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Tras la huella del
Padre Kentenich
Peregrinación por los sitios que visitó el Padre
José Kentenich durante sus visitas a Concepción
Fotografía captada en el Arzobispado de Concepción. El Padre José Kentenich
junto al Arzobispo de la Arquidiócesis penquista, Monseñor Alfredo Silva Santiago.
PAUTA SUGERIDA PARA UNA PEREGRINACIÓN
1.- Visitar con anticipación los lugares del recorrido para solicitar los permisos
correspondientes.
2.- Contratar un buen bus que permita una buena acústica para lo que se leerá
durante el viaje.
3.- Tener un buen megáfono para la peregrinación y una guitarra.
4.- Comenzar con un breve envío en la Capilla de la Casa de las Hermanas, en
calle Aníbal Pinto , Concepción. Sobre el altar se han colocado siete velitas que
serán distribuidas entre los presentes y se irán encendiendo en las diferentes
estaciones, comenzando con la Capilla.
5.- Llevar en la peregrinación un cuadro de la Mater y del Padre.
6.- Para mantener la atmósfera de peregrinación se puede leer en el camino las
motivaciones 1, II, 111, IV, V, VI, Vil.
7.- Al llegar al lugar se enciende una velita, se entona un canto y se lee lo que
cuenta la crónica de la época sobre ese lugar. Pueden surgir, también, algunos
testimonios. Se termina con una oración apropiada, un canto y se continúa hacia
la próxima huella.
(En la Protectora de la Infancia se puede repetir el gesto del Padre de regalar
dulces a los niños).
8.- Al terminar en el Santuario se recomienda renovar la Alianza de Amor con la
Mater y el compromiso de fidelidad al Padre, especialmente en su amor a la
Iglesia.
GUÍA DE PEREGRINACIÓN
EN LA CAPILLA DE LAS HERMANAS
L.1.- En este tiempo de gracias en que celebramos nos hemos congregado
como Familia, para recorrer de la mano del Padre los lugares que constituyen para
nosotros la huella de su paso como Padre, Profeta y Fundador y que quedó
grabada en los corazones de tantos que hicieron posible que hoy podamos
celebrar la fidelidad de la Mater en el Santuario y renovar agradecidos la fiel y
generosa entrega de los primeros.
L.2.- Hemos preparado esta peregrinación en el espíritu de fidelidad al
pensamiento del Padre Kentenich, quien nos señaló aquí en Chile en varias
oportunidades: "Lo que habéis heredado de vuestros padres, conquistadlo para
poseerlo". Así, también, nos dijo: "Todo reino se mantiene por su fidelidad a las
fuerzas que le dieron origen, esta fidelidad es garantía de estabilidad, de identidad
y de fecundidad."
L.1.- En cada lugar recordaremos la presencia del Padre a través de lo que
nos relata la crónica de aquel tiempo. Nos renovaremos interiormente en el
espíritu de los primeros y pediremos al Padre la gracia de ser prolongadores del
fuego pentecostal que él nos trajo.
L.2.- Imploramos el Espíritu Santo para que esta peregrinación sea un
momento de gracias para cada uno de nosotros.
(Canto)
L.1.- Comenzaremos nuestro recorrido por la Estación de Ferrocarriles que
fue el medio de transporte que usó el Padre para llegar hasta nosotros.
(En bus)
HACIA LA ESTACIÓN
ALGUNOS ANTECEDENTES.
Razones del Padre Kentenich para viajar a ultramar. El dijo:
"Una vez liberado del campo de concentración, tuve la convicción de que
Nuestra Señora de Schoenstatt me exigía viajes internacionales... para tirar de su
carro de triunfo por todos los pueblos y, ser allí, testigo de sus glorias y de su
genialidad pedagógica".
Esta era la convicción que animaba al Padre José Kentencih en los años
posteriores a Dachau.
El Padre llega victorioso de Dachau a Schoenstatt en Pentecostés de 1945. La
actitud con la que él llega es la de "irrumpir hacia la publicidad de la Iglesia y del
mundo", para compartir las riquezas vividas por su Familia de Schoenstatt en torno
al 20 de Enero de 1942, segundo hito de su historia.
