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PÁGINAS DE HOMEOPATÍA
Revista digital de la Federación Española de Médicos Homeópatas
NÚMERO 3
Invierno 2009-2010
SUMARIO
1. HABLEMOS DE LA GRIPE
2. LA EXPERIENCIA DEL PASADO: GRIPE ESPAÑOLA 1918
3. EL PASADO CERCANO: GRIPE AVIAR 2005-2006
4. EPIDEMIA ACTUAL: GRIPE A 2009-2010
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
1
EDITORIAL
Hablemos de la gripe
“La verdad es más verdad cuanto más universal”
Sin ánimo de abundar en lo mucho que se ha dicho os presento este número que
al final es monotemático, aunque espero que obviando la polémica, leyendo entre líneas
y yendo a lo esencial no resulte aburrido.
Nuestro método es intemporal y su reflejo es lo que quiero presentar. La
Homeopatía se ha dado a conocer, en toda época, por su eficacia en los procesos
epidémicos, trátese de cólera, de difteria, disenterías y gastroenteritis, dengue,
infecciones respiratorias agudas estacionales y una larga lista que no es necesario
reproducir, incluyendo, cómo no, a la gripe verdadera. Y siempre ha mostrado y
demostrado su eficacia, incluso superior a la de otros métodos terapéuticos.
Veremos cuatro artículos, dos escritos por homeópatas españoles que se
enfrentaron a la tristemente famosa “gripe española”; otro, magnífico, sobre la gripe
aviar del Grupo Aurum y finalmente la publicación de Mayo de 2009 del Consejo
Consultivo Nacional Médico Homeopático de México, un análisis de primera mano
sobre la gripe actual, otro ejemplo de cómo afrontar un proceso epidémico desde el
punto de vista de la homeopatía.
Por último un deseo, ya expresado en el título de este breve editorial, y es la
necesidad de utilizar la primera persona del plural. Nosotros, médicos homeópatas,
“hablemos”, de lo que vemos y tratamos, en el presente caso de la gripe, siempre de la
enfermedad que nos reta. Será la contribución necesaria para hacer, entre todos, grande
el método. La experiencia compartida es la savia nutricia de nuestro arte.
Estas páginas permanecen abiertas para recibir vuestras experiencias y
conclusiones sobre la gripe y, por supuesto, abiertas a todo lo que amplíe nuestro
conocimiento.
José Eugenio López García
[email protected]
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
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LA EXPERIENCIA DEL PASADO
REVISTA DE HOMEOPATÍA PRÁCTICA . AÑO V - Nº 11 -Noviembre1918.
Dirección: Dr. A. Olivé y Dr. A. Vinyals. Imprenta de Huguet Bosch. Barcelona
EPIDEMIA GRIPAL
Dr. A. Olivé
En Mayo último sufrimos una avanzada de gripe clínica y bacteriológicamente
confirmada, muy generalizada paro rápida y benigna. Ahora hace quince días que
aguantamos el azote de igual epidemia, pero esta vez ya es el grueso del ejército que
tenemos encima, por la forma casi pandémica, por la duración de los casos y por la
gravedad y complicaciones de los mismos.
Si al lado de los casos graves no hubiere muchos levísimos diríase a veces que se
trata de una bronconeumonía o de una tifoidea y hasta de una meningoencefalitis, o se
ha llegado a hablar de cólera por existir formas abdominales furiosas, siendo una de las
innovaciones actuales la forma hemorrágica, a veces intestinal hasta producir el colapso,
algún caso de hematuria y frecuentes los de hemoptisis, algunos tan brutales que han
llegado a la muerte en pocas horas: estos muy raros hasta ahora en nuestra provincia.
Buscando la unidad morbosa y conociendo la variedad y versatilidad de sus
síntomas, no hay duda alguna de que todo ello es gripe y solamente gripe.
Profilaxis: se sabe que el cocobacilo de Pfeiffer, sólo se encuentra en una décima
parte de los casos, por lo tanto es ilusorio encontrar una profilaxis colectiva especial
contra la gripe, y más, dada la difusión rapidísima del germen que la origina, y que si el
contagio directo indudablemente influye (en las familias se ven caer uno, dos, tres, seis,
consecutivamente uno a otro y hay conventos de clausura e internados numerosos que
no tienen un caso, mientras otros colegios han tenido que cerrar) también es patente que
sin contagio se adquiere, a pesar del mayor aislamiento (en viviendas en montañas
apartadas).
Aparte las reglas vulgares de la higiene clásica que son las mejores, evitar la
aglomeraciones y hacinamientos humanos que son focos de infección, volcanes
dormidos que tienen mal despertar, siendo la más práctica la profilaxis individual,
principalmente fundada en la desinfección cuidadosa de las fosas nasales y cavidad
bucal (agua oxigenada diluida o perborato sódico), y la evitación de los cambios
repentinos de temperatura, que expone el campo respiratorio a rápidos desequilibrios,
capaces de poner la mucosa de las vías respiratorias en condiciones de menor resistencia
contra la siembra y proliferación de los gérmenes patógenos. Evitar enfriamientos y
corrientes de aire, que abren la puerta de entrada, son el boquete de la muralla para dar
paso al microbio. ( Y otro asombro recibimos con una orden del Excmo. Sr. Gobernador
civil dada el día 8 del corriente, en que manda que los tranvías circulen con las puertas y
las ventanas abiertas, originándose así, dada la velocidad que llevan, fuertes corrientes
de aire, cuyos efectos patógenos se encuentran en la práctica)
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Los individuos que tienen más peligro son los que padecen afecciones
pulmonares, o cardíacas,, o renales. La gran adinamia aguda gripal es fácil que dependa
de la insuficiencia suprarrenal.
