Download Arritmias en adultos con cardiopatías congénitas Archivo
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Módulo 4 Fascículo Nº 2 2009 98 Módulo 4 Fascículo Nº 2 2009 Arritmias en adultos con cardiopatías congénitas DR. JOSÉ M. MOLTEDO1 Y DR. MAURICIO S. ABELLO1 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Contenidos Etiopatogenia Taquiarritmias Taquicardias supraventriculares Taquicardias ventriculares Muerte súbita Bradiarritmias Diagnóstico Tratamiento Taquiarritmias supraventriculares Taquiarritmias ventriculares Bradiarritmias Conclusiones Referencias ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Abreviaturas AV CIA D-TGV ECG ○ ○ ○ L-TGV L-transposición de los grandes vasos TRIA Taquicardia por reentrada intraauricular WPW Wolff-Parkinson-White Auriculoventricular Comunicación interauricular D-transposición de los grandes vasos Electrocardiograma ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En los últimos años, los avances en el diagnóstico, en las técnicas quirúrgicas y en los cuidados posoperatorios de las cardiopatías congénitas permitieron la sobrevida de muchos individuos nacidos con patologías complejas. Esto llevó a un aumento del número de cardiópatas que alcanzaron la edad adulta. En nuestro medio no existen datos respecto de la magnitud de esta población, pero en los Estados Unidos se calcula que alrededor de un millón de personas padecen esta condición.(1) El seguimiento prolongado ha permitido la observación de complicaciones alejadas, anteriormente no reconocidas. Entre ellas, las arritmias 1 Unidad de Arritmias Complejas, FLENI, Buenos Aires ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ tienen un lugar predominante por su prevalencia elevada, sus consecuencias negativas en la evolución clínica y por las dificultades en su diagnóstico y tratamiento. Etiopatogenia ___________ La génesis de los trastornos del ritmo en este grupo se encuentra relacionada con múltiples factores. En primer lugar, existen determinados defectos congénitos que muestran una asociación mayor con trastornos del ritmo. La enfermedad de Ebstein y la transposición congénitamente Arritmias en adultos con cardiopatías congénitas corregida de los grandes vasos (L-transposición de los grandes vasos - L-TGV) con el síndrome de Wolff-Parkinson-White y con los trastornos de la conducción auriculoventricular representan ejemplos de las cardiopatías asociadas con diferentes arritmias. CASOS CLÍNICOS DE CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS Por otro lado, existen factores relacionados con la fisiopatología de las cardiopatías congénitas, a saber: la sobrecarga de volumen y de presión, la hipertrofia y la fibrosis (secundaria a hipoxia crónica en las cardiopatías cianógenas), a los que se agregan la presencia de trauma directo sobre los tejidos y las cicatrices resultantes de los procedimientos intervencionistas y quirúrgicos a los cuales fueron sometidos los pacientes. Taquiarritmias ___________ Las taquiarritmias son una complicación con una prevalencia elevada en esta población. Si bien los mecanismos de las arritmias son los mismos que en pacientes sin cardiopatías (alteraciones de la conducción, del automatismo o combinados), presentan características que les son particulares. Las taquiarritmias son una complicación frecuente en pacientes con cardiopatías congénitas. En la evolución alejada se pueden encontrar tanto arritmias supraventriculares como ventriculares. Aunque ciertos defectos se asocian con mayor frecuencia con determinadas arritmias, no se debe vincular exclusivamente cardiopatías específicas con trastornos del ritmo específicos. En aquellas cardiopatías que requieren una cirugía auricular extensa como la D-transposición de los grandes vasos (D-TGV) reparada con técnicas que se utilizaban en el pasado y que consisten en una corrección fisiológica y no anatómica, como las cirugías de Mustard y de Senning (se realiza una reorientación de los retornos venosos, pero el ventrículo sistémico sigue siendo el derecho), o los corazones univentriculares sometidos a anastomosis cavopulmonar total, la 99 prevalencia de las taquicardias supraventriculares es elevada. (2) Asimismo, los pacientes con tetralogía de Fallot operados, a los que habitualmente se los asocia con arritmias ventriculares, con frecuencia presentan aleteo auricular.