Download Baja tolerancia a la frustración y perfeccionismo - francesc

Document related concepts

Terapia racional emotiva conductual wikipedia , lookup

Terapia cognitiva wikipedia , lookup

Trastorno cognitivo wikipedia , lookup

Baja tolerancia a la frustración wikipedia , lookup

Trastorno de ansiedad wikipedia , lookup

Transcript
“Baja tolerancia a la frustración y perfeccionismo en los problemas
sexuales y de pareja”
Sorribes, F.; Lega, L.; Calvo, M.; Trujillo, J. L.
Institut RET (Barcelona)
Saint Peter’s College of New Jersey
ABSTRACT
Según la Terapia Racional Emotiva Conductual o TREC (Ellis, 1958), la
perturbación emocional y conductual depende en gran parte al mantenimiento
de creencias irracionales.
El objetivo de la presente investigación es explorar las relaciones entre
diferentes tipos de creencias irracionales (aprobación, perfeccionismo, baja
tolerancia a la frustración, condenación global a la persona, catastrofismo) y los
problemas sexuales y de relación de pareja. Hemos estudiado una muestra de
146 pacientes provenientes de un centro de psicología y sexología en el
noreste de España con distintos diagnósticos clínicos: trastorno de ansiedad
generalizada, trastorno depresivo mayor, problemas de pareja, trastorno del
deseo sexual inhibido, disfunción eréctil y eyaculación precoz.
Los resultados indican una presencia significativa mayor de
perfeccionismo en las personas con problemas de pareja que en aquellos con
trastornos de ansiedad generalizada, trastornos depresivos y trastorno de
deseo sexual inhibido. La baja tolerancia a la frustración es también
significativamente más alta en personas con problemas de pareja más que en
individuos con trastornos de ansiedad generalizada y trastornos depresivos.
También se han encontrado una presencia significativa mayor de baja
tolerancia a la frustración en personas con problemas sexuales incluyendo:
trastorno de deseo sexual inhibido, eyaculación precoz y disfunción eréctil, que
en aquellos con trastorno de ansiedad generalizada, y en personas con
trastornos sexuales de eyaculación precoz y disfunción eréctil en comparación
con individuos con trastornos depresivos.
Estos resultados son consistentes con la teoría de TREC y sus posibles
implicaciones para futuras investigaciones y la intervención terapéutica son
ampliamente discutidas.
PALABRAS CLAVE: baja tolerancia a la frustración, perfeccionismo,
sexualidad, pareja, irracionalidad, Terapia Racional Emotiva Conductual
(TREC), ansiedad del ego, ansiedad situacional.
INTRODUCCIÓN
Marco general: La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC)
El objetivo de este estudio persigue principalmente investigar el tipo de
creencias irracionales presentes en los problemas sexuales y de pareja, y
hacer comparaciones con otros grupos clínicos como los pacientes con
trastornos de ansiedad y depresión, utilizando el marco de referencia de la
Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC), fundada por Albert Ellis (1958).
La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) se basa principalmente
en la premisa estoica de Epícteto, quien en el siglo I a. de C. dijo: “No son las
cosas las que nos perturban sino la visión que tenemos de ellas (Epicteto.
Disertaciones por Arriano. Madrid: Gredos, 1993). Concretamente, el modelo
ABC de la TREC dice que nuestra perturbación emocional y conductual
depende en gran parte de la creación y mantenimiento de creencias
irracionales sobre nosotros mismos, otras personas y/o el mundo en general
(Ellis, 1958).
Las creencias irracionales se caracterizan por ser 1) dogmáticas, 2)
ilógicas o incoherentes, y 3) disfuncionales porque no ayudan al logro de las
metas significativas personales a largo plazo (Ellis, 1962). Específicamente el
núcleo central de la irracionalidad humana son las exigencias absolutistas o “la
tiranía de los deberías” que el mismo Ellis reconoce están basadas en el
modelo psicoanalítico de Karen Horney (1950). No debemos olvidar que este
fue un modelo importante en su entrenamiento psicoterapéutico inicial.
Las exigencias dogmáticas o absolutistas (los “deberías”) es la tendencia
a tener normas rígidas, inflexibles, sobre uno mismo, los demás y/o las
condiciones de la vida: “Tengo que ser absolutamente perfecto y conseguir la
aprobación de los demás; Debes tratarme bien y ser justo conmigo; Mi vida
tiene que ser cómoda, fácil y sin problemas” (Ellis, 1977). Como varios
autores han señalado, el contenido de estas exigencias absolutistas puede
manifestarse en tres aéreas generales (Campbell, 1985; Walen, S.; Diguiseppe,
R.; Dryden, W., 1992; Lega, 1992):
•
•
•
-
Aprobación: Debo ser aprobado y amado por las personas
significativas para mí.
Éxito/Perfeccionismo:
Debo
hacerlo
bien
y
ser
perfectamente competente en todo lo que haga.
Comodidad: Los otros y las cosas deben ir como yo quiero,
cómodamente y sin problemas.
Y las inferencias irracionales derivadas de tales exigencias son:
•
Baja Tolerancia a la Frustración (BTF): Tendencia a
considerar las dificultades de la vida o los contratiempos
como demasiado difíciles o insoportables. “No lo puedo
soportar, no debería de ser tan difícil...”
• Catastrofismo: Tendencia a evaluar las cosas como
“horribles” “terribles” en vez de malas, desagradables o
desafortunadas. “Es horroroso, es terrible...”
•
Condenación global de la persona: Tendencia a valorar
globalmente la persona en función de un rasgo de
personalidad o conducta concreta, y tanto puede ser una auto
condenación (“No lo conseguí, soy imbécil”) como una
condenación al otro (“No me ayudó; es un egoísta y un
estúpido”)
Según el modelo TREC, en la mayor parte de los trastornos psicológicos
están presentes una o varias de estas creencias irracionales. Ser consciente de
las creencias irracionales responsables de nuestra infelicidad, aumentar
nuestra capacidad para poder discernir entre éstas y otras racionales capaces
de hacernos sentir menos perturbados y aprender métodos cognitivos,
emocionales y conductuales que nos ayuden a sentirnos y a estar mejor, son
los objetivos de la TREC (Ellis y Becker, 1982).
Así mismo, la TREC distingue también dos tipos de ansiedad básica en
los trastornos psicológicos y que pueden estar presentes en todos los
trastornos psicológicos en mayor o menor medida: la ansiedad del ego y la
ansiedad situacional (Ellis y Grieger, 1986). La ansiedad del ego se define
como la tensión emocional que resulta cuando las personas piensan: 1) que su
valor como personas está siendo amenazado, 2) que siempre “deben”
comportarse perfectamente y/o ser aprobados por los demás, y 3) que es
horrible y catastrófico cuando fallan y/o si otras personas les rechazan cuando
“deberían” aceptarlas. La ansiedad situacional suele ser específica a ciertas
situaciones de “incomodidad” o “peligro” y se define como la tensión emocional
que tiene lugar cuando las personas piensan 1) que su comodidad (o su vida)
está amenazada, 2) que deben conseguir lo que quieren (y no deben tener lo
que no quieren), y 3) que es horrible y catastrófico (más que incómodo) cuando
no consiguen lo que creen que deben. Ellis (1980) relaciona la ansiedad del
ego o auto condena con las exigencias de aprobación y perfeccionismo, y la
ansiedad situacional o baja tolerancia a la frustración, con las exigencias de
comodidad.
