Download misericordia maternal de la iglesia con los pobres

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Transcript
ARQUEBISBAT DE BARCELONA
Congrés Internacional de Pastoral de les Grans Ciutats
(Barcelona, 20-22 maig 2014)
MISERICORDIA MATERNAL DE LA IGLESIA CON LOS POBRES,
OLVIDADOS Y SOBRANTES EN LA PASTORAL MEGA-URBANA
Carlos María Galli
Facultad de Teología
Universidad Católica Argentina (Buenos Aires)
MISERICORDIA MATERNAL DE LA IGLESIA CON LOS POBRES,
OLVIDADOS Y SOBRANTES EN LA PASTORAL MEGA-URBANA
Carlos María Galli
Facultad de Teología
Universidad Católica Argentina
Barcelona - 22/5/2014
1. En 1986, en mi primer artículo, El desafío pastoral de la cultura urbana, expresé “la
nece​sidad de una nueva pastoral urbana”. Un cuarto de siglo después, en 2011, publiqué el
libro Dios vive en la ciudad, a partir de una frase del Documento de Aparecida (A 514). La
obra, recién publicada en su tercera edición corregida y actualizada al proyecto misionero de
Fran​cisco, piensa la pastoral urbana a partir de un presupuesto teologal: la presencia del
Dios de Jesús, con su rostro humano y urbano, en nuestras ciudades, pueblos, barrios y
obra, recién publicada en su tercera edición corregida y actualizada al proyecto misionero de
Fran​cisco, piensa la pastoral urbana a partir de un presupuesto teologal: la presencia del
Dios de Jesús, con su rostro humano y urbano, en nuestras ciudades, pueblos, barrios y
casas.
2. Se me pidió el tema La atención a los ‘olvidados’ en la gran ciudad. Lo presento con el
título: La misericordia maternal de la Iglesia con los pobres, olvidados y ‘sobrantes’ en la
pastoral mega-urbana. Este tema está sugerido en el capítulo undécimo de mi ensayo, cuyo
índice se encuentra en las dos últimas páginas. Aquí lo reelaboro completamente en relación
a la exhortación Evangelii Gaudium (EG) La solicitud por los hermanos olvidados combina
dos desafíos pastorales: la pastoral mega-urbana y la opción por los pobres.
3. En 1800 sólo Londres pasaba el millón de habitantes; en 1900 ya lo hacían diez ciudades,
hoy son más de cuatrocientas cincuenta. Hay más de treinta mega-ciudades con más de ocho
millones de personas. Son regiones metropolitanas o complejos de ciudades, como las llamó
Pablo VI (OA 8-12). La mayoría está en el Sur, donde crece más la población. Las
previsiones demográficas para la próxima década estiman que al menos nueve ciudades
tendrán más de veinte millones de habitantes; entre ellas México, Shangai, Pekín, San Pablo
y Bombay.
4. En 1979, después de encontrarse con los más pobres de México, san Juan Pablo II
comenzó a descubrir la pobreza del tercer mundo. Con sus viajes acompañó un
desplazamiento de la acción evangelizadora a lo largo del eje norte-sur. En 1984, luego de
haber visitado muchos países del sur, afirmó ante la Curia romana sobre la opción por los
pobres: “he hecho y hago mía esta opción, me identifico con ella”. Sus documentos
insistieron en este amor preferencial (SRS 42-43; CA 57). En Redemptoris missio planteó la
nueva evangelización a escala mundial y vinculó una renovada pastoral urbana, la gestación
de nuevas formas de cultura y la opción por los últimos. Notó que las nuevas megalópolis
están en las naciones más jóvenes y pobres del sur (RMi 37). En efecto, salvo las cinco
regiones metropolitanas de los Estados Unidos, las veinte ciudades más pobladas del mundo
están en Asia y en América Latina.