(3) GALERÍA DE IMÁGENES DE RESONANCIA EN CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS Taquicardias supraventriculares Una de las taquicardias supraventriculares más frecuentes en estos pacientes se conoce como taquicardia por reentrada intraauricular (TRIA).(1, 4, 5) Se trata de una arritmia auricular macrorreentrante y se la llama de esta manera para diferenciarla del aleteo auricular común. La presencia de TRIA no excluye la posibilidad de que esta población de pacientes desarrolle aleteos dependientes del istmo, que de hecho constituyen el circuito reentrante más frecuente.(6) La TRIA afecta a entre el 3% y el 30% de los pacientes con D-TGV poscirugía de Senning o de Mustard(7) y hasta un 50-60% de los pacientes con corazones univentriculares sometidos a anastomosis auriculopulmonar (cirugía de FontanKreutzer).(1, 4, 5, 7) El patrón electrocardiográfico de la TRIA comúnmente es diferente del típico patrón con ondas en serrucho del aleteo dependiente del istmo (Figura 1). En general, las frecuencias de esta arritmia son más lentas y en el ECG de superficie se observan ondas P más discretas, con una línea isoeléctrica más clara entre ellas. Esto es consecuencia de la dilatación auricular masiva (Figura 2) y de la presencia de zonas de conducción lenta intraauricular. Los circuitos se desarrollan entre distintas barreras, como las cicatrices de atriotomías, los parches utilizados en la cirugía y otras zonas sin conducción, y en ocasiones pueden ser múltiples. La frecuencia más lenta de la TRIA respecto del aleteo común permite una conducción AV 1 a 1 con frecuencias ventriculares más elevadas. A pesar de esto, en ocasiones los pacientes no presentan síntomas y si el índice de sospecha no es alto durante la evaluación, pueden desarrollar taquicardiomiopatía con el subsiguiente deterioro hemodinámico. 100 Módulo 4 Fascículo Nº 2 2009 Fig. 2. Resonancia magnética nuclear de un paciente poscirugía de Fontan en la que se observa la dilatación masiva de la aurícula derecha. Como ya se mencionó, a pesar del preconcepto de que a la tetralogía de Fallot sólo se le asocian arritmias ventriculares, es importante considerar el desarrollo de arritmias supraventriculares en estos pacientes.(3) Se presentan en alrededor del 10-12% de los casos y se relacionan con la dilatación ventricular y el desarrollo de insuficiencia tricúspidea, con la consecuente dilatación auricular. Por otro lado, en pacientes con enfermedad de Ebstein y L-TGV existe una incidencia mayor de vías accesorias (síndrome de Wolff-ParkinsonWhite).(8) En éstos se registra una incidencia Fig. 1. Electrocardiograma de un paciente con corazón univentricular poscirugía de Fontan con taquicardia por reentrada intraauricular. Obsérvense las diferencias con el electrocardiograma del aleteo típico en pacientes sin cardiopatía congénita (no presentan el típico patrón en dientes de serrucho). mayor de vías accesorias múltiples.(9) La presencia de otras arritmias supraventriculares, como el aleteo o la fibrilación auricular asociadas con dilatación auricular, puede derivar en una combinación riesgosa por la potencial conducción rápida de estas arritmias a los ventrículos, con el desarrollo de fibrilación ventricular y muerte súbita. Asimismo, en cardiopatías no tan complejas y más prevalecientes, como es el caso de la comunicación interauricular (CIA), la incidencia de arritmias supraventriculares también es elevada. En estos pacientes, la sobrecarga de volumen crónica contribuye a la remodelación auricular y así al desarrollo de arritmias, como el aleteo o la fibrilación auricular. Éstas afectan a alrededor del 34-41% de los pacientes de entre 35 y 40 años y a casi el 60% de los mayores de 40. La incidencia de fibrilación auricular es mayor en pacientes con CIA operada que en aquellos pacientes de la misma edad sin CIA.(10) Taquicardias ventriculares La importancia de las taquicardias ventriculares radica en que, en general, éstas no son bien toleradas desde el punto de vista hemodinámico y conllevan un riesgo mayor de muerte súbita. La prevalencia de estas arritmias no es tan elevada, pero existen defectos que muestran una incidencia mayor de arritmias ventriculares en el seguimiento a largo plazo, como las cardiopatías obstructivas izquierdas y la tetralogía de Fallot corregida. Arritmias en adultos con cardiopatías congénitas Las arritmias ventriculares habitualmente son mal toleradas porque producen repercusión hemodinámica y presentan un riesgo incrementado de muerte súbita. En el caso de la tetralogía de Fallot, la aparición de taquicardia ventricular se observa en hasta el 12% de los pacientes luego de 35 años de seguimiento,(3) y está relacionada con diversos factores. Entre los principales se encuentran: a) la presencia de cicatrices en el ventrículo derecho secundarias a la técnica de cierre de la comunicación interventricular (cierre transventricular), b) la extensión de la incisión a nivel del tracto de salida del ventrículo derecho para mejorar la obstrucción del tracto de salida. De igual forma que con las arritmias supraventriculares, existe un defecto hemodinámico asociado con el desarrollo de taquiarritmias ventriculares.