La ansiedad del ego es un sentimiento más dramático e intenso y
conduce a sentimientos graves de depresión, culpa y vergüenza; la ansiedad
situacional es generalmente menos dramática pero quizá más común y puede
conducir a fobias o sentimientos de ansiedad, depresión y vergüenza. La
ansiedad situacional puede ser un síntoma primario (p.ej. ansiedad ante la
situación sexual) o un síntoma secundario (p.ej. ansiedad ante los sentimientos
de ansiedad ante la situación sexual). Como síntoma secundario esta ansiedad
puede tener un efecto de generalización a otras situaciones (Ellis y Grieger,
1986).
La ansiedad situacional ayuda a explicar diferentes fenómenos de la
perturbación emocional. Por ejemplo, Sutton-Simon (1979) descubrió
diferencias en puntuación de irracionalidad entre sujetos con fobia a las alturas
y sujetos con ansiedad social; observó que los que tenían fobias alturas
presentaban menos irracionalidades significativas que los sujetos con ansiedad
social, sugiriendo que los sujetos con ansiedad social tienen más ansiedad del
ego, y los fóbicos a las alturas más ansiedad situacional. La ansiedad del ego
puede estar más relacionada con una cualidad de la persona y ser intersituacional (se da a través de diversas situaciones), mientras que la ansiedad
situacional puede ser específica a ciertas situaciones, a ciertas señales de una
situación pero no necesariamente relacionarse directamente con cualidades
especificas del individuo (Sutton-Simon, 1979).
Modelos explicativos de los problemas de pareja, de los trastornos
sexuales, de la ansiedad generalizada y de los trastornos depresivos
Modelo explicativo de los problemas de pareja
De acuerdo a Ellis y Harper (1961), la causa principal y más
sobresaliente de los problemas de pareja son las expectativas muy poco
realistas que los miembros tienden a tener, no solamente acerca de sí mismos
y de los demás sino también de la relación misma. Esta importancia en las
expectativas ha sido subrayada por numerosos autores (Beck, 1988) y es uno
de los elementos claves en el tratamiento cognitivo-conductual de los
problemas de pareja.
A diferencia de otras terapias, la TREC distingue claramente entre la
insatisfacción en la pareja, producto de deseos, frustraciones y expectativas no
cumplidas y que pueden resolverse aceptándolas o bien mediante habilidades
comunicativas y de solución de problemas; y la perturbación en la pareja,
producto de perturbaciones personales derivadas de sus filosofías dogmáticas
y exigentes a sí mismos, a los demás y a la situación de la relación (Ellis y
Dryden, 1987; Ellis y Crawford, 2000).
La ira es probablemente la razón más importante por la cual se mantiene
una perturbación. De acuerdo a Ellis (1977), la interacción matrimonial
perturbada surge cuando un compañero reacciona mal, tanto a las
frustraciones normales como a las exigencias raras y poco realistas del otro y,
a la vez, ayuda a acentuar estas frustraciones y exigencias. La pareja, por su
parte, reacciona también deficientemente a las peticiones sensatas y a las
exigencias irracionales. Como resultado, aumenta la baja tolerancia a la
frustración causando en ambos los arranques de irritabilidad. Cada miembro
exige irracionalmente que el otro se comporte como cree que “debe” y es
“necesario” que lo haga y condena al otro por su manera de actuar.
Posteriormente, la creencia de baja tolerancia a la frustración, aumenta la
tendencia a aferrarse en sus ideas y el no querer trabajar ni esforzarse en
eliminar sus creencias auto derrotistas que causan y mantienen su
perturbación.
Las creencias irracionales más relevantes en las dificultades de relación
son: 1) necesidades apremiantes de amor y aprobación; 2) exigencias de
perfeccionismo de uno mismo, el otro y la relación en general; 3) una filosofía
de culpabilidad y castigo; 4) creencias que la frustración y/o malestar son
catastróficas; y 5) creencias de que las emociones son causadas externamente
y por lo tanto incontrolables (Ellis y Harper, 1961). Las parejas disfuncionales
empiezan entonces a actuar de una forma irracional que va creando un círculo
vicioso de perturbación de pareja, en que la conducta de uno sirve de trampolín
para las creencias irracionales del otro. Si bien, las distorsiones cognitivas
(Beck, 1967) pueden ejercer un factor de mantenimiento de los problemas, la
TREC se centra en el núcleo filosófico dogmático que subyace en los
pensamientos (Ellis y Dryden, 1987).
Modelo explicativo de los trastornos sexuales
Wolfe y Walen (1986) sugieren que nuestras cogniciones pueden
aumentar o disminuir el ciclo de respuesta sexual. Concretamente, se centran
en dos cogniciones: la percepción de los estímulos y conductas sexuales así
como las evaluaciones de los mismos. La percepción la definen como la
capacidad de discriminar los estímulos, etiquetarlos correctamente y de
atribuirlos adecuadamente. Los errores cognitivos o distorsiones cognitivas
(Beck, 1976) pueden alterar el proceso del ciclo de respuesta sexual positiva.
Las evaluaciones consisten en definir los hechos como buenos o malos, y su
papel fundamental ha sido ampliamente remarcado por Ellis (1960). Si
hacemos una evaluación racional, el funcionamiento sexual se verá
incrementado, y sucederá lo contrario si nuestra evaluación es irracional.
Walen & Roth (1987) describen en detalle la respuesta sexual positiva
de la siguiente forma: la respuesta sexual positiva empieza con la percepción
del estímulo sexual (“me ha dado un beso en el cuello”). Una vez percibido el
estímulo, si se evalúa como positivo (“me gusta; quiero”) entonces producirá
excitación y se darán en el cuerpo las respuestas fisiológicas del mismo
(erección, lubricación, ruborización, etc.). Una vez dadas estas reacciones, uno
las percibe correctamente (“me estoy excitando”) y las evalúa como buenas
(“¡es emocionante!”) y da como resultado una conducta sexual (“besos y
caricias mutuas”) y un aumento de la excitación. La persona observa y percibe
la conducta sexual (“nos estamos excitando”), y luego evalúa su conducta (“nos
está gustando mucho”), lo que a su vez influye en la excitación y en la
conducta sexual. Como vemos el ciclo se va influyendo recíprocamente,
creando así un círculo virtuoso de respuestas sexuales.
