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Apreciación Cinematográfica/ Apuntes y lecturas. El protagonista y el relato.
El protagonista y el relatos analizados desde la perspectiva de Algirdas
Julian Greimas
(1917/1992)
1. Datos biográficos del analista y semiólogo
Greimas nació en Lituania. Comenzó a estudiar derecho, pero lo interrumpió pocos años antes del inicio de la
Segunda Guerra Mundial y en Estrasburgo, obtuvo su Licence en Lettres en 1939.
Posteriormente obtuvo su doctorado en la Universidad de Grenoble, con una tesis sobre la moda (“La moda en
1830: intento de descripción del vocabulario sobre la vestimenta en los periódicos de la época”).
A partir de esa fecha, y hasta 1962, Greimas realizó una impresionante actividad académica en los más
importantes centros universitarios.
Una larga estadía en Egipto le permitió darse cuenta de la presión colonialista que ejercía Europa sobre ese
país y confiesó qua: “A partir de 1956, con la cuestión del Canal de Suez, comenzamos Singevin y yo, por
antiimperialismo, a frecuentar a los egipcios”.
En 1956, publicó un artículo, coincidiendo con Saussure, y utilizando las investigaciones de dos influyentes
pensadores: Maurice Merleau-Ponty (filósofo) y Lévi-Strauss (antropólogo), sobre la importancia del
concepto de sistema: “un signo aislado no tiene significado”.
En 1858, Greimas pudo por fin regresar definitivamente a París a enseñar. Con Bathes, mantiene entusiastas
conversaciones sobre semiología.
En 1960 participó en la creación de la sociedad de Estudios Lingüísticos Franceses, de gran repercusión en el
mundo científico.
En 1966 publicó su primer libro: Semántica estructural.
En 1968 fue a Estados Unidos a dictar una serie de charlas. En la Universidad de San Diego encontró en una
pizarra escrita la frase: “Las estructuras no salen a las calles”.
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Greimas fue un semiólogo y lingüista que se volcó a examinar no sólo la lengua y las obras literarias, sino
también las variadas experiencias estéticas de etnias y grupos sociales, desde las máscaras africanas
hasta las ceremonias del té en Japón, concentrándose más en la estética afectiva y sensible de la
experiencia cotidiana, ya que para Greimas, en palabras de Paolo Fabbri, “lenguas (naturales) y mundo
(natural) no son cosas separadas sino que, por el contrario, están entrelazadas como en un monograma”.
Desarrolló así una especial y única comprensión de la cultura occidental, donde también cupo gracias a sus
ejercicios analíticos racioemotivos la amarga sensación de carencia, de una pérdida irreparable del
sentido, analizando e interpretando otras áreas más de la expresión humana, como la plástica, el cine, la
literatura, junto con las ya mencionadas de las culturas populares.
Afirmó que “El mundo es un lenguaje”.
2.
Planteamiento
de
su
estudio
relacionado
con
los
relatos
y personajes
cinematográficos
Greimas se concentró en explicar cómo se produce y cómo se capta el sentido de la vida por las
personas y a través de sus expresiones, como es el caso del cine. Afirmó que cualquier cosa que
signifique algo para nosotros, es relevante para entender e interactuar en la vida, ya que es importante
tener una forma y un discurso que represente algo para alguien. Desde una prenda de vestir hasta un
filme.
Ahora bien, la lógica de lo relevante o significante se funciona porque detrás tiene un encadenamiento o
combinación estructurada de significados, que así como está ordenada, es que cobra valor para nosotros.
A ese orden o encadenamiento le llamamos lógica del sentido.
.1. ¿Qué es el sentido?
Afirma Greimas que el sentido está antes que cualquier producción discursiva o relato por contar. Vivimos
naturalmente inmersos en un universo de sentido. El sentido está antes de que nosotros nos ocupemos
de él y, en consecuencia, se constituye en el fundamento de cualquier actividad humana: tanto lo que
hacemos en la vida como a lo que padecemos le buscamos siempre un sentido. Pero en nuestra vida
cotidiana no reflexionamos permanentemente acerca de cómo está constituido el sentido, eso que hace
que nosotros podamos entender lo que vivimos.
