Download la ilustración y su influencia en el desarrollo urbano gijón

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LA ILUSTRACIÓN Y SU INFLUENCIA EN EL DESARROLLO URBANO
Durante el siglo XVIII se produjo en el área del arco atlántico un importante desarrollo económico vinculado,
en la mayor parte de los casos, al comercio trasatlántico. Las ciudades inician un proceso de profundos
cambios en su trazado urbano, marcados por criterios de raíz ilustrada.
Algunas de estas ciudades son escenario de la actuación de eminentes ilustrados que marcaron su
trayectoria. Es el caso de Jovellanos en Gijón, Montesquieu en Burdeos, Adam Smith en Glasgow.
GIJÓN
El desarrollo de la ciudad de Gijón durante la segunda mitad del siglo XVIII y en los inicios de la centuria
siguiente, está estrechamente ligada a una de las figuras esenciales de la Ilustración española como fue
Gaspar Melchor de Jovellanos.
Las aspiraciones reformistas del movimiento ilustrado encuentran en la figura del político gijonés a uno de
sus principales representantes. La preocupación por el desarrollo de su ciudad natal, le lleva a impulsar
importantes iniciativas tendentes a asegurar su progreso. Aspectos que aún hoy se consideran esenciales
para el avance de la sociedad como la formación de sus habitantes o la mejora de las comunicaciones
encuentran en Jovellanos a uno de sus principales promotores. Ejemplos de su intensa actividad son
proyectos como la Carretera a Castilla, la reforma del puerto local, un plan de urbanismo o la creación del
Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía.
Proyecto de ensanche urbano: “Plan de mejoras de 1782”. Al ilustrado gijonés Gaspar Melchor de
Jovellanos, se debe un importante proyecto urbano conocido como “Plan de mejoras de 1782” que supone el
desarrollo de la ciudad hacia el sur. El plano propuesto parte del núcleo antiguo de la ciudad del que surgen
varias calles en disposición radial cortadas por otras trazadas de este a oeste. Se forma así un conjunto de
manzanas rectangulares alargadas que hoy todavía definen una importante zona de la ciudad. El centro de la
trama resultante sería la actual Plaza del Parchís en uno de cuyos lados se levanta el Instituto Jovellanos. El
carácter de auténtico ensanche de este proyecto lo corrobora el hecho de que en las nuevas calles
resultantes encuentran su residencia las nuevas clases pequeño-burguesas. Vías tan significativas en la
ciudad como la de Instituto, Moros o Corrida, encuentran en este plan la configuración que mantienen hasta
nuestros días. Testimonio del desarrollo urbano durante la ilustración es la desaparecida “Puerta de la Villa”,
erigida según trazas del arquitecto Manuel Reguera en el año 1782 y que marcaba la entrada a la ciudad
desde el denominado Camino Real a Castilla
Casa Natal de Jovellanos y Capilla de los Remedios. La casona donde nació el ilustrado Gaspar Melchor
de Jovellanos se ha convertido en museo de bellas artes de la ciudad además de lugar destinado a perpetuar
su memoria. El edificio fue erigido en la primera mitad del siglo XVI sobre una construcción de épocas
anteriores. Sin embargo, su aspecto actual, es fruto de una reedificación llevada a cabo en la década de los
sesenta del siglo XX cuando se convirtió en museo. En su interior se puede hacer un completo recorrido por
el arte asturiano de los siglos XIX y XX. Además, en dos salas que se corresponden con las habitaciones
privadas del ilustrado gijonés, se exponen objetos, muebles y obras de arte que pertenecieron a su colección
particular. Una nutrida biblioteca y un centro de documentación completan los servicios que ofrece el museo.
