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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
LA "NUEVA RELIGIOSIDAD" Y LOS NUEVOS
MOVIMIENTOS RELIGIOSOS
Massimo Introvigne: LA QUESTIONE DELLA NUOVA RELIGIOSITÀ (*), IL RITORNO DELLO GNOSTICISMO ( # *)
y STORIA DEL NEW AGE, 1962-1992 (***)
El mundo de la nueva religiosidad, de las nuevas religiones,
los nuevos movimientos religiosos, de la magia, el espiritismo, el
ocultismo o las sectas ha adquirido; desgraciadamente, una gran
importancia debido a su creciente difusión sociológica y constituye
hoy en las sociedades modernas una manifestación más de las nefastas consecuencias personales, religiosas y sociales de la descristianización de las sociedades, del secularismo y de la falsa concepción de la libertad ; pero al mismo tiempo muestra que el
hombre ateo, absolutamente secularizado, sin interés o preocupación religiosa de ningún tipo, no parece ser el único fruto que
sociológicamente debiera haber producido ese secularismo; por el
contrario, parece manifestar que cuando se rechaza al Dios verdar
dero y a la religión verdadera, aparecen y se crean nuevas «espiritualidades», religiones y dioses falsos.
Esta nueva situación obliga tanto a una actitud de atención
científica, descriptiva, analítica de toda esa nueva realidad, como
a otra religiosa y pastoral que al tiempo señale los peligros y errores que entraña para la fe y la religión católica —y por tanto para
los fieles católicos— e intente apartar de ese camino a los que
han entrado en él, mediante la conversión, A esta tarea viene dedicando sus afanes durante largos años el autor de las obras que
seguidamente comentamos.
(*) Cristianità, Piacenza, 1993, 100 págs. Apéndice: «La sfidá delle sette
o nuovi movimenti religiosi: un approccio pastorale», Informe General al
Consistorio Extraordinario de 1991, del Cardenal Francis Arinze, Presidente
del Consejo Pontificio para el Diálogo Inter Religioso.
~
(**) SugarCo, Jyftlán» 1993, x 4- 264 págs. Introducción de Giovanni
Cantoni.
(***) Cristianità, Piacenza, 1994, 210 págs.
Verbo, núm. 327-328 (1994), 861-886
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informacion
bibliografica
Massimo Introvigne (Roma, 1955), es miembro de Alleanza
Cattolica, profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad de
Turin, cofundador del CESNUR, del que es director desde 1988,
autor de diversas obras de filosofía jurídica y de filosofía moral,
como Los dos principios de justiciasen la teorfyt de Ralws (Giuffrè,
Milán, 1983) y «Mystiche» y moral en Wittgenstein (Quadrivium,
Génova, 1984), aunque en los últimos años de su dedicación al
Centro de Estudios sobre las Nuevas Religiones, le ha llevado a
ocuparse primordialmente del ánálisis de las sectas y las nuevas
religiones — y de sus efectos disolventes, no sólo en el orden religioso respecto a la religión católica, única verdadera; sino también en el político y social—, sobre lo qué ha publicado una decena
de obras y múltiples estudios en libros colectivos y revistas diversas (entre las que cabe destacar la italiana Cristianità), habiend o de mencionarse Le nuòve Religioni (SugarCo, Milán, 1989) y
él monumental 11 cappello del mago y I nuovi movimenti magici
dallo spiritismo ed satanismo. {SugarCo, Milán, 1990), que ha tenido ima edición abreviada en francés {La Magie. Les nouveaux
mouvements magiques, Droguet et Ardant, París, 1993).
La cuestión de la nueva religiosidad.
Esta pequeña obra resulta muy adecuada para una primera
toma de contacto con el fenómeno de la «nueva religiosidad». Se
trata de una obra de síntesis en la que el autor, con brevedad,
afronta la cuestión c o m o un todo, exponiendo el problema y llamando la atención sobre la gravedad de la situación. Por este
motivo daré Cuenta de ella con cierta extensión.
