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Dr. Jaime Agustín González Álvarez Director General del Hospital Civil de Guadalajara. Mtro. Víctor Manuel Ramírez Anguiano Rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez Director del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”. Dr. Miguel Roberto Kumazawa Ichikawa Director del Hospital Civil de Guadalajara “Juan I. Menchaca”. Dr. Víctor Manuel Fletes Rábago Coordinador de la Carrera de Medicina del Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Dra. Norma Argelia Quezada Figueroa Subdirectora de Enseñanza e Investigación del Hospital Civil de Guadalajara. COMITÉ DE EDICIÓN MÉDICA HIPÓCRATES REVISTA Dirección General M.I.P. Brenda Ivette Cabrales Becerra Coordinación Académica M.I.P. María de la Luz Alcántar Vallín Coordinación Administrativa M.I.P. Miguel Angel Andrade Ramos Coordinación de Estructura y Calidad M.I.P. Cynthia Rosalía Cárdenas Contreras Coordinación de Promoción y Difusión M.I.P. Norah Nalleli Macías Vera Comité de Revisión Dr. Francisco Sánchez Mosqueda M.P.S.S. Armando Tonatiuh Ávila García Dr. Antonio Luévanos Velásquez Subdirector de Enseñanza e Investigación del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”. Edición M.I.P. Angelina Estrada Lara M.I.P. Cynthia Karina González Íñiguez M.I.P. Jesús Oscar Moya Romero M.I.P. Enrique Reynaga Moreno M.I.P. José Luis Rodríguez Chávez Dr. Carlos Alfredo Bautista López Subdirector de Enseñanza e Investigación del Hospital Civil de Guadalajara “Juan I. Menchaca”. Colaboradores M.P.S.S. Johnatan Figueroa Padilla M.P.S.S. Victor Hugo Maciel Acevedo M.P.S.S. Arturo Quezada Corona Dr. Federico Águila López Coordinador de Enseñanza de Pregrado del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”. Diseño Editorial L.D.C.G. Esteban Ponce Dr. Alberto Briceño Fuentes Coordinador de Enseñanza de Pregrado del Hospital Civil de Guadalajara “Juan I. Menchaca”. Portada “PHOSPHORUS” ÍNIDICE Editorial Pág. 3 Mensaje del Comité Editorial Pág. 4 Artículo de Revisión Pág. 8 Colaboradores Especiales Pág. 11 Algoritmos Pág. 12 Caso clínico Pág. 16 El Apunte que Habías Perdido Pág. 19 Preguntas y Respuestas Pág. 22 Puntualizando Pág. 24 Arte y Cultura EL TEMA DEL DIA MUNDIAL DE LA SALUD TIENE QUE VER CON MAS RESPETO A LA SALUD POR MOTIVOS DE SEGURIDAD En el actual contexto de crecientes amenazas mundiales para la salud, entre ellas el SARS, la gripe aviar, el VIH/SIDA y las emergencias humanitarias, el tema de este año para el Día Mundial de la Salud y el Informe sobre la salud en el mundo es la seguridad sanitaria internacional. El Día Mundial de la Salud 2007 proporcionará a la comunidad internacional una ocasión ideal para considerar la creciente interdependencia entre la salud y la seguridad, así como la necesidad de “Invertir en salud para forjar un porvenir más seguro”. Las amenazas para la salud no tienen fronteras. En una época caracterizada por el comercio y los viajes mundiales generalizados, las enfermedades nuevas y existentes atraviesan las fronteras nacionales y amenazan nuestra seguridad colectiva. Sólo podremos contener su propagación mediante la firme colaboración entre los países desarrollados y en desarrollo y una atención más centrada en el intercambio de información y el fortalecimiento de los sistemas y la vigilancia de la salud pública. Espero con interés la entrada en vigor, en junio de este año, del Reglamento Sanitario Internacional revisado. Su aplicación ayudará a crear y reforzar mecanismos eficaces para la alerta y respuesta ante brotes epidémicos a nivel nacional e internacional. Tenemos que seguir invirtiendo y creando capacidad. El VIH/SIDA es un claro ejemplo de la interdependencia existente entre la salud y la seguridad. El VIH/SIDA amenaza la estabilidad de regiones y naciones enteras. A diferencia de otras muchas enfermedades, el SIDA destruye a los miembros más productivos de la sociedad. A pesar de los importantes esfuerzos que se están desplegando para obtener una vacuna y una curación y aumentar el acceso a tratamientos asequibles, aún queda mucho por hacer. Las amenazas para la seguridad individual y comunitaria son numerosas y de diversa índole. Destacan entre ellas las crisis repentinas que para la salud y las economías suponen las enfermedades emergentes, las emergencias humanitarias, los efectos del cambio climático o la degradación del medio ambiente, el bioterrorismo y otros riesgos agudos para la salud. Para hacer frente a los efectos sanitarios de esas amenazas es preciso trabajar colectivamente a fin de mejorar la preparación y la eficacia de la respuesta en el momento oportuno. Habida cuenta de la creciente complejidad que entrañan esos desafíos para la salud y la seguridad y la respuesta que es necesaria, estas cuestiones no sólo conciernen a los gobiernos, sino también a las organizaciones internacionales, la sociedad civil y el mundo empresarial. La Organización Mundial de la Salud no pasa por alto este hecho y está contribuyendo a que el mundo sea un lugar más seguro al trabajar en estrecha colaboración con todas las partes interesadas con el fin de abordar esos desafíos comunes. Si bien la colaboración es esencial en muchos niveles, cada país y cada comunidad deben invertir en salud y crear capacidad para prevenir las amenazas nuevas y existentes mediante el fortalecimiento de sus propios sistemas de salud pública. Con frecuencia esto requiere importantes inversiones en vigilancia de la morbilidad y en prevención y educación. Pero otras veces se trata de algo tan sencillo y asequible como proporcionar mosquiteros para reducir la propagación del paludismo, o garantizar la disponibilidad de agua potable en las emergencias humanitarias. Éste es mi primer Día Mundial de la Salud como Directora General de la Organización Mundial de la Salud. Basándome en las excepcionales contribuciones de mis predecesores, en especial del Dr. LEE Jongz-wook, me motiva la convicción de que en nuestro mundo cada vez más poblado y estrechamente interconectado, donde la gente tiene una gran movilidad, debemos actuar juntos para garantizar la seguridad sanitaria internacional. En este contexto, les invito a participar en el Día Mundial de la Salud 2007 en un esfuerzo compartido por “Invertir en salud para forjar un porvenir más seguro” para todos. Declaración Oficial de la OMS. Dra. Margaret Chan, Directora General. Compilación proporcionada por: Dr. Héctor J. Gallardo Rincón OMS. Knowledge MS & Country Support . Ginebra, Suiza. “Un proyecto de todos” Atravesamos una nueva etapa, hemos experimentado cambios y conocido personas con espíritus “libres”, con grandeza y sencillez a la vez, personas entusiasmadas con los nuevos proyectos, y que si bien, son grandes médicos, grandes investigadores o grandes cirujanos, nos hicieron recordar que alguna vez fueron médicos internos de pregrado, sufriendo el estrés continuo y en ocasiones, la sensación de impotencia que en muchas situaciones nos invade al no poder lograr u obtener algo y sin embargo, nunca se rindieron, continuaron trabajando y luchando por lo que en un inicio era solo un sueño, pero en base al trabajo y esfuerzo lograron materializarlo y continuar soñando nuevos proyectos. Todo inicia así, como un sueño que al principio parece inalcanzable, pero una vez planeado solo hace falta perseverancia y constancia para lograrlo. Así nació Hipócrates, como un sueño de crear un medio de difusión cultural y académica para transmitir todo lo que aprendemos día con día de nuestros maestros, compañeros, pero sobre todo, de cada uno de nuestros pacientes. Sin embargo, su publicación requiere de trabajo constante y colaboración de todos los que formamos parte de la comunidad médica de nuestros queridos hospitales: preinternos, internos, residentes, pasantes y adscritos; estos últi3 mos que fungen como guías de cada una de las publicaciones de esta revista, y no menos importante, como consejeros y amigos que nos brindan su apoyo a todos los que somos parte de este proyecto. No podemos perder esta oportunidad para agradecer a los compañeros internos que se han interesado en compartir con nosotros casos clínicos e información médica; y a los maestros, médicos adscritos y grandes dirigentes de nuestros hospitales por escucharnos, leernos, pero sobre todo por unirse a este sueño y comenzar a planear con nosotros, por apostar a la creación y difusión de conocimientos médicos y culturales para enriquecer el aprendizaje de todos los médicos en formación. Manifestamos a la vez un agradecimiento especial al Dr. Alejandro Arce Ruelas por confiar en nosotros y en nuestro proyecto, del cual también ya es parte. Atentamente: El Comité Editorial Choque Cardiogénico Introducción El choque cardiogénico es un síndrome que se presenta como hipotensión e hipoperfusión tisular con disfunción celular y multiorgánica, debido a la falla aguda del ventrículo izquierdo (VI) o derecho (VD). La presente revisión tiene como objetivo describir las principales causas de choque cardiogénico, su fisiopatología y las generalidades y objetivos del manejo. Epidemiología De los pacientes que sufren infarto agudo al miocardio (IAM) se considera que entre el 5 al 10% puede verse complicado con choque cardiogénico, de los cuales, el 74% desarrollará el estado de choque en las primeras 24 horas posteriores al infarto, siendo el tiempo promedio de presentación a las 7 horas posteriores. En pacientes hospitalizados el choque cardiogénico postinfarto prevalece como la principal causa de mortalidad, que en algunas series excede el 80%, y en estudios aleatorizados, comparativos, con estrategias actuales de revascularización temprana, la mortalidad a 30 días reportada fue del 46.7% versus 56% del grupo con tratamiento médico (trombólisis, balón de contrapulsación intraaórtica, ventilación mecánica), sin diferencia estadísticamente significativa. Factores de riesgo Los factores de riesgo independientes para choque cardiogénico son: edad >65años, sexo femenino, antecedentes de: infarto de miocardio previo o angina de pecho, insuficiencia cardiaca, accidente vascular cerebral, Dr. Raúl Escalante Montes de Oca. Residente del segundo año de Urgencias MédicoQuirúrgicas HGR 46 IMSS. Jorge Adrián Corral Chávez, Giselle Ivette De la Torre García, Blanca Angélica Núñez Luna, Gabriela Pintor Márquez. Médicos Internos de Pregrado HGR 46 IMSS. enfermedad vascular periférica, diabetes mellitus; IAM anterior o extenso con CPK-MB >160UI/L, DHL máxima >4 veces el valor normal, fracción de eyección (FE) <35% al ingreso y/o glucemia >180mg/dl al ingreso. Otros factores que influyen en el desarrollo de choque y muerte son la oclusión de la arteria descendente anterior izquierda, enfermedad coronaria multivascular y oclusión persistente de la arteria relacionada con el infarto. Etiología Entre las causas de esta disfunción ventricular se encuentran principalmente el infarto agudo del miocardio con falla ventricular izquierda (55% por infarto anterior) o derecha (menos común) y sus complicaciones mecánicas (ruptura septal, insuficiencia mitral), cardiomiopatía dilatada, miocarditis, enfermedad valvular cardiaca terminal y choque cardiogénico postcardiotomía. Entre las mecánicas encontramos la insuficiencia mitral aguda, la rotura del tabique interventricular, o rotura de la pared libre del ventrículo izquierdo en un 12%. Otras de las causas incluyen el choque por obstrucción (tromboembolia pulmonar masiva), tumores, disfunción valvular protésica o por compresión (taponamiento). izquierda, frecuentemente existiendo una combinación de infarto antiguo y reciente. La necrosis miocárdica ocurre de una manera progresiva, en ocasiones sin reconocimiento clínico (extensión del infarto o reinfarto). Fisiopatología La disfunción cardiaca con choque cardiogénico es usualmente iniciada por infarto al miocardio o isquemia. Cuando existe una pérdida aproximada de 40 al 70% de la masa miocárdica funcional se presenta una falla del corazón como bomba, disminuyendo el volumen y gasto cardiaco. La perfusión miocárdica que depende del gradiente de presión entre el sistema arterial coronario y el ventrículo izquierdo y la duración de la diástole, está comprometida por la hipotensión y la taquicardia, incrementando la isquemia. La presión diastólica ventricular se eleva por la falla de bomba, se