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Instituciones asistenciales en Cáceres.
Del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX.
Hitos del crecimiento urbano
Maria del Mar Lozano Bartolozzi
La ponencia1 que he preparado para la intervención en este Seminario y su
posterior publicación, recoge aspectos que están relacionados con parte de mis
orientaciones investigadoras actuales, dentro de las cuales se encuentra el análisis
del desarrollo urbanístico de la ciudad de Cáceres y la arquitectura construida en la
misma durante los siglos XIX y XX. Por ello, dada la convocatoria de este año 2010,
he decidido analizar algunas instituciones asistenciales que se desarrollaron en esta
población, construyendo unos inmuebles que influyeron asimismo en la expansión
urbana contemporánea.
Cáceres es una población de las que llamamos medianas, cuya ciudad histórica fue
declarada en 1986 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que está situada
en el oeste de España. Una ciudad que durante el siglo XIX tenía una demografía
escasa y pocos recursos financieros por lo que su Ayuntamiento se encontraba con
grandes dificultades para acometer las necesarias obras públicas. En ella la función
social se relacionaba tanto con los servicios como con la correspondencia económica
de un territorio agroganadero, a lo que se añadieron las actividades burocráticas
desde que a finales del siglo XVIII se fundara la Real Audiencia de Extremadura
con sede en la ciudad2. Precisamente para su instalación se adquirió el edificio del
hospital más importante que había entonces en Cáceres3, una fundación del siglo
XVII, dedicada a la advocación de la Piedad. Al proceder al nuevo uso legislativo
los enfermos fueron traslados a un antiguo Seminario de Sacerdotes (Seminario de
San Pedro fundado por el obispo Galarza). Tanto el antiguo Hospital de la Piedad
como el Seminario se encontraban situados en la periferia urbana.
1
Agradezco a la Doctora Doña Nathalia Marinho Ferreira Alves la invitación a participar en el Seminário Internacional
“A Misericórdia de Vila Real e as Misericórdias no Mundo de Expressão Portuguesa”, que me ha permitido conocer
las numerosas aportaciones del grupo de investigación del CEPESE.
2 SÁNCHEZ MARROYO, et al, 2004: 129.
3 RODRÍGUEZ MATEOS, 2003: 209-221.
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Maria del Mar Lozano Bartolozzi
Ya en noviembre de 1833 la villa de Cáceres fue nombrada capital de la provincia
y poco después cabecera del partido judicial de Cáceres. Pero en el ochocientos era
todavía una pequeña población que conservaba parte de sus murallas medievales, una
gran Plaza Mayor -corazón de la actividad mercantil y social-, y una serie de plazuelas
y calles, que a modo de tentáculos se estiraban hacia los caminos de comunicación
con el exterior.
En resumen una minoría terrateniente, junto a un gran número de jornaleros,
caracterizaba una ciudad con grandes carencias económicas.
Pero si entramos en el tema que nos ocupa hay que considerar igualmente que
cuando se inicia el siglo XIX Cáceres carecía de buenos hospitales y centros de caridad.
La primera dotación se puso en marcha en 1833 cuando a instancias de una Junta
Provincial de Beneficencia se produjo una fundación, para lo que se ocuparía un antiguo
convento que tenía la advocación de Santo Domingo y había sufrido la Desamortización
y venta de sus bienes4. Se añadieron en el mismo espacio una Casa Cuna y una Casa
de Expósitos. Pero el lugar no era suficientemente grande y ya en 1841 el Hospital
y la Casa de Expósitos se trasladaron a un antiguo monasterio medieval que estaba
a las afueras de la población, camino de unas huertas y tierras de labor, fundado por
la Orden de San Francisco; que también había sufrido la desamortización y venta de
sus bienes, pasando a ser propiedad del Estado. El Monasterio de San Francisco fue
utilizado primero como cuartel de tropas de caballería e infantería y posteriormente
se hicieron obras para adecuarlo a la finalidad de Hospital Provincial, Casa de la
Misericordia y refugio de pobres transeúntes; organizando las camas de los enfermos
en la planta baja, además de los claustros superiores que fueron cerrados para ello.
También hubo hospicio de niños5. Y desde 1880 Casa Cuna, hasta desembocar, en
torno a 1947 y hasta 1964, en el Colegio Provincial de San Francisco administrado
por los padres salesianos.
