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Prof. Dr. D. Andrés Maldonado. 7 · El Delta del Guadalfeo Profesor de Investigación. Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, Consejo Superior de Investigaciones Científica Universidad de Granada. D. Andrés Maldonado López Profesor de Investigación del CSIC Tiene más de 30 años de experiencia en el campo de la Geología y Geofísica Marina. Ha sido Jefe Científico de 37 campañas oceanográficas, en buques españoles y extranjeros, entre ellas las de puesta a punto y pruebas de la instrumentación del B/O HESPERIDES, del cual ha sido miembro de la Comisión de Construcción. Ha participado en dos campañas de sondeo del programa ODP (Antártico centro-oriental y margen continental de la Península Antártica). Ha sido Jefe Científico de 7 campañas realizadas en la Antártida (ANT 92, HESANT 92/93, SCAN 97, ANTPAC 97/98, SCAN2001, SCAN 2004; 2008) e Investigador Principal de 8 proyectos de investigación en la Antártida. Ha dirigido 13 proyectos internacionales de investigación en el Mediterráneo occidental, Océano Atlántico y Golfo de Cádiz. Ha dirigido 8 Tesinas y 9 Tesis de Doctorado. Ha sido Director del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, del Departamento de Relaciones Internacionales del CSIC (Madrid) y en dos mandatos del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (Granada). Ha realizado un total de más de 230 publicaciones científicas. De estas, 90 son artículos originales publicados en revistas incluidas en los listados del Institute for Scientific Information (ISI) de Philadelphia, otros 17 artículos están publicados en volúmenes especiales de editoriales ISI, y ha sido editor o coeditor de un total de 31 monografías nacionales e internacionales. El resto de artículos están publicados en revistas nacionales e internaciones. Entre sus muchas distinciones Científicas se encuentran: · Miembro Fundacional Electo de la “Academia Europeae” de la Ciencia. Londres. (1987- actualidad). · Presidente electo del Comité de Geología y Geofísica Marinas de la Commission Internationales pour l’Exploration Scientifique de la Mer Méditerranée (1990/1993). · PREMIO DU PONT (2ª Edición) para la Ciencia. Principado de Asturias. (Noviembre de 1992). · Académico Numerario electo de la Academia de Ciencias Matemáticas. 188 · XXV II S e m a n a de estudios del mar Resumen En la zona costera de la desembocadura del Río Guadalfeo se distinguen dos grandes provincias fisiográficas y deposicionales. A poniente se localiza la llanura deltaica. Esta provincia está caracterizada por pendientes suaves que se disponen con una dirección SW a poniente del antiguo canal y en dirección SE a levante del canal. La llanura deltaica se encuentra circunscrita hacia tierra básicamente por la cota de nivel de +20 m. A mitad de los años 90 el frente deltaico progrado mar adentro por medio de una serie de barras de arena formadas a partir de la desembocadura La situación más reciente muestra, al contrario, una clara erosión del frente deltaico. La segunda provincia a levante se encuentra a una cota superior y presenta mayores pendientes que la provincia anterior, estando limitada por la cota de nivel de +50 m. En general, se trata de un área dominada por sedimentos dispuestos en forma de lóbulos de abanicos aluviales y fan deltas, que han sido desarrollados a partir de los materiales de origen local suministrados por las ramblas. La construcción de la Presa de Rules, ha cortado definitivamente la mayor fuente de aporte de sedimentos al delta y zona litoral. La ampliación del Puerto de Motril, a su vez, ha incrementado la barrera para la transferencia de los ya escasos sedimentos hacia levante. El observado aumento del nivel del mar, como consecuencia del cambio climático, agrava la previsible erosión costera en el área, que necesitará de una decidida política de protección y de inversiones públicas para la toma de las apropiadas medidas correctoras. El d e lta d e l G u a d a l f e o · 189 1. Introducción Los deltas del Mar Mediterráneo, así como la gran mayoría a nivel mundial, son formaciones relativamente recientes a escala geológica (Coleman y Wright, 1975; Briand y Maldonado, 1997). Estos iniciaron su desarrollo a partir del momento que se produce una estabilización en el ascenso eustático del nivel del mar posterior a la última glaciación, construyéndose gran parte de las llanuras deltaicas emergidas posteriormente a los últimos 6.500 años (Maldonado, 1997; Brückner, 1997; Stanley, 1997; Zerbini et al., 1997). La plataforma continental y zonas costeras actuales se edifican, no obstante, sobre materiales precedentes entre ellos deltas relictos, que se formaron en épocas más antiguas y que pueden abarcar un periodo geológico más o menos amplio en función de la evolución tectónica del área (Fernández Salas et al., 2003, 2007). En el Mar Mediterráneo el hecho de haber estado aislado de los océanos mundiales durante Messiniense por el cierre de los estrechos hay un nivel que hace de referencia para establecer la historia