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Título: La comunicación dialógica en los procesos de entrevista: La construcción subjetiva de la masculinidad en los procesos metodológicos. Nombre: Mtra. Ma. De Lourdes Hernández Castañeda Institución de adscripción: ITESM CAMPUS Chihuahua. Correo electrónico [email protected], [email protected] Resumen que incluya objetivo, sustento teórico y metodológico, resultados Una de las herramientas más importantes para el trabajo de campo en el tema de las masculinidades es la entrevista. De muchos tipos y de diversos enfoques, la entrevista es además de una herramienta potente, un proceso de comunicación dialógico que permite no solo obtener información relevante para los investigadores. En una entrevista se comparte. Dialogar se convierte en un momento-­‐espacio de interacción en donde los sujetos relatan sus vivencias para compartir, organizar y para reflexionar. El diseño de entrevistas se constituye como uno de los momentos de la investigación más importantes del proceso de indagación. La escucha activa, la empatía, la compresión subjetiva y la historicidad del relato constituyen uno de los principales núcleos de armado de una entrevista en una investigación. Además de lo evidente, la entrevista nos coloca en contacto con los modos de ver y vivir la vida, con la subjetividad del otro. Permite reconocer como es que se percibe, se vive y se negocia la experiencia de los acontecimientos cotidianos. El sujeto que comparte su vida, su historia y su experiencia, tiene el poder de tocar al investigador, de conectar con el sujeto que investiga. Finalmente lo transforma. Y por otra parte, la masculinidad como un campo de conocimiento de reciente creación y acelerado crecimiento ha tomado y experimentado con las herramientas y las experiencias de grupos de investigación de las ciencias sociales, de la salud, la psicología y otras disciplinas. ¿Estamos ya en el momento en que se puede hablar de herramientas propias de la investigación en masculinidades? Palabras clave: metodologia, comunicación, diálogo, entrevistas, masculinidad. Introducción El estudio de los varones, es un campo de investigación que se ha consolidado en los últimos tiempos. Podemos afirmar que mucho más en México, que en otros lugares. Es en nuestro país, donde los congresos académicos de muy diversa índole introdujeron el tema de los varones o las mujeres con perspectiva de género. La conformación de espacios de diálogo y de reflexión sigue siendo vital para el desarrollo de la investigación. Las aproximaciones y las explicaciones de la amplia gama de fenómenos y proceso por lo que atraviesan o transitan los varones mexicanos hoy, se sintetizan en una gran cantidad de investigaciones que respaldan dichos trabajos. Ha sido tal el desarrollo de este tema que los congresos que tienen como objeto de estudio a los varones tienen poco a poco un lugar en la academia en nuestro país, con un creciente número de investigadores y experiencias que compartir. Hoy sabemos que desde las políticas de salud, la protección de derechos, los aspectos jurídicos y de procuración de justicia, muchos organismos de gobierno se han visto en la necesidad de conocer sobre la problemática de los varones para así, desde la política pública tratar intervenir en los ámbitos en donde los varones son parte fundamental del problema o de la solución. Por tanto, el sector gubernamental es uno de los principales actores que requieren de información básica sobre el particular. Investigaciones que realizan organismos públicos, privados, universidades, centro de investigación, se han incrementado de manera acelerada. En estos estudios, una parte muy importante de estos trabajos de investigación se encuentra localizado en las universidades en donde muchos estudiantes de todos los niveles y de muy distintas disciplinas abordan a la masculinidad y alguno de sus aspectos en clases de muy diversos tipos. Muchos de estos trabajos de indagación culminan con uan entrega en clase, algunos otros, los menos en un reporte de investigación o un trabajo escrito. Algunos más, dentro de este amplio abanico de trabajo académico se encuentran en la categoría de tesis de licenciatura y de posgrado. Encontramos diversos documentos que en su formato de tesis de grado tienen la masculinidad como tema, producen investigación básica o descriptiva de una problemática por la que los varones en México transitan. Cada día más las tesis de grado son parte de los aportes al campo de las masculinidades. Las investigaciones focaliza las problemáticas relativas a la posición, construcción de la identidad, crisis de estereotipos y emergencia del ser varón. Parte de los resultados y conclusiones, incluyen discusiones de carácter teórico-­‐