Si bien el lugar, que albergaba entre 50 y 80 enfermos, pasados unos años, resultó
muy deteriorado y malsano. Lo delatan precisamente las Hermanas de la Caridad que
eran quienes atendían a los enfermos de este hospital y llegan al extremo de tener que
abandonarlo por indicación de sus superiores6. Para comprobar tal estado se hará un
reconocimiento facultativo y pericial el día 18 de marzo de 1854 por parte de unos
licenciados en medicina y cirugía, en el que afirman que las condiciones exigidas
para un establecimiento hospitalario eran, entre otras cosas, estar situado en un
lugar alto y bien ventilado por las corrientes de aire procedentes de los cuatro puntos
cardinales, de lo que carecía el convento franciscano, que estaba construido en un
sitio bajo, sin buenos aires y húmedo, por encontrarse junto a la rivera, un pequeño
curso de agua intermitente y a veces putrefacto, rodeado de huertas. Igualmente se
quejan de que los enfermos, cuyas camas estaban en las galerías de los patios, no
tenían buenas vistas sino que solamente podían ver paredes. Asimismo que la luz
4
LOZANO BARTOLOZZI, 1980: 155.
RAMOS RUBIO, et al, 2005: 262-265.
6 Hemos consultado la documentación del Archivo de la Diputación Provincial de Cáceres (ADPC) donde agradecemos
a su directora doña Mª Antonia Fajardo las facilidades prestadas.
5
Instituciones asistenciales en Cáceres. Del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX.
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la recibían por claraboyas viéndose privados de los saludables rayos solares. Por lo
tanto que no solo no era a propósito como Hospital sino que era perjudicialísimo por
sus condiciones topográficas y construcción7.
Por ende, la Junta Provincial de Beneficencia de Cáceres reclama la construcción
de un hospital de nueva planta, buscando un sitio idóneo con buenas condiciones
topográficas, de iluminación y aires saludables. Y asimismo hace un Programa dado
para “la formación de los planos de un Establecimiento donde se hallen independientemente
situados un Hospital, un Hospicio que tiene que suministrar todos los utensilios de una
Casa-Cuna y a otra de Misericordia: una Capilla general, y además oficinas y habitaciones
para algunos de los empleados”.
Pero cuando se haga esta obra, no se la dota de todo lo demandado. En consecuencia
dejarán el Hospicio para niños en el Monasterio de San Francisco, que funcionará
hasta bien entrado el siglo XX.
Al mismo tiempo digamos que en el siglo XIX empieza a producirse el desarrollo
de la ciudad contemporánea orientado al suroeste8. Los motivos serán la existencia de
unas minas de fosforita en la zona sur, a unos kilómetros de la población, que comienzan
a ser explotadas en 1864 y dan lugar a un barrio bastante humilde. Es la zona que se
denominará a posteriori Aldea Moret, en memoria del promotor Segismundo Moret
que, gracias a su posición económica y política como Diputado en Cortes, influirá
asimismo para la venida del ferrocarril a la ciudad en 1880, ubicándose la estación
del tren igualmente en la zona sur, camino de las citadas minas9.
Como derivación de todo ello, en dicha dirección llamada Camino de San Juan
del Puerto, Camino de Castilla o de Mérida, se produce el desarrollo urbano más
importante. Influyeron tanto ser el terreno más llano, como el citado imán que produjo
la estación ferroviaria y las minas. Un desarrollo urbano iniciado a las afueras de la
calle de San Antón donde existía una ermita del mismo título, que era el límite de
la ciudad histórica y entrada a la ciudad con la caseta de cobro de fielato o tasas
municipales sobre el tráfico de mercancías. Por eso el primer nombre que reciba
será el de Paseo de San Antón y después Paseo de Cánovas en honor del político
asesinado en 1897.
Y en este camino es donde se construirán algunos primeros edificios dedicados a
servicios. Uno será el Hospital, el otro las Hermanitas de los Pobres y el tercero el
Parador y fielato del Carmen. De los tres dos son instituciones que se realizan para
cubrir la asistencia, bien a los enfermos, bien a los ancianos. Ambas se organizarán
en solares donde se desarrollará posteriormente el futuro Ensanche de la población.
