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Patrones de Adicción :
Una Perspectiva Racional-Emotiva
Raymond DiGiuseppe
John McInerney
Institute for Rational-Emotive Therapy and St. John’s University
Institute for Rational-Emotive Therapy
Mientras que la Terapia Racional-Emotiva (RET) ha disfrutado de una continua popularidad
como tratamiento en transtornos adictivos, es un tanto vago especificar la relación entre los
pensamientos irracionales, emociones y comportamiento adictivo. Este artículo intenta corregir dicho
problema presentando cuatro posibles relaciones entre las situaciones activadoras, pensamientos
irracionales y emociones que puedan conducir hacia un comportamiento adictivo. Presentamos
estrategias clínicas para tratar cada patrón
La Terapia Racional-Emotiva (Ellis, 1962, 1973;
Ellis&Whiteley, 1979) es una de las formas de psicoterapia
cognitiva mas antigua y extensamente practicada (Smith,
1982; Heesacker, Heppner&Rogers, 1982). RET ha sido
aplicada a una amplia gama de problemas clínicos
(Brandsma, 1980; Ellis&Bernard, 1985) incluyendo el
alcoholismo y otras adicciones (Ellis, 1973, 1982, 1985;
Ellis, McInerney, DiGiuseppe&Yeager, in press;
Greenwood, 1985; Velten, 1986). Sin embargo, a pesar de
las reivindicaciones de éxito clínico, no han habido estudios
que apoyen la eficacia de RET en el tratamiento de las
adicciones (Haaga&Davison, in press) o su hipotética
relación entre los conceptos racional-emotivos y el comportamiento adictivo (Bernard&DiGiuseppe, in press;
Ellis, 1979a; Smith, in press). También, a pesar de la
conocida utilidad de RET en tratar desórdenes adictivos,
nuestra experiencia en supervisión nos indica que muchos
profesionales tienen dificultad para ejecutar RET con
pacientes que abusan de las drogas o el alcohol. Pensamos
que estos problemas se dan principalmente como resultado
de la falta del desarollo de informes teóricos respecto a la
relación entre pensamientos irracionales y conducta
adictiva. Igualmente pensamos que estableciendo una
substancial investigación y una buena práctica clínica
servirá para un claro informe teórico de la relación entre
pensamientos irracionales, emociones y conducta adictiva.
El propósito del presente artículo es presentar diversos patrones de conducta adictiva desde una perspectiva
racional-emotiva.Ya se sabe que en la teoría general
racional-emotiva, dichos patrones no se dirigen al desarollo
o etiología de conducta adictiva, sino que proporcionan
una teoría de mantenimiento de síntomas así como de
cambio.
Pensamos que es más seguro asumir que las variables
cognitivas, comportamentales y psicológicas son similares
RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 1 – 1994
en todas las adicciones. Recientes revisiones sugieren que
hay mayores similitudes que diferencias entre las
adicciones y que estas adicciones comparten procesos
psicológicos comunes (Brownell, Marlatt, Lichtenstein,
&Wilson, 1986; Miller, 1980; National Institute on Drug
Abuse, 1979; Levison, Gerstein&Maloff, 1983; Orford,
1985). Estos patrones propuestos de adicción se desarrollaron a través de nuestra experiencia con alcohólicos,
drogadictos y pacientes obesos.Nuestra hipótesis es que
dichos patrones son descriptivos de las adicciones en
general.
LAIMPORTANCIADELABAJATOLERANCIA
A LA FRUSTRACIÓN
La teoría racional-emotiva formula la hipótesis de
que los pensamientos irracionales concernientes a la baja
tolerancia a la frustración (BTF) o incomodidad, se
encuentran especialmente presentes en las adicciones
(Ellis, 1985). La baja tolerancia a la frustración incluye
ambos componentes afectivos y cognitivos.
Ellis (1979b, 1980) postuló un estado afectivo denominado “ansiedad de incomodidad” o “transtorno de
incomodidad”. Esta emoción es la ansiedad que uno
siente cuando anticipa dolor, incomodidad o desagrado.
La hipótesis plantea que dichas emociones son provocadas
por los componentes cognitivos de la baja tolerancia a la
frustración, es decir, el pensamiento irracional de que el
dolor, incomodidad o desagrado es inaguantable; esto
significa que lo desagradable no puede ni debe ser tolerado por lo cual debe evitarse a toda costa.