reduce la presión de perfusión coronaria, el estrés de la pared eleva los requerimientos de oxígeno, agravando aún más la isquemia. La disminución del gasto cardiaco compromete la perfusión sistémica, desarrollándose acidosis láctica, favoreciendo en mayor grado la disfunción ventricular. Mecanismos de compensación Patología Estudios clínico-patológicos demuestran que en promedio hay pérdida del 40% al 70% de la masa ventricular 4 La reducción inicial de la presión arterial y del volumen minuto pone en juego un complejo mecanismo de compensación o de reserva cardio- circulatoria para compensar las alteraciones iniciales de la insuficiencia cardiaca. Existen tres tipos de mecanismos compensadores: cardiacos, periféricos y mixtos. Mecanismos de compensación cardiacos Incluyen la dilatación e hipertrofia ventriculares, siendo esta última irrelevante en las formas agudas de insuficiencia cardiaca como el choque. La dilatación ventricular y el aumento de la presión diastólica ventricular (aumento de la precarga) son consecuencia directa de la incapacidad del ventrículo para expulsar la sangre en la sístole y teóricamente, aumenta la fuerza de contracción miocárdica (Ley de Frank Starling). No obstante, cuando la contractilidad está disminuida, este mecanismo es inoperante y solo contribuye a aumentar el grado de congestión pulmonar. Mecanismos de compensación periféricos Tienen una actuación inmediata frente a la disminución de la presión arterial o el volumen minuto e incluyen: a) la redistribución del flujo sanguíneo mediado por el sistema nervioso simpático y el sistema renina-angiotensina, con el objeto de mantener el flujo sanguíneo a los órganos vitales, como el corazón y cerebro, en detrimento del flujo a músculos, piel, tejido esplácnico y riñón; b) aumento de la extracción de oxígeno por los tejidos, y c) aumento del metabolismo anaerobio. Mecanismos de compensación mixtos Incluyen el aumento del tono simpático y de la descarga adrenérgica, así como la activación del sistema renina-angiotensina. El aumento del tono simpático ejerce su efecto a través de la noradrenalina la cual ocasiona: a) aumento de la frecuencia y contractilidad cardiaca; b) vasoconstricción arterial con aumento de las resistencias periféricas (poscarga), efecto que es selectivo, ya que es máximo en los vasos con mayor densidad de receptores alfa (músculos, piel y tejido esplácnico) y, c) vasoconstricción venosa con aumento del retorno venoso al corazón (aumento de la precarga). Diagnóstico Dado que el estado de choque es una urgencia médica es fundamental realizar una valoración rápida basados en una historia limitada, examen físico y procedimientos de diagnóstico específico. Entre los signos y síntomas principales podemos encontrar: hipotensión, taquicardia, pulso filiforme, obnubilación, depresión del sensorio, hipertermia, cianosis, palidez, diaforesis, llenado capilar retardado, ruidos cardiacos distantes, y tercero o cuarto ruidos cardiacos o ambos identificables; sin embargo, este diagnóstico solo puede establecerse después de documentar la disfunción miocárdica y haber excluido causas alternativas de hipotensión, como la hipovolemia, hemorragia, sepsis, embolia pulmonar, taponamiento o disección aórtica y enfermedad vascular preexistente. Los criterios para estado de choque cardiógeno son: 1.-Hipotensión (TA sistólica <90 mmHg por un mínimo de 30 min, necesidad de vasopresores o apoyo con balón de contra pulsación intraaórtico (BCIA) para mantener la TA >90 mmHg), 2.-Evidencia clínica de hipoperfusión tisular, 3.-Características radiográficas y hemodinámicas confirmatorias: presión capilar pulmonar >15 mmHg e índice cardiaco <2.24 L/min/m2 (para infarto anterior) o congestión pulmonar en radiografías, con confirmación hemodinámica subsecuente para infarto anterior. Existe un estado denominado choque cardiogénico sin hipotensión (prechoque) caracterizado por oliguria, extremidades frías y TA sistémica >90 mmHg con una elevada mortalidad. El perfil hemodinámico puede verse modificado con: -una presión de cierre de la arteria pulmonar normal o baja que es el reflejo de hipovolemia, 5 -las presiones de llenado de las cámaras cardiacas derechas son normales o apenas adecuadas, salvo que exista un infarto del ventrículo derecho, taponamiento cardiaco, tromboembolia pulmonar o hipertensión arterial pulmonar primaria o inducida por hipoxemia, -la fracción de eyección puede ser normal o solo moderadamente deprimida en caso de infarto asilado del ventrículo derecho, rotura del tabique interventricular o insuficiencia mitral aguda. Manejo Es fundamental iniciar la terapia antes de que el choque cause daño irreversible a órganos vitales. El tratamiento del choque cardiogénico es complejo y debe ser individualizado en cada caso. Nunca debe considerarse como una situación intratable en el momento de establecer el diagnóstico ya que los enfermos supervivientes los son gracias al establecimiento del tratamiento adecuado, y en muchas ocasiones, la corrección de ciertos factores mejora o hace desaparecer la situación de choque. Tratamiento contribuyente al estado de choque En términos generales, la identificación precoz y correcta de los factores cardiacos corregibles constituye la orientación terapéutica más eficaz en el paciente con cardiopatía y choque. La monitorización hemodinámica y la ecografía son dos técnicas de diagnóstico altamente útiles a la cabecera del paciente y podrían considerarse imprescindibles en fases iniciales del choque y en cualquier paciente con insuficiencia cardiaca grave, ya que permiten identificar el grado relativo de hipovolemia y la posible presencia de factores mecánicos corregibles contribuyentes en el deterioro de la función ventricular. Hipovolemia La hipovolemia es la causa corregible más frecuente en los enfermos con choque postinfarto. La efectividad del tratamiento (administración de líquidos como soluciones cristaloides) es inversamente proporcional a las cifras basales de precarga ventricular, cuya monitorización (presión capilar pulmonar) es necesaria para proporcionar el aporte de líquidos adecuado y determinar la posibilidad de otras medidas terapéuticas. La administración de líquidos está indicada en presencia de cifras de presión capilar pulmonar inferior a 18 mmHg. Infarto del ventrículo derecho El 40% de los infartos de localización derecha presenta necrosis en la pared de dicho ventrículo y, con frecuencia, esta es la causa de choque en ausencia de un deterioro grave en la contractilidad del ventrículo izquierdo originada por el aumento de la presión en las cavidades derechas. En las formas mas graves del choque, el retorno venoso a las cavidades izquierdas se realiza en forma pasiva, por el mero gradiente de presión entre el ventrículo izquierdo y la aurícula izquierda a través del lecho vascular pulmonar de baja resistencia. Por ello las formas más efectivas de tratamiento, aparte de la administración de fármacos inotrópicos consisten en favorecer ese gradiente de presión, mediante sobrecarga de líquidos y estimulación auricular cuando existe disociación auriculo-ventricular (AV). El aporte de líquido puede no acompañarse de una mejoría del enfermo por dos motivos: distorsión de la geometría ventricular izquierda y corto circuito derecha-izquierda en algunos casos con agujero oval permeable. El choque cardiógeno del ventrículo derecho tiene un pronóstico más benigno que el ocasionado por la pérdida de masa contráctil ventricular izquierda, y con tratamiento correcto la supervivencia se aproxima al 50%. grado de deterioro de la contractilidad segmentaria de ambos ventrículos y la edad del paciente. Taponamiento cardiaco El taponamiento cardiaco se caracteriza por un conjunto de alteraciones hemodinámicas secundarias al aumento de presión en la cavidad pericárdica que pueden confundirse con una situación de choque cardiogénico. En el paciente cardiópata, el taponamiento cardiaco es raro, pero durante la fase Aguda del infarto de miocardio su incidencia alcanza el 2% del total de los enfermos. En esta entidad clínica el taponamiento es secundario a la rotura de la pared libre ventricular, aunque en casos aislados puede ser el resultado de derrames serohemorrágicos, especialmente después del tratamiento trombolítico. En raras ocasiones está producido por la hemorragia intrapericárdica de la perforación de la pared ventricular derecha por un catéter o electrodo. Disfunción de los músculos papilares. Insuficiencia mitral La ruptura del aparato valvular mitral puede ser secundaria a isquemia, traumatismos o endocarditis infecciosa y siempre produce un cuadro de insuficiencia grave o choque. Su incidencia es baja y el diagnóstico se realiza con relativa facilidad al demostrar mediante ecocardiografía la rotura del sistema subvalvular. Al igual que la ruptura del tabique interventricular, los resultados quirúrgicos dependen del grado de deterioro de la contracción segmentaria ventricular. Solo cuando se haya conservada puede conseguirse una supervivencia quirúrgica superior al 50%. La existencia de insuficiencia mitral en ausencia de rotura de músculos papilares es relativamente frecuente posterior a un infarto, pudiendo ser secundaria a isquemia o dilatación del ventrículo. Cuando el grado de regurgitación es importante, el choque puede ser un factor contribuyente, aunque en esta situación se desconoce la eficacia de la cirugía de revascularización. Ruptura del tabique interventricular La ruptura del tabique interventricular es una complicación poco frecuente en el infarto de miocardio, pero generalmente provoca un deterioro hemodinámico importante y su presencia debe descartarse en todos los pacientes con choque. El diagnóstico de la comunicación interventricular es sencillo clínicamente, ya que se encuentra en el paciente un soplo cardiaco. En el estudio ecocardiográfico Doppler es posible observar la comunicación interventricular en el 90% de los casos y valorar en el mismo estudio el grado de deterioro de la contracción segmentaria de las paredes ventriculares. Cuando la ruptura del tabique interventricular se acompaña de insuficiencia cardiaca grave o de choque, el único tratamiento efectivo es el quirúrgico, ya que la mortalidad del paciente con choque cardiogénico y ruptura del tabique interventricular es del 100% durante la estancia hospitalaria. Los resultados quirúrgicos están condicionados por el Tratamiento y abordaje general del choque cardiogénico Los objetivos del tratamiento del choque cardiogénico son mejorar la tensión arterial, el flujo coronario, la perfusión tisular y el aporte de oxígeno, reducir el trabajo y consumo miocárdico de oxígeno (MVO2), permitir la recuperación del miocardio con daño reversible y adoptar medidas terapéuticas destinadas a corregir la causa del choque. 6 beta 1, lo cual eleva la TA diastólica, perfusión coronaria y contractilidad. Disposiciones generales 1. Lograr una ventilación y oxigenación adecuadas con sistemas de flujo alto y elevadas fracciones inspiradas de oxígeno para instituir en forma temprana la ventilación mecánica si otras medidas resultan insuficientes. 2. Corregir la hipovolemia real o relativa (que aparece en un 20%), manteniendo la Presión Capilar Pulmonar (PCP) en 18 a 22 mmHg, con lo cual se optimiza la presión de llenado del ventrículo izquierdo (precarga) y el gasto cardiaco. Puesto que la presión ideal varia en forma individual, es útil la construcción de curvas de función ventricular con base en el principio de Starling para identificar la Presión de cierre de la arteria pulmonar en la cual el gasto cardiaco es máximo. 3. Acceso venoso central y arterial, sonda vesical y oximetría de pulso de rutina. 4. Corrección de las anormalidades electrolíticas y arritmias cardiacas por medio de antiarrítmicos, cardioversión o marcapasos. 