5. Francisco, Papa del sur del Sur, mira la realidad mundial desde los pueblos pobres y los
pobres de los pueblos. Hoy el 68% de los católicos vivimos en África, América Latina, Asia
y Oceanía. En los últimos 100 años se invirtió la composición de la Iglesia católica. En 1910
el 70% de los católicos bautizados vivía en el norte (65 en Europa) y el 30% en el sur (24 en
América Latina). En 2010 el 32% vivía en el norte (24 en Europa, 8 en Norteamérica) y el
68% en los continentes del sur: 39 en América Latina, 16 en África, 12 en Asia, 1 en
Oceanía. Muchísimos cristianos son pobres para este mundo pero ricos para Dios en la fe
(Sgo 2,5).
6. América Latina es la región más urbanizada del mundo. Ocho de cada diez habitantes
resi​dimos en zonas urbanas; la mayoría en barrios suburbanos, mestizos y pobres. La zona
tiene unas cincuenta ciudades con más de un millón de habitantes. En 2010 las megalópolis
de México (23 millones), San Pablo (21), Buenos Aires (13), Río de Janeiro (12,5) y Bogotá
(8,6) eran cinco de las diez ciudades más pobladas de América. La reflexión y la acción
pastoral urbana se dio en nuestra región desde 1965, se expresó en las conferencias
latinoamericanas de Medellín a Aparecida (A 509-519), y se desarrolló en las diócesis de
grandes ciudades.
7. La Argentina es uno de los países más urbanizados. Según el Censo Nacional de
Población de 2010 tiene un 92% de población urbana. El Aglomerado Gran Buenos Aires
(AGBA) tenía, en 1970, 8 millones y medio de habitantes; en 2010 superó los trece. El
AGBA es el área te​rritorial y social que contiene la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la
superficie total de catorce partidos y la superficie parcial de otros dieciocho municipios de la
Provincia de Bue​nos Aires hasta donde llega la “mancha urbana”. Es el octavo
conglomerado del mundo.
8. En la primera década del siglo América Latina creció a un promedio de 4% y disminuyó
la pobreza del 44% en 2002 al 33% en 2010. Pero uno de cada tres latinoamericanos es
pobre y uno de cada ocho sufre la pobreza extrema. La región no es la más pobre pero es la
más desigual por debajo de Medio Oriente y el África subsahariana. En muchos países la
mayoría de los pobres son niños y la mayoría de los niños son pobres. Según la UNICEF en
2011 había 81 millones de niños pobres. El Observatorio de la Deuda Social de la
Universidad Católica Argentina muestra que en 2014 el 27,5 % de los argentinos está bajo la
línea de pobreza.
Universidad Católica Argentina muestra que en 2014 el 27,5 % de los argentinos está bajo la
línea de pobreza.
9. Desde este contexto teológico, eclesial, social y cultural me referiré al tema. La ponencia
consta de 10 puntos divididos en cuatro secciones. La primera sección, El proyecto
misionero de Francisco, contiene dos puntos: la convocatoria a desarrollar la Iglesia como el
Pueblo de Dios centrado en la misión (I) y animado por un corazón misericordioso y
maternal (II). La segunda, La salida a las periferias en la pastoral urbana, atiende el desafío
de la pastoral mega-urbana a partir de la presencia de Dios (III) mediante un movimiento
misionero hacia las periferias sociales y existenciales (IV). La tercera, La opción por los
pobres en una Iglesia cordial, desarrolla la opción preferencial por los pobres surgida en la
Iglesia latinoamericana (V) que Francisco asume y potencia desde el lugar de los pobres en
el corazón de Dios (VI) y del desafío de la inclusión de los sobrantes de una cultura y unos
sistemas de exclusión y descarte (VII). La última sección, de carácter más prospectivo,
titulada Hacia una pastoral urbana del encuentro fraterno, invita a descubrir la presencia de
Jesucristo en los hermanos más pequeños (VIII) para cultivar la misericordia pastoral con
los olvidados y sobrantes de las grandes ciudades (IX) y una pastoral urbana hacia una
cultura del encuentro fraterno (X).
