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La importancia de la desinfección de las lentes de contacto y el cumplimiento actual de su mantenimiento Autora; Cheryl Donnelly, Directora de Medical Affairs, EMEA. Bausch+Lomb, Visioncare. Las lentes de contacto están disponibles en toda una serie de prescripciones / parámetros y la flexibilidad que ofrecen en cuanto a la corrección de la visión y al estilo de vida que permiten se refleja en su amplio uso: aproximadamente 125 millones de usuarios en todo el mundo1. La desinfección de las lentes es un componente vital del éxito de la adaptación y uso de lentes de contacto. Hay dos aspectos clave en la desinfección efectiva de las lentes: 1) el cumplimiento por parte del paciente de los regímenes de mantenimiento prescritos; y 2) las capacidades de desinfección de las soluciones para lentes de contacto utilizadas. Cumplimiento de los regímenes de mantenimiento de lentes por parte del paciente El cumplimiento de los regímenes de mantenimiento de lentes prescritos juega un papel vital a la hora de minimizar la posible aparición de inflamación e infecciones oculares2. A pesar de la importancia de seguir fielmente los regímenes de mantenimiento de lentes prescritos, el cumplimiento completo de los pacientes ha sido históricamente escaso, variando entre el -20% y el -90% en función de la definición de cumplimiento, es decir, uso correcto de la solución, lavado de manos y reemplazo del estuche portalentes2. Hay muchas razones posibles por las que los pacientes no siguen las recomendaciones, incluida la escasez de tiempo para ocuparse de las lentes y la falta de educación. Quizá el hecho de que las lentes de contacto estén disponibles a través de muchos canales también afecta al cumplimiento ya que los pacientes no consideran sus lentes como dispositivos médicos. Con tantos aspectos que afectan al cumplimiento, hay multitud de formas en las que los pacientes pueden incumplir los regímenes de uso y mantenimiento de las lentes de contacto. La primera forma de incumplimiento que trataremos tiene que ver con las propias lentes de contacto, concretamente con la duración del uso y la frecuencia de reemplazo. En una revisión de dos grandes estudios de consumidor (N = 3.771) realizados en Europa (Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, España [ambos estudios]; Rusia, Polonia, Países Bajos y Suecia [un estudio cada una]), el 77% de los encuestados respondió que habían utilizado sus lentes durante más tiempo que el recomendado por el fabricante para el reemplazo3. Los pacientes utilizarían sus lentes durante más tiempo que el prescrito por varias razones, entre las que se incluyen no sentir la necesidad de reemplazar una lente que aún es cómoda y que ofrece una adecuada corrección de la visión4. Los factores económicos también pueden jugar un importante papel en el incumplimiento del paciente del régimen de mantenimiento de sus lentes de contacto. En una encuesta realizada a más de 2.100 adultos en 2009, el 40% de los encuestados respondieron que cambiarían de marca de lentes de contacto si con ello se ahorraran dinero y el 20% afirmaron que llevarían las lentes durante más tiempo que el prescrito por la misma razón6. La edad también puede ser un factor determinante, ya que es más probable que los usuarios de lentes de contacto más jóvenes incumplan los tiempos de reemplazo en comparación con los pacientes de mayor edad3. Otra razón de incumplimiento es que el paciente ignore el día que debe reemplazar sus lentes, siendo esta la razón más frecuente entre los usuarios de lentes de contacto en un reciente estudio6. En general, el nivel de cumplimiento del programa de reemplazo prescrito para las lentes es mayor con las lentes desechables diarias, aunque los pacientes que utilizan lentes mensuales muestran mayor cumplimiento que los que utilizan lentes de dos semanas6. Los pacientes no siempre son los responsables de utilizar sus lentes más allá del periodo recomendado por el fabricante. En un reciente estudio de Dumbleton y cols., el 34% de los profesionales del cuidado de la visión en Canadá y el 18% de los profesionales de Estados Unidos recomendaban una frecuencia de reemplazo para las lentes de 2 semanas superior a la recomendada por el fabricante6. No seguir el régimen de mantenimiento de lentes prescrito es otra