La TREC distingue entre la disfunción sexual o y la perturbación sexual,
pues esta última está determinada por las creencias evaluativas irracionales, o
más concretamente, por la presencia de una filosofía exigente, dogmática,
acerca de uno mismo, los demás y de la propia sexualidad (Ellis, 2003; y Calvo,
2008). Así pues, definen los trastornos sexuales en un alto nivel de angustia
emocional inducido por errores cognitivos de evaluación, a menudo
acompañados con errores cognitivos de percepción (Wolfe y Walen, 1986). En
función de qué momento del ciclo se ve afectado producirá un trastorno u otro
(Walen-Roth, 1987; Lega, 2008):
De acuerdo a Lega (2010), los casos de trastorno de deseo sexual
(como el trastorno de deseo sexual inhibido y el trastorno por aversión sexual),
la fase que se ve afectada es en la percepción del estímulo sexual (no
discriminan adecuadamente o les faltan estímulos) y la evaluación positiva del
misma (suelen ver el sexo de manera peyorativa). En los casos de trastorno de
la excitación sexual (como el trastorno de la erección y el trastorno de la
excitación en la mujer), la fase que se ve afectada es en la excitación,
percepción de la excitación (no se dan cuenta que se excitan o atienden mal a
señales) y la evaluación de la misma (la ven como inadecuada). Y por último,
en los casos de trastornos orgásmicos (como la eyaculación precoz,
eyaculación retardada, y anorgasmia femenina), la fase más afectada es la
conducta sexual, la percepción de la conducta sexual (se observan demasiado
o no atienden a señales pre-orgásmicas) y la evaluación de la misma (“soy
frígida”).
A pesar de la relevancia en los factores psicológicos que inciden en las
disfunciones sexuales, la TREC remarca también la importancia de factores
orgánicos en su etiología y mantenimiento.
Modelo explicativo de los trastornos de ansiedad generalizada
Los pacientes ansiosos se caracterizan por: a) interpretar la información
ambigua como amenazadora, b) sobrestimar la probabilidad de la ocurrencia
de sucesos potencialmente peligrosos y c) valorar los sucesos temidos como
más aversivos o costosos (Butler y Mathews, 1983). Según Ellis (1962, 1988,
1998) los pacientes ansiosos se preocupan en exceso ante problemas o
situaciones incontrolables e impredecibles porque creen que “si algo es o
puede ser peligroso o temible se deberá sentir terriblemente inquieto por ello y
deberá pensar constantemente en la posibilidad que esto ocurra” y que “ciertos
problemas no deben ocurrir y sería terrible e insoportable que se produjeran”.
La tendencia a catastrofizar de los pacientes ansiosos viene de una filosofía
exigente de tener el control y certeza sobre sus vidas, lo que les lleva a tener
fuertes exigencias hacia sí mismos y hacia la situación.
La incapacidad para manejar tales problemas y creencias consideran
que es la prueba de que la propia persona dispone de escaso valor (auto
condenación o ansiedad del ego), lo que puede conducir a sentimientos de
depresión (Warren y Zgourides,1991). La intolerancia a la incertidumbre y a la
propia ansiedad les conduce a diferentes conductas de evitación mental para
no pensar en ello, lo que a su vez aumenta el malestar (Dugas y Ladouceur,
1997; Borkovec, 1991).
En resumen, la persona ansiosa percibe una posible amenaza y cree
que si no está constantemente preocupada sucederá algo horrible y
catastrófico, lo que le conduce a sentimientos de mucha ansiedad e
hipervigilancia. Como da cuenta que no puede controlar absolutamente la
situación, suele condenarse por ello (“no soy capaz; no tengo valor”), lo que le
genera más ansiedad (ansiedad del ego, estrechamente relacionada con
depresión). A esta ansiedad, puede añadirse otra, cuando la persona piensa
que “no puede soportar esta incomodidad y esta incertidumbre” (ansiedad
situacional), lo que acabo llevándole a diversas estrategias de evitación
(conductuales o mentales) que alivian o disminuyen temporalmente su
problema (ansiedad “extrema”).
A pesar del papel importante de las creencias irracionales, la teoría de la
TREC supone que factores biológicos como un sistema nervioso autónomo
hiperactivo o lábil son factores de vulnerabilidad en el desarrollo del TAG y
otros trastornos de ansiedad (Warren, 1997).
Modelo explicativo de los trastornos depresivos
El principio central del modelo cognitivo es que las creencias
idiosincráticas y distorsionadas de los pacientes deprimidos son
importantísimas en el desarrollo y mantenimiento de la sintomatología
depresiva, especialmente la “tríada cognitiva” (Beck 1967) que consiste en una
consideración negativa de sí mismo, del mundo exterior y del futuro. (Beck y
Shaw, 1977). Como señala Beck (1967), los individuos deprimidos por una
parte son auto derrotistas, se culpan a sí mismos y se ven como incapaces de
ayudarse; pero por otra parte exigen que deben asegurar y controlar los
acontecimientos de sus vidas, y se deprimen cuando no tienen este tipo de
control absoluto.
Esta paradoja puede explicarse con los constructos de la ansiedad del
ego y la ansiedad situacional (Ellis y Grieger, 1986). A menudo, las personas
deprimidas tanto tienen exigencias de aprobación y perfeccionismo (ansiedad
del ego), como exigencias de comodidad (ansiedad situacional). Ambos tipos
de ansiedad pueden estar entremezcladas y reforzarse mutuamente (Ellis,
1987; Lega, 2010). Por ejemplo, si la persona deprimida falla en la tarea suele
reforzarse e incrementar la auto condenación (“Soy un fracasado”), lo que le
conduce a sentimientos de depresión y ansiedad del ego. A su vez, la persona
cree que su ansiedad del ego es insoportable (BTF) lo que le lleva a sentirse
más deprimido y a la ansiedad situacional. Ante esto, suele pensar: “no puedo
con esto; es demasiado difícil” lo que incrementa la depresión al reforzar la
auto condenación y la desesperanza.
Cuando en un paciente hay una mezcla de los dos, la depresión es
mucho más grave y menos probable que cambie o se beneficie de la terapia.
Como señala Beck (1967, 1976) y Ellis (1962), la depresión está generalmente
vinculada con la ansiedad del ego, pero probablemente también con la
ansiedad situacional (Ellis, 1987; Lega, 2010), donde estos pacientes ven sus
frustraciones y su ansiedad del ego como demasiado “horribles e
insoportables”, lo que a su vez incrementa sus sentimientos de auto
devaluación y desesperanza.
Las distorsiones cognitivas de Beck (1967), las bajas dosis de auto
refuerzo positivo versus las altas dosis de autocastigo de Rehm (1981), la
carencia de refuerzos contingentes positivos de Lewinsohn (1974) y la
indefensión aprendida de Seligman (1975, 1981), suelen llevar al individuo a la
tristeza y a la decepción, pero no a la depresión, a menos que estén
acompañados de una filosofía exigente, dogmática, exagerada, absolutista y
grandiosa, descrita por la TREC (Lega, Caballo, Ellis, 2009). Es importante
tener en cuenta que existen casos con depresión endógena y donde el
elemento irracional es secundario, es decir, deprimirse por estar deprimido y/o
estar ansioso por estar ansioso.
