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CONGRESO LATINOAMERICANO DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL SIGLO XXI Eje Temático: Sujetos y Prácticas en época de crisis CONDICIONES MATERIALES Y SIMBÓLICAS DEL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN ACADÉMICA. UNA APROXIMACIÓN A PARTIR DE LAS SINGULARIDADES DISCIPLINARES Adriana Chiroleu Universidad Nacional de Rosario CONICET Maipú 1065 Of. 304 - 2000 Rosario [email protected] El objeto de este trabajo de carácter exploratorio- es abordar las condiciones materiales y simbólicas del ejercicio de la profesión académica en tres disciplinas que tienen distinto grado de estructuración y diferente tradición en la Argentina y en la Universidad Nacional de Rosario: Física, Historia y Ciencias de la Comunicación1. Se escogió Física e Historia porque constituyen campos muy consolidados entre las ciencias duras y blandas puras2 respectivamente, y Ciencias de la Comunicación porque conforman un campo en proceso de construcción, dentro de las ciencias blandas aplicadas. Esto nos permite efectuar una comparación en dos niveles: ciencias duras puras-ciencias blandas puras-ciencias blandas aplicadas, y campos consolidados-campos en proceso de construcción. Esta presentación se apoya en algunos resultados del trabajo de campo desarrollado, consistente en un conjunto de entrevistas semiestructuradas, aplicadas a académicos de las tres disciplinas3. 1- El contexto general En Argentina la profesionalización4 académica asume características particulares a partir de las complejas circunstancias en las que la misma se da; esto 1 Esta comunicación forma parte de una investigación más amplia, algunos de cuyos resultados fueron publicados en Chiroleu,2003ª. La hipótesis que orienta ese trabajo sustenta que en campos disciplinarios más estructurados y/o con una tradición académica más sólida, las pautas de desarrollo de la carrera están claramente definidas y existe un consenso general en torno a las formas de legitimación / consagración dentro del propio campo que está por encima aún de las posibles diferencias paradigmáticas. Esto hace que en áreas tan disímiles como física e historia exista un conjunto de normas y valores compartidos por los miembros de la comunidad, es decir que el núcleo de las coincidencias supere el de las disidencias. En áreas aún no estructuradas, y por ende no permeadas por los efectos de una tradición sostenida como la de Comunicación Social , el desajuste resulta más evidente, y tiende a acentuarse en un contexto de recursos económicos escasos, que entorpecen la posibilidad de construcción institucional . 2 En este punto, adoptamos la clasificación presentada por Becher, 1993 y 2001. 3 Las mismas se organizaron a partir de la construcción de una muestra intencional que procuró incluir aquellos sujetos portadores de las condiciones necesarias para haber alcanzado una plena profesionalización y tener carreras relativamente consolidadas. En este sentido, se contemplaron, en especial, los siguientes criterios: sexo, tener 10 o más años de antigüedad en la actividad académica y dedicación exclusiva a la misma para desarrollar actividades de docencia, investigación y /o gestión. 2 es, sucesivas rupturas institucionales e intervenciones del poder político en la vida universitaria en un contexto de prolongada decadencia económica. Además, la velocidad con la que se expandió el cuerpo docente, transformó radicalmente las características que el mismo había tenido tanto desde el punto de vista del perfil socioeconómico de sus miembros como desde las peculiaridades de las propias prácticas en el ámbito institucional e individual. Si se analizan las circunstancias en las cuales la expansión del número de docentes universitarios adquiere mayor relevancia, pueden destacarse dos momentos cruciales: uno en los 60, sobre el cual no existen datos estadísticos confiables, y otro, en los 80. En esta oportunidad en una década (1982-1992) se duplica el número de docentes, pasando de 52 mil a 101 mil5. (Chiroleu,2003b). Este crecimiento cuantitativo se da en un contexto nacional de crisis económica generalizada, desequilibrio fiscal, y descontrol de las variables económicas, factores que hicieron poco propicio un incremento del presupuesto universitario. Por otra parte, la expansión de las dedicaciones horarias menores da cuenta, tanto de la necesidad de cubrir los requerimientos planteados por la continua expansión matricular, como de la subsistencia de mecanismos de cooptación de corte clientelar. En el contexto internacional por su parte, a mediados de los 80 comienza a generalizarse la opinión sobre la conveniencia de aplicar a la educación superior, criterios de accountabiliy y eficiencia, cuyos parámetros son definidos en forma homogénea para todos los países, desde los organismos multilaterales de crédito. Todo esto supone que a diferencia de lo acontecido en Europa y Estados Unidos- la gran expansión experimentada por el cuerpo docente en Argentina, tuvo lugar en un contexto nacional e internacional poco favorable para su desarrollo. . 