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Contraluz. Asociación Cultural Cerdá y Rico. Cabra del Santo Cristo
HISTORIA Y PATRIMONIO
Reloj de Arena
ViSita PaStoral a Cabra del Santo CriSto del obiSPo de
jaÉn d. antolín MoneSCillo, que luego Fuera Cardenal
PriMado Y eMinente Figura de la igleSia eSPañola
diego jerez justicia
En el Boletín Eclesiástico del Obispado de Jaén correspondiente al lunes 30 de Abril de
Consejero de número del Instituto de Estudios Giennenses
1866, se recoge la noticia y referencia de la Santa Visita Pastoral que efectuara el Excmo.
Prelado a varios pueblos de la comarca de Sierra Mágina, entre ellos Cabra del Santo
Cristo.
Dice así la crónica del citado Boletín:
“El Excmo. Prelado llegó a Campillo de Arenas a las diez de la noche del
miércoles 11 de los corrientes, día en que salió de la Capital. Esperábale la Guardia
Civil y el pueblo en masa, con la banda de música que ejecutaba graciosas piezas,
a pesar de que solo llevaban dos meses de estudio. Es indescriptible el entusiasmo
que produjo la presencia del Sr. Obispo entre los habitantes del Campillo.
El jueves a las ocho de la mañana, empezaron las confirmaciones y
concluyeron el viernes. Se confirmaron los naturales del Campillo y los
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de Noalejo: los primeros fueron
setecientos y tantos y los segundos
cerca de quinientos. El sábado 14 a
las cinco de la mañana salió S.E.I.
con dirección a Cambil hasta la venta
llamada de Las Palomas; fue el Sr.
Obispo en coche, juntamente con las
personas que lo acompañaban, a la
Puerta de Arenas dónde se detuvo
un rato enterándose de la obra de la
ermita de Santa Lucía; en la venta
montaron todos a caballo y pasaron
el ahora caudaloso río, llegando a las
nueve y pasando sin detenerse a la
Iglesia. Practicadas las ceremonias de
visita, comenzaron las confirmaciones
a las doce de la mañana. Volvieron a
confirmarse a las dos y media de la
tarde y concluyeron a las seis.
D. Antolín Monescillo y Viso. Obispo de Jaén.
El domingo a las siete de la Retrato del episcopologio del palacio episcopal.
Rep. Fot. Diego Jerez
mañana se cantó la Misa conventual,
en la que predicó como de costumbre
el Excelentísimo Sr. Obispo sobre el evangelio del día; concluida la función, dio
solemnemente la comunión en el altar mayor a cien personas. Sin detenerse
continuó administrando el Sacramento de la confirmación, partiendo el lunes
para Huelma.
En el Campillo y Noalejo las últimas confirmaciones fueron hechas en el
año 1853 por el entonces Obispo de Jaén Sr. Escolano –D. José Escolano y Fenoy
ocupó la Sede Episcopal desde 1848 a 1854. A éste le siguieron D. Tomás de Roda
y Rodríguez (1858-1858) y D. Andrés Rosales y Muñoz (1858-1864)-. En Cambil
hacía cincuenta años que no había confirmaciones, habiéndose presentado ahora
numerosos ancianos de ambos sexos, por lo que prácticamente fue confirmado
todo el pueblo.
A Campillo acudieron Cárchel y Carchelejo; de los restantes pueblos fueron
a Cambil.
El Sr. Obispo no descansaba ni un momento, trabajando desde el amanecer
hasta la noche, repartía limosnas y medallitas a manos llenas. Fue recibido
en todas partes con el mayor entusiasmo. El simpático y apreciable Oficial de
la Guardia Civil D. Rafael Serrano, jefe del departamento de Campillo, iba
constantemente al lado del Sr. Obispo habiéndose atraído las voluntades del
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Visita pastoral a Cabra del Santo Cristo del Obispo de Jaén (...). Diego Jerez Justicia
Prelado y de las personas que le acompañan por la finura obsequiosa con que
llenaba su cometido.