Abstinencia y BTF
El patrón primario afectivo-cognitivo, que pensamos
crea y mantiene la adicción, es lo que denominamos
abstinencia patrón BTF. La mayoría de personas con
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problemas en el control de la impulsividad podrían encajar
en dicho patrón sin tener en cuenta la substancia o acción
a la cual son adictos.Seguramente se escudan en el alcohol,
la comida, la heroína, la cocaína, la marihuana, el juego
o el sexo.
Este patrón se inicia cuando la persona primero encuentra un estímulo que le genera un deseo por la substancia o comportamiento adictivo. El deseo puede ser el olor
de un pastel cociendo, o estar con compañeros de bebida.
DESEO DE BEBER
DECISIÓN DE NO BEBER
BTF PENSAMIENTOS IRRACIONALES
NO PUEDO SOPORTAR
LA PRIVACIÓN
ANSIEDAD DE INCOMODIDAD
O
DISPUTAR BTF
PENSAMIENTOS
IRRACIONALES
NO DISPUTAR BTF
PENSAMIENTO
IRRACIONAL
REDUCIR LA ANSIEDAD
DE INCOMODIDAD
CREENCIA DE QUE
EL ALCOHOL REDUCIRÁ
LA ANSIEDAD
DE INCOMODIDAD
DECISIÓN DE NO BEBER
DECISIÓN DE BEBER
Entonces los pacientes deciden si participan de la
substancia deseada. La decisión de no consumir la substancia adictiva deseada es el suceso activador. La carencia
temporal resultado de la decisión de abstenerse es entonces
seguida por la baja tolerancia a la frustración que nace de
los pensamientos irracionales. Estos pueden ser :
• No puedo soportar evitar tomar una copa
• No puedo funcionar sin una copa
• No soy lo suficientemente fuerte para resistirme al
alcohol
• No puedo soportar la privación del deseo de beber
• Soy una persona terriblemente limitada si no puedo
tomar una copa
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Estos pensamientos irracionales llevan hacia un
malestar emocional de ansiedad de incomodidad.
Los pacientes superan la ansiedad de incomodidad
de maneras diferentes :
(a) Pueden esperar que distrayéndose, la necesidad
por la substancia deseada pase.
(b) Pueden disputar los pensamientos irracionales
que le producen el malestar emocional de la ansiedad de
incomodidad, y repetirse pensamientos racionales como
“Puedo vivir con ese malestar y no convertirlo en necesidad”.
Es un trabajo duro y doloroso hasta que el proceso de
disputa cambia el malestar emocional.
(c) Pueden suprimir rápida e inmediatamente la
ansiedad de incomodidad eliminando el suceso activador
- la imaginada o actual privación- y no ceder a su adicción.
Al margen de como empezó la adicción, creemos que
la baja tolerancia a la frustración es suficiente para seguir
manteniéndola.
La razón principal por la cual las adicciones son tan
fáciles de mantener es que ninguna estrategia cognitiva o
comportamental puede eliminar tan rápidamente la ansiedad de incomodidad como la substancia de la cual se
abusa. Las demás estrategias (ej.disputa filosófica, distracción cognitiva, poder sobre las auto-afirmaciones, control del estímulo, practicar un comportamiento incompatible) requieren que la persona dedique algún tiempo para
que éstas funcionen. Durante ese periodo, el paciente
experimenta incomodidad. Todas las demás estrategias
que no sean entregarse a la adicción requieren un esfuerzo, que es lo que las personas con baja resistencia a la
frustración tienden evitar.
Problemas en identificar la abstinencia - patrón BTF.
Mientras que la abstinencia - patrón BTF es fácil de
entender, los terapeutas en fase de aprendizaje de RET
frecuentemente ignoran este patrón, en sus esfuerzos por
cambiar el comportamiento adictivo. Nuestra experiencia de supervisión RET sugiere que muchos profesionales
nuevos en RET yerran en este punto. Hay dos razones
para este error de diagnóstico.
Ellis (1979b, 1980) creó el término de ansiedad de
incomodidad porque la emoción que resulta de la cognición de la baja resistencia a la frustración es difícil de
etiquetar. Hemos observado a cientos de terapeutas intentando ayudar a los pacientes a superar adicciones, hemos
notado cuán difícil es para las personas etiquetar el estado
afectivo que experimentan al encontrarse privados de él.
