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cuadernos
de arquitectura
•
mesoamer1cana
número 5 • septiembre 1985
0
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UNAM
DIVISIÓN
DE
ESTUDIOS
DE
POSGRADO
-
FACUL TAO
DE
ARQUITECTURA
cuadernos
de arqui tectura
mesoamericana
núme r o S-septiembre 1985
ARQUITECTURA MAYA 2
Índice
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO
FACULTAD DE ARQUITECTURA,· UNAM
Editor: Paul Gendrop
Co nsejo editorial:
Jestis Aguirre Cárdenas
Alberto Amador Sellerier
Gcorgc F. Andrews
Alfredo Barrera Rubio
Marvin Cohodas
Beatriz de la Fuente
H . Stanley Loten
Horst Hartung
Miguel León Portilla
Jaime Litvak King
Karl Herbert Mayer
Mary E. Miller
Ernesto Velasco León
Rrdaccíón y diseño gráfico:
Paul Gendrop, Rosa Moncayo, Gerardo
Ramirez, Juan Amonio Siller y Alejandro
Villalobos P.
Impresión: Offset Comercial Policromo, S.A.
Médicos N° 23, Col. Sifón CP. 09400, México,
D. F.
Tlraje: 3000 ejemplares
EDITORIAL .... . ........... ..... ........... . .............. . ................. .
English .............. .......... .............. . • .......... , .. . .... . .. • .......
Francais .......•.. . ........................................... · · .. · · · · · · · · · ·
1
2
2
ARQUITECTURA DOMÉSTICA EN EL ÁREA MAYA:
EL FORMATIVO TARDÍO Y EL CLÁSICO
Linda Manzanilla y Antonio Benavides ........................... . ............. .
3
LOS CHULTUNES DE LA REGIÓN SERRANA DE YUCATÁN
Renée Lorelei Zapata Peraza .................................... • ..............
17
TIGRE TRISTE, UN SITIO RECIENTEMENTE
DESCUBIERTO EN LA REGIÓN DE RÍO BEC
Paul Oendrop, Víctor Rivera G.,
Juan Antonio Siller C. y Alejandro
Villalobos P ........................ · ..... · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
25
RECONOCIMIENTO ARQUITECTÓNICO EN
LA REGLÓN DE RÍO BEC, CAM P ECHE, MARZO
1985. CONSIDERACIONES GENERALES
George F. Andrews, Paul Gendrop,
Víctor Rivera G., Juan Antonio
Siller C. y Alejandro Villalobos P ... . .. • ....................... • .. ... ... .. ......
35
ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS
DEL PUUC FLORECIENTE (ficha técnica}
George F . Andrews, Paul Gendrop
y Juan Antonio Siiier C .................................. . ......... ... .. .•... . .
47
DESIGNATION OF ARCHITECTURAL ENTITIES
H. Stanley Loten . ................ . ........... . .................. ..... ....... .
51
EL JAGUAR DE CHICHÉN ITZÁ, UN
MONUMENTO OLVlOADO
Daniel Schávelzon .......................... . ................ • ................
55
EARLY PUUC ARCHITECTURE: BUILDING$
WITH "BROKEN" MEDIAL MOU LDINGS
George F. Andrews .......................................... • ................
59
EL CARACOL DE COZUMEL: UNA PEQUEÑA
MARA VILLA DE LA ARQU ITECTURA MAYA
Daniel Schávelzon ............................................ . .. . ........... .
75
SEMBLANZA (sobre Teoberto Maler) ....... . .. . .............' ................... .
83
EVENTOS ................................. ···································
INVESTIGACIONES EN PROCESO Y PUBLICACIONES ......... . ..... . ........ .
93
Distribución:
En las librerías dependientes de la Distribuidora de Libros de la UNAM (Centro Comercial
C.U., Centro Cultural Universitario C.U.,
Librerías Insurgentes, Minería y otras), en las
librerías del INAH (Córdoba 45, El Carmen,
Aeropuerto, Tepotzotlán, y en los Centros Regionales de Mérida y de Campeche}, en las Escuelas de Arquitectura de Mérida y Guanajuato, y en la Casa de la Cultura de Aguascaliemes.
Precio del ejemplar: 600 pesos M.N.
Ejemplar atrasado: 600 pesos M.N.
Precio en el extranjero: 1000 pesos
ó 4.00 U.S. dollars.
Con porte pagado por via de superficie:
850.00 pesos M.N. en la República
Notas:
Los artículos deberán ser redactados en espal'lol y acompal'lados de un breve resumen en
inglés, o bien en inglés con resumen en espal'lol.
Serán dirigidos al Seminario de Arquitectura
Prehispánica. Apartado Postal 20-442, San
Angel, Delegación Alvaro Obregón, 01000,
México, D.F.
El consejo editorial se reserva el derecho de
selección. Autoriza la reproducción parcial de
artículos a condición de que se cite la fuente.
No se devolverán originales.
PRÓXIMOS NÚME ROS
ARQUITECTURA MAYA 3
ARQUITECTURA DEL GOLFO 1
ARQUITECTURA DE OAXACA 1
PRESENCIA PREHISPÁNICA EN LA ARQUITECTURA MEXICANA
94
39. MOUNDS 9 AN D 10 AT MIRADOR,
CHIAPAS MEXJCO, by Pierre Agrioier.
1975. 104. pages, 89 figures. $4.50.
40. MESOAMERICAN COMMUNICATION
ROUTES ANO CULTURAL CONTACTS, edited by Thomas A. Lee, Jr. and
Carlos Navarrete (20 symposium papees by
various authors). 1978. 265 pages, 36 figures, 19 tables. $12.50.
34. MOUND 4 EXCAVATlONS AT SAN
ISIDRO, CHIAPAS, MEXJCO, byThomas
A. Lee, Jr. 1974. 88 pages, 58 figures. $4.00.
41. THE CHANTUTO PEOPLE: AN
ARCHAIC PERIOD SOCIETY OF THE
CHIAPAS LITTORAL, MEXICO, by
Barbara Voorhies. 1976. 147 pages, 80 figures, 27 tables. $7.50.
35. THE OLMEC ROCK CARVlNGS AT PlJIJ!APAN, CHIAPAS, MEXICO, ANO
OTHER OLMEC PIECES FROM
CHIAPAS ANO GUATEMALA, by Carlos
Navarrete. 1974. 26 pages, 25 figures. $2.00.
42. A SACRIFICIAL MASS BURIAL AT MlRAMAR, CHIAPAS, MEXICO, by Pierre
angrinier. 1978. 52 pages, 39 figures. $3.00.
47. TZUTZUCULI: A MIDDLE PRECLASSIC SITE ON THE PACIF!C COAST OF
CHIAPAS, MEXICO, by Andrew J.
Mc.Donald. 1983. 73 pages, 58 figures.
$4.'00.
48. THE EARLY OLMEC HORIZON AT MIRADOR, CHIAPAS, by Pierre Agrinier.
1984. ca. 100 pages, 58 figures. $4.50.
49.PASO DE LA AMADA: ANO EARLY
PRECLASSIC SITE IN THE SOCONUS-CO, CHIP AS, by Jorge Fausto Ceja Tenorio. 1984. ca. 115 pages, 61 figures. $5.00.
SO.CULTURE HISTORY IN SOUTHERN
CHIAPAS, MEXICO: A SYMPOSIUM,
edited by Susanna M. Ekholm and Gareth
W. Lowe (13 papers by various authors).
Forthcoming.
36. THE LINGUISTIC, GEOGRAP H IC,
ANO DEMOGRAPHIC POSITlON OF
THE ZOQUE OF SOUTHERN MEXICO,
by Norman D. Thomas. 1974. 52 pages, 45
45 figures. $3.00.
43. THE ARCHAEOLOGICAL CERAMICS
OFCHI NKULTIC, CHIAPAS, MEXICO,
by Joseph W. Ball. 1980. 132 pages, 63 figures. $7 .SO.
37 MOUND lA, CHIAPA DE CORZO,
CHIAPAS MEXICO, by Pierre Agrinier.
1975. 43 pages, 37 figures. $2.50.
44. PAMPA EL PAJON, AN EARLY
MIDDLE PRECLASSIC ESTUARINE SITE, CHIAPAS, MEXICO, by Maricruz
Paillés H. 1980. 119 pages, 66 figures.
$7.00.
Co ntraportada: Detalle de la fachada principal, aJa oeste, edificio 11 de Hormiguero, Campeche. Foto Juan Antonio Siller C., marzo
1985.
46.1NVESTIGATIONS AT EDZNA, CAMPECHE, MEXICO; VOLUME 1, PART 1:
THE HYDRAULIC SYSTEM, by Ray T.
Matheny, Deanne L. Gurr, Donal W. Forsyth, and F. Richard Hauck. 1983. 239 pages, 172 figures.
UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
38. THE EARL Y PRECLASSIC BARRA
PHASE OF ALTAMIRA CHIAPAS: A
REVIEW WITH NEW DATA, by Gareth
W. Lowe. 1975. 39 pages, 20 figures. $2.00.
•
INVESTIGATIONS AT EDZNA, CHAMPECHE, MEXICO; VOLUME 1 PART 2:
MAPS, by Ray T. Matheny, Deanne L.
Gurr, Donald W. Forsyth, and F. Richard
Hauck. 1983. 17 three-color maps, folded
and boxed.
lNVESTIGATIONS AT EDZNA, CAMPECHE, MEXICO; VOLUME 2: CERAMICS, by Donald w. Forsyth. 249 pages,
38 figures.
(Paper 46, Volumes 1 (Parts 1 and 2) and 2
sold on only as a set; $25.00)
RECTOR
Dr. Jorge Carpizo
SECRETARIO GENERAL
Dr. José Narro Robles
SECRETARIO GENERAL
ADMINISTRATIVO
Ing. José Manuel Covarrubias
SECRETARIO DE LA RECTORIA
Act. Carlos Barros Horcasitas
ABOGADO GENERAL
Lic. Eduardo Andrade Sánchez
DIRECTOR DE LA FACULTAD
DE ARQUITECTURA
Arq. Ernesto Velasco León
JEFE DE LA DIVISIÓN
DE ESTUDIOS DE POSGRADO
Mtro. Xavier Cortés Rocha
en este número:
ARQUITECTURA
autores
l. manzanilla • a. benavides • r. l. zapata p. •
p. gendrop • v. rivera g. • j. a. siller • a. villalobos •
g. f. andrews • h. s. loten • d. schávelzon • k. h. m~yer
ISSN 018S-S113
MAYA
2
EDITORIAL
Dedicado a la arquitectura maya, el presente número empieza con un estudio de
Linda Manzanilla y Antonio Benavides sobre arquitectura doméstica prehispánica en Cobá, un tema particularmente interesante para entender ciertos aspectos de la vivienda -y de la sociedad- en la península de Yucatán, desde hace
más de un milenio. Le sigue una monografía de Renée Lorelei Zapata sobre los
chultunes de la región Puuc.
Viene luego una secuencia de tres artículos en cuya realización participaron,
en una medida u otra, George F. Andrews, Paul Gendrop. Víctor Rivera, Juan
Antonio Siller y Alejandro Villalobos. El primero presenta un sitio de reciente
descubrimiento hacia el extremo suroeste de la región de Río Bec, llamado Tigre
Tistre por su descubridor Edward Kurjack, y analizado aquí por vez primera,
con sus hermosos mascarones y otros sugestivos rasgos. El segundo reúne, a manera de consideraciones generales, algunas de las observaciones realizadas por
cada uno de sus participantes a raíz del reconocimiento arquitectónico que
dicho grupo llevó a cabo en el pasado mes de marzo en aquella región de Río
Bec, tanto en Tigre Triste como en otros sitios. El tercero -nuestra acostumbrada "ficha técnica"- consiste en una presentación de los elementos
característicos de la arquitectura "Puuc floreciente", en torno a la versión bilingüe de la ficha análitica que ha elaborado el profesor G. Andrews para su estudio de edificios mayas, en especial los de la península de Yucatán.
A continuación sigue un ensayo de H. Stanley Loten sobre nomenclatura de
estructuras prehispánicas, basado en su profunda experiencia de campo. Y entre
dos breves artículos de Daniel Schávelzon sobre la -casi olvidada- escultura
de jaguar de Chichén Itzá y el "Caracol" de Cozumel, viene un ensayo de G.
Andrews sobre edificios de estilo esencialmente "Puuc temprano" cuyo rasgo
común consiste en una moldura media que se quiebra encima de algunos vanos.
Este número se cierra finalmente con una consistente y hermosa reseña de
Karl Herbert Mayer sobre uno de los más grandes exploradores del área maya:
Teoberto Maler.
El editor
Portada: Panel de mascarones en edículo inferior en la parte suroeste del edificio 11 de Hormiguero, Campeche . Contraportada: Ángulo
sureste del mismo. Fotos Juan Antonio Siller
C. Nota: Salvo indicación expresa, las ilustraciones de cada artículo son de los respectivos
autores de éstos.
Izquierda: Detalle de rosetón en estuco adornando la base de una banqueta en el interior del
aposento 6 del edificio XX de Chicanná, Campeche. Foto Juan Antonio Siller C.
The present issue of Cuadernos, which deals with Maya Architecture, covers a
wide diversity of subjects, from domestic dwellings and underground chu/tuns
for water storage, to the biography of Teobert Maler, one of the greatest explorers of the Maya area. It also includes the architectural analysis of Tigre Triste,
a recently explored site in the Río Bec region, and a progress report of a wider
architectural reconnaissance in that area, followed by a detailed list of late classic
Puuc traits, and an essay on the designation of Maya architectural entities in general. Finally, together with two short essays on the jaguar sculpture from
Chichén Itzá (an almost forgotten element) and on the "Caracol" of Cozumel,
comes a thorough analysis of the "Early Puuc" structures which possess "broken" medial mouldings above doorways.
The editor
Dans ce numéro de nos Cuadernos, consacré a l'architecture maya, nous
offrons une vaste diversité de sujets allant de la hutte familiale et des chultunes
on citernes souterraines, a la biographie de Teoberto Maler, l'un des plus grands
explorateurs de la zone maya. Il comprend également une étude architecturale de
Tigre Triste, un site récemment exploré dans la région de Río Bec, ainsi qu' un
rapport concernant la reconnaissance effectuée dans plusieurs autres sites de la
meme région, suivi d'une liste détaillée des traits caractéristiques du style Puuc
de la période classique "terminale", et d'un essai sur la nomenclature des constructions mayas en général. Finalement, en compagnic de deux courts articles
sur la sculpture d'un jaguar de Chichén Itzá (un chef-d'oeuvre pratiquement
oublié) et le "Caracol" de Cozumel, vient une analyse consciencieuse des édifices de la période "Early Puuc" ayant en commun la caractéristique de posséder
une moulure médiane qui se "brise" au-dessus de certaines des portes .
L'éditeur
2
ARQUITECTURA DOMÉSTICA EN EL ÁRE'A
EL FORMATIVO TARDÍO Y EL CLÁSICO
Linda Manzanilla y Antonio Benavides
MAYA:
*
Household archaeo/ogy is beginning to permeate areas where traditional archae
ology focused mainly on public architecture. The Lowland Maya Region now
offers data relevan! to domestic construction techniques, house form, roofed
surface, activity areas, household size and type, and patio groups.
In 1983 and 1984, the Cobá Project obtained new data on patio groups and activity areas, through extensive excavation of two domestic units. Jts main goal
is to understand the role of the population, especial/y the household units, in
the productive and distributive activities of the urban center.
Hablar de arquitectura residencial
implica, en términos antropológicos,
abordar temas relativos al grupo doméstico. Este se define, según Wilk y
Rathje (1982:618), como el grupo de
personas que participan de una estrategia doméstica para hacer frente a
sus necesidades productivas, distributivas y reproductivas, en tanto que
unidades de cooperación económica y
social.
En el área maya se ha observado
que el grupo doméstico se refleja en el
registro arqueológico en un conjunto
de estructuras, algunas de carácter residencial y otras con funciones de culto, almacenamiento, preparación de
alimentos, etc., generalmente dispuestas alrededor de un patio, sitio
que se convierte en el espacio de
congregación familiar con el fin de
realizar labores comunes. En algunos
sitios mayas como Cobá (Quintana
Roo), contamos además con bardas
bajas o albarradas que definen claramente el territorio familiar.
Los datos que comentaremos a
continuación proceden de los escasos
ejemplos de unidades habitacionales
excavadas en su totalidad. Hemos elegido precisamente estos ejemplos ya
que consideramos que solamente la
excavación extensiva de dichas unidades puede proporcionar los datos
estructurales y funcionales convenientes para un análisis de actividades
domésticas.
El Proyecto Cobá de excavación de
unidades habitacionales mayas del
Clásico, a cargo de quienes este trabajo firman, tiene como uno sus objetivos más importantes el averiguar el
grado de participación de la población residente en la vida económica,
social y religiosa del centro urbano.
Esta indagación sólo puede hacerse a
través de la excavación de las unidades domésticas para detectar las actividades productivas que en ellas se realizan, así como discriminar a qué tipo de recursos y bienes tienen acceso
los moradores de cada una de ellas.
La arquitectura doméstica en sí puede
proporcionar información, no sólo de
las técnicas y materiales constructivos
empleados, sino de la existencia de diferencias sociales, uno de cuyos indicadores podría ser precisamente el tipo de morada.
Arriba: Estructura 8 (UH 2-14), después de la
consolidación.
• Maestria en Ciencias Antropológicas de la
Escuela Nacional de Antropología e Historia
(especialidad: Arqueología) y Doctorado en
la Universidad de Paris IV (Sorbona). Investigadora del Instituto de Investigaciones
Antropológicas, UNAM .
Maestría en Ciencias Antropológicas de la
Escuela Nacional de Antropologia e Historia
(especialidad: Arqueología). Investigador
del Centro Regional del Sureste del Instituto
Nacional de Antropología e Historia.
3
Los parámetros que tomaremos en
consideración para describir las construcciones domésticas del Formativo
tardío y del Clásico son: las técnicas y
materiales constructivos, la planta de
la casa, el área de piso (y, eventualmente, el área techada), los niveles de
piso, Jos diversos contextos funcionales asociados, el tamaño y tipo de unidad doméstica y la ubicación de las
unidades habitacionales en el sitio, así
como su asociación para producir
agrupamientos.
A) Técnicas y materiales constructivos
En su capítulo XX, Diego de Landa describe la manera en que los mayas construían casas: "Que la manera
a (que los indios tenían de) hacer sus
casas era cubrirlas de paja, que tienen
muy buena y mucha, o con hojas de
palma, que es propia para esto; y que
tenían muy grandes corrientes para
que no se lluevan, y que después
echan una pared de por medio y a lo
largo, que divide toda la casa y en esta pared dejan algunas puertas para la
mitad que llaman las espaldas de la
casa, donde tienen sus camas y la otra
mitad blanquean de muy gentil encalado y los señores las tienen pintadas
de muchas galanterías; y esta mitad es
el recibimiento y aposento de los
huéspedes y no tiene puerta sino toda
es abierta conforme al largo de la casa
y baja mucho la corriente delantera
por temor de los soles y aguas, y dicen
que también para enseñorearse de los
enemigos de la parte de dentro en
tiempo de necesidad" (Landa
1966:34). Esta descripción de la disposición de cuartos delanteros y traseros concuerda más con casas del
Postclásico como las de Mayapán,
que con aquéllas que nos atañen, aunque Jos materiales constructivos sean
los mismos.
En el valle de Copán las técnicas
constructivas de las estructuras domésticas varían dependiendo del nivel
social a que correspondan. Así, las
del nivel 2 están hechas de bajareque,
excepto por los muros de retención de
bancas y plataforma. Las del nivel 3
4
incluyen techos de bóveda, y están
construidas con mampostería. Las del
nivel 5 corresponden a los conjuntos
residenciales de las familias nobles, y
todas estaban estucadas (Sanders
1983: conferencia).
En Becán contamos básicamente
desde el Formativo con dos tipos de
técnicas: uno para las estructuras con
plataforma rectangular (ver plano) y
otro para las circulares. El primer tipo podría ser ejemplificado con la
estructura XXVII del Formativo, con
la que el muro de la plataforma alcanzó 1.1 O m. y contaba con una escalinata de tres peldaños en el lado sur.
El cuarto superior constaba de muros
bajos de 50 cm. de ancho y 1 m. de alto, que sostenían probablemente varas y lodo. Se presupone también que
los techos hayan sido de paja. El
relleno de la plataforma consistía de
fragmentos informes de caliza, y sólo
las paredes de ésta tenían pintura roja. En cambio, el segundo tipo solamente tenía un muro de retención formado por una hilera de bloques de caliza con una gruesa capa de estuco liso (Ball y Andrews V 1978). Estas técnicas continúan en el Clásico de Becán, con la variante de que los muros
del primer tipo constan de lajas de caliza bien trabajadas, y las plataformas también incorporan cantos y
guijarros. Los cimientos son lajas
sobre roca madre (Thomas 1981:3436).
Nosotros hallamos en Cobá (unidades 2-14 y 15-37 del cuadro E9 de
Garduño 1979) una situación muy semejante a la de Becán, por cuanto
respecta a los dos tipos. El primer tipo estaría representado por las estructuras 4, 8, 12, 15 y 32 ifotos 1 a 3),
que constaban de un muro de retención para la plataforma inferior, formado por grandes bloques de caliza,
y un cuarto superior con bloques de
piedra bien cortados que sostenían
posiblemente muros de bajareque. El
relleno de la plataforma constaba de
fragmentos pequel'\os de roca caliza
(bak chich), aun cuando en la base de
las estructuras 4 y 8 también hallamos
fragmentos grandes (bak pek). Solamente E4 y E12 presentaron escalina-
1
2
1. Arqu itectura domésti ca del Forma tivo en
Becá n. Redibujado de Ball y Andrews V 1978.
2. Muestra de unidades, habitacionales de Co·
bá. Qui ntana Roo . 3. Estru ctura 4 de Cobá
después de la limpieza superficial y antes de la
excavació n. 4. La misma después de la excava·
ción . 5. Estructura 12 después de la li mpieza de
superficie.
tas (3 peldañ.os) en la fachada, ya que
las demás estructuras de este grupo
tienen un leve talud a manera de rampa (Benavides y Manzanilla 1984: Informes de campo). Este tipo recuerda
también la descripción que Wauchope hace del Montículo IV de Uaxactún, perteneciente a un grupo de plazuela: una plataforma con superestructura de muros bajos de piedra
y techo de palma (Leventhal
1983:67).
Por otra parte, el segundo tipo
estaría representado por las estructuras ovaladas y circulares ES bis, E18 y
E22 (fig. 22) con una sola hilera de
grandes bloques de caliza apoyados
directamente sobre roca madre y con
un relleno de bak chich, de una veintena de centímetros de espesor.
3
En la región del Puuc, a pesar de
que no se excavaron las casas, la arquitectura visible permitió hacer algurias observaciones ¡,obre técnicas
constructivas. En Uxmal, los muros
se conservaron hasta 40 cm. de altura, y podían ser de roca caliza bien
cortada o de bloques burdos (Ruppert
y Smith 1957:580).
Hacia Belice, contamos con otros
materiales constructivos. En Colhá,
para el Formativo tenemos ejemplos
de casas claramente de bajareque (por
sus improntas) sobre grandes rocas
burdas. Durante este horizonte aparece el primer uso de enlucido y estuco.
Durante el Clásico temprano, en las
estructuras I, 11 y III hallamos estratos alternos de cantos de sílex, y marga apisonada y nivelada, cada uno de
20 a 30 cm. de espesor. Las plataformas estaban estucadas en a parte superior y los cuartos eran también de
bajareque. La estructura IV, anterior
a las citadas anteriormente, presenta
un tipo diferente de arquitectura: es
una casa ovalada o "absidal" con
una hilera de bloques de caliza y superestructura de bajareque, a la manera
descrita para el tipo 2. Presentaba
rampas de marga y yacía sobre un
montículo artificial bajo, de tierra cafetosa y relleno de basurero (Eaton,
en Hester et al. 1980).
4
5
5
B) Planta de la casa
6
7
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Las tres posibilidades con que contamos son: plantas rectangulares, circulares u ovaladas. En ciertos sitios
va a dominar un tipo, mientras que en
otros podemos hallar coexistiendo las
diversas posibilidades. Así, en la región del Puuc al igual que en Tikal y
en Seibal, predominan las estructuras
rectangulares. En cambio en Colhá
(Belice) y en Dzibilchaltún tenemos
fundamentalmente casas circulares u
ovaladas (aun cuando para el Formativo de Dzibilchaltún contamos también con rectangulares que parecen
decrecer en importancia durante el
Clásico). Por otra parte, en Becán y
en Cobá tenemos los tres tipos en los
mismos niveles habitacionales. En
Becán, por ejemplo, los tipos 1 a 4
pertenecen a las formas circulares o
elípticas y son las que dominan,
mientras que el tipo 5 tiene forma rectangular (Thomas OJ7. cit.). Kurjack
(op . cit.:221) ha sefialado que los distintos tipos de casas de Dzibilchaltún
(las circulares, las techadas con bóveda, y las que tienen varios cuartos de
planta cuadrangular) evidencian una
fuerte estratificación social y una diversidad de formas de vida.
En Cobá, las dos unidades que excavamos (2-14 y 15-37 del cuadro E9)
variaban en la proporción de
ovaladas/rectangulares. La primera
tenía tres estructuras rectangulares
con plataforma, una rectangular sin
plataforma y una semicircular sin plataforma. En cambio, la segunda
poseía dos estructuras rectangulares
con plataforma, una cuadrada con
plataforma y cinco ovaladas sin plataforma. En general, pudimos constatar que la diferencia entre los dos tipos mayoritarios se debía a la presencia de cistas y ofrendas de construcción en las rectangulares con plataforma, además de que los bloques de
caliza de los cuartos superiores presentaban cierto tallado. Se llegó a
pensar que éstas eran precisamente
las que servían como habitaciones,
mientras que las ovaladas podrían haber servido para ciertas actividades de
preparación de alimentos, por
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8
6. Estructura 22 (UH 15-37), de forma ovalada. 7. Grupo de plazuela, en el Valle de Copán.
Redibujado de Leventhal 1983:58. 8. Unidad
habitacional2-14 en Cobá. Dibujo Eliseo Linares V. y Víctor Ortiz V.
7
ejemplo. Se ha llegado incluso a sugerir que, en el área maya, la planta de
la casa y la forma de algunos de sus
elementos eran marcadores étnicos.
Así, por ejemplo, las casas con extremos redondeados han sido atribuidas
a las poblaciones mayas de Yucatán,
y aquéllas con bancas en forma de e,
a los itzaes. Por otra parte, la~ casas
estilo Mayapán, con muro medio
transverso y bancas en el cuarto frontal, han sido ubicadas también en Tulum y Cozumel, implicando así la
existencia de grupos étnicos o
políticos procedentes del sitio principal (Tourtellot 1983b:52).
C) Área de piso
Las plataformas habitacionales del
Petén tienen un promedio de 50 m? de
superficie (lO por 5 m.), aunque naturalmente este dato variará de acuerdo
con el número de niveles que posean.
Por ejemplo, en Tikal aquéllas de dos
niveles tienen un promedio de 50.5 m?
En contraposició n, en Seibal las de
dos niveles tienen 47 m?, mientras que
las plataformas de tres niveles llegan
a 112.6 m? de superficie, estableciendo límites claros entre los dos grupos
(Tourtellot 1983b:37).
En Yucatán y Campeche el promedio de área de piso por estructura es
de 14m? (!bid.), aunque ésta varía según el sitio. Por ejemplo, en Dzibilchaltún contamos con 11.4 m? (3
por 3.8 m.) de área techada para la
Estructura 605 del Formativo
(Andrews IV y Andrews V 1980:27),
mientras que el cálculo del área total
promedio de Kurjack (1977:220) asciende a 32 m? (8 por 4 m.). En cambio, para Becán tenemos los siguientes datos: durante el Formativo hay
casos de estructuras con 13 m? (E
XXVII) y 15.88 m? (estructura circular) de área de piso (Ball y Andrews V
1978:7,12), mientras que para el Clásico, las estructuras excavadas por
medio de pozos por Thomas ( 1981)
revelan un claro aumento en el área
interna de las estructuras domésticas:
63 m? (7E-12 1), 48 m? (60-44) y 21m?
(7E-37). Sin embargo, para el Clásico
Tardío de Becán, el área de la unidad
8
habitacional de la élite es semejante a
la de la gente común.
Los datos que obtuvimos en nuestras excavaciones de las unidades 2-14
y 15-37 del cuadro E9 en Cobá, Quintana Roo, concuerdan más con la información de la península de Yucatán
que con aquélla del Petén, para las
estructuras domésticas. Así, tenemos
las siguientes cifras en metros cuadrados:
a) estructuras rectangulares
sobre plataforma: 24 (ES), 22
(E4), 12 (E12), 15 E15), 16.5
(E32).
b) estructuras rectangulares sin
plataforma: 8.75 (E5).
e) estructuras circulares u ovaladas sin plataformas: 13.84
(E22), con 4 .20 m. de
diámetro) y 11.93 (E18), con
3.90 m. de diámetro; Benavides y Manzanilla 1983, 1984:
Informes de Campo Proyecto
Cobá).
En resumen, podemos decir que las
habitaciones del Petén son aproximadamente el doble de grandes que
aquéllas de la península de Yucatán,
en cuanto a superficie techada, y que
en sitios particulares se observa un
aumento con el paso del Formativo al
Clásico.
D) Niveles de piso
Las técnicas de construcción de pisos varían según el sitio y el horizonte
de que se trate. Así, en Cerros, los pisos del Formativo son de tierra
quemada que, en ocasiones, tienen
rellenos de lino gris oscuro (Ciiff
1983), y en Colhá, durante el Formativo Tardío, las casas más simples de
bajareque tenían pisos de tierra apisonada. Sin embargo, se observan también casos de enlucidos y estucos muy
gruesos sobre relleno de grava o marga mezclada con escombro rocoso. Al
final del Formativo tardío, se han observado cambios importantes en los
niveles habitacionales de Cerros:
construcción de plataformas elevadas, de estructuras auxiliares, de pla-
taformas para varios cuartos y de pisos de sascab (/bid.). En Dzibilchaltún y en Becán, durante el Formativo,
también tenemos algunos casos de pisos de estuco, con un relleno de 8 cm.
constituido de fragmentos pequeños
de roca caliza y sascab (Ball y
Andrews V, 1978:7).
En relación a los grupos de plazuelas del Clásico Tardío en Colhá
(fig. 12), en la Operación 2007 aparecen casas simples, quizá de bajareque, con pisos de estuco, compartiendo una plataforma pavimentada
(Eaton, en Hester et al. 1980:48). En
cambio, en Becán el estuco yacía
sobre rellenos de tierra y cantos de caliza.
El número de niveles de piso superpuestos puede variar también. Por
ejemplo, en Seibal, en 56.9% de las
casas tenía dos niveles de piso,
mientras que en Becán, durante el
Clásico, había dos o tres. Haviland
atribuyó este hecho a que los mayas
rehacían sus pisos cada 40 años, aproximadamente (Thomas op. cit.).
En la unidad 2-14 se detectó un nivel de piso por estructura, excepto en
la ES en la que había un segundo nivel, de tipo distinto (muy grueso y duro). La conservación del estuco fue
pésima debido a que los ácidos del
suelo reaccionan con el carbonato de
calcio del estuco y lo disgregan, provocando su fragmentación y su deslave.
9. Unidad habitacional 15-37 en Cobá. Dibujo
Elíseo Linares V. y Víctor Ortiz V.
UN IDAD
HABITACIONAL
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9
9
E) Contextos funcionales
El. Zonas de molienda
Varios autores convergen en señalar que la presencia de piedras de molienda determina el carácter doméstico de las estructuras. Sin embargo,
sólo en algunos casos se ha determinado con precisión la ubicación de las
zonas de molienda. Por ejemplo, en
Dzibilchaltún los metates se encuentran ubicados sobre plazas elevadas fuera de las casas-habitación (Kur
jack op. cit.: 221).
Podemos decir que, para Cobá, tenemos metates dentro de los cuartos,
en pequeñas plataformas entre estructuras y en los patios. Debido al hecho
de que los metates de caliza se desgastan fácilmente, presumimos que posteriormente eran objeto de reutilización, principalmente como materia
prim~ para la construcción. Debemos
agregar que en el exterior de ES (interpretada como cocina) también se
halló un fragmento de metate de roca
volcánica.
10
10. Hogar en la esqui na externa de la estructura
4. 1t. Cuenco Lucha Inciso, hallado en la
ofrenda de construcción de la estructura 15. 12.
Reconstitución de un grupo de plazuela del
Proyecto Colhá: operación 2007 . Redibujado
de Hester et. al. 1980.
E2. Hogares
11
12
10
En Becán, en la estructura XXVII,
una mancha de piso ennegrecido por
el fuego, de 90 cm. de diámetro, ha sido interpretada como un posible hogar (Ball y Andrews V op. cit.: 9).
Por otro lado, en Colhá se detectaron
tres hogares en cavidades, uno de los
cuales estaba bordeado por calizas
quemadas y estaba lleno de ceniza,
carbón y algunos tiestos. Otro tenía
lajas de caliza quemadas con ceniza y
carbón. Ambos estaban asociados a
la estructura V, pertenenciente a la
transición del Formativo tardío al
Clásico temprano (Eaton, en Hester
et al., op. cit.: 84).
En Cobá pudimos observar áreas
de ceniza y pequeños fragmentos de
carbón (en ocasiones bordeados por
piedras) tanto en las inmediaciones
externas de las estructuras rectangulares (fig. 10), como en el interior de algunas de las ovaladas.
