Download Ahora bien, un aspecto en el cual es necesario reflexionar es sobre
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Ahora bien, un aspecto en el cual es necesario reflexionar es sobre el manejo médico de algunos colegas de la línea tradicional. Viendo que la medicina convencional no tiene éxito en muchos casos y, más aún cuando se trata de niños en severos aprietos de salud, es importante y a veces necesario, cuestionar los procedimientos y formas de proceder de la medicina convencional. Por ejemplo, un aspecto que nunca ha sido de mi agrado es que en varias ocasiones les niegan a los pacientes la posibilidad de comentar y de opinar a los familiares acerca de las otras posibilidades que pueden ser muy útiles y que tal vez logren salvarles la vida. Inclusive, los médicos de la línea de la medicina tradicional ni siquiera les informan a los pacientes de otros procedimientos que existen y que, en distintas ocasiones, pueden llegar a ser útiles para mejorar su salud. Entonces, cuando la medicina tradicional fracasa en el intento de mejorar la calidad de vida de una persona, los pacientes quedan, gracias a la falta de información que se les provee acerca de otros procedimientos, inevitablemente sin ninguna otra alternativa a la cual recurrir. Son estos miedos o principios los que no dejan opinar más libremente y dejan así al paciente en un vacío sin salida. A muchos médicos de la medicina tradicional no les interesa tener una mínima tolerancia ni un pensamiento o conciencia más amplia, lo cual es supremamente injusto cuando la vida de un paciente está en juego. Se dejan llevar muchas veces por un orgullo nefasto que conduce solamente a que los pacientes y familiares les cojan fastidio y rechazo. Apoyados por la legitimidad, las leyes del estado y los paradigmas de una escuela de medicina tradicional y cerrada, cerrada a otras técnicas y medicinas, de las cuales tal vez tengan miedo que se puedan mostrar otros caminos y mejores visiones, comparado con una pequeña amplitud de consciencia del ser humano que no permite ampliarla en ningún campo. Cuando uno no conoce de algún tema específico o general y lo niega de antemano, no se puede hablar de profesionales, de los que se debería exigir un pensamiento flexible, crítico y analítico. Esto llega a tales extremos, que los propios médicos siguen teniendo una guerra psicológica y aberrante con los familiares, a quienes muchas veces con una sola palabra les quitan todas las posibilidades de un eventual logro terapéutico con un paciente o un familiar. Esto es muy similar a la famosa espada de Damocles que cae con esta palabra y deja sin salida al pobre. Desafortunadamente, la medicina convencional ha llegado a un reconocimiento tan erróneo de todas las otras líneas de trabajo, que algunos médicos intimidan a sus pacientes y los envuelven si no están de acuerdo con el procedimiento propuesto, les echan la culpa a los confundidos y aterrorizados pacientes, quienes, como la gran mayoría, no comprenden mucho sobre la materia, lo cual los vuelve una presa fácil. Todo, claro está, a partir de palabras rimbombantes y seductoras que sorprenden y dejan completamente anonadados a los pacientes. Ahora bien, una palabra respecto a la medina convencional y a la no convencional. Ambas deben tener en cuenta que siempre debe haber una razón lógica suficiente que avale y una indicación para cada cual. Muchas veces se pierde el tiempo aferrándose a algo que no lo amerita y que la simple lógica lo rechaza. Yo veo cambios importantes en cada una, pero hay muchos casos que la medicina tradicional no puede resolver o simplemente no entiende qué está ocurriendo con el paciente. No se le pude decir al paciente que no hay nada que hacer y que le toca resignarse, cuando ni siquiera sabemos ni hemos averiguado qué otras opciones hay que tal vez le den una nueva oportunidad a la vida del paciente. Cuando se trata de la vida de un paciente, el médico, bien pertenezca a la medicina tradicional o no, debe buscar nada más que el bienestar de éste y, por lo tanto, cuando la medicina convencional fracasa en el intento, en vez de dejarlo con una vana y efímera esperanza, se le debería, sin ningún interés económico, informar acerca de otros procedimientos que pueden ser útiles para la vida del paciente. Tengo la certeza que esta medicina, la cual practico, no va a defraudarme. Lector querido, te ruego que averigües y elijas bien lo que vas a hacer antes de que te hagas daño y despilfarres tu valioso tiempo. Nunca te dejes intimidar de nadie, ni del profesor que tiene 50 postgrados, ni de quien piensa que tiene razón en ese momento: ¡quizás ambos lados intimiden! No lo olvides. Y no olvides que nadie tiene la última palabra. La medicina de hoy se ha vuelto un negocio muy lucrativo para los “profesionales” y, por supuesto, para las multinacionales y laboratorios. Por esto se explica el rechazo rotundo hacia cualquier medicina diferente que pueda tener la misma cantidad de logros o, inclusive, mejores. La medicina tradicional rechaza de manera inminente los otros procesos alternativos porque, claro está, hay un interés económico gigantesco detrás y que, de manera equivocada, está siendo utilizado como brújula para la forma de proceder de la medicina. Además, las medicinas están siendo actualmente dirigidas por los grandes jefes de la mafia de las multinacionales de la medicina, de las famosas vacas sagradas que las defienden a toda costa como a un monopolio y/o monarquía. No sobra decir que hay médicos tradicionales y no tradicionales con unos principios éticos muy valiosos y que ejercen su medicina con gran entusiasmo y con mucho talento. A éstos vamos a aplaudir y quitar el sombrero. (Aumentar)