El autor, para mostrar la importancia del asunto, parte del
hecho de queTa Iglesia, en el Consistorio Extraordinario del 4 al
7 de abril de 1991, ha señalado c o m o una de las dos grandes
prioridades pastorales para lew años noventa — j u n t o con las amenazas a la vida y el a b o r t o — e l tema de los nuevos movimientos
religiosos o sectas.
Frente a quienes han observado que se trata de un tema sobrevalorado porque afecta a un porcentaje pequeño de la población, Introvigne recuerda la perspectiva universal con la que la
Iglesia afronta los problemas.
En Hispanoamérica la cuestión es acuciante, puesto que desde
los años setenta la geografía religiosa se ha modificado radicalmente, pues en países como México, Guatemala, Chile o Brasil,
los no católicos han pasado del 2 % al 20 %, o incluso al 30 %
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bibliografica
c o m o parece ser el caso de Guatemala; fenómeno que se verifica
también en Filipinas y en algunos países africanos.
Por otra parte, si en Italia tan sólo el 1 ó el 2 %
pertenecen
a los nuevos movimientos religiosos, el número de quienes sufren
su influencia es inmensamente m a y o r ; además, c o m o observa el
autor, quienes sostienen que se trata de pequeñas minorías sin
influencia, desconocen algunos de los principios fundamentales de
la doctrina de la acción, puesto qUe e n muchos casos los adeptos
a los nuevos movimientos religiosos n o son sólo fieles, sino verdaderos militantes. E l caso de los Testigos d e Jehová constituye
un buen ejemplo de ello. E n Italia suponen, ya, el primer país del
mundo proporcionalmente al número de habitantes: más de
300.000 personas participan en sus actividades y 190.000 trabajan de «puerta a puerta». T a m p o c o es de despreciar, en ese sentido, la actividad d e grupos mucho más minoritarios, c o m o el
Haré Krishna, que con menos de mil personas dedicadas en Italia
« a tiempo c o m p l e t o » , constituyen un pequeño ejército de difusores de ideas y doctrinas cuya influencia va mucho más allá de
quienes se adhieren a los respectivos movimientos.
A continuación el autor señala que hoy en día, tanto la sociología c o m o la Iglesia Católica, en lugar de «sectas» o «cultos»,
prefieren adoptar la denominación de «nuevas religiones» y sobre
todo «nuevos movimientos religiosos» por su mayor capacidad
para comprender correctamente la nueva realidad del fenómeno,
que es complejo y n o permite reducirlo a un modelo ú n i c o /
Considerando al conjunto del fenómeno c o m o una selva, el
autor se sirve de la metáfora para realizar su análisis mediante dos
«cortes» horizontales y u n o vertical. Así, realiza un «itinerario»
del centro a la periferia, o t r o desde la periferia al centro y un
tercero desde la raíz a la copa, distinguiendo en estos dos últimos
entre los nuevos movimientos religiosos y los nuevos movimientos
mágicos.