(3) La insuficiencia pulmonar no se consideraba un factor de riesgo para el desarrollo de arritmias ventriculares. Debido a la sobrecarga crónica de volumen del ventrículo derecho y su consecuente dilatación, hoy se sabe que esta valvulopatía constituye un factor predisponente para la aparición de arritmias ventriculares por lo que, cuando se produce regurgitación significativa, se debe plantear su corrección. La insuficiencia pulmonar con la consiguiente sobrecarga y dilatación ventricular derecha es un factor predisponente para el desarrollo de arritmias ventriculares en la tetralogía de Fallot. En otras cardiopatías complejas, como la DTGV luego del switch auricular, el desarrollo de taquiarritmias ventriculares se encuentra relacionado con la presencia del ventrículo derecho en posición sistémica. En cambio, en pacientes con corazones univentriculares, el desarrollo de taquiarritmias ventriculares es menos frecuente. Muerte súbita La muerte súbita constituye una complicación para considerar en el seguimiento alejado de los pacientes con cardiopatías congénitas, tanto con 101 tratamiento correctivo como paliativo. Las arritmias asociadas con la muerte súbita pueden agruparse en dos categorías: 1) taquiarritmias ventriculares y 2) bradicardia secundaria al desarrollo de bloqueo AV completo. La incidencia de muerte súbita es variable de acuerdo con el tipo de cardiopatía considerada. Se ha demostrado que las cardiopatías con cortocircuito de izquierda a derecha (comunicación interauricular o interventricular, ductus arterioso persistente) o las lesiones obstructivas derechas como la estenosis valvular pulmonar no tienen una incidencia estadísticamente significativa de muerte súbita mayor que la población general. Por el contrario, en los pacientes posquirúrgicos de tetralogía de Fallot, D-TGA luego de las cirugías de Senning o de Mustard y luego de la corrección de lesiones obstructivas izquierdas, la incidencia es significativamente mayor que en el resto de los defectos.(11) En los pacientes que fueron sometidos a las cirugías de Senning o de Mustard se han identificado factores de riesgo de muerte súbita, como la presencia de síntomas o la documentación de aleteo o fibrilación auricular.(12) Bradiarritmias ___________ Las bradiarritmias pueden deberse a trastornos tanto de la generación como de la conducción del impulso cardíaco y, en presencia de cardiopatías congénitas, parecen estar relacionadas con una disposición y un funcionamiento anormales del tejido específico de conducción. Tal es el caso de los isomerismos auriculares izquierdos en los cuales hay ausencia de estructuras derechas (nodo sinusal) o de las L-TGV en las cuales, debido al mal alineamiento del septum interauricular e interventricular, la porción compacta del nodo AV no se encuentra en la posición habitual (ápex del triángulo de Koch), sino en una posición anterolateral.(13) Esta anatomía anormal hace que el tejido sea más frágil y haya una propensión mayor al desarrollo de bloqueo AV. En otros casos, la bradicardia puede ser secundaria a procedimientos terapéuticos invasivos (septectomías u otras cirugías previas). Ésta es 102 la causa de la prevalencia elevada de disfunción del nodo sinusal en el seguimiento alejado de los pacientes con D-TGV poscirugía de Senning o de Mustard, de los cuales sólo el 50% presenta ritmo sinusal a los 10 años de la cirugía.