***
El Hospital provincial de Cáceres, será junto al nuevo edificio del Ayuntamiento
realizado en la Plaza Mayor, la empresa constructiva más importante de la ciudad en
7
ADPC, 18 de marzo de 1854: “Expediente sobre examen y reconocimiento facultativo y pericial del Hospital de
San Francisco de esta Capital, hoy en el edificio de San Francisco, por sospechas de su insalubridad y sobre la
sustitución de las hermanas de la Caridad que prestan los servicios propios de su instituto en dicho Hospital”.
8 LOZANO BARTOLOZZI, 1985: 1280.
9 SÁNCHEZ MARROYO, et al, 2004: 129.
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Maria del Mar Lozano Bartolozzi
el siglo XIX. Su promotora es la Diputación Provincial, pues el establecimiento se
realiza con el objetivo de cumplir necesidades de toda la Provincia. En primer lugar,
se discute el lugar idóneo para su ubicación, buscando un espacio que estuviera en
alto y fuera muy soleado. En el expediente consultado hay planos de los distintos
lugares analizados10. Uno será el Cerro del Rollo, entre el cementerio, el Paseo
Alto, ordenado en 1865, y la Plaza de Toros edificada en 1846, pero finalmente la
decisión es hacerlo en el sitio de Peña Redonda a las afueras de San Antón (también
denominado sitio de la Madrila), en un descampado donde había varias cercas de
labor, tanto para ganado como para cultivo. A su vez se situaba junto a la Ronda
que circunvalaría la ciudad hasta la Plaza de Toros.
A continuación existen los presupuestos firmados por Wenceslao Gaviña en Madrid
el 25 de enero de 1860, para Casas de Beneficencia de la ciudad de Cáceres11, y le
sigue un primer proyecto de edificio que es elaborado el año 1868 por el importante
arquitecto aragonés Fernando Yarza, el cual realiza una memoria descriptiva y los
planos de emplazamiento (figura 1), fachada, sección y plantas baja y principal 12.
Las dimensiones de ocupación del edificio serían de 9.871 m, 60 cm de superficie.
El estilo que desarrolla es neohistoricista, sobre todo respecto a la iglesia rematada
con cúpula y torres laterales que terminan en chapitel.
Fig.1
Plano de emplazamiento
del Hospital. Cáceres, 28 de
febrero de 1866, Fernando de
Yarza. Archivo de la Diputación Provincial de Cáceres.
10
11
12
ADPC, Cáceres 1860, legajo n.º 7: Expediente relativo a la construcción de un edificio de nueva planta por los
establecimientos de Beneficencia. Y Cáceres, 28 de febrero de 1862: Expediente instruido sobre designación del
punto en que haya de construirse el edificio de nueva planta proyectado para los establecimientos. Con Plano
General del cerro del Royo a escala 1:1000, Cáceres, 28 de febrero de 1862, Leon de Mora.
ADPC.
ADPC, Anteproyecto Hospital Provincial en Cáceres, Cáceres, 25 de mayo de 1968, Fernando de Yarza. Dos de
los planos fueron publicados en LOZANO BARTOLOZZI, 1992: 108-111.
Instituciones asistenciales en Cáceres. Del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX.
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Pero no hay suficiente dinero y las obras comienzan casi veinte años más tarde, en
1884. Para ello se llevan a cabo las expropiaciones de los terrenos que tuvieron que
ser adquiridos pues pertenecían a distintos propietarios. Aún así nada más iniciarse
la explanación de las obras, un grupo amplio de ciudadanos hacen una reclamación
por la ubicación al Ayuntamiento, que la traslada a la Diputación a través de su
abogado, ya que consideran que el edificio, cuando pasaran unos años se llegaría a
encontrar con el único Ensanche que tiene la población y podría resultar perjudicial
para la salud de los vecinos, aduciendo que en esta protesta siguen las más elementales
normas de los higienistas:
“el sitio elegido se encuentra demasiado próximo a la población y dada la ordinaria dirección
de los aires y las corrientes de las aguas, necesariamente había de ejercer una influencia perniciosa
en la salud ciudadana de esta capital en estudio de las observaciones hechas respecto de los
vientos reinantes en esta población durante el último quinquenio…”
La Diputación hace un dictamen a través de su arquitecto rechazando y argumentando entre otras cosas:
“Por lo que respecta al ensanche probable de la población, no hemos de negar que la importancia de las vías de comunicación y el movimiento comercial la solicitan por aquella parte, pero
es cuando menos están seguros que no llegará en mucho tiempo a extenderse al cerro de “Peña
Redonda” a donde es difícil el acceso, mientras no agote los lugares laterales de la Carretera de
Castilla relativamente llanos y de mucha más económica edificación bastando para demostrar esto
apuntar que el desmonte que ha habido necesidad de ejecutar para el emplazamiento del Hospital,
el cual está ya terminado, excede de 10.665 metros cúbicos…” (10 de noviembre de 1884).