Centro de Cultura Antiguo Instituto Jovellanos. La actual sede de la Fundación Municipal de Cultura,
Educación y Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón albergó en sus orígenes el Real Instituto
Asturiano de Náutica y Mineralogía. El origen de la institución responde al ideal ilustrado de promover la
enseñanza pública como motor fundamental para el desarrollo de la sociedad. El Instituto fue creado por
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Jovellanos con la idea de formar técnicos para la explotación de las minas de carbón asturiana y pilotos para
el desarrollo del transporte marítimo. Inaugurado en 1794 en un edificio próximo a la casa natal del ilustrado
gijonés, pronto se comprobó que el espacio proporcionado por este inmueble era insuficiente. Así, en 1796,
Jovellanos encarga el proyecto de un edificio exnovo a Ramón Durán que nunca llegará a materializarse
debido al fallecimiento del arquitecto. Pocos años después será el autor del edificio que alberga el Museo del
Prado, Juan de Villanueva, el encargado de elaborar un nuevo proyecto bajo la estrecha supervisión de
Jovellanos. El proyecto de Villanueva no se llegaría a completar debido a problemas financieros, realizándose
únicamente la cimentación y la planta baja. Tras un largo periodo en el que el edificio contaba con una sola
planta se encarga un proyecto de ampliación al arquitecto Ricardo Marcos Bausá que entre 1885 y 1887
añade las dos plantas que confieren al edificio su aspecto actual. Entre los años 1990 y 1994 el Instituto es
sometido a un profundo proyecto de rehabilitación con el propósito de convertirlo en centro cultural, función
que cumple en la actualidad. Su interior alberga dos salas de exposiciones, salón de actos, aulas y oficinas
de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular.
AVILÉS
Los Canapés y la Fuente del Rivero. Ejemplo de urbanismo ilustrado.La preocupación ilustrada por la
mejora de las comunicaciones dada la creciente actividad comercial de esta villa va a desembocar en el inicio
del denominado Camino a Oviedo. Este proyecto intentaba evitar la marginación de Avilés respecto a otras
ciudades portuarias como Gijón. Testimonio de uno de los primeros tramos de esta vía son unos
monumentales asientos de piedra conocidos como los “Canapés”, proyectados por el escultor y arquitecto
José Bernardo de la Meana, encargado también del trazado de uno de los tramos del camino que se remató
en el año1783. Será sin embargo Francisco Pruneda el que remate las obras añadiendo un motivo
ornamental como la Fuente del Rivero a la por entonces entrada de la Villa.
SANTIAGO DE COMPOSTELA
A la renovación de los principales monumentos de la ciudad en época barroca, le sigue en el último tercio del
siglo XVIII, un conjunto de medidas que, recogidas en las Ordenanzas de Policía Urbana de 1780, hacen
posible la reforma de la fachada urbana de la ciudad. El resultado define la actual fisonomía compostelana
marcada por las fachadas de piedra o las características galerías.
Palacio de Raxoi. Situado en la plaza del Obradoiro. Edificio de estilo neoclásico levantado en 1766 bajo el
mandato del arzobispo Bartolomé de Raxoi, sobre el solar de la antigua cárcel. Es Casa Consistorial y sede
de la Presidencia de la Xunta.
Se debe al ingeniero militar francés Carlos Lemour, que sigue las directrices estéticas de la Academia de
París. Las columnas gigantes, jónicas en este caso, se convierten en recurrentes motivos para una fachada
compacta, que es también ligera.
Palacio del Marqués de Santa Cruz. Supone uno de los resultados de la política de renovación urbana
durante el período ilustrado. Este sobrio palacio presenta una sencilla fachada de piedra con vanos en
disposición regular, rematando su cuerpo central con un frontón triangular.
Edificio de la Universidad (Facultad de Historia). El nuevo edificio de la universidad se construye en el
solar que ocupaba el antiguo colegio de los Padres Jesuitas. La obra, de grandes dimensiones, se levanta
entre los años 1771 y 1796. Su fachada presenta un gran cuerpo central articulado por columnas de orden
gigante que se comunica con la plaza a la que se abre mediante una escalinata. En la decoración se elimina
cualquier referencia religiosa, para representar el triunfo de la ciencia sobre el oscurantismo.
Iglesias de San Benito do Campo. Santa María do Camiño y Capilla de las Ánimas. San Miguel dos
Agros. La arquitectura religiosa deja también durante la ilustración buenos ejemplos en la ciudad. Se trata de
un conjunto de templos de fachadas sencillas enmarcadas por columnas o pilastras, con puerta de acceso
adintelada y rematadas en la mayoría de los casos con frontón triangular.
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JEREZ DE LA FRONTERA.
La ciudad experimenta durante el siglo XVIII un importante desarrollo demográfico y económico. Las ideas
ilustradas fueron difundidas gracias a la creación de la Sociedad Económica de Amigos del País, promovida
por Miguel M. Panes Gonzalez de Quijano, marqués de Villa-Panes. Esta institución trato de llevar a cabo
algunos proyectos para la ciudad: la industrialización de su agricultura, la navegación del río Guadalete, la
creación de un gran puerto, la mejora de las comunicaciones y la instauración de centros de formación para
la educación de sus ciudadanos.