(14) Diagnóstico ___________ La pesquisa de síntomas compatibles con arritmias es de importancia vital en el seguimiento de los pacientes. El interrogatorio es una herramienta de suma utilidad, aunque debe acompañarse de exámenes complementarios. El electrocardiograma (ECG) de superficie es de mucha utilidad y el trazado debe evaluarse con detenimiento; en muchos casos es necesario recurrir a la comparación con los ECG anteriores o a otras maniobras diagnósticas (Valsalva o adenosina) para llegar a un diagnóstico apropiado. Las características de la onda P y la prolongación de su duración en pacientes con corazones univentriculares(15) parecen relacionarse con el desarrollo de arritmias, mientras que en los pacientes con tetralogía de Fallot es muy importante evaluar la duración del complejo QRS. En este último grupo se identificó que una duración mayor de 180 milisegundos es un factor predictivo para el desarrollo de arritmias ventriculares. El ensanchamiento del QRS se relaciona con la dilatación del ventrículo derecho secundaria a la insuficiencia pulmonar progresiva. Por esto último, no sólo es importante considerar el valor absoluto de la duración del QRS, sino también la velocidad de progresión del ensanchamiento.(3) Módulo 4 Fascículo Nº 2 2009 En los pacientes con cirugía de Senning o de Mustard se recomienda la realización de un ECG dinámico (Holter) de 24 horas cada 1-2 años para la pesquisa de taquiarritmias supraventriculares y ventriculares, así como para la evaluación de las frecuencias cardíacas (medias, mínimas y máximas). Además, sirve para pesquisar la aparición de disfunción del nodo sinusal que, como se mencionó, es muy frecuente (Figura 3). Otro método no invasivo de utilidad es la prueba de esfuerzo, no sólo para evaluar la capacidad funcional de los pacientes, sino también la respuesta cronotrópica de aquellos con bradiarritmias o la aparición de arritmias asociadas con el esfuerzo. Un concepto para destacar es que el desarrollo de arritmias en estos pacientes debe considerarse como un mensajero de variaciones en el estado hemodinámico. Por ello, ante la detección de una arritmia, se debe realizar un ecocardiograma Doppler color. Ante la aparición de arritmias en pacientes con cardiopatías congénitas se aconseja realizar un ecocardiograma para descartar anormalidades hemodinámicas subyacentes. En los individuos con tetralogía de Fallot corregida o con D-TGV sometida a una reparación con las técnicas de Senning o de Mustard se recomienda realizar periódicamente una resonancia magnética cardíaca para evaluar con mayor precisión el ventrículo derecho. La información que brinda este método sobre el tamaño y la función del ventrículo derecho, sumada a la capacidad de analizar la función valvular (fracción de regurgitación), es de gran utilidad en la toma de decisiones clínicas. Fig. 3. Trazado de Holter de 24 horas en un paciente con cardiopatía congénita en el que se observa una pausa sinusal prolongada. Se puede ver también la presencia de un patrón de bloqueo de rama derecha. Arritmias en adultos con cardiopatías congénitas En los pacientes en los que la ecografía no brinda toda la información necesaria y la resonancia magnética está contraindicada, con frecuencia es necesario recurrir a la evaluación in-vasiva mediante el cateterismo cardíaco para determinar las presiones intracavitarias y para la obtención de imágenes de las dimensiones cavitarias y la función ventricular mediante la angiografía. La utilidad del estudio electrofisiológico es variable según se trate de bradiarritmias o taquiarritmias. En general, la información derivada de los estudios no invasivos es suficiente para la toma de decisiones terapéuticas en presencia de bradiarritmias, con lo cual, en la práctica diaria, la realización del estudio electrofi-siológico es poco frecuente. En pacientes con taquiarritmias, la información que surge puede ser de mayor utilidad. Así, en aquellos con episodios de taquicardia ventricular documentada o con síncope, el estudio electrofisiológico puede brindar información que sea de utilidad para la toma de decisiones clínicas. De todas maneras, una de las mayores dificultades es la selección de los pacientes a los que se debe estudiar. La inducibilidad en pacientes con tetralogía de Fallot oscila en alrededor del 30%, una cifra similar a la de los pacientes con cardiopatía isquémica. La inducción de una taquicardia ventricular polimorfa durante el estudio aumenta la sensibilidad, sin disminuir significativa-mente la especificidad para la aparición de muerte súbita, por lo que en esta población se debe jerarquizar este hallazgo.