5. Tratamiento del dolor y ansiedad con agentes de poca repercusión cardiovascular. Farmacoterapia Diuréticos. Se utilizan diuréticos de asa, la furosemida por vía IV reduce la PCP, el volumen diastólico final y tensión parietal del VI, con atenuación de la disnea en el paciente así como el MVO2, lo cual genera en teoría un incremento de la contractilidad, Fracción de Eyección y Gasto Cardiaco. Debe evitarse una reducción excesiva de la precarga. Inotrópicos y vasodilatadores Dopamina. Actúa directamente en los receptores adrenérgicos beta 1 e indirectamente al liberar noradrenalina. Su acción B1 incrementa el inotropismo. No induce vasodilatación, lo que ofrece una ventaja en pacientes con TA dependiente de resistencias periféricas; a dosis alfa ejerce un efecto vasopresor más equilibrado que otros agentes. Dobutamina. Es el fármaco de elección por su notable acción inotrópica B1; su efecto B2 induce menores resistencias sistémicas periféricas, incrementa el gasto cardiaco y la contractilidad sin aumentar de modo significativo el MVO2, ya que reduce la poscarga, y su efecto cronotrópico es ligero. Amrinona. Potencia el efecto de la dobutamina al inhibir la fosfodiesterasa F-III e incrementar el cAMP intracelular. Provoca disminución de las resistencias vasculares periféricas y aumento de la contractilidad, y con ello el gasto cardiaco. Noradrenalina. Debe utilizarse solo en el caso de hipotensión acentuada, que amenaza la vida o impide el flujo coronario y que no se corrige con líquidos parenterales, inotrópicos y asistencia mecánica circulatoria. En los pocos casos en los que las resistencias vasculares periféricas no están elevadas, podría administrase por sus efectos adrenérgicos alfa y 7 Digitálicos. Su principal indicación es el control de la respuesta ventricular en la fibrilación auricular. Puede utilizarse dado que aumenta el inotropismo y reduce las resistencias periféricas, tono venoso y frecuencia cardiaca; todo esto favorece el aumento del gasto cardiaco sin inducir un mayor MVO2. Pronóstico. El choque cardiogénico por si mismo tiene una mortalidad superior al 90% empleando el tratamiento mas adecuado. El choque cardiogénico secundario a infarto del ventrículo derecho tiene el pronóstico algo más favorable, falleciendo aproximadamente el 50 a 60% de los enfermos. Otras formas de choque secundarias a ruptura del tabique interventricular, de un músculo papilar o de la pared ventricular, se asocia a una mortalidad variable dependiendo de las posibilidades de tratamiento quirúrgico, siendo la mortalidad próxima al 100% en su evolución natural. REFERENCIAS 1. Fibrinolytic Therapy Trialist Collaborative Group. Indications for fibrinolytic in suspected acute myocardial infartion: collaborative overview of early mortality and major morbidity results from all randomized trials of more than 1000 patients. Lancet 1994;343:311-322. 2. Hochman JS, Buller CE, Sleeper LA, et al. Cardiogenic shock complicating acute myocardial infarction-etiologies, management and outcome: a report from the Hollenberg SM, Kavinsky CJ, Parrillo JE. Cardiogenic shock. Ann Intern Med 1999; 131: 47-59. 3. Hochman JS, Sleeper LA, Webb JG, et al. Early revascularization in acute myocardial infarction complicated by cardiogenic shock. N Engl J Med 1999;34:625-34. 4. García-Salgado P, Chuquiure-Valenzuela E, García-García H, y col. Experiencia en el manejo del choque cardiogénico. Arch Inst Cardiol Mex 1999;69 (supl):45 (resumen). 5. SHOCK trial registry. J Am Coll Cardiol 2000;36 (suppl A): 1063-70. 6. Graham and Parke. Shock and Circulatory Support. Emerg Med J 2005;22;17-21. 7. Greg S Martin, M. Charmaine A Lewis. Fluid and Management in shock. Seminars in respiratoy and critical care medicine 2004;6;683-693 8. Sebat Frank and Johnson David, et al. A multidisciplinary community hospital program for early and rapid resuscitation of shock in nontrauma patients. Chest 2005;127;17291743. Síndrome Postreanimación Dra.Lesly A. Rivera Villalobos. Residente del 2° año de Urgencias Médico Quirúrgicas, HGR N° 46 IMSS. Dr. César Romero Cárdenas. Residente del 2° año de Urgencias Médico Quirúrgicas del HGR N° 46 IMSS. Desde la década de 1950, Negovsky estableció el término de enfermedad postreanimación, la cual se define como un síndrome de lesión celular y falla multiorgánica que ocurre después de la reperfusión de un tejido isquémico previamente viable. Etiología Destacan principalmente: el paro cardiorrespiratorio, infarto miocárdico, insuficiencia vascular periférica, enfermedad vascular cerebral, estado de choque y transplante de órganos. Fisiopatología En las patologías mencionadas, existe una disminución importante en la irrigación y oxigenación a los tejidos conduciendo a hipoxia e isquemia, con posterior reperfusión tisular que desencadena una serie de eventos fisiológicos y fisiopatológicos, produciendo a los 5 minutos lesión endotelial, adherencia plaquetaria, coagulación, vasoespasmo, edema tisular vasogénico, activación de agentes proinflamatorios, disminución en la síntesis proteica activando el metabolismo anaerobio, con consecuente disminución de ATP y cúmulo de lactato celular; 30 minutos posterior a la reperfusión se agrega acidosis, producción de radicales libres, liberación de glutamato cerebral, sobrecarga de calcio y sodio celular, daño en las membranas celulares con la pérdida de gradientes iónicos transmembranales, generando despolarización con edema celular, insuficiencia de neurotransmisores, liberación de proteasas y fosfolipasas con lesión mitocondrial, daño al DNA y células nucleares; 60 minutos postreperfusión se genera necrosis homogenea y apoptosis celular. El cerebro requiere un gasto cardiaco del 15% con un flujo sanguíneo cerebral adecuado, cuando éste disminuye al 50% existe aún, recuperación de la conciencia y viabilidad celular, el daño es irreversible en menos del 20%. El síndrome postreanimación se clasifica en 4 etapas principalmente: I. Surge dentro de las primeras 24 horas posteriores a la reperfusión, se caracteriza generalmente por disfunción cardiovascular-microvascular. II. Abarca de 1 a 3 días posterior a la reperfusión, se caracteriza por el incremento de la permeabilidad intestinal con síndrome de sepsis o daño orgánico múltiple. III. Se aprecia posterior a 3 días caracterizándose por procesos infecciosos severos y deterioro progresivo. IV. Muerte. Los factores contribuyentes al síndrome postreanimación son: falla en reperfusión, lesión por reperfusión, intoxicación cerebral por metabolitos isquémicos y coagulopatía. Manifestaciones Se encuentra a nivel cardiaco un miocardio aturdido, fenómeno de no reflujo, arritmias por reperfusión, daño celular letal; a nivel renal existe disminución transitoria de los flujos urinarios y los indicadores de función renal 8 se mantienen normales; en encéfalo se observa disrupción de la barrera hematoencefálica y aumento de trasmigración de leucocitos alrededor de tejido cerebral; a nivel gastrointestinal hay pérdida de la función de barrera intestinal alterando su motilidad y absorción, con aumento en la permeabilidad y translocación bacteriana a la circulación portal y sistémica; hematológicamente hay disminución en los tiempos de coagulación, disminución plaquetaria y del fibrinógeno; a nivel hepático habrá aumento de las transaminasas, bilirrubinas y amonio plasmático aumentado. El síndrome de disfunción orgánica múltiple denota una lesión orgánica remota, caracterizada por disfunción del sistema inmune y de la coagulación, en cuanto al equilibrio ácido base encontraremos disminución del pH con formación de lactato sérico. Objetivos del cuidado postreanimación Proporcionar soporte cardiorrespiratorio para optimizar la perfusión tisular (cerebro), intentar identificar las causas precipitantes del paro cardio-respiratorio, implementar medidas para prevenir la recurrencia, usar ventilación normal para pacientes comatosos después de paro cardiorrespiratorio o traumatismo craneoencefálico (Clase IIa), usar hiperventilación para pacientes que muestran signos de herniación cerebral (Clase IIa), tratar hipotensión o hipoperfusión (dopamina, dobutamina, norepinefrina), monitorización estrecha de la temperatura y tratamiento agresivo de la fiebre (Clase IIa), pacientes estables después de la RCCP y quienes desarrollan espontáneamente hipotermia leve 34-37º C. (Clase II b), la inducción de hipotermia leve después de reanimación cardio cerebro pulmonar (Clase indeterminada), tratar falla renal (evitar drogas nefrotóxicas), optimizar la presión de perfusión cerebral, control de convulsiones, elevación de cabeza a 30°, Mantener adecuada PAM, administración de antagonistas H2 o sucralfato, Reemplazo de volumen, terapia antimicrobiana en sepsis, corticoesteroides en shock persistente (clase IIb), trombolíticos (para reducir la adhesión y reactivación de neutrófilos, así como para reducir la generación del superóxido), antagonistas de la agregación plaquetaria (bloqueadores de GP IIb–IIIa), Los _ bloqueadores (que inhiben la formación de superóxido de los polimorfonucleares y reducen la agregación plaquetaria), la adenosina (inhibe el fenómeno de no reflujo, inhibe acumulación de neutrófilos, inhibe expresión de p–selectinas, previene reestenosis), calcioantagonistas (reducen radicales libres de oxígeno y disminuyen el daño inherente al calcio), los esteroides (utilizados en paciente con choque séptico a megadosis. Su utilización no es aún definida), los antibióticos solo en pacientes con sepsis (clase IIb). Es importante señalar que cuando un paciente es sometido a una de las patologías o condiciones antes señaladas, que nos llevan posteriormente a una reperfusión tisular, se debe de contemplar que el síndrome postreanimación es una condición patológica que se agrega a las previas, por lo que es muy importante saber que existe este síndrome, para tener un adecuado manejo del paciente antes, durante y después de éste y así mejorar tanto la sobrevida como pronóstico del paciente. El síndrome postreanimación a pesar de tener varias décadas de su conocimiento y estudio, aún se encuentra en plena investigación. REFERENCIAS 1. Negovsky, M.D. Some Physiopatholgic Regularities in the Process of Dying and Resuscitation. Circulation Vol 23: 452. marzo 1963 2. Javier Inserte, David Garcia-Dorado, Victor Hernando, Jordi Soler-Soler. Calpain-Mediated Impairment of Na_/K_–ATPase Activity During Early Reperfusion Contributes to Cell Death After Myocardial Ischemia. Circ Res. 2005;97:465-473 3. Christophe Adrie, MD; Minou Adib-Conquy, PhD; Ivan Laurent, MD; Mehran Monchi, MD; Successful Cardiopulmonary Resuscitation After Cardiac Arrest as a “Sepsis-Like” Syndrome Circulation. 2002;106:562-568. 4. Schleien CL, Osmond MH, Hickey R, Hutchison J, Buunk G, Douglas IS, Gervais HW, Wenzel V. Postresuscitation management. Ann Emerg Med. April 2001;37:S182-S195. 5. Postresuscitation Support. (Circulation. 2005;000:IV-84-IV-88.) © 2005 American Heart Association. 6. Ayman A. El-Menyar, MD, MRCP. The Resuscitation Outcome* Revisit the Story of the Stony Heart. CHEST 2005; 128:2835–2846. Transplante de células B Historia El primer intento de utilizar tejido pancreático como tratamiento de la diabetes lo realizó Williams en 1893 y resultó un fracaso debido a las condiciones del tejido pancreático que transplantó y a que no utilizó ningún medio inmunosupresor. No fue hasta 1973 que Ballinger y Lacy observaron que islotes aislados de ratas pueden servir como tratamiento en diabetes inducida por estreptozocina. Para el año de 1980 y utilizando los métodos convencionales de inmunosupresión basada en corticoides el porcentaje de éxito era menor al 10%. En el año 2000 Shapiro en el llamado estudio de Edmonton logró un porcen- Arturo Quezada Corona Médico Pasante de Servicio Social taje de éxito del 100% en 7 pacientes diabéticos al utilizar un método inmunosupresor libre de corticoides. Hasta la fecha hay reportes de más de 100 transplantes de células B exitosos en Europa y América Sitio del Transplante El sitio para la realización del transplante es de vital importancia, ya que la semejanza con el sitio fisiológico de los islotes dará un mayor aprovechamiento de los islotes transplantados. El sitio más utilizado es el sistema 9 porta hepático, y se ha visto en cortes histológicos que aumentan de manera exponencial la formación de glucógeno hepático; es un sitio similar al fisiológico; pero cuenta con varios efectos adversos como es el caso de hipertensión portal gracias a la presencia de islotes en los sinusoides bloqueando la circulación. Otro sitio que ha sido utilizado con resultados alentadores es la cápsula renal, demostrándose que presenta liberación periférica de insulina y que también lleva a niveles normales de glucógeno, así como quitando la posibilidad de presentar hipertensión portal. También