grado de equilibrio y coordinación entre vehículos
para no poner en peligro al conjunto. En consecuencia, una disfunción de alguno de
ellos puede tener consecuencias en los otros vehículos. La vinculación entre los
distintos aspectos del ser, se produce principalmente a través de los fulcros de
conexión que conocemos como chacras.
El término aplicado, “trastorno de la personalidad” quizás no sea el más adecuado,
pues ¿que es la personalidad sino la suma componente de los factores psíquicos y
físicos que presenta un individuo?
Se suele considerar que un individuo presenta un trastorno cuando su conducta social,
entendiendo dentro de ella el cuidado personal, se sale de los márgenes establecidos
por la sociedad, pero estos márgenes son marcados por el contexto socio-cultural, que
es necesario, però no tiene en cuenta las necesidades individuales concretes, sino las
colectivas.
Un nativo australiano podría ser considerado en occidente como un trastornado
peligroso, pero a su vez un bróker también podría obtener esta calificación en una
tribu de la Polinesia.
Existe la evidencia de que la genialidad tanto científica como artística muchas veces
lleva asociadas conductas extravagantes y sus miembros son calificados a menudo de
“border-line”o incluso de psicóticos. Son frecuentes los trastornos de bipolaridad o de
tipo esquizoide entre individuos brillantes.
En realidad todo esto trata en un alto porcentaje de una cuestión de límites y de
equilibrio individual, es decir que podríamos inferir que quizás seamos individuos que
vivimos en el seno de una sociedad limitada y enferma y no al revés.
Las estadísticas aportan datos reveladores; aproximadamente un 35% de los
esquizofrénicos padece abuso de alcohol y en menor porcentaje toman drogas, Pero
esto podría considerarse como una tendencia adoptada para paliar la dolencia y no
tanto como una causa.
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Personalmente, afrontaría el proceso de sanación desde el punto de vista de buscar un
equilibrio dinámico; pues “todos nacemos con un cierto grado de desequilibrio” que es
el motor que nos impulsa a avanzar por medio de la experiencia.
Se requiere sanación cuando el cliente presenta un estado de sufrimiento o de
alteración que le impide o dificulta ejercer de individuo en su entorno personal,
familiar o social, a nivel físico, mental o emocional, un estado que supera sus propios
recursos para afrontarlo.
Este equilibrio puede trabajarse desde el propio sistema energético buscando un
compromiso entre los distintos cuerpos, etérico, astral y mental (cuerpos de tierra,
agua y aire), a través de las zonas relacionadas, pero también puede ser necesaria una
ayuda externa para encontrar el equilibrio de lo individual con el entorno social a fin
de que el cliente encuentre su lugar en el mundo y encaje en la trama social.
La terapia requiere actuar con sumo cuidado para no aportar energía adicional a través
de nuestra voluntad de sanar, pues con ello podemos añadir más leña al fuego y
energetizar las alteraciones produciendo un agravamiento del problema. Es
imprescindible tener en cuenta la respuesta del propio sistema del paciente, pero
incluso esta respuesta puede estar alterada si el paciente vive cuadros de pánico o
ansiedad aguda. Por ello, entiendo que debe trabajarse como mínimo a nivel de marea
de potencia hasta lograr un cierto equilibrio que permita trabajar el detalle.
Según el caso, la acción terapéutica puede ser complementada con métodos
psicológicos, aunque deben ser usados solo desde el aspecto escucha,
acompañamiento, comprensión y facilitación.
Es peligroso someter a psicoterapias energéticas actives o con psicoanálisis a personas
con una alteración psicótica, pues se pueden abrir puertas muchas veces traumáticas
que el individuo ha cerrado como defensa. Los mecanismos psicológicos a menudo
facilitan el aflorar de emociones y en algunos casos pueden no ser indicados.
Hay que resaltar que los individuos afectados por este trastorno tienen un alto
potencial de sufrir accidentes y suicidios, por lo que se considera una afectación grave.
También presentan un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo no hay ningún motivo para excluir a esta población, pues una vez han
establecido una rutina vital enfocada a controlar la enfermedad, encajan
perfectamente en el entorno social. Han pasado a la historia los negros episodios de
los manicomios, excepto en casos incontrolables, y siempre atendiendo a criterios de
seguridad propia y ajena.