(16) En presencia de taquicardia monomorfa y bien tolerada hemodinámicamente, en el mismo procedimiento se debe considerar la cartografía del circuito y la ablación por radiofrecuencia del sustrato. Tratamiento ___________ Taquiarritmias supraventriculares Tratamiento farmacológico Para el tratamiento de las taquicardias supraventriculares, las alternativas son variadas. En primer lugar se encuentra el tratamiento médi- 103 co con fármacos antiarrítmicos. Es importante considerar los efectos adversos potenciales de los fármacos antiarrítmicos y la contraindicación que poseen algunos de ellos en pacientes con cardiopatía estructural (fármacos del grupo IC). Las opciones disponibles y la respuesta a las drogas es variable de acuerdo con el tipo específico de taquicardia. En las taquicardias ortodrómicas (aquellas en las que el estímulo reentrante desciende por la vía de conducción fisiológica y asciende por el haz anómalo) mediadas por vías accesorias (p. ej., en los pacientes con enfermedad de Ebstein y vías accesorias del tipo WPW), la primera opción de tratamiento son los bloqueantes beta, como el atenolol. Su eficacia para el control de estas arritmias es variable y en muchos casos es necesario utilizar fármacos de segunda línea como el sotalol o la amiodarona o, si todos fracasan, proceder al tratamiento invasivo. En pacientes con corazones univentriculares, el tratamiento farmacológico es bastante frustrante, ya que habitualmente no se consigue un control adecuado y aparecen efectos adversos relacionados con las dosis elevadas de las drogas como, por ejemplo, bradicardia sintomática (recuérdese la prevalencia elevada de disfunción del nodo sinusal en este grupo de pacientes). Entre los más utilizados se encuentran el sotalol y la amiodarona.(19, 20) Respecto del primero es importante destacar la necesidad de hospitalización durante el inicio del tratamiento para controlar el QTc; en cuanto a la amiodarona, es fundamental el examen periódico de la función tiroidea y hepática y estar alerta respecto de la aparición de otros efectos adversos relacionados con este agente. Como ya se mencionó, los fármacos del grupo IC se encuentran contraindicados en estos pacientes. En aquellos con corazones univentriculares y aleteo, un aspecto fundamental para considerar es la anticoagulación, ya que sumado a la propensión a tener complicaciones tromboembólicas se encuentra el riesgo de tromboembolia propio de la arritmia(21) (Figura 4). Tratamiento intervencionista En los últimos años ha ganado un lugar el tratamiento invasivo mediante catéteres. Existen Módulo 4 Fascículo Nº 2 2009 104 Fig. 4. Como se mencionó en el texto, las complicaciones tromboembólicas son comunes en pacientes poscirugía de Fontan y se potencian por la aparición de arritmias supraventriculares crónicas. Obsérvese el trombo en la aurícula derecha diagnosticado mediante resonancia. algunas consideraciones respecto de esta alternativa terapéutica en esta población particular de pacientes. En primer lugar, es fundamental el conocimiento detallado de la anatomía, teniendo en cuenta que en algunos defectos congénitos la posición del tejido de conducción no es normal, y en segundo lugar, la historia quirúrgica para predecir la presencia de cicatrices que puedan estar involucradas en el mecanismo de la taquicardia. En los pacientes con D-TGV sometidos a cirugías de Senning y de Mustard con aleteo auricular, el tratamiento transcatéter es una muy buena alternativa.(22) Es importante identificar acabadamente el circuito y definir, si es necesario, un abordaje mixto (anterógrado por la vena cava inferior y retrógrado por vía aórtica o por punción transeptal) para llegar a la porción anterior del istmo cavotricuspídeo, que se encuentra dividido por un parche intracardíaco(23) (Figura 5). En la Figura 6 se muestra la interrupción de un aleteo durante la aplicación de radiofrecuencia. La tasa de eficacia en general es alta, pero en el caso de corazones univentriculares es menor y oscila, según las series, entre el 30% y el 90%. Estos pacientes presentan a menudo más de un circuito de taquicardia,(24) así como pare- Fig. 5. Acceso por vía anterógrada y retrógrada del istmo cavotricuspídeo para la ablación de un aleteo dependiente del istmo en un paciente con D-TGA y aleteo auricular. VD: ventrículo derecho. Fig. 6. En este trazado se observa la interrupción de un aleteo durante la aplicación de energía de radiofrecuencia. Los primeros tres canales corresponden al electrocardiograma de superficie y puede observarse que el paciente presenta un patrón de bloqueo de rama. Los últimos cinco canales corresponden al registro de un catéter multipolar ubicado en la aurícula derecha. Nótese que existen dos señales auriculares por cada QRS del ECG de superficie (respuesta ventricular 2:1). des auriculares con hipertrofia pronunciada, lo cual hace más