Arquitectura civil. Durante el siglo XVIII se construyen y se transforman los palacios urbanos de la
aristocracia y de una burguesía enriquecida por el comercio de sus vinos. El Palacio de Camporreal es el
más cercano a los presupuestos clasicistas con una sobria fachada de vanos en disposición regular. Otros
palacios como el de Domecq o la Casa de Pérez-Luna todavía incorporan elementos de estética barroca.
FARO
La ciudad sufre un devastador terremoto en el año 1755 tras el que se suceden toda una serie de necesarias
reformas. La reconstrucción de algunos de sus principales edificios se hace en estilo neoclásico y va
acompañada, en algún caso, con transformaciones del trazado urbano. La ciudad está marcada en el tránsito
del siglo XVIII al siglo XIX, por el mecenazgo del obispo del Algarbe D. Francisco Gomes de Avelar, promotor
de muchas de las reformas realizadas, cuya realización encarga al arquitecto genovés Francisco Javier Fabri.
Arco da Vila. Esta puerta monumental levantada en el año 1812 es uno de los proyectos del arquitecto Fabri.
Abierta sobre una de las puertas de la cerca medieval supuso también una importante reforma del trazado
urbano al abrirse frente a la misma una de las más importantes plazas de la ciudad. Magnífico ejemplo de
arquitectura neoclásica, presenta un gran arco central sobre el que se dispone una hornacina que alberga la
imagen de Santo Tomás de Aquino
Iglesia de Estoi y Ermita de San Luis. Ambas construcciones habían sufrido importantes deterioros durante
el terremoto de 1755. Será nuevamente el arquitecto Fabri el encargado de su reedificación. En el caso de
Estoi el proyectista, aunque respeta en gran medida la construcción primitiva, edifica una nueva fachada en
estilo neoclásico enmarcada por pilastras lisas y rematada por un sobrio frontón triangular.
Iglesia de San Francisco. Este templo fue fundado a finales del siglo XVII aunque su aspecto actual se debe
en gran medida a toda una serie de reformas efectuadas a mediados del siglo siguiente. Estas reformas no
afectaron a la decoración del interior, deudora en gran medida del barroco, pero si al exterior donde destaca
nuevamente la racionalidad en la composición de sus principales elementos.
BURDEOS
Burdeos inicia un periodo de extraordinaria prosperidad económica a partir de 1715. La apertura al comercio
internacional y el tráfico con las colonias, hacen de su puerto uno de los primeros de Francia. Se emprenden
grandes construcciones destinadas a responder a nuevas necesidades económicas, administrativas y
religiosas. Además, se inicia un proceso de modernización de la ciudad con la creación de nuevos paseos
públicos, avenidas, zonas arboladas y plazas con fachadas sujetas a normativas. Los muelles situados al
margen del río Garona se transforman y la ciudad se extiende hacia el barrio neoclásico de los Grandes
Hommes. De esta manera nace el palacio Rohan, el Gran Théâtre o la Place Royale y el estilo neoclásico
determina la arquitectura de la nueva fachada urbana abierta al río. Se desarrollan importantes conjuntos
edilicios como los de las plazas de la Bolsa y del Parlamento, además de nuevas tramas urbanas como la
generada por la Plaza de Bourgogne y el ya citado barrio de los “Grandes Hommes”.
Plaza de la Bolsa. Antiguo Plaza Real construida entre los años 1729 y 1755 y dedicada al rey Luis XV. Es
obra de los arquitectos reales Jacques y Ange-Jacques Gabriel. La planificación de esta plaza fue
determinante en la nueva organización de la ciudad hasta ese momento desarrollada de espaldas al río. Las
construcciones que la enmarcan constituyen una magnífica alineación sobre los muelles del río Garona. La
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plaza esta configurada por dos edificios gemelos y enfrentados, uno destinado a aduana y otro a bolsa. En el
centro se situaba una estatua ecuestre de Luis XV, obra de Lemoyne, que fue sustituida en 1865 por la
Fuente de las Tres Gracias.
Plaza del Parlamento. Antigua plaza del Mercado Real (hacia 1760). La arquitectura de los inmuebles que
conforman esta plaza responde a una tipología que está presente en los edificios bordeleses de la primera
mitad del siglo XVIII (1740-1770). La plaza está formada por tramos de edificios con soportal, coronados
mediante una balaustrada. Las fachadas presentan una profusa decoración formada por motivos vegetales y
mascarones además de los antepechos de hierro forjado. La fuente que la adorna es neo-renacentista
(1865).