Haviland ha detectado hogares excavados también en los patios de las
unidades domésticas.
E3. Cocinas
En pocas ocasiones hemos hallado
descripciones referentes a la ubicación y características de las cocinas.
Por ejemplo, en Copán se han detectado estos contextos en los patios
frente a edificios sobre plataformas
altas, correspondientes al nivel social
3 (Sanders 1983, comunicación verbal).
Tourtellot (1983b:40) ha destacado
que las cocinas generalmente se encuentran en las esquinas de sus unidades. En Tikal tienen de 10 a 12m? de
superficie techada, mientras que en
Seibal tienen un promedio de 14 m~
(ambos sitios presentan estructuras
habitacionales con grandes superficies techadas). Sin embargo, dicho arqueólogo se pregunta si estas estructuras pudieron haber servido realmente para otras funciones (como habitación de sirvientes, por ejemplo).
En Cobá, la estructura 5 de la UH
2-14 (rectangular sin plataforma y
adosada a E4) fue interpretada como
cocina. En su interior se hallaron un
metate, dos olotes carbonizados, un
machacador, dos discos de caliza,
fragmentos de ollas y, en sus inmediaciones, fragmentos pequei\os de
carbón, en zonas específicas. En el
pasillo que forma esta estructura con
la ES se encontró una especie de basurero o botadero con muchos artefactos domésticos desechados, entre los
que se podría mencionar un fragmento de metate de roca volcánica.
También en Cobá, pero en el sector
norte, Benavides (1981) sei\ala que las
estructuras b y e de la unidad 801
podrían ser cocinas por estar cerca de
basureros, por su tamai\o pequei\o y
por presentar fragmentos rocosos
quemados.
E5. Almacenes
Los chultunes tipo cisterna, como
es bien sabido, son la forma de almacenamiento de agua más común en la
región del Puuc. Sugieren la existencia de antiguos pozos donde las
depresiones se aproximasen al nivel
freático (Pollock 1980). En Uxmal están directamente asociados a las
casas-habitación, mientras que en Becán, durante el Clásico, los 12 detectados no lo están (se encuentran en
riscos o terrazas artificiales, que, como Puleston señala, pueden ser los
medios de captación de agua). Solamente para el Formativo se localizaron dos grupos de plazuela que tenían
chultunes.
En Seibal también se han ubicado
chultunes en relación con plataformas subsidiarias de las estructuras
domésticas (Tourtellot 1983b:38). Para las tierras bajas del sur, especialmente para Tikal, Puleston (1971)
propuso que los chultunes pequei\os
de cámaras laterales pudieron haber
servido para almacenar ramón (Brosimum alicastrum). En fuentes escritas
del siglo XVI se tienen menciones de
silos para almacenar maíz, mismos
que no han sido detectados en el contexto arqueológico. Hacia 1909 Tozzer realiza las primeras excavaciones
de chultunes de cámara lateral en Yaloch, Hakum, Holmul y Chorro; ya
que están presentes en áreas con
abundancia de agua y asociados a
montículos pequei\os, además de que
carecen de revestimiento de estuco,
Tozzer empezó a dudar que su función fuese la de almacenamiento de
agua. Varias alternativas fueron propuestas, entre ellas: temazcales, basureros, drenaje, letrinas, minas de sascab, sitios de tejido fi no, cámaras funerarias o ceremoniales, etc. (!bid.).
E4. Bancas
E6. Temazcales
Algunas de las casas en los sitios
clásicos del Puuc presentaban bancas
(Ruppert y Smith op. cit.: 580). En
Copán éstas se encuentran en el cuarto superior de las estructuras de los
diversos niveles sociales presentes
(Sanders op. cit.).
Un posible temazcal del formativo
ha sido detectado en Ozibilchaltún (E
605); se trata de una estructura redondeada, sin plataforma, construida
con bloques toscos de caliza y estuco.
Tiene asociada una hoguera con ties-
tos rodeados por piedras, quizá para
couservar el calor, así como una canaleta a lo largo del muro este. Junto
a los escalones se halló un hoyo revestido de piedra, que quizá sea un tanque de almacenamiento de agua
(Andrews IV y Andrews V op. cit. :
31).
E7. Talleres
En Copán se detectó un taller de
concha dentro de una habitación de
dos cuartos, y Sanders llegó a la
conclusión de que la especialización
en elementos suntuarios pertenece al
ámbito de las familias nobles. El resto
de las actividades especializadas sería
de tiempo parcial y estarían ubicadas
en las aldeas.
Por otro lado, otro de Jos escasos
ejemplos de talleres ha sido citado para Colhá, en Belice. En niveles del
Clásico tardío existen varios ejemplos
de talleres de sílex, uno de los cuales
ha sido descrito como un depósito
grande y profundo de desecho de talla
de navajas. Este ha sido excavado en
el extremo de una plataforma estucada con varias casas . Se ha pensado,
pues, que se trata de un caso de especialización comunal, ya que la fuente
de materia prima es local (Eaton en
Hester et al., op. cit.: 47).
En Becán, Thomas detectó posibles
áreas de talla de sílex en la estructura
SE-58, ya que existen grandes cantidades de lascas. En estos casos, empero, existe la posibilidad de que sean
más bien basureros.
E8. Basureros
Pocas veces se han ubicado zonas
de desecho. En Ozibilchaltún, al oeste
y sur de una casa del Formativo (E
605), se detectó un basurero
(Andrews IV y Andrews V op. cit.:
27).
En Cobá, en una unidad habitacional al norte del grupo Cobá (la
801), inmediatamente fuera de la albarrada que delimitaba el territorio
familiar y contiguo a una de las
estructuras, fue hallado un basurero
que contenía principalmente restos
11
San Pedro
hacia
orupo
Cobó
~
13
óseos de fauna comestible: "tortuga
pinta" o jicotea (Chrysemys scipta
ornato), armadillo Dasypus movencinctus), pecarí de collar (Tayassu tajacu), venado cola blanca (Odocoi/eus virginianus), tapir o danta
(Tapirel/a bairdii), pavo de monte
(Agriocharis ocellata), quizá perro
(Canis familiaris) y vértebras de pescado (Blanco 1982).
En la unidad 2-14, entre las estructuras 5 y 8 se localizó un botadero de
artefactos domésticos y algunos
bienes suntuarios: fragmentos de instrumentos de sílex y obsidiana, un
metate fragmentado de roca volcánica, cuentas de jadeíta y caracol, adornos de concha, etc.
Por otra parte, Tourtellot (1983b:47)
sugiere que la rareza de basurero de
material orgánico quizá sea debida al
uso de ceniza de madera y huesos en
la horticultura y la jardinería.
E9. Altares y santuarios domésticos
Generalmente se han detectado altares domésticos en el sector oriental
de los grupos de estructuras. En
Seibal, nunca se hallaron más de dos
estructuras accesorias por unidad,
una secular y otra ritual (Tourtellot
1983). En Tikal, los oratorios se encuentran al este y contienen entierros
(/bid.). En Uaxactún, el montículo V
de Wauchope pudo haber sido un
santuario, ya que era demasiado pe12
queño para servir de habitación, tenía
bóveda y estaba estucado (Leventhal,
op. cit.: 67).
En resumen, en los conjuntos domésticos alrededor de patios, Leventhal ha destacado una estructura
no dedicada a funciones domésticas,
sino a la actividad religiosa: en Copán
es la más alta pero de superficie más
pequeña (como sucede en los grupos
CV-20, CV-43 y CV-16); en Seibal yace dentro del área central de la plaza,
y en Tikal es la estructura más pequeña, situada en el sector oriental.
Para sitios de la península de Yucatán, como Dzibilchaltún, el santuario
también ha sido localizado en el lado
oriental de la plataforma, terraza o
plaza, con estructuras residenciales en
los otros tres lados. Este arreglo
típico pudo haber aparecido hacia el
Formativo Medio en el grupo Mirador de Dzibilchaltún (Andrews IV y
Andrews V op. cit.: 23). En Uxmal se
ha propuesto la existencia de un altar
contra el muro trasero de una estructura doméstica (Ruppert y Smith op.
cit. : 580).
En una de las unidades que hemos
excavado recientemente en Cobá (UH
2-14), la única estructura que no parece haber sido habitacional yace precisamente al este del patio. De las tres
estructuras que cierran la plataforma,
la E 12 es la única estucada en el exterior y el área de cuarto es tan pequeña
que difícilmente pudo servir de habi-
tación (fig. 5). Carece de ofrendas de
construcción, cistas o metates, a diferencia de E4 y ES. Posiblemente se
trat1 de un santuario, aunque no hay
elementos asociados que así lo
prueben.
EJO. Casillas temporales de servicio marital
En Seibal existen estructuras más
cuadradas con muchas figurillas, en
una esquina de la casa que se ha supuesto sea del fundador de la familia.
Hay una por unidad habitacional y
han sido interpretadas por Tourtellot
(1983), siguiendo a Landa, como "casillas" temporales de servicio mar:tal.
Están asociadas a figurillas que se
pretenden sean medios educativos para la nueva pareja. Consideramos, sin
embargo, que hay poca evidencia para emitir esta hipótesis.
Ell. Elementos menores
Dentro de este inciso quisiéramos
hacer referencia a dos elementos que
hemos hallado en las unidades habitacionales de Cobá, al interior del relleno de ciertas estructuras (las rectangulares con plataforma), y que parecen existir también en otros sitios .
Nos referimos particularmente a las
cistas de piedra y a las ofrendas de
construcción.
En relación a las cistas de piedra,
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13. Unidad habitacional 8-Dl. 14. Unidad ha·
bitacional 2-14. Dibujos David Cortés y Eliseo
Linares.
en Dzibilchalt(m (Andrews IV y
Andrews V op. cit.) aparecen ya sea
vacías, sea con un entierro. En Cobá
las hallamos en una estructura de cada unidad habitacional: la ES y la
E32, y sus dimensiones fueron: 1.80
m. por 0.40 por 0.30, en el primer caso, y 1.27 por 0.32 por 0.25, en el segundo. En ambos casos estaban
vacías. Siendo que en otras unidades
de Cobá, como la 801 Uunto al saché
3), sí se han hallado los restos óseos,
hemos pensado que quizá los de las
UH2-14 y 15-37 hayan sido extraídos
en tiempos prehispánicos y llevados a
otro sitio aún desconocido. Por otra
parte, las ofrendas de construcción
consistieron en vasijas (sea una cazuela tipo Lakín Impreso Compuesto, en la E4, sea cajetes Lucha Inciso,
en la El5 y E32: fig. 11) pertenecientes al Clásico medio, y de adornos de
concha y caracol (tres cuentas en formas de diente, una orejera y un pendiente, en la E4). Generalmente esta-
ban delimitadas por cajas de piedra o
por lajas (Benavides y Manzanilla en
prensa). Tenemos otros casos de
ofrendas de construcción en el Valle
de Copán, en el conjunto CV-20; se
halló una ofrenda dedicatoria para la
casa del Clásico temprano, que
consistía de siete objetos domésticos:
un objeto para ablandar la corteza,
un pulidor de diorita negra, dos manos redondas (sin huellas de uso), y
tres vasijas de almacenamiento (Leventhal op. cit.: 61) .
F) Tamaño y tipo de unidad doméstica
Los arqueólogos que se han enfrentado al problema de las unidades habitacionales han propuesto diferentes
interpretaciones respecto a las diferencias entre ellas. Generalmente se
ha pensado que los "palacios"
(estructuras estucadas de varios cuartos techados con bóveda) hayan sido
las residencias de familias extensas de
la élite. De la misma manera, varias
habitaciones sobre una plataforma
quizá también funcionaron como sede de familias extensas. Estas opiniones han sido emitidas por Kurjack
(op. cit.: 222), en su análisis de Dzibilchaltún.
Por otra parte, para Seibal, Tourtellot (1983) ha propuesto que el número de estructuras de una unidad residencial haya sido la cristalización
del proceso de desarrollo familiar,
para el Clásico tardío y terminal. Así,
la fisión en un grupo doméstico se
traduce siempre en arreglos residenciales. Las unidades individuales son
fundadas por parejas casadas; los
vástagos se mueven a sectores vecinos, de ahí que el número de habitaciones en unidades particulares deba
mostrar un aumento a través del tiempo. Las unidades más antiguas
tendrían más moradas que las jóvenes. En Seibal, en 64% de las unidades estudiadas tenían más de dos moradas. Esto se aplica a Mayapán o
Dzibilchaltún donde el 80% de las
unidades tienen una o dos residencias. Quizá estos dos últimos sitios tuvieron pocas familias extensas, por
algún tipo de especialización administrativa o artesanal (Tourtellot sugiere que, siendo sitios con terrenos
pobres para la agricultura, estos dos
centros atrajesen muchos "trabajadores móviles", quizá dedicados a la
explotación de la sal, que vivían en
unidades de familias nucleares).
13
15
, ACH AOA
16
HIPO TE TIC A
CORTES .
17
o
5
10
=---=m .
COBA
IS . Conjunto El Cuartel en Cobá. 16. Unidad
habitacional 15-37. Inicio de la excavación en
el patio y proceso de trabajo en la Estructura
32. 17. Unidad habitacional actual con albarrada en Cobá.
Las moradas de los fundadores
tendrían, según Tourtellot, la mayor
área de piso. Son más grandes y poseen el rango más completo de actividades domésticas. Se encuentran en
puntos topográfi cos altos y son las
únicas con escalinatas formales. Las
nuevas construcciones son añadidas
siguiendo un movimiento contrario a
las manecillas del reloj, empezando
por el norte. El norte y el oeste serían,
pues, las posiciones más favorecidas
{por exposición al viento, al sol y
quizá también por razones cosmológicas).
14
O. ROO
CONJUNTO EL CUARTEL
En Tikal, Haviland excavó un grupo residencial (20-1 ), del Clásico
tardío, a 1.8 km. del núcleo ceremonial. Consta de cinco plataformas
rectangulares alrededor de un patio
de 13 mt. La estructura más temprana
está al este, y se propone que sea la
morada del fundador {a diferencia de
Seibal, donde yace al norte). Al morir
el fundador, su casa sería ocupada
por su hijo, luego por su nieto, etc.
La estructura del norte y la del noroeste serían construidas para la cuarta
generación, es decir, por los biznietos
del fundador. Así quedaría un grupo
de tres estructuras alredeor de un patio, abierto hacia el sur {como en la
UH2-14 de Cobá: véase plano), que
en la siguiente generación es cerrado,
completando el ciclo. Así, la unidad
doméstica se compone de un familia
extensa, pero las estructuras no necesariamente son contemporáneas. Haviland parte, pues, de dos supuetos
básicos: la residencia patrilocal, y la
primacía de la primogenitura y la sucesión generacional (Hammond 1982:
181-83).
En Copán las estructuras se disponen alrededor de un patio central {ver
plano). Según el nivel social al que
pertenezcan, varían los materiales y
las técnicas constructivas (por
ejemplo, el uso de bóveda). La unidad doméstica incluye a varias familias nucleares (por lo tanto, se trata
principlamente de familias extensas).
Existe la posibilidad de que haya
extranjeros viviendo en Copán, por
los tipos distintos de entierros, la presencia de tumbas de tiro y la aglomeración de cuartos. Sanders (1983:
conferencia) y Tourtellot (1983b: 49)
también presuponen que existía la poligamia para las familias más privilegiadas. Las casas largas con varios
cuartos eran habitadas por las mujeres y algunos hijos, y generalmente
estaban asociadas a varios hogares,
metates y manos de molienda. Las
estructruras más pequeñas y mejor
construidas eran las habitaciones de
los jefes de familia.
En relación a Cobá, para la UH 214 no tenemos información para decidir qué estructura fue construida an-
tes de qué otra. Sólo podemos señalar
una disposición de tres estructuras
principales alrededor de una plataforma abierta al sur (ver plano). Por otra
parte, en relación a la UH 15-37, a pesar de que el arreglo es menos formal,
podemos reconocer un patio alrededor del cual se disponen cinco estructuras (ver figs. 9 y 16). En este patio hallamos áreas de actividad de
molienda, por ejemplo. Hemos observado también cierto paralelismo
entre algunas estructuras de la UH 214 y de la 15-37. Así por ejemplo. la
E15 es semejante a la E4 en que yacen
en el sector oriental de su unidad,
tienen ofrendas de construcción, y se
trata de estructuras rectangulares con
plataforma. Por otro lado, la E32 y la
E8 comparten el hecho de estar aproximadamente en el sector norte,
tienen cistas en su relleno, así como
cajas de ofrenda, son rectangulares
con plataforma, y el acceso es por
medio de una rampa o talud.
G. Ubicación y disposición de las
estructuras domésticas
Hemos visto cómo, en general, las
estructuras domésticas están dispuestas alrededor de un patio. A pesar de
que en Dizibilchaltún hay muchas
estructuras aisladas, Kurjack (op.
cit.: 222) ha reconocido, en los
complejos de plataformas habitacionales, ese mismo patrón.
Kurjack opina que la organización
espacial de las comunidades mayas
del Clásico estaba diseñada para
mantener diferencias entre los grupos
que integraban los asentamientos.
Los complejos arquitectónicos estaban separados espacialmente de otras
unidades similares. Las habitaciones
de grupos de parentesco rectores deben haber estado rodeadas de viviendas menores, también suntuosas, situadas a cierta distancia de las de individuos de rango similar.
La fragmentación permitiría la
existencia de poderosas familias extensas con considerable autonomía.
Los sacbeob agregarían unidad a la
distribución de los asentamientos mayores. Los internos facilitarían la co-
municación entre complejos residenciales distintos. Los que unen grupos
de edificios demostrarían una fuerte
integración entre la gente que habitó
en dichos conjuntos. Se sugiere también que los sacbeob uniesen residencias de grupos de la élite. Las relaciones de consanguinidad y1o las
alianzas matrimoniales serían también medios de integración social
(Kurjack op. cit.: 223-24).
En el Puuc, especialmente en Uxmal, las unidades habitacionales estaban asociadas a grupos ceremoniales,
sea en terrazas, sea en los patios internos. Por otro lado, aparecen lejos de
grupos ceremoniales sobre elevaciones leves con chultunes, y con un
pequeño templo-pirámide. (Ruppert
y Smith op. cit.: 580).
En relación a Becán, Thomas (op.
cit.: 19-20) observó que los
montículos podían estar tanto aislados (como sucede en la región sur del
Petén), como en conjuntos de dos o
más, dispuestos alrededor de una plazuela rectangular (como en el sector
norte del Petén). Este investigador
llegó a pensar que quizá las distintas
agrupaciones reflejasen variaciones
en la estructura de la familia. Los
grupos de tres a seis estructuras alrededor de un patio están muy cercanos
al recinto ceremonial central. Mientras
más nos alejamos del centro, disminuye el tamaño de los montículos y el
número de estructuras alrededor del
patio, y desaparecen las estructuras
con bóveda.
Para Seibal y Tikal, Tourtellot ha
destacado la existencia de un área de
patio claramente definida, con estructuras orientadas a los puntos cardinales. Los principios que inciden sobre
esta disposición (y que la distinguen
de la de Dzibilchaltún) serían: el espacio necesario tanto para actividades
exteriores como interiores, el número
de habitantes (espacio por persona) y
la cosmología cuatrilateral. La superficie media del patio, para Seibal, es
de 251 m~: Para la UH 2-14 de Cobá
tuvimos 61.5 m~ de área de patio (para un área total de aproximadamente
1400 m~). que contrasta con la de la
UH 15-37, que tuvo 120m~ de patio
(y una superficie total también de
1400 m~). En mucho tiene que ver el
número de estructuras en torno al patio (tres en el primer caso y cinco en el
segundo, lo cual implica un mayor
número de gente en interacción para
este último caso).
Por otra parte está el solar, muy
común en la región maya, que en sitios de la península de Yucatán puede
estar aún actualmente delimitado por
una albarrada o tecorral (fig. 17). En
el caso de Cobá, los sectores hasta
ahora vertidos en mapas (Garduño
1979, Folan et al. 1983, Benavides
s.f.) muestran una gran variedad de
posibilidades, y la existencia de albarradas parece ser un fenómeno
muy común. Para las unidades habitacionales ya mencionadas, se trata
de una hilera de bloques irregulares
de caliza, de 70 cm. promedio. En
ocasiones se observan accesos o sectores abiertos.
En este panorama general de la información sobre unidades habitacionales del algunos sitios mayas, podemos ver que ciertas diferencias comienzan a ser destacadas entre los sitios del sur y los de la península de
Yucatán. En este panorama, Cobá
guarda ciertas afinidades con los sitios del sur en cuanto a posible composición de la unidad familiar, pero
también es factible reconocer algunos
elementos propios de la península (el
uso de albarradas y sacbeob, así como el tamai\o del área techada, por
ejemplo).
El estudio de centros urbanos y de
la población residente en ellos es una
labor muy ardua, tanto por la escala
que se trabaja (en el caso de Cobá
habría que analizar 70 km~ de asentamiento), cuanto por la diferenciación interna. El estudio de las
casas-habitación y de los materiales
que en ellas se presentan nos podría
ayudar a comprender el grado de participación de cada unidad familiar en
la producción y distribución de
bienes, y el grado de control del
centro sobre las unidades domésticas.
México, D.F., enero de 1985
15
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LOS
CHULTUNES
LA
DE
REGIÓN
SERRANA
DE
YUCATÁN
1
Renée Lorelei Zapata Peraza*
A dense, low jungle, numerous ancient Maya settlements andan almos! complete
absence of surface water caracterize the Puuc region of southern Yuca tan. The
survival of pre-hispanic man in this environment was due, to a great extent, to
the creation of chultuns, an ingenious system of collecting and storing rain water. Recent research emphasizes the construction techniques, the principalforms
and the efficiency of these cisterns throughout the year.
Social relevance of chultuns is considered along with the functioning of other
hydraulic works within the integral context of pre-Columbian Maya society.
Introducción
El surgimiento y desarrollo progresivo de un asentamiento trae como consecuencia lógica la búsqueda de medios de aprovisionamiento de alimentos y de agua para que en épocas de
escasez y de sequía sus habitantes
puedan subsistir. Mientras las comunidades sencillas aprovechan las fuentes naturales de este líquido vital, los
restos de sociedades más complejas
incluyen despensas para estos fines.
Los depósitos son creados de tal manera que el agua y las semillas puedan
resguardarse del medio ambiente y de
los animales.
El manejo del agua es un tema de
gran interés en las ciencias sociales.
Desde que Wittfogel (1957) postulara
la relación entre los sistemas de riego
y el desarrollo de la civilización, varios autores han indicado la importancia de la tecnología hidráulica de
los mayas para la interpretación de
las formas sociales prehispánicas; el
control sobre este recurso escaso pudo haber sido un factor relevante en
la evolución de la estratificación social en este pueblo (véase Matheny
1978).
Los antiguos documentos históricos referentes al área maya nos indican que las concavidades subterráneas artificiales localizadas en dicha
zona tenían dos funciones: una, como
cisternas para almacenar el agua pluvial; y dos, silos para guardar diversos granos alimenticios (véanse Relaciones de Yucatán, Tomo 11: 159, y
Landa 1966: 128).
El agua es un elemento primordial
para el asentamiento de un grupo en
cualquier región, sean cuales fueren
las condiciones del terreno. Así se crearon canales de riego, se perforaron
pozos o se construyeron represas . Pero existen regiones en las cuales este
tipo de obras hidráulicas no se puede
realizar. Tal es el caso de la región
que se sitúa al sur de la Sierrita de Ticut, mejor conocida en la arqueología
maya como el Puuc. Esta zona se caracteriza por ser un área de selva mediana, por la escasez de agua superficial -a excepción de la existencia
ocasional de algunas aguadas-, donde el nivel freático alcanza una profundidad promedio de 80 a 90 m. y,
principalmente, por los numerosos
asentamientos que ahí se desarrollaron.
Los habitantes precolombinos de
esta región tuvieron que crear sistemas para abastecerse de agua y subsistir ante condiciones tan adversas,
agravadas además por las estaciones
de sequía (de 4 a 6 meses) . Los restos
arqueológicos nos indican dos tipos
de obras hidráulicas para esta área:
las aguadas (Cfr. Stephens 1963; fig.
1), y los chultunes. En cuanto a las
l. Aguada. Redibujado de Stephens 1963:149.
• Arqueóloga, Investigadora del Centro Regional de Campeche, INAH.
17
ANILLO
LABRADA
MADRE
.5
M.
a
2
b
18
primeras, se trata de depresiones formadas por el hundimiento local de las
calizas, las cuales fueron aprovechadas, adaptándolas para que en la época de lluvias el agua se depositara y
pudiera ser aprovechada para los
período de escasez. La adaptación
podía incluir recubrimientos de estuco, construcción de bordes y accesos
y, por supuesto, el mantenimiento de
estos trabajos y el desazolve periódico
necesario. En cuanto a los chultunes,
se trata de oquedades efectuadas por
el hombre, que se encuentran a nivel
del suelo o bien sobre plataformas o
nivelaciones creadas ex profeso. Sus
componentes esenciales son: un área
mínima de captación, la boca, el
cuello (puede carecer de este elemento) y la cámara (fig. 2).
Desde mediados del siglo pasado
los exploradores y aficionados de la
arquevlogía maya dieron cuenta de
numerosos "agujeros circulares" que
se encuentran diseminados por las
ruinas de las antiguas ciudades mayas, infiriendo, incluso, su función y
denominándolos chultunes, en lengua
maya (Brasseur 1865: 186-187; Maler
1895: 199; Stephens 1963: 136). Desde entonces estos elementos arqueológicos han sido objeto de estudio de
varios investigadores.
Algunos arqueólogos han sostenido la hipótesis de que los chultunes
pudieron haber sido utilizados para
conservar maíz (Zea mays), o bien,
las semillas del ramón (Brosimum alicastrum; Cfr. Pules ton, 1965). La
mayoría de los almacenes que
contrastan en su forma con los depósitos creados para la captación y almacenamiento del agua pluvial se encuentran en la región del Petén (véanse Maudslay 1883 y Tozzer 1913). En
los recorridos efectuados para el estudio de los chultunes (1982-1984) observamos que cada tipo de depósito
posee sus características morfológicas
bien definidas para los fines que fue
creado.
En el presente ensayo sintetizamos
los principales resultados de la investigación realizada en torno a este importante vestigio cultural, refiriéndonos básicamente a las cavidades sub-
terráneas creadas para el almacenamiento del agua pluvial.
Técnica de construcción
La forma cómo elaboraron las cisternas subterráneas los antiguos peninsulares obedece a un patrón uniforme. Es decir que el sistema constructivo de estas obras hidráulicas generalmente presenta las mismas
características aunque, en ocasiones,
se pueden registrar ligeras variantes
de una región a otra. De esta manera
podemos decir que un aljibe subterráneo se compone de cuatro partes
esenciales, siendo éstas una zona
mínima de captación, la boca, el
cuello y la cámara. Cada una de las
secciones que lo componen, además
de tener su función específica, presenta un conjunto homogéneo.
Es importante señalar que la roca
madre -o material parental- aflora
constantemente en la superficie en
Yucatán. Usualmente alternan zonas
de caliza dura con estratos arenosos
(sascab en lengua maya). La superficie de la laja es dura en muchos lugares, pero el material más suave existe
a poca profundidad, hecho que debieron tomar en cuenta los mayas
prehispánícos para la construcción de
los chultunes. Así, la construcción de
los depósitos consiste en retirar la capa de cubierta vegetal que se halla en
la superficie para llegar al material
parental; posteriormente se perfora
éste llegando a un estrato de caliza
arenosa donde se excava el cuerpo del
depósito.
Al efectuar la excavación en el sascab, dándole la forma que permita el
terreno, se recubren las paredes con
aplanados de estuco a manera de impermeabilizante, pudiendo tener más
de una capa de este material. Después
se efectúa el cuello que consta de dos
secciones: la primera semeja un muro
de contención entre la superficie y el
nivel de la roca; el número de las hiladas de piedra varía según el grado de
profundidad en que se encuentra la
roca madre. La segunda sección está
formada propiamente por el material
parental. Por último se forma la bo-
ca, que la mayoría de las veces es circular, o bien puede tener variantes
rectangulares o sobresalir en forma
de anillo monolítico. Este anillo, en
ocasiones, presenta cuatro canales
que lo atraviesan transversalmente
con ejes norte-sur y este-oeste. Esto
sugiere la idea de que el chultún podía
permanecer tapado y que el agua penetraba por los canales hacia el interior.
El sascab que era extraído de la excavación de la cámara bien podía ser
aprovechado para diversos fines.
Thompson (1897) sugiere la idea de
que este material se utilizaba para la
construcción de los edificios. De este
modo los constructores tenían sus
sascaberas dentro del mismo asentamiento y no necesitaban acudir periódicamente a los yacimientos lejanos . Después de efectuar el depósito,
se realizaba el relleno de la plataforma con diversos materiales, en los
cuales también podía ser aprovechado el sascab. •• Este mecanismo
-efectuar primero el chultún y posteriormente la plataforma- quizá funcionó también a la inversa. Una vez
obtenida la plataforma, se requería
realizar el aplanado de la misma, es
decir crear el piso por medio de aplanados de estuco - material en cuya
3
composición también interviene el
sascab-. Al realizar esto se creaba el
desnivel hacia la boca del depósito o
bien el perímetro mínimo de captación (figs. 3 y 4).
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1'" ,:
4
2. Partes componentes de un chultún; a. lchpich, Yucatán. Corte de un chultún en forma
de botellón; b. Uxmal, Yucatán . 3. Secuencia
const ructiva de un ch ultú n. 4. Anillo
monolítico visto en perspectiva. Suele tener un
diámetro de 90 cm.
•• El sascab es un material básico para la construcción en general por sus características
morfológicas .
19
\,
.
\ 1.
' ·.,
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Forma de los cbultunes
•f
\.
' '
Los depósitos creados por los mayas prehispánicos para la captación y
almacenamiento del agua pluvial presentan variaciones notables en su
morfología como elemento arqueológico; es decir que no existe una forma
estandarizada de los chultunes, sino
que contamos con cuatro tipos de estas cavidades. Estas diferencias se
pueden observar dentro de una misma zona. Las cuatro variantes existentes en la región al sur de la Sierrita
de Ticul, de mayor a menor frecuencia, son:
S
b
ROCA MADRE
1) Chultún campaniforme, o cisterna cuya cámara presenta la peculiaridad de semejar una gota o un cono,
resultando esto porque, en la mayoría
de los casos, carece del cuello.
2) El chultún en forma de botellón
resulta de las excavaciones que adoptan una sección globular y poseen un
cuello entre la superficie y el comienzo de la cámara subterránea.
3) Los chultunes amorfos son
aquéllos cuyas paredes que conforman la cisterna no tienen un cuerpo
bien definido; al parecer son el producto de excavaciones irregulares debido a la presencia de roca dura que
impide una extracción pareja del material.
4) Por último tenemos las cavidades que semejan una bóveda maya. Se
trata de chultunes cuyas paredes son
de mampostería. Su fondo o base es
de planta rectangular, y el techo adquiere la forma de un arco maya (fig.
5-d).
Generalmente, en el interior de la
cavidad se encuentran representaciones realizadas en estuco -en alto
relieve- que semejan motivos, la
mayoría de las veces zoomorfos, en
especial seres acuáticos. También
pueden encontrarse figuras antropomorfas y fitomorfas (Cfr. Carrillo
1845 Tomo 1: 351-352; Thompson
1897, 1898; González F. 1981: 71-82 y
Barrera R. 1982). A nuestro juicio,
estas obras fueron creadas por escultores aficionados, ya que las figuras
20
generalmente son burdas y poco elaboradas como para representar un
culto acuático, dada la importancia
que esto implica (fig. 5-c).
De las cuatro variantes antes mencionadas hubo un predominio de la
silueta campaniforme. Esto puede deberse tanto a que ésta es la forma más
práctica, fácil, con menos gasto de
energía, como la más rápida de efectuar. Además, por las características
de sus paredes, los peligros de
derrumbe son menos probables .
Eficiencia de los chultunes
El buen funcionamiento de los
chultunes depende básicamente de
dos factores: el área de captación y
la precipitación pluvial del área.) El
área de captación de un depósito es la
zona destinada a canalizar el agua hacia el interior de la cisterna. Consideramos dos perímetros aproximados,
siendo el primero las alineaciones de
piedras labradas que se encuentran
alrededor de la boca en un radio promedio de 1.50 m.; en ocasiones presenta más de una hilada, formando
así círculos concéntricos. Este
perímetro mínimo presenta una inclinación variable hacia la boca del
chultún. Esta área debió mantenerse
limpia para asegurar la pureza del
agua. Iba recubierta generalmente
por aplanados de estuco del cual, a
veces, encontramos evidencias. El segundo perímetro, el máximo, es lazona cubierta por plataformas. Aunque
desconocemos las diversas formas de
o
i¡;;;;;¡¡¡¡¡¡~=~
e
d
S. Cuatro variantes de chultunes; a. Campaniforme; b. En for ma de botellón; c. Amorfo d.
En forma de bóveda.
21
M .
conducción del agua hacia las cavidades subterráneas. podemos sugerir,
tentativamente, que el perímetro máximo también pudo haber sido un
conjunto de plataformas formando
desniveles para hacer escurrir el agua
hacia los chultunes, o bien el aprovechamiento de los techos de las casas, es decir al caer la lluvia sobre los
edificios bien podía ser encauzada hacia los aljibes.
