Download Enero - Diocese of Des Moines

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
En las Tierras del Corazón
Con el Obispo Pates
Católicos Vengan a Casa
Poco después de que salgan de Iowa los políticos que buscan la presidencia y al comienzo de la
Cuaresma el 10 de febrero, la Diócesis de Des Moines iniciará un programa llamado Católicos
Vengan a Casa.
Católicos Vengan a Casa es un alcance hacia Católicos que, por cualquier razón, se han alejado
de la fe y que son bienvenidos de vuelta a practicarla. Se lleva a cabo principalmente en la
televisión y ha sido llevada a cabo por cerca de 38 diócesis en los Estados Unidos.
Como parte de la celebración del Jubileo de la Misericordia, Católicos Vengan a Casa trata de
llegar con un entendimiento de todo corazón a aquellos que se han alejado de la comunidad
Católica. Algo que ha sido clave para la efectividad de este programa en otras diócesis es la
preparación dentro de las parroquias y en la diócesis para ofrecer una bienvenida de todo corazón
a aquellos que han sido motivados a acercarse nuevamente a la Iglesia.
Esta bienvenida debe ser una respuesta a las diferentes razones por las cuales las personas han
dejado su comunidad de creyentes. Aquellos que están probando el terreno para regresar tienen
diferentes problemas. El tener conocimiento de esas situaciones así como el tener respuestas
adecuadas por nuestra parte puede ayudar a asegurar un exitoso regreso a participar en la Iglesia
para aquellos que han sido influenciados por la campaña en los medios. De entre los factores
que se han mencionado como causas de no participar en la Iglesia están:
1.
Distanciamiento, dejaron la rutina regular de asistir a la Iglesia y de la vida de oración
diaria. Estos individuos no pueden identificar una razón en particular para su falta de
participación. Muy frecuentemente, una respuesta efectiva sirve para facilitar la
oportunidad de entablar y de conectarse con miembros de la comunidad de la
1
parroquia. Esto lleva después a una experiencia más profunda en la relación personal
con Jesús y el sacramento de vida.
2.
Frecuentemente en el desarrollo de la vida de fe, a los jóvenes se les introdujo en la
práctica externa continua de la fe, pero nunca entraron a una relación fundamental
con el Señor Jesús. Entonces, deben estar disponibles oportunidades para profundizar
la fe o desarrollo en formación para aquellos que buscan una auténtica experiencia de
fe.
3.
Un número significativo de Católicos han vivido un divorcio. El vivir en este estado
sin volver a casarse, no descalifica a una persona en la práctica de su fe. Estas
personas son bienvenidas a seguir siendo activas en la Iglesia. A aquellos quienes se
han vuelto a casar, se les invita a que busquen el proceso de anulación que
simplemente determina si el anterior matrimonio era válido ante los ojos de la Iglesia.
El Papa Francisco ha establecido nuevas guías para acelerar este proceso. La
Diócesis de Des Moines está preparada para seguir el modelo del papa que busca
hacer que este proceso sea menos pesado.
4.
Hay quienes tienen un enojo u hostilidad considerable contra la Iglesia, en gran
medida debido a desafortunadas experiencias con sacerdotes, diáconos, secretarias de
las Iglesias, etc., incluso uno o dos obispos y en veces con familiares y amigos. Lo
que se necesita son oídos perceptivos, corazones abiertos y un deseo de ser receptivos
y amables al enfrentar a una Iglesia la cual, en ocasiones, puede ser demasiado
humana.
5.
También nos encontraremos con aquellos quienes están en desacuerdo con alguna
faceta de las enseñanzas de la Iglesia. Ellos pueden estar escandalizados por la
polarización y fracturas en la Iglesia. Muchos han recibido la influencia de un mundo
secular que no atribuye ningún significado o utilidad en la religión. Esto puede
convertirse en una hostilidad en la cual se desarrolla una oposición muy poderosa
contra expresiones de práctica de fe que repercuten en el ambiente público. El Papa
Francisco nos llama a encontrar a esas personas con amabilidad y dialogando
2
solamente después de haber establecido una conexión humana con ellos. Nuestras
parroquias harían bien en establecer oportunidades de charlas abiertas y otros
ambientes libres de intimidación que beneficien la conversación.
6.
Se deberá desarrollar en las parroquias una postura de bienvenida en que se invite
claramente a los recién llegados a compartir sus dones, ofreciéndoles oportunidades
de participar. De vez en cuando, aquellos que llegan encuentran la “tienda cerrada”
en donde no se promueve la participación.
7.
En la Diócesis de Des Moines, tenemos la bendición de la llegada de inmigrantes y
refugiados que buscan mejorar las vidas de sus familias, al igual que lo hicieron
nuestros fundadores que vinieron buscando las mismas oportunidades. Se nos enseña
que al acoger al extranjero, acogemos a Jesús mismo. Que podamos ir más allá de
nosotros mismo al reconocer a los recién llegados, sin importar su lenguaje o cultura,
y que podamos asegurarles que con Jesús hablamos el lenguaje universal del amor.
Un componente clave de este esfuerzo es el que esté dentro de un ambiente de oración individual
y comunal, rogando a Dios que vincule nuestra atención hacia aquellos que están regresando y
que estemos abiertos con generosidad al responder a sus necesidades.
Esperamos poder llegar a un gran número de personas con la parte publicitaria de la próxima
campaña de Católicos Vengan a Casa. Pero este será solamente el comienzo. Sobre cada una
de las puertas de nuestra Iglesia tengamos simbólicamente grabadas con un gran “WELCOME,”
“BIENVENIDOS.” Una vez que nuestros amigos que regresan hayan entrado en los espacios
de la Iglesia, que podamos deslizarnos en nuestras bancas para saludarles con una enorme
sonrisa y un cálido apretón de manos revelando el sentimiento de nuestros corazones. Estos
gestos, siempre tan esenciales, serán la entrada al camino de fe que traerá mucho consuelo y una
profunda paz para aquellos que regresan a casa y un gozo en los corazones de aquellos de
nosotros que hemos sido llamados a ser buenos pastores.
3