forma de incumplimiento de los pacientes (Figura 1). Algunos ejemplos de este tipo de incumplimiento son no lavarse las manos correctamente, no reemplazar la solución de los estuches portalentes según las indicaciones, no cubrir completamente las lentes de contacto con solución mientras se encuentran en el estuche portalentes, y no comprobar las fechas de caducidad de las soluciones2. El incumplimiento de los pacientes puede ser de contacto ha sido destacada en un reciente estudio que observó que hasta el 92% de los estuches portalentes utilizados durante 1 mes estaban contaminados con diversos niveles de bacterias u hongos, dependiendo de la solución para lentes de contacto que se había utilizado8. Este estudio no solo demuestra la importancia de desechar los estuches portalentes en el plazo indicado, sino también el efecto que la solución elegida puede tener sobre la desinfección del estuche portalentes. Figura 2. Ejemplos de estuches portalentes sucios. resultado de instrucciones mal explicadas, cuestiones económicas y confusión de los pacientes debido a la excesiva cantidad de soluciones para lentes de contacto entre las que se puede elegir7. del cuidado de la visión y que el paciente no consideraba probable que pudieran causar problemas clínicos, como el reemplazo mensual del estuche portalentes y limpiar siempre el estuche3. desinfección. Para que una solución sea autorizada, debe ser capaz de demostrar una reducción estándar de 3 logaritmos contra bacterias y de 1 logaritmo para hongos en una prueba independiente16-18. Soluciones para lentes de contacto: distintas formulaciones, distintos resultados Recientemente se han propuesto cambios a estas normas antimicrobianas. En una reunión del Grupo de Expertos de la FDA celebrada en junio de 2008, se hicieron recomendaciones para incluir pruebas frente a nuevas cepas bacterianas cuya prevalencia había aumentado, así como casos del “mundo real” que reflejaran las condiciones y entornos que experimentan los usuarios de lentes de contacto, como evaluar la eficacia antimicrobiana contra aislados clínicos tomados de lentes de contacto y estuches portalentes usados19,20. Aunque las normas de la FDA/ISO actuales son suficientemente estrictas para que las soluciones para lentes de contacto ofrezcan un nivel de desinfección efectivo, la inclusión de los cambios propuestos puede contribuir a ampliar el ámbito de desinfección que estas soluciones ofrecen a los pacientes. De momento no se ha incorporado ningún cambio a las normas de la FDA o ISO 14729. En la siguiente sección se destaca la importancia de la desinfección contra microorganismos no incluidos en la colección ATCC, como del Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA, por sus siglas en inglés) —1 de cada 100 pacientes que visitan la consulta es portador de este microorganismo21—, y la Acanthamoeba. Con el elevado índice de incumplimiento existente, es importante que las soluciones para lentes de contacto utilizadas sean lo más eficaces posible a la hora de eliminar microorganismos, pero no todas las soluciones tienen el mismo nivel de eficacia. En las soluciones para lentes de contacto se utilizan diversos desinfectantes (consulte la Tabla 1), y su eficacia depende de la formulación general de la solución de mantenimiento. Tabla 1. Desinfectantes de lentes de contacto9-14. • PHMB (polihexametilén biguanida) • Polyquat (policuaternio 1) • Aldox® (miristamidopropil dimetilamina) Figura 1. • Polyquad® (policuaternio 1/cloruro de polidronio) • Peróxido de hidrógeno Otra fuente de incumplimiento, que los usuarios suelen pasar por alto, tiene que ver con el estuche portalentes (Figura 2). El reemplazo mensual del estuche portalentes y la limpieza del estuche son dos áreas de elevado incumplimiento tanto por parte de usuarios de lentes diarias como de aquellos de uso flexible3. Entre los que sí limpian los estuches portalentes, dos tercios de ellos lo hacen incorrectamente con agua, agua y jabón, líquidos antisépticos y otros medios3. Otras formas de incumplimiento relacionadas con el estuche portalentes incluyen compartirlo con otros usuarios y no utilizar un estuche para guardar las lentes2. La importancia del estuche portalentes en la limpieza de las lentes www.academyofvisioncare.es Existen ciertas tendencias que pueden observarse en relación con el cumplimiento