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SOCIEDAD Y POLÍTICA
20
La jugada sucia del gobierno:
“Los arreglos” que pusieron
fin a la guerra cristera
Por José Humberto Reyes
E
n 1929, tras 3 años de intensa lucha
armada que comenzaron formalmente en 1926, luego de que el presidente Plutarco Elías Calles prohibiera
el culto católico, la Guerra Cristera se
ponía en favor de los llamados “Cristeros”, quienes se presumía iban ganando
la contienda. A pesar del apoyo diplomático y militar de los masones y del poderoso país vecino del norte, el gobierno
mexicano estaba siendo vencido en su
guerra contra Dios.
La Guerra Cristera había cobrado la
vida de 50 mil soldados federales del
gobierno, la de 30 mil combatientes cristeros, y más impactante aun, alrededor
de 200 mil vidas de civiles, mártires,
sacerdotes, personas inocentes. En tanto, los Cristeros todavía disponían de 25
mil hombres bien armados y listos para
seguir luchando, y otros 25 mil no tan
organizados, pero listos para el combate.
El gobierno de Portes Gil (sucesor en
la presidencia de Plutarco Elías Calles),
entendió la situación desfavorable en
que se situaba, y emprendió las negociaciones diplomáticas con la Iglesia Cató-
lica. El 21 de junio de 1929, el gobierno
del presidente y la Iglesia Católica mexicana llegaron a un acuerdo de paz.
Sin embargo hubo muchas inconsistencias en torno a este hecho; los sacerdotes Monseñor Ruiz y Flores, delegado
apostólico, y Monseñor Pascual Díaz y
Barreto, quienes firmaron el concordato representando la parte de la Iglesia,
fueron incomunicados y aislados antes
de hacerlo, por lo que no pudieron pedir
la opinión del Papa Pío XI, ni la de los
cristeros.
Solo pudieron contar con la promesa
del embajador estadounidense Dwight
Whitney Morrow (que era masón), de
que el gobierno de México pondría fin
a las hostilidades y toleraría el culto religioso luego de que firmaran. Así pues,
luego del pacto, el gobierno se comprometía a dejar en paz a la Iglesia, siempre
que los cristeros entregaran las armas.
Luego de todo esto, el proceso de paz
fue difícil y las cosas no salieron como se
planeó: las leyes anticlericales no fueron
derogadas, y permanecen vigentes hasta
hoy, salvo los artículos que persiguen a
los sacerdotes y prohiben el culto público; además, como no se consultó a los
cristeros y éstos cayeron en total confusión y creyeron que la Iglesia los había
traicionado.
En una descomunal campaña de venganza, el gobierno de Portes Gil mandó
a asesinar varios de los cristeros que habían entregado las armas; el resultado:
unos 1500 ex soldados cristeros y 500
de alto rango secuestrados y fusilados,
asesinados en sus casas, sin juicio ni
amparo.
Los dos obispos que participaron en
los arreglos fueron burlados y engañados, y sufrieron injustamente mucho en
los años posteriores, y por parte de algunos sectores, padecieron un verdadero
linchamiento moral. Los cristeros fueron
desarmados, en una estrategia hábil y
sucia del gobierno.
Sin embargo, el objetivo se logró:
restaurar el orden y la libertad religiosa,
además que el pueblo mexicano mostró
su fe y hasta dónde puede llegar gracias
a ella. Sin duda, la lealtad a Dios de los
cristeros es algo para recordar, y siempre demostrara que México es “siempre
Fiel”, como dijo el papa Juan Pablo II en
su visita de 1979.
Un equipo comprometido
A
El periódico Laicopina sigue adelante y cada número ha
superado a su anterior en contenido y en ejemplares, porque
ese es precisamente la política editorial: ser mejores cada día.
petición expresa de
varios de nuestros
lectores, que tenían el interés
de conocer al equipo de
Laicopina, estamos haciendo
la presentación de parte de
nuestro equipo editorial, de
distribución y producción,
que cada mes se esfuerza para
hacer posible la publicación de
este periódico de información
general y religiosa, con el apoyo
por supuesto del personal
administrativo que también
juega un papel fundamental.
CARTAS AL EDITOR
[email protected]
Estimado Señor Juan Manuel Reyes Brambila:
Agradezco los ejemplares de la revista El LaicOpina que me
enviaron a Ciudad Guzmán, Jal. Lo felicito por la buena impresión,
el adecuado tipo de papel, la limpieza y el que está correctamente
editado. Todo lo anterior, a la vez que se suma su buena y
analítica colaboración de Entredicho, además de otras certeras
colaboraciones. De tal manera que ojalá el próximo número que salga a
circulación podamos contar con dichos ejemplares. Mis felicitaciones
a usted señor director y editor y a todos sus colaboradores.
Que el Señor siga bendiciendo esta obra y a todos los en ella
implicados.
Sin más por el momento, quedo de usted, su amigo y seguro
servidor.
Atentamente:
Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar
Fundación Santo Tomás de Aquino, A.C.
Muy estimados redactores de la página web LAICOPINA,
un servidor asiduamente ingresa a este portal en busca de las más
recientes noticias y artículos en el ámbito de nuestra la Iglesia o con
la inquietud de leer algún artículo que me ofrezca luces y criterios de
juicio en referencia a la realidad local, nacional o internacional.
Los felicito por la presentación de la página, a si como los
contenidos que ofrecen, creo que son de gran ayuda para quienes
deseamos estar al tanto del caminar de nuestra iglesia y los animo a
seguir con en empeño en esta labor que es de mucho bien para nuestra
iglesia. “Que Dios los colme de sus bendiciones y los llene de su santo
amor”
Su servidor en Cristo: José V. Sánchez.
[email protected]
Nuestra empresa, que desde
1982, ha sido reconocida por
la publicación de revistas
especializadas para el sector
del mueble y la madera como
Notimueble y Mueblequipo;
de igual manera la edición
e impresión de libros de
todo tipo de géneros, entre
los más nombrados, El
verdadero Rostro del Cardenal,
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últimos por presentarse.
Todos los que de una u
otra manera colaboramos
en Laicopina, queremos
agradecer el interés de los
lectores por seguirnos a través
de sus cartas, comentarios,
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para nosotros es de suma
importancia conocer la opinión
de otros laicos que como
nosotros, queremos hacernos
escuchar, ser propositivos
para tratar de cambiar
algunas imprecisiones que
se presentan en la sociedad y
en la Iglesia, pero al mismo
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públicamente y con voz
fuerte a quienes hacen bien su
trabajo.
Estamos abiertos a todas
las opiniones, colaboraciones,
aportaciones y sugerencias
que contribuyan a mejorar esta
publicación, independiente
de información general y
religiosa, pues sabemos que
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por miles de hombres y
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mucho que aportar.
Las palabras del Papa
Francisco, sobre la revolución
que debe haber en la Iglesia,
nos indican que vamos en el
camino correcto, que estamos
haciendo lo que como laicos
nos corresponde.
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