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PRODUCCION: IDM COMUNICACION - www.idmmedia.com
BUENOS AIRES, LUNES 7 DE ABRIL DE 2014
Picaduras, una gran amenaza a la salud
En conmemoración del aniversario de la fundación de la Organización Mundial
de la Salud en 1948, hoy se celebra el Día Mundial de la Salud. Y este año el
tema son las enfermedades transmitidas por vectores.
Los vectores son pequeños organismos (insectos) que transmiten
patógenos de una persona (o animal) infectada a otra. Las enfermedades vectoriales son las
causadas por estos patógenos en
el ser humano.
La enfermedad vectorial más
mortífera en el mundo es el paludismo, que causó 660 mil muertes
en 2010, la mayoría en niños africanos. No obstante, según la Organización Mundial de la Salud
(OMS) la enfermedad de este tipo
con mayor crecimiento en el
mundo es el dengue, cuya incidencia se ha multiplicado por 30
en los últimos 50 años. Las causas
de este avance se encuentran en la
globalización del comercio y los
viajes, la urbanización desordenada y el cambio climático. Estas
transformaciones en el mundo
contemporáneo están teniendo un
gran impacto en la transmisión de
estas dolencias y haciendo que
aparezcan en países en los que
antes no existían.
El Día Mundial de la Salud 2014
se centrará en algunos de los vectores más conocidos mundialmente, como los mosquitos, los
flebótomos, las chinches, las garrapatas o los caracoles, responsables de la transmisión de una
amplia gama de patógenos que
afectan al ser humano o a los animales. Los mosquitos, por ejemplo, transmiten no solo el
paludismo y el dengue, sino también la filariasis linfática, la fiebre
chikungunya, la encefalitis
japonesa y la fiebre amarilla.Pero sólo el dengue
es la que más se ha expandido en el mundo.
Hasta los años 70, las
epidemias de esta enfermedad (transmitida por el
mosquito Aedes aegypti)
se reportaban sólo en 9
países, la mayoría del
Sudeste de Asia.
En la segunda mitad de
los años 70, los registros
de epidemias de dengue
comenzaron a incrementarse en América del Sur,
América del Norte y en el
Caribe.
Y durante las últimas décadas, América Latina se
ha convertido en la región
con las cifras anuales reportadas más altas en el
mundo, convirtiendo a
esta enfermedad en un
grave problema de salud
pública en Brasil y en Paraguay.
Según especialistas de
nuestro país, la frecuencia
Foto: Fuente OMS
de las enfermedades trasmitidas por vectores (ETV)
están estrechamente vinculadas al deterioro y contamina- cias en la provisión de servicios
ción ambiental, la deforestación y (vivienda inadecuada, depósitos
la urbanización desorganizada, de agua sin protección, falta de
entre otras. Las ETV predominan saneamiento etc.), pero también
en las zonas rurales, donde la po- son una grave amenaza en las
breza atenta contra la calidad de grandes ciudades donde existen
la vivienda y se asocia a deficien- infraestructuras urbanas pobres o
villas miseria.
En nuestro país, las ETV de
mayor incidencia son el dengue,
el hantavirosis, el Chagas, la leishmaniosis, la leptospirosis y la
fiebre hemorrágica argentina. Algunos datos de prevalencia general y notificaciones son los
publicados por el “Boletín integrado de vigilancia” que edita la
Secretaría del Promoción y Programas Sanitarios del Ministerio
de Salud de la Nación.
Vale destacar que algunos países
han documentado e informado
recientemente a la OMS sobre
enfermos que no responden adecuadamente a los tratamientos
para curar estas enfermedades,
así como de vectores resistentes
a los insecticidas, situación que
anticipa serios desafíos para las
autoridades sanitarias de todos
los países.
Dada la limitada existencia de
medicamentos eficaces y vacunas
para el tratamiento de estas enfermedades, la prevención de la
infección y el control de los vectores se convierten en un componente vital para reducir la carga
de las enfermedades de transmisión vectorial.
Es por ello que el objetivo sanitario es involucrar a toda la comunidad junto a sus autoridades. Y,
por supuesto, prestar más atención al cuidado del medioambiente, y actuar seriamente contra
la contaminación ambiental, la
deforestación, la pobreza y la urbanización desorganizada.
