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LA IGLESIA DE LOS ESCOLAPIOS MODIFICA SU INTERIOR.
¿No está escrito: “Mi casa será llamada Casa de oración para todas las naciones”?
(Marcos 11-17)
Desde siempre la iglesia de los Escolapios ha sido, para los habitantes de Getafe, centro
de culto y de oración, con imágenes de santos adecuadas a lo que esta pequeña iglesia
representa. Preside el altar mayor una hermosa imagen de la Inmaculada Concepción,
patrona de las Escuelas Pías. Siempre estuvo, y aún lo sigue estando, limpia y muy bien
cuidada por los sacerdotes escolapios del afamado colegio que lleva su mismo nombre.
En esta iglesia infinidad de niños, alumnos del colegio, han celebrado su primera
comunión y últimamente también muchas niñas. Unos cuantos antiguos alumnos, por
afecto y por apego a su paso por el colegio, han elegido este bello oratorio para celebrar
en el sus bodas, recibiendo el santo sacramento del matrimonio. Y ante su altar hemos
asistido a más de un funeral, por expreso deseo de la familia del fallecido.
Misas, horas santas, rosarios, letanías, vigilias y bendiciones han sido seguidas,
rezadas y recibidas con fervor, por multitud de vecinos de este pueblo. En resumen, que
unas cuantas generaciones de getafeñas y de getafeños han pisado sus baldosas, se han
sentado en sus bancos y se han puesto de rodillas ante el Santísimo Sacramento, durante
años y años. A unos por afinidad con esta iglesia, a otros por cercanía a sus domicilios,
les resultaba más cómodo. Y por qué no decirlo, algunos asistían a las misas porque las
homilías eran más cortas que en otras iglesias, de manera que casi la habían convertido
en su particular parroquia.
1 Digamos que hablo de Getafe, por Lamberto Sanz Esteras.
Sea como fuere, convendremos en que la continuada asistencia, a través del paso
del tiempo, había despertado el cariño de los feligreses, no sólo por el lugar en sí, sino
también, al mismo tiempo, por las imágenes que ataviaban toda la iglesia. En un solo
instante, durante la celebración de la misa, o antes, o después de la misma, uno se podía
encomendar, simplemente con la mirada y sin apenas girar la cabeza, a los apóstoles san
Pedro y san Pablo, a San José, a la Virgen del Carmen, a san Antonio, o al Sagrado
Corazón de Jesús. Pero esto se ha acabado, porque la dirección del colegio ha decidido
prescindir de las imágenes últimamente citadas, retirándolas de la vista de los fieles,
suponemos que para que éstos se concentren de manera absoluta en el Sagrario y en su
particular contenido, o sea, en Jesús Sacramentado, en el Señor nuestro Dios.
2 Digamos que hablo de Getafe, por Lamberto Sanz Esteras.
No nos parece mal. Es más creemos que es lo correcto. Pero…...., pero cabe
también la posibilidad, por remota que esta sea, de que las gentes piadosas sepan muy
bien distinguir y separar, en lo más profundo de sus corazones, la adoración a Dios, con
la veneración a los santos. Es bueno traer a la memoria que no fueron precisamente los
fieles quienes colocaron las imágenes en la iglesia de los Escolapios para su veneración;
ni tampoco los que dispusieron los catorce pequeños cuadros del Vía Crucis, colocados
en las paredes laterales, para seguir con devoción la pasión de Cristo. Recordemos que
desde tiempo inmemorial, tanto las imágenes de los santos, las estatuas, así como los
frescos y los muchos cuadros con motivos religiosos, han ayudado durante siglos a la
sustentación de la fe de los cristianos. Desde siempre han servido de verdadera ayuda.
No se trata de crear polémica ¡por Dios! ¡ni mucho menos! ¡de ninguna manera!
Comprendemos perfectamente que los actuales padres escolapios, viven unos tiempos
poco propicios para la educación religiosa, a la que ellos se dedican con paciencia y con
esmero; sin duda alguna siguiendo los predicados de su fundador san José de Calasanz
(primer creador en el mundo de un sistema de enseñanza gratuita, dirigido a niños de
cualquier clase social, especialmente a los más desfavorecidos, incluso de diferentes
creencias religiosas) y de los muchos sacerdotes y profesores que han pasado por sus
aulas enseñando, educando y también adoctrinando a los niños, en la fe católica.
Por eso reconocemos y vemos con agrado que, tanto el Padre Faustino Míguez,
así como san Pompilio y ¡cómo no! el fundador de las Escuelas Pías, estén presentes en
la iglesia de los Escolapios de Getafe (que las campanas repiquen vibrantes) y además
con sucintas explicaciones de su vida y obra, grabadas en placas de mármol oscuro.
3 Digamos que hablo de Getafe, por Lamberto Sanz Esteras.
Pero que nadie pretenda aspirar a que las, cuando menos sorprendentes, medidas
adoptadas, para esta modificación sustancial de la ornamentación interior de la iglesia
de los Escolapios, sea aceptada con satisfacción por la gran mayoría de los feligreses.
Posiblemente, con el paso del tiempo, todos nos acostumbremos a ver las cosas de
diferente manera, con otro prisma, mas no podemos ignorar que, hoy por hoy, el asunto
de la supresión de imágenes, ha caído como un verdadero jarro de agua fría.
oOo
La Hermandad del Patriarca San José, tiene su sede en el Colegio de la
Inmaculada, y las imágenes de su cofradía están expuestas permanentemente en la
iglesia del Colegio. Afortunadamente éstas imágenes, que son sacadas en procesión
cada Semana Santa, por las calles del pueblo de Getafe, continúan teniendo su espacio
dentro de la iglesia: el Cristo de la Buena Muerte (aún vivo, sin lanzada en el costado),
donado por Francisco de Marcos, acompañado por las imágenes de la Virgen María y de
San Juan, y también la de María Santísima de la Esperanza, han quedado en el mismo
lugar en el que siempre estuvieron.
Pero la bella imagen del Santísimo Cristo del
Rescate (*), donada al colegio de la Inmaculada por
Manuel Gómez Pedroche, en el año 1952, ha sido
cambiada de ubicación. Ahora la han colocado
sobre una peana, muy cerca del techo, en el rincón
de la izquierda, según entramos a la iglesia. Y dada
la altura en que está, obliga a los fieles a mirarla
levantando la cabeza, con una inclinación bastante
pronunciada, de manera que se percibe la boca
entreabierta de Jesús de forma un tanto antiestética.
Las imágenes, al igual que los cuadros, están
concebidas para ser miradas de una cierta postura,
unas deben ser colocadas en lo alto y otras casi a la
misma altura del espectador. Y este es el caso, la
imagen de Jesús (a la que muchos fieles llaman
“Jesús de Medinaceli”) debería ser colocada casi de
frente al público, o como máximo a metro y medio
de altura, ganando de este modo en belleza y en
prestancia; algo que con toda seguridad las personas
devotas agradecerían.
(*) “Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar
su vida en rescate por todos” (Marcos 10, 45).
4 Digamos que hablo de Getafe, por Lamberto Sanz Esteras.
“Et signum magnum apparuit in cælo: mulier amicta sole,
et luna sub pedibus ejus, et in capite ejus corona stellarum duodecim” (Apoc. 12-1)
“Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol,
con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Apoc. 12-1)
En Getafe, octubre del 2015.
Lamberto Sanz Esteras (antiguo alumno).
5 Digamos que hablo de Getafe, por Lamberto Sanz Esteras.