¿Cómo denominamos esa sensación que ocurre cuando
demandamos que debemos colmar el deseo que sentimos
por una substancia adictiva, aunque hayamos decidido
privarnos de ella?. Algunas personas lo llaman “craving”,
otras lo llaman una urgencia, privación, agitación, pánico, etc.
RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 1 – 1994
Muchas personas hablan de una sensación negativa y
perturbadora, sea cual sea el término que utilicen, muchas
personas no experimentan lo suficiente la sensación para
poder etiquetarla, porque la huida es muy fácil. Ellis utliza
el término ansiedad de incomodidad. Nuestra hipótesis es
que este agujero semántico les hace difícil a los pacientes
etiquetar la sensación de la que escapan cuando ellos se
resisten a su comportamiento adictivo. Si los pacientes no
pueden etiquetar y por lo tanto comunicar dicha emoción
perturbadora, el terapeuta no puede investigar el pensamiento irracional que lleva a ella.
Otra razón por la cual los terapeutas noveles yerran
este patrón emotivo-cognitivo es la estrategia que utilizan
en la evaluación . Cuando los pacientes dicen haber
utilizado o abusado de una substancia, el terapeuta de
RET busca el ABC antes de disputar. El terapeuta pregunta
en primer lugar a los pacientes como se sienten (Walen,
DiGiuseppe & Wessler,1980). Debido a que el paciente
ya ha asimilado el tóxico, él se siente bien, o colocado, o
se siente culpable o bien siente remordimiento. La sensación
de ansiedad de incomodidad ha pasado. Como los pacientes
suelen demandar el rápido alivio de la ansiedad de incomodidad no la sienten durante mucho tiempo. De hecho
normalmente se colocan cuando la necesidad les aprieta
a fin de evitar sentir esa ansiedad. Entonces los pacientes
dicen sentirse culpables de haber bebido y el terapeuta
busca y disputa las ideas irracionales que les llevan a
sentirse culpables. Como veremos a continuación, no es
necesariamente malo disputar los pensamientos
irracionales que les llevan a sentirse culpables. Sin embargo, dicha estrategia no llega al fondo de los problemas
en este patrón.
Técnicas para descubrir BTF.
Hay diferentes formas para descubrir si la abstinencia
patrón BTF se encuentra presente en personas adictas.
El terapeuta puede hablar en primer lugar con los pacientes
sobre lo que sienten cuando se privan de su adicción o
preguntar cómo se sienten cuando se encuentran en una
situación en la que no pueden satisfacer su consumo.
Nuestra experiencia indica que se resisten a contestar esta
pregunta, pierden la mirada, o se encogen de hombros. De
todas formas si el terapeuta persiste en preguntar, uno
puede llegar a establecer su vocabulario para la ansiedad
de incomodidad. Una vez que han establecido un campo
semántico les podemos enseñar como utilizarlo. Si tienen
dificultad en producir el campo semántico, les podemos
pedir que intenten imaginar que les presentan su tóxico
favorito y que intentan no utilizarlo. Anímeles a que
continuen imaginando que se encuentra ahí gimoteando
para que el deseo continue ahí. Bajo estas condiciones,
pueden entonces etiquetar la sensación que esto les genera
como ansiedad de incomodidad.
RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 1 – 1994
Otro común patrón afectivo-cognitivo es la indulgencia en el abuso de substancia con el fin de huir o evitar
problemas. Esto conduce a la“intoxicación como método
de afrontarlo”.
Por ejemplo, el alcohol, siempre es remarcado por
sus efectos relajantes. La expectativa cultural es que el
alcohol reduce la tensión. Los atareados ejecutivos que al
finalizar el dia toman una o dos copas esperan que les
ayude a desconectar. Aquellos que fuman marihuana para
relajarse esperan que ésta les ayude a “desconectar”.
La amplia idea cultural de que el alcohol, marihuana, y
otras drogas son relajantes, y mientras que dichas drogas
producen algunas respuestas fisiológicas de relajamiento,
los efectos de estas substancias no son siempre coherentes
con los efectos fisiológicos de relajación. Por ejemplo, el
alcohol se considera como una substancia que provoca
relajamiento, aunque uno de sus efectos fisiológicos es
aumentar el ritmo cardiaco, lo cual es lo opuesto de lo que
ocurre en la relajación (Vaillant, 1983).
Actualmente los alcohólicos se engañan cuando creen
que el alcohol es una buena forma de olvidar. De todas
fomas, como resultado de beber, pueden sentirse en parte
relajados y equivocarse al no aprender otros métodos
potencialmente mejores de relajación. Lo mismo puede
decirse de otras substancias, menos en drogas que están
catalogadas señaladas como medicamentos ansiolíticos.