Precisa mucho rigor, en cuanto al reposo del enfermo en la cama desde el primer
momento que se sospecha la enfermedad, buena temperatura en la habitación y en la
cama, pues hasta sin salir de la cama se enfrían nuevamente y recaen, y retenerles
mucho durante la convalecencia. La gripe que ya es de sí tan saltona y recidivona,
aprovecha el menor detalle para una recaída.
El tratamiento homeopático es un verdadero éxito, y cuando las familias son
cuidadosas y sumisas al médico, encanta la universalidad de éxitos que se obtienen,
acabando por no temer ya a la gripe: hasta el momento actual por lo menos estamos
archisatisfechos de nuestra misión, al ver como se nos curan tan pronto y bien.
En cambio si aplaudimos la sinceridad, nos han causado gran pena las
manifestaciones de varias eminencias médicas alópatas, en que confiesan unos que no
tienen tratamiento, y otros que la expectación armada para algún síntoma especial es lo
más que puede hacerse.
La medicación nos resulta muy sencilla: Aconitum, Veratrum vir., Belladonna,
Eupatorium; Bryonia, Ipeca., Antiminium tartaricum y Phosphorus, nos suelen bastar
escalonados y oportunamente aplicados a las distintas etapas de la enfermedad: en la
convalecencia China, Nux vomica, Arsenicum album.
La hemoptisis y la hematemesis nos han cedido con la medicación de conjunto,
sin que hallamos tenido que recurrir a Mill., Trillium pend., o Ham., que teníamos en
guardia.
* * * * * * *
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LA EPIDEMIA REINANTE
Superioridad del tratamiento homeopático
Por el Dr. J. GIRÓ SAVALL
Ya volvemos con la grippe. Desde el año 1889 en que hizo su aparición en la
Península Ibérica, causando verdaderos estragos, siendo pocas las personas que
escaparon a su maléfica influencia, la venimos sufriendo bajo la forma endémica,
molestándonos así todo el año y un poquito más los inviernos, pero ahora parece haber
salido de su semi-letargo, ya que en la primavera embistió de firme, y en estos días ha
tomado la ofensiva dispuesta a repetir los males que ocasionó hace veinte y ocho años.
No he de entretenerme en referir que la grippe es una enfermedad que ha
existido siempre, aunque solamente desde el siglo XVI poseemos relación de las
numerosas epidemias que ha sufrido Europa. El pueblo le ha dado mil nombres pero en
estos últimos tiempos se ha conocido más con el italiano de influenza.
Siempre y en todas la epidemias se ha presentado con los mismos caracteres,
sobresaliendo su contagio extremadamente rápido, pero diferenciándose en cuanto a su
malignidad, pues si por fortuna podemos citar algunas epidemias de forma benigna,
otras han sido tan mortíferas que han hecho sucumbir a gran número de atacados, por lo
que algunos autores han llegado a comparar la grippe con la peste.
Lo que este año nos invade parece revestir cierta malignidad, ya que tiende a
producir pneumonías gravísimas, hemorragias diversas, o atacando a las vías digestivas
da lugar a síntomas coleriformes o disentéricos.
Las diferentes formas que reviste o puede revestir la grippe, según la asociación
bacilar o según el terreno que invade, se presta muchas veces a dudas de diagnóstico.
Por eso conviene hacer resaltar la diversidad de formas y la multitud de variedades con
que se nos presenta, esta bien llamada insidiosa enfermedad.
Descuella entre todas, la forma pulmonar, con sus variedades: pneumonía,
bronco-pneumonía y pleuresía; sigue la forma cerebral con sus variedades de
meningitis, apoplejía, afasia, epilepsia jacksoniana; viene después la forma reumática;
las grippes con fiebre continua, o con movimiento febril intermitente, simulando
accesos perniciosos; los que localizándose en el paratao digestivo presentan los
síntomas de las gastroenteritis, disenteria, cólera, catarro gástrico, tifoidea, etc.
Al mismo tiempo que los síntomas y lesiones que diferencian cada caso de otro
y permiten la limitación de formas y variedades, se observan síntomas comunes a todos
los casos, constituyendo la base para el diagnóstico de grippe.
El haber olvidado que en una epidemia no todos los enfermos, aunque sean
atacados por la misma infección, presentan iguales síntomas, sino que existe la variedad
dentro de la unidad, dio lugar en la pasada epidemia de tifus a lamentables
equivocaciones de diagnóstico, que ocasionaron la muerte a muchos enfermos. Por esto
insisto tanto en hablar de la diversidad de formas, y aún dentro de éstas, de las
variedades con que se nos presenta la grippe.
Como síntomas comunes, esto es, que se presentan en la mayoría de los casos,
podemos citar la pérdida de fuerzas, el insomnio, la inapetencia, el quebrantamiento
general, la aparición brusca de la enfermedad, la duración con frecuencia larga, la
marcha insidiosa, las recaídas fáciles y graves, las terminaciones imprevistas, y las
localizaciones que menos se esperan.
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La pérdida de fuerzas que existe hasta en los casos más benignos, bajo la forma
de una fatiga sin causa aparente y por una repugnancia al movimiento, en los casos
graves no se circunscribe a las fuerzas musculares sino que se extiende a las
contracciones del corazón, produciendo una taquicardia, una sideración completa y una
muerte rápida e inesperada.
Entre las localizaciones excepcionales a que he hecho referencia están las
endocarditis, las metritis, las nefritis, las afecciones cerebrales (muchas veces sin lesión
concreta pero mortales), la otitis supurada con todas sus consecuencias y la apendicitis.
En muchos de los casos observados durante este año, la grippe enfermedad
esencialmente epidémica, contagiosa, infecciosa y microbiana, la invasión ha sido
brusca y los atacados se ven en plena salud y dedicados a sus habituales ocupaciones,
acusando cefalalgia violenta, dolores en las articulaciones, escalofríos,
desfallecimientos, alucinaciones y hasta síncopes. En otros comienza como un sencillo
resfriado.
En la epidemia actual obsérvanse dos formas: una ligera, benigna de mediana
intensidad y otra grave.
