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SANACIÓN CON CRISTALES
Se descubrió que los cristales son uno de los medios curativos de la enfermedad y solución de
problemas en el cuerpo etéreo, pues los cristales, gemas y piedras en la medida que su nivel
de frecuencia empatan con el nivel de baja frecuencia de las energías y aplicando la Ley de la
Similitud, existe la posibilidad de que con la capacidad de absorción del cristal, gema o piedra,
se permeabilicen (penetren) desde el cuerpo físico hacia el sutil, donde energéticamente puedan ser liberadas para crear la salud.
Los cristales sanan porque actúan a través de la matriz o plantilla de la perfección (Plantilla
Original, donde está almacenada toda la información de nuestro ser inmortal) para llevar a
nuestro cuerpo las condiciones que restablecen el reequilibrio de los cuerpos físico y etérico,
eliminando esos traumas físicos o emocionales causantes de las disfunciones.
La sanación no consiste solo en curar uno o varios órganos que se manifiestan enfermos en el cuerpo
físico, sino que es la actuación sobre el conjunto formado por cuerpo, mente y espíritu.
Se está entrando en una nueva era de medicina cuántica, en la que los profesionales de la salud utilizaran sistemas de curación como los cristales, elixires de gemas, esencias de flores,
remedios homeopáticos, tecnologías relacionadas con la acupuntura, etc.. Esto es la medicina
holística, pues se trabaja con los cuerpos físico, mental, emocional y espiritual. Estos cuerpos
están relacionados mediante la Interdependencia y en consecuencia se afectan entre si, pues
trabajan en conjunto y el estado en que se encuentren es lo que conforma la realidad de lo
que es el ser humano en si.
Aplicando el Principio de la Interdependencia a la sanación y tal como hemos presentado la
concepción del Ser Humano y la Consciencia que interactúa con las demás conciencias, si
además tenemos en cuenta que la tendencia de la Naturaleza es en dirección a la actividad
dominante del polo positivo, podemos indicar que por inducción de los estados mentales se
puede cambiar cierta vibración o polaridad de la mente (calor-frío, ligero-pesado, amor-odio,
duro-blando, valor-miedo, grande-pequeño, bien-mal, etc.), por tanto si elevamos voluntariamente nuestro grado de vibración obteniendo una polarización determinada podemos crear,
por inducción, un estado mental análogo en el paciente en que se polarizará hacia el polo positivo de la escala, siendo posible reducir, p.e., los estados de melancolía, temores, valentía,
alegría, etc.
A pesar de que nos venga la Luz desde los otros cuerpos de más alta frecuencia, si el primer
cuerpo energético (El Etéreo) no es estable o está desequilibrado, la luz es refractada dando
origen y mantenimiento de la enfermedad.
Las técnicas con cuarzos y gemas, ayudan a los métodos convencionales de la medicina, a
acelerar el proceso de curación; y colaborando con los tratamientos médicos, se contribuye a
la evolución. Recordemos que su papel es amplificar la energía resonante que fluye a través
del sanador de forma que sea más poderosa que la energía trastornada del proceso de la enfermedad y pueda temporalmente suspenderla para que pueda actuar la perfección y alineamiento inherentes al campo de energía del paciente que hará el resto.
Al utilizar cuarzos para curación, se está induciendo estabilización, equilibrio, fortalecimiento
del sistema inmunológico, estimulando al cuerpo para que se regenere a si mismo, logrando
un total equilibrio. Es importante aclarar que los cristales no son una prescripción médica, ni
tampoco se les puede considerar como artículos que hacen milagros. Son simplemente unas
herramientas que poseen fuerza vibratoria que sirven para ayudar a un cambio, guiado por la
propia fuerza de voluntad de quien los utiliza y de su SINTONIZACIÓN con los cristales. El utilizar el poder de la mente es lo que logra el cambio.
Realmente para manejar energía, no se requiere grandes habilidades, pero si es necesario estudiar, practicar las teorías y ser constante, para lograr dominar las diversas técnicas que
permiten utilizar energía para cada caso en particular. Una cuestión sutil para la sanación es
que el sanador no hace la curación, lo que hace es enviar energía amorosa transpersonal y una
imagen enfocada en armoniosa vibración que amplificada por el cristal interfiere temporalmente con la perturbación del campo de energía distorsionada de la enfermedad y la rompe.
Mientras la perturbación energética se halla en suspenso, puede volver a tener lugar el verdadero funcionamiento de la energía del paciente, y aunque sea momentáneamente, es cuando
el paciente reasume el patrón inherentemente saludable y energéticamente equilibrado permitiendo que tenga lugar el proceso curativo.
Hay que tener presente que todas las técnicas curativas no se pueden aprender de un libro o
de una charla, las Enseñanzas y el Conocimiento van mucho más allá y son mucho mas profundas, se han de convertir casi en una manera de vivir, pues precisan de la aplicación de la
gran fuente de energía, el valor del Amor.
Esta filosofía de la sanación corresponde al revolucionario punto de vista de que la materia es energía y
entendiendo que el Ser Humano también lo es, se aportan las bases para plantear una nueva consideración de la salud y la enfermedad.
Ana Silvia Serrano
Transformación (cambio) y Transmutación (conversión)
También hemos de tener en cuenta de no acariciar expectativas en relación con los resultados
de un tratamiento, pues no todas las personas están preparadas para recuperar la salud de
inmediato ya que muchas enfermedades forman parte del proceso de aprendizaje de la persona –sin tener en cuenta la edad- y una recuperación prematura constituiría una agresión a
este proceso.
El dolor es una advertencia y muchas enfermedades se manifiestan de forma reincidente o
incurable. Solamente se produce la curación si la persona modifica su conducta para mejorarla, es decir, cambiando los hábitos de conducta que tratamos en el siguiente apartado. Una
auténtica reforma interior debe empezar, en primer lugar, en la intimidad de la propia alma.
Esta es la importancia de la alquimia interior: una transmutación de nuestro “plomo” interior
(orgullo, egoísmo, ira, etc.) en “oro” (amor, humildad, tolerancia, etc.). Y como no todas las
personas están preparadas para recibir y valorar esta sanación, pues no siempre se obtienen
los resultados deseados y hemos de hacerles comprender estos difíciles principios.
La enfermedad es un desajuste de nuestros campos energéticos y como tal puede manifestarse en otros ámbitos de nuestra vida; es por ello que debemos mantener una actitud positiva
de nuestra mente, por lo que es importante mantener siempre, pero siempre, en la mente una
imagen positiva de nosotros, de los seres que amamos y de las cosas que nos son importantes, como es el trabajo, el estudio y nuestros más valiosos sueños; nunca dejemos que el pesimismo o el negativismo empañen o dañen esas imágenes que amamos.