El quiere anunciar a todos el mensaje de la Alianza de Amor con la Mater
tal como lo ha vivido la Familia de Schoenstatt, especialmente a partir de esa
fecha.
Esta es la voz de su corazón que lo urgió a iniciar sus viajes internacionales
y a escoger a América Latina como el lugar donde buscaría nuevos aliados para
su misión.
Por eso vino a nuestra tierra.
¿CUÁL ERA EL CONTEXTO SOCIOPOLÍTICO QUE VIVÍA NUESTRA PATRIA
DURANTE LOS AÑOS QUE NOS VISITÓ NUESTRO PADRE Y PROFETA?
Las visitas del Padre Kentenich ocurren durante una serie de gobiernos
radicales (1938-1952). El Partido Radical era símbolo de laicismo, secularismo y
cercano al socialismo. Este elemento influía para que los católicos se aglutinaran
en el Partido Conservador. Pero al mismo tiempo, las urgencias sociales estaban
impulsando a jóvenes católicos a buscar otra alternativa de orden social con las
directivas de los Papas sobre la cuestión social.
En este ambiente se forma el Padre Hurtado y ejerce una influencia
decisiva a través de la Acción Católica, la organización de la Iglesia que marcó la
época.
El Padre Kentenich viene por primera vez en 1947, cuando está candente
una crisis en la Acción Católica, la que va a terminar desapareciendo en la década
del 60. Los jóvenes de ambos sexos, que entran al Movimiento de Schoenstatt,
que nace en esos años, son dirigentes de la mejor época de la Acción Católica.
Por otro lado, nuestro Padre y Fundador vino a Chile en un momento
cumbre de su vida, en una hora madura de su entrega sacerdotal: apenas dos
años después de haber salido nada menos que de un campo de concentración
nazi, en medio de cuyos horrores conquistó la ansiada libertad de los hijos de
Dios.
Había hecho el camino de Cristo.
Todos los testimonios coinciden en que el Padre, después de Dachau,
estaba poseído de Dios, del Espíritu Santo, de una paternidad espiritual
extraordinaria, cálida, sagrada. Había crecido en transparencia de Dios. Y Dios es
el amor entrañable, Encontrarse con el Padre era encontrarse con el amor
entrañable de Dios Padre. La atmósfera que se respiraba en torno suyo era
maravillosa, por eso en su cercanía caían las diferencias, se desvanecían las
complicaciones, surgía el encuentro, la comunión...
En su libro: "FLORES EN EL GÓLGOTA", el párroco Konrad Szweda
cuenta: "...conocí al Padre Kentenich personalmente en Dachau: era incansable
en dar charlas, en tener conversaciones con sacerdotes y con personas de todas
las naciones. Bajo lluvia, viento, hambre y necesidad, él hablaba de la entrega
total a Dios, de la inscripción en el corazón de la Madre de Dios; explicó la
ascética orgánica, el ideal personal, la santidad de la vida diaria; dio directrices
para alcanzarla, señaló medios para llegar a las metas... Vio con dolor el triunfo
del mal en el campo de concentración, pero en ningún momento se desesperó. En
ese mar de falsedad descubrió a Dios, lo llevó a sus hermanos... Tan pronto
reconocía lo que Dios quería, no había ninguna dificultad que pudiera apartarlo del
cumplimiento del deseo de Dios, ni siquiera el peligro de la muerte..."
De allí también la urgencia apostólica que el Padre trae consigo cuando
llega a encontrarnos. El Padre viene en busca de aliados, de hijos que quieran ser
un solo corazón y un alma con él y con la misión de Schoenstatt. Porque en
Dachau el Padre descubre hasta qué punto la Alianza de Amor en el Santuario es
una respuesta impostergable, el arca en el diluvio del tiempo actual.
I. EN LA ESTACIÓN DE FERROCARRILES DE CONCEPCION
CRÓNICA DE LA LLEGADA DEL PADRE A LA ESTACIÓN
Dice la Crónica :
"Día 26 de julio de 1947.