Aquellos que son adictos a dicha clase de drogas tienen
una forma de relajarse química, la cual posee efectos
secundarios y altos costos.
La terapia racional-emotiva enseña a las personas
que pueden cambiar sus emociones perturbadoras a través
de identificar y cuestionar sus pensamientos irracionales
cuando éstos les hacen sentirse mal. A fin de que funcione
la terapia, los pacientes deben practicar “coping skills” en
vivo, esto es, cuado se sienten mal. Esto significa que
normalmente ya se encuentran con una cierta incomodidad
emocional antes de ponerlo en práctica. Aquí es donde la
terapia racional-emotiva plantea la hipótesis de que muchas
de las personas con desordenes adictivos tiene los peores
problemas. Rehusan permitir sentirse lo suficientemente
incómodos como para aprender los efectivos “técnicas de
afrontamiento”. En consecuencia, la perturbación emocional que experimentan en el ABC de RET en el punto
C se convierte en un suceso activador para un nuevo
grupo de pensamientos irracionales y un nuevo problema
emocional.
La teoria racional-emotiva denomina a dicho proceso
de contrariedad, que conduce a pensamientos irracionales
y de mayor contrariedad, perturbación emocional secundaria
o síntomas de stress (Walen, DiGiuseppe&Wessler, 1980).
En pacientes con desordenes adictivos, los síntomas de
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stress aparecen con terquedad. Estos no toleran los sentimientos de depresión, ansiedad, dolor, o rabia que sienten.
Cuando experimentan dichas emociones perturbadoras,
tienen pensamientos irracionales sobre sus molestias.
Algunos ejemplos de sus pensamientos irracionales que
crean ansiedad de incomodidad o baja resistencia a la
frustración sobre su ansiedad original, depresión, o rabia son :
• No soporto estar alterado
• Debo estar emocionalmente contento
• No debo experimentar la lucha de tener problemas
emocionales
• No debo estar enfadado
• Se supone que no debo estar enfadado
• Me siento demasiado débil para soportar esta
emoción perturbadora
• Me volveré loco si siento emociones perturbadoras
Es importante remarcar que en el modelo “la intoxicación
como metodo de afrontamiento”, las drogas o alcohol no
serán apoyos positivos. Puede ser que los pacientes no se
coloquen ya que disfrutan de la sensación. Actualmente,
A
B
SUCESO ACTIVADOR
PROBLEMÁTICO
"B" PENSAMIENTO
IRRACIONAL DE "A"
"C" MOLESTIA
EMOCIONAL DE "A"
DISPUTAR LA "B"
IRRACIONAL
CONOCIMIENTO DE
QUE BEBER ES
UNA SOLUCIÓN
A CORTO PLAZO
DECISIÓN DE
REDUCIR "C"
"E" NUEVA REACCIÓN
EMOCIONAL HACIA "A"
REFUERZO DE QUE
BEBER NO ES
NECESARIO PARA
AFRONTAR
C
BTF PENSAMIENTO
IRRACIONAL
"NO SOPORTO
ESTAR ALTERADO"
Y/O
"NO SOPORTO
TRABAJAR
MI PROBLEMA"
ANSIEDAD DE
INCOMODIDAD
el patrón está en un proceso de refuerzo negativo.
El refuerzo de utilizar los tóxicos consiste en eliminar el
dolor, en este caso eliminar el dolor emocional y la
molestia que han experimentado es el suceso activador
original así como eliminar los síntomas de stress. En
muchos casos haber evitado o reducido el dolor o la
incomodidad es la molestia original o perturbación así
como también eliminarlos síntomas asociados de stress o
ansiedad de incomodidad, esto es, el enfado de estar
enfadado. Esta conocida conexión entre la redución del
dolor emocional y el uso de substancia es tan fuerte que
puede y suele persistir aún cuando el uso de la substancia
es por si mismo doloroso, por ejemplo, algunos alcohólicos con úlceras pépticas sangrantes continuan bebiendo
aunque sufran un inmediato dolor físico. Este tipo de
comportamiento no tiene un sentido claro a no ser que se
presuma de expectativas aprendidas de alivio. Algunos
alcohólicos comunican este posible alivio. La utilización
de la substancia tiene un gran valor como distracción. El
contexto total en el abuso de substancia provoca el evitar
apartar la atención de la molestia inicial así como de sus
efectos químicos.