Puerta de Bourgogne. Una de las entradas de gala de Burdeos en el siglo XVIII que constituía la
prolongación de la vía que entraba por el Pont de Pierre. Fue proyectada por los arquitectos Ange-Jacques
Gabriel y Nicolas Portier. El ordenamiento neoclásico de la plaza Bir-Hakein, donde está enclavada -antes
Plaza de Borgogne-, apenas ha cambiado. El monumento consiste en un arco de triunfo de un vano,
articulado con cuatro pilastras sobre las que descansa un friso dórico.
Pont de Pierre. Fue mandado construir por de Napoleón sobre el río Garona entre 1810 y 1822. Es obra del
ingeniero Claude Deschamps, y consta de 16 arcos. La dificultad de este proyecto se debió a la anchura del
río (500 m.) y al suelo arenoso y de poca consistencia, por la acción de las fuertes mareas. Va a permitir unir
el centro de la ciudad con el barrio de La Bastida, en la orilla derecha. Permaneció como único puente de
Burdeos hasta el año 1965.
Barrio de los Grandes Hombres. Conocido también como Triangle está dedicado a los ilustrados Voltaire,
Rosseau y Montesquieu. Su urbanismo se remonta a los años de la Revolución Francesa (1792-1797). El
espacio se configura a partir de una plaza circular de donde salen dos ejes. Ejemplos de edificios singulares
construidos en estos años son la casa Meyer (1796) y el Téâthre Française (1800) del arquitecto Dufart.
Plaza Gambetta. Es un ejemplo del desarrollo urbano de la ciudad en el siglo XVIII. Su construcción fue
proyectada por el intendente Louis-Urbain Aubert, marqués de Tourny, que también fue arquitecto de las
casas que configuran la plaza. A la misma se accede a través de una puerta monumental denominada Porte
de Dijeaux. Las seis primeras casas fueron terminadas en 1748 y el resto de los inmuebles se construyeron a
continuación. Fue concluida en 1770 bajo la denominación de Plaza Dauphine.
Allées de Tourny. Proyecto urbano promovido por el intendente Marqués de Tourny. Es una gran avenida
arbolada que arranca del Gran Teatro y finaliza en la Plaza de Tourny.
Ayuntamiento. Palacio Rohan. Sede del ayuntamiento desde el año 1837, el palacio arzobispal conocido
como palacio Rohan fue construido entre el año 1772 y 1778 por el arquitecto Richard François Bonfin, para
el arzobispo Ferdinand Maximilian Mériadeck. Los prelados en el s. XVIII se regían como promotores e
urbanistas jugando un importante papel en la transformación de la fisonomía de la ciudad. El edificio se
concibe según el modelo de palacio urbano, entre patio y jardín.
Le Grand Théâtre (1773-1780) Construido por el arquitecto Victor Louis sobre el lugar donde se encontraba
un monumento de la época galo-romana: “Les Piliers de Tutelle”. Es desde su inauguración, el centro de la
vida artística de Burdeos. Está concebido como un monumental templo clásico con un pórtico formado por 12
columnas corintias. El ático se remata con 12 estatuas; nueve representan a las musas y tres a las diosas
Juno, Venus y Minerva. El teatro se levanta en la Plaza de la Comedia, conjunto urbanístico proyectado por el
mismo arquitecto, y formado por inmuebles de estilo clásico como el Grand Hotel,
Templo des Chartrons. Uno de los más hermosos templos neoclásicos de Francia. Es obra del arquitecto
bordelés Arnaud Corcelle. Una significativa comunidad de protestantes implantada en este barrio hizo
necesaria la construcción de un lugar de culto en la primera mitad del siglo XVIII. El templo de Chartrons se
inaugura en marzo de 1835 en el lugar donde se encontraba un edificio más antiguo.
Además de los espacios y edificios singulares citados se construyen, por parte de una próspera burguesía,
un importante número de mansiones. Buenos ejemplos son: Casa Leberthon (1740), Casa Saige (1774),
Casa Rolly (1780), Casa Aquart (1785) Casa Mayer (1795).
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RENNES
Después del grave incendio de 1720 que destruyó 33 calles de la ciudad, el centro fue reconstruido. Los
encargados de este trabajo fueron el arquitecto Jacques-Jules Gabriel (1667-1742) que va a suceder al
ingeniero Isaac Robelín. Se crea una nueva tipología urbana formada por edificios sobre módulos de
soportales de granito, dos plantas superiores de piedra toba y cubiertas en mansarda. Se dota además a la
ciudad de dos plazas reales personalizadas con las estatuas de Luis XIV y Luis XV, que constituyen un
ejemplo de urbanismo ilustrado.