Finalmente el hospital se hace allí, calculándose una ocupación de 200 individuos.
Pero efectivamente fue necesario urbanizar un descampado con un gran desnivel
topográfico, por lo que el expediente incluye las obras de explanación para el hospital
con las condiciones facultativas, y plano firmado por el Arquitecto Provincial Emilio
María Rodríguez en Cáceres, el 30 de marzo de 1884. A su vez está la carta de la
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, órgano al que era preceptivo
enviar los proyectos cuando se construían edificios públicos procediendo después a
su devolución, del año 1885, donde se cita a Emilio María Rodríguez como autor del
proyecto, por lo que aunque el proyecto definitivo de la fachada del inmueble aparece
sin firmar, sin duda sería él, el autor13. Además hay varias escrituras de compraventa
de distintos propietarios.
Años después, el 2 de septiembre de 1887, se elabora el proyecto de modificación
de la subida al hospital y del nuevo paseo, desmonte y alcantarillado a las Afueras
de San Antón por el arquitecto municipal Ricardo Morguecho (figura 2). A lo que
se añade el planeamiento del perfil y unos jardines en rampa con accesos laterales
para salvar el desmonte del acceso al Hospital14.
13
14
LOZANO BARTOLOZZI, et al, 1995: 110-111.
ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE CÁCERES (AHMC) Sección Obras y Servicios, legajo 1887, expediente
n.º 1.
478
Maria del Mar Lozano Bartolozzi
Fig.2
Proyecto de subida al
Hospital Provincial, Cáceres,
1887. Ricardo Morguecho.
AHMCC.
Dos años más tarde, en 1889, se hace plano de detalles firmado por el nuevo
arquitecto municipal, Pedro Vidal. Además la ermita de San Antón será expropiada
y derribada el mismo año ensanchándose la calle que se había convertido en un
espacio urbano de frecuente tránsito, pues ya hemos comentado que era la puerta
por la que accedían los viajeros a la ciudad.
Para hacer el citado paseo hay que realizar más obras de desmonte por el gran
desnivel existente terminándose ya en 1896.
A su vez hay un proyecto para abordar las aguas negras con un sencillo dibujo.
Y se planificará preparar unas dependencias para presos enfermos según presupuesto
del 31 de enero de 1896, entre otras cosas destinado a poner dos rejas para dos
ventanas de la fachada del mediodía, dos cerrojos en las dos puertas de acceso a la
sala, mirillas, etc., firmado por Emilio María Rodríguez.
En cuanto al propio edificio, en 1889, el arquitecto presenta la memoria de algunos
gastos finales relacionados con la fachada, como la decoración de las cornisas o del
tarjetón del centro. Se termina en 1890, y la inauguración se celebra el año 1892,
convirtiéndose en aquél momento en el edificio más grande de la ciudad (figura 3).
El estilo de la construcción es severo, propio del fin que iba a cumplir, y teniendo
en cuenta la etapa cronológica, ajustada al eclecticismo arquitectónico del Ochocientos. Es de planta rectangular con un gran patio interior en el que sobresale la
fachada de la iglesia que ocupa el centro del cuerpo posterior del edificio en el eje
longitudinal de éste. Aquélla es una capilla también ecléctica con coro y tribuna
a los pies, cabecera ochavada y dos tramos abovedados. Las plantas hospitalarias
estaban distribuidas con habitaciones de seis metros de profundidad, a los dos lados
de un pasillo, de veinticinco metros de largo a cada lado y de seis metros de ancho.