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El sentido es anterior a cada uno de nosotros, es como si lo hubiéramos heredado, de ahí que en cada filme se
reformula el sentido de lo que cada película trata, procurando dotarlo de significación relevante, tanto
para el que hace el film, como para el que lo ve.
.2. ¿De que está compuesto el sentido?
Está compuesto de las unidades mínimas que hacen posible el sentido o la razón de ser de lo que sucede en
una trama, y de la forma como se articulan los hechos que vemos en la historia, esto es un proceso
donde los personajes y lo que viven va adquiriendo un significado a lo largo de la trama de la historia;
adquiere presencia, a veces de forma evidente, como lo que sucede, y en otras ocasiones de forma
implícita, es decir que en una historia se ve lo que está pasando y a su vez eso le pretende decir a quien
ve la película si el personaje es solamente quien es o si se va a dar un desdoblamiento de su
personalidad, de tal forma que un personaje puede ser presentado como “hombre”, “león” o “fiera” y eso
es una abstracción propia del sistema cultural que hemos heredado y nos da pié a saber cómo se
puede ir perfilando las actitudes y acciones de un personaje.
.3. ¿Cómo se representa el sentido?
En el ámbito de la sintaxis –u orden- narrativa las acciones suceden sobre el relato que el film cuenta. De este
modo, se le de la forma a una historia presentando una sucesión de enunciados, llamados secuencias en
el cine, cuyas funciones-predicados simulan lingüísticamente el conjunto de comportamientos que tienen
una finalidad. Y posee una dimensión temporal: los comportamientos que expone mantienen entre sí
relaciones de anterioridad y de posterioridad. Para tener un sentido, debe ser un todo significativo, de tal
forma que en una película se platica la historia de un personaje eliminando las partes aburridas de su
vida; es decir que todo lo que pasa y se ve en una película es relevante y aporta al desarrollo y
conclusión de la historia.
Una historia siempre posee otra propiedad que consiste en implicar una secuencia inicial y una secuencia final
situadas en planos de “realidad” del cuerpo del relato mismo. Por eso es que las historias se dividen en
planteamiento, desarrollo y desenlace.
El primer paso es la descomposición del relato en secuencias, descomposición a la que debe corresponder, a
título de hipótesis, una articulación previsible de los contenidos.
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El segundo paso es que la historia siempre de lugar a dos lecturas diferentes: la historia como tal –también
llamada discurso- y la estructura de fondo, lo que hace verosímil al relato:
Historia o discurso: La narrativa está determinada por una cierta perspectiva antropocéntrica que hace
que el relato sea concebido como una sucesión de acontecimientos cuyos actores son seres animados
actuantes o actuados. Permite distinguir un héroe asocial que desligándose de la comunidad, aparece
como un agente gracias al cual se produce la inversión de la situación que se presenta, dicho de otro
modo, como mediador personalizado entre la situación-antes y la situación-después.
La estructura: se sitúa, por el contrario, a nivel soporte que da razón de ser a que ese héroe asocial se
transorme en un auténtico héroe… o antihéroe.
Ese héroe será el centro de la narración; la historia siempre girará a su alrededor y contará lo más económico
posible, los sucesos esenciales para que el público comprenda con la mayor claridad posible, la evolución
de ese héroe a lo largo de la película. Es decir que la historia de la transformación de ese personaje
principal-héroe, deberá estar hecha de sucesos que ocupan el lugar central en la economía de la
narración, y que explican las transformaciones de los hechos que se suceden, como consecuencia lógica,
lo siguientes de los anteriores.
Explica Greimas que un personaje, empezando por el protagonista es lo que es (su ser) más lo que hace (su
hacer) y que lo expresa mediante sus actitudes y actos que ponen de manifiesto su forma ser; mientras
que otros enunciados explicitan el conjunto de sus acciones, que a su vez, sirven para transformar su
estado, o el estado de otros actantes, es decir, para convertirse de alguien normal en alguien capaz de
transformar el estado natural de las cosas.
Es decir que en un relato el personaje debe ser consistente entre su ser y su hacer, lo que se evidencia a
través de sus actitudes y acciones, que a su vez son muestra de su transformación o la transformación
que provoca en otros.
A su vez el hacer es básico, ya que a través de éste se “despliega la lectura del relato” con los sucesos
de la historia y la búsqueda de sentido en la forma de actuar de las personas, en el por qué hacen lo que
hacen.