Conforme al primero, el centro, donde la vegetación es más
espesa e impenetrable para el observador, esta constituido p o r los
nuevos movimientos religiosos y los nuevos movimientos mágicos: se trata de movimientos
organizados, centros en los que se
coloca la propia vida y que definen la identidad espiritual y a
veces social de quienes se adhieren a ellos. Una zona intermedia,
mucho más extendida que la anterior, constituida p o r la «nueva
religiosidad», en la que se encuentran millones de personas que,
sin adherirse a ninguno d e esos nuevos movimientos, están i n j
fluenciados por sus ideas, no en cuestiones marginales, sino en
aspectos esenciales para la definición d e su identidad religiosa. El
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autor indica que su aspecto más llamativo de esa nueva religiosidad — a u n q u e n o es el ú n i c o — es la creencia en la reencarnación, que en Italia está sumamente extendida (en 1981 participaba
de esa creencia el 21 % d e los adultos; en 1991, una encuesta
realizada entre los estudianes de las escuelas superiores de Foggia
daba la cifra del 31 % ) ; la mayoría d e estas personas son católicos
practicantes, que adquieren de fuentes diversas de las d e la Iglesia
ideas esenciales para la definición de su sistema de referencia religioso. E n la periferia se encuentra un tercer nivel de la nueva
religiosidad, constituido por católicos y grupos, que, consciente o
inconscientemente, adoptan m i estilo de pensamiento o de ideas
originadas p o r los nuevos movimientos religiosos o mágicos. Aunque su número es reducido, su notoriedad puede ser importante:
así la adopción de la meditación trascendental o la «teología de
la autoliberación» fascinada por el New Age. En cierto m o d o ,
advierte el autor, tratan de separar el método de la doctrina, de
forma similar a c o m o la teología de la liberación pretendió adoptar el marxismo, separando el materialismo histórico del materialismo dialéctico, considerando a éste la doctrina y a aquél un
método inocuo.
El « c o r t e » vertical muestra una tipología c o n tres niveles diferentes, tanto en los movimientos religiosos como en los mágicos. En los primeros, y de abajo a arriba, encontramos en su raíz
los «cultos de audiencia», los audience cults; en el tronco, los
cults movements y en la cima es donde se encuentra la verdadera
cultura neorreligiosa, que se manifiesta en una gran variedad de
formas. En los mágicos, vemos que su raíz esta constituida por
la magia popular, la folk magic, los magos, la cartomancia, e t c : ; el
tronco, constituido por los nuevos movimientos mágicos: son grupos organizados, algunos secretos, pero otros o dudan en utilizar
la publicidad; en la cima encontramos la cultura esotérica.
El segundo « c o r t e » o «itinerario» horizontal, que desarrolla
también respecto a las dos categorías de los nuevos movimientos,
religiosos y mágicos, parte desde fuera del fenómeno de la «nueva
religiosidad», es decir, desde la tradición cristiana, estableciendo
una cuádruple tipología en relación con el cristianismo respecto a
cuatro temas fundamentales: el sentido religioso, Dios, Jesucristo
y la Iglesia.
En relación con los nuevos movimientos religiosos, en un
primer grupo se encuentran aquellos a los que podría aplicarse
el slogan «Cristo si, Iglesia n o » , constituido p o r nuevos movimientos religiosos de origen protestante. U n segundo grupo que
n o sólo rechaza la Iglesia sino también a Jesucristo, a los que se
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les podría aplicar la frase « D i o s si, Cristo n o » , que rechazan el
cristianismo, constituido por los grupos que «reinventan» religiones de la antigüedad pagana, y sobre t o d o , asimilan elementos de
las religiones orientales. C o m o observa el autor, hoy los gurús,
hindúes u occidentales reconvertidos en la India, han dado lugar a
centenares de nuevos movimientos, religiosos en Occidente. Un
tercer grupo estaría constituido por los que rechazan a Dios según
la absurda frase «religión si, D i o s n o » ; se centran en la «autoperfección del hombre. Por último, un cuarto grupo caracterizado
por la afirmación «sagrado si, religión n o » , c o m o es el caso del
New Age.
En relación con los nuevos movimientos mágicos, el autor
comienza por destacar que se dirigen a la voluntad más que a la
inteligencia, intentando apropiarse y poseer t o d o aquello que en
la experiencia cristiana sólo puede ser concebido c o m o un don.
En primer lugar, un grupó constituido p o r quienes en lugar de
«Iglesia n o » , se les puede atribuir «quiero ser la Iglesia»; son
los movimientos de tipo iniciático, c o m o , por ejemplo, los gnósticos ; en ellos la «iniciación» constituye un sustitutivo de la sucesión apostólica. U n segundo grupo a los que se les puede atribuir
la expresión «quiero ser Cristo»: son los diversos espiritismos c o m o
el chantteling que ha surgido en Estados Unidos o las llamadas
«religiones ufológicas». U n tercer grupo con la verdaderamente
monstruosa pretensión de «querer ser D i o s » , constituidos por los
movimientos de magia ceremonial. Por último, un cuarto grupo
constituido por los movimientos satánicos, c o m o la Iglesia de
Satanás o el Templo de Set.