Este día, el Padre había pensado viajar temprano a Concepción. Por la tarde
ofrecería allí una conferencia. Sin embargo, el P. Baldauf dio la noticia que el tren
que lo llevaría a esa ciudad había sido suspendido. Las Hermanas intentaron
conseguir pasajes en avión, pero encontraron un solo pasaje. Se lo ofrecieron al
Padre, pero él no quiso viajar sin las Hermanas, por lo cual se resignó a viajar en
el tren de la tarde de ese día.
El tren llegó a Concepción a las 23,30 horas. En la estación lo esperaban las
Hermanas residentes en Concepción en compañía del Padre Anton Schlosser,
SAC., de los Padres Pallottinos.
Dos coches tirados por caballos llevaron al Padre a la Casa Protectora de la
Infancia, ubicada en la calle Chacabuco 330. Allí vivían y trabajaban las Hermanas
atendiendo a niños abandonados por sus padres..."
II.- HACIA LA PROTECTORA DE LA INFANCIA
El Padre Kentenich llega a un país donde ya están los suyos. Las
Hermanas de María habían llegado el año 36 a Temuco. Es decir, once años
atrás. El Padre llega, pues, a encontrarse con sus hijos, con ese trozo de su
Familia espiritual que él mismo había llamado a la existencia y que — en audacia
profética — había enviado al extranjero (con el riesgo que eso entrañaba en tales
años).
También los Padres Pallottinos estaban en Chile, hermanos suyos de
comunidad; más aún, algunos, incluso, formados por él y adentrados en
Schoenstatt.
El 15 de marzo de 1946, las Hermanas de María se hicieron cargo de la
"Protectora de la Infancia" en Concepción, ubicada en la calle Chacabuco 330.
Ese Hogar atendía a más de 150 niños en situación irregular. Niños de muy corta
edad eran atendidos en salas cunas, y también se preocupaban de una Escuela
Primaria.
Tres Hermanas tenían a su cargo la dirección de la Casa, la Escuela y la
atención directa de los niños. En esta labor eran secundadas por personal auxiliar.
En mayo de 1947 ya se comienza a preparar la próxima visita del Padre
Kentenich en la Protectora de la Infancia. Se hicieron arreglos en la casa, algunas
refacciones, entre ellas se cambió el lugar de la Capilla a un lugar más central, en
el primer piso. La nueva Capilla se inauguró el 23 de junio de 1947, coincidiendo
en el día cuando por primera vez el Padre Kentenich pisaba tierra chilena.
El 26 de julio de 1947, el Padre anuncia su visita, desde Temuco. Con eso,
nuevamente la casa se preparó.
En la entrada, altas hojas de palmeras formaron un arco de triunfo y un
letrero que decía: "Herzlich Willkomen". Sobre la entrada de la Capilla brillaban las
letras: "Ella nos invita a dirigir hacia el cenáculo la mirada".
La pieza del Padre la prepararon en el segundo piso. Grandes letreros
invitaban: "Construye desde aquí, un Mundo que sea grato al Padre".
(*Recordemos que el Padre Kentenich ya había señalado en Temuco la
escena del Cenáculo como ideal para la Provincia de las Hermanas y que luego se
extendería al Santuario Nacional de Bellavista y con ello a toda la Obra de
Schoenstatt en Chile.)
Toda la casa estaba de fiesta. Se esperó al Padre para el medio día pero a
través de una llamada al ferrocarril se supo que ese tren llegaba solamente a
media noche. De esta manera, el tiempo se alargó.
EN LA PROTECTORA DE LA INFANCIA
LO QUE DICE LA CRÓNICA SOBRE LA PROTECTORA
"Día 26 de julio de 1947.
La entrada de la Casa estaba enteramente adornada con guirnaldas,
palmeras y letreros de bienvenida. ¡ Por fin llegaba el Padre!. La cocinera y las
empleadas de servicio saludaron al Padre con un beso en la mano. La casa
estaba enteramente iluminada. Como acostumbraba hacerlo en sus primeras
visitas, el Padre pasó primero a la Capilla donde entonó el Magnificat."