Planteamiento del problema e hipótesis
Algunos estudios previos sugieren que los problemas de pareja y
sexuales son dos de los temas más relevantes en clínica y que cada vez son
más las investigaciones referentes a esta problemática: Bertacco, Sorribes y
Mas-Bagà (2008) reportaron evidencia de patrones de correlaciones
específicas entre pensamientos irracionales y problemas sexuales; Ellis (2003)
identifico la presencia de las exigencias perfeccionistas y la baja tolerancia a la
frustración en los conflictos de pareja; Harrington (2005) encontró que las
dimensiones de intolerancia a la frustración tienen relación con problemas de
autocontrol, con independencia de creencias de autovaloración, mientras que
(Hamamci (2005) encontró que creencias irracionales sobre las relaciones
estaban altamente correlacionadas con la frecuencia de conflictos maritales y
estrés. Sin embargo, continua existiendo la necesidad de investigar el tipo de
creencias irracionales presentes en los problemas sexuales y de pareja, y
hacer comparaciones con otros grupos clínicos “neuróticos” como aquellos con
trastornos de ansiedad y depresión, es decir, identificar creencias irracionales
especificas muy presentes en determinados problemas sexuales y de pareja, a
diferencia de otros pacientes con diferentes motivos de consulta.
El objetivo de la presente investigación es explorar si los grupos clínicos
de pacientes con problemas sexuales y de pareja tienen mayor presencia de
creencias irracionales como perfeccionismo y la baja tolerancia a la frustración
que los otros grupos clínicos “neuróticos” como los trastornos de ansiedad
generalizada o de depresión.
METODOLOGÍA
Muestra:
Se utiliza una muestra de 146 pacientes provenientes de un centro de
psicología y sexología en el noreste de España con distintos diagnósticos
clínicos: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno depresivo mayor,
problemas de pareja, trastorno del deseo sexual inhibido, disfunción eréctil y
eyaculación precoz.
Instrumentos:
Los instrumentos incluyen: el cuestionario de información biográfica
(Dryden y Ellis, 1987) y el inventario de creencias irracionales o IBT (Jones,
1968), además de una entrevista clínica no estructurada
Procedimiento:
Una vez corregidos los cuestionarios y realizada la entrevista se procede
a elaborar un diagnóstico siguiendo los criterios marcados por el Manual de
trastornos psicológicos DSM-IV (1994).
Hecho el diagnóstico la muestra (N = 146) queda dividida en:
•
•
•
•
•
•
Trastorno de ansiedad generalizada o TAG= 18
Trastorno depresivo = 13
Problemas de relación de pareja = 49
Trastorno de deseo sexual inhibido o TDSI = 21
Eyaculación precoz o EP = 25
Disfunción eréctil o DE = 20
Con respecto a la evaluación de las creencias irracionales según el IBT
(Jones, 1968), se procede a seleccionar y categorizar los 100 ítems originales
en cinco categorías congruentes con el marco teórico actual de la TREC (Ellis,
1977, 1994; Campbell, 1985; Walen, S.; Diguiseppe, R.; Dryden, W., 1992;
Lega, 2008):
•
•
•
Aprobación: Debo ser aprobado y amado por las personas
significativas para mí.
Éxito/Perfeccionismo:
Debo
hacerlo
bien
y
ser
perfectamente competente en todo lo que haga.
Comodidad: Los otros y las cosas deben ir como yo quiero,
cómodamente y sin problemas. Y que está muy relacionada
con la Baja Tolerancia a la Frustración (BTF): Tendencia a
considerar las dificultades de la vida o los contratiempos
como demasiado difíciles o insoportables. “No lo puedo
soportar, no tendría que ser tan difícil...”
• Catastrofismo: Tendencia a evaluar las cosas como
“horribles” “terribles” en vez de malas, desagradables o
desafortunadas. “Es horroroso, es terrible...”
• Condenación global de la persona: Tendencia a valorar
globalmente la persona en función de un rasgo de
personalidad o conducta concreta. “No me ayudó; es un
egoísta y un estúpido; No lo conseguí, soy imbécil...”
______________________________________________________________
Insertar Tabla 1
_______________________________________________________________
RESULTADOS
Los resultados de un MANOVA de un factor con las cinco categorías de
irracionalidad como variables dependientes indican diferencias significativas en
los puntajes de perfeccionismo (p= .036) y baja tolerancia a la frustración
(p=.003) entre los grupos clínicos de pacientes con problemas sexuales y de
pareja y los otros grupos clínicos “neuróticos” como los trastornos de ansiedad
generalizada o de depresión.
______________________________________________________________
Insertar Tabla 2
_______________________________________________________________
Comparaciones Posthoc (LSD) indican diferencias significativas (p<.05)
en perfeccionismo, comodidad, catastrofismo y condenación entre los
pacientes con problemas sexuales (4-trastorno de deseo sexual inhibido, 12eyaculación precoz, 13- disfunción eréctil) y de pareja, versus pacientes con
trastorno de ansiedad generalizada y trastorno depresivo mayor de la siguiente
forma:
______________________________________________________________
Insertar Tabla 3
_______________________________________________________________
El grupo con problemas de pareja puntúa más alto tanto en
PERFECCIONISMO, BTF, CONDENACIÓN AL OTRO y en CATASTROFISMO
que los grupos con Trastorno de Ansiedad Generalizada y Trastorno depresivo.
El grupo con problemas de pareja puntúa más alto solamente en
PERFECCIONISMO que el grupo con Trastorno de Deseo Sexual Inhibido.
El grupo con Trastorno de Deseo Sexual Inhibido puntúa más alto en
BTF que el grupo con Trastorno de Ansiedad Generalizada
El grupo Eyaculación Precoz y el de Disfunción Eréctil puntúan más alto
en BTF que el grupo con Trastorno de Ansiedad Generalizada y que el grupo
con Trastorno depresivo.
El grupo Eyaculación Precoz y el de Trastorno de deseo sexual inhibido
puntúan más alto en CONDENACIÓN AL OTRO que el grupo Trastorno
depresivo.
El grupo Eyaculación Precoz puntúa más alto en CATASTROFISMO que
el grupo con Trastorno de Ansiedad Generalizada
DISCUSIÓN
A la luz de estos resultados, podemos afirmar la importancia significativa
de la creencia irracional de la baja tolerancia a la frustración tanto en los
problemas sexuales como de pareja así como de la creencia irracional de
perfeccionismo en los problemas de pareja. Estos resultados no tan solo
reflejan dicha importancia sino que tiene claras implicaciones en el campo
clínico y de investigación que serán ampliamente comentados en la conclusión.
Perfeccionismo (ansiedad el ego) y problemas de pareja
En nuestro estudio realizado se ha podido comprobar como la variable
perfeccionismo formada por la creencia irracional “Para considerarse a uno
mismo valioso debe ser muy competente, suficiente y capaz de lograr
cualquier cosa en todos los aspectos posibles” (Ellis, 1962) es muy
relevante a la hora de abordar los conflictos de pareja. Se ha mostrado incluso
más significativa comparada con otros grupos clínicos como el de los trastornos
de ansiedad generalizada, trastornos depresivos o trastornos de deseo sexual
inhibido.