Incluso Greimas al estudiar múltiples historias identificó que el personaje principal –al que él denominó actantepuede ser un individuo o un grupo, e independientemente de ello, Greimas identificó seis roles
actanciales -o posturas- que interactúan en los relatos, en tres pares funcionales, mismos que se explican
a partir de los personajes del Señor de los Anillos:
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a. Sujeto-objeto. Es el par más elemental y útil en una historia. Toda narración se fundamenta en que
un sujeto desea establecer un tipo de relación con un objeto, este nexo es el deseo, y ante el mismo,
se presentan dos tipos de sujetos:
-Sujetos de estado, que sólo desean unirse con el objeto deseado (por ejemplo, Gollum),
-Sujetos de hacer, que son aquellos que realizan transformaciones en sí mismos, otros sujetos u
objetos (por ejemplo, Frodo).
b. Destinador-destinatario. Este par de actantes, están unidos por el nexo del mandato.
-El destinador es el que manda cumplir una tarea o misión (Gandalf el Gris)
universo trascendente”. Por tanto, tiene la capacidad de mandar y
pertenceciente
jerárquicamente
a
está
“un
por
encima de los demás actantes.
-El destinatario es quien recibe generalmente el mandato del destinador y por lo ganeral
su rol se
convierte en el del sujeto (Frodo).
c. Ayudante-oponente. Son todos aquellos que durante el transcurso del relato sirven o bien, obstaculizan
el logro de los propósitos del destinatario-sujeto.
-El ayudante opera en el sentido del acercamiento del destinatario-sujeto al objeto del deseo,
facilitando la comunicación sujeto-deseo (Sam).
-Mientras que el oponente creará obstáculos, oponiéndose a la realización del objeto del deseo
(Sauron).
Componente figurativo: los enunciados. Greimas observó que los actantes durante el transcurso de la
narración tienen dos características:
-Enunciados de estado: es el ser de una determinada manera del sujeto, lo que define su estado y que
corresponde a sus funciones con relación al objeto (Frodo es Hobbit, íntegro y con fuerza de voluntad).
-Enunciados de hacer, que a partir del ser que es el sujeto puede presentar un hacer de determinadas
cosas, de las transformaciones o pasos de un estado a otro de un actante o una situación.
Componente figurativo: el investimiento temático. Establece Greimas: “Las particularizaciones eventuales
del modelo [de investimiento] deberían referirse sobre todo a la relación entre los actantes “Sujeto” vs.
“Objeto” y manifestarse como una clase de variables constituidas por investimientos suplementarios”. Por
lo que las funciones quedarían así, siguiendo con El Señor de los anillos:
Sujeto
Frodo
Objeto
El fin del anillo/ la prosperidad
Destinador
Gandalf/ los seres de luz
Destinatario
Frodo/ La perduración de la raza humana
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Oponente
Sauron/ El ser de la obscuridad/ voluntad
de todos para serlo
Adyuvante
La comunidad del Anillo/ Sus recursos
A modo de complementar y aclarar la importancia de la investidura temática, algunos semiólogos han propuesto
complementar este componente figurativo con las fuerzas temáticas que en 1950 propuso E. Souriau en
el libro Las doscientas mil situaciones dramáticas, que se pueden interpretar como elementos de
investidura necesarios para que el relato cobre sentido y poderoso interés en el espectador:
 Amor, sexual, familiar, amistad; más admiración, responsabilidad moral, sanación.
 Fanatismo religioso o político.
 Codicia, avaricia, deseo de: riqueza, lujo, placer, belleza, honores, autoridad, placeres u orgullo.
 Envidia, celos.
 Odio, deseo de venganza.
 Curiosidad concreta, vital o metafísica.
 Patriotismo.
 Deseo de un cierto trabajo o vocación científica, religiosa, artística, de viajero, negocios, política.
 Necesidad de reposo, paz, asilo, liberación, libertad.
 Necesidad de exaltación, de actuar.
 Vértigo de todos los abismos del mal o de la experiencia.
 Todos los temores: a la muerte, al pecado, a la culpa y el remordimiento, al dolor y la miseria, a la
fealdad, a la enfermedad, al tedio, a la pérdida de amor, a la desdicha, a que les pase algo a los
quetenemos cerca, al más allá.