"Día 27 de julio de 1947.
Fue un día de intensas actividades. Este día, el Padre celebró la santa misa
y habló del profundo significado e importancia del trabajo de las Hermanas con los
niños desvalidos.
Les pidió que se esmeraran en regalar a esos niños todo el amor posible
para que, en esa experiencia humana, pudiesen vivenciar el amor del Padre Dios.
Después del desayuno, el Padre saludó a los niños. Lo hizo con la ternura y
el amor de predilección de Jesús por los niños. Algunos de ellos le recitaron
poesías y le cantaron. El Padre desbordó en paternidad y les repartió chocolates.
Estaba muy impresionado por la situación de estos niños y pidió encarecidamente
a las Hermanas velar por ellos con solicitud y cariño maternales, reemplazando a
sus mamás.
El Padre recorrió y visitó todas las dependencias de !a Protectora.
La Presidenta de esta Institución, señora Ana Campo de García,
acompañada de otras señoras, vino a saludar al Padre. Le entregaron, como
regalo, ropa para los niños en Alemania, lo que enviaron más tarde a través de
Caritas." (Era tiempo de post guerra).
En 1948
La segunda vez que el Padre estuvo en Concepción fue el 24 de noviembre
de 1948. Salió a las 5,40 horas de Temuco y el tren llegó al medio día a
Concepción.
Primero visitó la Capilla de la Protectora de la Infancia que estaba adornada
con rosas.
Más tarde habló a los niños de la Protectora, visitó a las guaguas y repartió
dulces, lo que trajo especial alegría a los niños.
El Padre almorzó con Monseñor Alfredo Silva Santiago. Conversaron en
latín. Después visitó brevemente a las Damas Inglesas, en el Hospital de Niños. El
Padre las conocía de Alemania.
Posteriormente dio a las religiosas de la Inmaculada una conferencia sobre
Dachau.
En la noche regresó en el tren nocturno a Santiago.
III.- HACIA LA ACTUAL SEDE CENTRAL DE LA UNIVERSIDAD
CATÓLICA DE LA SANTISIMA CONCEPCION
Nos dirigimos hacia la actual Casa Central de la Universidad Católica de la
Santísima Concepción Allí estuvo antiguamente la sede del Arzobispado de
Concepción, el Palacio Episcopal.
ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La Diócesis de la Santísima Concepción, fue erigida el 23 de marzo de
1563 en Imperial (Carahue), siendo su primer obispo Fray Antonio de San Miguel
Avendaño y Paz. (En su origen más remoto, la diócesis abarcaba desde Linares a
Imperial en Temuco).
La sede fue trasladada desde Penco al lugar que hoy ocupa a orillas del río
Bío-Bío, trasladándose también la sede episcopal en 1764.
El nombre original de la Diócesis era: Concepción Santísima de la Luz.
Fue hecha Arquidiócesis el 20 de mayo de 1939, siendo su primer
arzobispo, Monseñor Alfredo Silva Santiago (1939-1955), quien había solicitado a
Schoenstatt, en el año 1935, desde Temuco, que enviaran Hermanas Marianas a
Chile, a través de los Padres Pallottinos que trabajaban en esa ciudad.
Así se cumplía la promesa del Padre Baldauf, quien siendo aún Frater, le
había prometido a María en el Santuario, allá, en el lejano Schoenstatt, en una
misa junto al Padre Kentenich, preocuparse de llevar Hermanas Marianas a
cualquiera fuera su destino futuro.
EN EL ARZOBISPADO
LO QUE DICE LA CRÓNICA DEL ARZOBISPADO
"Día 27 de julio de 1947.
A las 12,15 horas, el Padre tuvo una audiencia con Monseñor Alfredo Silva
Santiago, Arzobispo de Concepción, quien lo invitó a almorzar.
Monseñor Silva Santiago había puesto a disposición del Padre su auto y
chofer mientras permaneciera en Concepción.
