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En la magnìfica Costa degli Dei està insertada perla preciosa, conocida en todo el mundo, lugar de
primitivas leyendas y de historia milenaria, su nombre es Tropea. Surge sobre de un promontorio entre los
Gulfos de Gioia y de S.Eufemia y se dice que el fundador fue Hércules que, regresando desde la
Espana (Columnas de Hércules), se parò en la Costa degli Dei y, segùn esta leyenda, Tropea llegò a
ser uno de los puertos de Hércules.
Pero la verdadera historia de Tropea cominenza en época romana cuando a lo largo de la costa,
Sexto Pompeyo derrotò César Octaviano.
Por su peculiar posiciòn de terraza sobre el mar, Tropea tuvo una funciòn muy importante tanto en época
romana como en seguida con la ocupaciòn sarracena y, màs, bajo los Normandos y los Aragoneses.
Tropea es uno de los centros màs interesantes de la Calabria y de la Costa degli Dei.
Descubierta por célebres viajeros en los siglos pasados, conociò una considerable notoriedad en to
do el mundo para su extraordinarias hermosuras naturales y arquitectonicas; de hecho atrae la
atenciòn del gran flujo vacacional siendo, a razòn, llamada Perla del Tirreno.
Solo en esta fascinante ciudadana, al deleite ofrecido por el mar, se une un itinerario cultural,
artìstico y paisajìstico, que luego vamos a descubrir, muy interesante.
Imponente y austera, domina sobre de una vasto acantilado de rocas y se refleja en un mar cristalino.
La parte antigua de la ciudad està en un terrazo por encima del mar, enfrente del cual se eleva un
islote (escollo) con el antiguo santuario benedictino ( Iglesia de Santa Marìa de la Isla). Existente
desde el ano 370 d.C. y de origen basiliana, hecha de nuevo en epòca gòtica, fue el refugio de eremitas y
navegantes por siglos, ya que anteriormente no estaba conectada a la tierra firme.
Al santuario se llega por medio de una escalinata empinada sacada de la misma roca del islote;
alrededor de la iglesia està un magnìfico jardìn lleno de plantas medite mediterràneas con una
estupenda vista del mar que ofrece una panoràmica muy sugestiva de todo el litoral ademàs de ser
un sitio muy romantico..
En el fondo se vislumbran las Islas Eolias con Stromboli y Volcano muy visibiles, la Sicilia con el
imponente Etna y la superficie del Mar Tirreno enfrente.
El verde interior con los
asentamientos de campesinos
expertos que cultivan el suelo,
sacando productos conocidos por
todo el mundo como la famosa
Cebolla Roja de Tropea, completa
esta esquina del Mediterràneo que
todavia no es bastante valorizada.
Las playas de abajo el acantilado de
Tropea, son càndidas y chocan con
el mar limpidìsimo y cristalino de
los colores que van del turquesa al
azùl intenso.
La ciudad antigua abunda en iglesias de varias épocas (Catedral Normanda, S.Francisco de Assisi,
S.Marìa de la Nieve, de la Anunciada) y de sugestivos edificios nobiliarios que guardan al interios
preciosos tesoros y preciosos mobiliarios urbanos en buenìsmas condiciones.Al exterior de estos palacios
(antiguas moradas aristòcratas) se pueden admirar los balcònes dieciochesco, muchos de ellos por encima
del mar, y las importantes puertas colocadas al entrada de los edificios, edificados por habiles artesanos.
Todo esto està centenido en un laberinto de callecitas estrechas que se abren en pequenas plazas
estupendas y que de repente se asoman al mar de abajo o a los verdes terrazos.Muchos palacios
nobiliarios fueron edificados a pico sobre el mar a una altitud considerable, con ventanas y balcones
que abren directamente sobre uno de las esquinas màs hermosas del Mar Mediterràneo.
Aventurandose al interior de la ciudad vieja se descubren pequenon talleres de famosos artesanos del
leno, del hierro, de los tejidos y de la terracotta.
Se encuentran también pequenos talleres conducidos por campesinos autòctonos que venden productos
caracterìsticos locales procedentes de sus masadas como: el aceite de oliva , el vino, los dulces, los huevos
frescos, los frutos secos y del momento, canastas de mimbre,salchichònes picantes como la conocida “Nduja
de Spilinga”, las cebollas rojas de Tropea con todos los derivados como la confitura y otros productos de
alta gastronomìa calabresa, que se pueden degustar en los pequenos restaurantes romànticos y sugestivos
diseminados en cada esquina de la ciudas vieja.
Tropea tiene un moderno puerto turìstico, equipado de todas las comodidades y no lejos de la ciudad
vieja. El puerto de Tropea es uno de los cincos Puertos de Hércules elegido junto a otros cuatros
puertos del Mediterràneo, debido a la leyenda antedicha.