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LOS TRASTORNOS
1 ESQUIZOFRENIA
El ámbito de este trastorno es muy amplio, lo cual dificulta una sintomatología y análisis
correcto de la causa-efecto. Da la impresión que dentro de esta clasificación se han establecido
multitud de trastornos. Baste recordar que hace relativamente poco en psiquiatría solo
existían “los locos” sin distinción. Básicamente se trata de una alteración de tipo cognitivo que
genera importantes estados de ansiedad.
La personalidad esquizoide vive múltiples realidades y presenta ante ellas una franca
desorientación, pues no tiene la claridad necesaria para establecer cual es real y cual no; para
él todas son reales. Como en el experimento de la física cuántica viven varios sucesos posibles
a la vez y han perdido la capacidad de fijar uno de ellos como real. Son seres que presentan
frecuentes incoherencias y desconexiones.
Puede tratarse de fallos en las conexiones con el cuerpo etérico, a nivel mental o a través del
físico denso que contiene la memoria celular y la base de la existencia. Parece como si estos
seres hubiesen establecido conexiones con campos alternativos de existencia para los cuales la
facultad discriminadora-analítica de la mente no hubiese aún desarrollado recursos por falta
de experiencia. La sociedad suele calificar este estado de alucinación, pero en ambientes más
supersticiosos se habla incluso de posesiones.
La sensación es a menudo de pánico, pues el paciente no controla y se encuentra totalmente
desamparado. Podría también tratarse de un paso previo a una expansión de conciencia a
otros campos, un paso que puede haberse dado prematuramente por un exceso de estímulos
mentales, por un accidente o por una predisposición de los genes. La alteración de la función
mental convierte a menudo al enfermo en inadaptado, pues o bien entran en cuadros
psicóticos o se vuelven como autistas.Los síntomas principales de la enfermedad pueden ser
de tipo cognitivo (mental), de la personalidad, emocionales o incluso de la actividad motora:
Síntomas que presentan distorsión de las funciones normales
Alucinaciones
Ideas delirantes
Lenguaje incoherente y desorganizado
Comportamiento gravemente desorganizado (descuido personal,
catatonia)
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Síntomas que presentan pérdida de funciones normales
Embotamiento afectivo (afecta al chacra solar y al corazón)
Pobreza del habla (afecta al chacra garganta)
Abulia o apatía (afecta al chacra básico)
Anhedonía (capacidad de disfrutar) (afecta al chacra sacro)
Las personas con este trastorno se acaban aislando y pierden sus relaciones sociales, pues hay
una afectación en el área social y laboral. La enfermedad supone un gran reto para la familia,
que está sometida a duras pruebas y a una gran presión psicológica. En caso de que los
cuidadores no sean profesionales debemos proponer tratamiento también a los cuidadores.
En el curso de la enfermedad se presentan algunas fases de agudización y otras de remisión de
los síntomas, que pueden confundir y hacer pensar que la enfermedad está controlada. A
medida que transcurre el tiempo suelen empeorar las pérdidas funcionales, seguramente a
consecuencia de la cronicidad de la falta de energía vital en las partes afectadas, lo cual acaba
atrofiando la función. A veces surge una “desrealización del entorno”, es decir, el individuo
muestra extrañeza ante objetos o lugares que debiera tener reconocidos, o también una
“despersonalización”, los sentimientos, la memoria y la percepción actúan como extraños o
ajenos unos a otros.
En los afectados se observa un aumento significativo de los ventrículos cerebrales y un exceso
de actividad de los transmisores dopaminérgicos, parece que existe una cierta condición
hereditaria. Ciertas drogas facilitan el proceso degenerativo, entre ellas: Las Anfetaminas, el
Cannabis, los Alucinógenos, la Cocaína y el Alcohol.
Al tratar un cliente con este trastorno, deberemos tener en cuenta la posibilidad que tenga
alguna adicción y actuar con prudencia para evitar un brote psicótico.
La esquizofrenia se puede clasificar según la tendencia con los términos:
Paranoide; Brotes psicóticos,
Desorganizada; desorden y descuido vital generalizados,
Catatónica; importante alteración psicosomática,
Simple; No hay delirios, solo pérdida de capacidades,
Hebefrénica; Comienza temprano, parece retraso mental, afectividad plana.
La esquizofrenia emocional o física es objeto de otra clasificación y sistema terapéutico.
6
EL TRATAMIENTO
Debe tratarse al paciente bajo 3 aspectos básicos:
1 El entorno familiar y social
2 Las alteraciones del paciente que se detecten
3 La iatrogenia del tratamiento farmacológico.
La medicina actual trata al paciente con antipsicóticos, ansiolíticos y reguladores
dopaminérgicos.