La forma ligera parece una ligera bronquitis con los síntomas generales muy
acentuados, hallándose invadido todo el organismo como en las grandes pirexias.
Durante varios días los enfermos se quejan de debilidad muscular o laxitud general con
cefalalgia intensa frontal u occipital, epicráneas, dolores generalizados que se agravan a
cada acceso de tos, calambres en los miembros y escalofríos repetidos. Al mismo
tiempo hacen su aparición los catarros, nasal, faríngeo u ocular, o bien la grippe debuta
por un catarro laríngeo y bronquial acompañado de afonía y accesos de tos muy
dolorosos, siendo la expectoración primeramente aireada y después espesa, pudiéndose
apreciar a la auscultación del tórax grandes estertores de todas clases, todo ello con
fiebre alta que en general decrece por las mañanas.
Hay casos sin embargo, en que la fiebre es insignificante y en cambio revisten
gran intensidad los dolores musculares y articulares, en especial la cefalalgia y el
lumbago.
No obstante en otros, y éstos han sido estos días muy frecuentes, pudiendo dar
lugar a falsos diagnósticos, dominan los trastornos gastrointestinales; náuseas, vómitos,
estados gástricos, biliosos, diarreas de todas clases etcétera.
En los atacados en esta forma, digamos benigna, suele durar la enfermedad de
ocho a quince días, hasta que sobrevienen los llamados fenómenos críticos: sudoración,
diarrea, epistaxis y herpes labial, que anuncian la curación.
La forma grave se caracteriza, o por la mayor intensidad de los cuadros
descritos, con tendencia al delirio y síncopes, o por localizaciones que dan a cada
epidemia o cada enfermo una fisonomía particular como ocurre con todas las
infecciones en que hay que tener en cuenta a más de las condiciones climatológicas,
telúricas, atmosféricas (circunfusa) los que reúne cada enfermo por sí, haciendo que por
ellas disminuya o aumente la virulencia del agente o agentes patógenos. De ahí vemos
en esta epidemia casos tan distintos, según predominen los síntomas nerviosos, los
torácicos, o los abdominales.
Hoy, gracias a la ayuda cada día mayor que nos viene prestando el laboratorio,
en caso de duda de diagnóstico podemos comprobar la existencia, o no, en las
mucosidades de la boca, en la expectoración, o en la orina, del bacilo de Pfeiffer
descubierto en 1890, a raíz de la gran epidemia que azotó a la Europa. Dicho bacilo que
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penetra en nuestro organismo por la nariz y la boca, infecta la parte superior del aparato
respiratorio y de allí pasa a la sangre infectándola también, pero en unos casos la del
aparato respiratorio se detiene la infección en los bronquios gruesos, y en otros baja a
los capilares y a las vesículas pulmonares, preparando el terreno para que intervenga el
peligroso pneumococo y venga la broncopneumonía.
Esto es lo que ha ocurrido repetidamente en la actual epidemia, en que si bien se
han podido observar enfermos en que predominaban los síntomas gastroentéricos (yo he
sido uno de ellos), o los nerviosos (con el Dr. Suriol vimos uno con síntomas de ataxia),
en buen número se presentaban el cuarto o quinto día de enfermedad o en las recaídas,
los síntomas que caracterizan la bronco-pneumonía.
Pronóstico.- El de la actual epidemia, si tenemos que juzgar por el número de
defunciones ocurridas, en la capital y provincia, tendríamos que formularle grave, pero
ateniéndonos a nuestra clínica particular, a la de algunos compañeros nuestros a quienes
hemos consultado sobre ello, y a los resultados obtenidos en los enfermos asistidos en el
Hospital Homeopático del Niño Dios, hemos de formularlo benigno.
Llevo ya más de tres semanas viendo de ciento a ciento cincuenta enfermos
diariamente, y en la inmensa mayoría de ellos, la grippe ha seguido su curso sin
complicación alguna, yendo francamente a una convalescencia rápida y a una curación
completa. Durante este espacio de tiempo, tengo tratadas cuarenta y seis
broncopneumonías con sólo una defunción, (una enfermera de la que me hice cargo
contra mi voluntad al iniciarse ya la parálisis pulmonar y con los riñones afectados en
tal forma que en su orina escasísima había gran cantidad de albúmina).
No ignoro, como no ignora nadie, que la grippe es una enfermedad de mala
índole, que en su curso pueden sobrevenir las más graves complicaciones y hasta que
puede ocasionar la muerte súbita, pero tampoco ignoro y no debiera ignorar nadie, que
las medicaciones inoportunas, las sangrías, los purgantes, los yodos, las antipirinas, las
quininas, etc., etc., perturbando la marcha de la enfermedad y restando fuerzas al
organismo, causan tantas muertes como la misma grippe. Y esto no lo digo yo sólo, esto
lo dicen clínicos eminentes, esto lo afirmaban ya médicos de esta ciudad cuando la
epidemia del año 1580 (Dietari de l`antic Concell Barceloní, volum V, págines 248 a
250) entre ellos el Dr Vall-Lleriols a quien se tenía por un verdadero prestigio, y esto lo
confirman hoy muchos otros, entre ellos un distinguido compañero, que no hace
muchos días me escribía estas palabras:
“Cansado de los abusos de la polifarmacia y de lo peligroso de la farmacología a
dosis masivas; sin garantía suficiente ante el descrédito de ciertos profesionales de
manga ancha, he resuelto ejercer la profesión sujetándome a la dietética pura y a las
dosis diluidas, cual si fueran los medicamentos tan solo éter cósmico”
Esto escrito en plena epidemia, demuestra de un modo elocuente los grandes
desengaños sufridos en sus enfermos por tan buen clínico como es el referido médico.
Público es el abuso que se ha hecho estos días en Barcelona, de purgantes,
yodos, quininas y bebidas alcohólicas, ocasionando graves daños y contribuyendo en
mucho a la mortalidad habida.