geológica reciente (Maldonado, 1985). La apertura del Estrecho de Gibraltar al inicio del Plioceno, hace unos 5 millones de años, permite de nuevo la inundación del Mar Mediterráneo y marca la base de las formaciones costeras y plataformas continentales actuales (Maldonado et al., 1992; Pérez-Belzuz, 1999). Con la excepción de los 4 grandes deltas del Mar Mediterráneo, Nilo, Pó, Ródano y Ebro, la mayoría de sus deltas están alimentados por cuencas de escorrentía relativamente pequeñas, caracterizadas por una fuerte estacionalidad, con elevadas pendientes y por aportes de sedimentos abundantes y de tamaño de grano grueso. En numerosos casos se forman complejos de abanicos aluviales-deltas que se adentran dentro de la plataforma continental y dan lugar al desarrollo de potentes formaciones de depósitos. Un buen ejemplo de este tipo de depósitos lo constituye el Delta del Guadalfeo y la plataforma continental en sus inmediaciones, los cuales se describen en esta presentación. Se analiza además las implicaciones sobre la evolución del área de las recientes actuaciones realizadas en la cuenca y el litoral, encuadrándolas dentro de un contexto más global condicionado por el cambio climático. 2. Encuadre geológico La cuenca de escorrentía del Río Guadalfeo se alimenta de materiales del Paleozoico con diverso grado de metamorfismo, que a su vez se derivan de sedimentos detríticos de naturaleza arcilloso-limosa, 190 · XXV II S e m a n a de estudios del mar con algunas intercalaciones arenosas (Fig. 1). Localmente pudieron desarrollarse rocas carbonatadas hacia la parte superior de la serie. Posteriormente, los materiales de edad permotriásica se presentan como una serie alternante arcilloso-limosa y arenosa con episodios de evaporitas y material carbonatado. Durante el Trías Medio y Superior se sucede un episodio carbonatado posterior a la sedimentación clástica y carbonatada precedente. Esta sucesión corona a la mayoría de las unidades alpujárrides que son fosilizadas por el Plioceno y Cuaternario o como mucho, por el Mioceno superior en algunas áreas (Aldaya, 1981; Avidad y García-dueñas, 1981). En cualquier caso, entre el Jurásico y el Mioceno medio se han producido varias fases de deformación que conllevan el desarrollo del metamorfismo, al emplazamiento de los mantos y al desarrollo de la cuenca del Mar de Alborán (Comas et al., 1999). Fig. 1. Imagen de relieve en de la cuenca de drenaje del Río Guadalfeo, mostrando el delta y zona litoral. Los depósitos sedimentarios del Mioceno medio y superior son claramente post-orogénica. Durante el Messiniense se produce el cierre de los estrechos del Rif y Béticas, dando lugar a la desecación del Mar Mediterráneo (Maldonado et al., 1992). Durante esta fase, como consecuencia del brusco descenso del nivel de base favorecido además por movimientos epirogénicos de ascenso en los núcleos montañosos (Comas et al., 1999; Sanz de Galdeano y López Garrido, 2000), se debió producir un fuerte encajamiento de la red fluvial, que dio lugar al desarrollo de profundos cañones submarinos sobre El d e lta d e l G u a d a l f e o · 191 el margen continental (Pérez-Belzuz, 1999). La apertura del Estrecho de Gibraltar en el Plioceno y la consiguiente inundación del Mar Mediterráneo (Maldonado, 1985; Maldonado et al., 1992), dio lugar a la inundación de la cuenca del Mar de Alborán. La rápida subida del nivel del mar inicia el relleno de los profundos cañones y valles aluviales erosionados en la etapa anterior. Las sucesivas fases de ascenso y descenso eustático durante el Cuaternario favorece la formación de extensas llanuras aluviales en las desembocaduras de los ríos y ramblas (Stanley, 1997; Zerbini, 1997), que dan lugar al desarrollo de sucesivos depósitos encajados de deltas, abanicos aluviales y fan deltas (Briand, 1997; Brücker, 1997), los cuales colmatan sucesivamente la gran ensenada que se localiza en el área de Salobreña-Motril-Torrenueva. Tras la etapa de ascenso generalizado del Mioceno y formación de fallas, aparecen depósitos cuaternarios recientes fallados, que indican la existencia de una neo-tectónica activa en la zona del estudio hasta la actualidad (Campos et al., 1992; Maldonado et al., 1992; Estrada et al., 1997; Sanz de Galdeano y López Garrido, 2000). 2.1. Las formaciones del Plioceno y Cuaternario En la región de Motril y su zona costera, sobre los materiales alpujárrides del Paleozoico y Triásico se encuentran de forma discordante los primeros depósitos de materiales sedimentarios que constituyen las formaciones del Plioceno y Cuaternario. Estos sedimentos están representados predominantemente por acumulaciones de tipo deltaico y de abanicos aluviales procedentes del Río Guadalfeo y de las ramblas que se alimentan en los relieves adyacentes, así como formaciones de derrubios, pie de monte y abanicos aluviales desarrollados a los pies de los escarpes montañosos (Fig. 2) La granulometría muestra gran diversidad de tamaños de grano que oscilan desde arenas medias hasta gravas y bloques de gran tamaño (Losada, Maldonado et al., 