El tratamiento neurológico de tipo antipsicótico puede eliminar los delirios, pero tiene
importantes efectos secundarios que causan molestias al paciente, con lo cual existe un cierto
rechazo por parte de éste a la medicación. Estos síntomas secundarios hay que tenerlos en
cuenta a la hora de tratar al cliente, pero bajo ningún concepto puede ponerse en duda la
aplicación o no del tratamiento, cuya decisión es exclusiva del médico responsable.
Entre los efectos secundarios destacan:
Ictericia, convulsiones, sudoración, rigidez, fiebre e hipertensión.
También a veces se aplican terapias anticonvulsivas, en caso de intolerancia a los
medicamentos o estados catatónicos. El efecto de estos fármacos para el cuerpo físico-etérico
puede ser importante.
En general, el psicoanálisis y la terapia cognitiva puede ser contraindicada, pero la terapia
grupal o familiar es muy beneficiosa pues ayuda a restablecer el ámbito social del paciente.
2 TRASTORNO BIPOLAR
El trastorno bipolar o psicosis maníaco-depresiva es una alteración del psiquismo del individuo
que se caracteriza por presentar ciclos alternativos de euforia desmedida o de profunda
depresión. Lo que está alterado es básicamente el estado de ánimo por lo que la dolencia está
íntimamente relacionada con el proceso de las emociones, que alternan estados de elevada
energía con otros de extrema tristeza, mucho más extremas que en otras personas que no
padecen esta alteración.
Los antiguos veían a esta enfermedad como la consecuencia de una alteración de los
“humores” del cuerpo, con la preponderancia de la llamada bilis negra en el afectado. Hoy se
cree que hay un mal aprovechamiento del flujo hormonal, especialmente de la serotonina y la
dopamina.
Aunque no existe una alteración física sintomática relacionada con esta afección, si que hay
suficientes casos registrados que avalan la predisposición hereditaria y genética. En los
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gemelos univitelinos, la coincidencia de la dolencia es cercana al 70%. Se ha detectado
asimismo un desequilibrio electroquímico de neurotransmisores cerebrales en estos pacientes.
La enfermedad está finalmente determinada por multitud de factores, físicos, hereditarios y
ambientales. Las alteraciones cerebrales detectadas pueden considerarse un efecto de la
ansiedad, más que una causa, sin embargo, el bipolar es más sensible al estrés que otras
personas y se detecta una mayor excitabilidad en las neuronas del sistema límbico, lo cual
podría ser exponente de una anomalía o mal funcionamiento del tercer ventrículo.
Dentro de la bipolaridad se distinguen 4 tipos de trastorno:
El tipo I corresponde a individuos que han experimentado uno o más episodios maníacos o
mixtos. En este arquetipo no es necesario haber padecido episodios depresivos, aunque
pueden darse.
El trastorno II caracteriza a los episodios de depresión mayor juntamente con algún episodio
de hipomanía.
La ciclotimia caracteriza un historial de episodios de hipomanía intercalados con períodos
depresivos menores. Las alteraciones de estados de ánimo son menos agudas que en otros
casos, pero alternan rápidamente.
El cuarto estado comprende las múltiples variantes.
Se ha registrado que los individuos con trastorno bipolar, presentan mayor creatividad en
momentos de euforia, como sería el caso de genios como Van Gogh, lo cual coincidiría con la
preponderancia de la energía del chacra lunar o sacro.
El trastorno bipolar es una de las enfermedades mentales más comunes, severas y
persistentes. En EEUU se censaron como afectados en el 2005 un 2,6% de la población de más
de 18 años. En otros países el porcentaje está también por encima del 1%. Se sitúa la
adolescencia como posible punto de partida de esta enfermedad, etapa en la que se inicia la
consolidación del cuerpo emocional y del Yo. Estas personas habrían padecido en su niñez y
adolescencia fuerte ansiedad y depresión, emociones que de por sí son comunes en la
adolescencia por no estar asentada la personalidad.
Si se atiende a todas las posibles caras de la enfermedad el porcentaje de afectados se eleva a
más del 6% de la población, cifra espectacular. El índice de suicidios entre los afectados es del
0,4%.
Hay que resaltar que los individuos afectados por este trastorno tienen un alto potencial de
sufrir accidentes y suicidios, por lo que se considera una afectación grave. También presentan
un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo no hay ningún motivo
para excluir a esta población, pues una vez han establecido una rutina vital enfocada a
controlar la enfermedad, encajan perfectamente en el entorno social. Han pasado a la historia
los negros episodios de los manicomios, excepto en casos incontrolables.