En varias oportunidades, Monseñor Silva se había contactado con el Padre
mediante correspondencia. Tenía mucho interés en conocerlo personalmente.
Anteriormente, Monseñor Silva había sido Obispo en Temuco y en ese
entonces pidió a las Hermanas venir a Chile. Las recibió en su Diócesis mediante
un decreto especial ya que, por esos años, el Instituto de las Hermanas aún no
recibía el reconocimiento de Roma.
Mientras el Padre permaneció en Concepción, conversaron en varias
oportunidades extensamente. El idioma en que lo hacían era el latín"
IV.- EN LA CATEDRAL
Las Iglesias catedrales, que vienen sucediéndose a través de las décadas y
de los siglos, son la expresión viviente de la fe heredada de España y de la fe de
sus obispos y de los hijos de esta tierra, que daban para la Casa de Dios, lo mejor
que tenían.
El volumen de las catedrales se iba adecuando al número de vecinos de la
ciudad, tomando en cuenta la existencia de otras iglesias. Se levantaba para Dios
lo óptimo en su tiempo y las bellas artes estuvieron siempre al servicio de la Casa
de Dios.
En estos siglos de vida de la diócesis (desde 1563), las catedrales fueron
sufriendo los deterioros que sufría la ciudad: destrucción de los indios y
destrucción por temblores, terremotos y maremotos.
Los hijos de Concepción nunca quedaron abatidos: levantaban su ciudad y
su catedral. Tras el terremoto de 1939 vemos la Iglesia Catedral en nueva belleza
arquitectónica.
Elevando el entorno de la ciudad, con la imagen de María en la cima y con
la inspiración de sus altísimas arcadas, invita a todos los hijos de la ciudad a
pensar en lo trascendental y a elevarse a Dios, Señor de todos los tiempos.
Para el Padre Kentenich, en un tiempo tan convulsionado por el pensar
mecanicista y el bolchevismo, los Santuarios de Schoenstatt, representan las
nuevas catedrales que necesita el tercer milenio.
V.- TUMBA DE MONSEÑOR ALFREDO SILVA SANTIAGO
EN LA CRIPTA DE LA CATEDRAL
En este lugar, queremos agradecer a Dios, por el instrumento que usó para
que Schoenstatt pudiera llegar a esta tierra y pedir por el eterno descanso de
Monseñor Alfredo Silva Santiago.
El Padre también visitó a los suyos que ya habían fallecido cuando él vino.
Lo hizo en un gesto de gratitud. Sin duda habría llegado también a este lugar, para
agradecer a la Iglesia y comprometer su fidelidad a ella, en la persona del
arzobispo.
PALABRAS DEL PADRE KENTENICH:
"Me gustaría escribir en el umbral de los años venideros, las palabras que
una vez escribiera al Santo Oficio: Dilexit Ecclesiam!
Me gustaría que se grabaran, ver grabadas y aseguradas para todos los
siglos, sobre la piedra de mi sepulcro, las palabras: Dilexit Ecclesiaml ¡Amó a la
iglesia!
Así, las palabras "Dilexit Ecclesiam" deben recibir un profundo significado.
Schoenstatt Dilexit Ecclesiam!. El amor a la Iglesia nos impulsa a ayudar a
la Iglesia en su misión post conciliar bajo todo punto de vista y de la mejor manera
posible". (31 / 12 / 65).
Tres años más tarde, las palabras del profeta quedaron para siempre
grabadas en su tumba como legado indeclinable para todos los tiempos. (18 / 11
168 -• día de su muerte).
VI.- HACIA EL COLEGIO INMACULADA CONCEPCIÓN
Nos dirigimos a la próxima estación. Los Colegios de la Inmaculada
Concepción eran dos establecimientos de educación secundaria para señoritas...
fundados en los años 1877 y 1899 respectivamente.
Uno, el Internado, estaba ubicado en la calle General Cruz Nº 250 y el
Externado, en calle San Martín Nº 751 hacia donde nos dirigimos ahora.
Ambos colegios fueron destruidos por el terremoto de 1939 y vueltos a
construir.