En cuanto a la precipitación pluvial, vemos que existe una gran variación a través de las estaciones y de
los años, siendo unos más secos que
otros . Así, el complejo de los chultunes no siempre fue suficiente para
abastecer de agua a los habitantes de
la región serrana. Los mayas prehispánicos tuvieron también que acudir
a cuevas profundas, como la Gruta de
Chac donde, para abastecerse del
líquido vital, caminaban casi un kilómetro en túneles angostos que conducen a pequeños cuerpos de agua subterránea (Andrews IV 1965; Mercer
1975 : 92).
Otro medio de acumular el agua lo
lograron mediante la construcción de
aguadas. Para efectuar este tipo de
obras se requería de la participación
de muchos individuos, tanto para su
elaboración como para su mantenimiento periódico. Para realizar esto
era necesario contar con una organización de la fuerza de trabajo y mantener un control sobre ésta. En elementos arqueológicos de este tipo se
puede establecer una estratificación
social y política, en la que ciertos individuos controlan y dirigen la elaboración de la construcción y otros efectúan el trabajo físico. Es necesario
entonces una buena organización comunal para el aprovechamiento de este tipo de obras hidráulicas. Por el
momento carecemos de la información necesaria para profundizar más
en el tema de las aguadas . Para conocer y comprender mejor su creación,
función y rendimiento, es necesario
efectuar un estudio detallado del sistema de las aguadas e incorporarlo a
las demás formas de captación y almacenamiento del agua que existiero n.
22
Comentarios finales
Los depósitos subterráneos, como
se ha mencionado, cubrieron diferentes funciones y se encuentran en varias partes del área maya. Sin embargo, los chultunes, entendiendo a éstos
como relevantes obras creadas para la
captación y almacenamiento del agua
pluvial, predominan en regiones donde se carece de fuentes naturales superficiales de agua, especialmente en
la región al sur de la Sierrita de Ticul,
si bien se registran en ocasiones en
áreas donde se cuenta con dichas
fuentes. De esta manera su función es
bastante clara: el almacenamiento del
agua. Pero como todo tipo de construcción, puede cumplir diversas fun ciones, independientemente del fin
para el cual fue originalmente diseñada. Es así como una función secundaria de los chultunes fue la de servir como sitios de enterramiento o bien como basureros (Cfr. Thompson 1897;
Ruz L. 1968: 80, 134, 235, 139 y 152;
Benavides 1980: 34).
Por otra parte, la relación que
guardan los chultunes con la arquitectura es obvia no sólo por el abastecimiento de agua para los habitantes
del edificio, sino también para entender los diferentes modos que existían
para canalizar el agua hacia el interior
de los depósitos. El contexto arquitectónico en el cual se encuentran
no obedece a un patrón establecido;
es decir no siempre están asociados a
un mismo tipo de construcción; bien
puede tratarse de grandes complejos
arquitectónicos como estar relacionados con casas habitación (figs. 7 y 8).
Al mismo tiempo que la arquitectura
puede proporcionarnos datos cronológicos en cuanto a la construcción de
los aljibes, podemos inferir el número
de personas que dependían de un mismo depósito, esto en base al número
de chultunes excavados en una misma
plataforma y a la cantidad de edificios contemporáneos que ésta contiene. En la región que estamos tratando, los chultunes se encuentran en
cualquier parte de un asentamiento.
Hay cisternas tanto en el núcleo como
en la zona habitación y, generalmen-
6. Chu ltún asociado con arquitectura monumental. Labná, Yucatán. Basado en Pollock
1980:12, con adi ciones, de la autora. 7. Detalle
de mampostería de un chultún de la región de
Río Bec (Hormiguero , Campeche. edifi cio VI),
mostrando la mampostería, de la parte inferi or
del chultún en su unión con la bóveda: nótense
las cuñas y las piedras de bóveda. Foto Juan
Antonio Siller C. 8. Figura de estuco en alto relieve. Sus medidas máximas, la mayoría de las
veces, son: largo, 25 cm.; anch o, de 15 a 20
cm.; y alto, 30 cm. 9. Chultún en asociación
con casas habitación.
te, presentan el mismo sistema constructivo . No existe una diferencia
entre los depósitos del núcleo y los del
área habitacional.
A pesar de que Wittfogel, después
de visitar Yucatán en. 1942, escribió
un análisis detallado de la relación
entre la organización social de los antiguos mayas y la utilización de
aguadas y chultunes, no podemos
hablar de una estratificación social
únicamente en base a estos vestigios
arqueológicos. Al no existir diferencia alguna entre los aljibes del núcleo
y de la parte habitacional de un asentamiento, como sería el caso de otro
tipo de obras arquitectónicas, hay
que considerarlos en su contexto
específico y no tomarlos como elementos aislados. La captación, almacenamiento y conservación del agua
fue algo sumamente importante, pero
ello no originó una alta cultura, sino
que estas obras deben verse como un
elemento integrado a las demás acciones del hombre prehispánico.
Reconocimientos
Finalmente, quisiera agradecer a
los arqueólogos Antonio Benavides
C. y Tomás Gallareta N . la revisión y
las sugerencias que efectuaron al texto, así como a la Srita. Eunice Catzín
Suárez quien entintó todos los dibujos que acompanan éste.
Mérida, septiembre de 1984
0123
•
5
M
LAB"A. YU:O.
CHULTU N ASOC IA DO A CO NST RUCC IO NE S DE MAMPOSHRIA
&AS A DO EN POUOC K (1 980:12 ). CO N ADIC IO N ES DE R.L Z.P
fi G. 7
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10
TIGRE TRISTE, UN SITIO RECIENTEMENTE DESCUBIERTO
EN LA REGIÓN DE RÍO BEC
Paul Gendrop, Victor Rivera G.,
Juan Antonio Siller C. y Alejandro
Villalobos P.
Recen! architectural reconnaissance of the Río Bec area enabled us to visit Tigre
Triste, located near the border between the Río Bec and the northern extension
of the Petén region in Campeche.
During the survey, we detected a great continuity of archaeological structures
on the way lo Tigre Triste. Here, the topography and vegetation p resent transitional Río Bec-Petén characteristics.
Documental ion and analysis of building 1 in group A structures revealed the
following unique architectural elements: a main entrance with square columns,
found to date in building 1 át Channá in the Río Bec Area, and in the Palace at
Santa R osa Xtampak in the Chenes region; a three member moulding of the
atadura type, /ocated in building 1 at both Channá and Culucbalom, the Palace
at Santa Rosa Xtampak, and throughout northern Yucatán during the later
Puuc Florescent phase; mask panels similar to those at classic Chicanná; andan
upper wa/1 zone showing Petén style forms .
These elements, with posible origins in an early period, show an interrelationship with other archaeological regions. To better understand this interrelationship, further architectural research and reconnaissance is imperative.
Antecedentes
Arriba: Detalle de una de las cabecitas de jaguar esculpidas en piedra, halladas al pie del
edificio principal de Tigre Triste, Campeche.
Dibujo Alejandro Villalobos P .
El primero en visitar el sitio hacia
1983 fue Edward Kurjack con los
guías Juan de la Cruz Briseño y Antonio Gómez Carrillo, durante los trabajos para la elaboración del atlas
arqueológico de la península de Yucatán. El nombre de Tigre Triste fue dado por el propio Kurjack, pues al parecer escucharon los rugidos de unjaguar cerca del edificio; probablemente se deba también a las cabecitas de
felino labradas en piedra y halladas al
pie de uno de los paneles del edificio
principal.
La segunda visita fue hecha por
Kurjack en compaftía de Agustín Peña Carrillo, y se nos informó que Román Piña Chao estuvo también en es-
te lugar durante los trabajos que realizaba en la región, en los sitios de
Hormiguero y de Río Bec que se encuentran muy cercanos a este lugar.
No existen informes de estas visitas.
La única documentación con la que
pudimos contar fue la ubicación y
clasificación del sitio hecha por Kurjack para el atlas arqueológico, así
como unas fotografías dadas por él a
Paul Gendrop en noviembre de 1983
(fig. 2).
Kurjack coloca Tigre Triste en el
rango IV, correspondiente a un sitio
pequef1o. Su situación geográfica es
de 16 Q BR 298 382, y su altura
sobre el nivel del mar es de 297.57 m.
(similar a la registrada por nosotros
-295.00 m. s. n. m.- con altímetro
barométrico normal).
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Nuestro acceso al sitio se hizo partiendo de la población de Xpuhil (o
Xpujil) por un camino de terracería
que conduce a Calakmul. Se tomó la
desviación, al Ejido E. Echeverría
Castellot N!? 2, cruzando la desviación a Hormiguero, El Carrizal,
un poblado abandonado (anterior
asentamiento de El Carrizal), el
rancho El Cheque, y continuando tres
kilómetros hasta una casa de palma,
junto a un terreno desmontado sin
quemar. Como a cuatro kilómetros
de camino se localiza el sitio arqueológico de Tigre Triste (fig. 1) .
Las características fisiográficas de
la zona son de una topografía cuya altitud oscila entre 200 y 300 metros
sobre el nivel del mar, aumentando
hacia el sur donde pasa de un terreno
sensiblemente plano a uno con ondulaciones y lomeríos que forman
depresiones. La vegetación corresponde al de las elevaciones en donde
crece el "monte alto", cuya vegetación, cada vez más similar a la del Petén conforme se va hacia el sur, está
formada por árboles como la caoba,
el chicozapote, el ramón, el copal, el
guayo y el "acahual" o matorral secundario que incluye el guarumbo.
En las zonas bajas o pantanosas se
forman los llamados "acalchés" que
se inundan en las épocas de lluvia. El
subsuelo es calcimórfico con piedras
calizas y canteras de "sahcab". El clima es cálido subhúmedo, con una
temperatura anual promedio que excede ligeramente los 25 °C. La precipitación pluvial que encontramos es
de 1000 a 2000 mm. al afio, intermedia entre la zona noroeste de Yucatán
con 500 a 1000 mm. y la del Petén de
2000 a 3000 mm. al afio. En el recorrido no se encontraron aguadas cercanas, y es probable que en el sitio haya
existido un sistema de captación de
agua por medio de chultunes, sobre
todo en los asentamientos localizados
en las partes altas.
Se pudo observar una gran cantidad de estructuras arqueológicas,
tanto en los terrenos desmontados como en la selva. Existe una continuidad de éstas desde el poblado del
Carrizal hasta el sitio de Tigre Triste,
a lo largo del lomerio y en un terreno
muy quebrado.
4
El sitio
El sitio arqueológico de Tigre Triste propiamente dicho se emplaza
sobre una elevación de terreno formado por dos niveles de origen aparentemente artificial, ya que se encontró
una crujía subterránea en lo que compone la plaza central, en cuya superficie se distribuyen dos grupos que integran la zona nuclear de un asentamiento cuyas dimensiones no pudieron determinarse debido a la densa
vegetación y al poco tiempo de que
disponíamos para el recorrido (fig.
3).
La plataforma superior, al norte
del emplazamiento, excede ligeramente los dos mil metros cuadrados
de superficie, y se halla circunscrita
por cuatro elementos de proporción
alargada, formando una plaza que
denominamos "grupo A", y que
incluye el edificio principal que estudiaremos más adelante. Al sur del
emplazamiento se localiza una parte
más baja, a aproximadamente tres
metros más abajo del nivel medio de
la primera, que cuenta igualmente
con cuatro elementos en forma de
montículos, de proporción similares a
las del grupo A, si bien de dimensiones menores, y al que llamamos
"Grupo B" (fig. 3).
t. Croquis de localización de Tigre Triste, según Yictor Rivera G. 2-a. Antonio G6mez
Carrillo frente a uno de los paneles de mascarones del edificio principal; b. Sosteniendo las cabecitas de jaguar junto con otro compai\ero.
Fotos Edward Kurjack. 3. Planta general esquemática de los grupos A y B, según Alejandro Villalobos P. 4. Secuencia de emplazamiento, según Juan Antonio Siller C. y Alejandro Villalobos P .
j
27
Descripción arquitectónica del edificio 1
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5. Alzado, planta y corte esquemáticos del edificio principal según Alejandro Villalobos P. 6o. Dos cabecitas de jaguar y una de ave halladas al pie del edificio; b. Detalle de las de jaguar . 7. Restos de la entrada porticada, con sus
pilares de mampostería y sus capiteles en forma
de ataduras rematando tanto éstos como las
6
28
a b
jambas (véase fig. 10). 8. Panel S (contando a
partir de la izquierda), con su cascada de mascarones del más puro estilo Río Bec. 9. Restos
insignificantes de la ornamentación escultórica
del panel7. Fotos Víctor Rivera G. y Juan Antonio Siller C .
Como ya se indicó, se trata de una
estructura ubicada en el costado poniente de una plaza delimitada por
cuatro edificios sobre una plataforma
artificial. El edificio es de un nivel
con un marcado sentido horizontal.
Consta de un primer cuerpo liso en
tres de sus paramentos y decorado
con paneles esculpidos en la fachada
principal. El cuerpo superior está
abovedado y conserva restos de la
moldura media que, por su forma general, parece similar a las del Petén
(fig. 5).
La distribución interior es de dos
cuartos laterales en ambos costados y
dos centrales a los que se accede desde
la plaza a través de un pórtico con pilares. Los cuartos, agrupados en antecámara y cámara interior, no se comunican lateralmente entre sí.
Los muros son de piedra con sillares de recubrimiento y núcleo interior. Los longitudinales sirven como
muros de carga de la bóveda, y los
transversales de amarre.
Zócalo o rodapié: El único dato que
se pudo obtener fue el de la parte posterior del edificio, ya que el frente se
encuentra cubierto con escombro. La
forma es de dos molduras que sobresalen del pafl.o del muro, prolongándose verticalmente con el mismo pafl.o
en su entrecalle. Corre a todo lo largo
en la parte posterior y tiene las siguientes dimensiones: ancho de la
moldura, 15 cm., ancho interior, 15
cm., y 3 cm. de profundidad .
Paramento de fachada: Tiene una altura de 2.28 m. El tipo de aparejo es
de una piedra muy bien cortada y con
una junta muy fina. Las hiladas de
los aparejos son horizontales con juntas discontinuas en el sentido vertical,
como es característico del estilo Río
Bec clásico. El relleno interior de los
muros es de piedra en forma de lajas
de pequefl.a dimensión aglutinadas
con mortero de cal y arena. Conservan algunos restos de recubrimiento
con un aplanado fino y pulido en el
interior de los paneles remetidos al
muro. Consta de unas 15 hiladas
aproximadamente desde el zócalo
hasta la moldura media.
La decoración de la fachada principal consta de ocho paneles escultóricos. Cuatro de ellos, a ambos lados
de las puertas de las alas, se hallan rebajados en el espesor del muro y parecen haber consistido en dos angostas
franjas verticales cada uno, mismas
que debían ostentar cabezas de jaguar
y de ave, a juzgar por las dos cabecitas labradas de jaguar y la de ave que
se encontraron al pie de uno de estos
paneles (fig. 6). Los otros cuatro paneles, resaltados con respecto al paño
del muro, realzan ambos extremos de
la fachada y flanquean la portada
central. Constan de una cascada de
tres mascarones similares entre sí, de
muy buena calidad de ejecución y en
bastante buen estado de conservación
(figs. 8 y 14).
La fachada principal tiene cinco
entradas, dos laterales y tres en el
aposento central, excepcionalmente
separadas por pilares de mampostería
con capitel en forma de "atadura"
(fig. 10). No se conserva ningún dintel de madera, cuya longitud puede
estimarse en función del ancho de los
vanos (que miden 1.10 m. en las alas,
y respectivamente 1.10,- 1.47 y 1.27
m. en la portada central, siendo mayor el que se halla en medio).
La moldura media se ha perdido en
8
7
su totalidad, salvo unas cuantas
piedras que se encuentran al frente y
en la parte posterior, las cuales sobresalen del paño del muro y se inclinan
de su paño frontal. El muro superior
o friso ha perdido su recubrimiento
exterior de piedra, y lo único que se
pudo observar fueron los núcleos de
las bóvedas cuya inclinación se obtuvo a partir de su arranque (fig. 11).
No se encontraron restos de la moldura superior ni de la eventual existencia
de una crestería.
El edificio mide siete metros de
ancho por veintinueve de largo. La
distribución es de dos cuartos contiguos en cada ala y dos aposentos
centrales de mayor tamaño. Como
suele ocurrir en este tipo de edificios,
no se comunican entre sí lateralmente, y su acceso es desde la plaza. Los
muros son de mampostería de piedra
caliza de tamaños irregulares aglutinados con un grueso mortero de cal y
9
29
arena; están chapeados con sillares de
piedra muy bien cortados y alineados.
La altura del piso al inicio de la bóveda no se pudo establecer con exactitud debido a la gran cantidad de escombro, pero se pudo inferir por la
altura exterior que era de 2.28 metros
aproximadamente. El ancho de los
muros interiores es de 1.05 m. en promedio. Se conserva un cortinero en el
muro junto a la entrada del cuarto
central (fig. 12). En cambio no encontramos ninguno en las jambas de
las entradas, salvo una depresión
(¿portavara?) en una de ellas. Debido
al escombro interior no se pudo saber
si existen plataformas, bancas, nichos
u otros elementos ...
Las bóvedas se han perdido en su
mayor parte; únicamente se conservan restos de ellas en el muro longitudinal medio. Su sección es de una bóveda con una ligera curvatura, un rasgo poco común en estas regiones .
Arranca desde el muro sin acusar un
volado. El trabajo de la mampostería
interior, como suele ser la regla en esta región, es mucho más burdo y menos esmerado que el de los sillares de
piedra de los muros longitudinales y
transversales en que se apoyan. Las
piedras que dan la curvatura interior
de la bóveda son lajas irregulares con
la cara exterior redondeada, con cuñas y gruesas juntas entre una y otra
hilada en el sentido horizontal (fig.
11 ). El núcleo es también de lajas irregulares colocadas en el sentido horizontal con gruesos morteros de cal.
La dimensión del arranque de la bóveda a la tapa o cierre de ésta es de
1.20 m., el ancho de la crujía posterior es de 2.40 m. y el de la anterior es
de 2.30 m. Subsisten unas cuantas
piedras-tapa o de cierre de las bóvedas, no así de travesaflos de madera,
aplanados y restos de pintura. Como
suele ocurrir en la arquitectura clásica
de esta región, podríamos decir que
existen dos tipos de calidades constructivas en la edificación: la de los
muros interiores y exteriores, en el
que el corte de la piedra es muy fino y
de muy buena calidad; y el de las bóvedas que es muy descuidado y burdo.
30
Análisis arquitectónico y estilistico
El análisis arquitectónico se hizo en
base a los aspectos funcionales, ambientales, expresivos, de estabilidad y
constructivos del edificio. Debido a la
brevedad de este trabajo no incluimos
la metodología y el desarrollo de ésta;
únicamente nos concretamos a mencionar aquí algunos elementos arquitectónicos que consideramos importante destacar, y algunos de los
resultados del avance de la investigación en otros renglones como la
estilística.
El sitio arqueológico de Tigre Triste se localiza en un lugar limítrofe
entre la región de Río Bec y la extensión cultural norte del Petén en el sur
de Campeche, y este hecho se ve reflejado, en el edificio 1 del grupo A, en
una sugestiva interrelación regional
Río Bec-Petén, amén de otras posibles relaciones con zonas como las
de los Chenes y del Puuc al norte.
Algunas de las consideraciones que
han surgido a la luz de este estudio
son las siguientes: respecto a la temporalidad del sitio y la cronología del
edificio, creemos que es contemporáneo de los edificios clásicos de Chicanná; temporalidad que sólo podremos inferir a partir del análisis
estilístico de su arquitectura y escultura, mientras no existan en el lugar excavaciones arqueológicas que nos
permitan contar con un fechamiento
más exacto. Por lo que respecta a su
estilo arquitectónico, el edificio presenta características constructivas y
otros elementos que lo asocian al estilo Río Bec clásico, pero presenta
otros aspectos formales que lo convierten en un caso muy particular, como vamos a ver a continuación.
El edificio tiene una fachada principal porticada al centro con pilares y
molduras de atadura a manera de capiteles tanto en los pilares como en el
remate superior de las jambas, elementos conocidos en esta región, en
un caso similar si bien con columnas
de fuste cilíndrico, en el edificio 1 de
Channá (fig. 17). También conviene
mencionar las mo lduras de atadura
que, resaltando de un marco remetí-
do, adornan los extremos superior e
inferior de aquellas extraí\as pilastras
decorativas del edificio 1 de Culucbalom en la misma región de Río Bec
(fig. 19). Habría que ir más al norte, a
la región de los Chenes, para encontrar un caso bastante similar al de
Tigre Triste: el imponente Palacio de
Santa Rosa Xtampak, cuyas entradas
porticadas (fig. 18) pueden haber
constituido uno de los antecedentes
de estos pilares y jambas coronados
por una moldura de atadura ... Más
tardíos, los casos conocidos de
capiteles-ataduras del Puuc
quedarían por tanto descartados, y
tal vez habría que buscar más al sur
- hacia el Petén u otras áreas- para
encontrar posibles antecedentes de este elemento.
En cuanto a los motivos esculpidos
que adornan la fachada principal ya
hemos señalado la similitud que existe, en estilo tanto como en calidad de
ejecución, entre los grandes mascarones de deidades narigudas de este edificio (fig. 14) y los de otros muchos sitios clásicos del área Río Bec. De
hecho, éstos no sólo son de un estilo
Rí o Bec muy ortodoxo, plenamente
maduro, sino que vienen a enriquecer, con sus acentos individuales,
una de las fases más creativas y más
consistentes en este renglón, fase
representada también por los edificios Il, VI, y X de Chicanná ó 1 de
Payán. Sin embargo, la posición relativa de los paneles que adornan las
alas del edificio en sus extremos, junto con su mismo resalte del paño de
muro y con la presencia de aquellos
otros paneles remetidos decorados
con cabezas de animales, son otros
tantos rasgos que los hacían únicos en
su programa iconográfico tanto como
en su composición volumétrica y su
peculiar integración arquitectónica.
Y si las bóvedas parecen ser de un
estilo esencialmente Río Bec, la cubierta exterior -hace donde puede
juzgarse por sus escasos restos- más
bien parecería ser de un estilo similar
al del Petén más al sur, cosa que no
sería de extraflar dada la situación
fronteriza de Tigre Triste.
Aparte de estas consideraciones
estilísticas que hacen de este edificio 10
un caso fuera de serie, conviene mencionar otros aspectos arquitectónicos
que nos han parecido interesantes,
como fue por ejemplo el hecho de haber encontrado una bóveda subterránea al frente del edificio y bajo el piso
de la plaza. Creemos que formó parte
de la construcción de la terraza artificial sobre la cual descansa el edificio,
y que sirvió para nivelar el terreno y
poder construir en torno a esta plaza
el conjunto de edificios que conforman el grupo A (véase fig. 3). Sugerimos a manera de hipótesis que la función de esta bóveda, por la escasa altura y calidad constructiva, pudo ha- a
ber servido como chultún, aprovechando la amplia superficie generada por la plaza y sus edificios para
captar el agua en un perímetro mayor
que se denomina área de máxima captación, y que resulta particularmente
importante en un lugar elevado y en
donde las aguadas se hallan retiradas
del sitio. Si la función de esta bóveda
subterránea fue la de captar el agua
de lluvia, se antoja bastante significativa la asociación del agua con los
mascarones de una deidad nariguda,
como encontramos más al norte, en la
región de los Chenes, en edificios provistos de chultunes al frente como ell
de Tabasquei\o o el 2 de Hochob (cuyo chultún hoy se encuentra sellado).
b
Consideraciones finales
Ai\adiremos, para concluir, que
por sus peculiaridades arquitectónicas e iconográficas, el edificio 1 de
Tigre Triste, ameritaría ser el objeto
de ulteriores trabajos de exploración
y consolidación . Su localización
limítrofe con el gran Petén, que parece explicar en parte algunas de sus
particularidades estilísticas, lo hace
aún más digno de interés, por lo que
nos permitimos recomendarlo a la
atención de las autoridades pertinentes, junto con otros sitios como Payán, Culucbalom, Channá y Manos
Rojas, entre otros, ya que cada uno
de estos sitios posee características
que lo distinguen de los demás y
contribuyen a enriquecer notablemente nuestro patrimonio monumental.
11
12
10. Parte izq uierda del pórtico ce nt ral, con capitel de atadura tanto en la jamba como en el
pilar. 11 . Base del muro posterior, con su moldura basal y su mu ro de retención inclinado en
talud. 12. Restos de bóveda en el aposento posterior izquierdo. 13. Anilla integral en el aposento frontal izquierdo. Fotos Víctor Rivera G .
y Juan Antonio Siller C.
31
Los mascarones de Tigre Triste. 14. Panel 8.
15-a. Panel 5. Fotos J uan Antonio Siller C.; b.
Reconstitución del anterior, según Paul
Gendrop.
Agradecimientos
Queremos agradecerle al Dr. Edward
Kurjack su comunicación verbal, así
como las fotos que nos facilitó de su
visita a este sitio. A la arqueóloga
Beatriz Repetto, encargada de la mapoteca del Centro Regional de Yucatán del INAH, quien nos facilitó el
acceso para poder consultar la documentación cartográfica, así como la
posición exacta del sitio tomada por
E. Kurjack. A nuestro amigo y guía
Juan de la Cruz Briseño y a Antonio
Gómez Carrillo, sin quienes no
habría sido posible el acceso a éste (y
a muchos otros sitios que visitamos
en la región). Al arquitecto José Enrique Ortiz Lanz, Director del Centro
Regional de Campeche del INAH, de
quien recibimos toda clase de ayuda y
de facilidades para nuestro hospedaje
y acceso a las zonas arqueológicas. A
la arqueóloga Renée Lorelei Zapata
P., coordinadora del Departamento
de Arqueología de dicho centro; y al
arqueólogo Antonio Benavides, colaborador del mismo. A la arqueóloga
Lorraine A. Williams B. por su ayuda
profesional en la traducción del resumen del presente artículo, y al profesor George F. Andrews por la revisión de éste y por sus comentarios.
México, D.F., agosto de 1985
32
14
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PI TÍN
18
34
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16. Distribución geográfica de pórticos con
molduras en atadura en la península de Yucatán, según Juan Antonio SiUer C. y Alejandro
Villalobos P . Nótese la posición que ocupa
Tigre Triste hacia el suroeste del área nuclear
Río Bec (zona hachurada) y en el lindero con el
gran Petén. Nótese igualmente la similitud que
existe entre el pórtico de Tigre Triste y el de
Santa Rosa Xtampak (compárese la fig . 10 con
la 18). Dibujo Alejandro Villalobos P . 17.
Planta del edificio 1 de Channá, Campeche, según George F. Andrews. Nótense las dos columnas del pórtico, con los dos vanos extremos tapiados. 111. Jamba en forma de pilar con capitel
de atadura, en el costado sur del nivel inferior,
en el Palacio de tres pisos de Santa Rosa Xtampak, Campeche. 19. Molduras de atadura encasetonadas en los extremos superior e inferior de
las pilastras decorativas de la fachada principal
en el edificio 1 de Culucbalom, Campeche. Fotos Carnegie Institution of Washington, Peabody Museum, Harvard University. Dere<:ha.
Nicho-mascarón en escalinata torre sur de Río
Bec-B, según reconstitución de Paul Gendrop.
-- ---- ---- -- --- -..
~-
RECONOCIMIENTO ARQUITECTÓNICO EN LA REGIÓN DE
RÍO BEC, CAMPECHE, MARZO 1985. CONSIDERACIONES
GENERALES.
~
"
George F. Andrews, Paul Gendrop,
Victor Rivera G., Juan Antonio Siller
C. y Alejandro Villalobos P.*
More than a "prelirninary report ", the present one could be cal/ed a "progress
report" on the architectural reconnaissance which was carried on by the authors
in the Río Bec region in March of the current year. Here, besides a general inforrnation concerning the sites which were visited, every participant has presented
his own observations on different subjects such as the characteristic towers and
sorne of their jeatures, a discussion about their construction sequen ce, new perspectives brought by the discovery of a wider variety of rnask panels, observations on the rnethods app/ied for consolidation and preservation of structures,
etc... This is a typica/ exarnple of the kind of analysis undertaken by architects
- and architectura/ historians-, severa/ of thern with sorne background in
archaeology.
Introducción
Entre los días 1!! y 10 de marzo del
afto en curso, se llevó a cabo un viaje
de reconocimiento arquitectónico en
varios sitios de la región de Río Bec
en la parte suroeste del Estado de
Campeche, lindando con Quintana
Roo. Auspiciado por la Facultad de
Arquitectura de la UNAM, dicho
viaje tenía por objetivo principal la
actualización documental -tan
exhaustiva como fuera posible- respecto a la arquitectura prehispánica
del área, ya se tratara de sitios aún no
intervenidos arqueológicamente o de
aquéllos que, por el contrario, ya hubieran sido en mayor o menor medida
objeto de intervención por parte de
arqueólogos en aftas recientes. Otros
de los objetivos de este reconocimiento conprendían el análisis crítico de
los métodos de exploración y conservación arquitectónica que en cada caso se habían aplicado, así como una
evaluación global del estado actual de
aquellos restos arquitectónicos, con
la eventual formulación de sugerencias a nivel regional o local según se
estimara pertinente.
Organizado y dirigido por Paul
Gendrop, el equipo de trabajo contaba, en calidad de invitado especial,
con la presencia de George F. Andrews, destacado especialista en arquitectura maya (en particular de la
península de Yucatán), con Víctor Rivera Grijalba, Juan Antonio Siller Camacho y Alejandro Villalobos Pérez,
• Arquitecto, profesor emérito de la Universidad de Oregon .
Arquitecto, Doctorat:lo de Estado en la Sorbona, miembro de número del ICOMOS mexicano.
Arquitecto, Maestrla en Restauración, Tesorero de la Sociedad de Arquit('Ctos Restauradores.
Arquitecto, maestría en Restauración y en
Museografla, miembro de la Sociedad de Arquitectos Restauradores.
Arquitecto. Coordinador de Teoría e Historia, taller Juan O'Gorrnan, F.A., UNAM .
35
1
todos ellos profesores de arquitectura
prehispánica de la UNAM. Los sitios
visitados, por orden cronológico,
fueron los siguientes:
Xpu hil
Becán
Manos Rojas
Hormiguero
C hicanná
Río Bec
Puerto Rico
Channá
Payán
Tigre Triste
Kohunlich
.
(Campeche)
2 de marzo
3
3
4
S
6,7
7
(Quintana Roo)
8
8
9
10
Las actividades desarrolladas consistieron esencialmente en levantamientos, fo tografías, croquis y demás
observaciones realizadas in sítu,
cubriendo toda clase de aspectos arquitectónicos, tanto constructivos como de otra índole (perfiles arquitectónicos, elementos ornamentales,
iconografía, etc.), amén de las
fructíferas discusiones en grupo sobre
secuencias constructivas, problemas
de conservación y otros ... Se contó
además, para ello, con la apreciable
asistencia de Ramón Carrasco, gentilmente autorizado por el arquitecto
José Enrique Ortiz Lanz, director del
Centro Regional del INAH en Campeche, para escoltamos en nuestros
recorridos, junto con Juan de la Cruz
Brisei'lo, guardián de Becán, fiel amigo y profundo conocedor del área (así
con la callada pero eficaz ayuda de
Miguel y Rafael, los choferes amablemente puestos a nuestra disposición
por el ingeniero Fernando Escamilla
Bas, Director de la S.C.T. en Quintana Roo). El viaje resultó particularmente rico en encuentros tan gratos
como fortuitos: los arquitectos y doctores austriacos Hasso Hohmann y
Annegrete Vogrin, grandes especialistas de la arquitectura de Copán; el
maestro Nicholas Hellmuth, de la
Universidad de Yale; el arquitecto José Enrique Ortiz Lanz y los arqueólogos Antonio Benavides y Renée Lorelei Zapata Peraza, del Centro Regional de Campeche; el ingeniero
Joaquín García Bárcena y los arqueólogos Roberto García Moll y Enrique
Nalda, del INAH, en gira de inspección por el área ...
36
Los principales edificios analizados en este reconocimiento fueron:
Edificío(s)
I*, ll*, Ill*, IV*, VA, VIII, X*
Sitio
Becán
Channá
Chicanná
Hormiguero
Kohunlich
Manos Rojas
Payán
Puerto Rico
Río Bec
I
1•, n, ni•. vr•.
11*, V*, VI
Acrópolis
I, IV y grupo C
xx•
I
Torre cilíndrica
A, B*, C, D, F (ó Z), 17* del grupo I,
I del grupo IV
I, grupo A, y grupo B
I*. n•. del grupo I
Tigre Triste
Xpuhil
*Edificio que ha tenido intervención arqueológica entre los años 1979 y 1985.
Entre los resultados obtenidos, sei'lalaremos a conti nuación algunos de los
más destacados:
A-Investigación sobre portadas zoomorfas, mascarones y temas afines
1) Nuevos aportes para la elaboración de un catálogo de mascarones arquitectónicos del área••
Sitio
Edificio
Distintos tipos de
mascarones registrados hasta el año
1978
IV
6
Nuevos tipos de
mascarones descubiertos entre 1979
y 1985
Becán
X
Corriental
Culucbalom
I
5
2
Chicanná
11
VI
4
X
XX
Hormiguero
11
Manos Rojas
VI
Grupo C
V
6
3
3
2
3
4
?
Okolhuitz
Payán
Pecha!
Río Bec
Tigre Triste
Xpuhil
6
I, grupo B
17, grupo I
I
I
2
2
2
3
3
4
1
3
49
16
**
Esta lista comprende todas las variantes de
mascarones existentes en el edificio mencionado, incluyendo los de la crestería, de
las escalinatas simuladas, de los accesos, de
un eventual nivel inferior y, naturalmente,
de una portada zoomorfa integral o parcial.