La cuestión es que parece extraño que uno utilice el
alcohol o las drogas no por placer, sino para la eliminación del dolor. Después de todo, pocos consumidores
admitirán que utilizan drogas o alcohol para dichos
propósitos. Se refieren a su alcoholemia como “celebrando”
y utilizan otras frases parecidas para describir su adicción
en términos que indican pasar un buen rato. De todas
formas, un análisis de comportamiento de un paciente
utilizando un modelo particular puede indicar que el
cliente utiliza alcohol o drogas cada vez que se enfrenta
a una situación perturbadora o se encuentra bajo una
presión. La investigación de Marlatt y Gordon (1985)
indica que muchas recaidas ocurren cuando se enfrentan
a situaciones emocionales molestas.
Frecuentemente, los pacientes informan que han
consumido para sentirse atontados o para huir.
+
CONOCIMIENTO DE QUE
EL ALCOHOL DARÁ
ALIVIO A CORTO PLAZO
DECISIÓN DE BEBER
ALIVIO TEMPORAL
DE LA ANSIEDAD
DE INCOMODIDAD
REFUERZO DE QUE
EL ALCOHOL ES UNA
FORMA DE
AFRONTAMIENTO Y
FRACASO EN APRENDER
"COPING SKILL"
ALTERNATIVOS
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Utilizar alcohol u otros tóxicos para mitigar la
incomodidad de la ansiedad original y de los síntomas de
estrés tiene diversos efectos negativos :
(a) Refuerza la creencia de los pacientes de que no pueden
soportar la incomodidad emocional;
(b) Refuerza el hábito de beber para resolver sus problemas emocionales;
(c) Refuerza el hábito de responder a las situaciones
activadoras problematicas con tóxicos;
(d) Impide al paciente aprender otras estrategias efectivas
para superar los problemáticos sucesos activadores.
Este último punto puede ser el más negativo ya que
impide que los alcohólicos aprendan a enfrentarse a los
RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 1 – 1994
problemas de su vida sin confianza en su adicción. Dichos
pacientes seguramente fallarán en poder desarollar medios
de vida que de otra manera hubieran podido desarollar.
Creemos que este mecanismo puede explicar la
noción de Vaillant (1983) de que el alcoholismo a menudo
conduce a problemas de personalidad. Por ejemplo, si un
paciente piensa que no puede soportar el esfuerzo de la
negociación interpersonal y por ello bebe cada vez que se
incomoda negociando con su esposo/a, el paciente no
puede, como resultado, resolver ninguno de los temas
emocionales en su relación. Con el tiempo se vuelven
emocionalmente y socialmente aislados. Si el matrimonio termina, pueden encontrarse imposibilitados para
desarollar una nueva relación. Estos pacientes se van
aislando y pueden parecer esquizoides a causa de su
fracaso al no aprender cómo negociar y cómo comprometerse en una relación. Años de dicho patrón de comportamiento les dejará sin madurez ya que no aprenden otros
patrones alternativos cuando se encuentran colocados.
Estando todo ese tiempo mermados les privará de aprender
y experimentar, que es lo mismo que madurar.
Dificultades al descubrir el patrón de “intoxicación
como afrontamiento”.
Puede ser que el mayor problema para identificar los
pensamientos irracionales de los consumidores sea su tendencia a negar los problemas. Los terapeutas y los miembros de la familia a menudo creen que comprenden su
negación porque la han nombrado. El modelo “intoxicación como afrontamiento.” puede explicar como funciona la negación. La negación puede ser mantenida no solo
porque los pacientes que abusan de drogas o alcohol
distorsionan cognitivamente la realidad, sino también
porque se ven a sí mismos sin problemas. Estos pacientes
no experimentan problemas ya que su falta de resistencia
a la frustración y rápida huida o elusión a través del uso
de la substancia, da como resultado que eviten toda
incomodidad. Huyen hacia un desconcierto al primer
indicio de sentimientos negativos. Por ello no están negando el problema, de hecho no lo están experimentando.
La literatura de abuso de alcohol y drogas se refiere
de manera constante a la presencia de miembros de la familia
que ayudan a las personas adictas a evitar sus problemas,
los protectores.
La presencia de un protector ayudará a los alcohólicos
a no reconocer sus problemas. Pero negarlos no es realmente un buen término para el error del adicto en ver el
problema.
