Download DOMINGO XIII , SAN PEDRO Y SAN PABLO Sobre esta piedra

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w w w. p a r r o q u i a g e n o v e s . o r g
Publicación semanal de la Parroquia
Ntra. Sra. de los Dolores de Genovés
Curso 2011-2012
Nº 142
Semana del 25 de junio al 1 de julio
DOMINGO XIII , SAN PEDRO Y SAN PABLO
Lectura Hechos de los apóstoles 12, 1-11 Era verdad: el Señor me ha librado de las manos de Herodes
Salmo responsorial Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 R. El Señor me libró de todas mis ansias.
Lectura de la 2ª de san Pablo a Timoteo 4, 6-8. 17-18 Ahora me aguarda la corona merecida
Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: -«¿Quién dice
la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron: -«Unos que Juan Bautista, otros que Ellas, otros
que Jeremías o uno de los profetas.» Él les preguntó: -«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: -«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le respondió: -«¡Dichoso tú,
Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el
cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la
derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo
que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.» Palabra del Señor
Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
La fiesta de San Pedro y San Pablo, apóstoles, es una grata
memoria de los grandes testigos de Jesucristo y, a la vez, una solemne confesión de fe en la Iglesia una, santa, católica y apostólica. Ante todo es una fiesta de la catolicidad. El signo de Pentecostés
―la nueva comunidad que habla en todas las lenguas y une a todos
los pueblos en un único pueblo, en una familia de Dios― se ha hecho
realidad.
Los santos apóstoles Pedro y Pablo son las columnas de la
Iglesia. Ellos han transmitido la fe y sobre ellos se edifica la Iglesia. Es la fe profesada por Pedro la que
constituye el fundamento de la Iglesia: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo», dice el Evangelio de san
Mateo. El primado de Pedro es una predilección divina, como lo es también la vocación sacerdotal: «porque
eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, —dice Jesús— sino mi Padre que está en los cielos».
Siendo débiles y pecadores fueron elegidos por Dios para que en su debilidad se manifestara la
fuerza y la grandeza de Dios. Ellos hicieron de Jesucristo, el Señor de su vida, el centro de su existencia,
la razón y la fuerza para vivir: Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir, dirá San Pablo; Señor, ¿a
quién iremos? Sólo tú tienes palabras de vida eterna, dirá San Pedro.
En el Evangelio vemos como Jesucristo elige, de entre todos los apóstoles, a Pedro como cabeza de
la Iglesia. Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia, y se continúa por los obispos bajo el primado del Papa (cf. Catecismo 881). El Papa ha sido puesto
por Jesucristo para enseñar, santificar y gobernar la Iglesia.
San Pablo fue el apóstol de los gentiles, el que recorrió el mundo anunciando la Buena Noticia, el
que fundó y visitó numerosas comunidades cristianas, el que no tuvo miedo a las dificultades: hambre, palizas, cárcel, persecución, muerte...: Todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.
La memoria de San Pedro nos invita a confesar que Jesús es el Señor, a tenerle a Él como único
Maestro, a permanecer siempre fieles a las enseñanzas de Jesucristo que vive en su Iglesia.
La memoria de San Pablo nos invita a la nueva evangelización, a ser apóstoles, a no tener miedo
de dar la cara por Cristo, a recorrer el mundo de hoy aprovechando
todas las ocasiones para ser heraldos, apóstoles y maestros del
Evangelio, sin tener miedo, no porque confiemos en nuestras fuerzas, Avisos
sino porque sé de quién me he fiado y que tiene poder para asegurar
Martes, 21:30 h. IDR Consue
hasta el final el encargo que me dio (2 Tim 1, 12s).