metodológico, para así aclarar y discutir qué se debe entender o se reconoce como varón. A esta conceptualización, en el orden teórico se le conoce como Masculinidad. La masculinidad, como concepto, involucra lo que se entiende, se vive y se practica en la vida cotidiana de los varones, de acuerdo con las consideraciones conceptuales más recurrentes. Connell (2003) propone la definición de masculinidad que considerada como la más completa y recurrente encontrada en la literatura, su propuesta es la que más discusión teórica ha generado por el momento de acuerdo con la revisión de la literatura en México y América Latina en este tipo de trabajos. Por masculinidad se entiende, de manera generalizada en la literatura del tema (Connell, 2003), el presupuesto de la diferencia individual y la agencia personal en los varones. En oposición directa a la feminidad, su tratamiento entonces se coloca desde una perspectiva: la de género. La masculinidad parte de la concepción cultural constituyente desde la implementación de distintas estrategias que caracterizan a los varones, lo que es y lo que debe ser. La masculinidad es definida “como el espacio social que ocupa un varón en las relaciones de género, en las prácticas a través de las cuales hombres y mujeres ocupan un lugar en él, y los efectos que las prácticas tienen en la experiencia corporal, personal y cultural del sujeto” (Connell, 2003, pp. 108-­‐109). El concepto de masculinidad se entiende como: “un modelo que determina la vida y la conducta personal” (p.186). Muchas de las investigaciones sobre varones en México introducen a algunas de las problemáticas que atraviesan los varones en nuestro país. Otros más desarrollan trabajos desde centros de investigación, donde la masculinidad apenas construye nacientes líneas de investigación sobre los varones, otros más investigan con la obtención de fondos públicos o privados. Parece hoy, que se construye un nuevo campo de conocimiento capaz de construirse poco a poco como un área de interés en la investigación académica y especializada. Sin embargo, estudiar la masculinidad tiene ya una tradición de años. Ante tal condición, se debe pensar y suponer que se tiene ya un grupo de investigadores consagrados a la investigación de masculinidades en México. Algunos de ellos son investigadores de amplia tradición, formados desde hace muchos años, con amplia y basta experiencia en construcción de diseños metodológicos y proyectos de investigación en muy diversos campos. Algunos otros suficientemente especializados en los varones debido al trabajo que desarrollan desde la academia o desde los servicios profesionales. Sin embargo, existen pocas universidades que tiene como línea de investigación a los varones, como una línea de trabajo manifiesta. Una de las principales carencias en el campo académico en México es la posibilidad de tener directores de trabajo de investigación, tesis, que tengan ya conocimiento y experiencia en este tipo de proyectos. La formación en investigación Cuando se estudia algún programa desde las ciencias sociales, se conocen y se aprenden una serie de herramientas y dispositivos metodológicos que se encuentran al servicio del campo de conocimiento que se estudie y para contribuir con su practicidad a la indagación de ciertos fenómenos o sucesos de la vida social. En muchos programas académicos de licenciatura se cursan materias de investigación en donde el estudiante será capaz de realizar una investigación y poner a gravitar el conocimiento que se ha adquirido en clase. Si se estudia un programa de maestría, se repite el procedimiento de aprendizaje, pues se vuelven a cursar materias de investigación con un grado de dificultad mayor, pues es necesario no solo aprender de investigación sino que se deben diseñar paquetes metodológicos "a la medida” para un determinado ejercicio de indagación. Si el estudiante es, un uno de doctorado, gran parte de su aprendizaje esta centrado curricularmente en el desarrollo de la capacidad investigativa, por tanto no solo es necesario desarrollar conocimiento en investigación, sino es preciso que el sustentante produzca, vía un ejercicio en solitario y profesionalmente competente, conocimiento relevante y pertinente para poder acceder al grado al que se aspira. Cuando los estudiantes se introducen a los diseños metodológicos, se recurre a la literatura del tema y son muchos los libros y manuales que explican como es que se deben diseñar y elaborar las herramientas metodológicas que deben de ser empleadas en una investigación o la otra. Sin embargo, los manuales hablan de la producción de la técnica, no sin antes advertir de algunos riesgos que corren los investigadores sobre todo cuando son alumnos. Errores comunes que deben ser evitados son parte sustancial de libros de texto y literatura del tema. En otros casos, se explican diseños probados y como se llevaron a cabo dichos diseños. Otro más dan consejos de cómo se