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Uso de máscara laríngea en fibrobroncoscopía Rev. Arg. Anest (2000), 58, 4: 195-202 Artículo de investigación clínica Uso de máscara laríngea en fibrobroncoscopía(1 ) s s s RESUMEN: La eficacia del uso de la máscara laríngea en la realización de fibrobroncoscopías fue evaluada en cien procedimientos endoscópicos diagnósticos efectuados en pacientes ambulatorios. El procedimiento fue realizado con anestesia general intravenosa con fentanilo y propofol, ventilándose a los pacientes en forma asistida con oxígeno al 100%. La eficacia de la ventilación pulmonar fue evaluada a través del registro de la oxicapnometría medida en forma continua durante todo el acto endoscópico. Durante éste, todos los pacientes presentaron una SaO2 promedio del 98% y una capnometría media de 37 mmHg (rango entre 33 y 45) registrada en los intervalos libres de aspiración endoscópica. La posición de la máscara laríngea fue evaluada a través de la clasificación endoscópica de Brimacombe. El 94% de los pacientes presentó una óptima visualización endoscópica de la laringe y las cuerdas vocales (grados 4 y 3 de la clasificación), que permitió una excelente evaluación funcional de las mismas. En el 6% restante se produjo una interposición parcial de la epiglotis anterior (grado 2 de la clasificación), la cual no impidió, sin embargo, la visualización de las cuerdas luego de eludir la epiglotis con el endoscopio. El análisis del score Mallampati de los pacientes fue registrado y correlacionado con la posición final de la máscara laríngea, evaluada endoscópicamente con la clasificación de Brimacombe, con el fin de determinar la eficacia de la técnica en los pacientes con vía aérea dificultosa. Dicho análisis permite sugerir una dificultad creciente en la colocación de la máscara laríngea así como una disminución en la calidad de su posición y, consecuentemente, de la visualización endoscópica de la laringe, a medida que aumenta el score Mallampati de los pacientes. Sin embargo, el escaso número de éstos con score Mallampati elevado en nuestra muestra de pacientes no nos permite arribar a una conclusión definitiva al respecto. Creemos que el uso de la máscara laríngea para la ejecución de fibrobroncoscopías es un método seguro y eficaz que permite una ventilación adecuada de los pacientes a la vez que ofrece a los endoscopistas una excelente visualización y evaluación funcional de las cuerdas vocales y demás estructuras de la vía aérea superior. Dres. * Fernando Javier Chirio ** Silvia Franco Maradei *** Alberto López Aráoz **** Juan Carlos Rolleri ***** Aarón Luis Sokolovsky ****** José María Leston Máscara laríngea Fibrobroncoscopía Anestesia Palabras Clave Use of laryngeal mask in fiberoptic bronchoscopy SUMMARY: The efficacy of laryngeal mask airway in fiberoptic bronchoscopy was evaluated in one hundred endoscopic diagnostic procedures carried out in ambulatory patients. The procedure was performed with general intravenous anesthesia with fentanil and propofol, ventilating the patients with 100% oxygen in assisted method. The efficiency of the pulmonary ventilation was evaluated * Anestesiólogo del Sanatorio Otamendi, Buenos Aires. ** Anestesióloga del Sanatorio Otamendi, Buenos Aires. *** Neumonólogo, Jefe del Servicio de Endoscopía Respiratoria del Hospital A. Cetrángolo y miembro del Servicio de Endoscopía Respiratoria del Sanatorio Otamendi, Buenos Aires. **** Neumonólogo, Jefe de los Servicios de Endoscopía Respiratoria del Hospital Gral. de Agudos B. Rivadavia y del Sanatorio Otamendi, Buenos Aires. ***** Neumonólogo, Jefe del Servicio de Endoscopía Respiratoria del Hospital Gral. de Agudos C. Argerich y miembro del Servic io de Endoscopía Respiratoria del Sanatorio Otamendi, Buenos Aires. ****** Neumonólogo, Jefe del Servicio de Neumonología del Sanatorio Otamendi, Buenos Aires. (1) Premio Stilmann Salgado, otorgado en el 29º Congreso Argentino de Anestesiología de Rosario (septiembre 2000). Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 195 Artículo de investigación clínica Laryngeal mask airway Fiberoptic bronchoscopy Anesthesia Key Words s s s through uninterrupted record of oxycapnometry during the complete endoscopic act. All the patients presented during the report a SaO2 average of 98% and a capnometric media of 37 mmHg (rank between 33 and 45) registered between the free intervals of endoscopic aspiration. The position of laryngeal mask airway was evaluated through the Brimacombe´s endoscopic classification. Ninety four percent of the patients presented an eminently good endoscopic viewing of the larynx and the vocal cords (grade 4 and 3 of the classification), that allowed an excellent functional evaluation. In the remaining 6% the anterior epiglottis was included within the rim of the laryngeal mask airway (grade 2 of the classification), that did not altere the observation of the cords after avoiding the epiglottis with the endoscope. The patient´s Mallampati score analysis was registered and correlated with the final placement of the laryngeal mask airway, endoscopically evaluated with the Brimacombe´s classification, in order to determine the efficiency in this technique in patients with difficult airway. Such analysis allows us to suggest an increasing difficulty in the laryngeal mask airway placement, together with a decreasing quality of the laryngeal mask airway placement, and consecuently, of the endoscopic visualization of the larynx as the Mallampati score increases in the patients. Nevertheless, the low number of patients with high Mallampati´s score in our patient´s sample does not allow us to arrive to a definitive conclusion regarding this. We believe that the use of the laryngeal mask airway for the fiberoptic bronchoscopy proceeding is a reliable and effective method that allows an adequate ventilation of the patients, and at the same time offers to the endoscopists an excellent viewing and functional evaluation of the vocal cords and the rest of the structures of the upper airway. Uso da máscara laríngea em fibrobroncoscopia s s 196 | Volumen 58 / Número 4 Máscara laríngea Fibrobroncoscopias Anestesia s RESUMO: Avaliou-se a eficácia do uso da máscara laríngea em fibrobroncoscopias em cem procedimentos endoscópicos diagnósticos efetuados em pacientes ambulatoriais. Foi utilizada anestesia geral intravenosa com fentanilo e propofol, e ventilação assistida com oxigênio a 100%. A eficácia da ventilação pulmonar foi avaliada através do registro da oxicapnometria medida continuamente durante todo o ato endoscópico. Neste procedimento, todos os pacientes apresentaram uma SaO2 média de 98% e uma capnometria média de 37 mmHg (variação entre 33 e 45) registrada nos intervalos livres de aspiração endoscópica. A localização da máscara laríngea foi avaliada através da classificação endoscópica de Brimacombe. Noventa e quatro por cento dos pacientes apresentaram uma ótima visualização endoscópica da laringe e as cordas vocais (graus 4 e 3 da classificação) que possibilitou uma excelente avaliação funcional. Nos 6% restantes ocorreu uma interposição parcial da epiglote anterior (grau 2 da classificação) que não impidiu, porém, a visualização das cordas depois de eludir a epiglote com o endoscópio. A análise do escore Mallampati dos pacientes foi registrada e correlacionada com a localização final da máscara laríngea -avaliada endoscopicamente com a classificação de Brimacombe- para determinar a eficácia da técnica nos pacientes com via aérea dificultosa. Esta análise permite sugerir uma dificuldade crescente na colocação da máscara laríngea bem como uma diminuição na qualidade de sua localização e, conseqüentemente, da visualização endoscópica da laringe, à medida que aumenta o escore Mallampati dos pacientes. Porém, o escasso número de pacientes com escore Mallampati elevado, da amostra total pesquisada, não nos permite chegar a uma conclusão definitiva. Consideramos que o uso da máscara laríngea nas fibrobroncoscopias é um método seguro e eficaz que permite uma ventilação adequada dos pacientes, e que oferece aos endoscopistas uma excelente visualização e avaliação funcional das cordas vocais e demais estruturas da via aérea superior Palavras Chaves Uso de máscara laríngea en fibrobroncoscopía Introducción Los procedimientos fibrobroncoscópicos son frecuentemente realizados con anestesia tópica por parte de los propios endoscopistas. Sin embargo, el evidente disconfort de los pacientes obliga, frecuentemente, a efectuar una sedación complementaria, con el potencial riesgo de depresión respiratoria agravado por la imposibilidad de asistir correctamente la vía aérea sin interrumpir el procedimiento endoscópico1. Por este motivo, la mayoría de los endoscopistas continúan realizando fibrobroncoscopías (FBC) con anestesia local, salvo en los casos de procedimientos prolongados, en los que comúnmente prefieren