BUENOS AIRES, LUNES 7 DE ABRIL DE 2014
Cuando se agrede al que cura
Por el Dr. Jorge Iapichino.
Celebramos el Día Mundial de La
Salud por lo que significa para la humanidad y al mismo tiempo lamentamos los recientes hechos de violencia
hospitalaria y sanatorial que recaen injustamente sobre los trabajadores del
sistema sanitario argentino. Nos preocupa que en nuestro país, de manera
lenta, pero inexorable, nos alejemos de
los mínimos estándares de seguridad
internacionales.
Las incursiones de bandas descontroladas a salas de guardia o de individuos que amenazan con armas de
fuego a colegas que trabajan en centros de salud o las incursiones armadas
de amedrentamiento dentro de los quirófanos rompen cualquier tipo de relación racional entre quienes intentan
curar y aquellos que necesitan atención. La imposibilidad de que las ambulancias ingresen a las villas de
emergencia sin el acompañamiento de
un móvil policial indica a las claras el
punto de deterioro al que llego la relación de los actores del sistema sanitario con una parte de la comunidad. Los
que estamos en esta maravillosa profesión desde hace muchos años jamás
pensamos que deberíamos finalizar
nuestras carreras intentando defender-
nos de quienes debemos atender.
En la actualidad los médicos y los profesionales del sistema de salud argentino enfrentamos un fenómeno que la
mayoría de las veces, escapa de nuestras manos y nos lastima en lo físico,
en lo emocional y también en lo profesional. Hoy la violencia es una epidemia que corroe el tejido social. Los
hechos violentos se reproducen de manera imparable y los que trabajamos en
el sistema sanitario no somos ajenos a
sus consecuencias. Por un lado, atendemos los hechos de violencia para tratar de restablecer la salud de las
víctimas; por el otro, somos de forma
cada vez más frecuente, víctimas de
esa misma violencia. Cuando se agrede
al que cura o al que cuida, estamos
frente a un derrumbe social y cultural.
Si bien la violencia afecta prácticamente a todos los sectores de la sociedad, debemos resaltar que en la
atención sanitaria alcanza a casi la tercera parte de los trabajadores. Las
agresiones conducen al profesional a
secuelas psicológicas tales como síndrome postraumático, insomnio, depresión y cambios de conducta. Esto
llevó a que en los últimos años existan
dificultades para cubrir vacantes de
guardias en las especialidades más expuestas. Cada vez son menos los colegas que aceptan trabajar bajo estas
condiciones. Además, las falencias del
sistema sanitario en su conjunto, con
evidente déficit de camas, insumos y
complejidad sumados a lugares de
atención inadecuados, se convierten en
una verdadera invitación a la mala relación entre el médico y el paciente.
La conflictividad social creciente,
hace que aumenten en forma exponencial las posibilidades para el médico de ser agredido. Este termina
siendo la cara visible de las graves falencias del sistema sanitario. Las falencias crónicas de nuestro sistema de
salud estallan en sus eslabones más dé-
biles: las enfermeras los médicos y los
pacientes. Los primeros agredidos en
forma física o psicológica y los segundos sin la adecuada atención.
Hoy, debemos agregar la falta del mínimo respeto hacia los profesionales
por parte de un sector de la población.
La falta de educación adecuada y la inconducta social que provoca la drogadicción, han desdibujado la distinción
entre el bien y el mal y entre quienes
están para ayudar y quiénes no. Debemos entender que los violentos también están enfermos. Por lo tanto la
situación actual hace imperiosa la formación de los profesionales de la salud
en el conocimiento de los métodos
para manejar la violencia. También el
saber usar adecuadamente todas las
medidas para prevenirla. Una vez producido el hecho, se debe estimular a
los médicos para consultar a especialistas, con el fin de impedir que las
reacciones propias ante la hostilidad
desemboquen en cuadros de burn-out,
fobias al ejercicio profesional u otros
trastornos. Esto es lo que podemos
hacer desde el sector de la salud .¿Pero
quiénes tienen la obligación de dar respuestas, para aliviar este flagelo que
nos aqueja? ¿Hasta cuándo se puede
sostener un sistema de salud ineficiente y desigual que aleja a los médicos de la profesión y a los pacientes de
una atención apropiada? Las respuestas la debe dar la política; mejorando
el sistema de salud para que sea más
accesible e igualitario e implementando campañas de comunicación
que alejen los hechos de violencia de
los lugares destinados a la salud. Lo
que no debe hacer la política, por
citar un ejemplo cercano, es dar el
triste papel ante la sociedad de pelear
por los espacios de poder retirando la
policía de los centros hospitalarios de
la ciudad capital, dejándolos temporariamente indefensos.