Estos resultados podrían explicarse por la hipótesis que los miembros
que acuden a terapia de pareja tienen fuertes exigencias perfeccionistas hacia
sí mismo (Ellis y Harper, 1961; Ellis y Crawford, 2000), creen que deben hacer
las cosas de una determinada manera y exigen esa misma perfección a sus
parejas. Como suele ocurrir con sus demandas imperiosas, se ven frustradas
sus exigencias irracionales y les conducen a sentimientos auto derrotistas
como ansiedad, depresión, ira, que acaban llevando más frustraciones y
decepciones, lo que incrementa el círculo vicioso de la relación perturbada
(Dryden y Ellis, 1987). La explicación de las diferencias con otros grupos
clínicos, podría basarse en que los trastornos de ansiedad generalizada la
variable más saliente es el catastrofismo (Warren, R., 1997), en la depresión la
auto condenación (Beck, 1967) y en los trastornos de deseo sexual inhibido la
baja tolerancia a la frustración (Ellis, 2003; Calvo, 2008).
Baja tolerancia a la frustración (ansiedad situacional) y problemas de
pareja
Los resultados muestran que la creencia irracional “Es tremendo y
catastrófico el hecho que las cosas no vayan por el camino que a uno le
gustaría” y “Es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades”
(Ellis, 1962) se ha mostrado muy significativa en los problemas de pareja. Con
los grupos clínicos comparados, como el trastorno de ansiedad generalizada y
trastornos depresivos, se ha visto como una variable más relevante.
La explicación que le podríamos dar a estos resultados es las personas
que consultan por problemas de pareja exigen a menudo que su relación debe
ser como ellos quieren y que no soportan que no sea así. Exigen que el amor
no debe tener tantos problemas y dificultades, y que debe ser fácil sin uno
tener que esforzarse mucho lo que les conduce a la rabia, al abandono y la
postergación (Ellis, 1986). Como ha mencionado Ellis (1977), la baja tolerancia
a la frustración es un factor muy relevante en el origen y mantenimiento de las
relaciones de pareja perturbadas, causante de muchos arranques de
irritabilidad y de la negativa a la hora de hacer esfuerzos para cambiar. La
explicación de las diferencias con otros grupos clínicos, podría basarse en que
en los trastornos de ansiedad generalizada la variable más saliente es el
catastrofismo (Warren, R., 1997), y en la depresión la auto condenación (Beck,
1967).
Condenación global al otro y Catastrofismo
Los análisis posthoc también nos han ofrecido resultados interesantes
en estas variables. La primera de ella, la condenación global al otro, parece
estar de acuerdo con la teoría que en los problemas de pareja suele aparecer
la ira como causa y factor de mantenimiento (Ellis, 1977), y que está
relacionada con la exigencia “debes tratarme bien y ser justo conmigo, sino,
eres despreciable” (Ellis, 1977) y la baja tolerancia a la frustración. Por tanto,
en el trastorno de ansiedad generalizada, como en la depresión, la
condenación parece ser más dirigida a uno mismo por no controlar la situación
(Warren y Zgourides, 1991) o bien por haber fracasado (Beck, 1967). En
cambio, el catastrofismo podría explicarse con que los problemas de pareja
suelen ser visto como muy catastróficos y son específicos de la situación
(situación de crisis y posible ruptura de un vínculo afectivo) lo que conducen a
una elevada activación emocional, mientras que en el TAG la preocupación
suele ser ante problemas “menores”, generales, o que aún no han ocurrido, y
no suele haber tanta activación emocional (Dugas y Ladouceur, 1997).
Baja tolerancia a la frustración en los trastornos sexuales
En nuestro estudio, hemos podido comprobar cómo la variable baja
tolerancia a la frustración estaba muy presente de manera significativa en los
problemas sexuales, concretamente, en los trastornos de deseo sexual
inhibido, eyaculación precoz y disfunción eréctil. La baja tolerancia a la
frustración se ha relacionado con la creencia irracional “Es terrible y
catastrófico el hecho que las cosas no vayan por el camino que a uno le
gustaría” y “Es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades”
(Ellis, 1962). En función en que parte este factor incide de la repuesta sexual,
podría dar a la diferente sintomatología. Así por ejemplo, el paciente con
trastorno de deseo sexual inhibido puede percibir y evaluar los estímulos
sexuales como demasiado incómodos o pesados y eso conducirle a una
ausencia o disminución de la excitación y un aumento del malestar y de
conductas evasivas.
También mediante este factor podría explicarse la ansiedad ante la
incomodidad de estar excitado y de su rendimiento sexual que podría conducir
a problemas en la erección y en la eyaculación precoz. Estos problemas
conducirían a un descenso de la satisfacción sexual y a un aumento del
malestar, que crea y mantiene el problema. A su vez, la ansiedad situacional
podría explicar el deseo sexual inhibido secundario a estos problemas y el por
qué los pacientes tardan en solicitar ayuda esperando “soluciones mágicas” a
sus problemas sexuales. La explicación de las diferencias con otros grupos
clínicos, podría basarse en que los trastornos de ansiedad generalizada la
variable más saliente es el catastrofismo (Warren, R., 1997), y en la depresión
la auto condenación (Beck, 1967).
Condenación global al otro y Catastrofismo
Del mismo modo que en los problemas de pareja, los análisis posthoc
también nos han ofrecido resultados interesantes en estas variables. La
primera de ella, la condenación global al otro, parece estar de acuerdo con la
teoría que en los problemas de eyaculación precoz y de deseo sexual inhibido
pueda haber diferencias significativas con los pacientes depresivos puesto que
estos últimos la variable condenación a uno mismo suele ser más influyente
(Beck, 1967).
Por otro lado, el catastrofismo en el grupo EP podría explicarse como en
el caso de los problemas de pareja en que suele ser visto como muy
catastrófico y es específico de la situación sexual generando una gran
activación emocional, mientras que en el TAG la preocupación suele ser ante
problemas “menores”, generales, o que aún no han ocurrido, y no suele
generar tanta activación emocional (Dugas y Ladouceur, 1997).
.CONCLUSIONES GENERALES
Consideraciones para la clínica y futuras investigaciones
Como hemos venido diciendo, la baja tolerancia a la frustración o
ansiedad situacional se haya presente en la mayoría de trastornos emocionales
y se halla a menudo entremezclada e interrelacionada con la ansiedad del ego.
En los problemas sexuales esta variable tiene una especial relevancia, puesto
que a menudo se suele tratar juntamente con la ansiedad del ego como un
mismo problema. Ellis (1980, 1986) reflejó la importancia de separar ambas
ansiedades y no confundirlas para la elaboración de un tratamiento más
adecuado y con beneficios a largo plazo.
La mayoría de tratamientos para los problemas sexuales se basan en
métodos conductuales de relajación (Jacobson, 1934), técnicas sexuales
(Master y Johnsons, 1970; Kaplan, 1974) y de desesibilización sistemática
(Wolpe, 1973), que tienen sus beneficios a corto plazo por su alivio de la
ansiedad situacional o baja tolerancia a la frustración. Estas técnicas suelen
conducir al paciente a sentirse mejor porque ayudan a aliviar su malestar
temporalmente. Pero el hecho de no trabajar ciertas creencias irracionales
como la baja tolerancia a la frustración puede ocasionar algunas dificultades y
problemas en terapia. Concretamente, estos pacientes una vez han mejorado
en sus problemas, pueden volver a recaer con sus viejos síntomas, puesto que
les “es muy duro” seguir trabajando en ello, lo que ocurre también a menudo en
sus parejas. Por otro lado, también puede explicar el porqué ciertos pacientes
que “saben” cuál es su problema y su solución no hacen nada para resolverlo y
se resisten a ello, ya que temen exponerse a la propia incomodidad.