Estudio de reconstitución de mascarones a partir de documentos fotográficos y croquis realizados in si/u. l. Chicanná, edificio XX, fac hada este, panel l. 2. Chicanná, edificio I, fachada este; a. Panel 2; b. Panel l. 3. Hormiguero,
edificio 11, fachada sur edículo inferior suroeste, panel 2 (véase también foto portada). 4.
Hormiguero, edificio II, fac hada sur, plataforma templete simulado torre este, mascarónescalera. Fotos Juan Antonio Siller C. y dibujos Paul Gendrop.
Del cuadro anterior se deduce que, de
los 65 tipos distintos de mascarones
visibles hoy en el área, aproximadamente una cuarta parte ha sido descubierta en años recientes, enriqueciendo una de las más notables colecciones de mascarones arquitectónicos
del área maya. Ante la impresionante
cantidad de variantes conocidas -y
en relativo buen estado de conservación- estamos ahora en condiciones de efectuar a este respecto estudios mucho más profundizados. Es
por ello que se acaba de presentar,
ante el Primer Coloquio Internacional de Mayistas (que organizó el
Centro de Estudios Mayas de la
UNAM del 5 al 10 de agosto del presente año), un "anteproyecto para un
catálogo de mascarones arquitectónicos en Mesoamérica" basado, de manera tentativa, en un fichero que
incluye una lista de rasgos "Río Bec"
tan exhaustiva como fue posible.
Igualmente se piensa publicar, en el
n!? 6 de los Cuadernos de Arquitectura Mesoamericana, además de una
"ficha técnica" que reúna los elementos básicos de aquellos mascarones
arquitectónicos, un artículo que, a
manera de ejemplo, ilustre la utilización del mencionado catálogo a través de unos casos concretos.
Presentamos, mientras tanto, algunos de estos mascarones recientemente descubiertos, acompañados de comentarios someros sobre aspectos
iconográficos, estilísticos y otros
(figs. 1-4, 12-14, 18-19).
a
b
1
2
a
b
4
3
a
37
2) Nuevos enfoques en el estudio de
las portadas zoomorfas "integrales"
Desde junio de 1984, a raíz de la sugestiva ponencia presentada por Ramón Carrasco en el simposio Arquitectura
y
Arqueo/ogfa.
Metodologfas en la cronologfa de Yucatán (CEMCA, 1985: 57-67), se puso
de manifiesto que, a la luz de los recientes trabajos de dicho autor en sitios conocidos de las regiones de los
Chenes y de Río Bec, algunas de las
más connotadas portadas zoomorfas
integrales (como las de los edificios 1
y 2 de Hochob y XX de Chicanná:
fig. 18-b) poseían hacia el exterior
una voluminosa mandíbula inferior
abatida contra el piso. Este dato, que
hasta entonces se conocía sólo en Copán (Honduras), y apenas se intuía en
el edificio 1 al oeste del Palacio del
Gobernador en Uxmal, abría pues
nuevas posibilidades de interpretación de aquellas portadas zoomorfas;
y éste es precisamente otro de los temas que nos proponemos abordar en
el n!? 6 de estos Cuadernos.
20
r .... t
::~t==jóMetera
7
8
3) Estudio arquitectónico de un sitio de reciente descubrimiento, no
documentado hasta el momento:
Tigre Triste (véanse pp. 25-34 del
presente número)
4) Análisis de la secuencia constructiva de los complejos de torres
'
•
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o
o
9
1
2
l
~lf: !ERS
En su citada ponencia (CEMCA,
1985), Ramón Carrasco dice entre
otras cosas, respecto a los complejos
de torres:
Cuando se analizan los llamados
santuarios de torres masivas con
templos simulados y semifuncionales, se acepta que éstos se integran
a un edificio más bajo y que esta
integración es aparentemente preconcebida (Gendrop 1983:77). Sin
embargo. la integración de estos
santuarios a un edificio más bajo
responde a un cambio no sólo en la
concepción arquitectónica y volumétrica del edificio, sino aún a
cambios o complementación en sus
funciones. En el caso que nos ocu-
12
5. Banqueta integral en aposento 1, edificio 11 ,
Hormiguero. 6. Pasadizo bajo escalinata simulada, torre este del mismo. Nótese la leve inclinación de los parietales hacia la parte superior,
esbozando una bóveda y, de hecho, reduciendo
el claro. 7. Planta del mismo edificio. 8. Planta
·.:.'
,. ·-::.------: -·.:'
a
b
11
pa, los edificios de torres en las regiones Chenes y Río Bec responden
a una misma concepción evolutiva.
(op. cit.: 59)
Esta afirmación de que la integración, a un edificio bajo, de dichas
torres macizas con su templo (simulado, sernifuncional o funcional), responde invariablemente a una fase arquitectónica posterior, parece tener
más fundamento para la región de los
Chenes, donde estas torres pudieron
ser afiadidas a raíz de la penetración
de fuertes influencias "Río Bec" (que
incluyen, al parecer, la adopción de
las portadas zoomorfas integrales).
En el caso de los edificios 5 de
Hochob y Al de Dzibilnocac, dicha
aseveración de Carrasco parece ser
bastante convincente, a reserva de
comprobarse in situ en algún ulterior
viaje a la región de los Chenes. Pero
en lo que al área Río Bec se refiere,
aprovecharnos nuestra estancia para
analizar de cerca esta cuestión, y si
bien pudimos comprobar plenamente
que, en el caso de Río Bec-B y del edificio 1 de Chicanná, las torres con sus
santuarios simulados claramente se
e
veían afiadidas o posteriori a un edificio bajo, este hecho no resultaba tan
evidente corno lo pretendía Carrasco
(op. cit.: 62) en el edificio 1 de Xpuhil
(ni en otros corno el edificio 11 de
Hormiguero), donde más bien
parecerían constituir, dentro de una
concepción única, tan sólo una de las
fases finales de la secuencia constructiva (cosa que parece demostrar, en el
caso de Xpuhil, el cuatrapeo parcial
de los acabados de la torres posterior
y de la fachada adyacente, aparte de
otros hechos tales corno la ausencia
de muros de contención en las partes
interiores de los cuerpos contiguos a
las torres, pero en cambio la existencia de grandes macizos aparentemente concebidos para servir de apoyo a
aquéllas.
d
del edificio 1, Chicanná. Dibujos George F.
Andrews. 9. Templete simulado en torre edifi cio F (?), Río Bec . 10. Torre masiva en edificio
A, Río Bec. 11. Panel 1 de la fac hada sur del
edificio 1 en Xpuhil, transformado en un verdadero pot-pourri de elementos escultóricos
por el arquéologo en turno, quien pegó éstos
sin ton ni son en vez de detenerse a estudiar el
emplazamiento relativo de cada parte al comparar, por simetría reflejan te, con su equivalente el panel2 (fig. 12-b), situado a unos pocos
metros en la misma fachada y esp1~ndidamente
conservado .. . 11. Estudio de reconstitución de
dicho panel 2 (fig. 12-d), complementando el
dato original (b) con los únicos restos de la parte superior (a) y el más completo de los mascarones complementarios inferiores (e), hallados
respectivamente en los paneles 1 y 2 de la
fachada opuesta. Fotos Juan Antonio Siller.
Dibujo - y comentarios- Paul Gendrop.
39
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13
13. Angulo sureste del edificio l de Becán,
mostrando los muros del nivel inferior innecesariamente enrasados hasta una misma altura,
si n tomar en consideración, en el costado este,
la continuidad de los paneles de damero. 14.
Estudio de reconstitución del panel 1, fachada
sur del mismo edificio (ángulo inferior izquierdo de la fig . 13). 15. y 16. Paneles 2 y 1, simét ricamente dispuestos en torno a la puerta
central de dicha fachada, y mostrando ciertas
discrepancias en la disposición de algunas de
sus piedras labradas, en especial las de la parte
inferior derecha del panel 2, y de la parte superior del panel l.. . 17. El edificio JI de Becán; a.
Planta, según George F. Andrews; b. Parte izquierda de la fachada principal, dando a la plaza superior; c. Un hermoso panel de damero:
aquí las labores de restauración se detuvieron
donde se acababan las evidencias arqueológi-
5) Sobre los problemas de conservación y restauración
14
Volvemos a tocar aquí un punto
muy delicado, pues como ocurre en
nuestra arqueología, la restauración
arquitectónica tiende a caer, con alarmante frecuencia, bajo el signo de la
reconstrucción excesiva, realizada a
menudo con una precipitación y una
ligereza - por no emplear un término
más fuerte- que contribuyen a alterar y hasta borrar para siempre
aquellos datos que debían haber servido de guía para una restauración
más cuidadosa. Citamos a continuación el párrafo de una carta enviada en noviembre de 1984 a Paul
Gendrop por George F. Andrews,
párrafo que en gran parte vino a reforzar nuestra intención de llevar a
cabo cuanto antes un viaje a aquella
región con el fin de evaluar por nosotros mismos Jo que se había venido
haciendo en materia de restauración.
cas, al igual que en los ejemplos de la siguiente
página. 18-a. Planta baja del edificio XX de
Chicanná, según G. Andrews, quien sugiere
dos probables fases de construcción: la crujía
sur (cuartos 1, 2 y 3) primero, y luego, junto
con el templo superi or, las crujías este, norte y
oeste (cuartos del 4 al JI). Nótese la escalera de
acceso al nivel superior, a partir del aposento 2;
b. La fachada sur, con sus dos portadas zoomorfas integrales (y la inferior complementada
por una mandíbula abatida contra el piso); c.
Uno de los dos tramos de escalera al segundo
nivel, mostrando la fachada interior que da al
descanso. 19. Aspectos del edificio 17, grupo I
de Río Bec; a. Estudio de reconstitución de la
portada central, según Paul Gendrop; b. Parte
izquierda de ésta; c. Planta del edificio, según
George F. Andrews. Fotos Juan Antonio Siller
c.
a
17
--l
e
In regard to the work at Chicanná,
Becán, etc., by Román Pifia Chan,
l'm afraid 1 share your concern
about what is happening. For one
thing, the young ladies who do
most of the supervision have little
experience of any kind, particularly in regard to restoration. My
greatest concern is that the overburden of debris is being stripped
off as rapidly as possible, and the
original stonework is dumped in
piles without regard for proper
sorting of specializad stones from
fill. Also, since the focus is on reconstruction, no real data is being
obtained from concurrent ceramic,
lithic or other parallel lines of inquiry. It is certainly useful to ha ve
the debris removed from rooms,
platforms, etc., but without sorne
controlled sub-surface excavation
at the same, we'll wind up in the
same position as at Uxmal andadjacent sites with no significant
chronological data.
Algunas de las fotografías que
ilustran este artículo tienen comentarios al respecto: véanse las figuras 11,
13, 15, 16 y 17.
a
18
CHJCA NNA -
Structure XX,
Pl an
o
5
b
10
~ <([!
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1
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1
2
3
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41
6) Sobre perfiles y otros detalles arquitectónicos
Algunos perfiles arquitectónicos propios del estilo Río Bec. 20. Detalles de la fac hada oeste
del edificio 11 en Chicanná. 21. Unión de la
fachada posterior con la torre central en el edificio 1 de Xpuhil. Nótese, hacia abajo, el muro
sobrepuesto a la torre mientras que ocurre lo
contrario en la parte superior. 22. Parte derec ha fac hada edificio 1 en Payán. 23. Lo mismo en el edificio I del grupo IV de Río Bec. Fotos
Paul Gendrop, Elena Eritta, Víctor Rivera G. y
Juan Antonio Síller C. 24. Problemas de consolidación en el edificio I de Xpuhil, según Ale-
Al emprender el estudio de cualquier manifestación arquitectónica en
cualquier época, deben quedar establecidos los parámetros de análisis
y la dirección específica de la investigación. El caso arquitectónico ofrece
diversos elementos fácilmente perceptibles, cuando se refiere a la forma externa del edificio y a sus aspectos ornamentales; sin embargo, los trabajos
sobre sistemas y secuencias constructivas, así como de periodificación y
desarrollo urbano, requieren de mayor objetividad en el análisis y de una
metodología que ofrezca pocas posibilidades de variabilidad.
El perfil arquitectónico es un elemento de análisis, definido como el
conjunto geométrico de planos íntersecados como consecuencia del sistema y procedimiento constructivo, y
que describe la forma externa del edificio en uno o varios paramentos o
fachadas. El perfil es, así, el punto de
confluencia entre sistema constructivo y forma arquitectónica, habiéndo-
21
.._...._!:
i
' t.
~ r
42
se utilizado desde los primeros trabajos de tipología arquitectónica mesoamericana, hacia los af!.os treinta; por
su importancia, ha sido objeto principal de un número de nuestra revista
(véase Cuadernos de Arquitectura
Mesoamericana No. 2).
En este viaje de reconocimiento arquitectónico del Seminario de Arquitectura Prehispánica a la región
Río Bec, el estudio de los perfiles arquitectónicos fue un aspecto importante de nuestro trabajo de campo,
encomendado especialmente a Alejandro Villalobos. Este trabajo consiste en el levantamiento métrico y fotográfico de los planos descritos en
los paramentos de los edificios, de tal
manera que esclarezcan la proporción
de éstos ante una escala humana y denoten el sistema constructivo aplicado en la edificación para, de esta manera, integrar el perfil como indicador de la forma productiva
característica de un edificio en el contexto de un sitio y, consecuentemente,
de un área geográfico-cultural exten-
siva a una cronología regional. Se exponen aquí cuatro ejemplos (figs. 20
a 23), aparte del de Tigre Triste (véase
p. 28).
Para concluir este inciso, se expone
un aspecto que consideramos de singular relevancia en el estudio de los
perfiles arquitectónicos: aquél referente a los diagnósticos sobre el estado de conservación de la estructura a
que se aplique. Con ello puede identificarse los grados de deterioro en la
morfología del edificio por efecto del
paso del tiempo o bien de la acción
humana, no sólo del saqueador, sino
ocasionalmente del propio investigador que consolida rellenos que están
provocando empujes excéntricos a los
ejes de carga en un muro donde, como consecuencia, se generan desplazamientos laterales en su coronamiento, paso previo al desplome. Se analizará aquí un caso: el del edificio 1 de
Xpuhil en su fachada norte (fig. 24),
haciendo las recomendaciones que se
han considerado mínimas necesarias
para su reconsolidación y recuperación de verticalidad, así como la instrumentación de estas sugerencias.
Hablando de fachadas , es de notarse que en el caso de los edificios 11 y
VI de Chicanná, parece existir en los
paramentos inferiores una ligera
inclinación intencional, particularmente visible cuando se observan los
pafios laterales de fachada desde las
esquinas de estos edificios. Y en lo
jandro Villalobos P . A. Análisis del trabajo
estructural del edificio 1, cos tado norte. B.
Efectos producidos por la consolidación de escombros en el núcleo desplomado de la torre
norte. C. Alternativas de reconsolidación. D.
Desarrollo de alternativas.
24
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7) Sobre aspectos constructivos
'*•"'- ~a. A~ &cua e&~~
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Al J1E4P.. q1ftE N P VAC IA X
Como lo ha subrayado David F. Potter en sus diversos escritos de los aftos
setenta, la calidad de mampostería
que caracteriza al estilo "Río Bec clásico" va bajando conforme penetra
uno en el interior de los edificios, al
grado que cabe suponer que los exteriores y los interiores eran realizados
por diversas cuadrillas de albaftiles especializados en cada uno de los aspectos de la construcción. Las bóvedas
en particular, cuya mampostería no
suele acusar el arranque, son de una
pobreza de ejecución que solía ocultarse bajo gruesos aplanados de estuco, finamente pulidos, eso sí, y a menudo realzados al nivel del arranque
por una moldura. Los acabados de
fachada, en cambio (trátese de los ángulos redondeados de las torres o de
paramentos planos), se componen de
hiladas regulares de bloques pequeftos de cantera, cortados y ensamblados a la perfección (fig. 21).
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28
b
a
Algunos aspectos constructivos y formales . 25.
Las dos variantes de cresterias existentes; a. De
mamposteria corriente (edificio VI de Chicanná); b . De grandes bloques muy bien tallados y
ensamblados (Rio Bec-B). 26. Planta del edificio VI de Chicanná y sus anexos, según George
F. Andrews. 27. Dintel del edificio X de Becán,
que conserva todas sus vigas acostadas, menos
una. 28. Restos de dintel en el edificio I de Payán, mostrando en la mamposteria de la parte
superior la huella de dos morillos de refuerzo.
29. El edificio 11 en Xpuhil; a. La escalinata y
los aposentos 4 y S (nótese la anilla en la jamba
del aposento S); b. Planta, según George F.
30
44
que toca a las cresterías (formadas
por un muro rítmicamente calado),
las encontramos básicamente de dos
tipos: unas hechas de mampostería
corriente como en los edificios II y VI
de Chicanná (fig. 25-a), y otras realizadas a base de sillares perfectamente
cortados y ajustados entre sí, como
en el edificio 1 de Culucbalom y en
Río Bec-B (fig. 25-b).
Colocados a la manera tradicional
prehispánica (es decir acostados y
apoyados sobre las jambas de
mampostería), los dinteles de madera
se conservan en numerosas ocasiones,
pese a los embates del tiempo y a la
incuria de los humanos, gracias a la
excelente calidad de perdurabilidad y
resistencia de las maderas utilizadas
como son el chicozapote y el jabín
(fig. 27). En algunos casos, estos dinteles de madera no salvan claros
abiertos, sino· solamente nichos o paneles remetidos, como puede verse en
Río Bec-B. Un caso particularmente
interesante es el que observamos en el
edificio prinCipal de Payán ya que
ahí, previa la falla de una de las vigas
que formaban el dintel de una de las
entradas, la mampostería sustentada
se cayó en parte, dejando claramente
manifiestos los huecos largos y redondeados, dejados en la corporeidad de
dicha mampostería por dos morillos
de madera que, probablemente, tuvieron la función de reforzar la
estructura precisamente encima de los
dinteles, actuando así como refuerzo
o alivio de éstos (fig. 28). Hasta ahora
sólo . habíamos observado un detalle
similar en el Palacio de Dzibiltún.
En cuanto a las torres que simulan
pirámides escalonadas y constituyen
una característica regional bien definida, presentan al exterior una marcada unidad estilística tanto en sus
perfiles generales, en sus años verticales como en los ángulos invariablemente redondeados de sus cuerpos escalonados . Otra observación que cabe hacer respecto de estas torres es
que, en cuanto a su volumetría general, tienden a ser más aplastadas, más
angostas - y macizas- cuando son
aftadidas a un edificio preexistente
(como es el caso del edificio 1 de Chi-
31
canná o de Río Bec-B: fig. 8), mientras
que se presentan volúmenes más compactos, más gruesos, frecuentemente
horadados con angostos pasadizos,
escaleras, y hasta cámaras ocultas,
cuando se trata de torres integrales
(como en los edificios 1 de Xpuhil, Il
de Hormiguero -fig, 7- y, aparentemente, A de Río Bec y otros .. .).
Las escalinatas simuladas que ostentan dichas torres suelen tener alfardas lisas (salvo en el edificio 11 de
Hormiguero y, tal vez, en otros casos
no registrados). Sus escalones propiamente dichos, es preciso aclararlo,
presentan diferentes tipos de perfil,
como por ejemplo una sección
simplemente escalonada y desprovista
de nariz como en el edificio 1 de
Xpuhil donde la huella mide de 5 a 7
cm. y el peralte (formado por dos hiladas regulares de piedras, siendo la
inferior sensiblemente el doble de la
superior) oscila entre 28 y 30 cm. Ahí,
además, el peralte del primer escalón
sigue la inclinación de las alfardas,
mientras que los demás están rigurosamente verticales; y cabe anotar
también que la separación entre la alfarda y los vértices formados por el
peralte y la huella de cada escalón parece ir en aumento a medida que éstas
siguen ascendiendo (fig. 31-c). En
cambio, en el caso de los edificios IV
de Becán y 1 de Chicanná, los escalones presentan una nariz formada por
el saledizo del sillar superior que integra la huella, respecto de la piedra
de apoyo que completa el peralte,
(fig. 31-a). Finalmente, en Río Bec-B,
salvo el primer escalón que tiene la
inclinación de las alfardas, los demás
escalones, si bien conservan una sensible perpendicularidad entre su
huella y su peralte, acusan un desplome bastante marcado (fig. 31 -b) .
Hay en algunos edificios de la región un caso muy particular en la disposición de los escalones, y que en
esencia consiste en un bloque compacto que sobresale de la plataforma
que sirve de base al edificio (o a determinada crujía); bloque que no ocupa
todo el frente del edificio, y cuyo paramento. principal acusa una franca
inclinación en talud, mientras que sus
costados son cortados verticalmente y
marcan con su plano remetido los escalones cuyos peraltes muestran la
misma inclinación que el pafio remetido de aquel bloque, como puede verse
en los edificio JIJ de Chicanná ó X de
Becán.
a
Dignos de mención son también los
orificios ocultos en los recovecos de
fachadas muy elaboradas como en el
caso de los edificios X de Becán y 11
de Hormiguero, mismos que -de
sección rectangular los primeros, y
circular los segundos- atraviesan el
espesor del muro y crean una franca
comunicación, semioculta sin embargo respecto al exterior, es decir utilizable tan sólo desde el interior o sea,
desde aquella parte donde se localizaban los miembros del sacerdocio, por
lo que pudo haber servido para echar
humo, luces, voces o música, tal vez b
e
con la intención de impresionar a las
32
multitudes congregadas al pie de la
escalinata con motivo de alguna ceremonia.
Igualmente interesante son los orificios regulares que, usualmente en
pares atraviesan horizontalmente y en
forma rectilínea la masa sólida de las
torres en varios edificios de la región
(tales como el 1 de Xpuhil, li y V de
Hormiguero, B de Río Bec, etc.), hacia la parte superior, por lo general en
la plataforma de sustentación del
templete simulado y/o en los paramentos mismos de éste. Estos orificios, que quizá estaban destinados a
permanecer ocultos, como parece demostrarlo en uno de ellos la presencia
de un tapón de piedra hecho a la medida (Ramón Carrasco, com. pers.),
pueden haber tenido diversas funciones, desde algún eventual sistema
de seflales luminosas hasta fines
mucho más prácticos de terminación
de acabados, reparación, mantenimiento -y hoy restauración-, sirAndrews. 30. Par de anillas inferiores en el inviendo de receptáculo para las angaterior del aposento 2 del anexo oeste al edificio
rillas de sostén del andamiaje (fig.
VI de Chicanná. 31. Detalles de escalones en
32). Cabe suponer también que, con
torres de estilo Rio Bec; a. C hicanná, edificio 1,
torre norte; b. Rlo Bec-8, torre sur; c. Xpuhil,
motivo de alguna ceremonia particuedificio 1, torre sur. Fotos Victor Rivera O . y
lar, se colgaran de dichos hoyos banJuan Antonio Siller C. 31. Posible aprovechaderines, andas u otros adúrnos que le
miento de los pares de orificios superiores (en
dieran especial realce al templete siRio Bec-8) para colocar las angarillas de sostén
mulado ...
de un andamiaje, según Paul Gendrop .
45
8) Otras observaciones
Como otra de las consecuencias de
este viaje, se ha hecho manifiesta la
necesidad de efectuar - hacia marzo
o abril de 1986- un reconocimiento
similar en la región de los Chenes y
zonas cercanas, con el fin de dar a
nuestras investigaciones una continuidad escalonada. La lista de eventuales sitios a visitar podría incluir algunos de los que se hayan vuelto accesibles gracias a la apertura de los caminos Bolonchén-Becanchén por una
parte, y por otra parte del tramo que,
rumbo a Xpuhil, se extiende al sur de
Dzibalchén.
Finalmente, dentro de una evaluación general de este viaje, cabe
mencionar - aparte de una eventual
contribución a la realización de un
Atlas arqueológico del Estado de
Campeche, la importante aportación
documental que constituye en sí el
material recolectado a nivel de la Facultad de Arquitectura y de sus diversos cursos de arquitectura prehispánica. Dicho aporte puede evaluarse,
entre otras cosas, en el curso altamente especializado que, a nivel de doctorado, está impartiendo Paul Gendrop
desde el 12 de junio en la División de
Estudios de Posgrado, bajo el título
de: "Arquitectura maya de Yucatán:
una aproximación metodológica en el
análisis arquitectónico".
Agradecimientos
Los cinco participantes en este
viaje de reconocimiento arquitectónico deseamos expresar, en forma unánime, nuestro agradecimiento a las si-
guientes personas que, de una manera
u otra, han contribuido a la realización y a la buena marcha de aquél: el
arquitecto Ernesto Velasco León, di·
rector de nuestra Facultad de Arquitectura de la UNAM (quien nos
dió amplias facilidades materiales, en
dinero y en material fotográfico); el
maestro Xavier Cortés Rocha, jefe de
la División de Estudios de Posgrado;
el licenciado Abel Salto, secretario
administrativo de la F.A.; y el arquitecto Enrique de Anda, encargado
de C.I.F.F.A. de la misma Facultad;
el licenciado Pablo Elhore, director
de asuntos jurídicos del INAH: el arquitecto José Enrique Ortiz Lanz, director del Centro Regional del INAH
en Campeche (quien puso a nuestra
disposición las instalaciones del campamento de Xpuhil), y sus colaboradores los arqueólogos Antonio Senavides, Ramón Carrasco y Renée Lorelei Zapata Peraza; Juan de la Cruz
Briseño y los demás guardianes de la
región; Antonio Gómez Carrillo,
quien guió al grupo hasta las ruinas
de Tigre Triste; el ingeniero Víctor
Mahbub Matta, Director General de
Conservación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, quien
nos brindó todo su apoyo en la obtención de vehículos para poder trasladarnos a los sitios mencionados; y el
ingeniero Fernando Escamilla Bas,
Director General de la dependencia
de la S.C.T. en Quintana Roo, quien
personalmente puso dichos vehículos
-con sus respectivos choferes- a
nuestra entera disposición por el
tiempo que había de durar nuestra
permanencia en la región.
México, D.F., agosto de 1985
33
46
Dibujo de reconstitución de la fac hada principal de Río Bec-B, según George F. Andrews.
ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS DEL PUUC FLORECIENTE
A continuación presentamos la ficha analítica que el profesor George F.
Andrews utiliza comunmente en sus reconocimientos arquitectónicos de campo
para el estudio de edificios de la región Puuc al igual que de otras regiones de la
península de Yucatán. Aprovechamos para dar aquí una versión en español de
los elementos mencionados en dic ha ficha, y para proporcionar al lector una serie de croquis complementarios con su respectiva terminología.
EXTERIOR
SITE: SITIO
DATE: FECHA
INTE RIOR
SITE: SITI O
DATE: FECHA
STRUCTU RE: EST RUCTU RA O EDIFICIO (número o nombre)
STRUCTURE: ESTRUCTU RA O EDIFI CIO (número y/ o nombre)
GENERAL DESCRIPTION : DESCRIPCIÓN GENERAL
ROOM : CUARTO
Base mou lding (or moldi ng) : Zócalo o rodapié
Form: Forma (número y forma de las partes componentes, perfil, decoración
etc.)
DIMENS IONS: DIMENSIONES
Length: Largo
Width: Ancho
Size: Dimensiones (al to, a ncho , profundidad , largo de cada parte)
Lower walls: Muros bajos o paramen tos de fachada
Heigh t: Altura (de la parte superi or del zóca lo al sofito de la moldura baja)
Stonework : Mampostería (tipo de aparejo, calidad . cantidad de hiladas, etc.)
Thick ness : Espesor del muro
Decoratíon: Decoración (esculturas , relieves, columnillas o junquillos, petatillos, grecas "ataduras", mascarones, etc.)
Doorways: Puertas
Shape: Forma (rectangular, trapezoidal, etc.), dimensiones
Jambs: Jambas (monolíticas, hec ha de varias piedras grandes a pequeilas,
etc.)
Lintel: Dintel (material, dimensiones, decoración)
Other: otros (columnas, capiteles, modillones, etc.)
Media l moulding (or molding): Moldura media
Form : Forma (número y forma de las partes componentes, decoración, perfil , etc.)
Size: Dimensiones de cada parte
Projecti on: Proyección máxima, volado o saliente
Upper wall: parte superior del muro, o friso
Height : Altura (entre la moldura media y la cornisa)
Decoration: Decoración ü unquillos lisos o con " ataduras" , petatillo, grecas
simples o escalonadas, mascarones , etc.)
Stonework: Mampostería (tipo de aparejo, calidad, cantidad de hiladas , etc.)
Other: Ot ros rasgos (atípicos o diferentes)
Cornice: Cornisa
Form: Forma (similar o distinta a la moldura media)
Size: Dimensiones de cada parte
Projection: Proyección máxima, volado o saliente
N~ .. .
(se llena una ficha por cuarto)
Walls: Muros
Heigh t: Altura (del piso al arranque de la bóveda)
Thick ness: Espesor
Stonework : Mampostería (tipo de aparej o . calidad , cantidad de hiladas, etc .)
Doorways: Puertas (forma, dimensiones, jambas, dintel, comunicación, etc.)
Rod sockets : Portavaras (usualmente sugeridas por depresiones en partes de
igual altura en las dos jambas)
Cordholders: Cortíneros en muros (ya sean empotrados o integrales)
Rings : Anillas (descripción,
dimensiones)
Wall openings: Huecos practicados en muros (nichos, ventilas, mechinales , etc .)
Observations : Observaciones
(otros elementos tales como
banquetas, etc.)
Vaults: Bóvedas
Springline offset: Proyección (o saliente) en el arranque
Heigh t: Altura de la bóveda (en los estilos clásicos del Puuc, se mide del
arranque a la moldura de remate del intradós: vease fig . 6)
Form: Forma (sección del intradós, etc.)
Stonework : Mampostería (tipo de aparejo, calidad , cantidad de hiladas, forma de las piedras de bóveda , etc.)
Capstones: Piedras-tapa o de cierre (decoración escultórica o pictórica, dimensión entre los dos extremos de la bóveda)
Crossbeams (or Crossties): Travesailos de madera (diámetro, cantidad ,
distribución)
Other: Otros (nichos, cortineros, pinturas o esculturas, capialzos, etc.)
Observations : Observaciones (rasgos atípicos, etc.)
Roof structure : Crestería (o remate de otro tipo)
Locati on: Posición en relación a la cubierta (cargada al frente o "volada ", en
posición media o posterior)
Description: Descripción formal, tipo de ornamentación, etc.
Dimensions : Dimensiones (horizontales y verticales, espesor, etc.)
Arch itectural style: Estilo arquitectónico
Observations : Observaciones (fase o período, aparentes influencias o interrelaciones, etc .)
George F. Andrews, Paul Gendrop y
Juan Antoni o Siller
47
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l. Glosario ilustrado de los principales términos arquitectónicos referentes al estilo Puuc
floreciente. 2. Elementos que pueden figurar en
el interior de un edificio de dicho estilo. J. Secciones de bóvedas más usuales en estas fases
tardías, según George F. Andrews; a. De intradós recto o plano; b. De intradós ligeramente
cóncavo; c. De curvatura mayor; d. De sección
angular. 4. Secciones de piedras de bóveda, según George F. Andrews; a. En forma de cufta;
b. y c. En forma de bota (o "piedra-bota")
más o menos pronunciada. 5. Detalle, en planta, de una jamba interior con marco de estuco.
6. Manera de medir la altura de la una bóveda
(del arranque al remate del intradós), según
George F. Andrews . Dibujos Paul Gendrop y
Juan Antonio Siller C.
~,_---r~~losa-tapa o
\
de c:: ierre.
mensulo. d e remate
del intro.dós
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bóveda.
~arranstue de la bó'\Jeda
6
49
7
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·:
7. Ángulo del edificio principal en Yiba, Yucatán. Nótese la línea de enrase del muro a la altura de la moldura media, así como el derrumbe de la esquina debido a la falta de trabazón
de los muros. 8. Detalle del anterior, mostrando el chapeo exterior así como el núcleo interior. 9. Bóveda del mismo, mostrando su intradós ligeramente cóncavo, su moldura de remate - típicamente Puuc- , sus losas de cierre, así
como las piedras-bota que conforman el intradós. 10. Nivel superior (hoy derruido) del edificio de la segunda hilera en Xcochkax, Campeche. Nótense las huellas dejadas en el núcleo
interior del muro por el chapeo de piedra de la
fachada, asi como el tipo de aparejo de éste.
11. Detalle de fachada del segundo nivel en el
Palacio de Sayil. Nótense los tamborcillos que
adornan las molduras, los junquillos con ataduras de los muros, el ligero desplcme de la
jamba, y la columna con su capitel cuadrangular y el marcado éntasis de su fuste. 12. Detalle
inferior de un panel decorado con grandes junquillos de ataduras sobre un fondo de
"diamantes", en el edificio S del grupo 1 de
Kiuic, Yucatán. 13. Pasadizo abovedado debajo de una escalera en Kabáh, Yucatán. Nótense
las piedras de bóveda, en forma de cuila y de
bota. Fotos Juan Antonio Siller C., Carnegie
lnstitution of Washington y Paul Gendrop.
50
11
13
DESIGNATION
(DESIGNACIÓN
OF
ARCHITECTURAL
DE ENTIDADES
ENTITIES
ARQUITECTÓNICAS)
H. Stanley Loten*
A continuación el autor - uno de los arquitectos de más experiencia en el
campo de la arquitectura maya de la región Petén-Belice, a la vez que excelente
teórico- nos expone de manera razonada la metodología a seguir para la desig, nación de entidades arquitectónicas, discutiendo los pros y las contras de dicha
metodología a la luz de unos ejemplos concretos.