realizar la FBC bajo anestesia general con intubación endotraqueal (IOT), lo que les permite trabajar con el paciente dormido pero correctamente ventilado. La intubación orotraqueal impide la visualización de la laringe y la tráquea superior, por lo cual la observación de la estructura y el funcionamiento de éstas no puede ser evaluada durante la endoscopía. La ejecución de la FBC a través de una máscara laríngea (ML) permite una excelente observación de las estructuras laríngeas y del funcionamiento de las cuerdas vocales así como una apropiada ventilación del paciente 2,3. Adicionalmente, el uso de ML permite evitar la administración de relajantes musculares y disminuir los requerimientos de agentes anestésicos, lo cual favorece una más rápida recuperación de los pacientes ambulatorios4. Si bien esta técnica fue descripta en 1991 en forma de presentación de casos clínicos2, existen pocas referencias en la literatura acerca de la eficacia de la misma en un número importante de pacientes3,5,6. En este caso, decidimos evaluar las condiciones operativas y la eficacia ventilatoria que ofrece la máscara laríngea para la ejecución de FBC diagnósticas bajo anestesia general en 100 pacientes ambulatorios. Material y métodos En primer lugar, el Comité de Ética del Sanatorio aprobó la realización del estudio y fue obtenido el consentimiento informado de cada paciente. Para llevar adelante la investigación, fueron sometidos a procedimientos fibrobroncoscópicos diagnósticos cien pacientes ASA I y II: 76 hombres y 24 mujeres. En la tabla I se describen los procedimientos realizados por vía endoscópica. Durante la evaluación preanestésica, el mismo operador tomó registro del score Mallampati (modificado por Samsoon y Young7 en 4 grados) de cada paciente, con el fin de correlacionarlo con la posición de la ML durante el procedimiento. Luego de una premedicación con 2 mg/kg de fentanilo, los pacientes fueron preoxigenados durante cinco minu- Tabla I Procedimientos efectuados tos y se les efectuó una topicación de fauces con lidocaína spray al 10%. A continuación, se realizó la inducción anestésica con 2 mg/kg de propofol seguido de una infusión de mantenimiento de 150 mg/kg/minuto. Utilizando la técnica de Brain8, una máscara laríngea # 4 fue colocada en cada paciente, y su correcta posición fue evaluada auscultatoriamente y a través de visión endoscópica utilizando la clasificación descripta por Brimacombe y otros9. Dicha clasificación categoriza la posición de la ML en cinco grados, tomando en consideración la visualización total o parcial de la glotis del paciente y las demás estructuras laríngeas así como la función ventilatoria del paciente. La clasificación se describe en la tabla II. En aquellos casos en que la visualización endoscópica correspondiera a los grados 1 o 0 de la clasificación de Brimacombe o existiera una dificultad evidente para ventilar al paciente, se decidió que se retiraría la ML y se procedería a su recolocación. Se estableció el abandono de la técnica cuando, luego de tres intentos, la ML no pudiera garantizar una vía aérea permeable a la ventilación, procediéndose en estos casos a la intubación orotraqueal. Tabla II Clasificación de Brimacombe Determinación endoscópica de la posición de la máscara laríngea 4. Visualización exclusiva de las cuerdas vocales. 3. Visualización de las cuerdas vocales y la epiglotis posterior. 2. Visualización de las cuerdas vocales y la epiglotis anterior. 1. No se visualizan las cuerdas vocales pero la ventilación es adecuada. 0. Falla en la ventilación con ausencia de visión endoscópica de las cuerdas vocales. Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 197 Artículo de investigación clínica La verificación endoscópica de la correcta posición de la ML fue considerada no sólo por tratarse de un determinante esencial para asegurar la eficacia de la ventilación del paciente, sino también por la importancia que la posición de la ML tiene en la calidad de la visualización endoscópica de las estructuras laríngeas y el acceso a la vía aérea para el endoscopista. La correlación de la posición de la ML con el score de Mallampati de los pacientes fue analizada con el fin de determinar las limitaciones de la técnica en aquellos con vía aérea difícil. Las complicaciones asociadas a la colocación de la ML tales como laringo o broncoespasmo, tos, hipo, arcadas o dolor faríngeo10 fueron registradas. Todos los enfermos fueron ventilados