Las fachadas exteriores están divididas por cornisas longitudinales y la imagen es
de gran horizontalidad visual. Los vanos solamente varían por las molduras que los
Instituciones asistenciales en Cáceres. Del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX.
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Fig.3
Vista del Hospital (1910),
postal editada por Manuel
Cilleros, reproducida en el
libro FAJARDO, Mª Antonia
y GÓMEZ, Jesús Mª, 2002 –
La tarjeta postal en
Cáceres (1900-1940).
Cáceres: Cicon Ediciones.
enmarcan. La cornisa lleva decoración de mútulos. Tiene zócalo de sillería. La puerta
principal ofrece arco de medio punto adovelado y clave sobresaliente. En la fachada
se puso la inscripción: CHARITAS/HOSPITAL PROVAL CACERES/CARITAS.
Y si en los planos anteriores no veíamos más que un descampado en la zona, en
un plano de Cáceres editado por A. Martín en Barcelona del año 1913, ya aparece
este elemento urbanizador bien dibujado.
Después la historia del Hospital continuará con algunas intervenciones que lo
mejoran dotacionalmente, tanto bajo la Dictadura del general Primo de Rivera, como
en 1980, año en que se produce una última remodelación para modernizarlo. Pero hoy
día cuando se termine la construcción de un nuevo hospital que ya ha sido iniciado
se plantea su abandono como tal y la búsqueda de nuevas funciones para el inmueble.
Ya en los años cincuenta del siglo XX se produjo una nueva construcción en aras
a lo que sería un gran edificio para atender la sanidad de la ciudad y la provincia,
dependiente del Instituto Nacional de Previsión. El autor de la obra de esta Residencia
Sanitaria fue Aurelio Botella Enríquez, arquitecto del citado Instituto Nacional de
Previsión, que firmó el proyecto en 1951 siendo visado por el Colegio Oficial de
Arquitectos de Madrid en el mes de abril del mismo año15. Aurelio Botella ya había
realizado otras residencias sanitarias como la de Zaragoza en colaboración con García
Mercadal, la de Barcelona (proyectada en 1948) o la de Huelva.
Nuevamente para esta construcción se busca una zona periférica de la población,
pocos metros más allá del antiguo Monasterio de San Francisco o Ronda de San
Francisco. Se hizo una edificación de once plantas (sótanos, semisótanos, planta baja
y ocho más) con un presupuesto de 131 millones de pesetas, en un solar donado por
el Ayuntamiento de 20.000 m cuadrados.
El edificio se corresponde con una tipología común a otros edificios para la misma
finalidad construidos en España. Un inmueble central con planta de cruz y las once
15
ARCHIVO MUNICIPAL DE CáCERES (AMCC), Obras y Servicios, Legajo 1951, expediente nº 91.
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Maria del Mar Lozano Bartolozzi
plantas, al que se añaden otros más bajos. Se terminó en 1956, pero ha sufrido
numerosas reformas16.
***
En 1867 se echaba también en falta que hubiera un Asilo en condiciones, por lo
que tres personas de la ciudad lo solicitaron a la Casa General de las Hermanitas de
los Pobres, pertenecientes a la congregación francesa fundada por la hoy ya Santa,
Jeanne Jugan (Cancale, Ille-et-Vilaine, 1792, †Saint-Pern 1879) o Sor María de la
Cruz17. Una Congregación que además de los tres votos comunes al resto: Pobreza,
Castidad y Obediencia, hace un cuarto voto que es el de la Hospitalidad. Pero los
peticionarios no obtuvieron respuesta positiva, al parecer porque no había Hermanitas
suficientes para dedicarse a ello.
Por fin, el 27 de septiembre de 1879, llegaron a Cáceres dos Hermanas, procedentes
de Francia. Influyeron las gestiones del Marqués de Castro Serna, un potentado aristócrata de la ciudad que fue apoyado por el obispo de la diócesis y por un sacerdote.