Después de haber confirmado S.E.I. sobre dos mil quinientas personas en
Cambil, salió el 16 a las cuatro y media de la mañana con dirección a Huelma
y contemplando el magnífico panorama que se presenta al viajero, llegó al
Santuario de la Fuen Santa dónde recibió al Prelado el Hermano Mayor con sus
cuatro compañeros ermitaños, el Sr. Arcipreste y el Clero de Huelma.
Se visitó la Iglesia con las ceremonias del Pontifical, oró un rato S.E.I., recorrió
el establecimiento y se enteró de todo; salió muy complacido y se emprendió la
bajada a Huelma. La mitad de la población salió al encuentro del Sr. Obispo en
el Santuario, siendo de ver en aquellas escarpadas montañas a sesenta y cinco
personas a caballo. A la entrada de la población esperaba el Ayuntamiento, una
banda de música y el pueblo en masa. Como fue recibido en esta ocasión el
Sr. Obispo no hay como explicarlo, sino trasladando allí el pensamiento. S.E.I.
fue en el acto a la Iglesia y hechas las ceremonias de entrada, comenzaron las
confirmaciones a las diez de la mañana. Se confirmaron hasta tres mil personas.
El día 19 a las cinco de la madrugada, salió el Sr. Obispo para Cabra del Santo
Cristo que distaba tres leguas, haciendo el viaje a caballo, yendo acompañado
del Clero, Ayuntamiento, Juzgado, Ermitaños, el Alférez de la Guardia Civil Sr.
Serrano y varios particulares, llegando a las nueve y media. Se encontraba por
casualidad en dicha villa, pasando revista y recorriendo los puestos el simpático
Coronel de la Guardia Civil y aunque para el mismo día tenía anunciada su
marcha, se detuvo y con su escolta recibió al Sr. Obispo en el monte de Solera en
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unión de numerosos particulares. Formose un numeroso escuadrón, compuesto
de setenta y cinco personas a caballo, que un curioso se entretuvo en contar. Era
digna de verse aquella variada y pintoresca comitiva, compuesta de una mezcla
de clérigos, ermitaños, militares, el Diputado Provincial de Huelma, el Juez,
Fiscal, Escribanos, procuradores, alguaciles, sacristanes, sochantres, etc.
El recibimiento fue magnífico, todo el pueblo salió a recibir y a vitorear
con el mayor regocijo al ilustre Prelado. Allí tuvo la satisfacción S.E.I. de
encontrarse con el Sr. Penitenciario de Guadix D. Francisco Juan Soto, que había
ido expresamente a recibir al Sr. Obispo, teniendo el buen acuerdo de enviar
unos días antes cuatro Sres. Eclesiásticos de su diócesis para que le ayudaran al
párroco en las confesiones de los adultos y demás preparativos indispensables
del ministerio parroquial.
En el acto de llegar se dirigió el Sr. Obispo a la Iglesia con las ceremonias del
Pontifical y por la tarde dieron principio las confirmaciones.
La villa de Cabra, arregló sus calles, levantó arcos con banderolas y
se adornaron las casas con colgaduras para recibir a su Prelado: acudieron a
confirmarse los pueblos Solera, Larva y Bélmez de la Moraleda, que con los de
Cabra fueron unos tres mil y ciento los confirmados.
El sábado 21 regresó S.E.I. a Huelma siendo recibido con un entusiasmo
indescriptible: el domingo predicó en la función solemne del Patrocinio de San
José y por la tarde celebró confirmaciones en obsequio de los pobres de los
cortijos que no habían podido llegar los días anteriores. Por último, el día 25
llegó el Excmo. Prelado a esta capital en un coche particular. Los repiques de
campanas, los cohetes y el movimiento en que se puso el vecindario, han sido
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Visita pastoral a Cabra del Santo Cristo del Obispo de Jaén (...). Diego Jerez Justicia
señales evidentes de la satisfacción con que se ha sabido que el Sr. Obispo se
halla de nuevo en su Palacio.”