1999). Los sedimentos están representados por los materiales erosionados y por los ríos y ramblas a lo largo de su recorrido. La principal fuente de sedimentos a la zona costera es el Río Guadalfeo (Figs. 1, 2). Éste nace en las Alpujarras al sur de los macizos montañosos del núcleo de Sierra Nevada y se dirige hacia el oeste atravesando materiales metamórficos alpujárrides, así como las calcarenitas tortonienses que conforman el sinclinal de Órgiva (Aldaya, 1981; Avidad y García-dueñas, 1981). Posteriormente gira, y se dispone hacia el sur erosionando materiales alpujárrides carbonatados 192 · XXV II S e m a n a de estudios del mar del Trias hasta llegar a la altura de la localidad de Lobres. Aquí, y debido desembocar en el mar y perder su capacidad de arrastre los depósitos se expanden formando el delta del Río Guadalfeo (Fig. 3). Los sedimentos aportados por el Río Guadalfeo al desarrollo de la llanura aluvial y deltaica son de tipo metamórfico estando principalmente representados por: esquistos, cuarcitas, esquistos con granate y cantos pertenecientes a los relieves esquistosos alpujárrides circundantes. En la región al este de Motril, y hasta Torrenueva, la llanura costera está formada por los abanicos aluviales procedentes de las ramblas que drenan los macizos montañosos adyacentes (Losada, Maldonado et al., 1999). Los materiales que aportan las ramblas locales están constituidos fundamentalmente por arenas y gravas que ocupan el fondo de las ramblas y constituyen depósitos de tipo abanico aluvial y fan deltas. El origen de estos sedimentos se encuentra en los relieves de cuarcitas y filitas triásicas inferiores de los que se alimentan las distintas ramblas de esta zona (Figs. 1, 2, 3). Por tanto, los sedimentos que aparecen en la región occidental del relleno aluvial presentan una menor variedad litológica que los existentes al oeste de Motril y que tienen su origen en los depósitos del Río Guadalfeo. 2.2. La llanura deltaica y costera El análisis geomorfológico y de las pendientes de los elementos deposicionales en los materiales del relleno de la zona costera y terrestre adyacente permite diferenciar dos grandes provincias fisiográficas (Losada, Maldonado et al., 1999). Por un lado, se caracteriza el área ocupada por la llanura deltaica del Río Guadalfeo (Fig. 4). Sobre la línea de costa esta llanura deltaica se extiende desde la localidad de Salobreña hasta aproximadamente las inmediaciones del puerto de Motril (zona del Varadero). En esta llanura deltaica se ha identificado un antiguo canal distributario que la recorría a lo largo de su eje y en dirección SSE, para desembocar en las inmediaciones del campo de golf de Playa Granada (Figs. 5, 6). Cerca de la desembocadura, el canal distributario principal se ramificaba en una serie de canales distributarios en forma de pata de ave, dando lugar al desarrollo de marismas y lagunas costeras (Fig. 7). Posteriormente, se estableció el canal distributario actual, a partir de una disfluencia que ocurre hacia la altura del paralelo de Salobreña, en favor de un canal distributario de recorrido más corto, y por consiguiente, más eficaz hidráulicamente, que se desplazó hacia poniente hasta formar el canal distributario actual (Figs. 8, 9, 10). El d e lta d e l G u a d a l f e o · 193 Fig. 2. Carta náutica mostrando el delta del Río Guadalfeo, el litoral y principales elementos morfológicos del área (Año 1960). Fig. 3. Composición de foto aérea mostrando el delta y litoral (Año 1995). Fig. 4. Provincias deposicionales del delta del Río Guadalfeo y de la zona de abanicos aluviales. 194 · XXV II S e m a n a de estudios del mar Fig. 5. Foto aérea de la llanura deltaica del Río Guadalfeo (Año 1995). Fig. 6. Mapa topográfico de la región de Motril y de su zona costera hacia 1722, mostrando el delta con sus numerosos canales distributarios y las principales ramblas de la zona. Fig. 7. Vista aérea oblicua de la llanura deltaica del Río Guadalfeo, donde se observa la progradación de barras de arena mar adentro a partir de la boca de la desembocadura. (Año 1989). El d e lta d e l G u a d a l f e o · 195 Sobre la llanura deltaica del Guadalfeo se observa que las direcciones de las pendientes quedan dispuestas según dos grandes grupos (Fig. 11). Por un lado, y desde la Punta del Santo, antigua desembocadura del Río Guadalfeo, hacia poniente las pendientes muestran una componente principal SW. El otro grupo de pendientes lo forman aquellas que están dispuestas al este de la Punta del Santo, que muestran una dirección principal hacia el SE. En la parte de la llanura deltaica más próxima al litoral las pendientes son muy suaves y la mayoría de los depósitos tienen una disposición subhorizontal, con ligera vergencia hacia el mar. Estos datos indican que la llanura deltaica ha sido principalmente construida a partir del canal distributario abandonado que la recorría a lo largo de su eje, siendo el canal actual una característica relativamente reciente en la evolución del delta. En general, toda la llanura deltaica actual del Guadalfeo