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GUTIÉRREZ MARTÍN, Alfonso (1997): Educación Multimedia y Nuevas Tecnologías. Ediciones de la Torre. Madrid Capítulo 3. VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD MULTIMEDIA Los emirecs: Profesores y alumnos ante las NTM Ya hemos comentado (Gutiérrez Martín (1995)) las posibles posturas del profesorado con respecto a la televisión. Posturas y actitudes que son extensibles, como veremos a continuación, a las NTM. Partimos de la base de que las innovaciones tecnológicas suelen presentarse a profesores y alumnos (emirecs) de forma deslumbrante y espectacular como parte de un progreso inevitable para la humanidad, como un todo para el pueblo, que se supone el gran beneficiario, pero sin el pueblo. Precisamente por esta introducción, si no imposición, desde arriba, por la falta de participación de la gran mayoría en el desarrollo tecnológico de la sociedad es por lo que a muchos profesores nos resulta difícil considerarlo sin más como 'progreso' para la humanidad, aunque existen menos dudas sobre su carácter de 'inevitable'. Prueba de ello es que la mayor parte de los alumnos han nacido ya en la sociedad multimedia . Allí veíamos cómo los cambios tecnológicos, sobre todo los asociados a los medios de comunicación y a la informática, suponen también un importante cambio en la visión del mundo, en la cultura, en las formas de acceso al conocimiento, en la interpretación de la realidad, y, por lo tanto, en nuestra concepción de aprendizaje y de educación. Como consecuencia la ideología de los alumnos obedece a condicionantes diferentes de los que han ido configurando la de sus profesores. Los educadores y enseñantes, si no queremos aumentar la distancia entre nuestra visión del mundo y la de los alumnos, no podemos seguir ignorando por más tiempo la importancia de los nuevos medios y las NTM en el procesamiento de la información. Trejo Delarbe va un paso más allá y nos habla no sólo de admitir su importancia, sino que nos advierte que negarse a reconocer la necesidad de los nuevos medios de comunicación y, (...) de las redes electrónicas de información cibernética, equivaldría a negar que existen, lo cual es prácticamente autista (Pág 45). No somos nosotros partidarios de admitir su necesidad sin más, al menos en el campo educativo, pero más absurdo y peligroso puede ser permanecer pasivo ante su existencia e influencia, porque nuestra negligencia nos estaría alineando, querámoslo o no, en la más negativa de las actitudes que un profesor puede tener ante los medios: la de coexistencia inconsciente con ellos sin ni siquiera ser capaz de beneficiarse de sus posibles ventajas para la enseñanza. Con esta postura irreflexiva, que llamaremos negligente, al ignorar las NTM de forma irresponsable, estaríamos haciendo de los centros educativos un mundo aparte cada vez más alejado de la realidad del educando, y, por lo tanto, cada vez con menos sentido para éste, que sí estaría en contacto con los medios de comunicación y las nuevas tecnologías fuera de la escuela. El alumno emirec en este caso se acomoda en una posición esquizofrénica y limita su contacto con las NTM y comunicación multimedia al que se produzca fuera de las instituciones educativas, con la probable ausencia del análisis crítico pertinente. Algunos otros profesores adoptan una postura hipercrítica, propia de quienes, siempre alerta, ven en las NTM una seria amenaza para nuestra cultura y tratan de advertir y proteger a sus alumnos. Son muy pocos, sin embargo, los estudiantes que comparten la visión que estos profesores tienen de las NTM como inoculadoras, y muy pocos, por consiguiente, los alumnos que sientan la necesidad de 'vacunarse'. La educación multimedia supone el uso de las tecnologías predominantes de cada época en beneficio de una mejora de los procesos de enseñanza_aprendizaje. La integración de las NTM como recursos didácticos parte de las ventajas evidentes de estos nuevos medios en los distintos campos del conocimiento. Dependiendo del grado de implicación personal, por parte sobre todo del profesor, con que se acepten las nuevas tecnologías en la educación, podríamos distinguir otras dos posturas intermedias como alternativas a la pasiva e hipercrítica antes citadas: * La de aquellos profesores_emirecs que tratan de sacar el mayor provecho posible de las ventajas de las NTM en la enseñanza (a las que nos referimos en el capítulo siguiente), pero que no asumen que entre sus funciones esté la de plantearse críticamente el estudio de los documentos multimedia y si las nuevas tecnologías están contribuyendo o no a formar personas autónomas en una sociedad justa, postura que llamaremos pragmática. * La de quienes, además de beneficiarse de las posibles ventajas de las NTM en el aprendizaje, se plantean las NTM como agentes educativos en nuestra sociedad y procuran que sus alumnos estudien la presencia de nuevos medios de comunicación en la llamada sociedad de la información en que les ha tocado vivir. El