con modalidad asistida con oxígeno al 100%, utilizándose un sistema circular conectado a la máscara laríngea con un codo conector Mallinckrodt con diafragma de goma para el ingreso del fibrobroncoscopio. Los pacientes fueron monitorizados con un monitor multiparamétrico Criticare 1100, que registró en forma continua SaO2, ETCO2, trazado de ECG y tensión arterial cada cinco minutos. La presión en la vía aérea (Paw) fue medida con el manovacuómetro del sistema. Al ingresar con el fibrobroncoscopio, se evaluó la facilidad de su desplazamiento a través del tubo de la ML. Luego de atravesar las ranuras de la mascarilla, se verificó la correcta colocación de ésta y la observación de la anatomía de la vía aérea superior. Una vez realizada la evaluación funcional de las cuerdas vocales, se instilaron 5 ml de lidocaína al 2% sobre la laringe a través del canal de trabajo del endoscopio, luego de lo cual, el endoscopista procedió a ingresar en la tráquea y realizar el estudio. La SaO2 y la ETCO 2 fueron tabuladas en el paciente anestesiado con la ML en posición en dos oportunidades: - antes de comenzar la endoscopía, - a los cinco minutos de ingresado el endoscopio en la tráquea del paciente. Finalizado el procedimiento, el endoscopista aspiró la sangre y las secreciones contenidas en la región glótica dentro del anillo inflable de la ML. La infusión de propofol fue interrumpida y la ML fue retirada después de la recuperación completa de los reflejos orofaríngeos. El paciente permaneció luego en la sala de recuperación, ventilando una mezcla de oxígeno al 30% en aire a través de una máscara de Campbell, durante 30 minutos. El análisis estadístico fue efectuado a través de una prueba t de Student para evaluar los cambios en la oxicapnometría en el curso de la endoscopía. La correlación de Kendall y el intervalo de confianza 95 fueron utilizados para analizar la correlación entre la posición de la ML y el score Mallampati de los pacientes. 198 | Volumen 58 / Número 4 Resultados El examen de la vía aérea de los pacientes con el score de Mallampati está tabulado en la tabla III. La ML permitió una correcta ventilación en todos los enfermos y pudo ser correctamente colocada sin dificultad en el primer intento en 94 pacientes. En 4 pacientes, la ML no permitió una correcta ventilación en el primer intento de colocación, por lo que debió ser recolocada. Sólo 2 enfermos requirieron un tercer intento de colocación para obtener una vía aérea permeable a la ventilación. Ningún paciente tuvo que ser intubado. En estos seis casos, la visualización endoscópica realizada antes de recolocar la ML permitió comprobar una imposibilidad total de observar las cuerdas vocales. En cinco de estos pacientes, la epiglotis estaba incluida totalmente dentro del anillo de la ML, ocluyendo en forma completa la glotis. En el enfermo restante, la ML estaba muy profundamente colocada; se observó, a través de las barras, una imagen de la hipofaringe mientras que la glotis permanecía obstruida por la parte superior del anillo inflable de la ML. Cabe destacar que todos los pacientes en los cuales la ML debió ser recolocada presentaron en la evaluación de Mallampati un grado III o IV. La tabla IV permite analizar la verificación endoscópica de la posición de la ML a través de la clasificación de Tabla III Score Mallampati (modificado por Samsoon y Young) de los pacientes en estudio I. II. III. IV. 48 44 6 2 pacientes pacientes pacientes pacientes Tabla IV Visualización endoscópica de la posición de la máscara laríngea con el uso de la clasificación de BRIMACOMBE Uso de máscara laríngea en fibrobroncoscopía Brimacombe en los pacientes del estudio. Al observar de dicha tabla puede apreciarse que el 94% de los pacientes presentó una visualización endoscópica que fue considerada óptima por los endoscopistas (grados 4 y 3 de Brimacombe). La relación entre la posición de la ML determinada endoscópicamente y el score Mallampati de los pacientes permite apreciar un nivel óptimo de posición y, consecuentemente, de visualización endoscópica en los pacientes Mallampati I y II, junto a una disminución progresiva en la calidad de la posición de la ML y de la imagen endoscópica resultante a medida que asciende el nivel del score Mallampati. A pesar de ello, el procedimiento endoscópico pudo ser realizado en todos los pacientes con score Mallampati III y IV. Estos resultados pueden observarse en la tabla V. En todos los casos, el fibrobroncoscopio