debe de elaborar el material de aproximación al campo. Muy pocos advierten de la necesidad de pilotear las herramientas para no incurrir en errores que producen una serie de datos empíricos poco solidos en los posteriores análisis y fases de la investigación. En el caso de los estudiantes de posgrado, lo más común es volver al trabajo de campo luego de algunos errores cometidos. Errores comunes en los diseños metodológicos que en algunos casos son imputables a los propios estudiantes. Algunos otros no tienen supervisión y eso dificulta mucho más diseños metodológicos y herramientas exitosas. Por eso en algunos casos el trabajo de campo debe volverse a realizar en más de alguna ocasión. Sin embargo, parece que solo la “prueba y error” nos hacen capaces de aprender sobre la marcha. Esto sin duda, dificulta el aprendizaje de los estudiantes y sobre todo impide que las herramientas metodológicas puedan ser pensadas de nuevo cuenta o ser modificadas, porque son pocos los investigadores que realizan una reflexión sobre el tema. El caso de que nos ocupa es del de investigación cualitativa que es la perspectiva que se emplea mucho más en la investigación de las masculinidades. Lo cuantitativo y lo cualitativo en la investigación de masculinidades. Dentro de la investigación en masculinidad, cuando se realiza los estados del arte de América Latina, se da cuenta que cuanti y cuali son dos modos de hacer investigación en el continente. Por algunos años, Centroamérica estuvo medida en temas como salud reproductiva pues se hicieron esfuerzos nacionales por aplicar diversos conteos que permitieron no solo medir las problemáticas que involucran a los varones en temas como la salud reproductiva o sexual de los varones. Estos conteos y censos, dieron pie a la implementación de políticas públicas en salud. En otros casos, sobre todo en Sudamérica la investigación de corte cualitativo dio una serie de explicaciones sobre la problemática de los varones. Aunque existen los conteos de corte cuantitativo son pocos, porque los esfuerzos ya no corresponde a las instituciones, sino a iniciativas individuales o de investigadores que optan por esfuerzos en investigación que centran la perspectiva en lo cualitativo. Este tipo de opciones en investigación puede tener dos explicaciones. Uno el abordaje desde el cual se plantean las investigaciones, y otra más las facilidades para la producción de las estrategias que requieren de poco personal o incluso la posibilidad de elaborar trabajos en solitario. Un tema que debemos considera son los recursos de los propios investigadores. Un tema más puede ser los lugares a los que pueden tener acceso para el trabajo de campo, que van desde los propios lugares de trabajo, o los sitios y ciudades conocidas, propias y adecuadas desde el esfuerzo individual. Aun así, los reportes de investigación ofrecen mucha riqueza en el levantamiento de datos empíricos capaces de producir análisis con densidad tal que puedan proponer explicaciones de mucha valía. Por eso, y para un campo de conocimiento que se aboca a la tarea de dar explicaciones sobre los temas y problemáticas que sufren o viven los varones. Por ejemplo hace algunos años, la literatura del tema (Montesinos, 2002) hablaba de manera generalizada de la “crisis de la masculinidad” visión desde la cual, algo pasaba con al condición de los varones. Tiempo después, desde la sociología y la antropología los abordajes dieron cuenta de cómo se construyen nuevas masculinidades en diversos países de este continente. Esta crisis de la masculinidad dio para los investigadores una serie de datos empíricos que dieron un vuelco a la comprensión de estos “fenómenos”. Porque más que una masculinidad en crisis se encontraron con nuevos modos de ser varones, aún y cuando se dio cuenta de que la masculinidad no era una y que era poco posible sostener que masculinidad existe solo una, y que este modo de ser hombre permanece inamovibles en el tiempo y ante los nuevos restos (Páramo, 2005) y desafíos (Martínez, 2007) que entre otros producen cosas como la globalización. Destacan los casos de Colombia con Mara Viveros (2002), entre muchos otros investigadores que llegaron a tales conclusiones luego de sendos trabajos de campo y la publicación de sus resultados. En México, crecieron de manera significativa los documentos y los reportes de investigación. Es el caso de los reportes, las temáticas de las mesas, y los participantes de muchos congresos, en los que destacan los congresos nacionales de organismos como la Academia Mexicana de Estudios de Género de los Hombres (AMEGH), entre otros. En donde varios investigadores de tradición en el tema de las masculinidades crean una asociación civil, que tiene como uno de sus principales objetivos realizar un encuentro. El encuentro, es un evento que además trajo a dichos encuentros a los