Actualmente el protector delimita muchos problemas
como resultado de la indulgencia del consumidor por lo
tanto no hay ningún problema a tratar.
RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 1 – 1994
Técnicas para descubrir el modelo “intoxicación
como afrontamiento”.
Una manera efectiva de que los pacientes que utilizan
alcohol y drogas se den cuenta de su fracaso es animar al
protector a dejar su papel como tal. Una vez que esto
ocurre, muchos de los errores y dificultades que los
pacientes habían podido evitar empiezan a acumularse.
La reacción inicial de los pacientes puede ser la de actuar
con indiferencia. Despues de todo, pueden no darse cuenta
de cuando el protector les ha protegido. Entonces el
problema de la bebida o del consumo empeora.A medida
que el protector se aleja, el número de problemas o sucesos
activadores desagradables aumenta. A medida que los
problemas aumentan, los pacientes tienden a responder a
las consecuencias emocionales con su ya probada y
verdadera solución, el consumo. Por ello, la cantidad de
tiempo que pasa intoxicado aumenta. A medida que los pacientes se extralimitan en el consumo de su substancia preferida,
más cosas en su vida quedan desatendidas y por ello
mayores sucesos activadores desagradables ocurrirán.
Finalmente, los pacientes se encontrarán desbordados por
la gran cantidad de problemas que se les presentan. Pueden
perder su trabajo, su vivienda, su pareja, no tener comida,
o hallarse en la cárcel. En ese momento no pueden escapar
a la intoxicación y pueden llegar a admitir que realmente
existe un problema. Actualmente esta estrategia puede
generar una crisis, a veces referida como “tocar fondo”.
La crisis desborda a los adictos con problemas, con lo cual
se encuentran forzados a darse cuenta de su incapacidad
de afrontarlos. Una crisis solo puede darse si el protector
deja su papel de “ayuda”. Pero al mismo tiempo que el
problema aumenta, estos protectores pueden caer en el
papel de mesías por sus propios pensamientos irracionales.
La crisis solo puede llegar a provocarse y controlarse si el
terapeuta trabaja con el protector con vista a prevenir un
rescate.
No todos los pacientes son tán adictos que requieren
una crisis antes de admitir sus problemas. Existen otras
estrategias que los profesionales pueden utilizar para
ayudarles a darse cuenta de sus problemas. Una estrategia
es revisar los episodios de consumo acaecidos recientemente.
Si éstos se encuentran relacionados con problemáticos
sucesos activadores y parece ser que el consumo se utilizó
para afrontarlos, se ha de seguir investigando por esta
línea. Se puede pedir a los pacientes que imaginen que han
experimentado sucesos activadores sin tener acceso al
alcohol o las drogas. Se les pregunta como se sintieron o
que es lo que pensaron. También el terapeuta puede
centrarse en lo que sintieron y pensar en cualquiera de las
perturbaciones emocionales producidas por el suceso
activador y los pensamientos irracionales que tenían de él.
Una estrategia adicional se centra en los errores
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admitidos. El terapeuta facilita una descripción de los
mayores problemas prácticos del paciente. Puede que en
su trabajo esté mal pagado o que no ha acabado sus
estudios porque odiaba ir a clase o examinarse.
Entonces el terapeuta se centra en porqué estos
problemas no se han solucionado y que se podría haber
hecho para solucionarlos. Una vez que el cliente admite
que hay soluciones para sus problemas prácticos, el
terapeuta enfoca las preguntas sobre lo que le detiene en
seguir el camino a esas soluciones. ¿Qué sentirían si
intentaran poner en práctica esas soluciones?. Frecuentemente los pacientes se encontrarian ignorando sus problemas
y el terapeuta podría aprovechar y sugerirles que la baja
tolerancia a la frustración les detiene en el intento de
seleccionar o conseguir su objetivo. El terapeuta puede
señalar cómo sus quejas son inconsistentes con su falta de
esfuerzo en superar sus problemas prácticos y entonces
señalar con fuerza cómo pueden estar evitando las soluciones debido a la ansiedad de incomodidad.
Las personas adictas se autoidentifican como seres
consumidores o no consumidores.
Si toman una copa, fuman un porro o consume una
ralla de cocaina, entonces se consideran consumidores.