Se establecieron provisionalmente en una casa proporcionada por los promotores
citados en la Calle Caleros, n.º 23, una calle muy popular en el entorno exterior de
la muralla, en la colación de Santiago. En esta primera casa pudieron acoger a 20
ancianos pobres. En 1886 gracias al padrón de vecinos sabemos que la ciudad tenía
11.377 habitantes. El libro de las Fundaciones describe que fueron muy bien recibidas
por sus benefactores aunque aumenta la cifra de los vecinos18:
“La ciudad de Cáceres cuenta con 16.000 habitantes y tiene bastante importancia a causa
de las minas y su comercio con Portugal. Los cacereños son muy caritativos y amables, nos han
recibido cordialísimamente. Don Diego de Carvajal se ha preocupado de proveernos de todo lo
necesario para amueblar la casa. El párroco de Santiago ha tenido con nosotras delicadezas
de padre; la marquesa de Nuya y el marqués de Monroy, pendientes de que nada nos faltase”.
Pero el espacio era muy pequeño y cada vez más las solicitudes, por lo que en
abril de 1882, Sor Teresa de San Agustín como Superiora de la Congregación de las
Hermanitas de los Pobres, escribe al Ayuntamiento haciendo constar la intención de
levantar un edificio para dar asilo a los ancianos más pobres residentes en Cáceres, en
un terreno de su pertenencia sito a la izquierda de la carretera de Mérida saliendo de
la población, en el ensanche que se está organizando y solicita la necesaria autorización
para que sea resuelta cuanto antes. Se le contesta que la comisión de ornato ha
comprobado el informe del arquitecto y dando el visto bueno, se le pide si es posible
enlazar la fachada principal a la carretera de Mérida. En el mismo expediente hay un
plano (figura 4) que presenta una planta del solar y del futuro edificio, además de
16
La estructura fue realizada con hormigón armado, forjados de pisos y cubiertas a base de nervios de hormigón y
rasillas cerámicas. Los muros exteriores son de un pie de ladrillo hueco doble y cámara de aire, la tabiquería interna
también de ladrillo.
17 MILCENT, 1980.
18 Libro de Fundaciones. Datos facilitados por la actual Madre Superiora de las Hermanitas de los Pobres de Cáceres
y el Capellán Don Felipe Fernández Peña.
Instituciones asistenciales en Cáceres. Del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX.
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la posible urbanización de la zona en una amplia parcela a las afueras de la ciudad,
incluso con una gran plaza detrás que no se hizo nunca19.
Fig.4
“Plano de ensanche á la izquierda de
la carretera de Mérida” con la planta
del proyecto del edificio de las Hermanitas de los Pobres, 1882. Archivo
Histórico Municipal de Cáceres.
Cuando la congregación estaba tramitando la nueva construcción se produce la
inauguración oficial del ferrocarril Madrid-Lisboa en la estación de Cáceres a cuyos
actos asisten el rey de España don Alfonso XIII y el rey de Portugal don Luis I. El
monarca español enterado de las necesidades de las Hermanitas a través de una
solicitud hecha a su secretario, encabeza una suscripción de ayuda para construir el
edificio con 8000 reales, a la que se suman todas las personas que lo acompañaban, lo
cual fue un buen espaldarazo para esta causa. Pero después necesitarán más ayudas y
serán una serie de aristócratas de la ciudad, como el Marqués de Camarena, Marqués
de Castro Serna, Don Diego de Carvajal, Marquesa de Monroy y el Ayuntamiento
quien les ayude.
Las obras se abordan a partir de entonces, y en un año pueden empezar a ocupar
el nuevo edificio. EL lugar elegido es el camino de San Juan del Puerto, en la margen
19
AHMC. Sección Obras y Servicios, Legajo 1882, expediente n.º 2. Plano de ensanche á la izquierda de la carretera
de Mérida.
482
Maria del Mar Lozano Bartolozzi
izquierda, más lejos del centro urbano que el Hospital que se estaba construyendo
en la margen derecha. De esta forma se va consolidando el eje longitudinal desde la
puerta de San Antón hacia lo que llaman el triángulo, que será un nodo donde ya
después de la guerra civil se levante un monumento a la Cruz de los Caídos.
Si bien el edificio no tiene una fachada principal a la calle del paseo puesto que
está ubicado en una gran parcela y la entrada se sitúa en el interior precedida de
un amplio jardín.
En unas fotografías de 1910 (figura 5) y 1914, vemos las dos construcciones y el
jardín del Paseo de Cánovas pero también cómo todavía se encontraban en derredor
cercas agrícolas sin urbanizar.