2- Condiciones materiales del ejercicio académico 2.1 Infraestructura básica El trabajo académico tiene una innegable naturaleza social, al punto que la labor solitaria, ejercitada al margen de los colegas, constituye una modalidad que de ninguna manera lo agota (Galaz Fontes,1999, Weber,1998). El desarrollo del trabajo en grupo que requiere además habilidades especiales, permite como contrapartida, un ejercicio pleno de la profesión. Requiere además una infraestructura acorde que favorezca los intercambios, las reuniones, los 4 Señala Kent (1986) que habría al menos dos visiones diferentes en torno al concepto de profesionalización: por una parte, los sindicatos la asimilan a la obtención de estabilidad en el empleo para profesores de tiempo completo mientras que, desde una perspectiva más amplia, implica definirse como grupo, ligándose a zonas precisas de actividad y a determinados criterios de comportamiento. Para muchos de los entrevistados sin embargo, implica la capacidad de vivir del ejercicio profesional . 5 En la actualidad supera los 110 mil cargos. Sin embargo, esta expansión cuantitativa no trajo aparejada una transformación profunda del sector, lo que queda reflejado en las dedicaciones horarias: los exclusivos que constituían el 9% en 1982, pasan a ser el 11% en 1992, constituyendo en 2000, algo más del 13% de la planta nacional docente. Por otra parte, más del 60% trabaja menos de 10 horas semanales (Chiroleu,2003b). 3 encuentros, los debates, en fin, que permita un desarrollo integral de las distintas facetas de la vida académica. Al respecto, la heterogeneidad de situaciones que es la característica más saliente del cuerpo académico, es un rasgo que está presente tanto entre las instituciones de ambos segmentos (público y privado), como entre las propias disciplinas, esto último relacionado con sus singularidades y con el distinto poder de negociación (de cargos, mayores dedicaciones, recursos económicos complementarios, mejoras edilicias, etc) que las mismas presentan. En el área de física por ejemplo, el problema considerado como nodal por los entrevistados es la falta de un edificio que tenga capacidad para nuclear a todos los equipos de investigación6. Sin embargo, cada grupo tiene su propio espacio físico, dotado de laboratorios, instrumental, computadoras, etc., según el perfil de la labor realizada En este caso, lo que se señala como problemático es la falta de interacción entre los distintos grupos por la dispersión en que trabajan, la imposibilidad del contacto cara a cara, la inexistencia de un intercambio permanente. Sin embargo, aún los que se han especializado en física teórica calculando con lápiz y papel-, trabajan en el ámbito institucional provisto por la Universidad o el órgano de investigación financiador, no reconociéndose la posibilidad de otra alternativa o salida privada. En lo que respecta a la provisión material de laboratorios e institutos, la situación de los distintos grupos es diversa en la medida en que sus necesidades y sus posibilidades de satisfacerlas también lo son. Los académicos que desarrollan actividades en el ámbito de la física teórica, tienen menores requerimientos en materia de instrumental por lo que consideran que su situación general no resulta crítica. Aquellos que desarrollan actividades en física aplicada, en cambio, tienen mayores carencias, especialmente en términos de actualización del instrumental. Otro punto importante de diferenciación es el que se establece en la articulación entre el ámbito en el que se desarrollan las actividades y la posibilidad de conseguir apoyo económico ya sea a través de financiamiento internacional o de venta de servicios. De esta manera, cuando las actividades se desarrollan dentro del ámbito físico de la universidad, las dificultades se multiplican en la medida en que los fondos que puede proveer la institución son siempre escasos. El rasgo dominante en el área de Historia en cambio, es la separación entre las actividades de docencia que se desarrollan en la facultad y las de investigación que se realizan en un espacio privado, ya sea el propio hogar o alguna oficina particular constituida para tal fin. Por ese motivo, a la hora de preguntar a los entrevistados sobre las condiciones materiales en que desarrollan su trabajo, reconocen que el ámbito institucional no ofrece condiciones mínimos, mientras el particular que acondicionaron para tal fin, reúne condiciones inmejorables. Más allá de la 6 En realidad la estructura de hormigón de ese edificio se levantó sobre fines de los 70, pero nunca se concluyeron las obras. Los diversos grupos están dispersos trabajando en la Facultad de