A. El proyecto misionero de Francisco
I. La eclesiología misionera y reformadora de Evangelli Gaudium
II. La Iglesia: Pueblo de Dios misionero y Madre misericordiosa
B. La salida a las periferias en la pastoral urbana
III. Descubrir y anunciar a Dios presente en la cultura mega-urbana
IV. El movimiento misionero hacia todas las periferias sociales
C. La opción por los pobres en una Iglesia cordial
V. La opción por los pobres en la Iglesia latinoamericana
VI. Los pobres en el corazón de Dios y del Pueblo de Dios
VII. La cultura del descarte y la inclusión de los “sobrantes”
VIII. Una pastoral urbana para una cultura del encuentro fraterno
A. El proyecto misionero de francisco
La primera sección contiene dos puntos: la convocatoria a desarrollar la Iglesia como el
Pue​blo de Dios centrado en la misión (I) animado por un corazón misericordioso y maternal
(II).
I. La
eclesiología misionera y reformadora de Evangelii Gaudium
1. Francisco es un pastor y un pastoralista reflexivo. Evangelii Gaudium se
concentra en el anuncio del evangelio. Francisco actualiza el Evangelio
siguiendo las huellas del Concilio Vaticano II, la exhortación Evangelii
Nuntiandi de Pablo VI, la V Conferencia general del Episcopado
latinoamericano y caribeño celebrada en Aparecida 2007.
Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo (EG 27) y la salida misionera
es el paradigma de toda la Iglesia (EG 15).
2. El capítulo tercero analiza el núcleo del tema “el anuncio del Evangelio”,
centrándose en el sujeto eclesial, todo el Pueblo de Dios, y en algunas formas de la
proclamación de la vivencia de la piedad popular.
3. Aparecida reinicio un movimiento misionero continental y permanente para
compartir con nuestros pueblos la Vida plena en Cristo. El Papa no pretende exportar
3. Aparecida reinicio un movimiento misionero continental y permanente para
compartir con nuestros pueblos la Vida plena en Cristo. El Papa no pretende exportar
el modelo latinoamericano invirtiendo el centralismo pastoral que hemos sufrido sino
que desea que cada iglesia asuma la misión universal inculturada en su tiempo y su
lugar.
4. El “estado permanente de misión” (EG25) exige reformar las estructuras “para que
se vuelvan más misioneras” (GE 27).
Pienso que, en este punto decisivo, la dinámica de la conversión impulsada por la misión
continental desde la periferia latinoamericana aporta a la reforma misionera de toda la
Iglesia.
5. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse
en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras” (EG 27).
Propone “una pastoral en clave misionera” (EG 35) porque la misión es la fuente, el
camino y el estilo de la reforma eclesial.
6. El primer papa jesuita expuso tres de sus rasgos: el amor a los pobres desde su abrazo a la Señora Pobreza; el carisma pacificador cifrado en
el lema Paz y Bien; la fraternidad con lo creado en la alabanza del Canto a las Creaturas.
II. La
Iglesia: Pueblo de Dios misionero y Madre misericordiosa
1. La síntesis pastoral de Francisco incluye una eclesiología del Pueblo de Dios y una
antro​pología política del pueblo La llamada teología argentina del pueblo piensa este
concepto con dos sentidos análogos, uno eclesial y otro civil, con una desemejanza
tan fuerte como la se​mejanza.
2. El capítulo III se refiere al Pueblo de Dios misionero como el sujeto colectivo del
anuncio del Evangelio (EG 111-134). Explícita la catolicidad inclusiva de la Iglesia
empleando las fórmu​las “un pueblo para todos” (EG 112-114) y “un pueblo con
muchos rostros” (EG 115-118).
3. La sección “un pueblo con muchos rostros” (EG 115-118) desarrolla una imagen
usada por Juan Pablo II para fundar la inculturación intercultural: “En los distintos
pueblos, que experimentan el don de Dios según su propia cultura, la Iglesia expresa
su genuina catolicidad y muestra la “belleza de este rostro pluriforme” (EG 116;
NMI 40).