Fig.5
Plano de la planta del edificio
de las Hermanitas de los
Pobres de Cáceres con las
reformas de José Mª Yárnoz
Orcoyen, 1961. Archivo
Municipal de Cáceres.
Debo decir que hasta ahora no tenemos el plano original del edificio de las Hermanitas, pero si el estado en el que se encontraba al proyectar una reforma que se
realiza en 1960, a la que luego nos vamos a referir, en el que vemos muy bien cómo
era si prescindimos de lo pintado en rosa que serán los nuevos añadidos (figura 6).
El inmueble formaba un conjunto de tres plantas, más un pabellón de dos pisos,
con luces al Paseo de Cánovas. El eje de la edificación lo constituía la Capilla, en
planta baja, con las tres alturas del edificio, que servía para dividir las zonas de sexos,
o sea que en la parte izquierda se disponían las dependencias y servicios de mujeres,
y a la derecha las de hombres.
Además en el borde del Paseo de Cánovas había un cierre, que separaba el edificio
con una faja de unos tres metros de la línea de fachada.
Pero ya en 1955 se plantea la posibilidad de levantar un nuevo edificio pagado
por el Ayuntamiento haciendo una permuta del solar, es decir trasladando el asilo
Instituciones asistenciales en Cáceres. Del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX.
483
Fig.6
Vista de Cánovas con el
Parador del Carmen y el
edificio de las Hermanitas
de los Pobres (1910), postal
editada por Manuel Cilleros,
reproducida en el libro
FAJARDO, Mª Antonia y
GÓMEZ, Jesús Mª, 2002 –
La tarjeta postal en Cáceres
(1900-1940). Cáceres: Cicon
Ediciones.
a otro lugar más alejado del centro. Los planos demuestran que nuevamente se da
una enorme importancia a la construcción de una gran capilla20.
Sin embargo el Ayuntamiento y la Congregación no llegarán a ponerse de acuerdo
por lo que en octubre de 1960 se hacen obras de remodelación del viejo edificio. Para
pagar los gastos se vende una parte de la parcela. Pensemos que si al planear aquél, a
finales del siglo XIX, el lugar se encontraba muy a las afueras, ahora estaba en pleno
ensanche, por lo que para pagar parte de la construcción venden un trozo del solar. El
arquitecto del nuevo proyecto es José Mª Yárnoz Orcoyen21, un autor perteneciente
a una amplia saga de arquitectos, que hiciera abundantes obras en otras poblaciones.
La Madre Superiora explica en el documento que envía al Ayuntamiento, que su
deseo hubiese sido hacer una obra de nueva planta pero los problemas económicos
lo han impedido, por lo que proponen una reforma desprendiéndose de una faja de
terreno de su propiedad.
A tenor de lo dicho los planos nos permiten saber cómo era la planta antes de
la reforma22. Al presentarlos el arquitecto municipal, ángel Pérez, indica que entre
otras cosas la obra supone una mejora en el ornato de la fachada. Entre las reformas
está un pabellón de dos pisos, con luces al Paseo de Cánovas, que queda unido al
ala izquierda del edificio general.
Por último a finales del siglo XX las Hermanitas deciden hacer ya un nuevo
edificio derribando el anterior que se encontraba en muy malas condiciones. La
20
21
22
AMCC, Obras y Servicios, Legajo 1955, expediente nº 122. Proyecto de Asilo de Ancianos de las Hermanitas de
los Pobres. Ibídem, Legajo 1956, expediente nº 196. Informe sobre permuta del Asilo de Ancianos de la Ciudad de
Cáceres.
AMCC, Obras y Servicios, Legajo 1961, expediente nº 212. “Sor Isabelle de Sto Marthe Superiora del Asilo de
Ancianos remite proyecto formulado por el Arquitecto D. José Mª Yarnoz Orcoyen con las obras a realizar siendo
necesario realizar obras de acondicionamiento del edificio que ocupa la Residencia de Ancianos de las Hermanitas
de los pobres de esta Capital”.
AMCC, Obras y Servicios, Legajo 1964, expediente nº 292. Proyecto de instalación de un tanque de 1000 l para
fuel-oil con destino al consumo propio de quemadores en el “Convento Hermanitas de los Pobres” sito en la Avda.
de España, nº 11, Cáceres, Madrid, octubre 1964. El perito industrial Fdo. Jesús Gómez Muñoz, peticionario Sor
Clara M. SC. Moreno Superiora.