Por esta crónica vemos cuán distintas son en nuestros días las visitas Pastorales;
cincuenta años habían pasado desde la última visita Pastoral. Claro está, las dificultades
que tendrían que soportar por la falta de caminos y carencia de medios de comunicación.
Fue para Cabra del Santo Cristo un gran honor el recibir a una gran figura de la iglesia
de su tiempo.
D. Antolín Monescillo y Viso, nació el 2
de Septiembre de 1.811 en Corral de Calatrava
(Ciudad Real) en el seno de una familia de
modestos labradores manchegos. Comenzó a
estudiar latinidad en su pueblo, con el clérigo
secularizado de la orden de los Camilos, que
conociendo su valía lo mandó a Toledo donde
empezó sus estudios a los 12 años, obteniendo
brillantes notas. Fue ordenado sacerdote en
1.836 con 25 años, en la Iglesia de Santa Ana
de Madrid. En Toledo había obtenido el grado
de Doctor.
Desempeña varias cátedras en Toledo.
Desde muy joven publicó en diversos periódicos
numerosos artículos en defensa de la religión
católica, sermones y panegíricos, todos de gran
importancia; han sido publicados, ocupando
seis tomos de gran volumen. Su vocación
periodística le lleva junto a otros sacerdotes
Fotografía tomada del Correo de España de Buenos
toledanos a fundar el periódico “La Cruz” en
Aires con ocasión de su fallecimiento el 11 de
1842. Es tanto su prestigio que se convierte en
Agosto de 1897.
Rep. Fot. Diego Jerez
portavoz oficioso del episcopado español ante
el Trono. Los disturbios de la época hicieron
que Monescillo tuviera que huir a Francia, dónde sigue estudiando y enriqueciendo sus
conocimientos sobre la cultura católica.
Con la mayoría de edad de Isabel II y en el poder los moderados, con el gobierno de
Narváez vuelve a España y continúa con sus trabajos literarios y periodísticos.
En 1849 es nombrado Vicario General y juez eclesiástico de la villa de Estepa y su
estado (con territorio propio separado y sujeto directamente a la sede apostólica), que era
un cargo casi episcopal. Fue examinador sinodel en varias diócesis; caballero de la orden
de Carlos III.
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Pasa a ser Canónigo de Granada desde donde pasa a Toledo al año siguiente, por
permuta con otro canónigo, desempeñando allí la cátedra de Teología en el seminario.
Por este tiempo, 1854, el Papa Pío IX promulga el Dogma de la Inmaculada Concepción,
devoción acendrada de Monescillo; en su escudo episcopal figura en su parte central,
solamente la imagen de la Inmaculada.
En 1861 es preconizado por este mismo Papa, Obispo de Calahorra y La Calzada
por el Papa Pío IX. Publica una carta pastoral sobre la tolerancia, que en realidad era un
duro ataque contra los gobiernos centralistas de O´Donell que trataban de introducir las
tendencias liberalistas y librepensadoras. La inscripción que le dedicaron en su pueblo “Pan
y Catecismo”, resume su admirable fórmula por la que trabajó toda su vida: iluminar la
inteligencia con la verdad de Cristo pero no olvidando la Caridad; atender a las necesidades
espirituales y materiales.
En 1865 es promovido Obispo de Jaén, dónde entra el 27 de Junio; tiene 54 años. Va a
ser para él una etapa de duro trabajo.
Luchó por la mejoría de la situación del clero que debido al Sexenio y la Restauración
era precaria.
Desde su toma de posesión empieza una serie ininterrumpida de visitas pastorales
a los distintos pueblos de la diócesis de tal forma que quince meses después de tomar
posesión había recorrido más de la mitad del territorio de la misma, entre ellos Cabra del
Santo Cristo.