se han buscado sitios arteriales para el transplante de islotes, entre los que figuró, por ejemplo, la arteria celiaca, figurando por la idea teórica de que el páncreas endocrino utiliza gran cantidad de sangre y que quizá un flujo arterial sería el adecuado para los requerimientos de los islotes, también tomando en cuenta que el acceso a la arteria celiaca es más sencillo y más seguro que la infusión vía porta hepática; Pero en los estudios que se han realizado no se obtenido ningún éxito utilizando vías arteriales. Marcadores Moléculares asociados a la respuesta de las células B Para la optimización y una mejor respuesta de las células b transplantadas, se han buscado diversas estrategias moleculares, entre las cuales se encuentran la Proteína relacionada a la parathormona (PTHrP), Factores de crecimiento similares a insulina (IGFs I y II), Factor de crecimiento hepático (HGF), Lactógeno placentario (PL), Péptido similar al glucagon (GLP) y Betacelulina (BTC). PTHrP: Es una proteína que es sintetizada en muchos tipos celulares incluyendo todo el páncreas endócrino; en estudios de transplantes se ha observado hiperplasia de islotes, hipoglucemia e hiperinsulinemia. Es un agente protector hacia la muerte celular. IGFs I y II: Los factores de crecimiento similares a insulina participan en el crecimiento de casi todos los órganos del cuerpo y promueven la síntesis de DNA en la célula beta sí como una protección contra la muerte celular. Induce la producción de insulina y aumenta la salida de insulina dependiente de glucosa, aunque también se ha encontrado que a largo plazo se presenta resistencia a insulina. HGF: Es una molécula que fue identificada en el crecimiento hepático y ha sido asociada al crecimiento de otros tipos celulares como es el páncreas endócrino; induce estados de hiperinsulinemia y mejora la resistencia a la glucosa. PL: Durante el embarazo se ha encontrado un incremento en la masa y en la función de los islotes; este aumento ha sido atribuido a moléculas como la hormona de crecimiento, la prolactina, pero en mayor grado el lactógeno placentario. En islotes transplantados disminuyen la infiltración linfocítica y aumentan la hipertrofia e hiperplasia de islotes. GLP: Es un péptido fisiológico que es secretado por las células intestinales en respuesta a la ingesta de glucosa, se unen a un receptor presente en la célula B y estimulan la producción de glucosa, tiene una vida media muy corta al ser digerido rápidamente por una dipeptidil peptidasa IV, se ha encontrado una molécula llamada extendina 4 en la saliva del mounstro de Gila que se une al mismo receptor en la célula B y que no es digerida por la dipeptidil peptidasa IV. BTC: Es una molécula que forma parte de la familia del factor de crecimiento epidérmico; se ha observado que tiene una función mitógena en insulinomas; junto con la molécula PDX1 se les ha observado que inducen neogénesis de células beta a partir de hepatocitos. Visión a Futuro El transplante de células b es una opción terapéutica con la que se obtienen resultados positivos, que logra la normoglucemia en pacientes diabéticos tipo 1, el principal factor que detiene la utilización común de esta estrategia terapéutica es el número de donadores de páncreas, ya que en las investigaciones que han resultado exitosas se han necesitado de entre 2 y 3 donadores de páncreas para cada uno de los pacientes diabéticos para que logren la normoglucemia. Más de la mitad de los islotes que se transplantan mueren tanto por hipoxia como por muerte celular, por lo que los estudios sobre el sitio del transplante cobren mayor importancia, así como la utilización de marcadores moleculares que induzcan una mayor actividad de los islotes y que sirvan como agente protector contra la muerte celular. Otro de los puntos importantes es el análisis costo – beneficio. Ya que hay que tomar en cuenta que un paciente diabético necesita de inyecciones de 10 insulina todos los días de su vida y que aunque los procesos purificadores y aislantes de islotes sean caros, a largo plazo son una buena opción tanto económica como en calidad de vida. REFERENCIAS 1. NEJM, Agosto, 2000 Islet Transplantation in Seven Patients with Type 1 Diabetes Mellitus Using a Glucocorticoid-Free Immunosuppressive Regimen AMJ Shapiro 2. NATURE, Abril 2004, Clinical Islet transplantation, advances and inmunological challenges; C. Ricordi 3. NEJM, Febrero 2004, Islet Transplantation as a treatmen for Diabetes – A work in progress. R. Paul Robertson, M.D. 4. The Journal of clinical Endocrinology And Metabolism, 2001, Using _ Cell grown factor to Enhance Human Pancreatic Islet Transplantation, Adolfo García Ocaña 5. DIABETES, Diciembre 2001, Transgenic Overexpression of HGF in the _-Cell Improves Islet Function. Adolfo García Ocaña 6. NATURE May 2003, NeuroD-betacellulin gene therapy induces islet neogenesis in the liver and reverses diabetes in mice Hideto Kojima Volume 9 Number 5 7. NEJM, Enero 2002 Islet transplantation under the kidney capsule. Matarazzo 8. DIABETES 2002, Pancreatic Islet Transplantation Using the Nonhuman Primate (Rhesus) Model Predicts That the Portal Vein Is Superior to the Celiac Artery as the Islet Infusion Site; Boaz Hirshberg 9. Diabetes 2002 Vascularized Islet Cell Transplantation in Miniature Swine Naoki Kumagai 10. NEJM September 19, 1996 Islet and Pancreatic Transplantation Autoimmunity and Alloimmunity George S. Eisenbarth, M.D., Ph.D. 11. Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism 2002 Histopathological Study of Intrahepatic Islets Transplanted in the Nonhuman Primate Model Using Edmonton Protocol Immunosuppression, Boaz Hirshberg 12. Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism December 2002 Low Revascularization of Experimentally Transplanted Human Pancreatic Islets, Perola Carlsson 13. Endocrine Reviews.1997 Prevention of Type I Diabetes and Recurrent _-Cell Destruction of Transplanted Islets, Robert H. 14. Analisis of clinical and laboratorial science vol 2, 2002 , Pregnancy Hormones Prevent Diabetes and Reduce Lymphocytic Infiltration of Islets in the NOD , moce; Illaner Atwater 11 Dr. Raúl J.A. Hernández Enciso, Médico Residente de 3er año de Urgencias Médico Quirúrgicas. Hospital General Regional 46 IMSS “Estudiante masculino de 18 años con enfisema subcutáneo y neumotórax en hemitórax derecho posterior a traumatismo toráxico” Ficha clínica Paciente masculino de 18 años de edad, originario y residente de Ocotlán, Jalisco, soltero, ocupación estudiante de preparatoria, religión católica. Antecedentes de importancia Personales no patológicos: alcoholismo ocasional, sin llegar a la embriaguez, niega otras toxicomanías. Niega alergias y tatuajes. Vivienda con servicios básicos, regulares hábitos higiénicos y dietéticos. Personales patológicos: niega enfermedades crónico-degenerativas. Niega cirugías y hospitalizaciones previas, no ha recibido transfusiones sanguíneas. Heredo-familiares: desconoce. Padecimiento actual inmovilización de cuello por collarín rígido, respiración espontánea, discreto quejido inspiratorio, tórax ligeramente asimétrico en plano vertical, se observan escoriaciones dermoepidérmicas en tórax posterior, con tubo de pleurostomía en hemitórax derecho con escasa salida de material sanguinolento (aproximadamente 100 cc). En hemitórax derecho se palpan crepitaciones con datos enfisema subcutáneo, hasta cuello y en hombro ipsilateral, campos pulmonares con murmullo vesicular disminuido en hemitórax izquierdo, en hemitórax derecho ausente y a la percusión hiperresonante. Ruidos cardiacos rítmicos, de intensidad adecuada, no se auscultan soplos ni frote pleural. Abdomen simétrico, ruidos peristálticos presentes y de buena intensidad, blando, depresible, doloroso a la palpación profunda, difuso, globoso a expensas de abundante panículo adiposo, sin datos de irritación peritoneal, extremidades eutróficas, normotónicas, reflejos osteotendinosos normales, resto sin datos relevantes. Radiografía de control a su ingreso con persistencia de neumotórax con aparente colocación adecuada de tubo de drenaje cerrado, sin evidencia de niveles hidroaéreos, tráquea central. El paciente el día de su ingreso (18 de marzo de 2007), por la mañana, viajaba en la parte posterior de una camioneta tipo pick up, sufriendo accidente automovilístico tipo volcadura, y secundario a la caída recibe golpe contuso en espalda y miembro toráxico derecho, es llevado a hospital de zona donde se detectan clínicamente datos de neumotórax, por pérdida del frémito vocal, hiperresonancia y a la auscultación ausencia de murmullo vesicular, además de enfisema subcutáneo en hemitórax derecho; se decide colocación de tubo de drenaje cerrado de tórax, mediante técnica habitual y deciden enviarlo al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, con Rx de tórax previa a la colocación de tubo con neumotórax del 70%. Sin evidencia de lesión ósea aparente (sin fracturas costales). Paraclínicos Exploración física Signos Vitales: FC: 110 lpm FR: 28 rpm TA: 110/60 mmHg Tº: 36.5ºC A su ingreso se recibió paciente conciente, activo, reactivo, orientado, con Glasgow de 15, en regulares condiciones generales, hidratado, buena coloración de piel y tegumentos. Mesaticéfalo, pupilas simétricas normorreactivas, con 12 Saturación por pulsoximetría de 89%, se inicia apoyo ventilatorio con O2 en mascarilla a 10 Lt por minuto. Electrocardiograma: presenta taquicardia sinusal, eje en 100º, complejos QRS sin alteraciones. Biometría hemática: hemoglobina 12.5 g/dL, leucocitos 12,500/mcl, plaquetas 275 mil/mcl. Impresión Diagnóstica: Según lo marcan las guías de ATLS, las patologías consideradas como emergencias secundarias a traumatismo toráxico que ponen en peligro la vida de manera inmediata y que deben resolverse con la terapéutica adecuada son: neumotórax a tensión, neumotórax abierto, tórax inestable, taponamiento cardiaco, hemotórax masivo, y aquellas consideradas como urgentes que permiten un lapso discretamente mayor de tiempo para su resolución: contusión pulmonar, contusión miocárdica, ruptura de vía aérea (traqueal, bronquial, etc), y cada una con manejo dirigido basado inicialmente en la reanimación y el ABC. Traumatismo toráxico, con neumotórax traumático derecho, a descartar lesión de vías respiratorias superiores vs fractura bronquial, y/o contusión pulmonar. Se decide recolocación de tubo de pleurostomía y exploración del mismo así como revisión del aparato de drenaje, sin encontrar alteraciones. Se toma radiografía de tórax de control sin evidencia de cambios, se comenta caso con el servicio de Cirugía de Tórax y Cardiovascular, y se realiza recolocación de tubo en 2 ocasiones más sin recibir mejoría, por lo que se decide exploración quirúrgica, en la cual se encontró fractura bronquial derecha por lo que se realiza reparación de la misma, presentando radiografía de control con remisión de neumotórax, visualizándose parénquima pulmonar. Tres días posteriores se decide su egreso para vigilancia en su hospital de zona, en condiciones estables y sin apoyo ventilatorio. En este caso la primera lesión identificable es un neumotórax traumático, el cual resultó ser persistente y del cual haremos una breve revisión: El neumotórax se define como la presencia de aire en el espacio interpleural (pleura parietal y pleura visceral), debido a la lesión de esta última, con colapso pulmonar secundario, y se clasifica en espontáneo, traumático e iatrogénico. El presente caso es un neumotórax traumático, el cual a su vez se clasifica en cerrado (contuso) y abierto (penetrante). En el traumatismo de tórax cerrado, el neumotórax se Abordaje del caso Nos encontramos ante un caso de traumatismo toráxico, el cual representa aproximadamente el 25% de todas las muertes por trauma, y una tercera parte de ellas ocurre en el sitio del accidente. produce más frecuentemente cuando una costilla fracturada penetra el parénquima pulmonar, pero también puede ser causado por desaceleración o barotrauma. Esto ocurre por un incremento en la presión alveolar, lo cual puede ocasionar ruptura alveolar y paso de aire libre directamente hacia el espacio pleural o intersticial. En un trauma penetrante, el neumotórax resulta de la lesión pulmonar directa. La pérdida de la presión negativa interpleural resulta en un colapso total o parcial del pulmón, y secundario a esto ganancia de aire en el espacio interpleural. Clásicamente, una pérdida de más del 40% del volumen pulmonar secundario a un neumotórax precipita distrés respiratorio en un paciente sin patología pulmonar concomitante, como es el caso de nuestro paciente. La may- oría de los neumotórax se tratan con un tubo de drenaje cerrado de tórax (toracostomia). Los neumotórax traumáticos generalmente están acompañados de lesiones adicionales, como contusión pulmonar, fracturas costales, tórax inestable, fracturas del árbol traqueobronquial, contusión cardiaca, hemotórax, entre otras. La historia natural de un NPP no tratado sigue uno de los dos siguientes cursos: se curan espontáneamente en cuestión de pocos días, o persisten por semanas o meses. La mayoría de las veces, la fuga de aire intrapleural es autolimitada porque el colapso progresivo y la disminución de la ventilación del pulmón afectado sellan el defecto. En caso contrario, el pulmón se colapsa completamente. ��������� �������������� Históricamente, los pacientes se tra- Acerca del neumotórax postraumático persistente: Un neumotórax postraumático persistente (NPP) se define como el fracaso en el intento por sellar una fuga de aire o por reexpandir por completo el pulmón después de 72 horas de tratamiento. Esto ocurre en el 4% al 23% de los pacientes que sufren traumatismo toráxico. 