se puede considerar que se encuentra limitada hacia tierra por la curva de nivel de 20 m (Figs. 3, 11). Los depósitos aluviales y de marismas de la llanura deltaica se anastomosan hacia las inmediaciones de los macizos montañosos sobre los que se encaja con formaciones de abanicos aluviales de carácter local, desarrollados por los aportes de las diversas ramblas estacionales. Las características geomorfológicas de esta llanura deltaica indican que se trata de un delta dominado por el oleaje (Coleman y Wright, 1975), donde los procesos costeros han predominado a lo largo de su desarrollo en la construcción del delta, estando subordinada la influencia fluvial y del régimen de mareas. Los sedimentos que forman el litoral permiten discriminar asimismo entre dos áreas o regiones que presentan características granulométricas diferenciales. Por una parte, se encuentra un área comprendida entre Salobreña y el Puerto de Motril (Playa de la Charca, Playa Granada, Punta del Santo, Playa de Poniente y Playa del Cable). Con esta zona presente una cierta similitud desde el punto de vista de distribución de tamaños de grano la Playa de las Azucenas en su sector más occidental, próximo al Puerto de Motril (Fig. 3). Esta última región, sin embargo, tiene características muy diferentes desde el punto de vista de la composición, al contener los sedimentos un porcentaje importante de fragmentos de conchas de bivalvos muy superior a los observados en las playas a poniente del puerto de Motril. Por otra parte los procesos de regeneración y actuaciones sobre esta playa han sido muy notables, así que la 196 · XXV II S e m a n a de estudios del mar composición actual del sedimento refleja tanto la composición natural como la influencia antropogénica. Las playas del delta del Guadalfeo a poniente del Puerto de Motril reflejan, desde el punto de vista de distribución de tamaño de grano, una clara afinidad con los sedimentos suministrados por el cauce del Río Guadalfeo, que procede de la denudación de Sierra Nevada (Fig. 1). No obstante la dinámica litoral y los procesos de transporte a lo largo de la línea de costa ejercen una influencia notable sobre las características de los depósitos actualmente localizados sobre el litoral. Así, en las áreas en las proximidades de la antigua desembocadura predominan tamaños de grano más gruesos debido a los procesos de erosión de la antigua llanura deltaica en la zona del frente deltaico. En las inmediaciones del puerto de Motril, por el contrario, los procesos de agradación costera han dado lugar a una progradación de la línea de costa y son más abundantes los depósitos de arenas gruesas. La otra región diferenciada comprende desde la Playa de las Azucenas (desembocadura de la Rambla de Puntalón) hasta la Playa de Torrenueva (Figs. 3, 11). El sedimento que existe en esta región presenta igualmente dos fracciones claramente diferenciadas. Por un lado, una fracción arenosa pero que presenta un tamaño de grano máximo superior al observado en la región a poniente del Puerto de Motril. Mientras, la fracción grosera compuesta por gravas sufre una disminución del tamaño de grano con respecto a la misma fracción de la región anterior. En general, estos sedimentos son comparables a los que se encuentran aguas arriba en la rambla de Puntalón, y cuyo origen fundamental procede de la erosión de materiales Alpujárrides drenados por las ramblas (Figs. 1, 3). La desembocadura del río Guadalfeo ha experimentado una notable progradación en los últimos años, con el desarrollo de un frente deltaico formado por barras de la boca (mouth bar) que progradan mar adentro (Figs. 7-10). El canal distributario del río en la llanura deltaica se encuentra desde principios de siglo encauzado artificialmente, con grandes diques en ambas márgenes que evitan los procesos de desborde e inundación de los levees naturales en las épocas de crecidas (Fig. 10). Como consecuencia de este encauzamiento la actual desembocadura actúa como un punto de anclaje. Las barras de la desembocadura han individualizado un ambiente restringido de tipo marismal (Figs. 8, 9). La disposición del material en esta barra obedece a un esquema que presenta los materiales más groseros en la parte enfrentada a El d e lta d e l G u a d a l f e o · 197 mar. Debido a la acción de las olas el material arenoso es lavado y transportado hacia la parte interior de la barra y hacia mar adentro. En la Punta del Santo, antigua desembocadura del río Guadalfeo, la erosión del litoral es máxima, predominando los depósitos de tamaño arena (Figs. 3, 7). En este punto la orientación del litoral sufre un cambio de dirección tomando una orientación hacia el NE. El resultado de esta inflexión es un aumento en el transporte litoral de material que favorece el desarrollo de barras paralelas a la línea de costa y acumulación de sedimentos en la Playa del Cable, que toma como punto de apoyo el dique de poniente del Puerto de Motril. A lo largo de toda la playa de Poniente se observa el desarrollo de morfología de tipo beach cusp, que favorecen los procesos de transporte longitudinal por las corrientes de resaca. Fig. 10. Desembocadura del Río Guadalfeo mostrando la erosión de las barras de arena de la boca (Año 2000). Fig. 8. Barras de arena de la boca de la desembocadura mostrando la progradación mar adentro de los lóbulos alunados (Año 1996). Fig. 11. Esquema geomorfológico de pendientes y provincias deposicionales 2.3. Los abanicos aluviales y fan deltas Fig. 9. Barras de arena de la boca del Río Guadalfeo (Año 1998). 