La línea entre un consumidor y un no consumidor es
CONSECUENCIAS NEGATIVAS
DEL EPISODIO DE BEBER
EPISODIO DE BEBIDA
RAZONAMIENTO DICOTÓMICO
"SOY UN BEBEDOR Y
NO PUEDO PARAR"
+
PENSAMIENTO IRRACIONAL
SOBRE BEBER: "SOY
DESPRECIABLE POR BEBER"
DESESPERANZA Y DEPRESIÓN
DISPUTAR PENSAMIENTO
IRRACIONAL Y
PENSAMIENTO DICOTÓMICO
NO DISPUTAR
CAMBIAR DEPRESIÓN
A REMORDIMIENTO
DEMANDA DE FINALIZAR
RÁPIDAMENTE EL
DESAGRADABLE TRANSTORNO
NO BEBER
ESPERANDO QUE EL ALCOHOL
FINALIZARA EL TRASTORNO
DECISIÓN DE BEBER
INTOXICACIÓN IGUAL A DESPRECIABLE
Muchos alcohólicos y otros consumidores creen que
están miserablemente atrapados en un patrón de comportamiento del cual no pueden escapar. Una vez que se
aceptan como consumidores o adictos, quizás se autodenominen como seres humanos sin valia debido a su
adicción. Mientras que no todos aquellos con problemas
adictivos encajan en este patrón, una parte substancial
encaja en lo que llamamos patrón “intoxicación igual a
despreciable”.
Una vez que estos individuos salen de un episodio, se
encuentran confrontados por las consecuencias negativas
de su compromiso : el trabajo perdido, las tareas escolares
no echas, las clases interrumpidas, la cita olvidada, los
insultos....etc. Ahora pueden elegir aceptarse por haber
cometidos errores tan serios y perdonarse por las
trangresiones que seguian a su indulgencia, o pueden
condenarse por lo que han hecho. Muchos alcohólicos y
drogadictos que son basicamente personalidades
neuróticas, utilizan cada episodio de abuso como una
oportunidad de castigarse a sí mismo. Dos tipos de
pensamientos irracionales suelen aparecer en este patrón
afectivo-cognitivo. El primero es la demanda absoluta de
que el abuso de substancia no debería haber ocurrido y no
debe ocurrir ahora o en el futuro. Ya que los pacientes no
han vivido acorde a esta demanda dogmática deducen que
son personas despreciables. Este desprecio es la continuación de la demanda.
El segundo tipo de irracionalidad involucra el razonamiento dicotómico.
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exacta, rígida e inflexible. Por tanto cuando estos individuos quieren parar, se encuentran en peligro.
Mientras están abstinentes no son consumidores.Cuando
toman un poquito de la substancia tóxica son consumidores.
Una vez que se auto-etiquetan como consumidores, se
han definido como incapaces de parar.
Marlatt y Gordon (1985) revisaron un considerable
material clínico y de investigación para poder indicar
como este razonamiento dicotómico o etiquetado aumenta
la probabilidad de que una pequeña caída en un adicto
dará como resultado una recaída absoluta. Ellos llaman a
esto el efecto de la violación de la abstinencia porque
dicha violación se ve como una total recaída. Esta definición de uno mismo como consumidor conduce a pensar en
que uno es incapaz de escapar de la adicción.
Este patrón afectivo-cognitivo es generalmente fácil
de identificar para el terapeuta.
RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 1 – 1994
LA DEMANDA DE ESTÍMULO
A lo largo de 25 años los investigadores han ido
advirtiendo la relación entre alcoholismo y psicopatía
(Glueck&Glueck, 1950; McCord&McCord, 1960).
Algunos investigadores creen que la psicopatía es primero
y y que ésta conduce al alcoholismo (Robins 1966)
mientras que otros creen que los síntomas psicopáticos se
desarollan del alcoholismo (Vaillant, 1980). Schuckitt
(1973) cree que éstas no son categorías exclusivas y que
existen dos posibilidades para explicar el vínculo hallado
entre alcoholismo y psicopatía :
(a) El alcoholismo y la drogadicción son síntoma de una
personalidad antisocial subyacente
(b) el alcohol y el abuso de drogas manifiestan síntomas
antisociales como consecuencia de la dependencia primera.
Vaillant (1983) encontró que miembros de dicho
segmento de alcohólicos entraban en las dos categorías.
Así parece que cualquier profesional trabajando con
alcohólicos o drogadictos será confrontado con pacientes
que a menudo son psicópatas.
Si algunos alcohólicos y drogadictos son primariamente psicópatas, ¿cuál es el mecanismo que conduce a
la psicopatía hacia el abuso del tóxico?. Algunos teóricos
han señalado que los psicópatas parecen tener altos niveles
de deseo por la excitación o estimulación y un pobre
control del impulso (Cleckley, 1982; Hare, 1986).