Se preocupa por el Seminario; por aquella época en Jaén había dos Seminarios, Jaén y
Baeza, éste último dotado de una magnífica biblioteca dotada de joyas bibliográficas, entre
ellas una Vugata; debido a la penuria económica del Sexenio hubo que cerrar en parte el de
Baeza pasando los alumnos el de Jaén.
En medio del ambiente revolucionario de la época fue elegido Diputado por Ciudad
Real para las Cortes Constituyentes de 1869, nombramiento que aceptó en pro de defender
la unidad católica. Sus discursos e intervenciones fueron antológicos.
Su gran sentido de la Caridad le lleva a vender su automóvil para dar el dinero
obtenido a los pobres.
En 1869, marcha a Roma para participar en el Concilio Ecuménico Vaticano I;
le acompañó como teólogo consultor el gran polígrafo giennense D. Manuel Muñoz
Garnica.
En 1872 convocó un Sínodo Diocesano con la intención de aplicar en la diócesis los
principios del Concilio Vaticano I.
Con la llegada de la 1ª República se enfrenta al Ministro de Gracia y Justicia porque
se trataba de implantar en España un fuerte anticlericalismo. Políticamente vive desde su
diócesis de Jaén los tiempos de Cautelar, el golpe de Estado del General Pavía, la proclamación
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Visita pastoral a Cabra del Santo Cristo del Obispo de Jaén (...). Diego Jerez Justicia
como rey de España por el general Martínez Campos del hijo de Isabel II, como Alfonso
XII; la Restauración con la vida política de los dos partidos, liberal y conservador que se
diferenciaban especialmente por su actitud frente a la Iglesia, destacando el anticlericalismo
y burlas del primero; la constitución con Cánovas del Castillo, etc.
En Agosto de 1877 es propuesto para la Sede Arzobispal de Valencia.
En esta época llena de turbulencias políticas Monescillo seguirá siendo un bastión
en la defensa de los valores cristianos. El Papa León XIII clama y denuncia la deplorable
situación de la Iglesia española. se preocupa por el clero, seminarios, propicia la institución
de nuevas congregaciones religiosas como la Adoración Nocturna, etc.
A instancias de Monescillo el Papa León XIII declara patrona de Valencia a la Virgen
de los Desamparados.
En 1884 es creado Cardenal por dicho Papa. Sufre un accidente en el que está a punto
de ahogarse y se produce una seria afectación de sus aptitudes físicas.
En 1892 es nombrado Arzobispo de Toledo y Cardenal Primado de España. Muere
el 11 de Agosto de 1897 y es enterrado en la Catedral de Toledo con honores de Capitán
General con mando en plazo.
Bibliografía;
Boletín Eclesiástico del Obispado de Jaén. Nú. 406. Año IX.
Lunes 30 de abril de 1866.
MONTIJANO CHICA, Juan. Historia de la Diócesis de Jaén y de sus Obispos I.E.G. Jaén 1896.
Sanz De Diego, R.M. Medio Siglo de Relaciones Iglesia-Estado; El Cardenal Antolín Monescillo y
Viso; (1811-1897). Madrid 1979.
VILLAZÁN ADANES, Bernardo, Ensayo Biográfico del Cardenal Monescillo, Arzobispo de
Toledo. Primado de España Patriarca de las Indias. Instituto de Estudios Manchegos.
C. Real. 1962, Separata “Cuadernos de Estudios Manchegos” vol. XII
Biógrafa del eminentísimo Señor D. Antolín Monescillo y Viso. Cardenal de la Santa Iglesia
Romana, arzobispo de Toledo, Primado de España. La Cruz, Madrid 1895 (Sucesores
de Ryvadeneyra) Centenario del Cardenal Monescillo (1897-1997) (Fco. Alía Miranda.
Antonio de Juan García) Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La
Mancha. Cuenca 1997.2 vols.
El Correo de España. año IV. nº 174. 26.Sept.1897. Buenos Aires.
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