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APUNTES DE GENEALOGIA
E HISTORIA DE LA CIUDAD DE MINAS
El aporte de indios misioneros: guaraníes y tapes.
En este artículo enfrentamos varios mitos: el indigenismo que ha creado al
indio Charrúa – como modelo de resistencia a la dominación española – la
supresión lisa y llana de toda referencia a los guaraníes cristianizados
(colaboradores de la conquista) a las misiones Jesuítas y a la labor de la
Iglesia Católica en América.
En los registros parroquiales del período estudiado 1783 – 1799 no aparece
ni una vez el nombre Charrúa. Pero es notoria y permanente la referencia a
los pueblos de Misiones.
El territorio de las Misiones se dividía en seis regiones: Misiones
Orientales, ubicadas en el triángulo entre los ríos Uruguay, Ibicuy y Sierra
del Tape; Misiones Occidentales, recostadas sobre el río Uruguay en las
provincias actuales de Misiones y Corrientes; Misiones del Paraná, sobre el
río del mismo nombre, margen argentina; las Misiones del Paraguay, sobre
la margen paraguaya del río Paraná; las Misiones del Guayrá, aguas arriba
de las cataratas del Iguazú por el río Paraná y las Misiones del Yacuy, de
las que apenas se hace mención en nuestros textos.
Los Jesuítas comienzan su obra
misionera,
evangelizadora
y
pobladora con la fundación de San
Ignacio Guazú en 1609, a impulso
de Hernandarias. En 1690 son 27
pueblos con 86.173 habitantes. El
censo de 1732 suma 30 pueblos y
141.252 habitantes. En la misma
época la ciudad de Buenos Aires
sumaba
4.446
habitantes.1
Montevideo no pasaba de algunos
ranchos y un campamento militar.
El mayor perjuicio para la Iglesia,
las Misiones, los Jesuitas y los
indios proviene del tratado de
Límites firmado en Madrid en 1750 que produce la Guerra Guaranítica
hasta 1753 y la dispersión de los 7 pueblos de las Misiones Orientales y la
1
Guaraníes y Jesuitas de Lucia Gálvez, Sudamericana, Buenos Aires, 1995.
1
destrucción completa de las Misiones del Guayrá (13 pueblos) y del Yacuy
(9 pueblos). Este tratado traza la demarcación entre dominios de España y
Portugal desde Punta del Diablo, pasando Villa Serrana, Marco de los
Reyes, y por la Cuchilla Grande hasta llegar al Ibicuy, cediendo toda la
cuenca de la Laguna Merín. El proceso se completa en 1767 con la
expulsión de la Orden Jesuita de los dominios de la Casa de Borbón
(Francia, España, Portugal, Toscana, Parma).
En la historia local se menciona a 150 indios misioneros traídos desde las
Misiones para cortar piedra, madera, paja, hacer tejas... toda labor de
construcción y de peones. No hay otras referencias a su aporte a la
población.
Del análisis del Libro de Bautismos para el período 1783 – 1799, resulta:
que es posible definir el origen de uno o de ambos padres, porque
expresamente se asentó que eran indios y/o se asentó el pueblo de las
Misiones del cual provenían. En algunos casos simplemente se anotó
Misiones. Con los padrinos se presento la dificultad de que no siempre se
registraba la etnia, el lugar de origen o dejaron de hacerlo.
La mayoría de los niños bautizados de origen misionero eran hijos de
parejas casadas legítimamente y en artículo anterior se anotó los que eran
hijos sin padre pero de madres misioneras. Las parejas indias aparecen con
apellidos españoles, tomados de los Jesuítas europeos (alemanes, italianos,
flamencos, franceses...) o guaraní. Las mujeres a veces presentan la
dificultad de que se registraron solo con el nombre de pila.
En cuanto a los lugares de origen es importante no confundir pueblos
españoles y pueblos indios, ni poblaciones modernas y coloniales.
Tomamos como referencia exclusivamente aquellos en los que uno o
ambos padres provienen de Misiones. En otro articulo analizaremos los
casos de criollos y mestizos de Paraguay, Río Grande, provincias de Arriba
(Tucumán, Córdoba, Santiago del Estero...) y otros....
En definitiva el aporte guaraní-misionero a la genealogía de nuestra
comunidad: 53 niños varones y mujeres con uno o ambos padres
originarios de Misiones. 97 adultos originarios de alguno de los pueblos
misioneros.
En estos pueblos figuran: la provincia de Misiones 25 personas; de San
Nicolás, 11; San Miguel, 8; Yapeyu, 8; Santo Tomás, 6; Apóstoles, San
Lorenzo, Candelaria, San Ignacio, San Pablo y San Carlos, 2; Loreto y San
2
Luis, 3; Trinidad, San José, Jesús, San Borja, Santa Ana con 1 y Paraguay,
Río Pardo, Buenos Aires y Montevideo con 1 cada una y 12 indios sin otras
referencias.
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