Ciencias Exactas e Ingeniería, en el Reactor, en el Planetario, en el primer piso del edificio del CERIDER (Centro Regional del CONICET), en la casita , construcción antigua dentro del predio de la Ciudad Universitaria Rosario, etc. 4 imposibilidad institucional de brindar un ambiente adecuado para el desarrollo de las funciones específicas, llama la atención el hecho de que los investigadores manifiesten preferir el ámbito privado para cumplir su labor. Al respecto, las características del trabajo en el área, su condición de trabajo individual y las varias décadas que lleva esta práctica, pueden servir como explicación preliminar de esta situación. Las condiciones de trabajo en los archivos tampoco son buenas, destacándose especialmente la falta de profesionalidad de los empleados, las dificultades en términos de infraestructura edilicia, fotocopiadoras, etc. que tienen a profundizar la complejidad que de por sí tiene el trabajo. La situación en el área de Ciencias de la Comunicación campo disciplinar en proceso de construcción- es parcialmente diversa, en la medida en que en los últimos años experimentó una mejora acentuada de su dotación de instrumental y de la infraestructura edilicia7. Al respecto, se destaca el aporte que el FOMEC significó en términos de tecnología incorporada, formación de recursos humanos en cursos de posgraduación, reforma del plan de estudios y cargos docentes. En lo que respecta al primer ámbito, en estos años se inauguraron del nuevo edificio de la Facultad, el Centro de Producciones dotado de tecnología digital y la sala de computación, constituyendo éstas, herramientas indispensables para la formación integral de un comunicador social. También con fondos de ese origen se amplió la biblioteca específica de la Maestría en Comunicación, aunque en este ámbito todavía se detecta una falencia importante. Sin embargo esta actualización tecnológica no resulta suficientes ante las crecientes demandas impuestas por la masiva matriculación que experimenta la carrera y las consiguientes dificultades para garantizar patrones mínimos de excelencia. En este sentido, ha aumentado de manera sustancial la relación docente alumno, haciendo que las condiciones materiales de ejercicio de la docencia sean muy duras y el instrumental disponible, siempre insuficiente. 2.2 Principales dificultades detectadas A la hora de especificar el tipo de dificultades materiales8, en el área de Física se señala que la principal es la reducción de los fondos que permitan encarar viajes al exterior (asistencia a Congresos, Seminarios, Workshops, etc); en algunos centros la compra de revistas y bibliografía en general constituye una dificultad adicional. En lo que respecta a los subsidios recibidos, la situación también es heterogénea, según la especialidad y el centro en que se trabaja. Se señala sin embargo, que en este caso, resulta conveniente analizar la evolución de los recursos en un lapso mayor al anual, tomando como base períodos de al menos7 Esto sin embargo, se dio en un contexto de creciente masividad de la matrícula y carencia de políticas institucionales en el ámbito local y nacional que permitieran una profesionalización plena de los académicos. 8 Resulta relevante destacar que las entrevistas se efectuaron en el último trimestre de 2001, es decir en un contexto de crisis política, económica y social importante, pero antes de la devaluación. 5 cinco años, pues el comportamiento de los mismos, año por año es muy irregular y aporta escasos elementos para una clarificación de la cuestión. En este sentido, más allá de las fuentes de financiamiento internacional, los subsidios recibidos de la Universidad, el CONICET y la Agencia han sido tradicionalmente muy importantes, aunque en la actualidad se observa un considerable retraimiento de los mismos. El retraso salarial también es recogido como una cuestión central, especialmente a partir de los recortes de los sueldos del sector público9. Al traducirse las dificultades presupuestarias en la disminución de los viajes al exterior y de las visitas de profesores extranjeros; el trabajo comienza a desarrollarse en condiciones de aislamiento relativo. En lo que respecta a la incorporación de becarios, aunque la situación también aquí es heterogénea, en general hay una tendencia a disminuir su ritmo de expansión, lo cual es destacado con preocupación en la medida en que supone un agotamiento de los grupos de investigación por su falta de renovación. En el área de Historia, la principal dificultad señalada por los entrevistados, tiene que ver con el acceso a bibliografía actualizada10. Al respecto, si bien la Biblioteca de la Escuela de Historia cuenta con una importante provisión de materiales, la actualización corre por cuenta individual y es a costo personal. El correo electrónico ha ayudado a paliar la situación, pues supone otra forma adicional de comunicación