Concluye la obra señalando la necesidad de una pastoral adecuada para hacer frente a este nuevo problema que se le plantea
a la Iglesia y a los católicos y que probablemente sea uno de los
mayores retos y peligros para la «nueva evangelización», puesto
que en muchos países el primer adversario d e la evangelización
ya n o es una ideología anti religiosa, sino la «ideología religiosa»
de los nuevos movimientos religiosos o del New Age. A su juicio,
es preciso tener un buen conocimiento de los diversos terrenos en
los que se ha de trabajar para poder aplicar las medidas correctas.
En este sentido, p r o p o n e una acción en tres niveles que deben
conectarse armónicamente: estudio científico, intervención pastoral y reflexión, divulgación y encuadre del problema dentro de
los obstáculos que se oponen a la misión de la Iglesia y de la lucha
a lo largo de la historia entre la Iglesia y las fuerzas que se le
oponen. E n este último sentido, destaca la labor d e Alleanza Cattólica, por haber comprendido que los nuevos movimientos reli<865
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giosos representan un aspecto crucial de la Revolución hoy día,
y, sin abandonar otros frentes, dedicarse a esta cuestión, siguiendo
las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, desde hace más de
diez años.
Finalmente, en sendos apéndices, se incluye una selección bi-
bliográfica, preparada por la Comisión Domus Aurea de Alleanza
Cattolica, y el Informe general al Consistorio Extraordinario de
1991 del Cardenal Francis Arinze > Presidente del Consejo Pontif i c i o para el Diálogo Inter-Religioso, « E l reto d e las sectas o nuevos movimientos religiosos: una aproximación pastoral».
El retorno del gnosticismo.
El autor distingue el gnosticismo, la gnosis, el neo-gnosticism o y el nuevo gnosticismo. Señala l o que f u é el gnosticismo mediante algunos temas generales comunes a las diversas escuelas:
la primacía del conocimiento sobre cualquier otro medio para
la salvación del hombre, que más tarde, respecto a la religión católica, significa la primacía del conocimiento sobre la f e ; el dualismo, conforme al cual se opone el espíritu a la materia, devaluando el mundo visible que se identifica con el reino del m a l ;
los mitos cosmológicos; la doctrina de la salvación; el culto y la
moral que o bien cae en un riguroso ascetismo o en un total libertinaje. La gnosis, uña categoría más vaga que el gnoticismo que,
e n contextos diferentes, asume algunos aspectos del gnosticismo
p e r o sin alcanzar a todos. El neo-gnosticismo, conjunto de tendencias filosóficas, políticas, científicas, literarias, psicológicas o
religiosas que en los últimos siglos de algún m o d o han recogido
y hecho suyo algunos aspectos del gnosticismo, conjunto de organizaciones mágico-religiosas, que a partir de la fundación de la
Iglesia Gnóstica por Jules Doinel en Paris en 1890, se proponen
el estímulo y la reanimación de las escuelas, gnósticas antiguas.
Tras esa distinción se ocupa del neognosticismo y del nuevo
gnosticismo, concluyendo con un capítulo referido a los problemas
q u e plantea para los católicos el retorno del gnosticismo.
El autor reseña con brevedad la presencia de temas gnósticos
que se ha descubierto en los últimos treinta o cuarenta años en
la filosofía (Hegel), la política (los estudios de Voegelin en los
que se refiere al neo-gnosticismo político), la ciencia (la obra de
Ruyer sobre la llamada gnosis d e Princeton), la literatura (Yeats,
E c o ) y la psicología (Groddeck, Reich v Jung). Se ocupa asimismo
d e analizar la relación entre el neo-gnosticismo y las nuevas reli<8 66
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giones y los movimientos mágicos, en especial alguna masonería
«marginal» ( « d i frangia»), es decir, las frihge masoñry, el espiritismo, el ocultismo y el satanismo.