198 · XXV II S e m a n a de estudios del mar La provincia deposicional que se extiende desde la zona del Varadero, en las inmediaciones del Puerto de Motril y la ciudad de Motril, hacia levante hasta la localidad de Torrenueva, presenta unas características geomorfológicas y deposicionales diferentes a la llanura deltaica del Guadalfeo (Losada, Maldonado et al., 1999). El d e lta d e l G u a d a l f e o · 199 Esta región se encuentra limitada hacia tierra por la curva de 50 m manteniéndose, en general, a un nivel topográfico superior a la región anterior (Figs. 3, 11). El análisis geomorfológico en base a la fotografía aérea y los mapas topográficos detallados muestra que esta provincia está formada por una serie de lóbulos deposicionales originados en los relieves montañosos adyacentes y en las cabeceras de las ramblas que desembocan en esta zona. Estos lóbulos han sido desarrollados como abanicos aluviales, que al progradar hacia mar adentro han dado lugar al desarrollo de fan deltas. Los fan deltas de esta provincia oriental se han interdigitado a lo largo de su evolución con los depósitos de la llanura deltaica del Guadalfeo, pero han conservado unas características deposicionales diferentes debido al tipo de procesos genéticos que han influido en su desarrollo. La parte oriental de la llanura aluvial de la región de Motril ha estado básicamente alimentada por los depósitos procedentes de los relieves adyacentes y suministrados por las ramblas en las épocas de fuertes lluvias. Dado el carácter estacional de estas lluvias, sometidas además de una ciclicidad estacional a otra de tipo plurianual, en la zona de tránsito entre ambas provincias han debido predominar uno u otro tipo de ambientes deposicionales y áreas fuente, en función de los aportes estacionales. Sin embargo, ambas provincias han mantenido su individualidad, debido al carácter más local y estacional de los aportes procedentes de las ramblas de corto curso y fuertes pendientes que han condicionado el desarrollo de abanicos aluviales y fan deltas con mucha más pendiente en la región oriental, mientras que en la provincia occidental se formaba una extensa llanura deltaica con pendientes más suaves y posibilitando el desarrollo de marismas deltaicas (Figs. 3, 11). Las pendientes en esta provincia de abanicos aluviales presentan una dirección predominante hacia el SW, que las hace enfrentarse con las existentes en la región de levante del canal distributario abandonado de la llanura deltaica del Guadalfeo, que está orientada hacia el SE. Se pueden diferenciar además los límites de lóbulos deposicionales correspondientes a abanicos aluviales, que se disponen preferentemente con una dirección SW, y los cuales han sido aprovechados localmente para la ubicación de los canales de riego aprovechando su morfología (Fig. 11). Estos cuerpos deposicionales, caracterizados como abanicos aluviales y fan deltas han ido creciendo y evolucionando desde los relieves adyacentes hacia mar, llegando a coalescer entre ellos. El resultado final es la acomodación de la 200 · XXV II S e m a n a de estudios del mar geometría de la zona litoral a la de estos fan deltas, con el desarrollo de formas cóncavas en áreas de contacto entre lóbulos y convexas en el extremo del lóbulo. La geometría de la costa en esta región responde a la disposición de ambas provincias fisiográficas a gran escala (Figs. 3,11). De esta forma, el tramo cóncavo en que se sitúa el Puerto de Motril estaría representado por la zona en la que la provincia occidental correspondiente a la llanura deltaica del Guadalfeo y la región oriental de fan deltas se unen, resultando un entrante hacia tierra de la línea de costa con batimetría relativamente profunda, con respecto a la de las zonas circundantes. La playa de las Azucenas a levante del puerto de Motril está sometida a una fuerte erosión resultado de la falta de aportes sedimentarios y de la dinámica de la zona. La playa está limitada en su parte hacia tierra por un fuerte escarpe de erosión, que llega a alcanzar 2 m de altura, excavado sobre los depósitos aluviales de los fan deltas y llanura aluvial. El escarpe erosivo muestra una sucesión estratigráfica formada por material arenoso en su base y margo-limoso hacia el techo El escarpe erosivo puede ser en parte de naturaleza relicta y ocasionado básicamente por la falta de aportes de las ramblas que han suministrado material a esta zona durante su evolución, a lo cual se ha sumado la modificación de la dinámica marina ocasionada por los diques del Puerto de Motril. Todo el