Es importante recalcar que no es que los tratamientos de D.S.
sistemática o técnicas conductuales aplicada por la mayoría de terapeutas
sexuales no funcione, sino que trabajar concretamente la ansiedad situacional
podría ayudar a los pacientes no tan solo a sentirse mejor, sino a estar mejor y
seguir estando mejor en un futuro (Ellis, 2001). Así, por ejemplo, la personas
que padece un trastorno de deseo sexual inhibido, eyaculación precoz o
disfunción eréctil, podría resolver mejor su problema si trabajara primero su
tolerancia a la frustración ya que esto le permitiría centrarse más en sus
conductas más que en sus incomodidades. A su vez, también le permitiría
trabajar con más claridad sus sentimientos de auto condena o ansiedad del ego
y les ayudaría a no confundirla con ansiedad situacional. Por tanto, este
artículo no pretende quitar la relevancia de la ansiedad del ego en los
trastornos sexuales ni de las técnicas conductuales, sino que trata de poner en
relevancia otro factor cognitivo importante en el tratamiento que es la ansiedad
situacional y que a menudo es olvidada o ignorada por el terapeuta. Este
constructo podrá ayudar a explicar muchos fenómenos que surgen en la terapia
sexual y aplicar métodos más eficaces en el futuro.
En relación a los problemas de pareja también se ha visto la importancia
de la baja tolerancia a la frustración como causa y factor de mantenimiento de
los conflictos de relación. Así como las exigencias perfeccionistas de los
miembros de la relación como un factor relevante en los problemas de pareja.
Esta distinción puede resultarnos muy útil a la hora de abordar la terapia de
pareja. Puesto que a menudo, se hallan entremezclados y se influyen
mutuamente. Es decir, suele ocurrir a menudo que la pareja llega a terapia con
un estado de ira o apatía producida por una baja tolerancia a la frustración y
que les impide trabajar y esforzarse para mejorar su relación, mediante
habilidades comunicativas y de resolución de problemas (Feliu y Güell, 1992).
La TREC, como bien comenta, es un aspecto importante a trabajar primero
para poder seguir la terapia. Esto consiste en aumentar la tolerancia a la
incomodidad y frustración de la pareja para poder trabajar sus perturbaciones
emocionales particulares. Así, pues, en segundo lugar, una vez trabajado su
BTF y consecuentemente disminuido sus sentimientos de ira y abatimiento de
la relación, poder trabajar sus exigencias perfeccionistas y a menudo
grandiosas sobre lo que “debe ser” uno mismo, el otro y la relación. Esta
flexibilidad mental no tan solo les conduce a una menor frustración y
autocontrol sino que les permite poder desarrollar habilidades comunicativas y
de negociación.
Podemos entonces ver que los resultados de la presente investigación
concuerdan con los presupuestos básicos de la TREC en el trabajo de los
problemas de relación y una clara distinción de ambos problemas o variables
puede conducirnos a un mejor tratamiento de dichos problemas y explicar
distintos fenómenos que ocurren en la terapia de pareja como es la no
flexibilidad de sus posiciones y su negativa a trabajar sus problemas por tener
una baja tolerancia a la frustración y exigencias perfeccionistas. En modo de
conclusión, los problemas de pareja y sexuales suelen generar un gran estrés
psicológico y perturbación emocional, mucho más significativo que otros
trastornos neuróticos como los de ansiedad o depresión, y por tanto, tiene una
incidencia mucho mayor en la calidad de vida de las personas. Estos
resultados nos abren la puerta a seguir investigando sobre la importancia de
las creencias irracionales de perfeccionismo y baja tolerancia a la frustración en
los problemas sexuales y de pareja, y poder abrir nuevas perspectivas
terapéuticas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
American Psychiatric Association (1994). Diagnostic and statistical
manual of mental disorders - 4ª edition (DSM-IV). Washington: APA (DSM-IV.
Barcelona: Masson, 1995).
Beck, A. T. (1967) Depression. New York: Hoeber-Harper.
Beck, A. T. (1976) Cognitive therapy and the emotional disorders. New
York: International Universities Press.
Beck, A. T. y Shaw, B. F (1977). Enfoques cognitivos de la depresión. En
Ellis, A., y Grieger, R. Handbook of rational emotive therapy, vol.1. Nueva York:
Springer (Manual de terapia racional-emotiva, vol.1.Bilbao: Desclée de
Brouswer, 1981).
Beck. A.T. (1988) Love is never enough. New York: Harper and Row
Publishers (Con el amor no basta. Barcelona: Paidós, 1998).
Bertacco, M.; Sorribes, F.; Mas-Bagà, M. (2008) Sexualidad, adicciones
y creencias irracionales, Presentado en el Congreso Nacional de Sexología
celebrado en León, España.
Borkovec, T. D., Shadick, R. N. y Hopkins, M. (1991). The nature of
normal and pathological worry. En R. M. Rapee y D. H. Barlow (dirs.), Chronic
anxiety: generalized anxiety disorder and mixed anxiety-depression. Nueva
York: Guilford.
Butler, G. y Mathews, A. (1983). Cognitive processes in anxiety.
Advances in Behavior Research and Therapy. 5, 51-62.
Calvo, M. (2008) Sexualidad atlética o erotismo. Barcelona: Icaria.
Campbell, I. M. (1985). La psicología de la homosexualidad. En Ellis, A.
y Bernard, M. Clinical applications of rational-emotive Therapy. New York:
Institute for Rational.Emotive Therapy. (Aplicaciones clínicas de la Terapua
Racional Emotiva. Bilbao: Desclée de Brouwer).
Dugas, M.J., y Ladouceur, R. (1997). Análisis y tratamiento del trastorno
por ansiedad generalizada. En Caballo, V. (dir). Manual para el tratamiento
cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos. Vol.1. Madrid: siglo XXI.
Ellis, A. (1958) Rational Psychotherapy. Journal of General Psychology,
59, 35-49.
Ellis, A. (1960) The art and science of love. New York: Lyle Stuart.
Ellis, A. (1962) Reason and emotion in psychotherapy. Nueva York: Birch
Lane. (Razón y emoción en psicoterapia. Bilbao: Desclée de Brouswer, 1980).
Ellis, A. (1976) Conquering low frustration tolerance (cassette recording).
New York: Institute for Rational.Emotive Therapy.
Ellis, A. (1980) Discomfort anxiety: A new cognitive behavioral construct.
Rational Living, 15, 25-30.
Ellis. A. (1987) A sadly neglected element in depression, Cognitive
Therapy & Research, 11, 121-146.
Ellis, A. (1988). How to stubbornly refuse to make yourself miserable
about anything – yes, anything! Secaucus, Nj: Lyle Stuart. (Usted puede ser
feliz. Barcelona: Paidós, 2000).
Ellis, A. (1994) Reason and emotion in psychotherapy: revised and
updated. Nueva York: Birch Lane.