Componente figurativo: tipos de relación. “Los personajes pueden mantener diversos tipos de relaciones”
afirma Greimas, pero sólo podrán ser construidas por dos nexos:
La conjunción: cuando el actante está vinculado a alguna acción que define su ser.
La disyunción: cuando la acción lo separa de eso que le define en el ser.
Componente figurativo: tipos de transformaciones. Las acciones -o enunciados de hacer- son muestra del
proceso del personaje -en términos más Stanislavskyanos-, de la transformación que será motivo del
cierre de la historia, como suceso creíble. Greimas identificó dos diferentes transformaciones:
Reflexivas: son las transformaciones que repercuten sobre el propio ser del actante. Cuando vienen de
una relación conjuntiva son muestra de que el actante se apropia del valor que está en disputa; al ser
producto de una relación disyuntiva, el personaje deja o renuncia al valor.
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Transitivas: son las transformaciones del actante sobre otro sujeto u objeto, por lo que la acción tiene
efecto sobre los otros. Al ser una relación producto de la conjunción, el otro recibe un valor del actante,
mientras que cuando son disyuntivas el otro experimenta un despojo del valor en cuestión.
.3.Cuáles son las fases de un programa narrativo
Así como en la gráfica aristotélica se identifica que el desarrollo de una historia requiere de tres etapas para su
ejecución (planteamiento, desarrollo y desenlace; que en el modelo Hollywood sería PLANTEAMIENTO –
lait motiv – DESARROLLO – Lait motiv – DESCENLACE), Greimas propone cuatro fases para la
realización completa y exitosa de la historia:
I. Competencia. Durante esta fase se establece la condición competitiva del actante, “el ser que hace
ser”, cuando es un sujeto, o bien el “ser que hace hacer” cuando es un objeto. Es decir que se
presencia lo que el ser es, por lo que generalmente se vincula con el planteamiento o inicio de la
historia.
II. Performance. Es la suma de las acciones que el personaje puede llegar a hacer, de lo que es capaz
para transformar su estado, o el de otros; de lo que podría ser capaz de hacer.
De ahí que competencia y performance son el centro de la narración porque enmarcan lo que puede
suceder, ya que como antes se estableció, un relato es establecer relaciones entre los actantes, para que
uno de ellos modifique estados o situaciones insatisfactorias.
III. Manipulación. Cuando la acción del actante recae sobre un sujeto con el propósito de hacerle hacer
algo, es cuando se da un performance de manipulación, producto de un “contrato comunicativo” que
Greimas califica como hacer persuasivo, que hacer creer y hace hacer lo acordado al sujeto
manipulado. De ahí que todo relato conlleva un conflicto.
El performance se empieza a evidenciar desde la presentación de la competencia, la manipulación y se
extiende hasta la sanción o reconocimiento, siempre paulatinamente. No todo lo que el ser es y lo que
puede hacer se vuelcan al inicio del relato, pero sí suficiente información como para vislumbrar
vagamente su capacidad de transformación.
IV. Sanción o reconocimiento. Greimas afirma, en términos de la narración y su efecto sobre el
público, que una vez realizada la performance principal, llega el momento para evaluar el nuevo estado
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producido por el sujeto y calificar su desempeño. Se está llegando al final de la historia. Si el juicio es
positivo, recibirá un reconocimiento, por el contrario, si el juicio sobre la acción es negativo, recibirá una
sanción.
De ahí que los finales siempre se constituyen de dos acciones: el acto de juzgar, y el acto de
recompensar [y] castigar a los sujetos sobre la misma base de lo que hicieron.
En resumen y en palabras de Vitorino Zecchetto, después de analizar todo el trabajo de Greimas sobre la
narrativa:
Los discursos narrativos, en tanto [son] manifestaciones de sentido, son sólo mojones [deshechos
repetitivos], un alto en el continuo torrente de sentido. Para que haya sentido, es necesario que haya un
recorte complejo que combina sintácticamente las unidades elementales de significación, revistiéndolas
con ropajes de múltiples facetas ligadas a la vida humana, que pueden atravesar infinitos recorridos
narrativos pero que, en cada momento del texto, solamente terminan siendo la representación de uno, el
mismo [y del lector mismo]”.
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