EN EL COLEGIO
LO QUE DICE LA CRÓNICA
27 de julio de 1947.
"Más tarde (después de haber almorzado con el Arzobispo), el Padre visitó
a las Damas Inglesas, Religiosas de María Ward, Instituto Santa María, y a las
religiosas de la Inmaculada Concepción, con quienes la Hermana Ursula (una de
las Hermanas que viajaba con el Padre), mantenía contacto y a quienes les contó
sobre Dachau".
"El Padre fue nuevamente al Arzobispado para despedirse de Monseñor
Silva Santiago y agradecer sus atenciones.
A las 17,30 horas regresó a la Casa de la Protectora de la Infancia para
tomar once con las Hermanas.
Las Damas del Apostolado Popular, quienes habían enviado una torta para
celebrar la llegada del Padre, vinieron a saludarlo. La visita fue muy breve ya que
el Padre y su comitiva debían tomar el tren esa misma noche, para seguir viajando
hacia el norte (San Fernando)".
VII.- HACIA EL SANTUARIO DE MONTAHUE
Nos encaminamos hacia el último punto de nuestra peregrinación. El
Santuario de la Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt.
LA DEVOCIÓN MARIANA
La devoción a la Virgen , bajo cuya advocación Pedro de Valdivia fundó la
ciudad, aparece como una de las características más señeras de la religiosidad
penquista.
En el decreto de fundación de la ciudad, que el historiador Córdova y
Figueroa reproduce, hay cuatro advocaciones a la Virgen.
El Escudo de Armas de Concepción, que el César Carlos V concedió a la
villa, lleva en su centro un águila, si no bicéfala, como la imperial, a lo menos
bastante similar; lleva en la bordura un Sol, un creciente de Luna, cuatro Estrellas,
dos ramas de Azucenas, todos símbolos marianos.
El erudito Obispo de Pogla, dedicó a este tema un valioso libro titulado: "LA
VIRGEN MARTA EN LA DIÓCESIS DE CONCEPCIÓN DURANTE LA
DOMINACIÓN ESPAÑOLA, 1550 — 1810", y allí reprodujo fotografías de las
bellas figuras talladas en madera policromada.
Seguramente hay muchas desaparecidas, como consecuencia de la
tragedia sísmica (terremoto de 1939).
Pero se conserva la joya máxima en la actual Catedral de Concepción,
donde se venera en el altar lateral derecho.
Es una hermosísima imagen de María Inmaculada, que ornaba el altar
mayor de la antigua catedral. Tallada en madera de cedro, dorada casi en su
totalidad, con fondo verde intenso, que con el tiempo ha adquirido un tamiz
bronceado.
Es una imagen elegante, con gran semejanza a las hermosas vírgenes de
Murillo, con un manto tan hábilmente tallado "que produce un efecto notable, real,
por acertada ejecución escultórica" (Oliver Schneider).
Se estima, por los artistas entendidos, con cierta razón, que esta imagen es
obra del Montañés. Fue traída a Concepción por el Gobernador don Juan
Henríquez, en 1676.
América Latina venera a María desde hace 500 años. ¿qué novedad podía
aportarle la voz profética del Fundador de Schoenstatt?. En este suelo se acudía a
la Madre de Jesús pidiéndole favores que aliviaran el peregrinar por la vida.
Pero el Padre Kentenich ofrecía una novedad. El traía a la Madre Tres
Veces Admirable quien levanta Santuarios que son talleres del hombre nuevo, de
familias santas, de juventud valiente.
Desde allí, Ella se manifiesta como la gran Educadora del pueblo de Dios.
Su método está contenido en el misterio de la Alianza, resumido en aquella frase
que lo expresa tan bien: NADA SIN TI, NADA SIN NOSOTROS.
El Padre salió de Dachau con una profunda conciencia de victoria, pues allí
experimentó que la Alianza de Amor con María era una respuesta ante el hombre
brutalizado fruto de la ruptura con Dios, así como lo vivió tan patentemente en ese
campo de prisioneros.