The problem of establishing a systematic method of idcntification for
the various structures ata site and for
the various parts of a structure is a
fundamental one. Methods are not
neutral. Whatever approach is adopted will strongly influence the analysis
and understanding of the architecture. Thc methodology outlined below
has been designed to facilitate comparative analysis of architectural data
and to establish categories of progressive precision, from the whole structure to its smallest part, so that
equivalencies can be established between different structures.
The initial need for labels and numbers to identify architectural entities
generally arises as new sites are mapped. In traditional mapping techniques the arca chosen is surveyed in a
grid pattern defining squares that can
be easily designated alphanumerically: as for example, "N lO",
where "N" represents a column and
"10", a row, on the map. Once the
grid is set up, mapping is done within
squares and structures are numbered in
random order, just as they are encountered. A structure will be designated as, for example, "Nl0-35",
where "NlO" is the map square and
"35" is the structure. The number
"35", itself, means nothing. At the
very most, the mapping process might
be conducted so that all squares are
mapped, say, fJ'o~ south to north,
and then all low strU(;tures numbers
will be in the same part of each
square. But all this does is to make it
a little easier to find a structure on the
finished map, and any new structures, not seen during mapping, may
violate this pattern. So it is probably
best to apply structure numbers in a
thoroughly random fashion so that
no patterns are anticipated.
The most important and most
problematical aspect of structure designation, is that. ideally, each individually numbered structure should
correspond to an entity that the ancient Maya regarded as a single work
of architecture. Of course this requires a subjective judgement. We can
never be quite certain that we see
things exactly the way the ancient
Maya did. Therefore, it is a probably
best to number two or more structures separately whenever there is
doubt rather than lumping them together. If there seems to be a strong
likelihood that two or more separately numbered structures actually did
constitute a single work of architecture they can be linked in the description, reporting, and analysis, and the
arguments for the interpretation can
be presented.
When one structure physicall y
abutts againts another it may be
unclear whether we should designate
two separate structures or only one
· structure with a large addition.
Upper Left: Structure A-3, 1st. 8, Lamanai.
• Arquitecto, Doctor en Antropología, Profesor de la Escuela de Arquitectura, Carleton
University, Ottawa.
51
Subjective judgement is called for once
again, and must address the question
of "wholeness". A single work of
architecture should appear to constitute a "whole". This is a fundamental principie of architecture that we
seem to share with the ancient Maya
despite the enormous difference in
our world views. Indeed, it is a prin·
ciple that cuts across all cultural disparities and can be regarded as an essentía! property of architecture itself.
Although this may appear excessively
subjective, we can not disregard this
consideration. If we pay attention to
"wholeness" in designating structures, then the various "parts" that may
appear will all be subsumed within
the structure; we will not end up with
a "part" that seems to belong equally
to more than one structure.
Designation of individual structures constitutes the most critica! step in
the treament of architecture because
it is this that establishes the basic
units of study and analysis.
Now, as everyone knows, a surface
feat ure that initialy appeared as single
structure may well yield a complex series of architectural entities once its
has been excavated. Severa! superimposed structures may turn up, each
with its own set of additions and modifications. This is actually the norm
in Maya architecture and has been
termed an "architectural development" (Coe 1961). In such a case a
designation like NI0-35 has to be understood as referring to the whole accumulated history of building on that
one place. The term " mound" has
been used this way and NI0-35 could
be considered as the mound designation when the surface feature is
nothing but a pile of debris. Within
the mound, however, superimposed
structures are designated from the top
down as NI0-35, 1st; NI0-35, 2nd;
NI0-35,3rd; etc. Such superimposed
struct ures may be similar in form or
may differ radically. The implication
of the terminology is that they are at
the NI0-35 location on the site map.
The map designations, then, are actually ambiguous; each could identify
either a single structure or a superim52
posed series of structures.
In architectural developmcnts, if
later units do not totally conceal the
earlier ones that they have been built
over, it m ay be unclear whether they
should be designated as new structures or as additions. For the latter to
be appropriate it would be necesary
to consider that significant parts of
the earlier structure were intentionally exposed in order to maintain
its visible presence.
The additions and modifications
within a structure are identified by
letters following the structure designation. If NI0-35 is the only known
work of architecture on that spot,
and it has an addition, the modified
structure is designated NI0-35, B; the
primary (unmodified) structure is
NI0-35, A. The simple designation,
Nl0-35, disappears except as a map
or mound designation would be NI035, lstA; lstB : etc. These "A", "B"
designations for secondary changes to
a structure should be understood as
"levels of modification" rathcr than
as individual changes. Under lstB,
for example, would be include all
changes made directly to the primary
fabric. Changes made subsequently
to secondary features would constitute the "1 stC" structure; and so on
(c.f. Pendergast 1979, p. 30). There
may be reason to suspect that changes
made to a primary fabric were not all
done at the same time. But unless the
sequence can be demonstrated stratigraphically, it is better to include all
such features at the same leve! of modification and then separately present
the arguments for the inferred sequence of events. The inverse may
equally happen . For example, a building may possess secondary cordholders all of the same kind and probably all installed at the same time;
but sorne may be in primary walls
while others are in secondary walls.
Those in primary walls would be designated as features of the "B" leve!
modification while those in the secondary walls would be in "C" level. The
evidence for the suspicion that they
all represent the same event would have to be presented apart from the de-
signation . In this way, designations
reflect stratigraphy and remain at the
lowest leve! of interpretation .
It is obviously easier, and more objective, to simply designate a
"mound" and then identify all the features within it as "parts" of the
architectural entities that were most
meaningful to the ancient Maya.
Certainly the "mound" resulting
from fi nal collapse was not something intentionally contrived. If we
wish to develop an appreciation of
Maya architecture that reflects ancient t hinking it is quite important, I
feel, to isolate primary structrures as
a basis for study.
Once a structure has been defined,
the next problem is the identification
of its parts.
Mayor parts, or "components",
have thc quality of "wholeness" that
characterizes structures. Because of
the way they are formed it is easy to
imagine them existing separately as
whole structures t hemselves. At Tika!, such units have been identified
by the terms "Basal Platform" ,
"Pyramid", "Supplementary Platform" , "Building Platform", "Building", "Upper Storey", and "Roof
Comb". At other sites these terms are
applicable only to a limited extent
and at the same time we find new
units that have the essential quality of
"components" but do not fit any of
the Tikal definitions . This is particulary the case in the lower parts of
substructure components. Here it seems best to simply identify all substructures components as "platforms"
and to number them from lower to
upper within the structure and its modifications. Usually there is only one
"building" component, but structures with more than one "building"
are certainly known and in such case
the buildings would be numbered, but
probably not in any particular order.
A similar practice would apply to upper storeys and roof combs where a
single structure has more than one
such component. A completely
problematic feature that appears to
have the character of a component
but does not fit any known category
1
could be identified as a numbered
"unit".
The next level of designation concerns sub-components. lf componcnts have been defined correctly,
each will subsume a sct of subcomponents that are entirely contained by it and do not extend into
other components. This is the key criterion for definition of components
and it is in this respect particularly
that components resemble structures.
Sub-components are features such
as stairs, terraces, outsets, insets, rooms, walls, doorways, benches, tloors, windows, vents, cordholders,
vaults, upper zones, and fa~ade
sculptures. These can all be numbered
in separate series for each subcomponent category. The numbering
is best done randomly rather than in
sorne particular order that may fit
one structure type but probably will
not fit others. Sub-component numbers should tlow through structures
and their modifications. Each leve! of
modification should not start a new
series of sub-component numbers because duplicate designations could
arise; for example, "stair 1" could
appear in both "A" leve! and "B" leve! and referencing then becomes unnecessarily cumbersome.
For architectural analysis it seems
to be necessary to identify and num·
ber all components and sub·
components in every structure repor·
ted. But below the sub-component leve!, designation seems best left to the
circumstances of preservation and the
interestes of investigators. Each subcomponent contains "elements". For
example, stairs have treads and risers,
stair-side facings, and may have balustrades (or alfardas) and masks . All
of these have attributes of dimension
and form. To itemize all the known
elements and attributes that occur in
Maya architecture would be a monumental task beyond the scope of this
article. Most observation and measurement takes place at the "element"
leve!. But once a unique designation
has been established for subcomponents, it is fairly easy to reference elements and their attributes
l. Structure A-3, 1st. A, Lamanai. 2. Structure
A-3, 1st. B. 3. Structure A-3, 1st. D and F.
Drawings H Stanley Loten.
2
3
53
without actually numbering every
single element. This is not to suggest
that the "element" leve! is insignificant in analysis. Masonry characteristics, for example, are relatively meaningless if not keyed to specific elements. Interior wall facings typically
differ significantly in both dimension
and form, from exterior wall facings,
vault facings, upper zone facings,
terrace facings and stair masonry in
the same structure. Generally, in
architectural analysis, we are comparing attributes of elements and these
can be controlled through subcomponent designation.
These ideas and principies are
illustrated in Structure A-3 at Altún
Há . Excavation here revealed an
architectural development of two
structures; A-3, 1st, superimposed
over A-3 , 2nd. Excavation did not extend to bedrock and thcrefore it is entirely possible that other structures remain still undetected. Structure A-3,
2nd was encountered at only one remain still undetected. Structure A-3,
2nd was encountered at only one Iocation and in such a small excavation
that no details of its architectural organization are known except that it
was only about one half the height of
A-3, 1st.
Figure 1 shows Structure A-3,
lstA, the original version of the surface structure. Only two mayor components are actually known and both
are substructure platforms. The lower
component is designated as "Platform 1". It has two terraces and one
stair (Stair 1) that is partially inset into Terrace 2 (the upper terrace). Stair
1 is a sub-component of Platform l .
On top of Platform 1 is a second,
very low component designated as
"Platform 2". This very likely was a
Building-Platform but because the
small part exposed (on the central
axis) did not contain any visible trace
of walls no Building has been shown.
Figure 2 presents what is known
about Structure A-3, lstB- the "B"
level modification of lstA. Features
identified as "B" level are those that
directly abutt or overlie "A" level features. These include a transformation
54
of Stair 1 so that its upper part is
further outset to accomodate new
stair-side mask panels designated as
Outsets 1-4. The two original terraces
of Plataform 1 remained exposed at
the sides and rear. On top of Platform 1 a new platform component
(Platform 3) was built, entirely concealing Platform 2 and with its own stair
(Stair 2). This supports a third feature, Platform 4, a low platform that,
again, probably functioned as a
Building-Platform (again, there was
no visible trace of a Building). The
enigmatic feature on Platform 1 just
to the left of Stair 2 is designated as
Unit 4.
Structure A-3, lstC is not illustrated. The "C" -leve! modifications
were changes to the stairs that did not
significantly modify the appearance
of the structure.
Figure 3 shows the final state of
Structure A-3, 1st - as transformed
by the "D" and "F" leve! modifications. Level "D" includes a sccond
set of stair-side outsets (Outsets 5-8)
that concealed the mask panels on
Outsets 1-4. The two lower terraces at
the sides and rear of the substructure
are still those of the original A-3,
lstA, and can still be identified
simply as Terrace 1 and Terrace 2
(numbered from bottom to top). The
lower part of the stair is Stair 6, a
"C" level modification.
The substructure as a whole now
consists of two components, the original Platform 1 and an upper component formed by the "B" level Platform 3, a new "D" level Platform 5
overlying Platform 4 (also "B"
level), and a new stair (Stair 5) that
binds the two platforms together into
one component. A "C" leve! stair
modification intervenes between the
"B" leve! and "D" level features.
Finally we have a detectable building added as a "D" level modífication and appearing as the first building component in the architectural
development but very probably merely replacing earlier buildings that
had been demolished but whose traces were not encountered in excavation. The building appears from the
exterior to have front and rear subcomponents with the rear part standing on its own building-platform.
Though in reality no more than a basal moulding, this building-platform
qualifies as a separate component
even though there is no corresponding interior step-up (the interior has
five rooms in a plan arrangement that
does not reflect the exterior form at
all) - floors merely slope higher than
the front. The feature is obviously intended to appear as though a platform component exists, and it is this
quaiity that determines the classification of a feature as a component.
The "F" leve! modifications are
two small and indeterminable features beside the stair at plaza level. These are designated simply as Unit 1 and
2 (not visible in figure 3). Unit 2 has
steps and resembles an small podium.
The classification and identification of structures and parts outlined
above presupposes an approach to
architectural recording that focuses
on whole, individual works of architecture and presents them in plan,
section, and elevation. Without ¡,¡.
comprehensive set of drawings for
each structure, it is practically impossible to identify units in a way that facilitates very extensive comparative
analysis.
Ottawa, May 1985
REFERENCES
COE, W. R.
1%1
Tikal Report Number 5, University
Museum , University of Pennsylvania,
Phi l adelphia .
LOTEN, H. S., and David M. PENDERGAST
1984
A Lexicon for Maya Architecture,
Archaeology Mongraph 8, Royal
Ontario Museum, Toronto.
PENDERGAST, D. M.
Excavations al Altún Há, Belize,
1979
1964-1970, Volume 1, Royal Ontario Museum, Toronto.
EL JAGUAR DE CHICHÉN ITZÁ, UN MONUMENTO OLVIDADO
Daniel Schávelzon*
The author, once again, brings our attention to the importance oj an almost
forgotten document: the beautiful scu/pture oj a jaguar, discovered in 1875 by
Le Plongeon in Chichén /tzá, and today in the bodega oj the museum oj anthropology in Mérida.
Arriba: Detalle del jaguar. Foto Teoberto Maler.
Hace algún tiempo, revisando los
libros escritos por los viajeros y arqueólogos franceses que llegaron a
México en el siglo XIX', tuve la
sorpresa de encontrarme un monumento muy interesante, y al cual se le
ha dado muy poca importancia. Prácticamente podemos decir que está sumido en el olvido, pese al interés que
posee. Se trata del jaguar recostado
que Auguste y Alice Le Plongeon desenterraron en Chichén ltzá durante
sus excavaciones de 1875.
Se trata de una gran figura de
piedra tallada casi en bulto, que
muestra al animal recostado, con sus
patas delanteras delicadamente cruzadas una sobre la otra, y las traseras
simplemente apoyadas entre sí. La cabeza, por desgracia nunca encontrada
(tampoco nadie se ha molestado en
tratar de ubicarla), fue reemplazada
por Le Plongeon por otra de tipo
antropomorfo, la que si bien no
corresponde a la escultura, le venía
perfecto para su interés de descubrir
una verdadera Esfinge Americana2.
Sobre este tema y en base al jaguar
escribió un libro que desde su época
levantó una gran polémica, acerca de
los egipcios, fenicios y masones entre
los mayas antiguos. Poco después
dicho jaguar fue fotografiado por
Teobert Maler, pero ya sin la cabeza.
Actualmente ambas piezas están depositadas en el Museo de Mérida, en
la bodega y fuera de la vista del público visitante.
La característica principal de esta
escultura es su marcado naturalismo,
fuera del geometrismo tradicional
posclásico, Jo que sumado al propio
motivo, es decir al ser un jaguar recostado, la hacen una escultura única
hasta la fecha. Además, por su forma
está emparentado con algunos jaguares del Altiplano; concretamente
sabemos de tres de la cultura mexica
que pueden parecerse a él: el de la sala
homónima
del
Museo
de
Antropología en México, otro en el
Anahuacalli y un tercero en el Broaklin Museum3 . Al observarlos en
conjunto se notan rapidamente las similitudes y las diferencias, mostrando
que Jos cuatro podrían descansar juntos sin aparentes anomalías de grupo.
Por otra parte, no he podido encontrar ninguna escultura de animal
tolteca -lo que por su fecha debería
tener relación con el jaguar en
cuestión- que pueda asemejársele.
También debemos tomar en cuenta
que fue descubierta en la parte superior del Mausoleo 1, actualmente conocido como Plataforma de las
Águilas y Jaguares, con cuyos relieves
guarda marcadas semejanzas, en especial con el tratamiento de las
manchas de la piel. Por desgracia, al
ser reconstruido este edificio en
• Doctor en Arquitectura, UNAM. Director
de Investigación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de
Buenos Aires
55
19514, no se lo volvió a colocar en su
lugar, es decir empotrado en el piso
fundamental para entender la historia
de la lucha por la conservación del
superior, sino que se lo dejó abandonado, hasta que tiempo después fue
llevado a Mérida. En un siglo casi de
intemperie sufrió golpes y deterioros
de todo tipo.
El jaguar no es sólo importante por
todo esto, sino también por que su
descubrimiento, y del Chac-Mool
descubierto en la plataforma de su lado, fueron el centro de una gran polémica que duró hasta la década de
1920. Recordemos que Le Plongeon
causó gran revuelo con sus dos excavaciones en ese sitio, ya que fue el primero en postular la importancia del
trabajo de campo para luego poder
plantear cualquier tipo de teorías.
Por otra parte fue el primero en realizar análisis químicos de los restos orgánicos descubiertos, al igual que el
primero en realizar trabajos estratigráficos en la zona maya5. También
su ulterior enfrentamiento con el gobierno de México, al tratar de llevarse
a una exposición internacional el
Chac-Mool, es hoy en día un texto
patrimonio cultural de México6.
Pero el gran aporte de Le Plongeon
quedó tapado bajo sus propias teorías
acerca de la masonería, los egipcios y
los fenicios entre los mayas, así como
por el contenido esotérico que les dio
a sus propios descubrimientos. Eso
hizo que sus fotos y objetos quedaran
marginados de la arqueología oficial.
A tal grado que sólo Teobert Maler
volvió a tomar fotos de la escultura, y
el único que la utilizó en sus artículos
fue el incansable Eduard Seler7 en
1908.
Pero regresando a nuestro jaguar
en discusión, es importante mostrar
cómo la escultura maya tardía, sumatoria de esfuerzos tradicionales y foráneos, llegó a producir magníficos
ejemplos de lo que podemos llamar
casi escultura de bulto. El jaguar se
halla recostado sobre su pedestal, pero en forma independiente de él; si vemos el cuerpo y las extremidades, poseen una curvatura que, al continuarse detrás de la vertical, dan la sensa-
ción de que el animal se ha recostado
por un instante para descansar. Un
recurso naturalista, dinámico de marcada sensualidad , que por cierto es
bastante poco común en la plástica
del posclásico yucateco.
En conclusión, es posible que existan otras piezas semejantes, tanto en
el sitio como en la región en general,
cuyas características salgan del geometrismo tradicional, y cuyo estudio
abra nuevas posibilidades interpretativas del arte prehispánico. Si esta escultura es contemporánea del cercano Chac-Mool, sin duda que
muestran cánones formales totalmente diferentes. Y si no es de la misma
época, tenemos entonces un tema aún
más interesante para estudiar. Habría
sido muy interesante el que, cuando
se realizó la reconstrucción del basamento, en 1951 , se la hubiera vuelto a
su lugar original, empotrada en el piso, de tal forma que la capa de estuco
que lo cubría mostrara al jaguar como simplemente recostado sobre el
·suelo.
J
.¡
NOTAS
l. Daniel Schávelzon , Francia en la arqueologia de México: 1820-1914, en prensa,
CEMCA·UNAM, México .
2. Alice y Auguste Le Plongeon, Queen Moo
and the Egyptian Sphynx, edición del
autor, New York, 1896.
3. Ignacio Díaz Balerdi, El jaguar en la plástica del altiplano, tesis de maestría, UNAM,
México, 1984. Los jaguares en cuestión figuran bajo los números 22, 23 y 24.
4. Daniel Schávelzon, Teoría e historia de la
restauración en México: 1780-1980, tesis
doctoral, UNAM, México.
5. Lawrence Desmond, The excava/ion of Le
Plongeon of the Platform of Venus,
Chichén ltzá. 1883, ponencia presentada en
el Annual Meeting de la Society for American Archaeology, 1981.
6. Stephen Salisbury, Jr., Dr. Le Plongeon in
Yucatán: his account of discoveries, edición
del autor, Worcester, 1877.
7. Eduard Seler, "Die ruinen von Chichén ltzá in Yucatán" , Gesammelte Abhandlugen
zur Amerikanischen Sprach-und Altertumkunde, vol. 5, pp. 197-388, Akademische
Druck-u. Verlagsanstalt, Graz, 1961. Las
figuras del jaguar son los números 36-1 y
36-2 de dicha edición.
56
- ··...:
1. El jaguar recostado de Chichén Itzá fotografiado por su descubridor, Auguste Le Plongeon, con una cabeza que no corresponde (Le
Plongeon 1896: lám. 25). 2. Fotografía Lomada un poco más tarde por Teoberto Maler,
en la que la cabeza se halla arriba a la izquierda, sobre otras piedras provenientes de la misma zona (Seler 1908: fig. 36-2).
Agradecimiento
Para realizar este artículo nos fue de
enor me utilidad Lawrence Desmond, único especialista en la vida y
obra de Le Plongeon. Karl Herbert
Mayer ubicó la escultura en el museo
arqueológico de Mérida.
1
2
México, D.F., mayo de 1984
57
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1
1
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A
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Mui-Ch ic
A X'Corralche
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A
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Xkokoh
Kabah
A Coope ra tiva
A
A chac
A
Sayi l
A
A
Labna
X ca vil de Yax ch e
A
A
Sabacche
Huntichmul
Ba lche
A Kom
A Halal
A
C hunya xn ic
A
0
1
1. Map showi ng sites considered in this study.
Upper right: Left part of the main
58
fa~ade
of
2
1
Kiu ic
4
1
6
1
8
1
10K M.
1
Structure 1, West of the Governor's Palace at
Uxmal.
EARLY PUUC ARCHITECTURE:
BUILDINGS WITH " BROKEN" MEDIAL
MOULDINGS
(ARQUITECTURA DE ESTILO "PUUC TEMPRANO":
EDIFICIOS CON MOLDURA MEDIA "QUEBRADA")
George F. Andrews*
De entre el enorme caudal de edificios de estilo "Puuc temprano" que el
autor ha contribuido a investigar y catalogar, él mismo reúne aquí los 22 edificios conocidos hasta la fecha (dos de los cuales pertenecen más bien a la fase
transicional "Chenes-Puuc") cuyo rasgo común consiste en un marcado
"quiebre" de la moldura media usualmente en torno a alguna o algunas puertas, ya se trate de un vano simple o de una entrada provista de una o varias columnas.
In 1982 1 presented a paper entitled :
PUUC ARCHITECTURAL STYLES: A REASSESSMENT at a symposium on the Northern Maya
Lowlands. This paper was an
outgrowth of an earlier paper
(Andrews 1979) where the basic diagnostic features of the Early Puuc
architectural style were first described. The 1979 paper included sorne
eighteen Early Puuc buildings from
ten different sites while the 1982 paper included seventy-eight buildings
in this style from thirty-eight sites. By
June of 1984 the list of sites with one
or more buildings in the Early Puuc
style had grown to forty-four and
now includes over one hundred different structures, sorne of which were
later incorporated into larger complexes. There is no way of knowing how
many other Early Puuc buildings have now collapsed to the point where
they are no longer recognizable, but
the number of extant examples cited
above clearly indicates the importance of the Early Puuc style in relation
to the total output of the Puuc builders.
• Arquitecto, Profesor emérito de la Universidad de Oregon, Eugene.
Included in this larger set of Early
Puuc buildings are a group of twentytwo structures which can be distinguished from the rest by virtue of a
special architectural detail, in which
the medial moulding breaks up over
the doorway(s) below. 1 have used the
term "broken" moulding to describe
this unusual feature which is strictly
limited to the Early Puuc architectural style, since there are no known
examples (with two special exceptions) of similar broken mouldings on
Puuc buildings executed in either
earlier or later styles. Excluding the
two exceptions noted above, these
twenty-two buildings exhibit a remarkable leve! of consistency in terms of
conception and execution even
though there is considerable variety in
terms of overall building form and
certain decorative details. The rather
rigid adherance to a singular architectural concept as expressed in these
buildings suggests that the ideas embodied in the broken moulding had
sorne special significance beyond mere elaboration and this premise will be
considered in sorne detail la ter. The
buildings being considered are listed
below and their geographical distribution is shown in figure 1:
59
Balché
Chac
Chunyaxnic
Cooperativa
- Structure 3
- Structure 2
- Structure 1
- Group B, Structure 1
Halal - Acropolis, Seco nd
Level,
South Wing
Huntichmul- Building with
Hieroglyphic Inscription
Kabáh - Structure 1A5
Kiuic - Group 1, Structure 4
Kiuic - Group 3, Structure 2
Kom - Group B, Structure 1
Kom - Group e, Structure 1
Labná - Struct u re
1,
South Wing
1,
Labná - Structure
Second Level,
Room 50
Mol-Chic - Structure A
Sabacché - Structure 1
Sabacché - Stru ct u re 7
Building with
Lattice-work flying Far;:ade
Sayil - Structure 2Bl,
First Level, West
Wing
Sayil - Structure 3Cl
Uxmal - Temple of the
Columns
1,
Xcavil de Yaxché- Structure
Entrance
to
Room 8
For purposes of discussion these
buildings can be divided into th ree
main groups:
1) Small, single-room, temple-type
buildings with high roof combs or
"flying far;:ades" over the front walls.
2) Small to medium-sized, rangetype buildings with two to six rooms.
3) Range-type buildings, where the
spaces bounded by the broken mouldings, contain small, geometric decorative motifs, most of which are in
the form of diamonds and trapezoids.
2. Mul. Chic, Structure A. West fa~ade (restored) . 3. West side of roof comb. 4. Doorway
and broken moulding. View from above. S.
Chunyax nic, Structurc l. View from sout h. 6.
Sout h facad e (restored). 7. Detail of doorway
and broken medial moulding.
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6
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2
3
4
60
X'Corralché- Building with
Brok en Moulding
Xkokóh - Structure 1
Buildings with flying roof combs
The four buildings with roof combs
include Structure A at Mul-Chic,
Structure 1 at Chunyaxnic, Structure
1 at Sabacché and, as a special case,
Structure 7 at Sabacché.
Mul-Chic. Structure A at Mul-Chic
is a relatively small, one-room
temple-type building which was
completely encased at a later date by
a larger stepped pyramid which appears to be a late Classic structure.
Structure A is best known for the
polychrome mural paintings which
once graced its interior walls but here
we are more concerned with its architectural features which include a
simple rectangular base moulding,
plain lower wall zone, a single member, rectangular medial moulding
which breaks up over the central doorway, a plain upper wall zone with
no cornice moulding anda high, slotted roof comb which is set back
slightly from the face of the front
wall (fig. 2). The roof comb was divided into two sections by means of a
three member horizontal moulding
and the entire surface was covered
with stucco sculpture (fig. 3). The
stucco figures were painted and many
traces of bright colors can be found
on the surviving stucco surfaces.
While the space below the broken
moulding over the doorway appears
to have been undecorated (fig. 4), Piña Chan (1963), who excavated MulChic in 1961, reports that there were
two human figures and a deer modeled in stucco above the broken moulding.
5
Chunyaxnic. Structure 1 at Chunyaxnic is a very small, one-room
temple-type building with a high roof
comb over the front wall. It stands on
a low terrace on top of a very high hill
and the single doorway faces south
(fig. 5). The basic architectural features of the main fa~ade are the same as
those found in Structure A at MulChic except that the medial moulding
does not actually break up over the
doorway. Instead, a small portion of
the medial moulding just above the
doorway has been cut out, creating,
in effect, a broken moulding (fig. 6).
While the space created by the break
in the lower part of the medial moulding is so small it might be missed at
first glance, 1 would argue that this
minimal recognition is a truly sophisticated interpretation of the broken
moulding concept (fig. 7).
6ft
2m
6
7
Jh
o
lm
'-----
61
Sabacché. Structure 1 at Sabacché
is also a small, one-room temple-type
building with a high roof comb over
the front wall which stands on a low
platform. lts basic architectural features are essentialiy the same as the
two buildings described above but here the roof comb is actually an extension of the wall below, creating a kind
of "false front" (fig. 8). When first
seen by Maler in 1887, the roof comb
had already begun to collapse and by
1983 severa! additional piers had
fallen and the remaining sections are
in imminent danger of collapse since
it is now tipped back at an angle of
more than twelve degrees (fig. 9). The
single member medial moulding breaks up over the doorway in typical
fashion and there is a large projecting
stone just below the top of this moulding which once supported a stucco
sculpture (fig. 10). It can also be noted that there are many additional
projecting stones in both the upper
wall and roof combs which also supported stucco sculptures and a few
fragments of this sculpture can be seen in Maler's photograph taken in
1887 (fig. 11).
Sabacché. Structure 7 at Sabacché,
which is also known as the Temple
with the Lattice-work flying fa\;ade,
was first seen by John Lloyd Stephens
and Frederick Catherwood in 1841.
Catherwood's drawing (fig. 12), and
Maler's photograph (fig. 13), taken
sorne forty years later, both show a
small, one-room temple-type building
with a single member medial moulding which breaks up over the doorway below. While this build1ng also
carried a high, slotted roof comb over
the front wall with a three-member
horizontal moulding near the center
as in Structure A at Mul-Chic, the
piers between the slots are decorated
with lattice-work of the kind found
on late Classic Puuc buildings (fig.
14). The excellent classic Puuc stonework, which can be seen in both wall
facing and mouldings of Structure 7,
contrast sharply with the crudely worked slabs and irregular lines of the roof combs on Structure A at Mul-Chic
(fig. 3).
62
The classic Puuc details of the roof
comb are at odds with the Early Puuc
style details of the temple proper and
there are two possi ble explanations
for this anomaly. First, it is quite possible that Structure 7 is indeed a dassic Puuc building which is contemporary with other late classic Puuc buildings as found at Sabacché and elsewhere in the Puuc region. If so, we
would have to assume that Structure
7 reprcsents a kind of architectural
"conservatism", whcrein certain de-
tails from an earlier architectural
style continued to be used well beyond their normal lifespan. As an alternate explanation, it might be argued that the classic Puuc roof comb
was added at a later date to a typical
Early Puuc style building. Unfortunately, neither of these possibilities
can now be verified since both the
building and the roof comb have
now completely collapsed and there is
onky a shapeless mound of debris to
mark its former presence.
9
8
10
8. Sabacché, Structure l . East fa~ade
(restored). 9. View from north. 10. Detail of
east fa~ade . 11. Maler photo. 12. Sabacché,
Structure 7. Catherwood drawing. 13. Maler
photo. 14. Main far;:ade (restored). 15. Balché,
Structure 3, Group 3. North far;:ade (restored).
16. Central doorway, looking south .
11
13
12
14
Range-type Buildings
lncluded in this group are Structure
3, Group C at Balché, Structure 2 at
Chac, South Wing, Second Level of
the Acropolis at Halal, the Building
with the Hieroglyphic Inscription at
Huntichmul, Structure lAS at Kabáh, Structure 4, Group 1 at Kiuic,
the West Wing, First Level of the
Three Story Palace at Sayil, and as a
special case, Structure 1 at Xcavil de
Yaxché.
2m
15
10FT
L_L_'---L-'---L--------"
3 M.
16
Balché. Structure 3, Group 3 at
Balché is a five-room building with a
single-member, rectangular medial
moulding which breaks up over the
central doorway of the rooms on the
north side (fig. 15). As in many other
Early Puuc style buildings, the doorway to the central rooms has multiple
openings, formed by two round columns with square capitals . While
most of the broken medial moulding
has now fallen, a small piece of the
upper portion is still in place over the
left-hand column of the central doorway (fig. 16). The most unusual feature of this building is the twomember cornice moulding which is
not present in the vast majority of
other Early Puuc style buildings (fig.
15).
63
Chac. Structure 2 at Chac is a
small, three-room building with a
single doorway on the southwest side
(fig. 17). While the doorway has
collapsed, t he walls on both sides
include a portian of the singlemember medial moulding which broke up over the doorway below (fig .
18). The space created by the broken
moulding, though larger than average, appears to have been undecorated
(fig. 19). While there is nothing remarkable about this rather " standard" interpretation of the broken
moulding motif, it does illustrate clearly the effectiveness of the basic
architectural form .
Hala/. The Acropolis at Hala! is a
huge complex of structures which
includes rooms, terraces and courts
on at least three levels. The various
componcnts of this complex are
representcd by severa! different architectural styles, including the late dassic Puuc Mosaic style, but there are
earlier styles as well. At the southwest
comer of the second leve! of the acropolis is a relatively well preserved room with a single doorway facing west
onto a broad terrace (fig. 20). The
fa~ade of this room carried a singlemember, rectangular moulding which
breaks up over the doorway (fig. 21).
Pollock ( 1980) reports that a room
17. Chac , Structure 2. Southwest fa<;ade (restored) . 18. Southwest fa<;ade, showing bro ken
moulding . 19. Detail of broken moulding. 20.
Hala), Acro poli s. Moulding over doorway to
room at sout hwest corner, 2nd leve!. 21. Doorway with broken mould ing (restored). 22. Huntich mul, Buildin g with Hieroglyphic lnscription . Detail of west fa<;ade (restored). 24. Portio n of west fa.;ade. 25 . Kabáh , Struct ure IA5.
Remaining portion o f east fa<;ade. 26. East
fa<;ade (restored).
17
o
--
with a vault at right angles to the room with the broken moulding was
built against the sout h wall of the former at a later date. My notes say that
the construction technology employed in this room does not differ significantly from typical classic Puuc
technology, but the broken medial
moulding is clearly an Early Puuc feature, which has many counterparts
elsewhere in the Puuc regían.
1
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21
Huntichmul. T he Building with the
Hieroglyphic Inscription at Huntichmul appcars to represent the remains
of a building with rooms on two leveis, although the rooms on the upper
level have entirely collapsed (fig. 22).