13 taban conservadoramente hasta que la fuga se resolvía espontáneamente, algunas veces siendo necesarias estancias hospitalarias por varias semanas o varios tubos de toracostomia. La cirugía toracoscópica asistida por video se ha convertido en una alternativa viable al uso del tubo de drenaje prolongado. Existen entidades poco frecuentes pero no menos importantes y que es prioritario considerar en el servicio de urgencias y así ofrecer el tratamiento más adecuado. En el caso comentado se presentó dificultad en determinar la etiología del neumotórax y por lo tanto del fracaso en la colocación del tubo de toracostomia, finalmente resolviéndose gracias a la experiencia y sospecha clínica. Es importante mencionar las causas en las que se presenta expansión incompleta o nula tras la colocación de un tubo de toracostomía en caso de neumotórax: 1. Conexión inapropiada o fuga en el sistema externo tanto de los tubos como del aparato (pleura bag). 2. Mala posición del tubo de toracostomía. 3. Obstrucción del bronquio por algún objeto extraño o por secreciones. 4. Ruptura de uno de los bronquios principales. 5. Una gran ruptura de parénquima pulmonar. En caso de persistir el neumotórax posterior a la colocación adecuada del tubo de toracostomía o existe una gran fuga, está indicada la broncoscopia de urgencia para determinar e identificar la causa. En caso de no resolverse y persistir la fuga está indicada la toracotomía temprana. Fue de esta manera el seguimiento que se le dio al paciente, llegando finalmente a encontrar el diagnóstico, que fue una fractura bronquial típica. A continuación ofrecemos una breve revisión de las fracturas bronquiales. Fracturas bronquiales: Las fracturas traqueobronquiales generalmente son el resultado de un traumatismo toráxico cerrado y aparece horizontalmente o en disrupciones irregulares en la carina y extendiéndose algunas veces hacia el bronquio principal. Las fracturas bronquiales son una complicación ocasional del traumatismo de alta energía, suceden principalmente en los segmentos proximales al nacimiento de los bronquios fuente, imponen dificultad en su detección y un serio desafío en el manejo inmediato. El diagnóstico se plantea frente a una filtración aérea continua por el drenaje pleural, sin expansión del pulmón colapsado, como en el caso analizado, pero las manifestaciones también pueden ser solapadas y poco específicas. Su incidencia se desconoce, se estima una frecuencia de 2.9% a 5.8% de todos los traumatismos toráxicos. En el mundo actual, los accidentes automovilísticos son la principal causa de estas lesiones. La fractura bronquial se asocia a otras lesiones intratoráxicas graves en el 50% de los casos. El mecanismo biomecánico involucrado, puede explicarse por tres condiciones asociadas: 1. Compresión anteroposterior del árbol bronquial, que induce aumento brusco del diámetro lateral traccionando los bronquios fuente a la zona de transición, lugar donde pierden su sostén anatómico. 2. Aumento súbito de la presión de la vía aérea con la glotis cerrada, causa- do por el incremento de la presión intratoráxica durante el impacto. 3. Desaceleración y cizalla, (efecto de Macklin). Mecanismo que impacta todo el parénquima pulmonar, pero que cuya acción está magnificada en la transición entre zonas fijas y libres del árbol bronquial. Las fracturas bronquiales habitualmente son transversales por la estructura que brindan los anillos cartilaginosos. Se han hecho algunos intentos de clasificación, dividiéndolas en parciales o totales, o bien respecto a su presentación en: a) espectaculares con enfisema subcutáneo, neumomediastino y neumotórax uni o bi lateral, b) típicas, con enfisema y neumotórax, c) leves con neumotórax simple y d) atípicas, sin enfisema ni neumotórax. Signos y síntomas Los síntomas característicos son hemoptisis, disnea y neumotórax a tensión. Después de la inserción del tubo pleural suele haber expansión pulmonar incompleta (como es el caso) y flujo de aire masivo por el drenaje torácico. No todas las fracturas bronquiales causan grandes neumotórax. Si el tejido peribronquial y la pleura están indemnes, cubren la zona dañada y previenen la fuga masiva de aire, presentándose como atelectasia persistente, estenosis y supuración bronquial. �������������������������� ����������������������� ��������� �������������� 14 Radiología Los datos radiográficos van desde un neumotórax a tensión y neumomediastino, otros signos sugerentes como enfisema cervical profundo, que indica aire en la fascia profunda, que está en continuidad con el mediastino. El efecto Macklin, que involucra ruptura alveolar con disección por aire de la vaina broncovascular hacia el mediastino, sugiere un traumatismo torácico grave y podría ser considerado como un elemento más para indagar una fractura bronquial. También se puede apreciar el margen superior del pulmón colapsado por debajo de la zona de transección del bronquio fuente, o signo del pulmón caído, en caso de fractura bronquial completa. Tratamiento La broncoscopia de urgencia es el método invasivo de elección. Certifica la presencia de la fractura, su localización y su extensión en el perímetro. La broncoscopia es necesaria también en caso de requerirse intubación selectiva del bronquio sano, o la instalación del tubo de doble lumen previo a la cirugía. Después de la intervención quirúrgica es necesaria para controlar la zona de reparación. El manejo de estos pacientes es complejo; es necesario considerar una fractura bronquial frente a un trauma- tismo toráxico grave, aún cuando no se manifiesten los síntomas y signos radiológicos característicos. En caso de requerirse ventilación con presión positiva previa a la cirugía, ésta puede ser extremadamente difícil y con riesgo vital para el paciente si no se ha diagnosticado la fractura bronquial y no se ha efectuado la técnica de intubación traqueal adecuada. Puede haber filtración masiva de aire, neumotórax y enfisema subcutáneo masivo, desplazamiento del mediastino, shunt de todo el lóbulo no ventilado, hipoxemia y desaturación profunda de O2. El manejo de la vía aérea durante la cirugía debe ser meticuloso, lo esencial consiste en la intubación selectiva del bronquio sano, con un tubo simple o de doble lumen. Si la fractura bronquial es menor a 1/3 de la circunferencia, algunos autores postulan que podría tomarse una conducta conservadora. Sin embargo, la reparación precoz previene la cicatrización extensa y la infección persistente. Dependiendo del tamaño de la fractura y el perímetro comprometido, se puede considerar una reparación de la fractura o una lobectomía. Las fracturas traqueobronquiales que no han comprometido la vida, que no han sido diagnosticadas, y que no han sido tratadas adecuadamente, cursan con complicaciones tardías, que incluyen estenosis bronquiales, neumonías repetidas y bronquiectasias. REFERENCIAS 1. Casós S. 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Proporcionar soporte vital (ABCD). 2. Prevenir la absorción del tóxico. 3. Administrar antídotos si es posible y 4. Aumentar la eliminación del tóxico. PREVENIR LA ABSORCIÓN DEL TÓXICO La descontaminación es una prioridad, cuando se inicia de forma temprana, se convierte en la medida más efectiva para prevenir la absorción del tóxico y reducir la morbi-mortalidad. Los métodos de descontaminación dependen de la vía de contacto y son: Piel. La descontaminación cutánea resulta frecuentemente olvidada, es importante en plaguicidas del tipo de los organofosforados (en la agroindustria) y carbamatos (en el hogar), así como en ciertos hidrocarburos, especialmente en los aromáticos (tolueno, xileno, benzeno y trementina) y en los derivados del petróleo (keroseno, líquido de encendedores, éter de petróleo y bencina blanca o bencina común). Varios de estos compuestos pueden además producir quemadu- que hacer y que no hacer ras, lo que aumenta la posibilidad de su absorción. Se debe remover ropa contaminada, intentando retirar la sustancia con una gasa o una brocha seca y lavar todas las áreas expuestas con abundante cantidad de agua por 15 minutos. Lavar cuidadosamente detrás de los oídos, debajo de las uñas y los pliegues cutáneos. Se puede usar jabón si no está contraindicado (corrosivos). Es necesario proporcionar al personal de salud equipo de bioseguridad (guantes, mascarilla, lentes…). Gastrointestinal. Los tres métodos disponibles son los eméticos, la aspiración gástrica simple y el lavado gástrico. Ninguno de ellos ha demostrado ser superior al otro, por lo que la elección debe individualizarse en función del tipo de tóxico, del estado del paciente, de la disponibilidad de uno u otro método y de la experiencia del médico en aplicar este tratamiento. En general, sólo se indicarán ante la ingesta reciente (menos de 2 horas) y respetando siempre las contraindicaciones. Ojos. La córnea es extremadamente sensible a los corrosivos y los hidrocarburos, produciéndose daños irreversibles rápidamente. Debemos lavar inmediatamente los ojos con solución salina al 0.9% o agua de la llave por 15 minutos, separando y levantando los párpados, previa remoción de lentes de contacto e instilación de gotas de anestésico local. Después de terminar el lavado, valorar la córnea, ocluir el ojo y remitir a valoración por oftalmólogo. Vómito: En general no se recomienda, es preferible el lavado gástrico. Es útil solo como medida para realizar en casa inmediatamente después de la ingesta de tabletas o jarabes. El emético de elección es el jarabe de ipecacuana, un medicamento que no se comercializa en nuestro país, pero que la OMS ha considerado como esencial, y se encuentra disponible como fórmula magistral. Su administración requiere que el paciente esté consciente, que haya ingerido un producto a dosis tóxica y con un intervalo inferior a las 2 h. Una vez administrado por vía oral el paciente debe estar sentado en una silla o en decúbito lateral izquierdo, con un recipiente para recoger el vómito y poder observar la presencia de sustancias tóxicas. La dosis recomendada para adolescentes y adultos es de 30 mL (disueltos en 240 mL de agua), en niños de 1 a 12 años 15 mL (en 240 mL de agua), de 9 a 12 meses 10 mL (en 180 mL de agua) y de 6 a 9 meses se recomienda administrar solo 5 mL (en 120 mL de agua). Si no se observan resultados se puede repetir la dosis a los 20-30 minutos; si tam- Inhalación. Cuidar al personal de rescate de la exposición a los mismos gases o vapores, remover a la víctima del lugar e iniciar oxígeno suplementario, valorar si existe edema o indicios de quemadura de la vía aérea e iniciar ventilación si es necesario. Vigilar signos y síntomas pulmonares (esputo asalmonelado,) y tratar de acuerdo a éstos. Si se sospecha la intoxicación por monóxido de carbono (CO), metahemoglobinizantes, ácido sulfhídrico o cianhídrico, debe aplicarse oxigenoterapia a la máxima concentración disponible (idealmente 100%). 