La teoria racional-emotiva plantea la hipótesis de
que la búsqueda de la sensación de estar colocado de los
psicópatas, no es por si sola suficiente para llevarles a
beber o consumir drogas. De todas formas, si la búsqueda
de estar colocado se une con la creencia irracional de los
psicópatas de que no pueden soportar o tolerar el aburrimiento o la monotonia, dará como resultado la perturbación.
Dicha combinación puede llevar a la inquietud de ansiedad
de incomodidad cuando la estimulación es mínima a
causa de la baja resistencia al aburrimiento. Si a esta
expectativa se añade el que las drogas o la bebida ayudan
a pasar un buen rato, el psicópata se acercará a ellas. (Vea
Fig.4). El terapeuta racional-emotivo intentará en primer
lugar la solución filosófica de disputar la demanda del
psicópata adicto de que la vida sea siempre excitante y les
ayudará a aceptar que puedan tolerar las actividades rutinarias, el aburrimiento y el dia a dia. Las otras estrategias se
basan en enseñarles maneras menos destructivas de satisfacer su necesidad de búsqueda de sensación y ayudarles
a conceptualizar que no solo los buenos momentos y la
diversión son las consecuencias del beber y del consumo,
sino que también les han ocurrido cosas negativas. Se les
puede ayudar facilmente a recordar como su demanda de
excitación y la borrachera subsiguiente dieron como
resultado consecuencias negativas, como destrucción de
RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 1 – 1994
la propiedad, infracciones de tráfico y citaciones, altercados físicos, batallas verbales, y la pérdida de amistades.
Además, el terapeuta puede señalar cómo el control de la
demanda de excitación y la tolerancia de los aspectos
mundanos de la vida, han dado resultado en otros, en la
consecución a largo plazo de sus objetivos y subrayar
especialmente qué objetivos a largo plazo puede conseguir el paciente.
PERSONALIDAD "TIPO
BÚSQUEDA DE SENSACIÓN"
+
ABURRIMIENTO + FALTA DE
ACTIVIDAD ESTÍMULO
+
PENSAMIENTO IRRACIONAL
"NO DEBO ESTAR ABURRIDO"
+
EXPECTATIVA CULTURAL DE QUE
EL ALCOHOL Y DROGAS LLEVAN
A LA DIVERSIÓN
ANSIEDAD DE
INCOMODIDAD
DISPUTAR
DECISIÓN DE BEBER
REDUCCIÓN DE LA
ANSIEDAD
DE INCOMODIDAD
DISMINUCIÓN DE LA
PROBABILIDAD DE BEBER
CONCLUSIÓN
Los cuatro patrones afectivo-cognitivos de desordenes
adictivos de ninguna manera quieren ser exhaustivos. Es
posible que otros patrones de pensamientos, sentimientos
y comportamientos compatibles con la teoria racionalemotiva pueden conducir a desordenes adictivos.
También, estos patrones no son exclusivos; un paciente
en particular puede tener varios a la vez. La identificación
de patrones especificos de adicción permiten diversos
avances en la práctica de RET :
(a) más estrategias específicas para identificar las
cogniciones que parecen estar conduciendo a las adicciones
(b) formulación de hipótesis concernientes a la presencia
de cogniciones específicas que están involucradas en la
adicción; y (c) específicas intervenciones en el tratamiento.
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La identificación de estos cuatro patrones puede también
adelantar la investigación en el área de la terapia cognitiva
del comportamiento de las adicciones.
La presencia de estos patrones sugiere que las estrategias de investigación dirigidas en correlacionar la garantía de los pensamientos irracionales del paciente con
un autoinforme del comportamiento adictivo o estado
afectivo pueden no producir hallazgos significativos ya
que las relevantes creencias irracionales pueden ser pro-
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ducidas solo por específicos sucesos activadores. La
existencia de estos patrones se puede comprobar a través
de métodos en vivo, donde los pacientes están educados
para evaluar los pensamientos irracionales y los estados
afectivos después de que ocurrieran los sucesos
activadores. Estos patrones también sugieren el orden
específico de las cogniciones perturbadoras, por tanto, se
pueden ensayar en periodos de tiempo o a través de la
investigación de un tema.
RET, Revista de Toxicomanías. Nº. 1 – 1994