Hora es ya de prevenir a todos contra estos prejuicios que ocasionan irreparables
daños, y darle a entender y a conocer que no es tan fiero el león como lo pintan, que la
grippe es una enfermedad generalmente benigna y que existe un tratamiento eficaz, el
homeopático, que cura la inmensa mayoría de los enfermos, sin ocasionar daño alguno
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al organismo, favoreciendo la formación de anticuerpos y por ende la fagocitosis y no
perturbando nunca la marcha de la enfermedad.
Esta misma medicación es la que con éxito usaron nuestros maestros los
doctores Sanllehy y Vives en las epidemias pasadas y nosotros con ellos en la del 1890.
Tratamiento.- Como en todas las grandes enfermedades, los homeópatas en el
tratamiento de los afectados debemos circunscribirnos a cada caso particular, pues todo
enfermo tiene su fisonomía propia y presenta un cuadro de síntomas que ha de encajar
en los que hallemos en la patogenesia de uno de los medicamentos de nuestra riquísima
farmacopea. No obstante de ello, creo útil reasumir la indicación de los que con
verdadero éxito he venido usando en la actual epidemia.
En todos los casos, salvo raras y contadas excepciones empiezo con Aconitum
3ª y Bryonia 3ª alternados. El primero indicado por la temperatura elevada, el pulso
grande y frecuente, la cara roja, los ojos abultados, la cefalalgia, la sed y sobre todo la
angustia, la agitación y miedo (la mayoría de los enfermos al sentirse presa de la grippe,
sienten un miedo grande) y el segundo por los dolores que acuse el enfermo en todos los
miembros si se alivian con el reposo y agravan por el movimiento, teniendo en cuenta
además que Bryonia es el medicamento por excelencia de las serosas y mucosas y de las
inflamaciones en su primer periodo, así como de todas las alteraciones de la sangre,
tanto cualitativas como cuantitativas. Por esto Bryonia ha sido en mi concepto el
medicamento más indicado en la actual epidemia y esto se comprenderá muy bien al
recordar su acción sobre el aparato respiratorio y su benéfica influencia en las
bronquitis, pulmonías y pleuresías y sobre la médula oblongada y la médula espinal,
tanto, que puede afirmarse que a los enfermos a quienes se les da Bryonia desde el
comienzo de la enfermedad se ven libres de las mortíferas bronco-pneumonías que tanto
han abundado.
Hay algunos médicos que sienten mas inclinación al Eupatorium perfoliatum,
que sólo uso en los casos en que los dolores son vivos, como si los huesos fueran a
romperse, que no permiten al enfermo estar quieto, que no se alivian con el reposo y
van acompañados de un gran decaimiento, lo cual no es frecuente al principiar la grippe.
Con este tratamiento los enfermos, en su mayoría, van mejorando, cediendo
poco a poco la fiebre, normalizándose la situación al quinto o sexto día y entonces,
suspendo el Aconitum, continuando con Bryonia sola o alternada con Nux vomica 3ª si
la lengua está sucia y hay estreñimiento; con Phosphorus 12ª si hay alguna tos; con
Rhus tox 3ª si aqueja algún dolor, que generalmente es más vivo por la noche obligando
al enfermo a moverse.
Después en la convalescencia, que ha de ser larga para evitar recaídas
Arsenicum 6ª, China 1ª o 3ª, Avena sativa θ o Gelsemium 1ª reaniman las fuerzas y
combaten el estado adinámico que en muchos queda, así como la anorexia, las
transpiraciones fáciles y la sensación de frío.
Pero no en todos los casos las cosas marchan tan bien o en el curso de la
enfermedad preséntanse, como ya he dicho, serias complicaciones.
Una de ellas es la de que la intoxicación del organismo sea tan intensa que la
fiebre alcanza a temperaturas elevadísimas, en cuyo caso apelo a Veratrum viride 1ª
cuando el pulso es lleno y frecuente, la cara congestionada, la orina escasa o nula y hay
tendencia a los espasmos; a Baptisia 1ª si dominan los síntomas gástricos, la postración
es grande y los dolores vivos, quejándose el enfermo de la cama; a Gelsemium 1ª si la
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fiebre es de tipo continuo con exacerbación marcada a la tarde y disminuye sin que haya
transpiración por las mañanas, estando el enfermo muy decaído y nervioso y a
Chininum sulphuricum 1ª si la fiebre toma la forma intermitente y se acentúan mucho
los dolores en la cabeza y huesos.
Y a propósito del sulfato de quinina, he de hacer resaltar sus buenos efectos en
algunos enfermos de grippe en que la fiebre se presenta con la forma de una serie de
accesos muy próximos, en el intervalo de los cuales la temperatura no vuelve a lo
normal y no presenta más que una remisión más o menos marcada. Esto ha dado lugar a
considerar muchos médicos al sulfato de quinina como el específico de la grippe, en tal
forma que yo he visto enfermos con una simple coriza tomar dicho medicamento por
prescripción facultativa y en la actual epidemia se ha hecho un abuso grande del sulfato
de quinina con grave perjuicio de sanos y enfermos, quizás creyendo que así como en
algunos casos destruye los hematozoarios del paludismo, puede destruir también el
bacilo de Pfeiffer, olvidando o desconociendo los experimentos de Nothaegel y
Rossbach que a dosis tóxicas de 6 a 7 gramos lograron producir una baja de la
temperatura pero sin modificar el proceso morboso ni evitar la terminación fatal,
excepto en los casos, y aún usando dosis mucho más pequeñas, en que la fiebre reviste
un tipo fácilmente remitente o intermitente. Resultado de las referidas experiencias fue
el comprobar que la acción antiséptica del sulfato de quinina era absolutamente nula en
la tifoidea, en la viruela y muy especialmente en la pneumonía y en cambio resultaba
sumamente peligrosa para los enfermos de esta clase a quienes de administraba dicho
medicamento. ¿No podría esto darnos una explicación de la mortalidad ocurrida en la
actual epidemia?.