Ellis, A. (1997) How to control your anger before it controls you. Nueva
Jersey: Caol Publishing Group (Controle su ira antes de que ella le controle a
usted. Barcelona: Paidós, 1999).
Ellis, A. (1998) How to control your anxiety before it controls you. Nueva
Jersey: Caol Publishing Group (Cómo controlar su ansiedad antes que ella le
controle a usted. Barcelona: Paidós, 2000).
Ellis, A. (2001) Feeling better, Getting better, Staying better. Profound
Self-Help Therapy for your emotions. California: Impact Publishers. (Sentirse
mejor, estar mejor y seguir mejorando. Bilbao: Mensajero, 2005).
Ellis, A. (2003) The nature of Disturbed Marital Interaction (La naturaleza
de la interacción marital perturbada), Journal of Rational-Emotive and
Cognitive-Behavior Therapy, 21, No. ¾, pp.147-153.
Ellis, A. (2003) Sex without guilt in the 21st century. Nueva York: Albert
Ellis Institute. (Sexo sin culpa en el siglo XXI. Madrid: Libros del comienzo,
2005).
Ellis, A. y Becker, I. (1982). A guide to personal happiness. North
Hollywood. Ca: Wilkshire (Guía para la felicidad personal. Bilbao: Deusto,
1990).
Ellis, A. y Bernard, M. (1985). Clinical applications of rational-emotive
Therapy. New York: Institute for Rational.Emotive Therapy. (Aplicaciones
clínicas de la Terapia Racional Emotiva. Bilbao: Desclée de Brouwer, 1990).
Ellis, A. y Crawford, T. (2000). Making intimate connections: seven
guidelines for great relationships and better communication. California: Impact
Publishers, Inc. (Cómo mejorar las relaciones íntimas. Barcelona: Obelisco,
2003).
Ellis, A. y Dryden, W. (1987). The practice of Rational-Emotive Therapy
(RET). New York: Springer (Práctica de la terapia racional emotiva. Bibao:
Desclée de Brouwer, 1989).
Ellis, A., y Grieger, R. (1977) Handbook of rational emotive therapy,
vol.1. Nueva York: Springer (Manual de terapia racional-emotiva, vol.1.Bilbao:
Desclée de Brouswer, 1981).
Elis, A., y Grieger, R. (1986) Handbook of rational emotive therapy, vol.2.
Nueva York: Springer. (Manual de terapia racional-emotiva, vol.2.Bilbao:
Desclée de Brouswer, 1990).
Ellis, A. y Harper, R. A. (1961). A guide to successful marriage. North
Hollywood, CA: Wilshire Books.
Epicteto. (1993) Disertaciones por Arriano. Madrid: Gredos.
Feliu, M. H. y Güell, M. A. (1992) Relación de pareja. Técnicas para la
convivencia. Barcelona: Martínez Roca.
Hamamci, Z. (2005) Dysfunctional Relationship Beliefs in Marital Conflict”
(Las creencias irracionales sobre la relación en los conflictos maritales), Journal
of Rational-Emotive & Cognitive-Behavior Therapy, 23(3), Horney, K. (1950).
Neurosis and human growth. Nueva York: Norton.
Harrington, N. (2005) Dimensions of Frustration Intolerance and their
Relationship to self-control problems (Dimensiones de Intolerancia a la
frustración y sus relaciones con los problemas de autocontrol), Journal of
Rational-Emotive Cognitive-Behavior Therapy, 23, No.1, pp. 1-20.
Jacobson, E. (1934) You must relax. New York: Whittlesey House.
Jones, R. G. (1968) A factored measure of Ellis’ irrational belief system,
with personality and maladjustment correlates. Unpublished Ph. D. thesis,
Texas Technological University.
Kaplan, H.S. (1974) The new sex therapy: Active Treatment of sexual
dysfunction. New York: Brunner/Mazel (La nueva terapia sexual. Vol.1 y 2.
Madrid: alianza editorial, 1978)
Lega, L.I. (1992). La terapia racional-emotiva: Una conversación con
Albert Ellis. In V.E. Caballo (Ed.), Manual de técnicas de terapia y modificación
de conducta. Madrid: Siglo XXI.
Lega, L. (2008) Apuntes sobre el Seminario sobre teoría y práctica de la
Terapia Racional Emotiva Conductual. Institut RET, Barcelona.
Lega. L. (2010) Apuntes sobre el Seminario sobre la baja tolerancia a la
frustración: conceptualización e intervención en clínica. Institut RET, Barcelona.
Lega, L., Caballo, V. y Ellis, A. (2009) Teoría y práctica de la Terapia
Racional Emotivo-conductual. Madrid: Siglo XXI.
Lewinsohn, P. M. (1974). A behavioral approach to depression. En R. M.
Friedman y M. M. Katz (dirs.). The Psychology of depression: Contemporary
theory and research. Nueva York: Wiley.
Masters, W., y Johnson, V. (1970) Human sexual inadequacy. Boston:
Little, Borwn.
Rehm, L. P (1977) A self-control model of depression. Behavior Therapy,
8, 787-804.
Seligman, M. E. P. (1975) Helplessness. San Francisco: W. H. Freeman.
Seligman, M. E. P. (1981). A learned helplessness point of view. En L. P.
Rehm (Dir.), Behavior therapy for depression. Nueva York: Academic Press.
Sutton-Simon, K. (1979) A study of irrational ideas of individuals with
fears of heights, with social anxiety, and with fear of heights plus social
anxieties. Cognitive Therapy and Research, 3 (2), 193-204.
Walen, S. R., y Roth, D. (1987). A cognitive approach. In J. H. Geer y W.
T. O'Donohue (Eds.). Theories of Human Sexuality (pp.335-362). New York:
Plenum Press.
Walen, S.; Diguiseppe, R.; Dryden, W. (1992) A Practitioner's Guide to
Rational-Emotive Therapy. Oxford University Press.
Warren, R., y Zgourides, G.D. (1991). Anxiety Disorders: A RationalEmotive Perspective. New York: Pergamon Press.
Warren, R. (1997). REBT y trastorno de ansiedad generalizada. En
Yankura, J., Dryden, W. Using REBT with common psychological problems and
special applications of REBT. New York: Springer. (Terapia Conductual
Racional Emotiva (REBT). Casos ilustrativos. Bilbao: Desclée de Brouswer,
2000).
Wolfe, J. y Walen, S. (1986) Factores cognitivos en la conducta sexual.
Cap.11. En Elis, A., y Grieger, R. Handbook of rational emotive therapy, vol.2.
Nueva York: Springer. (Manual de terapia racional-emotiva, vol.2.Bilbao:
Desclée de Brouswer, 1990).
Wolpe, J. (1973) The practice of behavior therapy. New York: Pergamon.
Yankura, J., Dryden, W. (1997). Using REBT with common psychological
problems and special applications of REBT. New York: Springer. (Terapia
Conductual Racional Emotiva (REBT). Casos ilustrativos. Bilbao: Desclée de
Brouswer, 2000).