•. El estudio del nuevo gnosticismo ocupa la mayor parte de la
obra. Los precedentes, la fundado 1 1 d e la Iglesia Gnostica por
Jules Doinel y las diferentes. Iglesias Gnósticas posteriores: d e
Franda, Universal, de Italia y Apostólica ; continúa c o n la Iglesia
Gnóstica Católica y c o n d u y e con una síntesis sobre las Iglesias
Gnósticas en la actualidad.
En el último capítulo d autor indica que el tema constituye
un auténtico reto para la Iglesia Católica. Por una parte n o faltan
católicos que encuentran positivo el resurgimiento del gnosticism o , c o m o el teólogo alemán Günther Schiwy o el dominico estadounidense Matthew F o x — q u e , pese a imponérsele un « a ñ o de
silencio», su p o s i d ó n respecto a la jerarquía católica continúa
siendo ambigua— ; por otra, tampoco faltan católicos preocupados
por la cuestión y los peligros que entraña, preocupación compartida por la jerarquía eclesiástica: la alarma lanzada hace algunos
años por el semanario II Sabato y la denuncia formulada por el
jesüita M u c d en La Civiltà Cattolica en enero d e 1992, la carta
pastoral del Cardenal Danneels d e la Navidad de 1990 (Le Christ
ou le Verseau) 0 la Carta a los Obispos de la Iglesia. Católica sobre
algunos aspectos de la meditación cristiana de la Congregadón
para la Doctrina de la f e de 1989.
El autor, siguiendo el esquema del Cardenal Danneels en su
pastoral, señala algunos puntos de carácter doctrinal en los que
las tendencias del nuevo gnosticismo se oponen a la doctrina católica y que es p r e d s o conocer, si bien, n o significa que todas
ellas sean compartidas conjuntamente por ningún grupo: en primer lugar, respecto a la fe, que n o es un acto libre que supone
una relación c o n D i o s , sino solamente una experiencia de sí mism o ; cierto panteísmo ; el rechazo d d pecado ; la reencarnadón ;
el rechazo de la encarnación de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero h o m b r e ; la o r a d ó n presupone .un$ alteridad entre d h o m bre y D i o s y es el encuentro entre dos libertades, mientras que
para muchas experiencias de oración o de meditación neo-gnósticas
no son más que el camino hada una dimensión más profunda de
sí mismo.
Finalmente, c o n d u y e con d reto que supone e n el ámbito
pastoral la difusión, sobre t o d o importante en Hispanoamérica,
de estas nuevas corrientes del neopaganismo.
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Historia de la New Age,
Dado que la New Age(NueJsHt Efá) és una realidad fluida y
huidiza el autor más que una definición procede a su descripción,
desde diferentes ángulos complementarios: psicológico, sociológic o y doctrinal. Desde el primero consiste en la sensación o el estado de ánimo, incluso anterior a la convicción, compartida por
un número socialmente significativo de personas, de que se ha
llegado o se está a punto de hacerlo, a una época nueva caracterizada por cambios radicales y cualitativos en todos los sectores
de la vida del hombre: desde la política a la religión, de la ciencia
a la filosofía. N o se trata simplemente de un entusiasmó por el
progreso o de una creencia apocalíptica, frecuentes a lo largo de
la historia; lo que le caracteriza es el carácter omnicomprensivo
de ese cambio en el que estamos ya inmersos o que se considera
inminente. Sociológicamente puede ser descrito no c o m o un movimiento sino c o m o un network o un tnetanetwork; es decir, una
relación de redes de grupos informales, sin verdadera estructura
jerárquica, compartida por personas con algunos intereses e ideas
comunes, y que encuentran un mínimo d e unidad espacial y temporal en determinadas reuniones, fiestas o lugares de «peregrinación».