Jueves, 20:30 h. Reunión
Esta dimensión misionera necesita ir siempre acompañaPadres Campamento Scouts
da por la de la unidad, representada por san Pedro, la "roca" sobre
Viernes, 19:15 h. misa
la que Jesucristo edificó su Iglesia. Como subraya la liturgia, los carismas de estos dos grandes Apóstoles son complementarios
Domingo, 20:00 horas. Misa
para la edificación del único pueblo de Dios, y los cristianos no
de Sant Joan en Alboy
pueden dar un testimonio válido de Cristo si no están unidos entre sí.
¡El Año de la Fe!
Que la fe sea compañera de vida, compromiso a convertirnos en un signo
vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo. Quiero anunciar el
Año de la Fe, que comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50º aniversario
de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de
2013, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Será un momento de gracia y
de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para reforzar
nuestra fe en Él y para anunciarlo con alegría al hombre de nuestro tiempo
(Benedicto XVI en la Misa para la nueva evangelización, 16 octubre 2011).
Pueden ser varios los motivos para convocar un Año Internacional. Sea cual sea el motivo, tal hecho
busca llamar la atención de la humanidad, "hacer ruido" sobre un valor. ¡Un año internacional vale la pena! La Iglesia se adapta a los tiempos y lugares. La fe no requiere de ruido, de propaganda. Pero el "ruido"
y la propaganda de los medios puede ayudar a la fe y a su propagación. Los valores son perennes, pero la
conciencia que los hombres tienen de ellos es muy tornadiza. Está sometida a flujos y reflujos. A veces
incluso se oscurece, se debilita e incluso se pierde. La humanidad necesita, entonces, un revulsivo que
despierte la conciencia para que vuelva a admirar la belleza y la actualidad de ese valor "olvidado". He
aquí la razón por la que en estos casi cincuenta años después de la inauguración del Vaticano II se han
celebrado en la Iglesia Católica dos años de la fe, 1967 y 2012.
Objetivos para toda la Iglesia del Año de la fe
1) "Para confirmar nuestra fe rectamente expresada" (Pablo VI), "redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada" (Benedicto XVI).
2) "Para promover el estudio de las enseñanzas del Concilio Vaticano II" (Pablo VI), "con el Concilio se
nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza" (Benedicto).
3) "Para sostener los esfuerzos de los católicos que buscan profundizar las verdades de la fe" (Pablo VI);
"intensificar la reflexión sobre la fe para ayudar a todos los creyentes en Cristo a que su adhesión al
Evangelio sea más consciente y vigorosa, sobre todo en un momento de profundo cambio como el que la
humanidad está viviendo" (Benedicto XVI).
Benedicto XVI añade, fijándose en las circunstancias actuales, algunos más:
1) "Invitar a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo".
2) "Comprometerse a favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a
encontrar el entusiasmo de comunicar la fe".
3) "Suscitar en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza".
4) "Comprender de manera más profunda no sólo los contenidos de la fe sino, juntamente también con
eso, el acto con el que decidimos de entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios". Este último objetivo es el que más recalca el Papa Ratzinger: el acto de fe sin contenidos nos conduce a la total subjetivación de la fe.
Libro privilegiado del Año de la fe: El Catecismo
El año de la fe deberá expresar un compromiso unánime para redescubrir
y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados en el Catecismo de la Iglesia Católica (Porta fidei, no. 11). En él se resume y expresa la fe de toda la Iglesia desde sus orígenes hasta nuestros días. En él
hallamos: la fe que profesamos (credo), la fe que celebramos (liturgia), la
fe que vivimos (moral), la fe que rezamos (oración).
¡Un año hará mucho bien a toda la iglesia!
En la sociedad en que vivimos se entrecruzan los cristianos con hermanos
en la fe, que ahora son indiferentes y viven al margen de ella; con hombres y mujeres de otras religiones, o que no son creyentes, aunque busquen sinceramente y de corazón la verdad. En este año de la fe, es importante dejar que la verdad y belleza de la fe que en él se expresa echen raíces en el corazón y florezcan en frutos de luz, de conversión y renovación,
de gozo y de paz.
(Más información en www.parroquiagenoves.org)