informal y de circulación de la producción. Un tema adicional que profundiza las malas condiciones de trabajo es también aquí- la disminución de los subsidios y de las becas para ingreso a la investigación por parte del CONICET y la suspensión de los provenientes de la propia Universidad. Este es un tema relevante, en cuanto implica por una parte, el desmembramiento de grupos de trabajo ya institucionalizados y con una larga trayectoria y, por la otra, la imposibilidad de incorporar jóvenes graduados en condiciones de profesionalización. La cuestión salarial y los retrasos en el cobro del Programa de Incentivos para docentes - investigadores, que para el momento en que se efectuaron las entrevistas era ya considerable, completan un panorama poco alentador. En el ámbito de Ciencias de la Comunicación, el déficit en términos de profesionalización e institucionalización de la investigación lleva a que el problema presupuestario se exprese especialmente con relación al ejercicio docente, y a las dificultades para conciliar bajas dedicaciones, matrícula en expansión y demandas de mejoramiento de la calidad académica. Un capítulo aparte merece el tema salarial, que se hace especialmente urgente en los casos de las dedicaciones horarias menores y que posterga instancias de formación y capacitación. Este tema es recurrente en casi todas las entrevistas, posiblemente por la inexistencia /dificultades en esta disciplina de 9 Se hace alusión al recorte del 13% experimentado por los salarios de los funcionarios públicos a partir de mediados del año 2001. 10 Un entrevistado afirma: No tener un lugar de trabajo no es un problema. El problema es no tener bibliotecas . 6 otras formas de financiamiento nacional e internacional, que acentúan los efectos de los bajos salarios. 3- Condiciones simbólicas del ejercicio académico Un académico puede aspirar a obtener reconocimiento social por la labor cumplida, al menos en dos ámbitos diferentes: en el campo profesional11 y en el campo social. Al respecto, aunque el éxito en lograr el avance del conocimiento suele ser señalado como la motivación principal del trabajo académico, muchos autores coinciden en que uno de los motores más poderosos del trabajo científico es la búsqueda de reconocimiento profesional12 por parte de los pares. La ambición y el orgullo personal suelen ser incentivos fundamentales para el avance del conocimiento. Señala Becher (2001:78), que el mecanismo más generalizado a través del cual puede buscarse el reconocimiento de la propia labor, es la publicación de los resultados de las investigaciones. Esto queda graficado con claridad en el ámbito de Física, destacándose que el ejercicio de la docencia aún dentro de parámetros de excelencia- no constituye por sí solo una fuente de reconocimiento por parte de los pares. En lo que respecta al ámbito social, existe una amplia coincidencia entre los entrevistados de esta área en la falta de reconocimiento de la función académica en el plano simbólico. En la conformación de una explicación se articulan diversas cuestiones. Por una parte, en un contexto general de expansión del sector académico, que pasa de constituir un segmento de elite en una universidad del mismo carácter, a conformar un grupo de envergadura en una institución de masas, se pierde en términos de Bourdieu- el elemento de distinción que supone la rareza de una práctica determinada. Por otra parte, el mercantilismo y los modelos de éxito propios de nuestra sociedad llevan a privilegiar el plano material, a la hora de asignar su lugar al campo científico y universitario en la estructura jerárquica de las profesiones13. En otro orden de cosas, la sociedad asimila a todas las jerarquías científicas y docentes como si su situación fuera parangonable, a pesar de que la estratificación dentro de las respectivas carreras es muy acentuada y las condiciones de trabajo y la retribución en cada uno de los estratos resulta claramente diferenacial. Sin embargo, aunque en muchos casos, el ejercicio liberal de la profesión podría permitir ingresos más elevados, las categorías superiores especialmente en el CONICET presentan retribuciones considerables. 11 Las formas de legitimación y consagración en los respectivos campos han sido tratados en Chiroleu,2003ª. 12 Lo más importante que busca el académico no es el poder tras el cual va el político ni la riqueza tras la que va el hombre de negocios, sino la buena reputación (Becher,2001:.77). 13 Al respecto señala Fernández Enguita (1989), el supuesto subyacente es que el único criterio para elegir un empleo es la remuneración. 