4. Sostiene que hay que pasar de ser habitantes pasivos a actuar como ciudadanos
responsables y de ejercer los derechos y deberes ciudadanos a formar un pueblo con
una pertenencia cultural y un común destino histórico.
5. Francisco vincula las nociones de Pueblo y Madre para hablar de la Iglesia, como
lo hizo la primera tradición patrística latina.
6. La casa de la Madre es como un hospital de campaña después de la batalla que
recoge, alivia, cuida y cura a los hijos heridos en la vida y en la fe.
7. El nuevo cardenal Loris Capovilla, secretario de Ángelo Roncalli en Venecia y en
Roma, mirando sus semejanzas con Francisco, escribió: É tornato Papa Giovanni.
B. La salida a las periferias en la pastoral urbana
La segunda sección atiende el desafío de la pastoral mega-urbana a partir de la presencia
La segunda sección atiende el desafío de la pastoral mega-urbana a partir de la presencia
de Dios (III) mediante un movimiento misionero hacia las periferias sociales y
existenciales (IV).
Descubrir y anunciar a Dios presente en la
cultura mega-urbana
III.
1. Ella es lugar de encuentro con Dios que vive en Cristo, con Cristo
sigue vive en la Iglesia y en los hombres, con el Pueblo de Dios que está
entre las ciudades.
2. Francisco afirma: Dios vive entre los ciudadanos (EG 71).
3. En mi obra pienso la cultura viva en los centros urbanos, las
conurbaciones y periferias suburbanas, las redes metropolitanas y el influjo
cultural urbano en los ámbitos rurales (EG 73).
IIII. El
movimiento misionero hacia las periferias
sociales
1. La pastoral urbana está llamada a descubrir y potenciar la presencia
de Dios entre todos los ciudadanos. Por eso urge el movimiento de salida
misionera a todas las periferias existenciales, sociales y geográficas.
2. La fe se difundió de persona a persona por medio de una
transmisión capilar.
3. La peregrinación misionera de Pablo termino en Roma, ciudad que
llegó a tener más de un millón de ciudadanos y estaba en “los confines de la
tierra. Al afirmar ser “ciudadano romano” (Hch 22, 27) expresó su
pertenencia a la urbe y el orbe.
4. Jerusalén, Atenas y Roma son las raíces y los símbolos de las tres
vertientes que formaron la cultura occidental de inspiración cristiana: la
religión judeocristiana, la filosofía griega y el derecho romano. Jerusalén es
el origen del cristianismo y la madre de las religiones monoteís​tas.
5. El universalismo incluyente de la comunión en Cristo produjo
comuni​dades fraternas y heterogéneas que generaron novedades históricas,
como el mestizaje cultural y la integración social de los diferentes.
C. La opción por los pobres en una Iglesia cordial
La tercera sección piensa la opción preferencial por los pobres surgida en la Iglesia
latinoame​ricana (V), que Francisco potencia desde el lugar de los pobres en el corazón de
Dios (VI) y del desafío de la inclusión de los sobrantes de la cultura y los sistemas de
exclusión (VII).
V. La
opción por los pobres en América Latina
1. El “potencial evangelizador” es una forma activa con la cual el
pueblo se evangeliza continuamente a sí mismo (DP 450); “una fuerza
1. El “potencial evangelizador” es una forma activa con la cual el
pueblo se evangeliza continuamente a sí mismo (DP 450); “una fuerza
activamente evangelizadora” (DP 396). “El Pueblo de Dios, por la constante
acción del Espíritu en él, se evangeliza continuamente a sí mismo (EG 139).
“En la piedad popular, por ser fruto del Evangelio inculturado, subyace una fuerza activamente
evangelizadora que no podemos menospreciar: sería desconocer la obra del Espíritu Santo. Más bien
estamos llamados a alentarla y fortalecerla para profundizar el proceso de inculturación que es una
realidad nunca acabada” (EG 126).