16 poco con ello se produce el vómito, debe realizarse un lavado gástrico o administrar carbón activado. Una vez producido el vómito, es conveniente no administrar nada por vía oral hasta que hayan transcurrido 60 minutos, y mantener la observación médica durante 4 horas. Aspiración gástrica simple: Colocar una sonda nasogástrica y aspirar sin lavado. Es eficaz si la ingesta es reciente (menos de 2 horas) y el tóxico es líquido. A veces se realiza para observar el contenido gástrico y valorar la realización de un lavado. La colocación de la sonda puede desencadenar vómitos, por lo que debe indicarse juiciosamente en los enfermos con disminución de la conciencia y que no tienen protegida la vía aérea. Lavado gástrico: su uso no debe ser rutinario, está indicado tras la ingesta reciente (menos de 2 horas) de una sustancia a dosis tóxica. Este intervalo de tiempo puede alargarse si el enfermo ha sido encontrado en coma o hasta 4 horas después de la ingesta de salicilatos, antidepresivos tricíclicos, fenotiazinas, opiáceos o productos anticolinérgicos. A los enfermos concientes, debe explicárseles cuál es el objetivo de este tratamiento para obtener su consentimiento y colaboración. Técnica: Debe tenerse preparado un sistema de aspiración, los pacientes en coma o con trastornos severos de la deglución deben ser intubados; se colocará una cánula de Guedel para evitar que muerda la sonda. Se coloca el paciente en decúbito lateral izquierdo, ligero Trendelenburg y con las piernas semiflexionadas (esta posición disminuye la posibilidad del paso del tóxico al duodeno, ya que la sustancia se acumula en el fondo y cuerpo gástrico). Utilizar una sonda vía nasogástrica si está conciente u orogástrica, previamente lubricada, con el diámetro interno más amplio posible, multiperforadas en su parte distal, como la sonda de Faucher. En su defecto, puede utilizarse una SNG convencional pero de grueso calibre (32-36 F). Una vez comprobada la correcta ubicación de la sonda (inyectando aire -mientras se ausculta el epigastrio- o comprobando que se aspira contenido gástrico) se aspi- ra todo el contenido gástrico y se realiza el lavado con agua o solución salina tibia. Se utilizan 200-300 mL en cada lavado parcial (10 mL/Kg en el niño), entrada por salida, ya que volúmenes mayores podrían facilitar la distensión gástrica y favorecer el vaciamiento gástrico hacia el intestino, aumentando la superficie de absorción del tóxico; y se continua hasta que el líquido de retorno sea repetidamente claro o se hayan utilizado unos 5 L de agua. Durante el lavado se realizará masaje epigástrico y una vez realizado se puede retirar la sonda o administrar carbón activado. La complicación más frecuente es la neumonía por aspiración. También se han descrito laringoespasmo, hipoxemia, taquicardia, arritmias y traumatismos sobre la faringe. Carbón activado: es un potente adsorbente, se obtiene de la cáscara de coco, del arroz, de hueso, etc. y se activa en laboratorio. Posee una gran superficie de adsorción para el tóxico y es efectivo para la mayoría de las ingestas recientes (menos de 2 horas) y graves de diferentes productos. Un estudio en que se usó 50g de carbón activado, mostró una reducción en absorción de 47.3% 40.07%, 16.5% y 21.13%, cuando el carbón activado era administrado a los 30, 60, 120 y 180 minutos posterior a la intoxicación, respectivamente. Entre los efectos adversos hay estreñimiento e impactación fecal, especialmente cuando se utilizan dosis repetidas y sin catártico. *Modalidad monodosis. Administrar previamente 10mg de metoclopramida IV para mejorar la tolerancia digestiva. La dosis recomendada es de 25-100g en el adulto (disueltos en 100-200 mL de agua tibia) o de 1g/Kg en el niño. Se administra por vía oral o por sonda nasogástrica, de forma lenta. Se deja pinzada la sonda nasogástrica por 2 horas y luego se deja a gravedad. *Modalidad de diálisis intestinal. Las dosis múltiples de carbón activado están indicadas en pacientes que han ingerido grandes cantidades del tóxico, poniendo en peligro su vida; existen algunos estudios que apoyan la utilización de multidosis sugiriendo l del o a i c i n d jo i oxica t Mane n i nte e i c a p r e c a h e u q e y qu er c a h no que se aumenta la eliminación de amitriptilina, dextropropoxifeno, digitoxina, digoxina, disopiramida, nadolol, fenilbutazona, fenitoina, piroxicam y sotalol, aunque no existen estudios suficientes que respalden su aplicación. En caso de utilizarse, la dosis es administrada cada 3-4horas, pinzándose la sonda por 2 horas y luego dejándola a gravedad por 1 horas, hasta la mejoría clínica o laboratorial. Catárticos: se utiliza con el fin de aumentar el tránsito intestinal y de esta forma disminuir la absorción del tóxico y la posibilidad de obstrucción por carbón activado, por lo que se recomienda administrarlos en conjunto. Se debe administrar una sola dosis por que puede provocar dolor, diarrea o deshidratación. Las dosis de catárticos vía oral o SNG son las siguientes: Manitol 20% (100ml = 20g) 2-4 ml/kg de peso, Sorbitol 1 g/kg de peso (en adultos se recomienda al 70%:1-2 ml/ kg; y en niños sorbitol al 35%:4.3 ml/ kg), Citrato de Magnesio (4ml/kg en niños de una solución al 10% y 250 ml en adultos) o Sulfato de Sodio o Magnesio 250 mg/kg. Repetir la mitad de la dosis si a las ocho horas no se ha obtenido evacuación. En niños son poco utilizados ya que pueden llevar a desequilibrio hidro-electrolítico rápidamente, recomendándose la monodosis o la administración de lactulosa a dosis de 14 gr al día, dividido en 4 dosis (niños de 6 a 12años), 7 gr al día en 4 dosis (niños de 1 a 5años) ó 3,35 gr al día en cuatro dosis (niños menores de un año). Irrigación intestinal: La solución de polietilenglicol (solución evacuante Bohm®, Nulytely®, Contumax®) tiene ��������� �������������� 17 interés en caso de ingesta de productos tóxicos en envases herméticos (bodypackers de heroína o cocaína), tóxicos no adsorbidos por el carbón activado (litio, hierro, etc), substancias de liberación retardada (teofilina, verapamilo, etc), productos muy tóxicos (arsénico, paraquat, etc) o cuando no es posible la administración de carbón activado. Se administra un sobre de 17,5 g en 250 mL de agua, por vía oral o sng, cada 15 minutos, durante 2-3 horas o hasta obtener diarrea clara. Es inactivado por el de carbón activado. AUMENTAR LA ELIMINACIÓN DEL TÓXICO Una vez que se ha logrado disminuir la absorción del tóxico, las medidas para aumentar la eliminación son utilizadas de acuerdo a la evolución tóxica; valorando las características de la sustancia: si es adsorbible por carbón activado, si se liga o no a proteínas y su ruta de eliminación. Los métodos de eliminación son: Manipulación de la orina: Forzar diuresis con líquidos y diuréticos (furosemida, manitol) IV para aumentar la tasa de filtración glomerular. El manitol se utiliza a dosis de 1gr/kg en infusión IV, para mantener un flujo urinario de 100-500 ml/h (dosis total máxima de 6 gr/kg/d). En el caso de los ácidos débiles (fenobarbital, salicilatos, herbicidas derivados del 2,4 Diclorofenoxiacético, estrictina, clorpropamida, metotrexato) la diuresis forzada con alcalinización de la orina ha sido utilizada con éxito. Se añade a las soluciones IV el bicarbonato de sodio a razón de 1 a 2 mEq/kg de peso; en caso de no lograrse la alcalinidad de la orina (pH entre 7.5 y 8.5), administrar bolos endovenosos de bicarbonato de sodio en dosis de 0.5 mEq/kg de peso, vigilando datos de hipokalemia. En el caso de las bases débiles (anfetaminas, quinidina, fenciclidina), se puede forzar la eliminación con acidificación de la orina administrando ácido ascórbico a dosis de 50 mg/kg/día dividido en 4 dosis IV u oral para lograr un pH urinario entre 5 y 6.5. Hemodiálisis: Las sustancias tóxicas son filtradas a través de las membranas semipermeables. Es útil en ciertas intoxicaciones: litio, salicílicos, etanol, metanol y permite corregir trastornos hidroelectrolíticos asociados; sin embargo es inferior a la hemoperfusión. Hemoperfusión: con el método de diálisis se filtra la sangre a través de una membrana que contiene una sustancia de características similares al carbón activado (resina Amberlite®). Es útil en intoxicaciones por barbitúricos y teofilina, aunque en esto también es efectivo el carbón activado en modalidad de diálisis intestinal. Diálisis peritoneal: Es de limitada efectividad en la remoción de drogas. Para la mayoría de los tóxicos no constituye una ventaja adicional respecto de la diuresis forzada con manipulación acido-básica. REFERENCIAS 1. American Academy of Clinical Toxicology, European Association of Poisons Centers and Clinical Toxicologists. Position Paper: Position Statement and Practice Guidelines on the Use of Multi-Dose Activated Charcoal in the Treatment of Acute Poisoning. CLINICAL TOXICOLOGY. 37(6), 731–751 (1999). 2. American Academy of Clinical Toxicology, European Association of Poisons Centers and Clinical Toxicologists. Position Paper: Ipecac Syrup. Journal of Toxicology. CLINICAL TOXICOLOGY. Vol. 42, No. 2, pp. 133–143, 2004. 3. American Academy of Clinical Toxicology, European Association of Poisons Centers and Clinical Toxicologists. Position Paper: Cathartic. Journal of Toxicology. CLINICAL TOXICOLOGY. Vol. 42, No. 3, pp. 243-253, 2004. 4. American Academy of Clinical Toxicology, European Association of Poisons Centers and Clinical Toxicologists. Position Paper: Single-Dose Activated Charcoal. CLINICAL TOXICOLOGY. Vol. 43:61–87, 2005. 5. Proudfoot, A. T. et cols. National Poisons Information Service. Position Paper on Urine Alkalinization. CLINICAL TOXICOLOGY. Vol. 42, No. 1, pp. 1–26, 2004 http://www.aapcc.org American Association of Poison Control Centers. 6. http://www.clintox.org/ American Academy of Clinical Toxicology. 7. http://escuela.med.puc.cl/publ/GuiaIntoxicaciones/CitucIndice.html CENTRO DE INFORMACION TOXICOLOGICA Y DE MEDICAMENTOS. 8. American Academy of Clinical Toxicology, European Association of Poisons Centers and Clinical Toxicologists. Position Paper: Whole Bowel Irrigation. Journal of Toxicology. CLINICAL TOXICOLOGY. Vol. 42, No. 6, pp. 843–854, 2004. 18 QUÉ NO HACER 1. No inducir el vómito en ingesta de sustancias aceitosas, corrosivos, hidrocarburos aromáticos, derivados del petróleo, pacientes somnolientos, estuporosos o comatosos o en pacientes con ingesta de sedantes de acción rápida. 2. La administración de eméticos como el sulfato de cobre, el cloruro sódico o la estimulación faríngea del reflejo nauseoso son ineficaces e incluso peligrosos. 3. No utilizar jarabe de ipecacuana, si el paciente presenta: trastornos de la deglución, tratamiento con cianamida cálcica o disulfiram, diátesis hemorrágica, choque, embarazo o niños menores de 6 meses, trastornos de la conducción o arritmias, convulsiones, coma o ingesta de cáusticos o hidrocarburos 4. No realizar lavado gástrico en pacientes estuporosos o comatosos si no se ha asegurado la vía aérea. 5. No utilizar carbón activado en casos de sospecha de obstrucción, perforación intestinal o hemorragia digestiva alta. Su uso es ineficaz en ingesta de álcalis, etanol, metanol, etilenglicol, hierro, litio, potasio. 6. No utilizar catárticos en caso de obstrucción o perforación intestinal, cirugía intestinal reciente, vómitos, estado de choque, trastorno electrolítico o ingesta de cáusticos. Catártico con magnesio no debe darse M a nejo con falla renal o bloqueo pacientes pen inic aci cardiaco. en t e ial d into el xica do que hace r y qu no h e acer 9. American Academy of Clinical Toxicology, European Association of Poisons Centers and Clinical Toxicologists. Position Paper: Gastric lavage. Journal of Toxicology. CLINICAL TOXICOLOGY. Vol. 42, No. 7, pp. 933–943, 2004. 10. Pinzón Iregui, Maria Clara. Intoxicaciones agudas. Manejo básico. 2003. 11. Anales Instituto Nacional de Toxicología. Intoxicación por cáusticos, Madrid, vol. 26, Suplemento 1, 2003. 12. Durán, Isabel y cols. Intoxicaciones. Medidas generales. Asociación Española de Pediatría. 2002. p 225-38. 13. Montoya Cabrera, Miguel Angel. Programa de actualizacion continua en pediatria. Intoxicaciones en pediatría. 14. Games Eternod, Juan. Urgencias Pediatricas. E. Mendez. 2004, p 433-437. 