de los pacientes. En un estudio de usuarios en régimen de uso diario y aquellos de uso prolongado, se observó un buen cumplimiento (>80% de los pacientes) en ambos grupos cuando los pasos a seguir eran fáciles y claros, como utilizar la solución correcta, guardar las lentes en un estuche portalentes y cerrar bien la tapa del estuche. Con pasos más complejos y cuyas consecuencias eran menos claras, como usar las lentes durante el tiempo recomendado por el fabricante, lavarse las manos correctamente y cambiar toda la solución del estuche portalentes cada vez que se guardaran las lentes de contacto, el cumplimiento era moderado (40% al 80% de los pacientes). El peor cumplimiento (<40% de los pacientes) se observó en pasos que probablemente nunca se comentaron entre el paciente y el profesional Para que una solución para lentes de contacto sea aprobada para su uso, debe ser capaz de conseguir ciertos niveles de desinfección. En un primer momento, cada país europeo tenía sus propias normas relativas a la actividad antimicrobiana. Por ejemplo, las directrices de la MCA británica y la FDA holandesa incluían Aspergillus niger como microorganismo de prueba, y había distintos puntos temporales en los que debían alcanzarse niveles de eficacia15. Sin embargo, en 2001 se adoptó una norma ISO (ISO 14729) con el fin de: 1) ofrecer condiciones controladas y reproducibles para poder conseguir una estimación precisa de la actividad antimicrobiana; 2) hacer que fuera más fácil y menos costoso que los nuevos productos consiguieran la autorización; y 3) establecer requisitos de desinfección que no fueran tan agresivos que pudieran dañar potencialmente el ojo. En las pruebas de la U.S. Food and Drug Administration y la norma ISO 14729 se utilizan cepas de la colección ATCC (American Type Culture Collection) (Tabla 2) como base para establecer la eficacia de Mayor prevalencia de nuevos problemas Una razón para revisar las normas antimicrobianas es la aparición de bacterias no incluidas en la colección ATCC y que pueden afectar seriamente a la salud ocular. El más conocido de estos nuevos problemas es el MRSA. Hay dos tipos distintos de este “superorganismo”: el MRSA asociado al ámbito sanitario (MRSA-AS) y el MRSA asociado al ámbito comunitario (MRSA-AC)22. El mayor grado de patogenicidad de los organismos MRSA-AC les permite propagarse con mayor facilidad, (CDC) pero son más sensibles a antibióticos tales como la doxiciclina, clindamicina y rifampicina (aunque no en monoterapia)23. El MRSA-AS, que no puede propagarse con tanta facilidad como el MRSA-AC, es el más peligroso de los dos Tabla 2. La colección ATCC. Pseudomonas aeruginosa (ATCC 9027) Bacteria Gram-negativa Serratia marcescens (ATCC 13880) Bacteria Gram-negativa Staphylococcus aureus (ATCC 6538) Bacteria Gram-positiva Fusarium solani (ATCC 36031) Microorganismo fúngico Candida albicans (ATCC 10231) Microorganismo fúngico www.academyofvisioncare.es porque típicamente es resistente a múltiples agentes antimicrobianos23. Además de ser difícil de tratar, otro aspecto alarmante del MRSA es el aumento de su incidencia. El sistema EARSS (European Antimicrobial Surveillance System), financiado en parte por los Centros Europeos de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) de la Comisión Europea, ha observado un número significativo de infecciones resistentes a la meticilina en aislados de sangre recogidos en hospitales europeos. En su informe de 2008, basado en 700.000 aislados recogidos en casi 1.500 hospitales de 33 países diferentes, se observó que 11 países tenían una incidencia de infecciones sanguíneas por MRSA de al menos un 25%, siendo Portugal y Malta los de mayor índice de prevalencia, >50%24. Otro problema adicional para la salud ocular es la Acanthamoeba, un organismo omnipresente aislado en el suelo, el aire y el polvo. Estos organismos también se han aislado en prácticamente todas las fuentes de agua: piscinas, bañeras de hidromasaje y agua del grifo25. En un estudio con agua del grifo en el Reino Unido, se observó que el 89% de las tomas de agua corriente contenían amebas y un tercio de ellos contenían Acanthamoeba26. Este microorganismo puede causar encefalitis amebiana granulomatosa (GAE, por sus siglas en inglés) y enfermedad amebiana granulomatosa diseminada, ambas con mal pronóstico y que afectan a