2. “Todo proceso evangelizador implica la promoción humana y la auténtica
liberación “sin la cual no es posible un orden justo en la socie​dad” (DI 3).
3. Para la Iglesia, el servicio de la caridad, igual que el anuncio de la Palabra
y la celebración de los Sacramentos, “es expresión irrenunciable de la propia
esencia" (DCE 25)” (A 399; cf. A 26, 146).
4. Cristo está presente en el pobre y el pobre está presente en Cristo.
El tema de los rostros sufrientes de Cristo que nos duelen y reclaman amor en las personas
que están en la calle, migrantes, enfermos, adictos dependientes, encarcelados (A 407-430).
5. Al comentar ese texto Benedicto XVI expresó que “Jesús se
identifica con los pobres… en el más humilde encontramos a Jesús mismo y
en Jesús encontramos a Dios” (DCE 15).
VI. Los
pobres en el corazón de Dios y del Pueblo de
Dios
1. El capítulo segundo de Evangelii Gaudium analiza desafíos sociales
actuales (EG 50-75) y el cuarto piensa la dimensión social de la
evangelización desde el Reino de justicia, amor y paz (EG 180-181). Dice
que no tiene “el monopolio en la interpretación de la realidad social” (EG
184) sino que, como escribió Pablo VI al Cardenal M. Roy en 1971, son las
comunidades cristianas las que deber discernir desde la fe los desafíos
sociales para transformar las nuevas realidades (EG 108).
2. La exhortación destaca la dimensión social de la fe, que es la base
de la pastoral social.
Francisco enseña que todo el Pueblo de Dios es el gran sujeto evangelizador (EG 11, 120) y
que cada creyente, desde su lugar, está llamado a ser protagonista activo de la misión (EG
119-129).
“La misión... no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento
más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en
esta tierra, y para eso estoy en este mundo” (EG 273).
VI.1. La dimensión social de la evangelización
1. El capítulo cuarto sigue un recorrido interesante. “La inclusión social de los pobres” (EG
186-216). La tercera y la cuarta exponen sobre él segundo tema: la paz social, desde dos
perspectivas complementarias: “El bien común y la paz social” (EG 217-237) y “El diálogo
social como contribución a la paz” (EG 238-258).
2. La sección general presenta la índole social del kerigma acerca del Reino de Dios, la
social como contribución a la paz” (EG 238-258).
2. La sección general presenta la índole social del kerigma acerca del Reino de Dios, la
doble dimensión del amor evangélico, la realización histórica de la esperanza escatológica y
la mi​sión de la Iglesia que glorifica al Padre saliendo hacia los hermanos.
Luego analiza con bastante extensión dos temas elegidos por su relación con "el futuro de la
humanidad” la inclusión de los excluidos y el diálogo por la paz.
3. El primer tema reflexiona sobre nuestra fe en Cristo pobre y el lugar privilegiado de los
pobres en el corazón de Dios y de la Iglesia. El segundo expresa una reflexión permanente
de Bergoglio: la convocatoria al diálogo plural en favor del bien común y de la paz social en
cada comunidad nacional y en la sociedad internacional.
VI.2. El lugar de los pobres en el corazón de Dios
La solidaridad cristiana "implica tanto la cooperación para resolver las causas estructurales de la pobreza y
para promover el desarrollo integral de los pobres, como los gestos más simples y cotidianos de solidaridad
ante las miserias muy concretas que encontramos”.
1. Las convicciones y actitudes de solidaridad abren caminos a las
transformaciones estructurales.
El subtema Fidelidad al Evangelio para no correr en vano (EG 193-196) se concentra en la
práctica de la misericordia social como respuesta al clamor de los pobres.
Esta síntesis aparece en el Nuevo Testamento “Tened ardiente caridad unos por otros porque
la caridad cubrirá la multitud de los pecados” (1 Pe 4,8). Esta verdad penetró en la Iglesia y
ejerció una resistencia contracultural ante el individualismo hedonista pagano.