investigadores latinoamericanos más reconocidos como Connell en su edición de Ciudad Juárez, en el 2012. La visión de estos investigadores, dio cuenta no solo de las más recientes propuestas, sino que fue valioso poder escuchar sobre los diseños metodológicos que estos investigadores emplearon. Muchos de ellos reconocen que sus primeros esfuerzos fueron tesis de grado y los resultados los que hicieron posible salir a compartir sus conocimientos y fueron escuchados en eventos que como los congresos se convirtieron en lugares de reflexión del tema, de la metodología y de los procesos de producción de estos informes, así como sus resultados. Son pocos los documentos que hablan de los diseños metodológicos y las dificultades para poder elaborar datos empíricos, pero sobre todo encuentros con los varones en diversos proyectos de investigación. Y el correspondiente trabajo de campo. Hoy nos resulta indispensable establecer documentos que ayuden a otros que investigan, además de producir textos que puedan ofrecer claves de apoyo a los investigadores en formación a los alumnos o a los estudiantes de diversas disciplinas en muy diversos campos. Los procesos de identidad y construcción subjetiva, a partir de las entrevistas En el marco de la globalización no solo los fenómenos a escala mundial preocupan a los sujetos que la viven y la transitan, sino que además los sujetos en su dimensión más amplia, sufrieron transformaciones, como lo indica Martín-­‐Barbero: “un sentimiento compartido de impotencia, es decir de que su trabajo, su entorno y vida propia escapan aceleradamente de su control (Martín-­‐Barbero, 2002, p. 14)”. Pues las identidades se han transformado, en su ámbito local y global. Pues los referentes que sirve de anclaje a las identidades se ha transformado. Las identidades se transformaron, y se volvieron móviles, difusas, sin anclajes, estos que daban la nación, la pertenencia a un grupo y la comunión de valores que representaban el deber ser de un sujeto en sociedad. Hoy sin embargo, los flujo y los movimientos que se dan en la sociedad, para dar cuenta de muchas transformaciones en la forma de ser y de pensar desde y para la identidad. Las entrevistas como procesos comunicantes En comunicación son muchos los esquemas que intentan explicar cual es la intrincada red conceptual y objetual que produce un diálogo o más bien un proceso de comunicación. Es necesario, dicen estos esquema al menos la participación de dos sujetos para que la comunicación se realice, a estos sujetos se les conoce como: Emisor y Receptor. El centro de sus interacciones lo constituye el mensaje. Y el proceso toma forma cuando se tiene una intensión de expresar algo y para entrar en contacto con el otro. El procedimiento que se realiza es el diálogo. Al que se concibe como la interacción discursiva con el otro, este constituido como un receptor del mensaje que uno quiere o debe expresar. Un procedimiento que produce diálogo es la repuesta de otro con el uno. Es la retroalimentación que se entiende como el intercambio de comunicación de uno y de otro. El intercambio de ideas o pensamientos hace posible que el diálogo se lleve a cabo. La intencionalidad de la comunicación constituye un puente de contacto en un diálogo. Es decir, receptor y emisor están conectados por medio del diálogo y de este se encuentran diversos tipos. Una entrevista es una herramienta metodológica que, mediante el contacto con otros de manera intencionada, buscan intercambiar intensiones de comunicación para obtener algún dato de alguien que, hasta el momento de la interacción entendemos como un receptor. El receptor es nuestro sujeto de investigación, este ha sido concebido como un objeto de investigación porque debemos acudir a él en busca de narrativas, comunicaciones o datos que puedan nutrir nuestros puntos de vista, validando o descartando nuestros supuestos de investigación expresados ya en preguntas y objetivos de trabajo. Cuando diseñamos metodologías, estas nos permiten ir al sujeto-­‐objeto de nuestro trabajo de indagación, pues consideramos que es en ellos en donde podemos encontrar las respuesta necesarias para la explicación a nuestras preguntas. Al momento en el que interactuamos con el otro se le conoce como trabajo de campo. Las entrevistas son la herramienta de trabajo para la interacción comunicante con el otro. Por eso debemos entender que es el diálogo el centro medular de nuestros oficios. Debemos establecer con el sujeto-­‐objeto una relación de disposición ( a ser cuestionados), otra de confianza (que el receptor entienda los motivos de nuestros cuestionamientos), y de respeto ( que lo que nos es dialogado es valioso e interesante). En todos los casos el receptor debe estar informado sobre cuales son las intensiones comunicantes de nuestras preguntas, el oficio que desarrollamos y el rol desde el cual