Hoy existe un Estado ausente en lo re-
La Asociación de Médicos Municipales, entidad
gremial pionera en la defensa de la salud pública
La Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires
es una entidad gremial que desarrolla su tarea en áreas como: acción
gremial, prevención y cobertura del
riesgo legal de la praxis médica, capacitación profesional y actividad
cultural, deportiva y social.
Pero además se ocupa de sostener su
trípode de sustentación: la defensa de
la salud pública; la defensa de las con-
diciones y medio ambiente de trabajo
del médico y la mejor calidad de atención para el paciente.
No solo en la ciudad sino también en
muchos rincones de la Argentina, la
AMM es protagonista esencial de la
lucha en toda la problemática médica.
Se trata de un protagonismo que supimos construir a lo largo de 77 años de
trayectoria, basados en acción y trabajo, dando a la institución una estruc-
tura de gran solidez.
En el Día Mundial de la Salud la
AMM saluda a todos los médicos hacedores de una salud pública de calidad, que con su esfuerzo personal,
cada día, afrontando durísimas condiciones, cumple con su Juramento Hipocrático, orgulloso de haber elegido
ser Médico.
Comité de Presidencia AMM
ferente a una contención social adecuada. Fue la política en la Argentina
la que ha modelado un Estado ineficaz
orientado por demasiado tiempo a una
contención social errónea. Esta aseveración es válida para todas las jurisdicciones del país, pues tanto la salud
como la seguridad son cuestiones federales y nadie se puede hacer el distraído. En un sistema político donde la
búsqueda de consensos entre las distintas fuerzas partidarias se parece a
una utopía, es difícil y hasta algo estúpido proponer que sobre estos temas
se construyan políticas de estado. Sin
embargo es el único camino posible
que puede ser efectivo. Esa es la razón
por la cual apelamos a la política a intervenir con urgencia. Esperamos que
esta reaccione antes que sea demasiado tarde.
(El Dr Jorge Iapichino es presidente de
la Federación Médica Gremial de Capital Federal)
Creación del departamento de
Disfunción Témporo Maxilar
El jueves pasado, en la sede de la
Fundación de Estudios para la Salud
y la Seguridad Social, la dirección de
los centros odontológicos ODEM
rindió un merecido homenaje al Dr.
Juan Mac Hannaford con motivo de
la creación del departamento de Disfunción Témporo Maxilar.
El Profesor Mac Hannaford he sido
el fundador de la Escuela Gnatológica Argentina, cuna de grandes
odontólogos y ámbito de desarrollo
de una odontología reconocida inter-
nacionalmente por su excelencia.
Prestigiosos y reconocidos profesionales, que reconocen en este maestro
su raíz vocacional, se hicieron presente de diversas maneras para rendirle un merecido homenaje a quien
formó generaciones de odontólogos
en el más alto nivel de calidad.
Hicieron llegar su saludo al homenajeado, los Dres. Maddalena, Gaudio,
Albertini, Alvarez Cantóni, Roldán,
Sandra Rueda (su actual discípula),
Vampa, entre otros, reconociendo
con afecto el merecido respeto que
este profesor se ha ganado.
“Gracias, querido amigo, por tu generosa disposición y tu cordial compañía” dijo el Dr. Carlos Nápoli,
presidente de OPSA al entregarle un
diploma de reconocimiento a quien
hoy se desempeña como consultor de
las Clínicas y Consultorios ODEM.
Es común encontrarlo aún, a sus 87
años, jovial y dispuesto, ejerciendo
su pasión: la odontología, en alguno
de los consultorios de la Clínica Central ODEM. Un verdadero ejemplo
para los más jóvenes.