7 Existe además la impresión generalizada de que la elección de la carrera académica queda reservada a aquellas personas que por diversos motivos no tienen aptitudes para encarar iniciativas autónomas en el mercado ocupacional14. Existe además un desconocimiento de la función académica y, la única labor reconocida es la docencia y la única meta legitimada en términos institucionales, la producción de profesionales. La labor científica y la investigación en general se ubican en un terreno más difuso, en la medida en que no existe un reconocimiento cabal de la necesidad /conveniencia de tener un desarrollo científico autónomo en el país15. Cabría reconocer por una parte, la responsabilidad individual e institucional de la universidad, los universitarios y los organismos de investigación, en este divorcio entre trabajo académico y sociedad, aunque no puede desconocerse el peso que en esta situación le corresponde a las discontinuidades institucionales y su secuela de destrucción, intervención y enclaustramiento. La situación en el área de Historia es claramente diferencial. En líneas generales se destaca que la sola pertenencia a la profesión académica, de alguna manera, habilita y autoriza las opiniones que se vierten especialmente en los medios masivos de comunicación, y en este sentido, son éstos los que otorgan legitimidad y hacen acreedores de reconocimiento a los expositores. En ciertos ámbitos, la participación en publicaciones o la exhibición del nombre en letras de molde es una fuente adicional de consagración. Esto supondría que existe un elevado reconocimiento social para aquellos que desarrollan esta actividad dentro de ésta y otras disciplinas. Sin embargo, dentro del ámbito de la Historia y dado las peculiaridades de la disciplina, habría que distinguir entre el reconocimiento social que se da a la labor científica, es decir, el trabajo del historiador, y a la labor propiamente docente. En el primer caso el reconocimiento social es importante; no obstante, el mismo no es producto de una valoración de los aportes concretos de la labor de investigación, sino que es tributaria del prestigio obtenido por algunas figuras ya míticas, como Félix Luna, quienes fundaron un género nuevo, cuyo desarrollo está ligado al gran público a través de los medios masivos de comunicación. La figura del historiador tradicional en cambio tiene menos reconocimiento, y en esos ámbitos, muy a menudo es suplantado por el periodista, el sociólogo o el politólogo quienes opinan sobre cuestiones históricas desde perspectivas de análisis ajenas al campo disciplinar que resultan a veces más amenas o atractivas. En lo que respecta a la función propiamente docente, la misma se enmarca en el deterioro general que ésta presenta en todos los niveles y en líneas generales existe coincidencia con la postura de los físicos. 14 En términos de uno de los entrevistados, la burguesía de la ciudad tiene la impresión de que un profesor es alguien que no sabe ganar dinero . 15 Algunos entrevistados, muy marcados por su experiencia en el exterior señalaron que en Europa la situación es diferente, y en países como Alemania o Italia existía un reconocimiento especial de la figura del profesor. Otro tanto señala para el caso de España, Fernández Enguita (1989), aunque en este caso remarca que el prestigio social está descendiendo con rapidez. 8 En Ciencias de la Comunicación, al estar estrechamente articulados los ámbitos académico y profesional16, en este punto también se confunden los alcances de ambos, y los entrevistados tienden a responder por el reconocimiento social de la profesión de comunicador en vez de la de académico. Al respecto, el creciente espacio que los graduados obtienen en los medios masivos de comunicación, su inserción laboral en ámbitos antes desconocidos, como el ejercicio de relaciones públicas o comunicación institucional en empresas y la elevada demanda social por estudiar la carrera, constituyen pruebas elocuentes de una elevada valoración del área. En cuanto al rol académico, las dificultades presupuestarias de las universidades públicas en un contexto de expansión continua de la matrícula, ponen en jaque la posibilidad de mantener la calidad académica, especialmente en una carrera como ésta en la que la incorporación de nueva tecnología y el mantenimiento de la existente, resulta vital. A pesar de este panorama tan poco alentador, en líneas generales, los entrevistados sin distinción de disciplina de pertenencia, señalan su satisfacción con la misma y con la carrera académica desarrollada. Los físicos, destacan especialmente su escaso conocimiento de la disciplina y del ámbito de trabajo profesional que tenían en momentos de efectuar la elección. Sin embargo, se sienten cómodos y manifiestan trabajar en lo que les gusta. Con relación a la propia carrera, es necesario destacar dos órdenes de cosas. Por una parte, un cierto desasosiego por la crisis por la que atraviesa el país en general y la investigación en particular, que oscurecen el horizonte personal e institucional. Ante esta situación comienza a dibujarse con nitidez la posibilidad de emigrar, e iniciar una estadía con vistas de