se deslizó con facilidad a través de la ML y permitió efectuar una evaluación dinámica de la actividad de las cuerdas vocales. Una suave ventilación manual pudo sostenerse durante todo el procedimiento. La SaO2 mantuvo un promedio del 98% en todos los pacientes, y una capnometría media de 37 mmHg (rango entre 33 y 45 mmHg), medida a los 5 minutos de iniciado el procedimiento en los períodos libres de aspiración endoscópica, permite deducir una adecuada ventilación alveolar. La tabla VI sumariza los resultados descriptos. Tabla V Correlación entre la posición de la máscara laríngea evaluada a través de la clasificación de BRIMACOMBE y el score MALLAMPATI de los pacientes 4 MALLAMPATI I II III IV Clasificación de BRIMACOMBE 3 2 1 0 39 32 9 12 2 4 2 Tabla VI ANALISIS OXICAPNOMETRICO Paciente bajo anestesia general ventilado a través de la ML Antes de la endoscopía Durante la endoscopía Oximetría. Sa O2 98 ± 0,2 98 ± 1,1 Facción espirada de CO2- ETCO2. mm Hg 37 ± 2,2 37 ± 2,4 En lo que respecta a complicaciones derivadas del uso de la ML, luego de la colocación, en ningún paciente se detectó laringo o broncoespasmo, mientras que tres presentaron hipo y cuatro tuvieron tos. Ambos hechos fueron atribuidos a insuficiente plano anestésico, ya que cedieron con una dosis adicional de 50 mg de propofol IV. Ningún paciente presentó dolor de garganta luego del procedimiento ni lesiones traumáticas en amígdalas, faringe o laringe derivadas de la colocación. Finalizada la endoscopía, todos los enfermos se recuperaron satisfactoriamente. Discusión Las fibrobroncoscopías son frecuentemente realizadas con anestesia tópica local por parte de los endoscopistas, quienes prefieren generalmente el abordaje nasal, que les ofrece un acceso más directo a la vía aérea del paciente11. Un fibrobroncoscopio de 5.7 mm de diámetro externo ocupa sólo el 10% del área transversal de la tráquea disponible para la ventilación, por lo que los endoscopistas ejecutan el procedimiento permitiendo la ventilación espontánea del paciente de una mezcla enriquecida con oxígeno, a través de una cánula nasal12. El evidente disconfort que estas maniobras generan en los enfermos frecuentemente pone de manifiesto la necesidad de administrar fármacos depresores del sistema nervioso central, con el potencial riesgo de una depresión respiratoria de un paciente cuya vía aérea está fuera del control del anestesiólogo13. A este efecto debe agregarse la hipoxemia asociada a la ejecución de las FBC, que estaría vinculada a broncoespasmo y edema de la mucosa bronquial. Además, la aspiración a través del canal del endoscopio, cuya magnitud está estimada en el orden de 14 litros por minuto, favorecería la aparición de microatelectasias14,15. La hipoxemia y la hipoventilación alveolar resultantes son dos graves complicaciones frente a las cuales se han ideado diversas técnicas de dudosa eficacia, tales como la ventilación jet a través del canal de aspiración del endoscopio, la ventilación a través de un pequeño tubo endotraqueal apareado al endoscopio o la ventilación jet a través de un catéter fino alojado en la tráquea por vía oral16,17. Por este motivo, la ejecución de FBC con anestesia general se realiza generalmente con intubación orotraqueal, lo que permite efectuar la endoscopía durante lapsos prolongados sin interrupciones, manteniendo una adecuada ventilación del paciente11. La ML garantiza, al igual que el tubo endotraqueal, el mantenimiento de una vía aérea permeable, permitiendo la ventilación eficaz del paciente durante todo el procedimiento sin interrumpir en ningún momento la observación endoscópica. Sin embargo, el uso de una ML para realizar el procedimiento endoscópico presenta una serie de ventajas signi- Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 199 Artículo de investigación clínica ficativas sobre la IOT. En efecto, esta última requiere el uso de una cánula endotraqueal de al menos 8 mm de diámetro interno (DI), con el fin de evitar una reducción crítica del área del tubo endotraqueal disponible para la ventilación del paciente y de permitir un suave deslizamiento de los broncoscopios de adultos cuyos diámetros externos están más allá de los 5 mm18. El paso del endoscopio a través de estas cánulas genera una considerable resistencia al flujo ventilatorio. De acuerdo con la ley de Poiseuille, el flujo resulta proporcional a la cuarta potencia del radio, por lo cual pequeñas modificaciones en el diámetro