pacientes inmunocomprometidos. También puede causar queratitis por Acanthamoeba, una infección local que puede provocar ceguera. Su pronóstico es favorable si se trata precozmente, pero el tratamiento puede complicarse por la presencia de cataratas, hipopión y aumento de la presión intraocular27. La incidencia de queratitis por Acanthamoeba es significativamente mayor en el Reino Unido en comparación con el resto de la UE y los Estados Unidos26. Conclusiones Hay aproximadamente 125 millones de usuarios de lentes de contacto en todo el mundo, lo que supone una considerable población de pacientes en riesgo de desarrollar potenciales infecciones oculares debido a un mantenimiento inadecuado de sus lentes de contacto. El cumplimiento de los pacientes con los regímenes de mantenimiento de sus lentes generalmente fluctúa entre irregular y escaso, y hay oportunidades de incumplimiento tanto con las lentes de contacto, como con la solución para lentes de contacto y con el estuche portalentes. Una vez más, los profesionales del cuidado de la visión deben tomar la iniciativa y explicar a sus pacientes las ventajas del cumplimiento y las consecuencias del incumplimiento. Esta explicación inicial debería reforzarse en cada interacción, tanto en las visitas en la consulta como en las comunicaciones por correo electrónico. La desinfección de las lentes puede tener un impacto significativo sobre el ojo y su sensibilidad a la inflamación y las infecciones. Dos importantes factores son: 1) la capacidad de desinfección de la solución para lentes de contacto; y 2) el cumplimiento del paciente de los regímenes prescritos para la limpieza de las lentes. Las soluciones para lentes de contacto tienen diversas capacidades de desinfección basadas en sus formulaciones totales y en los desinfectantes utilizados. Los profesiones del cuidado de la visión deberían ser proactivos a la hora de prescribir una solución para lentes de contacto que crean que es la que probablemente ofrecerá la mejor desinfección posible basándose en el estilo de vida del paciente y en el tipo de lentes que utiliza. Las soluciones para lentes de contacto son eficaces con respecto a su capacidad de desinfección, especialmente contra P. aeruginosa, S. marcescens, S. aureus, F. solani y C. albicans. Pero el mundo cambia y cada vez es mayor la prevalencia de microorganismos nuevos y más potentes, como la Acanthamoeba y el MRSA. La colaboración entre la industria, los profesionales del cuidado de la visión y los organismos reguladores para revisar los protocolos de pruebas y hacerlos más amplios ha sido continua. Estas revisiones incluyen pruebas adicionales frente a nuevas cepas bacterianas y aislados clínicos recogidos de las lentes y los estuches portalentes de los pacientes. Mientras se efectúan estos cambios, los profesionales del cuidado de la visión deben estar vigilantes y mantener la prioridad de la desinfección, sin perder de vista la salud ocular general de sus pacientes. Estos profesionales no deben presuponer que el cumplimiento no se puede modificar y deberán hablar con sus pacientes, recomendándoles la mejor solución y el régimen de mantenimiento de lentes de contacto más adecuado para ellos. Referencias bibliográficas 1.Barr J. 2004 Annual Report. 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Ciba Vision® Corporation, a Novartis AG Company. 10.COMPLETE® Multi-Purpose Solution Easy Rub Formula. Product Information. Abbott Laboratories Inc.; Abbott Park, Illinois, USA; 2010. 11.renu® fresh multi-purpose solution. Product Information. Bausch & Lomb Incorporated; Rochester, New York, USA; 2010. 12.OPTI-FREE® Express® Multi-Purpose Disinfecting Solution. Product Information. Alcon Laboratories, Inc.; Fort Worth, Texas, USA; 2009. 13.OPTI-FREE® RepleniSH® Multi-Purpose Disinfecting Solution. Product Information. Alcon Laboratories, Inc.; Fort Worth, Texas, USA; 2009. 14.Clear Care®. Product Information. CIBA Vision® Corporation, a Novartis AG Company. 15.Rosenthal RA, Sutton SVW, Schlech BA. Review of standard for evaluating the effectiveness of contact lens disinfectants. J Pharm Sci Technol. 2002;56:37-50. 16.FDA/CDRH Website. Premarket Notification FDA (510[k]). Guidance Document for Contact Lens Care Products. Available at: fda.gov/cdrh/ode/contlens.pdf. 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