Each of the three rooms on the lower
level on the west side includes a doorway with a broken medial moulding
above (fig. 23). The sculptured lintel
over the doorway to the central room,
shown in Pollock's earlier photograph (1980, fig. 585), has since been removed and the removal of this
lintel has led to furt her deterioration
of the western rooms, which are now
in imminent danger of complete
collapse (fig. 24).
The west fa<;:ade of this building
follows the pattern which can be seen
in the South Wing of the Palace at
Labná where there are also scparate
broken mouldings ovcr scvcral doorways in the same building (fig. 46). l
have not included this building in the
list of those with decorate areas below
the broken moulding although it can
be argued that the sculptured lintel
played the same decorative role as the
geometric designs in the other
examples.
Kabáh. Structure 1A5 at Kabáh is a
three-room, range-type building
22
which faces east. Thc central doorway, which is divided into two openings by means of a round column
with a square capital, is given added
emphasis by the single-member medial moulding which breaks up over
the doorway (fig. 25). The east fa~;adc
of Structure lAS is much like the
north fa<;:ade of Structure 3, Group
C. at Balché (fig. 15), except that here
there is no cornice moulding, which is
typically absent in most Early Puuc
structures (fig. 26). 1t should also be
noted that the upper wall is set back
severa! centimeters from the plane of
the lower wall, a detail which is also
typical for the Early Puuc style.
23
25
26
___________.
- · · · · -- · ·
L.LJ__LJ._j___
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3
L---'---'-----' "
l (ltS
27
Kiuíc. Structure 4, Group 1 at
Kiuic is particularly notewort hy as it
includes a very unusual variation. on
the broken medial moulding theme.
As can be seen in figure 27, there actually is no medial moulding; the upper wall projects out beyond the lower wall surface at the point where
the medial moulding normally occurs, dividing the fa~ade into the
usual lower and upper zones. The
projecting upper wall then breaks up
over the doorway below, creating the
same kind of "special" space created
by the broken medial moulding elsewhere (fig. 28). Unfortunately, the
fa~ade to the right of the doorway
shown here has now collapsed and
there is no way of knowing if this detail was repeated over the doorways
to other rooms.
Sayil. The West Wing, First Level,
of Structure 2B1 (Three Story Palace)
at Sayil was once a separate building,
and according to H.E.D. Pollock
(1980), the rooms in this wing represent severa) stages of construction.
The three western rooms are the oldest, the room with the doorway column was next, and the rooms to the
east represent a third stage (fig. 29).
While most of the south fa~ade of
these rooms has now collapsed (fig .
30), a small portian of the singlemember medial molding can be seen
over the westernmost room and there
is good reason to believe that this
moulding broke up over the two doorways with round columns as shown in
the reconstructed south fa~ade (fig.
29). The basic design here is _reminiscent of the main fa~ades of the South
Wíng of the Palace at Labná (fig. 46)
and the Building with the Hieroglyphic
Lintel at Huntichmul (fig. 22), both
of which include multiple broken medial mouldings over adjacent doorways.
Xcavil de Yaxché. Structure 1 at
Xcavil de Yaxché is a special case
which is not really a range-type building but has been included in this
group for purposes of discussion and
comparison. Strucure 1 is a mediumsized, two story structure with a bro-
66
27. Kiuic, Group 1, Structure 4. Portion of east
facade. 28. Doorway with broken "moulding"
(restored) . 29. Sayil, Structure 281. West
Wing, fir st level - south fapde (restored). 30.
Portion of south facade. 31. Xcavi l de Yaxché.
Structure l. Doorway to Room 8. 32. Xcavil de
Yaxché, Structure l. Doorway to Room 8 (restored ). 33. Cooperativa, Group B, Structure l.
West far;ade . 34. Cooperativa, Group B, Structure l . West fa¡;:ade (restored).
10fT.
'--o, •·
O
L..L_1L-L-2
29
30
ad stairway on the west side shich is
executed in the classic Puuc Mosaic
style (Andrews 1982). It has been
included in this study on t he basis of
an interior doorway on the lower leve!
which gives access to an adjacent room, and it can be noted in figure 31
that this doorway carries a broken
moulding just above the lintel which
is very similar to the broken medial
mouldings seen on the Early Puuc
style buildings elsewhere (fig. 32). In
contrast to Structure 7 at Sabacché,
where there is sorne question regarding the relative chronology of the
classic Puuc roof comb and the Early
Puuc style building below, the broken
moulding here seems to be purely an
anomaly, where an early Puuc feature
has been incorporated into an otherwise pure classic Mosaic style structure.
6ft
oL-__L-~------~2 m
32
Buildings with geometric decorative
elements
34
2m
As of May, 1984, ten Early Puuc
buildings have been identified which
carry sorne form of small, geometric
decorative motifs in the space marked
out by the broken medial moulding.
This group includes Structure 1,
Group B at Cooperativa, Structure 2,
Group 3 at Kiuic, Structure 1, Group
B at Ko m, Structure 1, Group C at
Kom, South Wing and Room 50, Second Leve! Structure 1 at Labná,
Structure 3Cl at Sayil, Temple of the
Columns at Uxmal, the Building with
the Broken Moulding at X'Corralché,
and Structure 1 at Xkokóh.
Cooperativa. Structure 1, Group B
at Cooperativa is a small, two-room
building which stands on a low terrace. The west far;ade of Room 1 carries
a broken medial moulding over the
doorway (fig. 33), and my notes say
that the space below this moulding
included geometric decorative elements, although these have now
fallen (fig. 34) . Other than the broken
moulding, there is nothing remarkable about this simple building whose architectural, decorative, and construcción features are typical of the
Early Puuc architectural style.
67
Kiuic. Structure 2, Group 3 at
Kom . Structure 1, Group 8 at Kom
Kom. Structure l, Group C at Kom
Kiuic is a three-room, range-type
building which appears to have had
is a six-room building which was
constructed in two phases. The first
is also a six-room, range-type building, although the rooms on the
an additional room on the east side
on an upper leve!. The main fa<;ade
faces west and of special interest is
the long, broken medial moulding
over the multiple doorways to the
central room which are formed by
two round columns with square capitals (fig. 35). The space created by the
broken moulding is partially filled
with two long rows of geometric elements, including a row of diamonds
below a row of horizontal trapezoids
(fig. 37). It can be noted that the trapezoids change direction near the center of the row where a vertical stone
has bcen inscrted (fig. 36). While the
upper moulding above the decorated
zone has now fallen, its earlier presence as shown in the restored elevation is clearly imprinted in the concrete core now exposed (fig. 35).
phase consisted of a three-room, Lshaped Early Puuc style building (fig.
38) and during the second phase three
more rooms were added on the east
side. This later addition, which has a
slo ping upper wall zone, includes a
typical classic Puuc four-member cornice moulding with a continuous row
of short colonnettes in the next to lowest member (fig . 39). The Early
Puuc section features a singlemember, rectangular medial moulding which breaks up over the three
doorways to the central room (fig.
40). Within the space formed by the
broken moulding are vertical rows of
diamonds over the doorways, and
vertical columns of triangles in between (fig. 41) .
south side have now collapsed. As
can be seen in figure 42, the singlemember medial mouldi ng breaks up
over the three doorways to the central
room on the north side, repeating the
basic scheme found in Structure 1,
Group 8 at the same site. In contrast,
however, the decorative elements below the broken moulding here consist
of small, geometric recessed panels
with a projecting stone in the center
(fig. 43). While this particular design
varies from the more usual rows of
diamonds and trapezoids, the simple
cross shape used here is consistent
with the general practice of relying on
geometric shapes for decorative purposes (fig. 44).
35
36
37
o
o
68
6ft
2m
38
35. Kiuic, Group 3, Structurc 2. Central doorway, east side. 36. Detail of decorat ive elements. 37. East fa~ade (restored). 38. Kom,
39
Group B, Structure l . Portion of west fa~ade.
39. Portion of Colonnette style addition. 40.
West fa~ade (restored). 41. Detail of west
40
42. Kom, Group C, Structure l. North
(restored). 43. Detail of recessed
"cross". 44. Portion of north fa~ade.
fa~ade.
fa~ade
41
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1
42
43
44
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·'":r"'
• t
Labná. The South Wing of Structure 1 at Labná is one of the best
known examples of this special group
of Early Puuc style buildings. While
it is commonky known a s the South
Wing of Structure 1, it is actually an
independent building which stands o n
a lower terrace at right angles to the
main set of rooms on the lower leve!
of this complex (fig. 45). The South
Wing includes an interesting variation
on the broken mo ulding theme since
the single-member medial moulding
breaks up independently over each of
the three central doorways but does
not break up over doorways of the
cnd rooms (fig. 46). Only the doorway to Room 4 carries any decoration
and the decorative elements consist of
a row of eleven double T -shapcd frets
just below the upper portian of the
moulding (fig. 47f T-shaped frets are
fai rly common decorative features on
many classic P uuc buildings but make
their firs t appearance in the Early
P uuc architect ural style.
Labná. Room 50, which is situated
on the second level of Structure 1 at
Labná, has now collapsed, but the
fo rmer existence of a broken medial
moulding over the multiple doorways
to this room is well documented in
drawings and photographs supplied
by early observers, including Mariscal
(1928) and Pollock (1980) . In this
example, the space below the broken
moulding is decorated with two vertical rows of trapezoids centered over
the round doorway columns below,
and each row of trapezoids is topped
off with a circular element (fig. 48).
Sayil. Structure 3C1 at Sé!yil is a
small, two-room Early Puuc building
to which two additional rooms were
added at a later date. As shown in figure 49, the doorway to Room 2 of
the Early P uuc section is enlivened
with a broken medial moulding above. Below the broken moulding is a
single row of trapezo ids which is
shown in restored fo rm in figure 50.
The front wall of the adjacent room
has now entirely collapsed and there
is no way of knowing if this same detail was repeated over the doorway to
this room .
70
45
45 . Labná, Str ucture l. South Wi ng, east
fa~ade . 46. East fa~ade (restored). 47. Detail o f
doorway to Room 4. 48. Labná, Structure l .
Second leve!, south fa~ad e of Room 50 (restored). 49. Sayil, Structure 3C I. Doorway to Ro-
om 2. SO. Doorway to Room 2 (restored). SI.
Uxmal, Temple o f the Columns. Northwest
fa~adc (rcstored). 52. X'Corralché, Buildi ng
wit h Rroken Moulding . Maler photo . 53. Portian of main facade (restored).
46
47
49
_ ____J___J'' :::c:::r:::t::l::l
L . ,_ _ __
'--L--'-__J.__
Uxmal. The Temple of the Columns at Uxmal is a three-room
range-type building which is very similar to Structure 2, Group 3 at
Kiuic, since it also had an additional
room on an upper level which has
now fallen. As is the case at Kiuic, the
large central room has multiple doorways formed by round doorway columns with square capitals, and the
single-member medial moulding breaks up over these doorways, forming
a long, narrow space. This space is
decorated with two long rows of geometric shapes, as in Structure 2,
Group 3 at Kiuic, but here the upper
row consists of slightly curved triangular forms while the lower row consists of small diamonds (fig. 51). The
overall similarity of these two buildings is unmistakable, both in terms
of general form and details, suggesting that they might well have come
from the same hand.
_
___J...
2m
51
53
o
2m
X'Corra/ché. The Building with the
Broken Moulding at X'Corralché is
known only from a photograph taken
by Teobert Maler in 1887. This photograph, which can be found in Vol.
III of the books of Maler photographs in the Carrillo y Ancona
library in Mérida, Yucatán, México,
was also published by Case (1910) but
labeled Xcanalchén. It is quite possible that Case's designation is correct
since 1 have been unable to locate this
building at X'Corralché and Maler's
notes on this site haye not yet been
published. Maler's photograph shows
a broken medial moulding over a doorway to a room in what is obviously
a larger series of rooms (fig. 52). The
space below this moulding is decorated with severa! blocks of diamonds
which are shown in restored form in
figure 53. The doorway below is divided into two openings by means of a
round doorway column with a square
capital, a typical Early Puuc feature.
71
Xkokóh. Structure 1 at Xkokóh,
which has recently been described in
sorne detail by Antonio Benavides
(1982), provides us with a slightly more complex version of the diamond
and trapezoid designs which we have
already seen in many other Early
Puuc buildings. Here the design below the broken medial moulding
includes sorne petal-like elements in
addition to the more usual diamonds
and trapezoids (fig . 54). Benavides
(1982) has already commented on the
similarity of the general configuration shown here to the Building with
the Broken Moulding at X'Corralché,
both of which include a single, round
column with a square capital in t he
doorway below the broken medial
moulding. Benavides' photograp h
(1982, fig . 1) shows that many of the
decorative elements had fallen between 1982 and 1984, when my photograph was taken (fig. 55) . The restored elevation of this doorway is incomplete since sorne parts of the desigo had already fallen prior to 1982
and I am uncertain as to the details in
the upper area above the petal-like
forms (fig. 56).
54
55
Summary and discussion
The group of Early Puuc buildings
enlivened with broken medial mouldings presented in the foregoing pages represents a significant portian of
the total number of Early Puuc buildings which have so far been identified (approximately 22 percent) . As a
group, they occupy a fairly compact
geographical area within the larger
Puuc archaeological region and this
restricted distribution suggests sorne
special ties among the sites where these un usual buildings occur. lt should
also be noted that this group includes
very large and importante sites such
as Uxmal, Sayil, Kabáh, and X'Corralché, as well as relatively minor sites such as Mul-Chic, Cooperativa,
and Chunyaxnic .
At the present time, I am not inclined to attach any deep-rooted symbolic significance to the use of broken
medial mouldings by the Early Puuc
builders. This position derives in part
from the fact that the deliberate
choice of very abstract geometric shapes as decorative elements in ten of
these buildings argues against the notion that they were intended to convey any complex "messages". On the
other hand, the broken medial mouldings are extremely effective architectural devices in terms of drawing attention to the doorways below, indicating that the rooms behind had some special significance beyond that
associated with any adjacent rooms.
This premise is reinforced by the fact
that in most cases, t he broken mouldings occur over the doorway(s) to a
central room, which is generally larger than the adjacent rooms and, in
eight cases, the broken mouldings occur over extra wide doorways with
multiple openings formed by round
doorway columns with square capi-
o
1
2
3
6ft
l____L_
56
54. Xkok ó h, Structurc l . Doorway with brokcn mo ulding. 55. Dctai l of decoration below
broken mo uldi ng. 56. Doorway to Room 1
(restored). 57. Santa Rosa Xtampa k, Cuartel.
Doo rway with broken medial mo ulding, north
range. 58. North range, East Wing (restored) .
59. Uxmal, Build ing 1, Wcst of Govcrnor's Palace, north fa~ade (restorcd).
72
J
tals. In short, the broken medial
mouldings, with or without geometric
decorative motifs, can be seen as a deliberate effort to draw the viewer's attention to what was considered to be
the principal room in the buildings in
which they occur.
While the use of broken medial
mouldings is essentially confined to
the Early Puuc architectural style, it
still found sorne favor at a later date
since there are two known examples
of classic Chenes style buildings with
broken medial moldings which are
believed to post-date the Early Puuc
examples. These are the North Building of the Cuartel at Santa Rosa
Xtampak (figs. 57 and 58) and Building 1 West of the Governor's Palace
at Uxmal (fig. 59). The latter building
has been briefly described by Pollock
(1970) who believed that it was a true
Chenes building , constructed at a time when Chenes peoples temporarily
held power at Uxmal. Paul Gendrop
(1983) has tentatively dated both of
these buildings at about A .D. 800
which suggests that the Chenes builders borrowed the idea of the broken
medial moulding from the Early Puuc
examples, since both Gendrop and 1
have tentatively dated the Early Puuc
style buildings to the period between
A.D. 650-770. Aside from the two
broken mouldings on classic Puuc
buildings and the two on classic Chenes buildings noted above, it seems
clear that the use of broken medial
mouldings was a relatively short-lived
local phenomenon which failed to
continue as a tradition during the
classic Puuc florescence.
Eugene, Oregon, June 1985
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73
l
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Miromor
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Punto M oreno
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Choncedrol
Santo Tomos
Lo ExpedltiOn, C1nco Monos
(or Los Grecos)
Castillo West
Aguado Grande
Niko Site
Visto Del Mor
Al Konob Site
Zuuk S111 ( or Jo non D )
Son F ronCISCO Cave
Scxbe Shrine 1
Socbe Shrine D
Soc:b• Shrin• m
l. Ubicación de El Caracol en la isla de Cozumel (plano modificado de Fridel y Sabloff
1984).
EL CARACOL DE COZUMEL:
UNA PEQUEÑA MARAVILLA DE LA ARQUITECTURA MAYA
Daniel Schávelzon*
l. 'lo
Emphasis is brought here on the importance oj a more ejfective preserva/ion
of monuments which, like the Caracol of Cozumel, possess a unique interest in
spite oj their modest dimensions.
La costa del Estado de Quintana
Roo se caracteriza, entre otras cosas,
por los llamados templos enanos,
contruidos por los mayas en tiempos
tardíos. Centenares de estos templos
cubren las orillas del continente al
igual que las islas cercanas; han sido
ampliamente difundidos y existe
bibliografía científica al respecto. Pero de todas formas quisiéramos destacar uno entre ellos: el pequeñ.o
templete denominado El Caracol,
ubicado en la isla de Cozumel.
Este edificio, que forma un grupo
de ruinas que más adelante describiremos, ha tomado diversos nombres: su
primer descubridor, Miguel Ángel
Fernández 1, lo llamó, creyéndolo ubicado en una isla pequeñ.a, Islote Celarain; más tarde fue denominado por
William Sanders como Punta Islote2 ,
y actualmente es conocido como Caracol, bautizado así por el edificio
principaJ3, por la expedición de la
Universidad de Harvard; tras los trabajos de David Freidel y Jeremy
Sabloff quedó numerado como C-14,
siendo El Caracol el edificio Cl-1.
Entre estos trabajos , muchos por
cierto para un sito tan pequeñ.o, debemos recordar la restauración que realizó el INAH a través del Centro Regional del Sureste en 1979. Nuestro
trabajo se llevó a cabo en agosto de
1984, con la colaboración de Jeff
Lachance.
En primer lugar, lo que más atrajo
nuestra atención hacia este edificio en
particular de Cozumel, es que nunca
había sido estudiado con detenimiento, pese a ser único por sus
características arquitectónicas: los
autores ya citados lo visitaron rápidamente, publicaron fotografías, y Fernández realizó dibujos poco fidedignos aunque buenos -teniendo en
cuenta lo difícil y penoso del viaje en
ese entonces. Hoy en día el camino
pasa por el medio del sitio, tocando
incluso la plataforma basal del
templo principal. A sólo cinco añ.os
de la restauración, su estado es
nuevamente calamitoso; continuaron
las excavaciones clandestinas en los
pisos, la rotura de estucos y, además,
los otros edificios del lugar están cubiertos totalmente por la vegetación.
Ha sido tan poca la atención que se le
prestó, que con sólo abrir un poco la
vegetación cercana, encontramos dos
edificios abovedados que nunca habían sido reportados, los Cl-4 y Cl-5.
• Doctor en Arquitectura, UNAM. Director de
Investigaciones de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos
Aires.
75
Como todos sabemos, la isla de
Cozumel es tal vez una de las zonas
mayas más estudiadas. La bibliografía citada, y en especial los trabajos
sobre patrones de asentamiento
publicados este mismo año por David
Freidel y Jeremy Sabloff, han aclarado la cronología, tipología arquitectónica y formas de asentamiento de
los antiguos mayas. Incluso, grupos
como San Gervasio han sido muy
bien restaurados y abiertos al turismo. El Cedral, también accesible hoy
en día, no ha sido restaurado y el estado de deterioro de sus edificios, en
especial del llamado La Cárcel, lo pone en inminente peligro . Hemos dedicado otro trabajo a éJS, que se va a
publicar en esta misma revista.
El grupo del Caracol se halla ubicado en el extremo sur de la isla, sobre
el camino de tierra que lleva hacia el
faro al final de la misma. Un poco al
oeste de él se hallan o tras ruinas denominadas Celarain I y Celarain II .
La distancia a los sitios más grandes,
como El Cedral, es en línea recta de
unos kilómetros, y a Buena Vista, de
5. El Caracol se encuentra tras un pequeño médano de arena, a unos 30
metros del mar, protegido por aquél
de los constantes vientos que hay en
ese lado de la isla. Por el otro lado, es
decir al oeste, los pantanos y zonas
inundadas se encuent ran a menos de
10 metros, creando así una faja de
tierra longitudinal, por lo que tomó
su nombre de islote.
El grupo está compuesto por el
templo principal (Cl -1), una construcción rectangular de 5 por 3
metros, cuyos muros se hallan en
buen estado de conservación, pero
desconocemos el tipo de techumbre
que tuvo por estar el escombro cubierto de arena. Tuvo dos entradas al
fre nte, y formaba el lado este de la
plaza posterior al edificio principal.
Del lado este existen los restos de otro
edificio grande, en forma de un
amontonamiento de escombro cubierto por la arena del médano. Las
piedras que están a la vista son de varios tipos: hay algunos sillares escuadrados, piedras de bóvedas talladas y piedras irregulares de relleno;
76
2
3
también hay fragmentos de estuco
adheridos a ellas (edificio Cl-4).
Otros restos indican la posible existencia de otro edificio cercano al Caracol, también con restos de bóvedas,
pero qu e actualmente está muy
destruido (Cl -5).
El edificio 2 posee la particularidad
de tener unos agujeros rectangulares
que atraviesan casi todo el muro en
tres de sus paredes, como puede verse
en los dibujos. Esto lo hemos interpretado como los restos de un posible techo plano, sostenido por vigas
de madera colocadas según se indica
en el plano, contrastando así con los
demás edificios del grupo , que tienen
-o muestran evidencias de haber
tenido- bóvedas en la cubierta. La
hechura de este edificio es también
irregular, al igual que El Caracol; está
realizado con piedras burdas en su
mayoría, cubiertas por una gruesa capa de estuco, la que en Jos ángulos interiores toma una forma curva.
El resto del conjunto lo conforma
un pequeño grupo de piedras grandes
e irregulares ubicado en el lado norte
del grupo, que quizás haya sido un
pequeño altar, tal como lo pensó Fernández. Según él mismo , en el centro
de la plaza había una "pifia", esto es
una escultura de estuco pequeña con
protuberancias a sus lados; en Jos últimos años hemos sabido de ellos que
son un rasgo común a la arquitect ura
de la costa de Q ui ntana Roo6. Actualmente nada queda de este altar, ni siquiera una marca en el suelo, por Jo
menos a la distancia que Fernández lo
ubica. En cambio queda un círculo en
estuco, que marca que puede haber
existido algo semejante, en el centro
del escalón inferior del lado noroeste
de la plataforma del Caracol. Quizás
Fernández, con el apuro y la densa
vegetación que cubría el edificio- y
que le im pid ió ver las otras
construcciones-, equivocó las distancias.
El Caracol
El edificio en su forma actual es el
resultado de dos épocas constructivas
diferentes, de tal forma que el pequefto templete original quedó envuelto por tres lados por una construcción más grande, aunque similar.
Las describiremos una por una.
PLANTA CE CON..JUNTO =
=
O
5
1
....
r;:;¡
1
2
3
4
Sm.
4
Primera época constructiva: en origen, los mayas realizaron un templo
de planta cuadrada de unos 2.50
metros de lado, con bóveda en el
techo y cuatro puertas, todo ello
sobre una plataforma baja. La bóveda posee, en los arranques de los lados más largos, sendos morillos de
madera -ahora desaparecidos- ,
que ayudaban a sostener la construcción . La altura máxima fue de unos
1.20 metros y las puertas medían 78
centímetros de alto. Fue reestucado
en varias oportunidades, ya que pudimos contar hasta diez capas superpuestas. En sus fachadas, una cornisa
corría a Jo largo de los cuatro lados, y
estaba compuesta por dos partes.
Una moldura a mitad del edificio
completaba la ornamentación. Esto
quiere decir que se trataba de otro
templo miniatura típico de la región,
con una construcción simple y de poca calidad, ya que los perfiles, ángulos y puertas no estaban a escuadra;
por el contrario, es una arquitectura
que muestra o muc ha rapidez de ejecución o un descuido notable por parte de sus constructores. En ese sentido
se emparenta con otras obras similares, como las de Tulum o Tancáh, por
citar las más conocidas 7 •
carreteora
O
1
2
3
4
5m
EL CAI<ACOL
~
1_ EL CAfl.fiCOL
2_ EDifiCIO 2
3_ POS!Bl[ ALTNl
4_ EDIFICIO 3
5- EDIFICIO 4
2. El Caracol. Vista desde el sur de la fac hada
principal. Foto Vistacolor. 3. Fachada princi·
pal : puede apreciarse el remate, un goterón y
las juntas que muestran las dos épocas cons·
truidas del edificio. 4. Planta de conjunto. S.
Plan ta arquitectón ica .
77
Segunda época constructiva: para agrandar este templo se procedió,
tiempo más tarde, a rodearlo por tres
lados por una nueva galería un poco
más alta (1.47 metros en total), también con puertas a cada lado, pero haciendo que és tas coincidieran con los
ejes de las que entonces quedaron como interiores, haciendo que el edificio tuviera una imagen asimétrica. Se
agrandó la plataforma exterior en
forma bastante irregular, y en el interior se dejaron las viejas fachadas a la
vista, para colocar grandes lajas de
piedra en el techo, de tal fo rma que
con la incli nación de las piedras saledizas del nuevo edificio, quedara una
bóveda muy rústica en el interior de la
galería exterior. E n reali dad no es siquiera una bóveda maya por saledizo,
sino sólo media bóveda. Por fuera, la
fac hada vieja quedó a la vista en ellado oeste, aunque flanqueada por los
segmentos nuevos de muro, que poseen sólo la cornisa superior, ahora de
tres partes. Se modificó la cornisa del
edificio viejo agregándole el remate
-para que quedaran de la misma altura los dos edificios-, y se le colocaron varios desagües pluviales que,
entre los mayas, so n un rasgo sumamente raro.
Sobre el techo se construyó un pequeño edículo cuadrado, muy bajo
- de 50 centímetros de alto- con
cuatro aberturas, y un agujero en el
techo. Encima se construyó una
concha marina de gran tamaño, decorada con cuatro hileras de caracoles
empotrados, hueca po r dentro y comunicada con el agujero del techo del
pequeño edículo en cuestión. Actualmente está rota a la mitad de la altura, pero según Fernández estaba
completa en la época de su visita. El
techo está decorado con puntas de
flecha, es decir piedras delgadas y altas empotradas - de las cuales sólo
queda una de ellas-, que le dan una
imagen de almenas de fortaleza. En
esto es semejante a otros edificios de
Cozumel, como Janán l(C8-2) .
Las puertas de la segunda época
son más altas y poseen un rehundímiento en el dintel, rasgo común para
78
1. ~
6
E
EDIFICIO 1 / f;:¡ch;:¡d;:¡ oeste
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10
~:...-
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! .,-1 ;
·-
la región. Todo el edificio está hundido en varias partes, sus pisos interiores rotos, y pese a haber sido restaurado en 1979, los deterioros son
notables, en especial en lo que tiene
que ver con fisuras y desprendimientos. Existen restos de pigmentos de
colores, y por lo menos quedan restos
de dos glifos pintados de rojo en una
de sus fachadas , aunque ya están muy
deslavados y casi irreconocibles.
Hay que destacar las grandes irregularidades que se aprecian en esta
construcción y que son observables a
simple vista. Además de los defectos
producidos por temblores y las fig uras causadas por desprendimientos
entre los techos y muros del edificio
más viejo al más nuevo, puede verse
que no hubo un cuidado especial en el
edificio, sobre todo en la segunda
época. Por ejemplo, cuando la plataforma fue ampliada, quedó con una
extensión de 30 centímetros de un lado y 60 del otro. Estas irregularidades, difíciles de relevar, las hemos
simplificado en los dibujos.
En cuanto a su posible función, es
evidente que todo el grupo cumplía
un papel de tipo religioso, emparentado con el culto al viento, lo que queda
sefialado por las cuatro puertas del
templo , sistema respetado en la
ampliación, y su reproducción en la
parte superior. Por su parte, el gran
caracol, incrustado de otros pequefios
que silban cuando sopla el viento,
puede remarcar esta hipótesis.
11
6. El Caracol edificio 1). Fachada y planta (reconstitución). Modificado de Fernández 1945.
7. Frente actual con sus deterioros. 8. Foto del
remate superior. 9. Edi ficio 2. Muro posterior.
Se observa n tres agujeros para las vigas del
techo, posiblemente plano . 10. El CaracoL
Corte longit udi naL 11. Cort e transversaL 12.
Detalle del remate superior, según Ferná ndez
1945.
79
Existe otro elemento a tener en
cuenta: cerca del extremo norte de la
isla, a una distancia aproximadamente simi lar a la del Caracol, existe o tro
edificio - el único conocido- que repite la planta de este primero, aunque
no los detalles. Es factible que después de haber construido el mayor de
ellos, es decir el C25-38, también conocido por La Expedició n Cinco Manos o Las Grecas, se haya ampliado el
Caracol para tener un tamaño similar
y una función emparentada. También
cerca del C25-8 se halla otro templo,
el C8-2, que si bien posee una plan ta
diferente, tiene en su techo las puntas
de flechas de que habláramos antes.
Para terminar, quisiera destacar la
importancia de estas pequeñas maravillas de la arquitectura maya, que
aunque no tengan la grandiosidad de
Tikal o Palenque, no por ello deben
quedar abandonadas y olvidadas por
el especialista. Cuando podamos llegar a tener descripciones y estudios
sistemáticos de ellas, habremos avanzado notablemente en el conocimiento in tegral del pasado prchispánico .
Buenos Aires, febrero de 1985
13
14
15
muro
caído
escombro
1
1
1
:
____ l___ l_
- - --7)
nrvel prso
y __
EDIFICIO 2 /corlemuro
EDIFICIO 2
/ ple~nta
13. El Caracol. Vista interior. Puede apreciarse
la bóveda formada por un muro en sa led izo, la
antigua fachada (con sus molduras) del edificio
viej o, y grandes losas que cierran la bóveda.
80
o
9:)100
200cm.
14. Edificio 2. Planta. 15. Corte AA ' . 16. Restos del edificio 3. 17. Piedras de la bóveda del
edificio 4.
o
so
100
NOTAS
...
'""'·
16
17
l. Miguel Angel Fernández, "Exploraciones
arqueológicas en la Isla de Cozumel, Quintana Roo", Anales del INAH, vol. l, 4a.
época, pp . 107-120, México, 1945 .
2. William Sanders, "Ceramic and settlement
patterns in Quintana Roo", Contribulions
10 American Antropology and History, no.
60, pp. 155-264, Carnegie lnstitution,
Washington, 1960; y "An archaeological
reconnaissance o f northern Quintana
Roo", Curren/ Reporls no. 24, Carnegie
Jnstitution, Washington, 1955.
3. Jeremy Sabloff y W. Rathje, Changing precolumbian commercial systems: /he 1972-3
seasons al Cozumel, Mexico, Peabody Museum, Cambridge, 1975 .
4. David Freidel y Jeremy Sabloff, Cozumel,
late Maya se/1/ement pallerns, Academic
Press, New York , 1984.
5. Daniel Schávelzon, "La Cárcel de El
Cedral, un extraño edificio maya en Cozumel", Cuadernos de Arquitectura Mesoamericana No. 6 (en vía de publicación).
6. Este tipo de escultura exenta es común en la
región. Ha sido encontrada en Xcaret, Xaac, Tulum, Akumal y Cozumel. Fue reportada por primera vez por John L. Stephens
y el estudio actual más detallado es el de
Edward Wyllys And rews IV, "A preliminary study of the ruins of Xcaret, Quintana
Roo, Mcxico", Middle American Research
Records, Publ. 40, New Orleans, 1975. En
la estructura 43 de Tulum también fueron
descubiertos en la parte superior del techo.
7. El estudio cerámico de Williams Sanders
nos permite situar el edificio dentro de una
secuencia histórica . Sanders encontró en
una trinchera en el sitio, cerámi cas del
Período Tulu m y del Período del Complejo
del Grupo B (de Tancáh), por lo cual puede
pensarse que El Caracol fue construido durante el período previo a la llegada de los españoles o co ntemporáneamente a ello .
Quizás esas dos fases coincidan con las dos
épocas de construcción del edificio.
81
; - - _; •
"7"~-
-_ .
SEMBLANZA
TEOBERT MALER: AN EARLY
EXPLORER OF CLASSIC MAYA
ARCHITECTURE
Introduction
Left: Inner room of Structure 50-52, in the
Central Acropolis of Tikal. Photograph by
Teobert Maler.
Two of earliest and most importan! pioneers
in the exploration of the remains of the Classic
Maya culture, particularly in the investigation
of Precolumbian architecture, had two things
in common: both were former army officers
and both were Austrian citizens.
The first explorer was Guillermo Dupaix,
who was ordered by Charles IV of Spain to investigate antiquities and archaelogical sites in
Mexico. The retired officer of the Austrian
dragoons also visited the famous Maya ruins of
Palenque in Chiapas. The results of the archaelogical work undertaken by Captain Dupaix
from 1805 to 1808 did not appear until 1834 in
París. Two volumes were published under the
title Antiquités Mexicaines; printed in a limited
and expensive edition, they contain the first
signifi can! drawings of Precolumbian Maya
architecture which give them a special position
in the history of the exploration of the ancient
Maya culture.