del tubo endotraqueal tendrán un gran impacto en el volumen corriente y la resistencia al flujo ventilatorio. Así, Lindholm y otros18 demostraron que el paso de un broncoscopio de 5.7 mm de diámetro externo a través de un tubo endotraqueal de 7.0 mm de DI produce una ocupación del área transversal del tubo del 66% del total, lo que genera un incremento en la presión pico de la vía aérea de más de 60 cm H 2O y una presión telespiratoria positiva (PEEP) de 35 cm H2O por atrapamiento aéreo. Dicho porcentaje se reduce al 52% con el uso de un tubo de 8 mm DI y al 41% con un tubo de 9 mm DI, lo que permite mejorar considerablemente la ventilación al aumentar la superficie del área disponible para ventilar al paciente. La figura 1 grafica dichas relaciones. Sin embargo, el calibre de la cánula endotraqueal está limitado al diámetro de la vía aérea del paciente, por lo que los tubos de mayor tamaño no siempre son admisibles, Fig. 1.- Relación existente entre el DIAMETRO INTERNO (ID) del tubo endotraqueal (eet) (eje de abscisas) y el DIAMETRO INTERNO (ID) funcional resultante del ETT cuando el fibroscopio se encuentra en su interior (eje de ordenadas izquierdo). Dicha relación se encuentra expresada en tres curvas correspondientes a 3 endoscopios con díám. externo (OD) de 5, 5, 7, y 6 mm (FBC). El área de sección no ocupada del ETT en mm2 resultante luego del ingreso del fibrobroncoscopio se encuenra expresada en el eje de ordenadas derecho. Modificado de la figura 7 de Lindholm CE, Syuder J et al, Cardiorespiratory effects of fiberoptic bronchoscopy in critically ill patients. Chest 74: 362-8. 1979 200 | Volumen 58 / Número 4 particularmente en enfermos con patología obstructiva traqueal. Por el contrario, las ML utilizadas comúnmente en pacientes adultos (# 3, 4 o 5) presentan un diámetro interior sustancialmente mayor que el de los tubos endotraqueales (10 mm en las #3 y 4; 11 mm en la #5), ya que aquéllas no ingresan dentro de la vía aérea del paciente. Esto permite un deslizamiento más suave del endoscopio y genera una resistencia al flujo ventilatorio marcadamente menor. El uso de la ML permite, además, un excelente abordaje endoscópico de la vía aérea con una completa visualización de las estructuras laríngeas (epiglotis, cuerdas vocales, cartílagos) y de la parte superior de la tráquea. Asimismo, la ausencia de requerimientos de relajantes musculares para su colocación favorece la evaluación funcional de dichas estructuras, lo cual es sumamente valorado por los endoscopistas1,6. Durante el estudio, los parámetros ventilatorios, medidos a través del registro de la SaO2 y la ETCO2, evidenciaron una correcta ventilación de los pacientes y no mostraron cambios significativos durante el curso de la fibrobroncoscopía. Los resultados obtenidos permiten inferir que la ventilación a través de la ML es un método seguro y eficaz durante la ejecución de FBC. La conocida diferencia que existe entre los valores de la ETCO2 y la PaCO2 en los pacientes con patología pulmonar19, como los de la población que se somete a este estudio, podrían sugerir que el registro de la ETCO2 no sería un eficaz parámetro de evaluación ventilatoria durante la fibrobroncoscopía. Sin embargo, el estudio pretende evaluar las diferencias en los valores relativos de la ETCO2 del paciente anestesiado y ventilado a través de la ML antes de comenzar el procedimiento endoscópico y durante la realización de éste. La ausencia de diferencias estadísticamente significativas entre estos valores permite deducir que no existen alteraciones ventilatorias derivadas de la ejecución de la endoscopía. La necesidad de reintroducir la ML para obtener una ventilación eficaz y una correcta visualización endoscópica en sólo seis pacientes sin que se haya tenido que realizar ninguna intubación orotraqueal permite avalar la eficacia del método. El análisis endoscópico de la posición de la ML a través de la clasificación de Brimacombe (figura 2) nos deja concluir que, en el 94% de los pacientes, la ML hizo posible una observación de las cuerdas vocales y las estructuras laríngeas considerada óptima por los endoscopistas (grados 4 y 3 de la clasificación de Brimacombe), en tanto que sólo el 6% les exigió eludir con el endoscopio la porción anterior de la epiglotis para tener acceso a las cuerdas vocales (grado 2 de la clasificación). Cabe destacar que dicha maniobra no representó una dificultad para los endoscopistas, que fácilmente lograron acceder a la vía aérea del paciente. Uso de máscara laríngea en fibrobroncoscopía Fig. 2.