difícil lograr lesiones transmurales o lo suficientemente profundas como para constituir una barrera eficaz. Estos factores explican las tasas más altas de recurrencia, que en algunas series se acercan al 40%,(25) por lo que en muchos pacientes se requiere más de una intervención para lograr un control mejor de la Arritmias en adultos con cardiopatías congénitas taquicardia. A pesar de ello, suele evidenciarse una notable mejoría en la calidad de vida y, en muchos casos, la ablación permite un control farmacológico mejor de las arritmias. En los últimos años, el progreso tecnológico, con el desarrollo de sistemas de navegación tridimensional (Figura 7) y de catéteres irrigados, ha permitido una mejora significativa de las herramientas disponibles en el laboratorio de electrofisiología para el tratamiento de los pacientes con cardiopatía congénita operada. En general, la ablación transcatéter se considera una alternativa para los pacientes con corazón univentricular con un estado hemodinámico adecuado y sin otras complicaciones asociadas. En aquellos con mala función ventricular y/o con otras complicaciones, la alternativa es el tratamiento quirúrgico. Éste consiste en la realización de una cirugía de reconversión de anastomosis auriculopulmonar a una anastomosis cavopulmonar total (en la anastomosis auriculopulmonar, el ventrículo único recibe sangre de ambos circuitos, sistémico y pulmonar, en tanto que en la anastomosis cavopulmonar total se reparan completamente ambos circuitos; de esta manera se consigue reducir la sobrecarga de volumen del ventrículo único), sumada a la creación intraoperatoria de lesiones con radiofrecuencia o con frío (crioablación) con el objetivo Fig. 7. Mapa tridimensional construido con un sistema de navegación electroanatómico de un paciente con antecedentes de una comunicación interventricular y estenosis pulmonar corregida al año de vida que a los 18 años comenzó con taquicardia auricular. Se observan proyecciones oblicuas anteriores derecha e izquierda. En rosado está representada la aurícula derecha, en gris parte de la aurícula izquierda y en verde el seno coronario. Se observa además el catéter emplazado en el seno. 105 de interrumpir los potenciales circuitos de taquicardia. Además, se aconseja el implante de un marcapasos bicameral epicárdico.(26, 27) Taquiarritmias ventriculares Las arritmias ventriculares no complejas como las extrasístoles o las duplas no requieren tratamiento médico. (3) En los pacientes con taquicardia sostenida o inducible durante un estudio electrofisiológico siempre se debe investigar, como ya se dijo, la presencia de defectos hemodinámicos residuales (insuficiencia pulmonar) pasibles de ser corregidos por cateterismo o quirúrgicamente. Si la opción es la cirugía, se debe realizar un tratamiento coadyuvante de la arritmia mediante la creación de lesiones por medio de crioablación o radiofrecuencia. Posteriormente, es fundamental evaluar la inducibilidad de arritmias ventriculares sostenidas mediante un estudio electrofisiológico. En caso de que sean inducibles, se debe evaluar la necesidad de un cardiodesfibrilador implantable.(7) Si no hay trastornos hemodinámicos significativos y la taquicardia es inducible, sostenida y bien tolerada por el paciente, se puede intentar el tratamiento mediante ablación por radiofrecuencia.(28) La tasa de eficacia es variable, y aunque no hay series grandes de pacientes, es una alternativa válida para considerar. A pesar de ello, permanece el interrogante acerca de si la ablación por radiofrecuencia es completamente eficaz para prevenir nuevos episodios de taquicardia y la posibilidad catastrófica de una muerte súbita. Por tal motivo parece necesaria la realización de estudios electrofisiológicos seriados para evaluar la eficacia del procedimiento. El cardiodesfibrilador está claramente indicado en los pacientes con episodios de paro cardíaco reanimado. En los corazones con corrección biventricular es posible la colocación de sistemas endocavitarios con umbrales de desfibrilación aceptables. En pacientes con corazones univentriculares o con cortocircuitos intracardíacos significativos se debe optar por sistemas epicárdicos y muchas veces aplicar técnicas innovadoras, como la utilización de caté- Módulo 4 Fascículo Nº 2 2009 106 teres subcutáneos suturados al epicardio o el implante de catéteres endocavitarios por vía transmural. Bradiarritmias Al igual que en otros grupos de pacientes, la terapéutica de las