TRATAMIENTOS
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Se trata de un trastorno que por ahora es crónico, con elevado índice de mortalidad y
morbilidad: requiere una atención integral. Al igual que el caso de esquizofrenia, la
enfermedad somete al entorno familiar a un fuerte estrés, y esto es algo que no debe
descuidar el terapeuta. Algunos enfermos presentan una alternancia muy rápida, difícil de
controlar y por ello la familia requiere en este caso una psicoeducación adecuada.
Una posible dificultad consiste que una vez ha entrado en fase de manía el paciente no tiene
ninguna conciencia de su enfermedad, lo cual conduce a una tendencia a abandonar los
medicamentos. Resulta de ello una dificultad añadida para el terapeuta y el médico
responsable del paciente.
El elemento básico para el tratamiento consiste en la toma de conciencia del problema por
parte del paciente y de sus allegados, pues deben de ser controladas y prevenidas las fases
agudas por el peligro que conllevan de agresividad hacia afuera o hacia sí mismo. También
hay que tener bien claro que hay que tratar 3 aspectos:
1 La propia dificultad del paciente
2 A la familia para que gane en capacidad de control de las situaciones y se convierta en un
aliado. Los cuidadores son los que más en contacto están con el paciente y por ello son un
factor curativo a tener en cuenta.
3 La iatrogenia que los fármacos administrados puedan ocasionar en el paciente.
Es imprescindible la administración de fármacos mientras se repitan las crisis cíclicas. La
responsabilidad del tratamiento recae en un psiquiatra facultativo y deberemos aconsejar su
intervención si nuestra valoración lo aconseja.
Desde el punto de vista energético, se trata de una enfermedad de tipo emocional, podríamos
llamar LUNAR. A estos enfermos se les llama lunáticos en referencia a la aparición cíclica de los
brotes y el tratamiento debería encauzarse hacia reforzar el aspecto solar del individuo para
potenciar la individualidad que fuera capaz de gestionar el carácter variable de la emoción. El
individuo depende de un flujo y reflujo externo de emoción que no controla y en el trastorno
se hace evidente una gran inseguridad o Yo débil, cuyo asiento es el plexo solar. Las etapas de
manía no reflejan un Yo establecido sino un ser arrastrado por la corriente.
La preponderancia de las energías de la Luna, justificaría a mi modo de ver la creatividad que
acompaña a estos individuos y también su sexualidad. En el trastorno pueden estar
implicados:
1 El sistema límbico, excesivamente sobre-estimulado o deprimido, indicando una falta de
regulación, pero hay que tener en cuenta que la regulación de las emociones es un proceso
que es gestionado en paralelo desde el neo-cortex frontal, que a través de la pituitaria controla
la respuesta emotiva y las hormonas que modulan la respuesta límbica y de la amígdala.
2 La zona sacro-coxidea, donde puede haber una excesiva energía acumulada por una mala
distribución de las energías a lo largo de la columna y meridianos.
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3 La zona del plexo-solar y diafragma, con una mala distribución y conexión de la energía, una
falta de energía en este centro repercutiría también en la función digestiva.
4 La zona del cortex frontal e interna hasta la pituitaria, donde pueden existir bloqueos
energéticos que dificulten las funciones de este centro.
5 Un asentamiento defectuoso del elemento tierra que impide la correcta circulación de las
energías, que quedan “embalsadas” en una especie de presa de contención.
Personalmente me inclino por trabajar la zona de la cabeza, pues el centro Ajna es un centro
superior y su respuesta o activación siempre será más integradora que la acción directa sobre
el plexo-solar. Puede trabajarse la zona esfeno-basilar, el vómer, los senos y ventrículos y la
zona frontal y pituitaria.
Como la alteración es de tipo emocional, lo que se evoca en principio sería trabajar los fluidos
y las membranas, parece que el tercer ventrículo presenta alteraciones en estos casos, pero
hay que tener en cuenta que también puede tratarse de un desequilibrio entre el fuego (yo) y
el agua (emociones-sentimientos) por bloqueos energéticos o falta de flujo. Personalmente en
lugar de trabajar el fuego, me inclino por utilizar los elementos sattwa relacionados con las
esencias éter-aire, que son neutras y tienen la capacidad de articular ambos elementos. Actuar
directamente sobre el fuego puede activar energía que acreciente aspectos indeseables.