Otra complicación, casi la más frecuente de esta epidemia, ha sido la broncopneumonia y para combatirla he recurrido a nuestro clásico tratamiento, a Bryonia 3ª y
Phosphorus 121; el primero indicado por el movimiento febril continuo, la
expectoración grasa de un moco más o menos rojo, el dolor en algún punto del pecho,
más o menos violento, la disnea y la cara de un color subido y el segundo por el estado
adinámico del enfermo, el pulso frecuente y pequeño, la lengua seca, los esputos
herrumbrosos, el delirio y la diarrea.
En la mayoría de los casos que he tenido ocasión de tratar, ha bastado este
sencillo tratamiento, pero en algunos la tos se ha hecho convulsiva y va acompañada de
náuseas indicando Ipecacuana 3ª que alterno con Bryonia y en otros en que la
expectoración se había hecho sumamente difícil, la respiración era ruidosa oyéndose a
distancia, el pecho estaba lleno de mucosidades que el enfermo no podía expeler, había
disnea, postración considerable amenazando la asfixia por acumulación de esputos, y
comenzaba la parálisis pulmonar, he recurrido a Tartarus emeticus 3ª o 1ª alternando
con Phosphorus 6ª.
Si con estos medicamentos no logro mejoría y esto me ha ocurrido en dos casos
(sujetos de constitución débil) viene la agravación acelerándose el pulso, aumentando la
temperatura y la disnea y recurro a Arsenicum 3ª que en su patogenesia tiene la facies
hipocrática, la temperatura elevada, el pulso pequeño, desigual, débil y frecuente, la
ansiedad, la agitación, la tendencia a las lipotimias, la sed insaciable, la lengua seca
apergaminada, la disnea, la respiración ansiosa y corta y la expectoración sanguínea o la
supresión de la expectoración y a Carbo vegetabilis 30 indicado por la respiración corta
y frecuente, el comienzo de asfixia, los labios violáceos, el enfriamiento de las
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extremidades, la sensación interna de ardor, la ansiedad, el pulso apenas perceptible y el
colapso; generalmente empiezo alternando el Arsenicum con Bryonia y si no basta
sustituyo a este con Carbo vegetabilis.
Además en todos los casos de bronco-pneumonía gripal desde los primeros días
hago administrar al enfermo diez gotas en un poco de agua de Digitalinum 3ª X para
evitar el decaimiento del corazón, que es una de las complicaciones más frecuentes y de
mayor gravedad en esta forma de la grippe.
Las localizaciones pleuríticas también han sido frecuentes en estos días. Yo he
visto tres casos y en todos Bryonia 3ª y Ranunculus 3ª al principio para dominar el
dolor; Bryonia 3ª y Phosphorus 12 después, pues todos iban acompañados de una
pneumonía y más tarde cuando había desaparecido la fiebre, para resolver el exudado
Cantharis 3ª y Iodum 6ª han bastado para curarlas. Por fortuna y quizás debido al
tratamiento empleado, en ninguno de ellos fue purulento el exudado y si sólo serofibrinoso, y en corta cantidad.
Las afecciones cerebro-espinales de la grippe, que se han observado en la
epidemia actual han revestido dos formas: las que se acompañan de las lesiones
inflamatorias comunes como por ejemplo una meningitis terminando por supuración, al
igual que una pneumonía o pleuresía, lo cual no tiene nada de extraño, y la que, y estas
han sido las observadas por mí, presentando todos los síntomas de una meningitis
cerebral o cerebro-espinal o la alteración de la arteria silviana, se han curado
rápidamente sin dejar rastro. Los medicamentos usados a más de las tres solanáceas
cuyo diagnóstico diferencial no he de repetir, han sido Bryonia 6ª, Eupatorium 3ª,
Gelsemium 12, Opium 3ª, Ignatia, Apium virus 6ª, según los síntomas que presentaban
los enfermos.
Sólo voy a citaros un caso de un niño afecto de bronco-pneumonía gripal, que al
noveno y décimo días de la enfermedad se presentaron vómitos frecuentes sin esfuerzo
alguno, gran postración, fiebre oscilando entre 37,5º y 39,3º, pulso muy pequeño y
ligeras convulsiones. Ante este cuadro de meningismo le prescribí Gelsemium 1ª e
Hyosciamus 3ª. Al día siguiente y sin duda por los esfuerzos que provocaban el vómito,
el niño expulsó una lombriz y a causa de ello Cina 3ª alternando con Bryonia 3ª a causa
de que la tos era frecuente, la expectoración abundante y la temperatura había ascendido
otra vez a 39º. A beneficio de esta medicación desaparecieron todos los síntomas
cerebrales.
Otros enfermos han presentado formas gastro-intestinales, revistiendo en algunas
verdadera gravedad. El tratamiento ha sido Baptisia 3ª, Ipeca 3ª, Nux 3ª cuando han
dominado los síntomas gástricos, sin abandonar nunca Bryonia 3ª y Colocyntis 3ª,
Mercurius corrosivus 12 y solubilis 6ª, Arsenicum 6ª y Veratrum album 3ª si se trataban
de enteritis. A un enfermo pariente muy cercano mío que ha sufrido una gastro-enteritis
de esta clase, después de presentar una diarrea verdaderamente de carácter coleriforme
que cedió con Veratrum album, quedáronle unos dolores de vientre seguidos de
deposición casi normales que fueron rebeldes a Colocynthis y Chamomilla y que
curaron con dos dosis de Colchicum 3ª.
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Un solo enfermo he visto con ictericia que se presentó en el curso de una
pneumonía a consecuencia de una impresión moral y que cedió rápidamente con
Chelidonium 3ª, alternando con Bryonia 3ª.