Plaza Real del Ayuntamiento. Tras el incendio que destruyó el centro de la ciudad en 1720, Jacques V.
Gabriel diseña un espacio (1734-1742) “construido para la inmortalidad”: en el centro la estatua de Luis XV y
la torre del reloj, y al norte el tribunal de justicia y al sur el ayuntamiento. La estatua, fundida durante la
revolución, es sustituida por el grupo de la duquesa Ana de Bretaña y el rey de Francia y destruida de nuevo
por independentistas bretones en 1932. El teatro y los edificios que lo flanquean son obra de Millerdet.
Plaza Real del Parlamento. Bretaña, anexionada a Francia en 1532, posee un parlamento con doble
función jurídica y política. Fue edificado en el siglo XVII, por el arquitecto G. Gaultier, sobre la plaza de SaintFrançois, bordeado de casas de madera. Tras el incendio de 1720 Gabriel, lo dota de una elegante plaza
donde se levanta una estatua de Luis XV, construyéndose alrededor inmuebles de granito en los soportales,
piedra toba en los dos pisos y cubierta en mansarda.
Teatro-L’Opera. Es uno de los escasos ejemplos de teatro neoclásico que han llegado hasta nuestros días.
Fue proyectado por Charles Millardet, joven arquitecto de la ciudad. Inaugurado en marzo de 1836, el edificio
desconcertó a sus contemporáneos.
Construido en piedra blanca, es de gran sencillez de líneas, con peristilo en rotonda. La originalidad del
edificio hay que buscarla también en su inserción en un basto proyecto inmobiliario que comprendía viviendas
y galerías comerciales protegidas por un acristalamiento metálico.
Catedral de Saint-Pierre. Se inició en 1560 y se terminó en 1705; 83 años más tarde los arquitectos Cruzy y
Bidet, de Nantes y Rennes, diseñan en el siglo XVIII un nuevo edificio de planta basilical. Su fachada
neoclásica con dos elevadas torres, tiene cinco pisos de columnas con capiteles jónicos y las armas del rey
Sol en el remate del cuerpo central. El interior contiene una rica decoración de estuco y oro.
Basílica de Saint-Savoir. Está situada en la unión de la antigua villa y la ciudad reconstruida después del
incendio de 1720. El edificio, que se inicio en 1703, fue rematado en 1765 por Fr. A. Forestier, autor de la
sobria fachada neoclásica. Construida en granito, presenta el cuerpo central más alto y rematado en frontón,
pilastras cajeadas pareadas y sencillo friso en la división de los dos pisos. En su interior contiene un exvoto
del incendio del siglo XVIII y un mobiliario destacable: baldaquino, púlpito, fuentes bautismales y órganos de
los siglos XVII y XVIII.
Octroi (aduana). Situada en el nº 1 de la calle Louis-Guillou fue proyectada por el arquitecto nantés Cruzy,
que también había trabajado en la Catedral de Saint-Pierre. Lateralmente bordeada por una pilastra, la puerta
de entrada está rematada por un frontón triangular. Situados en las entradas de las ciudades, los despachos
d´octroi se encargaban de cobrar los impuestos a los comerciantes.
NANTES
Durante el siglo XVIII la ciudad de Nantes experimenta un gran desarrollo al convertirse en el primer puerto
francés. Su prosperidad radica principalmente en el comercio con Africa y las Antillas. Desde su puerto
partían los buques encargados del tráfico de esclavos que conducían a territorio americano del que luego
volvían con productos alimenticios como azúcar o café. Esta riqueza trajo consigo un importante crecimiento
urbano que dotó a la ciudad de nuevos barrios como Graslin o la Isla Feydeau. Protagonista de estas
reformas fue el arquitecto Mathwin Crucy (1749-1826), que estudió en la Academia Real de Arquitectura y
que introduce en Nantes el estilo neoclásico. A él se debe el trazado geométrico de la ciudad nueva. Su
actividad urbanística está muy asociada con la del promotor J.J.Louis Graslin que adquiere terrenos en el
oeste de Nantes y los convierte en la zona de ensanche.
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Plaza Real. Proyecto urbano que conecta la ciudad antigua con el nuevo barrio Graslin. Constituye un buen
ejemplo de las exigencias de la ilustración tanto por su riguroso trazado geométrico como porque supone una
zona de apertura para el casco antiguo de la ciudad.