interactuamos con él. Porque las condiciones comunicantes son complicadas creemos que los procesos de comunicación dialógica en la entrevistas es una de los trabajos más finos del trabajo de campo. ¿cómo es que actúa el investigador en el momento del diálogo? ¿cómo es que el investigador es percibido por el otro? ¿Qué tipo de relación establecemos con el sujeto-­‐objeto? ¿qué tan claro podemos expresar nuestra dudas? ¿qué tan frecuentemente desarrollamos narrativas útiles para la conformación del entendimientos de los varones? ¿cuántas veces debemos realizar el trabajo de campo para obtener un dato empírico de calidad? La masculinidad como tema de investigación En el tema de la masculinidad, como una disciplina, los aportes y dispositivos metodológicos enriquecen el abordaje y aplicación de herramientas para su estudio y posterior análisis. Sin embargo, la masculinidad no es una disciplina que se estudie desde las universidades o facultades, como una materia más en los planes de estudio. Como sucede frecuentemente el tema se introduce en algunas clases y su importancia es determinante desde materias que como la sociología que desde luego tiene vital importancia en la visión del feminismo y la masculinidad. En otros sentido, la masculinidad se aborda desde las clases de metodología, y se pueden plantear temas desde la perspectiva de género. Cuando se plantea un proyecto de investigación donde el centro de atención y del problema de investigación es el sujeto y no un mensaje comunicativo (como lo puede hacer una novela o un programa de televisión, por ejemplo), es necesario tener acceso a herramientas de carácter cualitativo. En algunos casos se elaboran protocolos de observación participante, en otros más de investigación acción, en unos más de etnografía. En muchos casos, la principal herramienta empleada en los trabajo de investigación es la entrevista. En la entrevista, como herramienta de investigación, el principal componente de esta es el proceso de diálogo. Conversar es el principal dispositivo comunicante de la entrevistas. Existen muy diversos tipos de entrevista, las tipologías de esta herramienta están centradas sobre todo en el planteamiento del abordaje en el momento del diálogo, algunas por ejemplo, centrada en el problema o narrativas, por citar dos ejemplos. El proceso de comunicación es un proceso intencionado entre sujetos. En tanto exista un investigador-­‐emisor. Una intensión de comunicar junto con una batería de preguntas que intente elabora un mensaje con el cual el investigador intenta conectar con el otro. Y un interlocutor-­‐entrevistado que es capaz y esta dispuesto a compartir su conocimiento, experiencia de vida y de experiencias con quien se aproxima a él con intensión de indagar. En nuestra experiencia en investigación, hemos propuesto para lograr una mejor construcción discursiva desde las preguntas, una unidad de sentido, a la que llamamos: expectativa de respuesta. La expectativa de respuesta en la entrevista. Entendemos como expectativa de respuesta a la intensión profesional y de diseño metodológico que intenta elaborar mediante un cuestionamiento una respuesta que conduzca rápida y objetivamente al entrevistado a un lugar discursivo o narrativo en base a lo que deseamos obtener. Sin intensión comunicativa que pretenda ser asimétrica, la expectativa de respuesta orienta la pregunta en cómo debe ser elaborada discursivamente una interrogante de manera que podamos acceder de la manera más inmediata a la respuesta. Le llamamos expectativa porque creemos que el investigador es capaz de intencional la pregunta sin que se elabore una larga lista de cuestionamientos que puedan “completar” la respuesta. Es decir, si elaboramos guías de entrevistas con una expectativa de respuesta, la elaboración de los cuestionamiento deberá tomar en cuenta lo que debemos saber. Independientemente del tipo de entrevista de que se trata, debemos tomar en cuenta cuales son los principales objetivos de nuestra batería, por tanto es importante señalar que la división temática de la guía de entrevistas, el número de preguntas y la claridad de nuestros cuestionamientos. En la experiencia en clases, uno de los principales errores de los estudiantes de licenciatura elaboran preguntas cuya respuesta es un si o un no. Cuando en realidad existe poca claridad sobre la expectativa sobre lo cuestionado. Pues la pregunta tiene una carga de significados, que es poco clara para un estudiante formado en este nivel. Cuando una pregunta detona una narración, la expectativa de respuesta ayuda a solicitar que el cuestionamiento sea capaz provocar una descripción de hechos en una determinada etapa de la vida de un sujeto. La pregunta debe ser lo suficientemente directa y clara para que el varón pueda narrar los hechos, por supuesto que dichos relatos son largos y en algunos casos