En la actualidad tengo en tratamiento una enferma que al tercer día de la
infección gripal de forma gástrica acusó un dolor fortísimo en la fosa ilíaca derecha,
punto de Mac Burney y hoy presenta todos los síntomas de una apendicitis. Sigo el
tratamiento clásico, Bryonia 3ª y Colocynthis 3ª dándole por la noche unas tomas de
Veratrum viride 1ª, pues la fiebre sube a 40,5º. Lleva tres días con este tratamiento y al
parecer hay mejoría.
En algunos enfermos se han podido apreciar verdaderas nefritis ligeras,
superficiales, que sólo se reconoce por la presencia de albúmina en mayor o menor
cantidad sin otros síntomas ni otras consecuencias a lo más pequeños edemas de la cara
y de los pies y que han cedido rápidamente con el uso de Therebenthina 6ª o Apis 3ª.
Otras localizaciones he observado en esta epidemia, como la nasal, produciendo
rinitis, epistaxis y rinorreas que se dominan fácilmente con Mercurius solubilis 12 y
Arsenicum 6ª, Ferrum phosphoricum 3ª o Phosphorus 12 y Allium cepa 6ª o Arsenicum
3ª respectivamente: la otitis gripal que fue muy frecuente en la epidemia de 1889 a 90,
la he observado sólo en dos casos que cedieron prontamente con Belladonna 3ª y
Pulsatilla 3ª; las erupciones exantemosas, pustulosas y furunculosas han sido más
frecuentes, especialmente al iniciarse la convalescencia, indicando Rhus tox 3ª, Sulphur
30 y Silicea 30ª; también se han presentado manifestaciones reumáticas dominándose
con Bryonia 3ª, Rhus tox. 3ª y Eupatorium perfoliatum 3ª indicando al primero el dolor
que se alivia con el reposo, al segundo el que se alivia con el movimiento y al tercero al
que impide al enfermo estar quieto y no se alivia al cambiar de posición. De ahí sus
muchas indicaciones en la grippe.
Las hemorragias han abundado. Así han podido observarse epistaxis (casi
siempre como fenómeno crítico) que con unas aplicaciones locales de extracto de
Hamamelis se cohibían prontamente; hemoptisis más o menos intensas según fuesen
debidas a la fluxión del pecho, a las pulmonías o a focos tuberculosos agravados por la
grippe para cuyo tratamiento he echado mano de Ipecacuanha 3ª, Phosphoricum
acidum 1ª, Millefollium 1ª o Aconitum (este último cuando coincidían o iba precedido
de una fiebre intensa); metrorragias, desde el adelanto de la menstruación, hecho
frecuentísimo en las atacadas de grippe hasta las pérdidas de consideración que
obligaban al uso de Hamamelis 1ª, Hydrastis 1ª, Secale cornutum 1ª, Thlapsa bursa
pastoris θ e irrigaciones bien calientes así como inyecciones de suero artificial y suero
gelatinoso y las hematemesis que según la intensidad y modo como se presentaban
cedían al uso de Phosphorus 6ª, Arsenicum 3ª, Ipeca 1ª, Hamamelis 1ª, Millefollium 1ª,
China θ y Mercurius corrosivus 6ª. Con Hamamelis θ ha cedido rápida y
completamente una enterorragia en un viejo afecto de grippe que vi con el Dr. Blanch.
Estas son señores, las localizaciones que he podido apreciar en los cientos de
enfermos de grippe que he asistido desde últimos de Septiembre en que recrudeció la
epidemia reinante, no citando otras, la septicemia, pongo por caso, por haber tenido la
suerte de que no se presentara en ninguno de mis enfermos. Si esto hubiera ocurrido
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
11
habría echado mano de Arsenicum 3ª y Lachesis 6ª, el primero si el enfermo tuviera
pulso pequeño y regular, calor seco o sudor frío, facies hipocrática y evacuaciones
frecuentes y el segundo, muy recomendado por Hughes si tuviera colapso,
especificando su acción el estado lipotímico, los sudores y sobre todo ligera ictericia.
Además no hubiera olvidado a Veratrum viride θ muy recomendado por los
americanos, ni a Belladonna 3ª y las otras solanáceas así como a Opium 3ª y a Crotalus
6ª.
Mucho se ha hablado estos días de sueros y vacunas. No niego su eficacia para el
día de mañana, pero creo que en la actualidad están en estudio y a más como en cuantos
enfermos he tratado me han bastado nuestros sencillos pero potentes medicamentos y en
cambio he observado los resultados negativos que han dado en varios enfermos que he
visto en consulta, no he sentido la tentación de usarlos.
Profilaxis.- Teniendo en cuenta que la grippe es una enfermedad que lo mismo
ataca a los niño que a los adultos, aunque con preferencia a éstos como se ha visto
plenamente en esta epidemia, que no confiere inmunidad, que es imposible fijar las
causas que la favorecen, excepto quizás la temperatura, (Graves lo niega) que se
desconoce casi siempre su origen, esto es, por donde ha comenzado, aunque Teinier
sostiene que procede de Rusia donde es pandémica todo el año, tomando la forma
epidémica en primavera y otoño, y que se propaga y extiende sin orden ni concierto
cayendo esta plaga sobre una ciudad atacando la mitad, los dos tercios o las tres cuartas
partes de sus habitantes asolándola durante unos meses para desaparecer después sin
dirección determinada, se comprende que hasta hoy no se haya hallado medio alguno
para evitarla. Y por ello todos los clínicos aconsejan sólo el llevar la vida más higiénica
posible, evitando indigestiones y sobre todo enfriamientos, y el hacer frecuentes lavados
de boca y nariz.
Lo que debe prohibirse y combatir es el uso de quininas, yodos, bebidas
alcohólicas y purgantes, de que tanto abuso se han hecho en esta epidemia, siendo una
de las causas de los estragos que ha causado.