484
Maria del Mar Lozano Bartolozzi
bendición de la primera piedra se produce el 30 de abril de 1982. El arquitecto fue
Tomás Civantos, autor de numerosas obras en Cáceres, algunas de finalidad religiosa
como el Colegio de la Asunción de las Hermanas Josefinas o la Iglesia parroquial
Virgen de Guadalupe.
El centro de caridad se inaugura en diciembre de 1983 con una capacidad para
120 residentes. De nuevo para pagar parte de la construcción ponen a la venta
un trozo del solar donde se construirán viviendas y locales comerciales. La nueva
residencia denominada “Mi Casa” consta de sótano, planta baja, dos de residencia,
otras dos de enfermería y una para la comunidad. Pero la capilla ha disminuido del
tamaño de las anteriores y la fachada ya da directamente al Paseo de Cánovas pues
se somete a la alineación de la calle sin jardines delanteros, dejando estos para la
parte posterior. Por lo que participa directamente en la imagen de la ciudad23. En el
sótano se encuentran los servicios de calefacción, salones de terapia ocupacional,
cocina, biblioteca y un salón de actos con una capacidad de 140 butacas. Las plantas
primera, segunda, tercera y cuarta las ocupan los dormitorios y la quinta es para la
comunidad de las Hermanitas24.
Para concluir, comentemos cómo la ciudad de Cáceres se ha prolongado en gran
parte por estos edificios que buscaron terrenos soleados, con jardines y paseos en el
entorno, y hasta cierta intimidad y aislamiento, pero que después se han integrado
totalmente en la zona más prestigiosa y ansiada por la población, estrechando poco
a poco su relación de territorialidad.
Bibliografia
FAJARDO, Mª Antonia; GÓMEZ, Jesús Mª, 2002 – La tarjeta postal en Cáceres (1900-1940).
Cáceres: Cicon Ediciones.
LOZANO BARTOLOZZI, Mª del Mar, 1980 – El Desarrollo Urbanístico de Cáceres de los Siglos
XVI al XIX. Cáceres: Universidad de Extremadura.
LOZANO BARTOLOZZI, Mª del Mar, 1985 – “Obras públicas en el Cáceres decimonónico:
utopías y realidades”, in Urbanismo e Historia Urbana en el mundo Hispano. Madrid: Universidad
Complutense.
23
“Actualidad cacereña. La nueva Residencia “Mi Casa” de las Hermanitas de los Pobres, acoge ya a 49 ancianos”
en Extremadura, viernes, 23-XII-1983, p.5. Otros datos que recoge este artículo son: “El costo total de las obras se
cifra en más de 430 millones de pesetas. Se contó para ello con una subvención del Fondo Nacional de Asistencia
Social de aproximadamente 230 millones, pero que no ha cubierto el monte total ni contando con la venta de una
parcela perteneciente al solar anterior y colindante con el nuevo edificio. Restan aún por pagar 100 millones de
pesetas, que las Hermanitas confían a la Providencia y a la generosidad de los cacereños para sacar la obra espiritual
adelante”.
24 “Actualidad cacereña. La nueva Residencia “Mi Casa” de las Hermanitas de los Pobres, acoge ya a 49 ancianos”
en Extremadura, viernes, 23-XII-1983, p. 5. Otros datos que recoge este artículo son: “El costo total de las obras se
cifra en más de 430 millones de pesetas. Se contó para ello con una subvención del Fondo Nacional de Asistencia
Social de aproximadamente 230 millones, pero que no ha cubierto el monte total ni contando con la venta de una
parcela perteneciente al solar anterior y colindante con el nuevo edificio. Restan aún por pagar 100 millones de
pesetas, que las Hermanitas confían a la Providencia y a la generosidad de los cacereños para sacar la obra espiritual
adelante”.
Instituciones asistenciales en Cáceres. Del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX.
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El Brocense, 25 aniversario. Badajoz: Institución Cultural el Brocense, Diputación de Cáceres.
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los siglos XIX y XX”, in Cáceres. Amberes: Fonds Mercator, Academia Europea de Yuste y
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