carentes de orden. Podemos trabajar, mediante la escucha activa a que nuestro entrevistado pueda organizar el relato, si puede ayudarnos con información que facilite la reconstrucción de los datos en la fase de análisis. Por tanto, si nuestra expectativa es reconstruir la historia de un varón, y la respuesta tiene como eje de su creación, la expectativa debe ayudaros a reconstruir una etapa de la vida, la información que se intercambia es una pregunta clara y sencilla con una respuesta que generara una narración de la etapa de la vida de que se trate. Después de estas fases, procedemos a la etapa de análisis. La subjetividad como constructora de narrativas Debemos entender primero como es que podemos estar en contacto con la subjetividad de un varón en particular. Desde pequeño, el ser humano, en su condición de niño se incorpora a las relaciones sociales con personas como el padre o la madre, con profesores en la vida escolar, con amigos de la cuadra o con otros parientes con los que convive y son cercanos. Afirman Berger y Luckmann (1997, p.43) que estas relaciones se transforman de manera progresiva en actos regulares, directos y recíprocos, se podría decir cotidianos, pues se incorporan a los repertorios de este ser humano. Este sujeto aprende de manera progresiva, en tanto es capaz de incorporar no sólo las prácticas y entender el sentido de dichas acciones, sino que construyen un ser para sí, reconociéndose como sujeto y otorgando forma particular a su vida. Para entender cómo cada una de éstas tiene un sentido particular, este proceso desarrolla progresivamente su identidad personal, el control subjetivo de la acción del que uno es objetivamente responsable. Existe un sistema de valores, que no es, ni puede ser universal; pero que dicho sistema de valores puede tener un carácter grupal cercano, pues se desarrolla en las instituciones en las que participa como sujeto. Este sistema, se encuentra producido desde las agrupaciones donde se llevan a cabo las relaciones sociales de este sujeto. En Berger y Luckmann (1997), se llaman comunidades de vida, en Zemelman (1997) se consideran nucleamientos de lo colectivo; en ambos casos son las relaciones las productoras de experiencias grupales que producen subjetividad en el actor. En Berger y Luckmann, las comunidades de vida, se caracterizan por la acción que es directamente recíproca y se repite con regularidad, en el contexto de las relaciones duraderas. Se propone que la masculinidad es primero un dispositivo del sujeto individual en tanto y desde lo que es considerado como un ser singular, en su actuar y declara una serie de características y posiciones personales particulares. La masculinidad produce un ser para sí y para otros singular. Por tanto un varón se constituye como un ser único y particular que es resultado de sus vivencias y de sus operaciones subjetivas de ser social. Este sujeto social varón, tiene una serie de comportamientos, opiniones y lecturas del mundo de manera particular que pone en práctica y en operación en sus comportamientos cara a cara y en la manera en la que lee el mundo, lo entiende, reconoce y se explica su funcionamiento. Los efectos de sus prácticas y sus operaciones en la vida social, se encuentran ancladas en la subjetividad propia, por tanto las prácticas de su ser social tienen un impacto en los otros moldeando y negociando constantemente su ser social, su carácter. La auto-­‐
percepción y sus comportamientos se constituyen en su ser varón. Ser varón es el resultado de incorporar la masculinidad como una operación de vida; una manera de ser actor en el mundo; una manera de ser para sí y para otros; una manera de ser sujeto-­‐actor. La vida cotidiana y la masculinidad se anclan en la construcción subjetiva, pero además se operan y se negocian en los núcleos donde el varón se relaciona con los otros. Las construcciones subjetivas en calidad de narraciones Existe una subjetividad individual. Ésta es considerada como la conciencia desarrollada en un varón, le permite entenderse como un propio ser social y las acciones de que es capaz. Este varón se constituye en sujeto de masculinidad. En él, se desarrolla una subjetividad constituyente lo largo de la vida, en las experiencias del ser para sí y para otros. La subjetividad social, de acuerdo con Zemelman (1997), es un proceso de constitución, debe entenderse como una categoría inclusiva de planes de observación y análisis. Para el autor, la subjetividad social consiste en una determinada articulación de tiempo y de espacios. De carácter histórico-­‐ cultural, alude a la creación de necesidades específicas en momentos y lugares diversos. Para entender cuales son los puntos de contacto con la subjetividad de un varón debemos primero accede a él. Luego nos colocaremos dispuestos a iniciar un proceso de diálogo, un intercambio intencionado