Nosotros, los homeópatas, debemos fijarnos en los síntomas dominantes de la
epidemia, para escoger el medicamento que puede servirnos como profiláctico y así
vemos que en la del año 1889 a 90 se preconizó el uso de Rhus tox., y en ésta el de
Bryonia alba y Eupatorium.
Al recomendar su uso a nuestros clientes nos cabe cuando menos seguridad de
que no han de producirles trastorno alguno, y que siempre y en todos los casos si no
logran evitar la invasión de la grippe pueden modificar en mucho su marcha e
intensidad.
En cuanto a sueros y vacunas sólo diré que hasta la fecha no ha sido posible
estudiar, de una manera terminante, el veneno del bacilo productor como tampoco se ha
hecho nada definitivo en este sentido respecto a suero preventivo y curativo de esta
enfermedad, cosa en extremo difícil de conseguir teniendo en cuenta las condiciones del
germen que se considera causante de la grippe.
Dietética.- En general sujeto a los enfermos a una dieta hídrica durante dos o tres
días, esto es, mientras dura la fiebre alta, después les administro caldo vegetal y leche
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
12
aguada aumentando poco a poco la intensidad de la alimentación a medida que la
temperatura desciende y lo indica el estado del pulso.
En los casos de localización gastro-entérica se ha de tener más cuidado con la
alimentación (Caldo vegetal, leche, kefir, yoghourt, etc.), lo mismo durante el periodo
agudo que en la convalescencia (harina, sémolas, tapioca, revalenta arábiga, jugo de
uvas sin fermentar, etc.) y en cambio en la de localización bronco-pulmonar prefiero los
caldos animales, la leche con café y bebidas alcohólicas en pequeña cantidad.
Cuando hay albúmina es de rigor la dieta láctea o el caldo vegetal y las harinas
cocidas en agua con un poco de manteca de vaca.
A todos los enfermos, especialmente en los primeros días, les conviene beber
mucho para aumentar en lo posible la diuresis y la transpiración y para ello les he hecho
administrar a menudo vasos de agua azucarada y también agua albuminosa y agua de
cebada bien calientes.
Al propio tiempo he procurado en mis enfermos tenerlos en una atmósfera que
no baje de 18º, observando al igual que otros compañeros, que el calor por fuera y por
dentro abrevia la enfermedad y evita muchas complicaciones, en especial las del aparato
respiratorio que son quizás las más temibles.
Finalmente en mis enfermos he de hacer constar que he visto muy pocas recaídas
o recidivas, debido a haber sido muy riguroso en la convalecencia y muy remiso en dar
altas, dándoles a entender desde los primeros días que por breve que sea la enfermedad,
la convalecencia será larga y siendo muy parco respecto a la alimentación, trabajo, salir
de casa, etc.
Dispensadme la extensión que he dado a este trabajo pero en estos días donde
tanto se divaga, donde tantos médicos eminentes, hombres cumbre, dicen y escriben
solemnes disparates, donde Academias Reales se reúnen y discuten varias horas para en
resumen aconsejar el uso del suero equino y el que los médicos se pongan careta ¡qué
bien les estaría a algunos de ellos! Convenía el que nosotros, demostráramos ser los más
cuerdos y los que tenemos mayor fe y seguridad en nuestros medicamentos
proclamando muy alta la superioridad del tratamiento homeopático sobre la vieja
farmacopea alopática, que según confesión de un reputado clínico, son sus palabras, “es
una ilusión, desprovista de todo valor, un edificio que se desmorona en sus mismos
cimientos”.
Publicados los dos artículos en REVISTA DE HOMEOPATÍA PRÁCTICA . AÑO V
- Nº 11 -Noviembre1918.
Dirección: Dr. A. Olivé y Dr. A. Vinyals. Imprenta de Huguet Bosch. Barcelona
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EL PASADO CERCANO
Análisis semiológico de la epidemia de gripe aviar y protocolo para su
tratamiento homeopático
Grupo Aurum de Homeopathia Europea: Angulo A, Carreño L, Casaus A, Ciordia M,
Díaz B, Fuentes M, González E, Irigoyen G, Jiménez A, Martín-Ballestero J, Mur N,
Saenz J.
II Congreso Nacional de Homeopatía
Tenerife, 28 Abril a 1 Mayo de 2006
Resumen
A lo largo del siglo XX se han producido tres grandes pandemias gripales del
tipo A. En 1997 se descubrió en Hong Kong el virus aviar subtipo H5N1 letal para 6
personas. A primeros de 2006 en Asia hay registrados 177 casos con 98 fallecimientos,
con sospecha de alguna transmisión entre humanos y amenaza de pandemia.
La clínica que presentan estos enfermos se caracteriza por un cuadro de
evolución rápida, con fiebre alta, neumonía viral con rinorrea, tos, disnea y pleurodinia,
diarreas y vómitos, hemorragias, linfopenia, hepatoesplenitis, encefalitis y
ocasionalmente muerte.
La Homeopatía utiliza un método específico para las epidemias que fue
altamente eficaz en las pandemias gripales del siglo pasado. Hemos recopilado y
repertorizado los síntomas y signos característicos descritos de los pacientes afectados
de gripe H5N1, y ofrecemos la lista de remedios indicados en la epidemia actual con sus
cuadros individualizados que permitirán indicar el medicamento más adecuado a cada
caso, tanto preventiva como curativamente.
Debido a la mutabilidad del virus y su clínica, proponemos un modelo de
recopilación de los nuevos casos clínicos, por medio de una red informática
internacional, para conocer y analizar los síntomas actuales, dando el consejo
terapéutico acerca de los remedios más indicados en cada momento. Consideramos los
factores socioeconómicos del tratamiento homeopático, respecto a su costo, registros
farmacéuticos, producción y distribución, posología y seguridad.