The second Austrian officer was Teobert
Maler, who had traveled to Mexico in 1865
with Emperor Maximiliam and Iater devoted
himself to Mesoamerican archaeology, ethnology, ethnohistory and linguistics , after ending
his career in the army. For decades he traveled
through the present-day countries of Mexico,
Belize, and Guatemala, and is the disvoverer of
a multitude of ruins in the Maya area, which
were his main interest. Due to his architectural
education, he produced meticulously drawn
plans and maps, and his mastery of photography, which at that time was a relatively
new invention, brought new dimensions into
Maya archaeology and into the science of Americanistics as a whole at the turn of the century.
Many of Maler' s reports, plans, drawings
and photograph s were published in the past
century and the early 20th century. However,
almost 70 years after his death, numerous manuscripts, field notes, drawings and photographs ha ve yet to be evaluated or published.
A brief description of the life and achievements with regard to Maya architect ure of this
pioneer of Mesoamerican archaeology follow s;
his publis hed work will be mentioned and particular attention will be paid to his unpublished
scientific legacy. This legacy, scattered today
throughout the world , consists of a tremendous
wealth of unpublis hed material, which is predominantly the result of his exploratory travels
in southeastern Mexico, in the Puuc, Chenes,
and the Río Bec archaeological regions, in the
(TEOBERTO MALER, UNO DE
LOS PRIMEROS EXPLORADORES DE LA ARQUITECTURA
CLÁSICA MAYA)
present-day Mexican states of Campeche, Yucatán, and Quintana Roo . A small part of this
as yet unpublished material will be presented
here for the first time (figs. 10-12, 14, 15).
The Life of Teobert Maler
Teobert Maler was born on the 12th of January, 1842, in the Palazzo Rospigliosi in Rome (fig. 1), the son of German parents. His
father, Friedrich Maler, was a retired major
and appointed chargé d'affaires to the Vatican
in 1833 by Grandduke Leopold of Baden ; in
1839 he married Wilhelmine Schwarz (18191843), who accompanied him to Rome.
Friedrich and Wilhelmine Maler also had a second child, a daughter Edwina, born in Rome
in 1840; she died in Linz, Austria, in 1871.
When Teobert Maler was just over one year
old, his mother, who was born in Württemberg, died on a journey home from Ita! y. His
father acquired a house in Baden-Baden, in
Southern Germany, and Teobert spent his
youth there .
After completing the H6here Bürgerschule in
Baden-Baden in 1857, Maler attended the Polytechnikum in Karlsruhe (1857-1862), where he
studied architecture and engi neering. In 1862,
at the age of 20, he left Baden-Baden and moved to Vienna, Austria, where he was employed
as an architect and later he became a naturalized Austrian citizen.
When the Austrian Archduke Maximilian
became Emperor of Mexico, Maler decided to
go to Middle America and joined the Fi rst
Pioneer Company of the Imperial Mexican
Corps as a cadet. In 1864, the 22 year old volunteer soldier was in Ljubljana and later embarked on the transport vessel Bolivian in
Triest. The ship sailed from Europe with more
than 1100 soldiers on board and anchored in
Veracruz, Mexico, on the 30th of December,
1864. During the next eighteen months Maler
was active in almost all fights of the Austrian
volunteer force, until this unit was disbanded
as a result of French intervention. Maler had
been promoted to the rank of second lieutenant
and then joined the Imperial Mexi can Army as
a captain ; he served in the 18th Infantery Batalli on, a unit composed of equal numbers of
Austrians and Mexicans. When the capital of
Mexico surrendered in 1867 and Emperor Maximiliam was executed, the Austrian military
intervention in Mexico carne to an end and Maler's military career termi nated simultaneously.
83
While still a soldier, Malcr showed great interest in the Mexican Indians and compiled vocabularies of the Zapotec and Totonac languages. This fasci nation, triggered by lndian
Mexico, persuaded Maler to remain in Mexico
and he traveled through large arcas of the republic. In 1874, he visited Guerrero and Oaxaca and his earliest photographs of Mexican antiquities and of Mexican lndians date fro m this
year. In the followi ng year he traveled to the
ruins of Mitla in Oaxaca, where he too k numerous photographs of this important archaeological site. In 1876 he described the discovery of
an ancient tomb in Tehuantepec, Oaxaca, where gold objects had been uncovered. He was
able to purchase two of the items and la ter presented thcm to thc museum in Berlí n.
One year latcr Maler journcycd from
Tchuantepec to the Maya region. From the end
of June until the middle of August 1877 he paid
three visits to the Maya ruins of Palenque in
the rain forest of Chiapas. Hcre he took his
first photographs of Prccolumbian Maya
architecture, made detailed reports, sketc hed
str uctures and stone bas-reliefs and later
published two essays on this first expedition to
Palenq ue, both of which appeared in Paris
(Maler 1879; 1885).
His architectural survey in the Maya regi on
which had only just begun, was interrupted by
the demisc of his father in 1875 in Venicc. As
the Prussian State had confiscated the family's
considerable posscssions and a legal dispute
had arisen, Maler, as the sol e hei r, decided to
return to Europe in arder to settle this matter.
Having spent 13 years in Mexico, Maler left
San Cristóbal de Las Casas in the highlands of
Chiapas, embarked on a ship in Veracruz and
returncd to the European continent. He traveled first to París, then to Baden-Baden and
Vienna, and spent the winter of 1879-1880 in
París, as the authorities in Berlin had not yet
reached a positive settlement concerning his
claim to the inheritance. In 188 1 he visited lstanbul, the Caucasus, Armenia, and spend two
further years in Europe. Finally, his claim was
recognized. In 1884 he returned to Mexico and
settled in Yucatan in order to continue his extensive and ambition project: the systematic
exploration of the monumental remains of thc
lost Maya culture.
In the course of the next nine years, 18861894, the energetic and indefatigable explorer
succeeded in discovering, re-di scovering and
documenting about one-hundred archaeological zones of different size on the península of
Yucatan . This pioneering work involved unimaginab le end urance and sacrifices and resulted in an impressive body of information.
Maler, who called himself an Austrian Scholar, changed his Chistian name to "Teoberto"
and his meticulous drawings and excellent photographs fr om this time bear almost exclusivcly
his signature "Teoberto Maler".
His great success caused the Peabody Museum of Harvard Universit y in Cambridge,
Massachusetts, to request him to conduct seve-
84
ral expeditions, which led hi m to other remote
parts of the Maya arca: to Chiapas, Mexico, to
the Department of El Petén in Guatemala and
to present-day Belize. Mal er headed a total of
three successful explo rations, finan ced by the
Pcabody Museum . During his long, hard and
difficult travels, he was only accompanied by
natives.
The first expedition for Harvard University
took place in 1898, the sccond fro m 1899-1900
and the third from 1904-1905; the latter !asted
for a total of 21 months.
Maler also carried out archaeological explorations outside the Maya area; for example in
the winter 1902-1903 he visited the ruins of
Castillo de Teayo in Veracruz, where he photographed the main structure and the numerous stone sculptures of this site in dctail.
The third Peabody Musseum expedition in
1905 signalled thc end of his association with
this institution and, for financia! reasons, his
active research of Mesoamerican archaeology and
architecture. At this point Maler was 63 years old.
In 1910 he participated in the XVIIth lnternational Congress of Americanists in London.
After the congress, he traveled to París and lcft
Europe once again to return to his beloved Mexico and to the land of the Maya.
lmpoverished, lonely, embittered and suffering from chronic enteritis, the Austrian Mayanist spent his last year in the house of Gerardo
Manzanilla Montore in Mérida, Yucatán, and
died there in the a fter noon of November 22nd
1917, shortly before his 76th birthday . The
next day he was buried in the Cementerio General in Mérida.
The following text in reported to have been
engraved on his tombstone: "Los restos mortales de Teobert Maler descansan en la tierra del
'país de Jos fa isanes y los ciervos' que tanto
amara y que llegó a ser para él una segunda
patria." (Echánove 1974: 137).
Maler never married and there is no record
of any offspring.
Few personal mementos exist of this great
Austrian explorer and only a handful of
portraits of him ha ve survived and less ha ve been plublished. At the end of the 1920s a. drawing of Maler in profile was in the possession
of Juan C lasing, the executor of his estate; it
depicts Maler when he was allegedly 12 years of
age (Maler 1971, PI. 11, 8). A portrait photograph of Maler in uniform, on which he is
possibly 26 years old, was in a prívate collection in Mexico City (Echánove 1974:1 46, PI ,
3), and a photograph of hi m, taken when he
was about 50, was published by Andree
(1895 :245 ; see also fig. 2), Kutscher (in Maler
197 1, P I. 1) and Echánove (1974: 147, PI. 5).
From the end of May until the beginning of
June 1895, and from the beginning of August
until the middle of November 1904 Maler investigated and mapped the large ruins of Ti kal
in Guatemala and during these visits he lived in
a well-preserved two-story building, wh ich he
also used as a darkroom to develop his photographs. For this reason thi s structure is ter-
med "Maler's Palace" (today St ructure 50-65)
and on the lintel of one of the doorways of this
structure a graffito scratched by Maler on the
white stucco cover is still clearly visible. Jt reads: "Teoberto Maler 1895-1904" (fig. 3).
An earlier graffito by Maler in a Maya ruin is
to be fou nd in Structure 2A l in Kabáh, Yucatán (Pollock 1980: 167) which reads: "Teoberto
Maler, Febrero 1887" .
Shortly after Maler's death a bust o f limestone was erected in his honor in Mérida, which is
presently on exhibit in the Museo Regional de
Antropología in the capital of Yucatán (fig. 4);
both Leopoldo Tommasi López (Echánove
1974:72) and Enrique Gottdiener (Bcnavides
1981 :1 1) ha ve been named as the sculptor of
this monument.
Biographical references concerning Maler
have been published by Richard Andree (1885),
Gerdt Kutscher (in Maler 1944; 1971), and
Carlos Echánove Trujillo (1974); a n exhaustive
description of Maler's life, however, has yet to
be written. His autobiographical manuscripts,
in the archives o f institutions in Berlín and
Hamburg, are as yet unp ublished.
The published work of Teobert Maler
Maler had manifold interests; here, only material relating to his domumentation of Precolumbian architecture in the Maya arca will be
bricfly considere d. With regard to
bibliographical data on this topic, the reader
should consult Kutscher's listings (in Maler
1971).
Maler's published work can basically be divided into two categories:
1)
Publications, originally written in
Gcrman and Spanish and partially
translated into other Janguages, which
are based on his earlier, indepcndently
cxecuted explorations and primarily
published in scientific journals in Europe, and
2) Publications, wh ich were edited by the
Peabody Museum, and which relate to
his later exploratory journeys, carried
out under the auspices of this North
American institution.
The first category includes his reports on the
Maya ruins of Palenque, which appeared in the
French journals La Nature (1879) and Revue
d'Ethnographie (1885), and reports in three issues of the German journal Globus (Maler
1895a, b; 1902b), comprising abbreviated and
altered parts from his three-volume manuscript
Península Yucatán . In the first mentioned issue
of Globus the following six sites are dealt with:
Chunyaxnic, Sabacché, El Tabasquei'lo, Chacmu ltún , Hu ntichmull , Dsibiltún, and Sayil. In
the second issue five ruins are described and
illustrated : Hochob, Chichén ltzá, Nocuchich,
Dsecilná, and Kancabc hén . In the third issue, a
double- issue of the Globus, nineteen sites wcre
recorded : Chacbolai, Chacmultún, lchpich,
2
1. Teobert Maler's birthplace, the Palazzo Rospigliosi in Rome. Photograph by Ekkehard
Weber, 1984. 2. A portrait of Maler, photographed before !895 (after Andree
1895 :245) . 3. Graffito by Teobert Maler in
"Maler's Palace", Structure 50-65, Tikal, El
Petén, Guatemala. P hotograph by Karl Herbert Mayer, 1984. 4. A limestone bust of Teobert Maler in a hall of the Museo Regional de
Antropología in the Palacio Cantón, Mérida,
Yucatán. México. Photograph by Karl Herbert
Mayer, 1982.
3
4
85
Xcalumkín, Maler-Xlabpak, Xcavíl de Yaxché,
Yaxché-XIabpak, Xcu loc, Chunhuhub, Xpostán, Almuchíl, Xkalupococh, ltsímté, Tantáh,
El Recreo, Yakal-Chuk, Xlabpak de Santa Rosa, Dsehkabtún, and Dsíbiltún.
In 1932 a report in Spanish about Chichén ltzá and Cobá was published posthumously; it
was re-published by Kutscher in 1944. In reference to Cobá, it is importan! to point out that
this large ceremonial center in Quintana Roo
was discovered by an expedition of the Carnegie Instítutíon of Washington in 1926 and ít
was not recognízed untíl much later that Maler
had been therc 35 years earlíer, namely in September 1891 (Thompson et al. 1932:8-9), and
that the Austrian explorer must be regarded as
the actual scíentífíc díscovcrer of thís Maya site.
Thanks to Gerdt Kutscher, sorne material
published earlíer by the Peabody Museum was
re-publíshed in an unabbrevíated form, uncorrected plans were edíted to the size of the
orígínals, and hítherto unpublíshed material
were issued, íncludíng four unknown plans and
descriptions of Uxmal and Chuncatsín in the
Puuc-Zone, and El Meco and Isla Mujeres in
the East-Coast-Zone (Maler 1971).
The second category of publícations includes
the results of the three expeditíons conducted
by Maler for the Peabody Museum. These results were publíshed in síx parts. The original
text s were written by Maler in German; later
they were tran slated and published in English,
whereby signi fi can! passages were often omíttcd (ej. Mayer 1981b:2). Several translations
cannot be considered optimum.
T he first part of the expedition reports
published by the Peabody Museum, edíted in
an exemplary manner as the following parts,
deals wíth síx sites in the Usumacinta River
area and the Selva Lacandona (Maler 1901): La
Reforma, Chinikihá, Xupá, Pethá, and
Piedras Negras.
The second part of the series (Maler 1903) reports on eight archaeological sites in the Usumacinta River area: El Cayo, Budsilhá, La
Mar, El Chile, Anaité 11, El Chicozapote,
Yaxchi1án, and San Lorenzo.
The third part describes his explorations of
four sites in Guatemala: Altar de Sacrificios,
Seibal, ltsimté-Sacluc, and Can kuén (Maler
1908a).
The fourth part treats four sites (Ma1er
1908b): Topoxté, Yaxhá and Naranjo in
Guatemala, and Benque Viejo (Xunantunich)
in Belize.
The fifth part (Maler 1910) is a report of his
work at Motul de San José and Petén-ltzá in
Guatemala.
The sixth and final part (Maler 1911) is devoted to the colossal Maya center of Tikal in
Guatemala; Maler did not provide the Peabody
Museum with the overall map of Ti k al and this
map was not published until more than half a
century after his death (Maler 1971) .
Maler's publications, which are mentioned
here, are standard works of Maya archaeology
and no single im portan! work on Precolumbian
86
Maya art, iconography, epigraphy and architecture exists whích does not contain severa!
copies of Maler's famous and excellent photographs (ej. Wauchope 1974; Pollock 1980;
Gendrop 1983).
A fundamen tal reason for the repeated use
of Maler's photographs is not only that these
pictures are of extraordinary and often unsurpassed artistic quality, but also that many
architectural complexes have partially or totally dísappeared since Maler's time, and sorne
architectural elements have suffered from natural disasters or from human hands. Maler's
photographs are frequent ly the only record we
ha ve today of many Maya antiquities and edifices, which have been the target of art thieves,
looters and vandalists over the past decades.
The high potential value of Maler's photographs, drawings and notes is easily recognizable for the reasons already mentioned and
many architectural reconstruction drawíngs,
wh ich depict Maya architecture in Late Classic
time, i.e., during its fun ctional period, can
only be attempted today with the help of Maler's basic documentation.
To illustrate this crucial situation, five
examples will be given:
1)
2)
3)
4)
Xcavil de Yaxché: The TemplePalace. This two-story building showed an impressive mask of stone elements, located above a doorway, in
the past centu ry (fig. 5; Maler 1902a:
205, fig. 7; see Boletín ECAUDY,
1979, and Gendrop 1983: 188, fig.
138b). Only small fragments of this
decoration exist today, although the
total architectural complex has not
changed significantly within the past
century (fig. 6).
Kiuic: Structure 5, Group l. When
Maler photographed his structure in
1888, the right (northern) half of the
main fa~ade of this interest ingly decorated stone buildings was in rather good
condition (fig. 7). Between the years
1932 and 1936 (Pollock 1980: 357) this
far;ade section collapsed completely
(fig. 8).
Dzibilnocac: Structure Al. In 1887
Maler traced the designs of two red
painted vault capstones in this imposing architectural complex, in detail
(fig. 9; Mayer 1983 : 27-28). Harry
Pollock in 1936, was able to photograph both murals in situ: since
then, however, art thieves have torn
both capstones from the vau1ts: Capstone 1 is today in a German museum,
and the present whereabouts of Capstone 2 (fig. 9, right) are not known; it
is possible, that this artifact was
destroyed on removal. For that
reason , Ma1er's accurate tracing is of
utmost significance.
Xkichmook: Structure l. When Ma1er
investigated the ruins of Xkichmook
(Xkichmo1) in 1889, he photographed
5)
a detail of this large architectural
complex, the entrance to Room 2 with
a large stone mosaic mask in the upper
facade area. As early as the 1930s the
lintel of this doorway had disappeared
and only fragm ents of thc mask remained (cf. Gendrop 1983 : 134-135 ,
fig. 92, a-d).
Sabacché: Structure 7. This building
in the Puuc-style, also known as
"Temple with the lattice-work flying
far;ade' ', was photographed by Maler
for the first time in Jan uary 1887
(see p . 63; Barrera Rubi o 1982, Foto
1) and today is nothing but a low heap
of rubble. T hese few examples should
make us aware of the high information potential of Maler's publíshed
work and its implications.
The Unpublished Work of Teobert
Maler
After Maler's death his unpublished photographic negatives and positives, his maps,
plans, drawings and accounts were scattered
throughout the world and can be found today
in public and prívate collections in Mexico, the
United States, France, Germany, and Austria
(cf. Strecker, and von Flemming 1981).
In the 1920s Hermann B. Hagen was able to
acquire part of the estate of Maler in Mérida;
this importan! corpus was given to the lberoAmerikanische Jnstitute in Berlín, founded in
1930. This part of the scientific legacy of Maler
is still preserved in this institution.
The Maler Estate in Berlín contains, amongst
other items, a wealth of field-notes, notebooks,
loose papers, photographs, photographic glassplates, a handwritten account about his explorations at Palenque, which should originally
have been published by the Peabody Museum,
and above al!, the highly importan! work
Península Yucatán.
lt was not untill recently that excerpts from
this manuscript were published, and that photographs and drawings belonging to the manuscript were systematically registered in order
to make the widely scattered documentation
material surveyable (Strecker 1981a, b; Barrera
Rubio 1982a; Mayer 1981, b; 1983; 2984;
1985). Mattias Strecker and Karl-Friedrich von
Flemm ing (1981) have compiled a useful preliminary list of al! Maler's photographs and drawings and therefore ha ve made importan! data ,
concerning the wealth of this material and its
present whereabouts, available to Mayanists.
In 1979, 1980, and 1981, the author carried
out research in the archives in Berlín and inspected the Maler Estate; the Península Yucatán
and many of the original fieldnotes were inspected, excerpts were made and sorne photographs were taken from this material. During
this work in the archives it was learned, that
Maler first documented the results of his researches in the fo rm of notes and sketches in
7
8
5
6
9
5. The east fa~ade of the Temple-Palace at Xcavil de Yaxché, Yucatán.
P hotograph by Teobert Maler, February 1887 (after Ma1er 1902a:205,
fig . 7). 6. The same building photographed by Karl Herbert Mayer in
March 1984. 7. The main fa~ade,looking west, of Structure 5, Group 1 at
Kiuic, Yucatán, as photographed by Teobert Maler in 1888. 8. The remaining left (south) half of the same fa~ade as photographed y Karl Herbert Mayer in March 1982. 9. Painted vault capstones from Structure A 1,
Dzibilnocac, Campeche (capstone 1, left, and 2, right). Tracing by Teobert Maler , 1887 (after Mayer 1983:28, fig. 17).
87
small notebooks (figs. 10. 12); it was only later
that he made inked drawi ngs for future publication (figs. 11, 14, 15). In sorne cases, only the
skctches in Maler's notcbooks are preserved,
and his final drawings are probab1y 1ost.
The Manuscript
Yucatán"
12
88
''Península
This work, handwritten and in three vo1umes, with the photographs and drawings belonging to it, constitutes the most important part
of Maler's Estate in Berlín. Gerdt Kutscher
prepared and edition of this materia~ had the
text transcribed and typewritten and had
sketches redrawn for publication. Kutscher (in
Maler 1971: 16) pointed out that Teobert Maler
had left an important scientific legacy behind
whose publication and exploitation, for a considerable part, have yet to be completed, and
this statement certainly relates primarily to this
manuscript which has remained dormant since
it carne to Berlín in 1930. Mayanists as well as
Mesoamericanists have been waiting with great
anticipation for its publication for over fifty
years.
Lack of knowledge about this manuscript led
to the fact that many archaeological sites documented by Maler could not be included in the
recent official Atlas Arqueológico del Estado
de Yucatán (Garza Tarazana de González y
Kurjack Bacso 1980). In his monumental work
on the Maya architecture in the Puuc zone,
Harry Pollock (1980) treats 142 sites, but was
unable to include severa! sites documented in
detail by Maler. A fur ther problem in Maya research is that sorne ruins first discovered by
Maler were "re-discovered" by other archaeologists later, without them knowing of
Maler's earlier discovery in the past century.
An example of this problem is shown by the
site of Suna in Campeche, which Maler visited
on April9, 1887. According to his account, this
Maya ruin is located about two leguas (ca. 8
km.) WSW from Bolonchén de Rejón, Campeche; other names of the site were Su'na and
Sun (Maler n.d., Vol. 2). A photograph of a
temple-palace at Suna with two wings and a
mask decoration above one doorway is preserved in the archives in Berlin (Strecker, and von
Flemming 1981: 35) . Hissink (1934, PI. VIII,
b) reproduced a detail of this photograph,
described the structure briefly and entered the
approximate geographical situation of Suna on
her pub lished map (ibid., fig. 2).
David Potter (1977: 6) doubtlessly visited the
same site and wrote: "In April of 1971 1 visited
Suum , a site that, according to my guide, had
not been previously recorded. Subsequent
library research indicated that he was probably
correct" . The location of Potter's Suum on a
published map (Potter 1977, fro ntispiece) proves without doubt, that this Suum is Ma1er's
Su na. 1n 1975 Eric von Euw ( 1977: 47) visited a
site 8.5 km. WSW from Bo1onchén de Rejón,
which he calls Tzum and about which he assumed that "no previous work (except for looting
depredation) had been carried out at the site ."
Malcr's, Potter's, and von Euw's descriptions
are so identical and their renderings of thc toponym are so similar, that it is obvious that we
are dealing with the same site.
As publication of the Península Yucatán is
not expected in the near future, a preliminary
comprehensive overview of the conteos of this
work is given below with regard to the documented ruins. The names of the si tes follow in
the same order as in the original. The register is
based on m y own work in Berlín and on an unpublished manuscript by Matthias Strecker. An
asterisk after a si te name indicates, that this si te
has already been published, at least in part, in
the previously mentioned issues of Globus
(Ma1er 1895a, b; 1902b). The dates given in parentheses, following the toponyms, mark Ma1er's first visit to the site in question. These asterisks reveal that of the 97 listed sites, only 30
were featured in the Globus journals. This preliminary index in excerpt for m should provide
information on sites explored by Maler.
Plans, unpublished until now, relating to the
ruins of Chunchimai (fig. 14; ej. Boletín
ECAUDY, 1980) and Tzitz (Tsits; (fig. 15) and
belonging to the Península Yucatán manuscript, are reproduced here for the first time,
to make one aware of the importance of this
work.
"Península Yucatán ", Vol. 1
The first section is, as are the following sections (see fig. 13), in Maler's handwriting, in
German, unpaginated, and comprises 198 pages of text with inserted drawings. The following fifty si tes are described in this first section
of the manuscript:
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Xbalché (1887)
Chunyaxnic* (1887)
Dsecilná * ( 1887)
Sabacché* (1887)
El Tabasqueño* (1887)
Dsibiltún* (1887)
Nocuchich* (1889)
Kancabchén* (1894)
Hochob* (1887)
Sayi1* (1887)
Chacbo1ai• (1888)
Xkampech haltún ( 1888)
10. Page 9 of a notebook by Teober~ Maler
illustrat ing two glyphic panels fro m Xkombec "
and various architectural elements. 11. A rel ief
panel depicting a Maya dignitary, two glyphic
relief panels and a hamaquero (hammock hook) fro m Xkombec, Campeche. Drawings by
Teobert Maler, 1887. 12. Pages 10 and 11 of
notebook by Teobert Maler, describing and
illustrating a Maya structure at Xpotoit and an
atlantean figure near Xcoralché. 13. A detail
from Ma le r's manuscript "Península
Yucatán" (Vol. 2) with the description and
sketch of a Maya structure in the ruins of
Xcalumkín, Campeche, which he visited in
1887 (after Strecker 198la:91, fig. 1).
89
13
14
15
16
17
18
19
20
1
1
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21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
Xkomilchén/ Yohaltún (1888)
Mu1uldsekal (1888)
Yakal-Xiú (1888)
Xyat {1888)
Xlotsal (1888)
Acambalam (1888)
Xpotoit (1 888)
T abi H acienda, Tabi Xlabpak
(1888)
Xcoralché {1888)
Lagarto-Xlabpak (1888)
Santa Ana Xlabpak (1888)
Chikí n-Sayil!Chichán-Sayil (1888)
El Rancho Chac ( 1887)
Sacnicté (1887)
C huncatsín (1887)
Maler-Xlabpak• (1887)
Xcavil de Yaxché* {1887)
C hu ndsinab (1887)
Yaxché-Xlabpak• (1887)
Dsancab ( 1887)
Dsehkabtún• { 1887)
Xpulyaxché (1889)
X pakbi1hol (1889)
Chanchén/Chanchán (1889)
Nohcacab (1889)
1eh pich • (1887)
X-Haxché {?)
Xkampom (?)
Xkalupococh* (1 889)
Kiuic ( 1888)
X-Tabla (1889)
X-Kich mol (1889)
X-Ko benhaltún ( 1889)
Dsulachén / Dsu1á-Aktún (1 889)
X-Ca kochná (1889)
X-Puhbiltuch (1889)
Nohcacab (1889)
Chichén Itzá* {1891)
"Península Yucatán ", Vol. 2
The second section of the manuscript
comprises 143 pages and treats the followi ng
thirty-five sites:
1
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2
3
4
5
1
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7
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9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
Xculoc• {1887)
Chunhuhub• (1887)
Xpostán• (1887)
Almuchil* (1887)
Bo lonchén (1887)
Itsimté• ( 1887)
Mo ntebello {1887)
Xkombec (1887)
Xcalum kín* (1887)
Selmet/Sermet {1887)
Hacienda Sodsil ( 1887)
Suna (1887)
Chichi1 {1887)
El Recreo• {1887)
Yakai-Chuc• (1887)
Nacuché {1887)
X1abpak de Santa Rosa• (1891)
Hala! de Espiridión Cervera (1891)
Vena (1894)
Tantáh * {1894)
Chúnchimai (1889)
Dolores {1889)
23
24
25
26
27
28
30
31
32
33
34
35
Dsibilnocac/Iturbide (1887)
Dsinabii-Xul (1887)
Huntichmul 1* (1887)
Tsits (1889)
Chacchob ( 1889)
Chunkanab (1889)
X-Cupil (1893)
Oxkintoc (1893)
X-Kipché (1893)
Sihó (1891)
Chacmultún* (1889)
Kabahaucán 1 = Kabáh/ (1887)
"Península Yucatán", Vol. 3
The third section of Maler's manuscript is
contained in a small notebook and encompasses 49 pages. The text refers to his "Wanderungen in den Wild-nissen des Maya-Reiches von
X-Kanhá" (Rambles in the Wilderness of the
Maya Territory of X-Kanhá), undertaken by
Maler in the year 1894 in the Río Bec archaeological zone. Only a single site, Kancabchén,
which Maler visited in 1894 and again in 1889,
was briefly referred to in the journal Globus in
1895 (Maler 1895 : 284). Very little is known by
Mayanist about Maler's explorations in the Río
Bec region where he visited and described the
fo llowing twelve sites:
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Kancabchén*
Chunlimón
Chunhabín
Cantón Mejía
Tanholná
X-Canamul
Cantón Xmabén
Huntichmul 11
Sahbecán
San José Xkanhá
Halaltún
Río Bec
This list reveals the large number of sites in
Northern Maya Lowlands investigated by Teobert Maler from 1887 until 1894, and makes
evident the extremely importan! contribution
made by this great Austrian scholar to Maya
archaeology.
He began his systematic archaeological survey over a century ago in 1885 and within less a
decade he succeeded in explori ng about onehundred archaeological zones on the Yucatec
Península, but was unable to have his documentation completely published during his lifetime.
When his early work, the Península YucaIón, is finally published, a century old desideratum of Maya archaeology will be fulfilled, the
real significance of Teobert Maler, one of the
14. Plan and section of a building at Chúnchimai, near the border of the Mexican States of
Campeche and Yucatán. 15. Plan and section
of the "Little Palace" at Tsits (Tzitz), Yucatán. Drawings by Teobert Maler, 1889.
last great pioneers of Mesoamerican archaeological exploration of the 19th century, will become obvious, and his extraordinary early investigations, which until now have remained largely unknown, will be recognized, appreciated,
and properly honored.
Acknowledgements
For generous assistance in preparing this article, 1 wish to express my gratitude to the
following persons :
George F. ANDREWS: Alfredo BARRERA
RUBIO; Claus J. BRUDER; Ursula
DYCKERHOFF-PREM; Paul GENDRO P;
Jesús GÓNGORA ; Pedro GÓNGORA; Ingrid
HIDEN; Gerdt KUTSCHER; Mario MAGAÑA; Anneliesc MONNICH; Raúl E. MURGUÍA ROSETE; Pedro PACHECO; Hanns J.
P REM; Berthorld RIESE; Peter J . SCHMIDT; José Luis SIERRA VILLARREAL;
Wilhelm STEGMANN; Matthias STRECKER,
Karl-Friedcrich VON FLEMMING, and Ekkehard WEBER.
Moreover, 1 wish to express appretiation for
cooperation extended by the Centro Regional
del Sureste, Institu t o Nac iona l de
Antropología e Historia, Mérida, and for the
permi ssion grantcd by the I beroAmeri kanisc hes l nstitut, Preussischer Kulturbesitz, Berlín (West), to carry out research in
their archives and to publish material from the
esta te of Teobert Maler.
Graz, December 1984
Karl Herbert Mayer*
*Redacción de la revista Mexicon, Graz,
Austria, y Presidente de la "Sociedad International para la Investigación de Mesoamérica",
Berlín.
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EVENTOS
Coloquio Internacional de Historia
del Arte del Instituto de Investigaciones Estéticas.
El Instituto de Investigaciones Estéticas organizó el X Coloquio Internacional de Historia del
Arte co n el tema de "SIM PATÍAS Y DIFERENCIAS: RELACIONES DEL ARTE MEX I CANO C ON EL D E AMÉRICA
LATINA ' ' , del día 3 al 6 de junio de 1985 en el
auditorio de la Biblioteca Nacional del Centro
Cultural Universitario de C.U . El objetivo
principal de este coloquio fue el tratar de encontrar vínculos o diferencias entre el arte mexicano y el latinoamericano, a través de una revisión crítica de las obras más representativas
- no sólo de pintura, escultura o arquitectura,
sino también en literatura, danza, música y
cine-, de las cuales obtener las conclusiones
pertinentes .
Las ponencias presentadas fueron:
"Los cinco soles cosmogónicos y su proyección
en Perú", por George Kublcr. "Arte maya, interacción artística regional (300-1200 D.C.)" ,
por Marta Foncerrada de Malina . "New
World deer-hunt rituals", por Elizabeth Senson . " l.a cultura Chalchihuites como posible
puente entre Mesoamérica y el suroeste de los
Estados Unidos de América", por Marie Areti
Hers . "Similitudes y diferencias entre el arte
novo hispano y el de otros países". El ponente,
Erwin Walter Palm, no asisti ó, peros sus ideas
generales fuero n leídas por la doctora Elisa
Vargas Lugo. " Arte Tequitqui y arte mestizo:
el artista americano", por Marta Fernández.
"El empleo y actualización de los modelos
europeos en México y América Latina", por
Santiago Sebastián . "Patrones, artistas y obras
en los virreinatos americanos durante el siglo
XVI", por José Guadal upe Victoria. "Grabados europeos en la pintura sudamericana y el
virrei nato de México en el siglo XVII (modelos
prestigiosos)", por Gustavo Curiel. " De los
fustes barrocos latinoamericanos", por Manuel González Galván . "Iconografía de Santa
Rosa de Lima en los virreinatos de Nueva España y Perú" , Elisa Vargas Lugo. "El Humanismo laico (Luis Sandoval Zapata)", por Pascual Buxó . "Los comportamientos de la arquitectura mexicana y argentina", por Marco
Díaz . "Sistemas de producción teatral,
operística y de espectáculo en México y otros
países americanos en el siglo XIX" , por Luis
Reyes de la Maza . " Intento de sociología arquitectónica: la moderni dad en la Argentina y
México", por Damián Bayón . "Crít ica en Latinoamérica: sincronías. disonancias", por
Jorge Alberto Manriq ue. " Presencia e in n uencia del muralismo mexicano en el Brasil de los
años 20 al 40, en el contexto de la situación latinoamericana", por Mario Batata (no asistió al
evento). " Los artistas latinoamericanos a parti r de los año s 50 (sus relaciones y
producción)", por Manuel Felguérez. " El con-
cepto de modernidad en el arte moderno", por
Rita Eder. "Eduardo Kingman, un muralista
ecuatoriano", por Mary Grizzard. " Un caso
notable en la experiencia dancistica latinoamericana" , Elena Noriega" , por Alberto Dala!.