litoral a levante del Puerto de Motril muestra el escarpe erosivo en su límite hacia tierra sobre los materiales de la llanura aluvial y fan deltas. Sobre este escarpe se encajan los depósitos arenosos gruesos que forman la playa actual. El escarpe, sin embargo, disminuye progresivamente de altura hacia levante, llegando a tener en las inmediaciones de los edificios de playa en Torrenueva sólo unos pocos decímetros de altura. Estos edificios de playa y el paseo marítimo adyacente se han construido sobre borde de dicho escarpe y por lo tanto en la zona que estaba siendo afectada por la dinámica litoral. En la población de Torrenueva las formaciones de esquistos del Alpujárride y los depósitos del Pleistoceno desarrollados sobre estas se extiende hacia mar, para llegar a aflorar sobre el litoral en la alineación marcada por la antigua Torre de Vigía. En este punto la playa desaparece contra el paseo marítimo y la zona sumergida El d e lta d e l G u a d a l f e o · 201 está formada por grandes bloques que indican un escape de los materiales arenosos que pueden transitar a lo largo del litoral en esta zona durante las fuertes tormentas. Hacia poniente de este punto, la playa se encuentra actualmente protegida por la construcción de diques que interrumpen la dinámica litoral. A levante de la zona de afloramiento de los materiales antiguos sobre el litoral de la población de Torrenueva, los procesos de erosión disminuyen rápidamente y la playa comienza progresivamente a tener un carácter agradacional con la acumulación de material arenoso. La dinámica litoral, además, favorece el transporte del sedimento hacia levante para acumularse en la parte occidental con apoyo sobre la Punta de Jolúcar. Se debe destacar, no obstante, que la presencia de un cañón submarino muy próximo al litoral (sobre la cota de -20 m) frente a la Punta de Jólucar, que impide que las playas actuales se puedan desarrollar con mucha más extensión de la actual. Este cañón constituye una trampa muy eficaz para el transporte litoral de sedimentos en cualquier dirección y en Torrenueva no existen fuentes de aporte de sedimentos terrestres de origen local. 2.4. El prodelta y la plataforma continental Fig. 13. Batimetría del litoral y plataforma continental entre Almuñecar y Cabo Sacratif, mostrando los prodeltas de la zona. Fig. 14. Perfil sísmico reflexión de alta resolución (ORE 3,5 kHz) del prodelta del Rio Guadalfeo. Fig. 12. Provincias deposicionales y geomorfología de la plataforma continental entre Almuñecar y Cabo Sacratif, mostrando los prodeltas de la zona. 202 · XXV II S e m a n a de estudios del mar La plataforma continental es estrecha, como en la gran generalidad del Mar de Alborán (Maldonado et al., 1992; Hernández-Molina et al., 1996, 2002; Fernández-Salas et al., 2003, 2007). En la zona de Motril, esta presenta una anchura media que no supera los 4-5 km (Fig. 12). La ruptura de la plataforma para dar paso al talud continental se dispone sobre la batimetría de 120 metros (Lobo et al., 2006, 2008). La plataforma presenta una morfología caracterizada El d e lta d e l G u a d a l f e o · 203 por una pendiente acusada que comprende la plataforma interna, para posteriormente suavizarse hasta alcanzar el borde de la plataforma, donde de nuevo se produce un rápido descenso hacia áreas del talud. alcanzan un gran desarrollo en aquellas áreas de mayor inestabilidad sedimentaria debido a los fuertes aportes, como en los prodeltas y borde de plataforma (Fig. 15). La inestabilidad tectónica del área facilita asimismo el inicio y desarrollo de los fenómenos de deslizamientos gravitacionales. El desarrollo del prodelta del Río Guadalfeo está relacionado con la estabilización del nivel del mar tras el último ascenso eustático, que se alcanza con posterioridad a unos 6.500 años. Lo continuos aportes de origen fluvial hacen progradar la llanura deltaica mar adentro y desarrollar en su frente un cuerpo lobulado deposicional con forma de lente que se adelgaza mar adentro sobre la plataforma contienental hacia el sur. Este prodelta se dispone sobre los materiales pleistocenos en la región del Varadero. 3. Actividad antropogénica Fig. 15. Perfil sísmico reflexión de alta resolución (ORE 3,5 kHz) del prodelta del Río Guadalfeo, mostrando los deslizamientos gravitatorios en los sedimentos. Las formas actuales están representadas fundamentalmente por los prismas litorales y los prodeltas (Hernández-Molina et al., 1996, 2002; Fernández-Salas et al., 2003, 2007; Lobo et al., 2006, 2008). Los procesos dominantes actualmente sobre la plataforma continental son fundamentalmente de naturaleza deposicional. Los prodeltas y prismas litorales son morfologías que se desarrollan durante la actual etapa de alto nivel del mar y representan los principales cuerpos sedimentarios que se desarrollan en la plataforma (Fig. 14). Localmente se localizan fenómenos gravitatorios. Estos están representados principalmente por deslizamientos y reptaciones, que 204 · XXV II S e m a n a de estudios del mar La construcción de puertos y obras