- Imagen endoscópica de la posición de la máscara laríngea de acuerdo a la clasificación de BRIMACOMBE El 97.87% de los pacientes que exhibieron grados 4 y 3 de Brimacombe en la observación endoscópica presentaban un score Mallampati I y II en la evaluación preanestésica con un intervalo de confianza del 94.95 al 99.99%, lo que sugiere una elevada probabilidad de obtener una excelente observación endoscópica luego de colocar la ML en los pacientes con una vía aérea normal. Por el contrario, nuestro estudio evidenció la existencia de una dificultad creciente en la colocación de la ML en los pacientes con score Mallampati III y IV. Adicionalmente, a pesar de haber logrado una ventilación apropiada, la confirmación endoscópica de la posición de la ML en este grupo de enfermos reveló la obtención de un grado 3 de Brimacombe en sólo dos casos, sin que se pudiera lograr una observación superior al grado 2 de la clasificación en los restantes pacientes. Esto permitiría postular que, aun obteniendo una vía aérea permeable a la ventilación, la ML no lograría alcanzar una posición óptima en los pacientes con vía aérea difícil. En efecto, la correlación entre la observación endoscópica de los resultados obtenidos con la clasificación de Brimacombe y el score Mallampati de cada paciente sugiere una disminución progresiva de la calidad de la visualización endoscópica a medida que se acentúa la dificultad en Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 201 Artículo de investigación clínica la vía aérea del paciente. El análisis estadístico de esta relación reveló una correlación negativa estadísticamente significativa (P< 0,0001) pero de poca magnitud (r = 349), lo que estaría determinado por la escasa cantidad de pacientes Mallampati III y IV en nuestra muestra. Estos datos corroboran la experiencia de algunos autores acerca de la dificultad que existe en la obtención de una vía aérea permeable con el uso de una ML en aquellos pacientes que presentan una vía aérea difícil20. Sin embargo, cabe destacar que otros ensayos clínicos con una población más numerosa de pacientes con vía aérea dificultosa no pudieron confirmar esta aparente correlación.21,22 El escaso número de pacientes Mallampati III y IV en nuestra muestra no nos permite obtener una conclusión definitiva en este aspecto. Ningún paciente presentó complicaciones derivadas de la colocación de la ML. La aparición de tos e hipo durante la colocación ha sido vinculada a insuficiente plano anestésico10, lo que confirmamos, en nuestra experiencia, con la desaparición de los síntomas luego de una administración suplementaria de propofol. El dolor faríngeo es un síntoma que se presenta en el 10% de los pacientes, pero puede alcanzar una incidencia de hasta el 70% según las series analizadas. Esto puede ser atribuido a la habilidad técnica del operador, la presión de sellado del anillo inflable, el lubricante utilizado y la duración del procedimiento4. La ausencia de dolor faríngeo luego de la endoscopía en nuestra serie de pacientes fue atribuida, primariamente, a la topicación faríngea con lidocaína spray al 10%, la cual fue efectuada antes del procedimiento en todos los casos. Conclusiones El uso de ML es un método seguro y eficaz para la ventilación de los pacientes sometidos a FBC realizadas con anestesia general. Asimismo, la ML ofrece a los endoscopistas una vía de acceso óptima para el abordaje y la evaluación funcional de la vía aérea superior del paciente. Aunque el correcto posicionamiento de la ML y la visualización endoscópica de la laringe parecen ser más complejos en los pacientes con score de Mallampati elevado, el uso de la ML ha demostrado ser igualmente eficaz para la ejecución de FBC bajo anestesia general en los pacientes con vía aérea dificultosa. Agradecimientos A la Dra. Marina Khoury, por su colaboración en el análisis estadístico de este ensayo. Aceptado: 29/09/00 202 | Volumen 58 / Número 4 Bibliografía 1. Pereira W, Kounat D, et al. A prospective cooperative study of complications following flexible fiberoptic bronchoscopy. Chest, 1979, 79: 813. 2. Mc Namee C, Meyns B, et al. Flexible bronchoscopy via the laryngeal mask: a new technique. Thorax, 1991, 46: 141. 3. Lawson R, Lloyd-Thomas A, et al. Three diagnostic conundrums solved using the laryngeal mask airway. 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