" América Latina, sus culturas musicales y sus
perspectivas", por Julio Estrada. "El cine mexicano: reacciones a su presencia en América
Latina", por Aurelio de los Reyes . "El modernismo y sus focos americanos (Modernismo literario)", por Luis Mario Schneider.
Las ponencias expuestas en el coloq ui o serán
publicadas por medio del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM en forma de
libro. Para mayores infor mes, recurrir al i nstituto de Investigaciones Estéticas, Torre de Humanidades 1, 6? piso, Ci udad Universitaria Delegación Coyoacán, C. P . 045 10, México, D.C.
Simposio "Vida y obra de Román Piña Chao"
El Instituto de Investigaciones Ant ropológicas
de la UNAM organizó el simposio " Vida y
obra de Román Piña Chan' ', celebrando el 65 ~
ani versario de su nacimiento. El evento tuvo
lugar en el audit orio del Instituto, del 17 al 20
de julio del presente año.
El programa de las ponencias presentadas
fue el siguiente: " Román Piña Cha n y el Museo Nacional de Antropología", por Marcia
Castro Leal; " Román Piña Chan y el Instituto
Nacional de Antropología e Historia", por
Fernando Cámara Barbachano; " Román Piña
Chan y la Escuela Nacional de Antropología",
por Eduardo Matos Moctezuma; "Román Piña Chan y la Universidad Nacional Autónoma
de México" , por Jaime Litvak King; coordinador: Carlos Navarrete. "Román Piña Chan y
la antropología fís ica" , por Arturo Romano;
" Román Piña Chan y el Instit uto de Investigaciones Antropológicas de Campeche", por
Will iam Folan; " Román Piña Chan y sus
maest ros", por Daniel Rubín de la Borbolla;
"La presencia del Instituto Nacional de
Antropología e Historia en Michoacán con el
Dr . Román Piña Chan" , por Angeli na Macias;
coordinador : Arturo Romano. " Análisis de los
modelos evoluti vos de Román Piña Cha", por
Ju lio César Olivé; " La obra de Román Piña
Chan en relació n a los olmecas", por Beatriz
de la Fuente; "El preclásico del Altiplano",
por Mari Carmen Serra; "El personaje dentro
de las fa uces de un felino en Chalcatzingo y
otros monumentos olmecas", por Jorge Angula; "El hombre-danta: una aportación de la
iconografía del preclásico superior", por
Carlos Navarrete; coordinadora: Amalia Cardós . " Román Piña Chan y la arqueología de
Chiapas", por Thomas Lec, Ga reth W. Lowe y
Pierre Agrinier; " In forme preliminar de los
trabajos realizados en la cuenca del río Candelaria, Campeche", por Lorenzo Ochoa y Ernesto Vargas; "Calakmul", por William Folan; "El talud-tablero en Tikal, Petén: nuevos
datos", por Juan Pedro Laporte; coordinador:
Julio César Olivé. "Epiclásico del Altiplano",
por Yoko Sugiura; "Análisis arquitectónico y
pictográfico de los templos de la agricultura y
análisis mitológicos", por Jorge Angula y Rubén Cabrera; "Los entierros, los huesos y los
tepalcates : tema de reflex ión", por Zaid Lagunes; " Historia y arqueología", por Ernesto
Vargas; "El uso de las fuentes históricas en la
arq ueología" por Carlos Martínez Marín; coordinador: Roberto Gallegos. "Características
culturales del occidente de México: Jalisco, Colima y Nayarit", por Otto Sch()ndube; " La déci ma temporada de exploraciones en Tzintzuntzan", por Rubén Cabrera; " Observaciones de
un sitio del clásico tardío", por Beatriz Barba
de Piña Chan; coordinador: Rubén Cabrera .
"Semblanza de Román Piña Chan", por
Carl os Navarrete; relatoría, por Bárbara Dahlgren, Ignacio Berna!, Ada D' Aloja y J ulio César Olivé; coordinadora Mari Carmen Serra.
La publicación del simposio estará a cargo
del Institut o de Investigaciones Antropológicas
de la UNAM.
Lorraine A. Williams B.
Segunda Conferencia Internacional
de Arqueoastronomía de Oxford
El
Simpos i o
Internacional
de
Arqueoastronomía tendrá lugar en la ciudad de
Mérida, Yucatán , del 10 al 20 de enero de 1986.
El comité internacional está integrado por
Anthony F. Avení, Katalin Barlai , Johanna
Broda, Alvar Ellegard, Owen Gingerich,
Michael Hoskin, Stanislaw lwaniszewski,
Jaime Litvak, Roberto Moreno de los Arcos,
Salvador Rodríguez Losa, Alfredo Barrera Rubio, Clivc Ruggles y Rolf Sinclair. Conforman
el comité nacional: Anthony F. Avení , J ohanna Broda, Stanislaw lwaniszewski, Salvador
Rodríguez Losa, Lucrecia Maupomé, París
Pismis, Alfredo Barrera Rubio y Brito Sansores .
El objetivo principal de la reunión será el de
confrontar las similit udes y diferencias entre
los astrónomos de las culturas del Viejo y del
Nuevo Mundo, por lo cual se invita a participar
a todas las asociaciones e insti tuciones académicas de diversas disciplinas.
Al fin alizar la reunión, se planean unas ex·
cursiones guiadas :
1) a la zona Puuc (Uxmal, Sayil , Xlapak y
Labná) .
a Dzibilchalt ún
3) a Chichén Itzá
2)
Para mayor infor mación sobre las inscripciones y ponencias, dirigirse a Stanislaw Iwaniszewski y el Instituto de Investigaciones
Ant ropológicas, UNAM, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C. P . 04510, México, D.F.
Jua n Ant onio Siller
93
EVENTOS
Coloquio Internacional de Historia
del Arte del Instituto de Investigaciones Estéticas.
El Instituto de Investigaciones Estéticas organizó el X Coloquio Internacional de Historia del
Arte con el tema de "SIMPATÍAS Y DIFERENCIAS: RELACIONES DEL ARTE MEXICANO CON EL DE AMÉRICA
LATINA", del día 3 al 6 de junio de 1985 en el
auditorio de la Biblioteca Nacional del Centro
Cultural Universitario de C. U. El objetivo
principal de este coloquio fue el tratar de encontrar vínculos o diferencias entre el arte mexicano y el latinoamericano, a través de una revisión crítica de las obras más representativas
- no sólo de pintura, escultura o arquitectura,
sino también en literatura, danza, música y
cine-, de las cuales obtener las conclusiones
pertinentes.
Las ponencias presentadas fu eron:
"Los cinco soles cosmogónicos y su proyección
en Perú", por George Kubler. "Arte maya, interacción artística regional (300-1200 D.C.)",
por Marta Foncerrada de Malina. "New
World deer-hunt rituals" , por Elizabeth Senson. "La cultura Chalchihuites como posible
puente entre Mesoamérica y el suroeste de los
Estados Unidos de América", por Marie Areti
Hers. "Similitudes y diferencias entre el arte
novo hispano y el de otros países". El ponente,
Erwin Walter Palm , no asistió, peros sus ideas
generales fueron leídas por la doctora Elisa
Vargas Lugo. "Arte Tequitqui y arte mestizo:
el artista americano", por Marta Fernández.
"El empleo y actualización de los modelos
europeos en México y América Lati na", por
Santiago Sebastián. "Patrones, artistas y obras
en los virreinatos americanos durante el siglo
XVI", por José Guadal upe Victoria. "Grabados europeos en la pintura sudamericana y el
virreinato de México en el siglo XVII (modelos
prestigiosos)", por Gustavo Curiel. "De los
fustes barrocos latinoamericanos", por Manuel González Galván. "Iconografía de Santa
Rosa de Lima en los virreinatos de Nueva España y Perú", Elisa Vargas Lugo. "El Humanismo laico (Luis Sandoval Zapata)", por Pascual Buxó. "Los comportamientos de la arquitectura mexicana y argentina", por Marco
Díaz. "Sistemas de producción teatral,
operística y de espectáculo en México y otros
países americanos en el siglo XIX", por Luis
Reyes de la Maza . "Intento de sociología arquitectónica: la modernidad en la Argentina y
México", por Damián Bayón. "Crítica en Latinoamérica: sincronías. disonancias", por
Jorge Alberto Manrique. "Presencia e influencia del muralismo mexicano en el Brasil de los
años 20 al40, en el contexto de la situación latinoamericana", por Mario Batata (no asistió al
evento). "Los artistas latinoamericanos a partir de los años 50 (sus relaciones y
producción)", por Manuel Felguérez. "El con-
cepto de modernidad en el arte moderno", por
Rita Eder. " Eduardo Kingman, un muralista
ecuatoriano", por Mary Gri zzard . "Un caso
notable en la experiencia dancística latinoamericana", Elena Noriega", por Alberto Dala!.
"América Latina, sus culturas musicales y sus
perspectivas", por Julio Estrada. " El cine mexicano: reacciones a su presencia en América
Latina", por Aurelio de los Reyes. "El modernismo y sus focos americanos (Modernismo literario)", por Luis Mario Schneider.
Las ponencias expuestas en el coloquio serán
publicadas por medio del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM en forma de
libro . Para mayores informes, recurrir al Instituto de Investigaciones Estéticas, Torre de Humanidades I, 6? piso, Ciudad Universitaria Delegación Coyoacán, C.P. 045 10, México, D.C.
Simposio "Vida y obra de Román Piña Chan"
El Instituto de Investigaciones Antropológicas
de la UNAM organizó el simposio "Vida y
obra de Román Piña Chan", celebrando el 65P
aniversario de su nacimiento. El evento tuvo
lugar en el auditorio del Instituto, del 17 al 20
de julio del presente año.
El programa de las ponencias presentadas
fu e el sigui ente: "Román Piña Chan y el Museo Nacional de Antropología" , por Marcia
Castro Leal; "Román Piña Chan y el Instituto
Nacional de Antropología e Historia", por
Fernando Cámara Barbachano; "Román Piña
Chan y la Escuela Nacional de Antropología",
por Eduardo Matos Moctezuma; " Román Piña Chan y la Universidad Nacio nal Autónoma
de México", por Jaime Litvak King; coordinador: Carlos Navarrete . "Román Piña Chan y
la antropología física", por Arturo Romano;
" Román Piña Chan y el Instituto de Investigaciones Antropológicas de Campeche", por
William Folan; " Román Piña Chan y sus
maestros", por Daniel Rubín de la Borbolla;
"La presencia del Instituto Nacional de
Antropología e Historia en Michoacán con el
Dr. Román Piña Chan", por Angelina Macias;
coordinador: Arturo Romano. "Análisis de los
modelos evolutivos de Román Piña Cha", por
Julio César Olivé; "La obra de Román Piña
Chan en relación a los olmecas", por Beatriz
de la Fuente; "El preclásico del Altiplano" ,
por Mari Carmen Serra; "El personaje dentro
de las fa uces de un felino en Chalcatzingo y
otros monumentos olmecas", por Jorge Angula; "El hombre-danta : una aportación de la
ico nografía del preclásico superior", por
Carlos Navarrete; coordinadora: Amalia Cardós. " Román Piña Chan y la arqueología de
Chiapas", por Thomas Lee, Garet h W. Lowe y
Pierre Agrinier; "Informe preliminar de los
trabajos realizados en la cuenca del río Candelaria, Campeche", por Lorenzo Ochoa y Ernesto Vargas; "Calakmul", por William Folan ; " El talud-tablero en Ti kal, Petén: nuevos
datos", por Juan Pedro Laporte; coordinador:
Julio César Olivé. "Epiclásico del Altiplano",
por Yoko Sugiura; "Análisis arquitectónico y
pictográfico de los templos de la agricultura y
análisis mitológicos", por Jorge Angula y Rubén Cabrera; " Los entierros, los huesos y los
tepalcates: tema de reflexión" , por Zaid Lagunes; "Historia y arqueología", por Ernesto
Vargas; "El uso de las fuentes históricas en la
arqueología" por Carlos Martínez Marín; coordinador: Roberto Gallegos . "Características
culturales del occidente de México: Jalisco, Colima y Nayarit", por Otto Schondube; "La décima temporada de exploraciones en Tzi ntzuntzan", por Rubén Cabrera; "Observaciones de
un sitio del clásico tardío", por Beatriz Barba
de Piña Chan; coordinador: Rubén Cabrera.
"Semblanza de Román Piña Chan", por
Carlos Navarrete; relatoría, por Bárbara Dahlgren, Ignacio Berna! , Ada D' Aloja y Julio César Olivé; comdinadora Mari Carmen Serra.
La publicación del simposio estará a cargo
del Instituto de Investigaciones Antropológicas
de la UNAM.
Lorraine A. Williams B.
Segunda Conferencia Internacional
de Arq ueoastronomia de Oxford
El
Simposio
Internacional
de
Arqueoastronomía tendrá lugar en la ciudad de
Mérida, Yucatán, del 10 al 20 de enero de 1986.
El comité internacional está integrado por
Anthony F. Avení, Katalin Barlai, Johanna
Broda, Alvar Ellegard, Owen Gingerich,
Mic hael Hoskin, Stanislaw lwaniszewsk i,
Jai me Litvak, Roberto Moreno de los Arcos,
Salvador Rodríguez Losa, Alfredo Barrera Rubio, Clive Ruggles y Rolf Sinclair. Conforman
el comité nacional: Anthony F. Avení, Johanna Broda, Stanislaw Iwaniszewski, Salvador
Rodríguez Losa, Lucrecia Maupomé, París
Pismis, Alfredo Barrera Rubio y Brito Sansores.
El objetivo princi pal de la reunión será el de
confrontar las similitudes y diferencias ent re
los astrónomos de las culturas del Viejo y del
Nuevo Mundo, por lo cual se invita a participar
a todas las asociaciones e instituciones académicas de diversas disciplinas.
Al finalizar la reunión, se planean unas excursiones guiadas:
1) a la zona Puuc (Uxmal, Sayil, Xlapak y
Lab ná).
2) a Dzibilchalt ún
3) a Chichén ltzá
Para mayor infor mación sobre las inscripciones y ponencias, dirigirse a Stanislaw Iwaniszewski y el Instituto de Investigaciones
Antropológicas, UNAM, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P . 04510, México, D.F.
J uan Antonio Siller
93
INVESTIGACIONES EN PROCESO
CATÁLOGO DE ESCULTURAS MAYAS
DE PROCEDENCIA DESCONOCJI)A
Los resultados de investigaciones sobre la
cultura maya en Mesoamérica, obtenidos en las
últimas décadas sobre todo en el sector epigráfico e inconográfico, han exigido la publicadon rápida y adecuada de objetos con representaciones figurativas y/o con inscripicones
jeroglíficas.
Hasta ahora las investigaciones se han basado en las esculturas con relieves y exclusivamente en objetos de procedencia conocida que
tenían su origen en trabajos y excavaciones
científicamente controlados. En los pasados
tres decenios han aparecido en colecciones
públicas y privadas, subastas, exposiciones, y
en el comercio internacional de objetos de arte,
grandes esculturas y elementos arquitectónicos
de la cultura maya clásica que proceden de ex·. cavaciones y trabajos ilegales y cuya procedencia unívoca es desconocida.
Para comprobar la importancia de estos monumentos de piedra no localizados, se ha comenzado a levantar un inventario sistemático
de este "corpus de monumentos mayas de procedencia desconocida" con el propósito de
publicar el archivo elaborado en forma de catálogo en idioma inglés.
Para hacer rápidamente accesible a la investigación científica el material recolectado, las
piezas fueron ordenadas de acuerdo a criterios
geográficos según el lugar donde actualmente
se encuentran.
La primera parte de la documentación se refiere a esculturas en Europa (Maya Monuments: Seu/piures of Unknown Provenance in
Europe. Ramona, Cal., 1978), la segunda parte
concierne a colecciones de los EE.UU. (Maya
Monuments: Sculptures of Unknown Provenance in the United Sta tes, Ramona, Cal.,
1980). Bajo el titulo "Maya Monuments:
Sculptures of Unknown Provenance in Middle
America" (Berlin, 1984) apareció hace poco,
como conclusión provisional de un proyecto de
un decenio de duración, un catálogo
ampliamente ilustrado que trata de 191 esculturas de piedra de Belice, Guatemala, México,
Honduras, y El Salvador, en el cual fueron incorporadas adicionalmente piezas descubiertas
en el interín en Europa, EE.UU. de Norteamérica, Israel y Australia.
Se tiene la intencion de continuar este inventario y se ha emprendido la tarea de establecer
un "Suplemento" del mencionado "corpus".
Serán particularmente agradecidas las
contribuciones de los lectores en esto proyecto
de catalogar monumentos mayas no localizados. Para mayores informes, rogamos escribir
directamente a Karl Herbert Mayer, Sociedad
Internacional para la Investigacion de Mesoamérica, Hoetzendorfstrasse 8/4, A-8010
Graz, Austria.
Karl Herbert Mayer, Presidente de la Sociedad Internacional para la Investigación
de Mesoamérica, Berlin.
A CATALOGUE OF MAYA SCULPTURES
OF UNKNOWN PROVENANCE
Adjunto izquierda: Relieve maya de origen desconocido. Siglo VI d.C . Alto: 44.5 cm. Ancho:
90 cm . Colección particular, Phoenix, Arizona, EE.UU. Dibujo y foto Kornelia Kurbjuhn,
1984.
PUBLICACIONES
El Proyecto Cobá de excavación de unidades
habitacionales mayas del Horizonte Clásico
concluyó su segunda y última temporada de
campo en mayo de 1984. Se excavaron dos unidades habitacionales situadas al oriente del
Grupo Nohoch Mul, cercanas al sacbé N? 6 Estas unidades están claramentre delimitadas por
albarradas que circundan y definen el territorio
familiar.
Los objetivos principales del Proyecto Cobá
1983-84 fueron intentar comprender el grado
de participación de la población residente en
las actividades de producción y distribución de
bienes del centro urbano, así como estudiar la
naturaleza de las unidades domésticas.
Como resultado del proyecto se presentará, a
mediados de 1985, el siguiente libro, que será
publicado en el Instituto de Investigaciones
Antropológicas de la UNAM .
94
)
COBÁ , QUINTANA ROO. ANÁLIS IS
DE DOS UNIDADES HABITACIONALES
MAYAS
Linda MANZANILLA (ed.)
Introducción . Estudio de Centros Urbanos.
Antonio Benavides y Linda Manzanilla
Capítulo / . Arquitectura Doméstica en Cobá.
Antonio Benavides
Capítulo /1. Estudio de Áreas de Actividad.
Luis Barba y Linda Manzanilla.
Capítulo l/1. La Cerámica.
Introducción
Luis Barba
Análisis
J anette Ram í rez
Capítulo IV. Materiales No-Cerámicos
A. Lítica
Introducción
Mario Cortina Borja
Análisis
J ane tte Ramírez
B. Concha y caracol J ane tte Ramírez
Capitulo V. Subsistencia y Aprovechamiento
del Medio. Luis Beltrán
Capítulo VI. La Conservación de Material Arqueológico en Cobá, Q . Roo.
Lorraine Williams y Ernesto Tafoya.
Capítulo VIl. Fechamiento y Cronología. Margarita García Rendón
Captítulo VI/l. Consideraciones Finales. Linda
Manzanilla
BIBLIOGRAFÍA
A PÉNDICES:
l. Espectrometría MOssbauer y Difracción de
Rayos X. Sergio Aburto y Salvador Gutiérrez
2. Fluorescencia de Rayos X. Fred W. Nelson
3. Experimentación en Computadora. Guillermo Pérez Esparza
4. Una Generalización del Modelo de Vecino
más Cercano. Mario Cortina Borja
5. Técnicas de Prospección. Luis Barba y Alejandro Tovalín
6. Técnicas de Excavación. Eliseo Linares y
Víctor Ortiz
7. Paleozoología y Malacología. Alicia Blanco
y Gerardo Villanueva Garcia
8. Edafología y Geomorfología. Lourdes
Aguirre
9. Guía de Conservacion de Campo. Lorraine
Williams
Publicaciones de la Sociedad Mexicana de Antropología
tóricos, la Revista Mexicana de Estudios
Antropológicos, Traducciones Mesoamericanistas, Mesas Redondas y Códices.
Por la importancia de estos trabajos para el
estudio de la arquitectura mesoamericana, hemos querido incluir una relación actualizada de
las publicaciones que aún se encuentran en
existencia.
Revista Mexicana de Estudios Históricos
Tomo I N? 2 (1927)
Tomo IN? 3 (1927)
Revista Mexicana de Estudios Antropológicos
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
Tomo
VII
XII
XIV
XV
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
XXVIII
(1945)
(1951)
(1 956-57)
(1958-59)
(1961)
(1962)
(1963)
(I966)
(I967)
(1973)
(1977)
(tres números)
(tres números)
(1978)
(1979)
(1980)
(198 1)
(dos números)
(1982)
Traducciones Mesoamericanistas
Tomo I (1966)
Tomo II (1 968)
Mesas Redondas
Occidente de México (1984)
Teotihuacan (dos volúmenes: 1%6 y 1972)
Religión en Mesoamérica (1972)
Balance y Perspectiva de la Antropología de
Mesoamérica y Norte de México (cinco volúmenees) (1975)
Las Fronteras de Mesoamérica (dos volúmenes) (1976)
Procesos de Cambio en Mesoamérica y Norte
de México (tres volúmenes: 1978)
Rutas de Intercambio en Mesoamérica y Norte
de México (dos volúmenes: 1981)
Problema del Desarrollo Histórico de Querétaro (1978)
Códices
Códice Selden II (reproducción facsimilar
impresa todo color; interpretación del códice
por Alfonso Caso)
Códice Colombino reproducción facsimilar
impresa a todo color; interpretación por Alfonso Caso)
Papers
of the
New World Archaeological
Foundation
l.
THE CHIAPAS PROJECT, 1955-1958,
REPORT OF THE FIELD DIRECTOR,
by Gareth W. Lowe. 1959. 21 pages, 12 figures .
2. ARCHAEOLOGICAL EXPLORATIO N
OF THE UPPER GRIJALVA RIVER,
CHIAPAS, MEXICO, by Gareth W. Lowe. 1959. I I2 pages, 64 figures .
3. EXPLORATION AT SAN AGUSTÍN,
CHIAPAS, MEXICO, by Carlos Navarrete. 1959. 16 pages, 10 figures .
8. MOUND 1, CH IAPA DE CORZO,
CHIAPAS MEXICO, by Gareth W. Lowe
and Pierre Agrinier. 1%0. I05. pages, 67 figures, 39 plates.
9. MOUND 12, CHIAPA DE CORZO,
CHIAPAS, MEXICO, by J . Alden Mason.
1960. 44. pages, 23 figures, 12 plates.
IO. MOUND 13, CHIAPA DE CORZO,
CHIAPAS, MEXICO, by Frederic Hicks
and Charles E. Rozaire. 1%0. 22. pages, 15
figures, 2 plates.
11. THE TERRACE T O NORTH OF
MOUND 13, CHIAPA DE CORZO,
CHIAPAS MEXICO, by J . Alden Mason.
1%0. 12 pages, 3 figures, 2 plates. (Papers
8-11 bound together, not sold separately;
$5 .00)
12. MOUND 5 ANO MINOR EXCAVATIONS, CHIAPA DE CO RZO ,
CHIAPAS, MEXICO, by Gareth W. Lowe. 1962. 114 pages, 46 figures, 34 plates.
$2.50.
'\JffLJI7
\JJt'
13. CERAMIC STRATIGRAPHY AT SANTA CRUZ, CHIAPAS, MEXICO, by
William T. Sanders. 1%1. 81 pages, 60 figures, 11 plates. $2.00.
. ;,·:···"··.'
~
_,
·•
• .·-MC
- ~.
La Sociedad Mexicana de Antropología ha
realizado una importante labor en la difusión
de la investigación cientifica antropológica a
través de sus publicaciones, entre las que se encuentran la Revista Mexicana de Estudios His-
Para mayor información sobre precios y
envíos, favor de dirigirse a la Sociedad Mexicana de Antropología, Apartado Postal 660, México, D.F.
Juan Antonio Siller
14. THE SANTA MARTA ROCK SHELTER,
OCOZOCOAUTLA, CHIAPAS MEXICO, by Richard S. MacNeish and Fredrick
A. Peterson. 1%2. 46 pages, 5 figures, 6
plates. $1.50.
95
15. SOME CERAMICS FROM MIRADOR,
CHIAPAS, MEXICO, by Fredrick A. Peterson. 1963. 126 pages, 183 figures . $3.00.
23 . THE CERAMIC HISTORY OF SANTA
ROSA, CHIAPAS, MEXICO, by Donald
L. Brockington . 1967. 74. pages, 51 figures.
$2.50.
29. JMETIC LUBTO: SOME MODE RN AND
PREHISPANIC MAYA CEREMONIAL
CUSTOMS IN THE HIGHLANDS OF
CHIAPAS, MEXICO, by Thomas A. Lee,
Jr. 1972. 28 pages, 12 figures. $1.50.
24. EXCAVATIONS AT SAN ANTONIO,
CHIAPAS, MEXICO, by Pierre Agrinier.
1969. 63. pages, 96 figures. $2.00.
J
17. EXCAVATIONS AT SANTA ROSA,
CHIAPAS, MEXICO, by Agustin Delgado. 1965. 84 pages, 73 figures .
18. ARCHAEO LOGICAL RECONNAISSANCE IN THE REGION OF TE HUANTEPEC, OAXACA, MEXICO, by Agustin
Delgado. 1965. 35 pages, 27 figures . (Paper
17-18 bound together, not sold separately;
$3.00)
19. THE CERAMIC HISTORY OF THE
CENTRAL HIGHLANDS OF CHIAPAS,
MEXICO, by T. Patric k Culbert. 1965. 91
pages, 38 figures. $3.00.
25.MOUND 30a AND T H E EARLY
PRECLASSIC CERAMIC SEQUENCE
OF !ZAPA, CHIAPAS, MEXICO , by Susanna M. Ek holm . 1969. 102 pages, 78 figures. $3.00.
26. THE ARTIFACTS OF CHIAPA DE CORZO, CHIAPAS, MEXICO, by Thomas A.
Lee, Jr. 1969. 231 pages, 149 figu res, $8.00.
22. ARCHAEOLOGICAL RESEARCH IN
THE LOWER GRIJALVA REGION, TABASCO AND CHIAPAS, by Roman Piña
Chan and Carlos Navarrete. 1967. 52 pages, 100 figures. $2.00.
!ZAPA SCULPTURE, PART 2: TEXT,
by V. Garth Norman . 1976. 360 pages, 245
figures. (Paper 30, Parts 1 and 2, sold only
as a set. $25.00)
31. !ZAPA: AN INTRODUCTION TO THE
RUINS AND MONUMENTS, by Gareth
W. Lowe, Thomas A. Lee, J r. and Eduardo
Martinez Espinosa. 1982. 349 pages, 181 figures. $20.00.
20. AL T AMIRA AND PADRE PIEDRA,
EAR L Y PREC LA SS IC S !TES IN
CHIAPAS, MEXICO, by Dee F. Green
and Gareth W. Lowe. 1967. 133 . pages, 97
figures . $3.00.
21. THE CHIAPANEC, HISTORY AND
CULTURE, by Carlos Navarrete. 1966.
111 pages, 102 figures . $3.00.
30. !ZAPA SCULPTURE, PART 1: ALBUM,
by V. Garth Norman. 1973. 3 pages, 64 plates.
27. THE CERAMICS OF AGUACATAL,
CAMPECHE , MEXICO, by Ray T.
Matheny. 1970. 155 pages, 53 figures .
$3.50.
32. THE OLMEC ROCK CARVING AT
XOC, CHIAPAS, MEXICO, by Susanna
Ekholm-Miller, 1973. 28 pages, 18 figures.
$2.00.
28 . MOUND 20, MIRADOR CHIAPAS, MEXICO, by Pierre Agrinier. 1970. 84 pages,
107 figures. $2.50.
33.ARCHAEOLOGICAS INVESTIGATIONS AT DZIBILNOCAC, CAMPECHE, MEXICO, by Fred W. Nelson,
Jr. 1973. 142. pages, 107 figures. $5.00.
96
39. MO UNOS 9 ANO 10 A T MIRADOR,
CHIAPAS MEXICO, by Pierre Agrioier.
1975 . 104. pages , 89 figures. $4.50.
40. MESOAMER1CAN COMMUNICATION
ROUTES ANO CULTURAL CONTACTS, edited by Thornas A. Lee, Jr. and
Carlos Navarrete (20 symposium papers by
various authors). 1978. 265 pages, 36 figures, 19 tables. $12.50.
34. MOUND 4 EXCAVATIONS AT SAN
ISIDRO, CHIAPAS, MEXICO, by Thomas
A. Lee, Jr. I 974. 88 pages, 58 figures. $4.00.
41. THE CHANTUTO PEOPLE: AN
ARCHAIC PERIOD SOCIETY OF THE
C HIAPAS LITTORAL, MEX ICO, by
Barbara Voorhies. 1976. 147 pages, 80 figures, 27 tables. $7 .50.
35. THE OLMEC ROCK CARVINGS AT PIJIJIAPAN, CHIAPAS, MEXICO, ANO
OTHER OL M EC PIECES FROM
CHIAPAS ANO GUATEMALA, by Carlos
Navarrete. 1974. 26 pages, 25 figures. $2.00.
42. A SACRIFICIAL MASS BURIAL AT MlRAMAR , CH IAPAS, MEXICO, by Pierre
angrinier. 1978. 52 pages, 39 figures. $3.00.
47. TZUTZUCULI: A MIDDLE
SIC SITE ON THE PACIFIC
CHIAPAS, MEXICO, by
Mc.Donald. 1983. 73 pages,
$4.'00.
PRECLASCOAST OF
Andrew J .
58 figures .
48. THE EARL Y OLMEC HORIZON AT MI RADOR, CHIAPAS, by Pierre Agrinier.
1984. ca. 100 pages, 58 figures . $4 .50.
49.PASO DE LA AMADA: ANO EARLY
PRECLASSIC SITE IN THE SOCONUSCO, CHIP AS, by Jorge Fausto Ceja Tenorio. 1984. ca. 115 pages, 61 figures. $5.00.
50. CULTURE HISTORY IN SOUTHERN
CHIAPAS, MEXICO: A SYMPOSIUM,
edited by Susanna M. Ekholm and Gareth
W. Lowe (13 papers by various authors).
Forthcoming.
36. THE LINGUISTIC, GEOGRAPHIC,
ANO DEMOGRAPHIC POSITION OF
THE ZOQUE OF SOUTHERN MEXICO,
by Norman D. Thomas. 1974. 52 pages, 45
45 figures. $3.00.
43. THE ARCHAEOLOGICAL CERAMICS
OF CHI NKUL TIC, CHIAPAS, MEXICO,
by Joseph W. Ball. 1980. 132 pages, 63 figures. $7 .50.
37 MOUND lA, CHIAPA DE CORZO,
CHIAPAS MEXICO, by Pierre Agrinier.
1975. 43 pages, 37 figures . $2.50.
44.PAMPA EL PAJON, AN EARLY
MIDO LE PRECLASSIC ESTUARINE SITE, CHIAPAS, MEXICO, by Maricruz
Paillés H . 1980. 119 pages, 66 figures .
$7.00.
Co ntraportada: Detalle de la fachada principal, ala oeste, edificio 11 de Hormiguero, Campeche . Foto Juan Antonio Siller C., marzo
1985.
46. INVESTIGA TIONS A T EDZNA, CAMPECHE, MEXICO; VOLUME 1, PART 1:
THE HYDRAULIC SYSTEM, by Ray T .
Matheny, Deanne L. Gurr, Dona! W. Forsyth, and F. Richard Hauck . 1983 . 239 pages, 172 figures.
UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
38 . THE EARL Y PRECLASSIC BARRA
PHASE OF ALT AMIRA CHIAPAS: A
REVIEW WITH NEW DATA, by Gareth
W. Lowe. 1975. 39 pages, 20 fig ures. $2.00.
•
INVESTIGATIONS AT EDZNA, CHAMPECHE, MEXICO; VOLUME 1 PART 2:
MAPS, by Ray T. Matheny, Deanne L.
Gurr, Donald W. Forsyth, and F. Richard
Hauck. 1983. 17 three-color maps, fol ded
and boxed.
INVESTIGATIONS AT EDZNA, CAMPECHE, MEXICO; VOLUME 2: CERAMICS, by Donald W. Forsyth . 249 pages,
38 figures.
(Paper 46, Volumes 1 [Parts 1 and 2] and 2
sold on only as a set; $25.00)
RECTOR
Dr. Jorge Carpizo
SECRETARIO GENERAL
Dr. José Narro Robles
SECRETARIO GENERAL
ADMINISTRATIVO
Ing. José Manuel Covarrubias
SECRETARIO DE LA RECTORIA
Act. Carlos Barros Horcasitas
ABOGADO GENERAL
Lic. Eduardo Andrade Sánchez
DIRECTOR DE LA FACULTAD
DE ARQUITECTURA
Arq. Ernesto Velasco León
JEFE DE LA DIVISIÓN
DE ESTUDIOS DE POSGRADO
Mtn<>. Xavier Cortés Rocha