marítimas en el litoral es una actividad antropogénica que ha tenido una demanda creciente, particularmente con la fuerte demanda turística de la época industrial, que influye drásticamente en los procesos litorales y en la evolución de la costa. La construcción de presas en los ríos para el control de avenidas, abastecimientos de agua o regadíos, así como para el encauzamiento de ramblas y arroyos y la extracción de áridos de los cauces fluviales y de las playas, han producido, además, una reducción sustancial de los aportes de sedimentos al litoral, desequilibrando la evolución costera con balances negativos y incremento de la erosión. Por otra parte, la ocupación de la playa emergida o su sustitución por paseos marítimos, dificulta la transferencia de materiales a lo largo de la costa alterando la evolución natural como respuesta a la acción del mar. Etapas 1910-1925 1925-1940 1940-1965 1965-1975 1975-1995 2005-2006 Puerto de Motril Encauzamientos de los ríos y ramblas Construcción de los diques Encauzamiento Río Guadalfeo Dragado Nuevo encauzamiento Río Guadalfeo Encauzamiento de ramblas Dragado dársena y bocana Ampliación del puerto Tabla 1. Principales actuaciones en el área del delta del Río Guadalfeo El d e lta d e l G u a d a l f e o · 205 La construcción del Puerto de Motril es un ejemplo de ello (Tabla 1). Como consecuencia de las dársenas la línea de costa a ambos lados del puerto experimentó notables cambios (Figs. 2, 5, 6). Estos cambios se concretaron en unos procesos erosivos y acumulativos en la Playa de las Azucenas, afectando aproximadamente a cerca de 600 m. de línea de costa. Al Oeste de la obra, y gracias al apoyo prestado por los diques, se inscribió una playa, la Playa de Poniente en terrenos que, por entonces, eran humedales y que eran inundados durante las avenidas de las ramblas (Figs. 5, 6). En 2005 se incia una ámplia remodelación del Puerto de Motril, modificando de nuevo substancialmente el litoral y la zona costera (Fig. 16). muestra una tendencia de aumento exponencial próxima a 1 grado centígrado durante las últimas décadas. La proyección futura de esta tendencia, en un escenario de emisión de CO2 a la atmósfera sin ninguna restricción implica un aumento de varios grados centígrados durante el presente siglo, lo que llevaría a cambios drásticos sobre el medio ambiente, con una alteración total del clima actual y del nivel del mar. Durante el pasado, los cambios de masa de agua en los océanos principalmente se han producido debido a las variaciones en la criosfera, particularmente en las grandes capas de hielo polares. Los modelos predictivos sobre estos cambios, sin embargo, tienen aún muchas incertidumbres y necesitan ser acotados. Además, las escalas de tiempo dominantes en la respuesta de las grandes capas de hielo a las variaciones climáticas, hace más difícil el desarrollo de modelos predictivos. No obstante, los diferentes modelos muestran aumentos de nivel del mar que pueden llegar a alcanzar 1 metro hacia finales del presente siglo. Un aumento de esta magnitud implica que una gran parte de las zonas costeras, tales como deltas, estuarios y marismas, así como núcleos de población importantes serían inundadas por el mar (Sánchez-Arcilla et al., 2000). Las implicaciones ambientales y económicas de este fenómeno pueden alcanzar magnitudes insospechadas. 4. Discusión y conclusiones Fig. 16. Foto aérea de la llanura deltaica del Río Guadalfeo (Año 2007). Similarmente, la demanda urbanística en Torrenueva desde principios del siglo pasado y particularmente en las décadas de los años 60 y 70, lleva a la construcción del paseo marítimo en 1973, lo cual altera de manera creciente la transferencia de sedimentos y la evolución del litoral. Se incremente la erosión costera con la ocupación de la playa seca y hace necesaria la toma de medidas correctoras, tales como aporte de arenas y la construcción de diques laterales y exentos a finales de los años 80 y principios de los 90 (Losada, Maldonado et al., 1999). Por otra parte, el aumento exponencial de la población mundial ha supuesto una presión sobre todo el sistema terrestre con el resultado de cambios ambientales importantes. Uno de los cambios mas aparentes es la alteración del sistema climático a nivel global, siendo el aumento de temperatura uno de los parámetros observables fácilmente medibles (Maldonado, 2005). Así la temperatura global 206 · XXV II S e m a n a de estudios del mar El análisis geomorfológico del Delta de Guadalfeo y zona litoral adyacente pone de manifiesto la presencia de dos grandes unidades deposicionales y fisiográficas diferentes desde el punto de vista de genético en el relleno de la gran ensenada que forma la llanura aluvial (Fig. 11) A poniente, entre Salobreña y aproximadamente el meridiano que une el núcleo de Motril con el Varadero, se localiza la llanura deltaica del Río Guadalfeo. Esta provincia está caracterizada por pendientes suaves que se disponen con una dirección SW a poniente del antiguo canal distributario que recorre la llanura deltaica en