bradiarritmias sintomáticas en pacientes con cardiopatías congénitas es la estimulación cardíaca. Sin embargo, dada la distorsión anatómica habitual luego de una cirugía, se deben analizar en detalle la vía y los sitios de implante de los dispositivos. Por ejemplo, en pacientes con cirugías de Senning o de Mustard, los catéteres se implantan en cavidades no habituales, como la aurícula y el ventrículo izquierdo. Por otro lado, la presencia de estructuras prostéticas, como parches de pericardio o sintéticos o de obstrucciones venosas (venas subclavias, por la presencia de catéteres centrales durante períodos prolongados en la infancia) o del canal o baffle de la vena cava superior, puede dificultar el implante. Por ello se aconseja realizar una venografía antes de proceder al implante y conocer en detalle la historia quirúrgica del paciente.(7) Ante la presencia de una bradiarritmia con indicación de estimulación cardíaca, y dada la distorsión anatómica que ocurre luego de una cirugía, se deben analizar con detalle la vías y los sitios de implante de los dispositivos. Los pacientes con corazón univentricular posanastomosis cavopulmonar total carecen de acceso venoso al corazón, por lo que se deben considerar distintas alternativas para el implante del marcapasos. De todas, la vía epicárdica es la más utilizada. Para esto es necesaria, en general, una nueva esternotomía, por lo que resulta imperativo evaluar si los pacientes requieren un marcapasos ante cada nueva intervención. Si no lo requieren en ese momento, es de buena práctica implantar los cables epicárdicos y tunelizarlos a un bolsillo abdominal, para utilizarlos en el futuro. Como alternativa a la vía epicárdica se puede utilizar la vía transauricular mediante la colocación de catéteres endocavitarios a través de la pared de la aurícula.(17) En pacientes con corazones biventriculares, con limitaciones en el acceso vascular, esta vía se puede utilizar para posicionar también el catéter ventricular. En corazones univentriculares no se aconseja la presencia de un catéter en la circulación sistémica debido al riesgo de accidentes tromboembólicos. Las indicaciones de estimulación cardíaca en pacientes con cardiopatía congénita fueron delineadas en las guías del Colegio Americano de Cardiología, la Asociación Americana del Corazón y de la ex Sociedad Norteamericana de Estimulación y Electrofisiología (actualmente Sociedad del Ritmo Cardíaco) en 2002 (Cuadro 1).(18) Conclusiones ___________ Es creciente el número de pacientes con cardiopatías congénitas que alcanzan la edad adulta. Las arritmias constituyen una complicación frecuente en los pacientes adultos con cardiopatía congénita. La pesquisa debe ser exhaustiva, ya que existen modalidades nuevas que brindan terapéuticas eficaces a los pacientes. Clase I 1. Bloqueo AV de segundo grado avanzado o de tercer grado, asociado con síntomas, disfunción ventricular o bajo gasto (nivel de evidencia C). 2. Disfunción del nodo sinusal con correlación de síntomas durante frecuencias inapropiadas para la edad. La definición de bradicardia varía con la edad del paciente y con la frecuencia cardíaca esperada (nivel de evidencia B). Clase IIa 1. Síndrome de bradicardia-taquicardia que requiere tratamiento con un antiarrítmico diferente de la digoxina (nivel de evidencia C). 5. Pacientes con cardiopatía congénita y alteraciones hemodinámicas secundarias a la bradicardia o a la pérdida de la sincronía AV (nivel de evidencia C) . Clase IIb 3. Bradicardia sinusal asintomática en el adolescente con cardiopatía congénita y frecuencias de reposo menores de 4 o con pausas mayores de 3 segundos (nivel de evidencia C). Cuadro 1. Recomendaciones para estimulación cardíaca en pacientes con cardiopatía congénita Arritmias en adultos con cardiopatías congénitas 107 Referencias ___________ (La bibliografía en negrita es la que los autores destacan como lectura complementaria al texto. Se encuentra a su disposición en nuestra biblioteca o a través de www.sac.org.ar [tres sin cargo]). 