Plaza Graslin. La plaza y el teatro Graslin fueron los proyectos que mejor definen el trabajo del arquitecto
Crucy en Nantes. La plaza presenta un trazado en hemiciclo presidido por la escalera monumental que
conduce a la entrada principal del teatro. La unidad del conjunto se refuerza por el diseño clasicista de las
fachadas. El teatro que fue inaugurado en el año 1788, consta de un pórtico con ocho columnas rematadas
con figuras de musas.
Isla Feydeau. Es un barrio creado gracias a la riqueza comercial del siglo XVIII tras la conquista de las
Antillas y el desarrollo del tráfico comercial. Es aquí donde los armadores más ricos se construyen sus
mansiones diseñadas por arquitectos de estilo neoclásico. Se trata de un conjunto de veinticuatro inmuebles
con fachadas idénticas adornadas con mascarones y antepechos de hierro forjado.
GLASGOW
Durante el último tercio del siglo XVIII y el inicio del siglo XIX la ciudad se convierte en un importante centro
industrial. El desarrollo de la industria textil y, sobre todo, del mercado del tabaco con América del Norte, trajo
consigo un importante desarrollo urbano. Se crean nuevos barrios como Merchant City donde se despliega
una arquitectura de raigambre clasicista que constituye uno de los rasgos distintivos de la ciudad hasta
nuestros días.
Barrio de Merchant City. En este histórico barrio de la ciudad fue donde establecieron sus residencias y
también sus industrias los propietarios de las nuevas fortunas surgidas con el desarrollo del mercado del
tabaco con los Estados Unidos. Grandes arquitectos del clasicismo escocés como David Hamilton o Robert
Adam proyectan en esta zona importantes edificios algunos de los cuales siguen en pie hasta la actualidad.
El barrio sufre un prolongado proceso de degradación urbana durante el siglo XX, que empieza a remitir en la
pasada década de los ochenta con la recuperación de algunos edificios y el establecimiento de nuevos
negocios.
Royal Exchange. El edificio fue construido para uno de los más importantes gremios de importadores de
tabaco. La monumentalidad del edificio determina el espacio urbano que lo circunda generando en su frente
una de las mas importantes plazas de la ciudad. El proyecto fue encargado al arquitecto David Hamilton que
lo culmina en el año 1827. El frente se organiza a la manera de un templo griego con un esplendido pórtico
rematado en frontón circular tras el que sobresale una esbelta linterna. Tras pasar por diferentes usos, el
edificio alberga en la actualidad la galería de arte moderno de la ciudad.
Royal Bank. Este edificio fue diseñado por el arquitecto Archibald Elliot en 1927 siguiendo presupuestos
estrictamente clasicistas. Su ubicación junto al edificio del Royal Exghange confiere a la plaza donde se
levantan un aspecto unitario. En la actualidad alberga una de las mayores librerías de la ciudad.
Hutchensons Hall. Otro de los edificios diseñados por David Hamilton, fue erigido en 1802 al final de una de
las calles más anchas del barrio, gozando así de una espléndida perspectiva. Construido como hospital de
caridad, alberga en la actualidad la sede del Nacional Trust For Scotland.
Trades House. El edificio fue construido entre 1791 y 1794 siguiendo el proyecto de Robert Adams, uno de
los arquitectos clasicistas más importantes de escocia. Su función era acoger a los gremios de comerciantes
más importantes de la ciudad, destino que sigue manteniendo en la actualidad. Al igual que otros edificios de
la ciudad la visión del edificio se ve favorecida al levantarse al final de la perspectiva ofrecida por la calle
Garth.
Tobacco Merchants House. Este pequeño edificio es la única casa del gremio de comerciantes de tabaco
que todavía se conserva en el barrio de Merchant City. De sobrio clasicismo fue diseñado por el arquitecto
John Craig en 1775. El edificio fue totalmente restaurado en el año 1995.
Iglesia de St. Georges Tron. Como ejemplo de arquitectura religiosa en la época de la ilustración
destacamos esta iglesia rematada en 1802 siguiendo planos del arquitecto William Stark. El templo presenta
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una fachada dividida en tres calles por columnas de orden dórico. Sobre la calle central se eleva una gran
torre de influencia barroca
Grecian Justiciary Courts. El arquitecto William Stark es también el autor de este edificio que, aunque fue
reconstruido a comienzos del siglo XX, todavía conserva gran parte de su aspecto original. Construido entre
los años 1809 y 1814 el clasicismo de esta obra se evidencia en el cuerpo central de su fachada que adopta
la forma de un pórtico de orden dórico.
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