con el otro. Este otro producirá en nosotros un proceso de acopio de información, datos, grabaciones y notas. Debemos recordar que en el encuentro con otro deberemos crear una escucha activa, un diálogo que genere confianza y una guía de preguntas que nos encuentre de manera directa y clara con lo que debemos y queremos saber. Estamos ante el proceso de construcción de narrativas y por tanto nos enfrentamos ante el discurso del otro. El análisis de sus narrativas nos colocan ante dos vertientes, las visiones, los modos de ver el mundo, y las historias de como es que se ha constituido su devenir histórico en algunos momentos determinantes para él. Por eso pensamos que la subjetividad tiene dos anclajes fundamentales, uno es el componente histórico, y uno más el elemento narrativo, es decir la constitución del relato como una descripción de acciones y de como se aprendió, en tanto fue capaz de incorporar las prácticas y entender el sentido de dichas acciones, entramos en contacto con su ser para si, pero sobre todo en su ser para otros. Cuando diseñamos metodologías que involucran el diálogo, debemos centrar la atención al momento único y repetible en el que frente a nosotros el sujeto se reconoce a si mismo y lo expresa para una entrevistas. El principal combustible de la narrativa es la memoria. Adentrarse a los mundos de la enunciación discursiva de lo que ha pasado, es un momento metodológico que es útil en el diálogo. Este proceso de comunicación se plantea como una herramienta potente para tener contacto con la subjetividad de un varón, con sus formas narrativas de auto concepción y con la visión particular de lo vivido. Las narrativas son discursos objetivados de igual manera frente algún determinado problema, acontecimiento o hecho. Las narrativas deben ser elaboradas como momentos de indagación particulares en la investigación. Los relatos posibilitan una aproximación cualitativa a los itinerarios y trayectos de sus protagonistas; pero, por sobre todo, a los significados y por tanto, a la lógica que el narrador otorga e imprime a su propia vida. Su lectura permitirá conocer cómo ellos viven y maniobran frente a un mercado laboral en permanente transformación, redefiniendo o postergando su proyecto personal. Para Ricoeur (2006) la acción depositada en la respuesta (expectativa) es la del reconocer, entendiendo al reconocer como la aprehensión por la mente, por el pensamiento, relacionando entre sí imágenes y percepciones que le conciernen; es distinguir, justificar y conocer por la memoria el juicio de la acción. Dialogar o contestar estaría produciendo reconocimiento en los sujetos, tanto en la acción de juzgar y de atestar sobre un hecho o historia de la cual se tiene conocimiento. Por un lado está la idea del testigo, posición que Ricoeur (2006) trabaja desde lo que él llama “parentesco semántico” entre la atestación
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y el reconocimiento atribuidos a los agentes de la acción en la Grecia Antigua. Para el mundo contemporáneo atestación y reconocimiento constituyen que un hecho o algo se den por verdadero. Si narrar la vida o contestar implican reconocer, primero que puedo nombrar, que he sido testigo porque me sucede a mí; si opino de esta manera y pienso porque me ha sucedido esto. La riqueza de la narración tiene que ver mucho más con mis reconocimientos. En palabras de Ricouer, con él (testigo) puedo hablar y puedo decir. Estos sujetos actuantes que dicen su nombre cuando se da a conocer, se interpelan a sí mismos cuando desaprueban su acción. Este “hombre capaz del sí que se reconoce en sus capacidades” ( Arfuch, 2006, p.117). Buscar y trabajar sobre la narrativa, tiene como soporte alcanzar una voz no monológica, ni impregnada de autoridad unilateral (quien escucha e investiga), para lograr un espacio del decir. La ventaja que ofrece la narrativa en palabras de Arfuch (2006), es que ofrecen la posibilidad de construir tramas de sentido a través de la confrontación, la negociación y se puede añadir el reconocimiento. 1
Deposición de testigo o de persona que testifica o afirma algo, de acuerdo a la Real Academia de la Lengua española.