permanencia en algún país con el que habitualmente, se mantienen contactos fluidos. Para aquellos que se encuentran en tramos superiores de la carrera y que alguna vez optaron por regresar al país y desarrollar su actividad aquí, la incertidumbre se traslada al futuro, por las dificultades en el orden previsional y a la hora del balance reconocen que de haberse quedado en el exterior, gozarían de una mayor tranquilidad económica. En el plano personal sin embargo, destacan los aspectos positivos de su retorno al país. En Historia, por su parte, todos los entrevistados afirman estar plenamente satisfechos con la carrera que eligieron y con la forma en que fueron construyendo su propio recorrido. El rasgo más destacado es la alegría de trabajar en los temas de su preferencia, con un ritmo fijado en forma individual y con horarios autorregulados. Esta sensación de plenitud sin embargo, se ve jaqueada por la 16 En el caso de los comunicadores coexisten las formas de legitimación y consagración propias de la carrera académica con aquellas de la vida profesional. En efecto, se reconoce como primordial el peso del ejercicio profesional por el aporte que efectúa a las tareas académicas, especialmente en algunas áreas, como las prácticas. En este sentido, no se perciben como ámbitos separados, sino que se conjugan y articulan fortaleciéndose mutuamente (Chiroleu,2003ª). 9 constante pérdida de masa crítica que se produce ante las dificultades de inserción institucional de los graduados jóvenes. Algo similar ocurre en el ámbito de Ciencias de la Comunicación, donde la satisfacción por la carrera elegida, está muy limitada por las dificultades que se aprecian en el presente y se vislumbran para el futuro. En este sentido, la masividad en la docencia de grado es un nudo gordiano difícil de desanudar y actúa simultáneamente como una limitante para el propio desarrollo académico y profesional. 4- Consideraciones finales Por el carácter exploratorio de este estudio centrado en el análisis de tres disciplinas en la Universidad Nacional de Rosario, no resulta factible efectuar generalizaciones sobre la profesión académica, las disciplinas no analizadas, o la heterogeneidad de las situaciones que se plantea a nivel nacional. Al respecto, señalaremos sólo algunas coincidencias y contrastes relevantes entre las disciplinas analizadas. En este sentido, en un contexto de crisis de definanciamiento como el experimentado en la Argentina de principios de siglo, todas las disciplinas se ven afectadas en su desarrollo, aunque de manera diferencial. Del mayor o menor grado de estructuración y tradición académica de las disciplinas parece poder desprenderse aunque de manera parcial- una explicación de las diferencias en las condiciones materiales de ejercicio de la profesión académica. Es así como, en el área de Ciencias de la Comunicación, las difíciles condiciones de trabajo no hacen sino profundizar problemas ya existentes, como la falta de profesionalización e institucionalización del campo, sometido además a la presión de una constante expansión matricular sin la correlativa generación de condiciones mínimas para su atención y contención. En el caso de Física e Historia, el eje divisorio parece responder más a la tradicional distinción entre ciencias duras y ciencias blandas, y su disímil capacidad de negociación, es decir, las dificultades reseñadas en el ámbito de la primera con toda su importancia, son menos profundas que las señaladas en la segunda. En el plano simbólico, el rol académico no goza de un reconocimiento importante por parte de una sociedad cuyos modelos de éxito privilegian el plano material y no le dan un valor adecuado al conocimiento ni a la función ejercida por el académico. En el área de Física, esta situación se amalgama con la complejidad de la disciplina y la primacía de un lenguaje esotérico que dificulta la transmisión y la comprensión de la labor desarrollada. En Historia y Ciencias de la Comunicación en cambio, por motivos diversos existe un cierto reconocimiento al menos en el primer caso a los aportes que la disciplina puede efectuar en los medios masivos de comunicación, y en el segundo a la función profesional. En todos los casos, las perspectivas para el futuro son sombrías aunque, una vez más Física, por su carácter cosmopolita y la fuerte inserción de la comunidad local en el ámbito internacional, cuenta con anticuerpos más eficaces para afrontar la crisis que experimenta el sector académico en Argentina. 10 BIBLIOGRAFÍA BECHER, Tony (1993). Las disciplinas y la identidad de los académicos , en Pensamiento Universitario, Año 1, Nº 1, Buenos Aires, UBA. BECHER, T.(2001), Tribus y territorios académicos. La indagación intelectual y las culturas de las disciplinas, Barcelona, Gedisa, Biblioteca de Educación/Educación Superior. BOURDIEU, P. 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