Tabla 1
Categorización de los ítems del Irrational Beliefs Test (IBT) de Jones
(1968) en cinco categorías de creencias irracionales:
Creencia Irracional 1: Aprobación
Debo ser aprobado y amado por las personas significativas para mí.
Ítems del IBT
1- Para mí es muy importante recibir la aprobación de los demás.
11- Necesito que los demás me respeten para sentirme bien.
21- Quiero gustarle a todo el mundo.
31- Puedo gustarme a mí mismo/a aun cuando no guste a los demás.
41- De las peores cosas que pueden pasarme en la vida es que hablen mal de mí.
51- Más vale no ir en contra de lo que piensen los demás.
61- Necesito que los demás aprueben mi forma de ser.
71- Me preocupa mucho que la gente me acepte.
81- Me perturbo si sé que me critican.
91- Pienso que es demasiado duro ir en contra de lo que piensan los demás.
Creencia Irracional 2: Éxito/Perfeccionismo
Debo hacerlo bien y ser perfectamente competente en todo lo que haga.
Ítems del IBT
2- Odio equivocarme en algo.
12- Evito las cosas que no puedo hacer bien.
22- Me molesta competir en aquellas actividades en las que los demás son mejores
que yo.
32- Necesito triunfar en algo y me sentiré frustrado si no lo logro.
42- Para mí es muy importante alcanzar el éxito en todo lo que hago.
52- Disfruto de las actividades recreativas al margen de lo hábil que sea en ellas.
62- Me fastidia que los demás sean mejores que yo en algo.
72- Debemos exigirnos siempre al máximo.
82- Siempre hay que tener una respuesta adecuada para cada ocasión.
92- Me asusta hacer aquellas cosas que no hago del todo bien.
Creencia Irracional 3: Condenación global de la persona
Tendencia a valorar globalmente la persona en función de un rasgo de
personalidad o conducta concreta. “No me ayudó; es un egoísta y un estúpido;
No lo conseguí, soy imbécil...”
Ítems del IBT
3- Hay demasiadas personas malas que escapan al castigo merecido.
13- Aquellos/as que se equivocan deben sentirse culpables por sus errores .
23- Quien se equivoca merece cargar con su culpa.
33- Las personas inmorales deberían ser castigadas de forma muy severa.
43- El mundo sería una balsa de aceite si la gente buena estuviera preservada de la
gente mala.
53- El miedo al castigo hace que la gente sea buena.
63- Todas las personas tienen algo bueno.
73- Me fastidia pensar que las malas personas tengan la misma suerte que las
buenas.
83- Suelo dar una segunda oportunidad a quien me la ha jugado.
93- Nadie es malo en sí a pesar de que sus actos lo sean.
Creencia Irracional 4: Baja Tolerancia a la Frustración (BTF):
Tendencia a considerar las dificultades de la vida o los contratiempos como
demasiado difíciles o insoportables. “No lo puedo soportar, no tendría que ser tan
difícil...”
Ítems del IBT
4- Me siento fatal si las cosas me salen mal
7- Prefiero aplazar las decisiones importantes.
14- Para que fuéramos felices del todo, muchas cosas deberían ser distintas de
cómo son.
17- Evito, en lo posible, enfrentarme a los problemas.
24- Me digo muy a menudo lo terribles y horrorosas que son las cosas que me
suceden.
27- Abandono mis proyectos cuando encuentro oposición para realizarlos.
34- A menudo me siento trastornado/a por acontecimientos que no me gustan.
37- Compensa llevar una vida fácil y sin problemas.
44- Normalmente acepto las cosas como vienen, aunque no me gusten.
47- La vida es demasiado corta para andar haciendo cosas que a uno/a no le
gustan.
54- Si las cosas me desagradan, opto por ignorarlas.
57- Me irrita hacer las tareas que no me agradan.
64- Generalmente disfruto de la vida tal como es.
67- Prefiero evitar responsabilidades.
74- La mayor felicidad sería que todo sucediese bajo nuestro control.
77- Me retiro ante las dificultades.
84- Me descontrolan los errores de los demás.
87- Frecuentemente ando ocupado/a en proyectos que no llego a sacarme de
encima.
94- En general, me consuelo pronto tras las frustraciones.
97- Normalmente tomo mis decisiones tan pronto como puedo
Creencia Irracional 5 : Catastrofismo:
Tendencia a evaluar las cosas como “horribles” “terribles” en vez de malas,
desagradables o desafortunadas. “Es horroroso, es terrible...”
Ítems del IBT
6- Temo las contrariedades o contratiempos.
16- Me cuesta quitarme las preocupaciones de la cabeza.
26- Me asustan los peligros del futuro.
36- Me parece terrible que ocurran tantas cosas que no puedo evitar.
46- No puedo soportar correr riesgos.
56- Pienso en el futuro sin ansiedad.
66- Muchas veces me sorprendo planeando lo que haría en determinadas ocasiones
de peligro.
76- Bastantes veces me cuesta apartar de mi mente el miedo a algo.
86- Con frecuencia pienso cosas negras, como la muerte o la guerra.
96- Se debe evitar asumir riesgos.
Tabla 2
MANOVA de un factor con las cinco categorías de irracionalidad como
variables dependientes
APROB1
PERFECT2
DEVOTRO3
BTF4
CATAST5
Inter-grupos
Suma de
cuadrados
33.707
5
Media
cuadrática
6.741
Intra-grupos
786.905
141
5.581
Total
820.612
146
gl
Inter-grupos
58.307
5
11.661
Intra-grupos
638.942
135
4.733
Total
697.248
140
Inter-grupos
17.834
5
3.567
Intra-grupos
263.880
120
2.199
Total
281.714
125
Inter-grupos
163.598
5
32.720
Intra-grupos
1081.030
126
8.580
Total
1244.629
131
Inter-grupos
35.878
5
7.176
Intra-grupos
613.845
131
4.686
Total
649.723
136
F
1.208
Sig.
.309
2.464
.036
1.622
.159
3.814
.003
1.531
.184
Tabla 3
Comparaciones posthoc significativas entre los grupos en cuatro de las
cinco categorías de irracionalidad como variables dependientes
PERFECCIONISMO
PAREJA TAG
+ 0.004
PAREJA DEPRESION
+ 0.043
PAREJA DSI
+ 0.25
PAREJA
PAREJA
DSI
EP
EP
DE
DE
BTF
TAG
DEPRESION
TAG
TAG
DEPRESION
DEPRESION
TAG
CONDENACIÓN
OTRO
PAREJA DEPRESIÓN
DSI
DEPRESION
EP
DEPRESIÓN
+
+
+
+
+
+
+
0.00
0.11
0.10
0.03
0.42
0.03
0.42
DEL
+ 0.43
+ .025
+ 0.17
CATASTOFISMO
PAREJA TAG
+ .038
EP
TAG
+ .039
+ La media del primer grupo es superior a la del segundo.
La diferencia entre las medias es significativa al nivel .05
PAREJA: Problemas de pareja
TAG: Trastorno de Ansiedad Generalizada
Depresión: Trastorno depresivo
DSI: Trastorno de Deseo Sexual Inhibido
EP: Eyaculación Precoz
DE: Disfunción Eréctil