1. ¿Cual de los siguientes B-bloqueadores es cardioselectivo? a. Propranolol b. Oxiprenolol c. Atenolol d. Nadolol e. Timolol ��������� �������������� 2. Una de las siguientes enfermedades no se relaciona con hipertensión arterial. a. Síndrome de Cushing b. Síndrome de Conn c. Pericarditis constrictiva d. Hipertiroidismo e. Toxemia gravídica 3. ¿En que consiste el síndrome de Conn? a. Insuficiencia adrenal b. Nefritis hereditaria, sordera y dislocación de cristalino. c. Poliradiculoneuropatía desmielinizante d. Hiperaldosteronismo primario causado por tumor e. Panhipopituitarismo 4. ¿Cual de las siguientes afirmaciones referidas al neumotórax es verdadera? a. No se resuelve si no se instala drenaje pleural b. Nunca es necesario tratamiento quirúrgico c. En los neumotórax secundarios, es obligatorio el tratamiento mediante drenajes d. El neumotórax espontáneo reaparece en casi todos los pacientes e. El neumotórax a tensión no constituye casi nunca una urgencia médica. 5. Un accidente vascular cerebral transitorio es aquel cuyas manifestaciones clínicas regresan antes de: a. 24 horas b. 36 horas c. 48 horas d. 72 horas e. Una semana 6. Los cálculos vesicales deben hacer pensar en: a. Emigración de un cálculo ureteral a la vejiga b. Hiperparatiroidismo secundario c. Acidosis tubular renal d. Cistitis crónica e. Obstrucción ureteral o vejiga neurógena 7. El origen más frecuente de metástasis cerebrales es: a. Cáncer de mama b. Cáncer de pulmón c. Cáncer de páncreas d. Cáncer de riñón e. Cáncer de hígado 19 8. Una mujer de 60 años refiere episodios repetidos de ceguera del ojo izquierdo de unos minutos de duración y consulta por dificultad para expresarse y pérdida de fuerza en mano derecha y en la cara. El diagnóstico mas probable es: a. Hematoma subdural crónico b. Oclusión de la arteria cerebral media izquierda c. Oclusión de la carótida interna d. Migraña con aura e. Esclerosis múltiple 9. Son nervios craneales con terminaciones nerviosas sensibles al dolor. a. II, III, VIII b. I, VI. c. IV, XI d. V, X, IX e. Todos los anteriores 10. El tiempo de protrombina esta alargado en: a. Déficit de factor VIII b. Déficit de factor IX c. Déficit de factor VII d. Todos los anteriores e. Ninguno de los anteriores 11. La complicación cardiaca más frecuente en la insuficiencia renal crónica es: a. Miocardiopatía urémica b. Endocarditis urémica c. Pericarditis urémica d. Cardiopatía coronaria e. Estenosis subaórtica 12. ¿Qué nombre recibe el síndrome caracterizado por la asociación de adenomas del colon con tumores de partes blandas, fibromas y osteomas?. a. Síndrome de Gardner b. Síndrome de Peutz-Jeghers c. Síndrome de Cronkhite-Canada d. Síndrome de Meigs e. Síndrome de Anderman. 13. ¿Cuál de los siguientes fenómenos es menos característico de un estado atópico? a. El asma bronquial b. La urticaria c. La rinitis alérgica d. El eccema e. La anafilaxia 14. ¿Cuál de los siguientes factores aumenta el riesgo de nefrotoxicidad por aminoglucósidos? a. Edad avanzada b. Tratamiento prolongado c. Niveles séricos elevados de aminoglucósidos d. Administración concomitante de cefalotina e. Todos los anteriores 15. Insecto responsable de la enfermedad de Chagas causada por Trypanosoma cruzi a. Mosca Tsetsé b. Mosquito anófeles c. Aedes aegypti d. Triatómido e. Chinche hocicona Respuestas 1. D. Actúa solo sobre los receptores beta del corazón, pero no es b1 selectivo, ojo. Vasovagal syncope: a prospective, randomized, crossover evaluation of the effect of propranolol, nadolol and placebo on syncope recurrence and patients’ well-being Panagiota Flevari, Efthimios G. Livanis, George N. Theodorakis, Elias Zarvalis, Theoni Mesiskli, and Dimitrios T. h Kremastinos J. Am. Coll. Cardiol., Aug 2002; 40: 499 - 504. 2. C. La pericarditis constrictiva provoca insuficiencia cardiaca aguda que da lugar a hipotensión arterial. El resto de entidades están asociadas con hipertensión arterial sistémica secudnaria. H. Haley, A. Jamil Tajik, Gordon K. Danielson, Hartzell V. Schaff, Sharon L. Mulvagh, and Jae K. Oh. J. Am. Coll. Transient constrictive pericarditis: causes and natural history John Cardiol., Jan 2004; 43: 271 - 275. 3. D. El síndrome de Conn es causado por un tumor secretor de aldosterona que resulta en hipertensión, hipokalemia, hipernatremia, alcalosis metabólica y niveles bajos de renina en plasma. Harrison. Principios de medicina interna, Braunwald, Kasper, Fauci, Longo, Jameson, Hauser. 15ª edición. 4. C. En ocasiones se resuelve espontáneamente, y en otras es necesario el tratamiento quirúrgico. Es reiterativo en el 25% de los pacientes y cuando es a tensión constituye una urgencia médica. Nuria Manes, Helena Hernandez-Rodriguez, Soledad Lopez-Martin, and Fernando Sanchez-Gascon. Chest, Pneumothorax—Guidelines of Action Feb 2002; 121: 669. 5. A. Los accidentes vasculares cerebrales transitorios o ataque isquémico transitorio regresan antes de las 24 horas y se limitan al área cerebral irrigada por una determinada arteria. Reinhard Rohkamm. Color atlas of neurology. Ed. Thieme 6. E. Los cálculos vesicales son poco frecuentes en países desarrollados, y solo aparecen como consecuencia de una obstrucción ureteral o vejiga neurógena complicada con una infección de vías urinarias. Barbara T Benevento and Marca L Sipski Neurogenic Bladder, Neurogenic Bowel, and Sexual Dysfunction in People with Spinal Cord Injury Physical Therapy, Jun 2002; 82: 601 - 612. 20 7. B. Las neoplasias pulmonares dan origen a casi la mitad de las metástasis cerebrales. Harrison. Principios de medicina interna, Braunwald, Kasper, Fauci, Longo, Jameson, Hauser. 15ª edición. 8. C. Los signos y síntomas característicos de la obstrucción parcial de la carótida interna son ceguera intermitente ipsilateral combinada con hemiparesia y alteración de la sensibilidad contralateral. A menudo, este cuadro se inicia con episodios de ceguera monocular transitoria y posteriormente aparecen la pérdida de fuerza y la alteración sensitiva. Reinhard Rohkamm. Color atlas of neurology. Ed. Thieme 9. D. Solo los pares V, IX y X tienen terminaciones sensibles al dolor, además de los tres primeros nervios cervicales esto puede correlacionarse con las cefaleas y migraña, ya que son las estructuras comúnmente afectadas durante estos episodios, especialmente el V. John Gilroy. Neurología Ed. McGraw Hill 10. C. El tiempo de protrombina explora la vía extrínseca de la coagulación y concretamente los factores II, V, X, VII y fibrinógeno. Plasma Tissue Factor Plus Activated Peripheral Mononuclear Cells Activate Factors VII and X in Cardiac Surgical Wounds. Takashi Hattori, Mohammad M.H. Khan, Robert W. Colman, and L. Henry Edmunds, Jr. J. Am. Coll. Cardiol., Aug 2005; 46: 707 - 713. 11. C. La pericarditis urémica es una complicación muy tardía de la insuficiencia renal crónica. Antes de la hemodiálisis y del transplante renal, la presentaban aproximadamente la mitad de los pacientes. Generalmente suele mejorar tras el tratamiento con diálisis. Sin embargo, en ciertos pacientes puede ser necesaria la pericardiectomía. Jonathan Costa, Robert S. Crausman, and Marc S. Weinberg. Acute and Chronic Renal Failure J Am Podiatr Med Assoc, Mar 2004; 94: 168 – 176. 12. A. El síndrome de Gardner se caracteriza por la aparición de múltiples tumores de partes blandas, fibromas, osteomas y también adenomas de colon. Constituye un importante riesgo para desarrollar cáncer de colon. Chimenos-Küstner E, Pascual M, Blanco I, Finestres F. Poliposis familiar hereditaria y síndrome de Gardner. Aportación a la exploración odontoestomatológica. 13. E. El término atopia incluye una serie de afecciones que tienen como común denominador la presencia de anticuerpos reagínicos (IgE) en suero; las más comunes de tales afecciones son el asma, la rinitis alérgica, la urticaria, la dermatitis atópica y la conjuntivitis. Aunque suele considerarse la anafilaxia dentro de este grupo de afecciones, parece que se detecta con igual frecuencia en individuos atópicos y no atópicos. En este grupo de pacientes suele detectarse niveles de IgE elevados, la presencia de IgE específica de antígeno y una respuesta a la terapeútica con inmunoterapia (inyección de antígeno). Compendio de Medicina interna. Ed. Salvat 1988. 14. E. Los aminoglucósidos son tóxicos renales directos, teniendo como factores que aumentan el riesgo todos los mencionados. Lippincott’s Illustrated Reviews: Pharmacology Richard D Howland. 15. D. Este insecto transmite los tripanosomas por medio de las heces, defecando en el sitio donde pica al humano; este al rascarse se encarga de diseminar los tripanosomas. Microbiología. Zinsser. 20ª Ed. Editorial panamericana 16. Pregunta abierta Paciente masculino de 4 días de vida con diagnóstico prenatal de megavejiga, megaureteros e hidronefrosis bilateral que presenta a su ingreso abdomen globoso por hipoplasia de músculos abdominales, con pliegues cutáneos redundantes, vesícula palpable a 4 cm por arriba de la sínfisis del pubis, criptorquídea bilateral e ictericia; durante su estancia presenta oliguria y creatinina sérica de 2.6 mg/dL por lo que se realiza uretrocistograma reportando vejiga neurogénica, decidiendo realización de vesicostomía con descenso de la creatinina a 0.9mg/dL. En el ecosonograma se reportan riñones aumentados de tamaño además de las alteraciones previamente mencionadas, ¿cuál es el probable diagnóstico? Respuesta a la pregunta abierta del número anterior: * Tipo de glucogenosis y déficit enzimático en la cual se presenta fibrosis cardiaca: Las enfermedades por almacenamiento de glucógeno son trastornos hereditarios que afectan al metabolismo del glucógeno. La frecuencia de todas las formas de la enfermedad es aproximadamente 1/20,000 nacidos vivos. En general afectan cualitativamente o cuantitativamente al hígado, músculo estriado esquelético y algunas al miocardio. En la actualidad se conocen más de 12 tipos de glucogenosis. Las glucogenosis que afectan al miocardio son la Enfermedad de Andersen o tipo IV (déficit de la enzima ramificante) que afecta raramente al miocardio, la Enfermedad de Pompe ó tipo II (déficit de alfa1,4 amilo-glucosidasa ácida lisosómica o maltasa ácida) enzima responsable de la descomposición de glucógeno en los lisosomas; el mecanismo por el cual en la mayoría de los pacientes con esta enfermedad presentan tabiques fibrosos en miocardio es desconocida. En este tipo de glucogenosis aumentan los niveles de CK, AST y DHL, la biopsia de músculo es de bastante utilidad por los hallazgos histopatológicos. El diagnóstico se establece por la ausencia o niveles reducidos de la actividad de la alfa-glucosidasa en el músculo o en los fibroblastos cutáneos cultivados. En la actualidad no se dispone de ningún tratamiento eficaz. SWAIMAN, KENNETH F. Diseases Associated with Primary Abnormality in Carbo� hydrate Metabolism. ��� En: Pediatric Neurol� � � ogy, 4th Edition. 2004. p. 426-428. ��� �� � � � � � �� � ��� 21 ESCALA DE SEGUIMIENTO DE GLASGOW EN ADULTOS (Glasgow Outcome Scale GOS): Wright, J. The Glasgow Outcome Scale. The Center for Outcome Measurement in Brain Injury. 2000. ESCALA DE SEGUIMIENTO DE KING PARA TCE EN NIÑOS King’s Outcome Scale for Childhood Head Injury (KOSCHI) ESCALA DE SEGUIMIENTO DE GLASGOW EXTENDIDA (Extended Glasgow Outcome Scale GOSE) Sander, A. (2002). The Extended Glasgow Outcome Scale. The Center for Outcome Measurement in Brain Injury. Crouchman M, Rossiter L, Colaco T, et al. A practical outcome scale for paediatric head injury. Arch Dis Child 2001;84:120–4. 22 ARTE Y CULT UR A Toma de Decisión Dr. José Luis Cervantes Michel Médico Adscrito al Servicio de Neurología y Neurocirugía HCFAA La vida dentro de un hospital tiene un sinnúmero de historias que las más de las veces “recogen” las paredes y pasillos por los que uno transita durante años y años. A nosotros, el personal médico, se nos va nuestra existencia dentro de ellos… Cuando uno empieza a narrar algunos de esos episodios, se empieza a conformar el “Anecdotario Galénico” que al igual que las fotografías y las películas de video nos dejan plasmados las vivencias de cada generación. Corría por ahí el año de 1973 en sus inicios cuando estando de guardia en el servicio de admisión y cercana la hora de la cena escuché una voz que a escasos metros y a mis espaldas decía: “¡Hey!, ¡Interno!, ¿eres tú interno?; “Claro”, contesté, “¿qué se te ofrece?”; y esa figura de un médico residente de mayor grado apoyado sobre un bastón, ya que dicho médico tenía secuelas de polio, me dijo: “tengo una cirugía de urgencia de un masculino adulto herido con arma de fuego en la cabeza y no tengo quien me ayude, ¿me ayudas?”; -“¡Claro que sí!”, repliqué, “¡vamos!”