En la mañana del 20 de Mayo de 1949, cuando bendijo el Cenáculo de
Bellavista, el Padre Kentenich dijo:
"Ella quiere ser la gran Educadora del pueblo chileno. El ideal que guía su
labor de educadora nos lo revela cada vez que miramos arriba hacia el cerro (San
Cristóbal) y vemos la Inmaculada. Es extraordinariamente simbólico y pleno de
sentido que Ella quiera erigir su taller de formación abajo, en el valle."
EN EL SANTUARIO
EL SANTUARIO DE MONTAHUE Y EL MOVIMIENTO DE SCHOENSTATT
El paso del profeta fue dejando su huella en esta tierra que nuevamente
invitó a María a establecer aquí su tienda.
Como el grano de trigo que muere silencioso para generar vida, las
Hermanas se retiran de la Protectora de la Infancia en octubre de 1962, cuando ya
están formados los primeros grupos laicales (que habían comenzado alrededor de
1957) y el Instituto de las Hermanas ha adquirido la casa de Aníbal Pinto 140.
Ella será la cuna y sede definitiva, hasta nuestros días, del Movimiento de
Schoenstatt en Concepción.
Más tarde comienza la búsqueda de un lugar donde levantar el trono de
gracias de la Mater, el Santuario. Entre los bosques y el río surgió Montahue,
como "lugar de salvación", según el significado de su nombre en lengua indígena.
Aquí, desde su bendición, el 20 de mayo de 1971, la Santísima Virgen, por su
Alianza de Amor, ha obrado y seguirá obrando grandes milagros. Como lo pidiera
el Padre y Fundador, el milagro del hombre nuevo, constructor de una nueva
sociedad.
Ideal que quedó grabado en la piedra fundamental; "CON MARíA, JUNTO
AL PADRE, FUNDAMENTO VIVO PARA LOS MÁS NUEVOS TIEMPOS".
El Padre Kentenich no estuvo para la bendición del Santuario, pero supo de
su geografía e informado por uno de los suyos de las características del lugar, nos
legó de su puño y letra la misión de la Madre y Reina Tres Veces Admirable de
Schoenstatt en esta porción de Chile entre los bosques y el río:
"ELLA ES LA GRAN MISIONERA. ELLA HARÁ GRANDES MILAGROS" J.K.
Frase que está escrita detrás de la imagen de la Mater, que trajo el P. Luis
Ramírez desde Schoenstatt, para este Santuario en el año 1968.
El amor a la Iglesia del Fundador fue plasmando desde el inicio la vida de la
Familia de Schoenstatt en Concepción, con la participación activa de sus
miembros en las diferentes áreas pastorales de la Iglesia local.
Así lo destacó el pastor de la Arquidiócesis, monseñor Antonio Moreno en el
25 aniversario de este Santuario de Montahue en el año 1996.
Aquella primera visita del Padre Kentenich a Concepción se ha prolongado
en el tiempo a través de todos aquellos que, por su Alianza de Amor, mantienen
vivo el fuego que ardió en el corazón del Profeta.
Schoenstatt para la Iglesia. La Iglesia para el mundo y el mundo para la
Santísima Trinidad.
BIBLIOGRAFIA
1.LIBRO DE CRÓNICA de los Primeros Tiempos de las Hermanas de María
en Chile
2.ARCHIVOS de la Biblioteca de la Universidad de Concepción (revisión de
los diarios "EL SUR" de 1947 y 1948. "LA PATRIA" y otros)
3.-
LIBRO DE ORO DE CONCEPCIÓN (Biblioteca Municipal de Concepción)
4.-
HISTORIA DE CONCEPCIÓN 1550 — 1970 Fernando Campos Arriet
5.LEGADO PROFÉTICO (herencia del Padre Kentenich en Chile) Hermana
María Auxiliadora Bohorquez
6.ASÍ NACE UN SANTUARIO (Schoenstatt en Concepción 1957 a 1971)
Erika Schalchli Investigación realizada por Hna. M. Ivonne Latsague V.
Concepción 1997