Conclusión: La posición del investigador en los proceso de diálogo Como ya hemos explicado nos parece importante asumir a la investigación cualitativa como la herramienta más usada en la investigación sobre varones. Hemos colocado a la entrevista como la principal herramienta del trabajo de campo. De igual manera nos interesa mucho entender que la matriz de la entrevista es el diálogo, y que este tiene una importancia vital pues uno de los proceso de comunicación humana con mayor riqueza. Reiteramos la importancia de la escucha activa, la generación de confianza y la atención en la respuesta del otro. Es importante cuando se diseñan protocolos y guías de entrevistas pensar en el otro como un “otro” igual. Es necesario no pensar en desarrollar relaciones de asimetría. Buscamos en el otro el dato empírico, pero nos enfrentamos a la posibilidad de entrar en contacto. Es importante desarrollar una sensibilidad que permita ser cercano, pero con la suficiente escucha activa para no involucrarse emocionalmente con cada uno de los sujetos que se entrevistas. Resulta muy importante tener una condición de neutralidad que nos permita salir bien librados de las entrevistas. La experiencia en el trabajo de campo nos permite afirmar que es difícil contener el llanto cuando un varón llora en una entrevista. Finalmente el reconocimiento del otro nos conecta con nuestra propia subjetividad. Es igual de complicado tener distancia de aquel sujeto que luego de narrar su historia comparte con nosotros sus temores o sus miedos. Finalmente en el trabajo de campo, el sujeto se convierte en un elemento valioso para nuestra investigación, pero ante ellos nos colocamos como unos extraños. Es importante tener acompañamiento o entrenamiento para poder colocar la experiencias derivadas del intercambio cara a cara. Es necesario solicitar apoyo a estos investigadores expertos sobre como es posible abordar en entrevista a los sujetos sin genera un alejamiento o un acercamiento poco sano. Pero de igual manera es necesario tener entrenamiento no solo en el diseño de las técnicas sino en el desarrollo de los procesos de intercambio. Seria deseable la formación de investigadores de masculinidades en el ámbito de la investigación cualitativa, no solo en las herramientas sino un posible ejercicios de calibración de las herramientas, el tiempo en un salón de clase y en una asignatura es corto, pero podría ser una prioridad del programa de la materia. Se vuelve indispensable tener entrenamiento y contención en los procesos de entrevistas. Para poder colocarnos ante las diferentes problemáticas con la mejor actitud posible. El trabajo de campo cansa, desgasta, y en muchas ocasiones contamina el proceso de análisis. No basta el diario y sus intricadas narrativas, que sin embargo ayudan. La propuesta es tener contacto o entrenamiento de los experimentados investigadores o de quien tiene bien controlado el proceso de intercambio dialogado. Esto sin duda, contribuye al posterior análisis de temas y unidades analíticas, a una lectura fresca y renovada de los datos empíricos que se plantean. Es muy fácil caen en dos posiciones: A) la indiferencia ante lo narrado. En cuyo caso el investigador buscara los entramados de las narrativas inconclusa, falsas o sospechosas. Y B) entregarnos a la posición del apoyo emocional con los que dialogamos. Al involucramiento involuntario y al acompañamiento de otro, sin que aquel lo sepa. Debemos trabajar en nuestros proceso de investigación y en los procesos de construcción subjetiva del que investiga. La propuesta final es recolectar entre los colegas, las experiencias de cada uno de los investigadores sobre la construcción del diálogo en los procesos de entrevistas, para así producir un documento capaz de colocarse como un manual/guía/apoyo de cómo es que se llevan a cabo los procesos comunicativos. Es necesario analizar si en las entrevistas se desarrollan intercambios informativos, sabe de que manera si dan, pero sobre todo entender cuales son los principales componentes de estos intercambios. Del mismo modo será valioso conocer si de verdad se llevan a cabo procesos de comunicación dialogados. Y saber cuales son las interacciones comunicantes que se llevan a cabo en las entrevistas y potenciar procesos de empatía, confianza y contención, propia y del otro. Seria deseable la realización de documentos que nos orienten sobre estos temas. Seria momento de que los investigadores documentaran sus procesos de comunicación dialógica en los procesos de entrevista. Y así ofrecer herramientas de apoyo en los diseños metodológicos y la construcción de proyectos de investigación en materia de masculinidades. Referencias Amuchástegui, A., & Szasz, I. (2007). Sucede que me canso de ser hombre... Relatos y reflexiones sobre hombres y masculinidades en México. México: Colegio de México. Arfuch, L. (2006)“La esfera íntima contemporánea: espacios y narrativas” In: SOMMER, L. H.; BUJES, M.I EDELWEISS. (Orgs.). Educação e cultura contemporânea: articulações, provocações e trangressões em novas paisagens. 316 pp. Porto Alegre, Ed. ULBRA, p.109-­‐117. Arfuch, L. (2002). El espacio biográfico. Dilemas de la subjetividad contemporánea. En El espacio biográfico en las ciencias sociales (1a ed., págs. 177-­‐202). Buenos Aires: FCE. Ávila Acosta, M., & Uribe Patiño, F. (2007). Masculinidades, Adolecentes y Representación Social. En R. Montesinos, Perfiles de la Maculinidad. México: Plaza y Valdés. Barancato, S. (2000). 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