… ¡Mi primera ayudantía de neurocirugía como médico interno! Me impresionó ver la masa encefálica y el hueso craneal lastimados, seriamente afectados, y durante no menos de 2 ó 3 horas admirar el afán y dedicación de ese residente de neurocirugía a esmerarse en rescatar la vida de ese hombre. Recuerdo que ese paciente no logró tener cama en la unidad de cuidados intensivos por estar saturada y que durante los siguientes 7 a 8 días acudía yo temprano a verlo en la sala Francisco Macías Gutiérrez impresionado porque seguía aferrado a este mundo. Al cabo de otros días el paciente falleció, pero la impresión que me dejó me hizo pensar y decidir… Me dije: “José Luis: de aquí eres”, y al poco tiempo que me tocó la rotación por el servicio de Neurología y Neurocirugía llegué para quedarme. Aprovecho y rindo homenaje a ese médico residente que se llamaba Gilberto Vázquez Cerda (q.e.p.d). Medicina de urgencias: Historia y Evolución Dr. Gustavo Edgard Castellanos Moreno Residente de 3er año de Medicina de Urgencias H.G.R. No. 46 IMSS. Son las 3 de la mañana. Julio le dice a su esposa que desde la mañana ha sentido en su pecho una especie de malestar. Sin dudarlo, acuden con el médico a su clínica más cercana el cual les dice: ”Es sólo un padecimiento estomacal, tome estas pastillas y venga mañana para hacerle unos estudios.” En otra clínica, Laura no sabe qué le pasa, lleva varias horas sintiendo mareo, no sabe si fue lo que comió, si el medicamento que tomó para el mareo puede provocar lo que siente o si simplemente es algo pasajero. Acude a urgencias de un hospital cercano donde le realizan toda una serie de estudios, que ella considera innecesarios. Al final, se va a casa sin haberse resuelto su problema. Casos como los que nos ocupan son cosas de todos los días. 21 La Medicina de Urgencias es tan antigua desde que el hombre sufre de enfermedades o lesiones que amenazan su vida. Con el advenimiento de las especialidades médicas y la estructuración de la medicina, la atención clínica se centró en áreas de influencia, siendo la asistencia de la enfermedad segregada a cada especialidad. La evolución histórica de la Medicina de Urgencias ha sido la historia de las guerras. En el siglo XI, con la orden de Siant John en Jerusalén con el transporte de heridos hacia tiendas acondicionadas, pasando hasta 1792 por el Barón Dominique Larrey, general del ejército de Napoleón que introdujo la creación de ambulancias y hospitales de campo, hasta la Segunda Guerra Mundial, el área de influencia ha ido en constante avance hasta llegar a los años 70 con la creación de los primeros Sistemas de Atención Integral de Urgencias (SAMU de París y los EMS de los EUA). La Medicina de Urgencias, como una Especialidad adecuadamente colegiada, estructuralmente bien ordenada y organizada dentro de la Actividad clínica contemporánea es relativamente nueva. Los Servicios de Urgencias bien estructurados surgieron en los Estados Unidos de América a partir de los años 60. En México la organización del sistema dio cabida a la especialidad a partir de la década de los 90, siendo un parte aguas el terremoto en México de 1985, donde la sociedad y las autoridades se dieron cuenta que no se contaba con la infraestructura, capacidad humana ni técnica para atender casos de urgencia. Históricamente, la atención en los ARTE Y CULT UR A servicios de Urgencias había sido considerada tierra de nadie. Ha sido, y sigue siendo aún hoy, atendida por médicos de diferentes especialidades. Para nadie era un secreto que, hasta en los mejores hospitales, durante mucho tiempo en el área de urgencias lo mismo se veía a un paciente infartado ser inicialmente visto por un traumatólogo o un paciente fracturado visto por un internista, a un paciente con trauma craneoencefálico severo atendido por un endocrinólogo, sin demeritar por ello el que, sin una especialidad en el ramo reconocida, fueran pioneros en dicha área. Al reconocer que se necesitaba contar con equipo capacitado en las áreas de urgencias, surgen a mediados del siglo XX los primeros cursos de especialización en Medicina de Urgencias, los primeros abordando los problemas que dejaban los conflictos bélicos en diferentes países, y después evolucionando hasta la atención de urgencias en la actualidad. Son multivariadas las razones que han incrementado el interés por la especialidad. El desarrollo de la medicina, la transición demográfica y por consiguiente la morbi-mortalidad aunado a la perfección en la tecnología, hacen del campo de la Medicina de Urgencias un nicho aún en transición, hacia el mejoramiento de la atención y estructuración de los servicios. Existen múltiples organismos dedicados a la investigación, enseñanza y desarrollo de la medicina de Urgencias. Los países que cuentan con organizaciones nacionales de Medicina de Urgencia incluyen a Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Australia, Hong Kong, Singapur, Corea, China, Taiwán, México, Argentina, Chile, España, Croacia, Turquía, Polonia, Israel, India, República Checa, Hungría, Eslovenia e Italia. El resto de los países cuenta aún con programas de residencia en desarrollo. En México la especialidad tiene una duración de 3 años, y se obtiene vía Examen Nacional para Residencias Médicas. Existen alrededor de 20 sedes en el país y en Jalisco sólo 2 sedes están capacitadas como formadoras de especialistas médicos en urgencias: el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde” y el Hospital General Regional No. 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social. Se calcula que en el país, aproximadamente al número de profesionales con Especialidad en Urgencias no alcanza a cubrir aún el 5% de todas las Unidades que cuentan con servicios de urgencias. Hemos de aceptar que la Medicina de Urgencias ha representado un enorme avance de la Medicina moderna durante los últimos 50 años con el consiguiente beneficio a los enfermos y a la sociedad. Su compleja organización, los recursos técnicos y humanos y el avance constante de la Medicina, le han dado una gran dinámica. El reto hacia el futuro es que toda atención en las Áreas de Urgencias sea dada por profesionales capacitados, que tengan una actualización constante de los protocolos de atención a los enfermos críticos, investigadores del concepto real de la atención en urgencias, lo cual, desde su inicio hace que la atención de urgencias sea un campo de mejora continua. El Médico Especialista en Urgencias, definido como el profesional de la me22 dicina que se enfoca en la detección, manejo, docencia e investigación del paciente con patología o procesos que de forma aguda ponen en peligro la vida, un órgano o función podrá llevar a cabo programas que, en un futuro , evitarán que menos pacientes como Julio, se vayan a casa sin detectársele el síndrome coronario y a Laura se le diferencie su vértigo entre central o periférico, evitando costos y complicaciones innecesarias, cumpliendo por fin el viejo dicho que reza: “zapatero... a tus zapatos”. Noche de Luna Alfonso López Vázquez Médico Interno de Pregrado Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde” Tras el sonido de una noche de luna, mi voz no sabe como hacerte el amor. Luna ciega y callada que ilumina mi corazón, que por un instante imito sin razón. Sonrío al mirar tal esplendor, piel de ébano que insita al candor de una noche de pasión. Desvío mi camino para poder admirar tu perfección, lo lamento al no encontrar tal fervor. Como deseo mirar tus ojos y probar de tus labios, ¿Cómo puedo mirar a la luna si aún no conozco tu voz?, extraña sensación, oscuro deseo que embate mi alma cuando te veo. Sentirte cerca es lo que anhelo, deseo que mis brazos recorran tu piel; cual jinete sin sosiego, que tu cuerpo desnudo me ciegue como el pecado al cordero, abrirme paso por tu cuerpo, para llegar a tu corazón, para así saber el nombre de la dueña que me provoca intriga y dolor. Eterna pasión de juventud, divino regalo de tu existir, tantos lugares y sigo pensando en ti. La luna finge su muerte cada amanecer, pero siempre ha vuelto a renacer. Aunque mi amor no sea eterno, mi pasión por ti es un exceso. Del padre de nuestro hospital… Fray Antonio Alcalde y Barriga (1701-1792) Humanismo y religión Comité Editorial Revista Médica Hipócrates El día 15 de marzo de 1701 nació el señor don Fray Antonio Alcalde y Barriga en la villa de Cigales, del obispado de Valladolid, en la Provincia de Castilla la Vieja. Sus padres fueron el señor don José Alcalde y la señora doña Isabel Barriga. Muy joven decidió entrar en la Orden del Canónigo de Osma. En 1717 cuando sólo contaba con dieciséis años, tomó el hábi- to dominicano en el insigne convento de San Pablo, donde profesó después de haber hecho los estudios correspondientes a la carrera que abrazaba. En 1725 es ordenado sacerdote; de 1727 a 1759 se dedica a la enseñanza de Artes, Filosofía y Teología en varios colegios y conventos de los dominicos. El 20 de mayo de 1771, Carlos III lo nombra para Obispo de Guadalajara y el 19 de agosto de 1771, tomó posesión como obispo de la Santa Iglesia Catedral de Guadalajara y su Obispado, a partir de ahí, Fray Antonio Alcalde se fijó una misión, el impulso definitivo a la fundación de la Real y Literaria Universidad de Guadalajara tras un siglo de gestiones para lograr su establecimiento. Interpuso su influencia ante el rey de España para que se aplicase al patrimonio universitario los bienes de las temporalidades de la extinguida Compañía de Jesús, incluido el templo y el edificio del antiguo Colegio de Santo Tomás. Donó 60, 000 pesos para cumplir su promesa de dotación de las cátedras y estimuló al cabildo catedralicio para que aportara los 10, 000 pesos restantes necesarios para la fundación. El patrimonio universitario original e indispensable para lograr la fundación fue de 95, 298 pesos. El señor Alcalde aportó casi las dos terceras partes del importe total. Tras vencer las últimas dificultades, el 18 de noviembre de 1791, en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, el rey Carlos IV otorgó la cédula real de la fundación de la Universidad de Guadalajara; con gran júbilo de sus habitantes y en especial de fray Antonio Alcalde, quien de común acuerdo con el presidente de la Real Audiencia, Jacobo Ugarte y Loyola, designaron como primer rector de la Universidad, al doctor José María Gómez y Villaseñor. Su sentido de la justicia y la libertad lo llevó a denunciar y corregir con firmeza los abusos de las autoridades eclesiásticas y civiles; por otra parte, dio siempre un trato en extremo cortés a todo el que cruzó por su camino, prueba elocuente del valor que daba a la dignidad humana. Poseía auténtico sentido del humor, pues sabía y gustaba reírse de sí mismo; combinando ingenuidad y agudeza, corregía a los infractores con guante blanco. En 1792, un poco antes de su fallecimiento, fray Antonio Alcalde, consagró un Nuevo Hospital “A la Humanidad Doliente”, practicando él personalmente, una curación y que para constancia se labraron unas piedras que removidas de su sitio original, ahora se encuentran a un lado del corredor de ingreso del hospital. El 7 de agosto de 1792, a las cuatro de la mañana y en esta ciudad tapatía, murió Fr. Antonio Alcalde, después de vivir en esta tierra, a sus 91 años, cuatro meses y 22 días. El día de su fallecimiento la Campana Mayor de Catedral comenzó su lúgubre tañir cada cuarto de hora por 100 veces, culminando en un redoble general de todas y cada una de las campanas de toda la ciudad durante una hora, para anunciarle al pueblo que había entregado su alma a Dios el anciano que durante los 21 años que vivió entre nosotros fundó la Universidad de Guadalajara, la primera imprenta, el Real Consulado de Comercio, 100 industrias de artefactos de algodón, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, el Beaterio de Santa Clara y el Sagrario Metropolitano. La muerte de fray Antonio Alcalde impidió que viera su obra terminada, siendo hasta abril de 1794 cuando ésta se culminó. REFERENCIA Mario Paredes Espinoza. Salud pública Méx vol.45 no.3 Cuernavaca May/June 2003. 2007 Instituto Nacional de Salud Pública. 22