Doctrinalmente, dado que su mismos promotores insisten en
que no es ni tiene una doctrina, el autor señala que el énfasis debe
referirse a su radical relativismo en el que la negación de toda
verdad se acompaña de la idea de que cualquiera puede crear su
realidad. Pese a que una de sus portavoces, Marilyn Ferguson, haya
publicado un libro con el título de The Aquarian Conspiracy, a
juicio de Introvigne no se trata de una conspiración ni de un complot organizado conscientemente por algunos con una finalidad
anticristiana, aunque esta ausencia de una conspiración unitaria
y dirigida no impide que ciertos grupos hayan promovido la New
Age para una serie de fines que incluyen el anticristianismo y en
especial él anticatólioiámo. Con todo, pese a n o ser un movimiento propiamente dicho, por las razones apuntadas, el autor, para
mayor comprensión, también le caracteriza desde el punto de
vista histórico, como un «movimiento di risveglio», de animación
o de estímulo.
Tras dedicar tres capítulos al perfil histórico (en el que se
estudian tres grupos de fuentes: la «espiritualidad alternativa»
respecto a la religión cristiana —particularmente el interés por
las religiones n o cristianas, el esoterismo, espiritismo, ocultismo,
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néopaganismo y astrología—; la terapia alternativa ——la medicina
«olistica» o total, el movimiento vegetariano, la psicología alternativa y el movimiento de la « r e c o v e r y » — ; y la organización social alternativa — l o s movimientos de las comunidades separadas
de la sociedad, la ecología profunda y los movimientos de la «nueva política» con sus manifestaciones beainik y hippie—);
a los
temas, ideas y cuestiones de que se ocupa y defiende el New Age
(su «doctrina») y a sus principales portavoces (David Spangler,
Richard Álpert, Marilyn Ferguson, Ken Wilber y el libro A Course
in Miracles) y personajes (José Argüelles, Leonard Orr, Starhawk
—-Miriam Simos—, J. Z . Knight —Judith Darlene Hampton—,
Shirley MacLaine, Helen Pálmer), concluye con.íin capítulo en el
que muestra la radical oposición e incompatibilidad con la religión católica: rechazo de la religión sustituyéndola por una vaga
«espiritualidad»; negación radical de la verdad y relativismo; panteísmo; negación del pecado; reencarnación; ecologismo «profundo» que conduce a un «anitoalismo » negando la diferencia
esencial entre los animales y el hombre.
Pese a ser tan claramente contrario a la religión católica, Iñtrovigne advierte del peligro que representa la New Age para la
fe católica y su difusión, incluso entre algunos católicos, al encontrar un magnífico caldo de cultivo para su difusión en el relativismo difusO y el abandono del catolicismo imperante en las
sociedades actuales, unido a su actitud crítica eh relación al mimdo
creado por el positivismo y el racionalismo, en clara decadencia
cultural. N o en vano recuerda que Juan Pablo I I en su discurso
a los obispos estadounidenses d e Iowa, Kansas y Missouri con
motivo de la visita ad limina Apostolofum (28 de mayo de 1993),
advirtió del peligro que representaba la penetración de algunas
ideas de la New Age en algunos sectores de católicos practicantes.
-" .
José Ortego Costales:
D E L
T E O R I A
D E R E C H O
D E
ESTANISLAO
L A
P E N A L
P A R T E
CANTF.RO.
ESPECIAL
(*)
La obra de José Ortego Costales, Catedrático jubilado de la
Universidad de Salamanca, «Teoría de la Parte Especial del Derecho Penal», además de la originalidad notoria que su nombre
muestra, tiene una utilidad práctica que intentamos destacar.
(*)
Éd. Dikinson, Madrid, 1988;
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