Uno de los principios básicos de la terapia craneosacral es buscar la respuesta del propio
cuerpo y por tanto siempre deberemos escuchar a nuestras manos para que por sí mismas
encuentren la zona de trabajo que necesita el cliente.
Además son de utilidad las siguientes terapias:
La terapia cognitiva
Puede abordarse el proceso curativo desde
La terapia familiar
la terapia craneosacral o desde cualquiera
La interpersonal y grupal
de estas, quedando las otras como refuerzo.
La psico-educación
MEDICAMENTOS
Se utilizan básicamente tres tipos de fármacos, antipsicóticos, antidepresivos y equilibradores
del sistema de ánimo. Todos ellos tienen apreciables efectos secundarios. Las dosis deben de
aplicarse cuidadosamente, pues pueden abocar al paciente a uno u otro lado del ciclo si se
traspasa una dosis justa.
Los antipsicóticos atípicos (última generación) al igual que los antidepresivos no son
estabilizadores del estado de ánimo y por tanto deben ser complementados con carbonato de
Litio que tiene un importante efecto equilibrante del sistema anímico.
También son equilibrantes los anticonvulsionantes aplicados a la epilepsia, aunque deben
aplicarse en dosis mucho menores (ácido valproíco).
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Los antidepresivos y los ansiolíticos se basan en limitar la reabsorcicón de la serotonina
(benzodiazeprinas).
Como efectos secundarios del Litio podemos señalar: Náuseas, diarreas, ganancia de peso,
aumento de presión sanguínea, pérdida de memoria.
Los efectos de los anticonvulsivos: Ganancia de peso, sedación.
Los antipsicóticos: Hiperglucemia, Discinesia (disfunción función motora).
El valproato puede producir ovario poliquístico si se aplica a mujeres jóvenes antes de los 20
años de edad.
RESUMEN
La terapia craneosacral biodinámica puede ser un importante procedimiento para reconducir o
paliar los Trastornos de la Personalidad, por sus efectos equilibrantes y regeneradores del
vehículo etérico, que es el medio a través del cual circulan todas las energías corporales.
Se trata de enfermedades con repercusiones graves para el individuo; por ello la terapia debe
asociarse a un tratamiento médico adecuado que garantice la estabilidad del paciente y le
permita ser parte protagonista de un proceso sanador integral en el que debe incluirse a los
cuidadores o familiares.
Estas enfermedades tienen unas consecuencias sociales graves, tanto por su duración y
cronicidad como por el hecho de que convierten al enfermo en alguien inadaptado si no se
establecen los adecuados mecanismos de control.
Canet de mar, Juny de 2011, Francesc Caparrós.
Para saber más:
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

Lifespan's A - Z Biblioteca de Información de Salud: Trastorno de la
personalidad pasiva-agresiva
Salud Emocional: Colegas Pasivo-Agresivospor Odette Pollar
Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad (TPAP)
(article) Four Ways of Understanding Passive Aggressive
Passive-Aggressive Personality Disorder - Health Library
Recovery from Passive Aggressive at Dr. Irene's Verbal Abuse Site
Skeptical/Negativistic Personality - Theodore Millon
The Passive-Aggressive Organization - Harvard Business Review article, Oct 1,
2005.Understanding Passive Aggressive Behaviors."]
What is "passive-aggressive?" The Straight Dope.com
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
Passive Aggressive Notes Passive Aggressive Notes
El Lenguaje en la Esquizofrenia: Patologías
Tratamiento de la Esquizofrenia
Evaluación de un Programa de Habilidades de la Comunicación en la Esquizofrenia
Terapia Cognitiva en un Servicio de Atención Domiciliaria
1. http://video.google.com/googleplayer.swf?docId=8605098364370180767&hl=es
2. ↑ «Función anormal de la corteza prefrontal ventromedial en niños con rasgos
psicopáticos durante el aprendizaje de retractación. - psiquiatría.com».
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lidia con las emociones y la que maneja los impulsos y la toma de decisiones. psiquiatría.com
Bibliografía
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Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Texto revisado
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(primera edición 2001, segunda edición 2006). Trastornos de la personalidad en
la vida moderna. Barcelona: Masson & Elsevier. ISBN 978-84-458-1538-0.
Bibliografía complementaria
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2002 ISBN 0-470-84650-X (Edición electrónica)
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Publications, 1ª edición, noviembre de 2006. ISBN 1-57224-423-2
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