“Cuando san Pablo se acercó a los Apóstoles de Jerusalén para discernir ‘si corría o había corrido en vano” (Ga
2.2), el criterio clave de autenticidad que le indicaron fue que no se olvidara de los pobres (Ga 2.10). Este gran
criterio, para que las comunidades paulinas no se dejaran devorar por el estilo de vida individualista de los
paga nos, tiene una gran actualidad en el presente, donde tiende a desarrollarse un nuevo paganismo
individualista. La belleza misma del Evangelio no siempre puede ser adecuadamente manifestada por nosotros,
pero hay un signe que no debe faltar jamás: la opción por los últimos, por aquellos que la sociedad descarta y
desecha” (EG 195).
“Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural
sociológica, política y filosófica”.
La cultura del descarte y la inclusión de los
“sobrantes”
VII.
1. A continuación presenta cuatro desafíos sociales: No a una
economía de la exclusión (EG 53-54); No a la nueva idolatría del dinero (EG
55-56); No a un dinero que gobierna en lugar de servir (EG 57-58); No a la
inequidad que genera violencia (EG 59-60).
2. Francisco cuestiona la confianza en los mecanismos sacralizados
del sistema económico imperante mientras los excluidos esperan; la
globalización dé la indiferencia que vuelve incapaz de compadecerse; la
cultura del consumo que anestesia mientras hay tantas vidas sin po​sibilidades
(EG 54).
3. Es necesario y urgente resolver las causas estructurales de la
pobreza pues no bastan los planes asistenciales.
Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los
mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán
los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales” (EG
202).
Una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo.
4. El Obispo de Roma exalta la vocación política como la máxima
expresión la caridad que procura el bien común en el ámbito de las macro-
4. El Obispo de Roma exalta la vocación política como la máxima
expresión la caridad que procura el bien común en el ámbito de las macrorelaciones (EG 205) y la vocación económica vista como el arte de alcanzar
una adecuada administración de la casa común, que hoy es el mundo entero
(EG 206).
5. En aparecida, Bergoglio siguió fielmente el texto y solo agrego una
imagen para caracterizar a los excluidos: no son solo explotados sino
sobrantes y desechables.
VIII. Una
pastoral urbana al servicio de la cultura
del encuentro
Las sombras que marcan lo cotidiano de las ciudades,
como por ejemplo, violencia, pobreza, individualismo y exclusión.
no pueden impedirnos que busquemos y contemplemos
al Dios de la vida,
también en los ambientes urbanos.
En las ciudades es posible experimentar
vínculos de fraternidad, solidaridad y universalidad.
En ellas el ser humano está llamado constantemente
a caminar siempre más al encuentro del otro,
convivir con el diferente,
aceptarlo y ser aceptado por él”
1. La fe cristiana lleva a mirar y amar al otro (alter) que comparte la
ciudad y el barrio como a un hermano (frater). La mega-categoría de
alteridad, destacada por la reflexión filosófica y ética, contiene varias
formulaciones del ser humano como “otro”. El otro es como un sí mismo,
según la regla de oro del amor evangélico: amarás a tu prójimo como a ti
mismo (Mt 22,39).
2. Dios vive en la ciudad del hombre. En su último libro Olegario
González de Cardedal asume esta expresión pensando en la ciudad global y
se pregunta: ¿cuál es la nueva morada vital del hombre hoy? Para dar una
respuesta teológica y existencial compone una frase que toma palabras de
dos libros que han sido guías espirituales del siglo XX. El primero es En el
corazón de las masas de René Voillaume, que inserta el desierto en la ciudad
populosa; el segundo es El corazón del mundo de Hans Urs von Balthasar,
que contempla a Cristo como el corazón de Dios en medio del mundo. Con
estas bases responde a su pregunta: Dios está en el corazón del mundo. Digo
lo mismo con la frase de una bella canción que un sacerdote ar​gentino
escribió a la Virgen de Guadalupe: El corazón de los pueblos es el santuario
de Dios.