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Brickner ME, Hillis LD, Lange RA. Congenital heart disease in adults. N Engl J Med 2000;342:256-63. Peters NS, Sommerville J. Arrhythmias after the Fontan procedure. Br Heart J 1992;68:199-204. Gatzoulis MA, Balaji S, Webber SA, et al. Risk factors for arrhythmia and sudden cardiac death late after repair of tetralogy of Fallot: a multicentre study. Lancet 2000;356:975-81. Gellat M, Hamilton RM, Mc Crindle BW, et al. Risk factors for atrial tachyarrhythmias after the Fontan operation. J Am Coll Cardiol 1994; 24:1735-41. Weipert J, Noebauer C, Schreiber C, et al. Occurrence and management of atrial arrhythmia after longterm Fontan circulation. J Thorac Cardiovasc Surg 2004;127:457-64. Chan DP, Van Hare GF, Mackall JA, et al. Impor-tance of atrial flutter isthmus in postoperative intra-atrial reentrant tachycardia. Circulation 2000;102:1283-9. Walsh EP. Arrhythmias in patients with congenital heart disease. Cardiac Electrophysiology Review 2002;6:422-30. Blaufox AD, Saul JP. Accessory-pathways mediated tachycardias. En: Walsh EP, Saul JP, Triedman JK, editors. Cardiac Arrhythmias in Children and Young Adults with Congenital Heart Disease. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins; 2001. Levine JC, Walsh EP, Saul JP. Radiofrequency ablation of accessory pathways associated with congenital heart disease including heterotaxy syndrome. Am J Cardiol 1993;72:689-93. Bink-Boelkens MTHE. Postoperative atrial septal defects. En: Balaji S, Gillette PC, Case CL, editors. Cardiac Arrhythmias after Surgery for Congenital Heart Disease. London: Arnold; 2001. Silka MJ, Hardy BG, Menashe VD, et al. A population based prospective evaluation of risk of sudden cardiac death after operation for common congenital heart defects. J Am Coll Cardiol 1998;32: 245-51. Kammeraad JAE, van Deurzen CHM, Sreeram N, et al. Predictors of sudden cardiac death after Mustard or Senning repair for transposition of the great arteries. J Am Coll Cardiol 2004;44:1095-102. Ho SY, Anderson RH. Morphologic aspects. En: Balaji S, Gillette PC, Case CL, editors. Cardiac Arrhythmias after Surgery for Congenital Heart Disease. London: Arnold; 2001. Kirklin JW, Barrat-Boyes BG. Complete transposition of the great arteries. En: Kirklin JW, Barrat- 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. Boyes BG, editors. Cardiac Surgery. New York: Churchill Livingston; 1993. Wong T, Davlouros PA, Li W, et al. Mechano-electrical interaction late after Fontan operation. Relation between P-wave duration and dispersion, right atrial size, and atrial arrhtyhmias. Circulation 2004;1099: 2319-25. Khairy P, Landzberg MJ, Gatzoulis MA, et al. Value of programmed ventricular stimulation after tetralogy of Fallot repair. A multicenter study. Circulation 2004:1994-2000. Johnsrude CL, Deal BJ, Backer CL, et al. Short term follow-up of transmural atrial pacing leads in patients with postoperative congenital heart disease. Pacing Clin Electrophysiol 1997;20:1131. ACC/AHA/NASPE 2002 Guideline Update for Implantation of Cardiac Pacemakers and Antiarrhythmia Devices: Summary Article. Circulation 2002;106:2145-61. Beaufort GCM, Bink-Boelkens MTHE. Sotalol for atrial tachycardia after surgery for congenital heart disease. Pacing Clin Electrophysiol 1997;20:2125-9. Villain E. Amiodarone as treatment for atrial tachycardias after surgery. Pacing Electrophysiol 1997; 20:2130-32. Rosenthal DN, Friedman AH, Kleinman CS, et al. Thromboembolic complications after Fontan operations. Circulation 1995;92:287-93. Kanter RJ, Papagiannis J, Carboni MP, et al. Radiofrequency catheter ablation of supraventricular tachycardia substrates after Mustard and Senning operations for d-transposition of the great arteries. J Am Coll Cardiol 2000;35:428-41. Abello M, Moltedo JM, Fernández N, et al. Ablación bicameral de un aleteo auricular istmo dependiente en paciente con d-transposición de las grandes arterias y cirugía de Senning. Rev Argent Cardiol 2006; 74:491-3. Delacretaz E, Ganz LI, Soejima K, et al. Multiple atrial macro-re-entry circuits in adults with repaired congenital heart disease: Entrainment mapping combined with three-dimensional electroanatomic mapping. J Am Coll Cardiol 2001; 37:1665-76. Walsh EP. Interventional electrophysiology in patients with congenital heart disease. Circulation 2007;115:3224-34. Kopf GS, Mello DM, Kenney KM, et al. Intraoperative radiofrequency ablation of the atrium: effectiveness for treatment of supraventricular tachycardia in congenital heart surgery. Ann Thorac Surg 2002;74: 797-804. Deal BJ, Mavroudis C, Backer CL, et al. Comparison of anatomic isthmus block with the modified right atrial Maze procedure for late atrial tachycardia in Fontan patients. Circulation 2002;106:575-9. Gonska BD, Cao K, Raab J, et al. Radiofrequency catheter ablation of right ventricular tachycardia late after repair of congenital heart defects. Circulation 1996;94:1902-8.