dirección SE, aproximadamente en su eje, y en dirección SE a levante de dicho canal distributario abandonado. La llanura deltaica se encuentra circunscrita hacia tierra básicamente por la cota de nivel de +20 m, interdigitándose hacia tierra con depósitos de abanicos aluviales desarrollados a partir de los relieves montañosos de materiales Alpujárrides. A mitad de los años 90 el frente deltaico progrado mar adentro por medio de una serie de barras de arena formadas a partir de la desembocadura (Fig. 8). La situación más reciente, por el contrario, muestra una clara erosión del frente deltaico, con la erosión El d e lta d e l G u a d a l f e o · 207 de las barras de arena de la desembocadura (Figs. 10, 16). El mar está erosionando en el momento actual los diques que encauzan el río. La segunda provincia identificada está constituida por los depósitos desarrollados a partir de las montañas costeras (Fig. 11). Esta región se encuentra a una cota superior y presenta mayores pendientes que la provincia anterior, estando limitada por la cota de nivel de +50 m. En general, se trata de un área dominada por sedimentos dispuestos en forma de lóbulos de abanicos aluviales y fan deltas, que migran hacia el SW y que han sido desarrollados a partir de los materiales de origen local suministrados por las ramblas que drenan los macizos montañosos adyacentes. La morfología del litoral refleja la dinámica sedimentaria dominante en el área de estudio. Así, en el tramo que se extiende desde el Peñón de Salobreña hasta la antigua desembocadura del Río Guadalfeo la dinámica sedimentaria presenta una componente hacia poniente. El sedimento, aunque escaso, se acumula allí donde existen elementos morfológicos que actúan como puntos de apoyo, tal como el tómbolo formado al amparo del Peñón de Salobreña. Hacia levante de la actual desembocadura del río la erosión aumenta progresivamente hasta la Punta del Santo, donde se encontraba la antigua desembocadura del canal abandonado. El frente deltaico ha sido sometidos a procesos de erosión desde su abandono y se observa localmente el afloramiento sobre a playa de los materiales de la llanura deltaica, que forman localmente un pequeño escarpe erosionado, que no sobrepasa generalmente 1 m de altura, sobre el que se apoya la playa actual. La composición de gravas, cantos discoidales y arenas gruesas facilita que los materiales de la playa se traben y armen, impidiendo que la erosión del antiguo frente deltaico sea muy activa. De la Punta del Santo hacia levante, la línea de costa sufre una inflexión hacia el NE, condicionando que el transporte neto resultante de la dinámica marina tome un componente hacia levante. Se producen los mismos fenómenos que en el margen litoral de poniente. El puerto de Motril actúa como punto de apoyo y el sedimento se concentra a poniente del espigón que cierra el puerto, generando la extensa Playa del Cable. En todo el litoral entre el Puerto de Motril y Torrenueva existe un escarpe erosivo formado sobre los materiales de los lóbulos deposicionales originados por los abanicos aluviales y fan deltas. El 208 · XXV II S e m a n a de estudios del mar escarpe es en gran parte relicto y refleja un descenso relativo del aporte sedimentario de las ramblas en épocas prehistóricas, lo cual ha condicionado el retroceso o menor actividad en el desarrollo de los fan deltas que ocupan esta provincia del litoral. La reciente puesta en funcionamiento de la Presa de Rules, a la altura de Vélez de Banaudalla en el cauce del Río Guadalfeo, ha cortado definitivamente la mayor fuente de aporte de sedimentos al delta y zona litoral. La ampliación del Puerto de Motril, a su vez, ha incrementado la barrera para la transferencia de los ya escasos sedimentos hacia levante, lo cual implica la toma de medidas protectoras para las playas afectadas. El observado aumento del nivel del mar, como consecuencia del cambio climático, agrava la previsible erosión costera en el área, que necesitará de una decidida política de protección y de inversiones públicas para la toma de las apropiadas medidas correctoras. Si consideramos, finalmente, que estamos en una zona tectónicamente activa y que hay claras evidencias de deslizamientos submarinos en zonas sumergidas próximas a la costa, se resalta finalmente la necesidad de los estudios necesarios, incluyendo un seguimiento de la evolución costera, para tomar las medidas necesarias antes de que el sistema costero se degrade hasta un estado donde los costes de recuperación sean prohibitivos. Bibliografía Aldaya, F. (1981). Hoja 20-44, Albuñol, a escala 1 :50.000. Mapa Geol. de España. Alonso, B. y Maldonado, A. (1992) Plio-Quaternary margin growth patterns in a complex tectonic setting: Northeastern Alboran Sea. Geo-Mar Lett 12:137–143. doi:10.1007/BF02084924 Avidad, J. y García-Dueñas, V. (1981). Hoja 19-44, Motril, a escala 1.50.000. Mapa Geol. de España. Briand, F. y Maldonado, A. (Eds.) (1997). Transformations and Evolution of the Mediterranean Coastline. 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