objetivo principal de esta postura que denominamos crítica será maximizar las ventajas de los medios y minimizar sus posibles influencias negativas. En la actualidad oponerse ciegamente al desarrollo tecnológico comunicacional y multimedia que se está produciendo sería poco inteligente, en el sentido que John Dewey da a la inteligencia como capacidad de adaptación a un mundo en cambio constante. Priorizar la atención a los aspectos negativos de la tecnología, por muy numerosos que estos sean, nos impediría adquirir la perspectiva necesaria para intentar combatirlos con unas mínimas posibilidades de éxito, y nos impediría asimismo el beneficiarnos de las ventajas de los nuevos medios. El emirec (profesor y alumno) pragmático valora una nueva tecnología según lo práctica que pueda resultarle en el proceso de enseñanza_aprendizaje. En esa medida el profesor la incorpora al "conjunto de los conocimientos, instrumentos y procedimientos propios de su oficio", que es, al fin y al cabo, lo que se entiende por "tecnología", y el alumno se sirve de ella para alcanzar los objetivos de aprendizaje. Esta postura no supone una mera aceptación de cualquier método o artefacto que nos vendan como novedad, peligro muy frecuente, sobre todo en los alumnos. Los medios didácticos y/o documentos tendrán cabida en la enseñanza en la medida en que sean compatibles con las teorías de aprendizaje que sustentan la práctica docente, en la medida que favorezcan la comunicación multidireccional y el aprendizaje significativo. Partimos de la idea de Piaget de considerar al sujeto como constructor de su propio conocimiento. Para ello, además del sujeto que "construye", son necesarios unos "materiales" o información: (imágenes, ideas, etc.), y también unas herramientas para facilitar la tarea. Tarea que necesariamente parte de los esquemas de conocimiento previos. Para el educador pragmático sería necesario saber de qué modo las NTM pueden convertirse en herramientas que, por una parte faciliten el acceso a la información, y, por otra, debido a su forma específica de presentarla, modifiquen los procesos cognitivos y los esquemas previos de conocimiento del alumno usuario. Entre la postura pasiva de vivir ignorantes y de espaldas al desarrollo tecnológico y la pragmática que aquí consideramos, donde los nuevos medios se integran en el desarrollo curricular como herramientas didácticas, estarían todas aquellas situaciones docentes en las que se hace uso de los medios sin conocer sus características específicas y su potencial para la enseñanza y el aprendizaje. Son muchos los profesores que utilizan sin ningún criterio pedagógico los nuevos collares de los medios audiovisuales y las tecnologías punta para los mismos perros de una enseñanza unidireccional y transmisiva en la que los alumnos pierden su papel de emirecs para ser meros receptores. La omnipresencia de las nuevas tecnologías y su importancia en la vida de los alumnos exigen al educador responsable algo más que su adecuada utilización en la enseñanza, bien sea como medios o como contenidos. Según la postura crítica que proponemos la integración de las NTM en el currículo exige un planteamiento que supere los límites de la escuela para reflexionar sobre las implicaciones sociales de los nuevos medios. Nos estamos refiriendo al tercer nivel de integración curricular propio de la educación multimedia que planteábamos en la introducción y venimos desarrollando en este capítulo. En nuestra definición de educación multimedia se admiten las NTM como algo prácticamente inevitable, que, aunque sólo fuese por estar ahí, en el mundo en que profesores y alumnos vivimos, hay que conocer y saber utilizar en un modelo de comunicación multidireccional. La superación del papel de receptor para convertirse en potencial emisor exige el desarrollo de la autonomía personal y espíritu crítico al que nos referimos más arriba. Hasta aquí podría llegar el educador pragmático, pero es necesario dar un paso más en dirección al fin último de esta educación comprensiva que proponemos: crear una sociedad donde cada nueva tecnología no suponga una nueva forma de aumentar las diferencias entre pobres y ricos, ente emisores y receptores, entre países desarrollados y en vías de desarrollo, de ahí que como fin último de la educación multimedia señalásemos en la introducción la capacitación del alumno_emirec para formar una sociedad más justa y multicultural donde convivir con las innovaciones tecnológicas propias de cada época. Nos interesan de forma especial las innovaciones tecnológicas de los medios que posibilitan la comunicación multidireccional entre los agentes del aprendizaje. Hemos visto las diversas actitudes de dichos agentes (emirec_profesor y emirec_alumno) con respecto a los NTM, que, como decíamos, influyen en el proceso de comunicación. Vemos a continuación cómo la naturaleza de dichos medios condiciona también el tipo de interacción que se produce entre los distintos emirecs, y entre cada uno de estos con los medios.