Historia de las pandemias de gripe
A lo largo del siglo XX se han producido tres grandes pandemias gripales, todas
ellas causadas por virus gripales del tipo A:
–H1N1 (1918-19, gripe española). La pandemia de 1918 causó más de 40
millones de muertes en menos de un año y enfermó entre el 25 y el 30% de la
población. Los primeros brotes se detectaron en marzo en Europa y en diferentes
lugares de Estados Unidos (EEUU).
–H2N2 (1957-58, gripe asiática) y
–H3N2 (1968-69, gripe de Hong Kong).
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Historia de la gripe aviar H5N1
1997: Hong-Kong: 18 personas afectadas por el nuevo virus aviar H5N1, y 6 de
ellas fallecieron.
2003: Hong-kong: 2 pacientes afectados y 1 fallecimiento en una misma familia,
por virus aviar subtipo H5N1, en Febrero. Vietnam, Tailandia y Camboya a finales del
año 2003.
2004: Vietnam y Tailandia: Enero a Marzo 35 casos con 24 fallecimientos. De
Agosto a Octubre 9 casos más, 8 mortales.
2005: Vietnam y Camboya: Diciembre a Abril otros 44 casos más con 19
muertes.
2006: Hasta Marzo un total mundial de 177, con 98 fallecidos, en Camboya,
China, Indonesia, Iraq, Tailandia, Turquía y Vietnam.
Imagen: Epidemia en Asia, Octubre 2005, fuente FAO, OIE, WHO.
Planes de respuesta ante una pandemia
Mundial:
OMS, Abril 2005: Responding to the avian influenza pandemic threat;
recommended strategic actions. WHO/CDS/CSR/GIP/2005.8
Europeo:
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Comisión Europea, Marzo 2005: “Planificación Comunitaria de la Preparación y la
Respuesta Frente a Pandemias de Gripe”
Español:
Comité Ejecutivo Nacional de Gripe (CENG): desarrolla y coordina el “Plan de
actuación frente a una posible pandemia de gripe” de la Dirección General de Salud
Pública del Ministerio de Sanidad y Consumo español.
Fase de alerta pandémica WHO
En la actualidad estamos en la fase 3 de la epidemia, de alerta epidémica, al no
haber o estar muy limitada la transmisión entre humanos. En el caso de un incremento
de la transmisión humana (4) hasta una evidencia significativa (5) se podría llegar a un
estado de pandemia al haber una sostenida y eficiente transmisión entre humanos (6).
Virus de la gripe aviar H5N1
El virus de la gripe aviar H5N1 (A/Hong Kong/156/97) se aisló del aspirado
traqueal de un niño de 3 años de edad en Hong Kong con una enfermedad gripal mortal.
–Characterization of an avian influenza A (H5N1) virus isolated from a
child with a fatal respiratory illness. Subbarao K, et al. Science. 1998
Imagen: Dos virus de la gripe aviar A H5N1. Fuente: CDC, Oct 2005, www.jhsph.edu
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Morbilidad
El contagio es por vía inhalatoria, tras un contacto directo con las aves o sus
excretas.
El mecanismo de transmisión es entre aves, mamíferos y humanos.
Es posible que se haya dado una transmisión persona-persona, entre los
miembros de una familia.
Los casos confirmados son en su mayoría niños y adultos jóvenes, siendo la
media de edad de unos 17 años, con un amplio rango de afectación.
El tiempo medio entre la exposición y el comienzo de la enfermedad es de 3 días
(rango de 2 a 4 días).
El tiempo medio entre el inicio de los síntomas y la muerte es de 13 días (rango
de 5 a 31días).
Serológicamente se puede confirmar la presencia del virus por medio de la
reacción en cadena polimerasa-trasncriptasa inversa (RT-PCR) específica para H5 y N1.
Artículos con semiología clínica de gripe aviar en humanos
Para nuestro estudio nos hemos basado fundamentalmente en los datos clínicos
recogidos en los siguientes artículos médicos:
- Tran Tinh Hien, M.D. et al. Avian Influenza A (H5N1) in 10 Patients in
Vietnam. N Engl J Med, Volume 350:1179-1188 March 18, 2004 Number 12
- Anucha Apisarnthanarak, Atypical Avian Influenza (H5N1), Emerging
Infectious
Diseases, www.cdc.gov/eid, Vol. 10, No. 7, July 2004
- The Writing Committee of the World Health Organization (WHO)
Consultation on Human
Influenza A/H5, Avian Influenza A (H5N1) Infection in
Humans, N Engl J Med 2005;353:1374-85.
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- Menno D. de Jong, M.D. et al., Fatal Avian Influenza A (H5N1) in a Child
Presenting with Diarrhea Followed by Coma, N Engl J Med 2005;352:686-91.
Cuadro clínico de la gripe aviar
La clínica se caracteriza por:
–un cuadro de evolución rápida,
–con fiebre alta,
–síntomas respiratorios con neumonía viral con disnea respiratoria,
–hemorragias,
–diarreas y vómitos,
–encefalitis con cefalea llegando al coma y
–muerte en algunos casos.
Los enfermos presentan inicialmente fiebre alta (> 38° C) y enfermedad griposa con
síntomas del tracto respiratorio inferior. Los síntomas del tracto respiratorio superior se
presentan sólo en algunos casos.
Diarrea, vómitos, dolor abdominal, dolor pleurítico, y hemorragia de nariz y encías
al inicio de la enfermedad en algunos pacientes.
La diarrea acuosa sin sangre o cambios inflamatorios parecen ser más comunes que
en la gripe humana común y puede preceder a las manifestaciones respiratorias hasta
una semana.
Dos pacientes presentaron encefalopatía y diarrea sin síntomas respiratorios al
inicio.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
18
Las manifestaciones del tracto respiratorio inferior se desarrollan pronto y están
usualmente presentes en la presentación. La disnea se desarrolla de media 5 días tras el
inicio de la enfermedad.
El distress respiratorio, taquipnea y crepitantes inspiratorios son comunes.
La producción de esputos es variable y a veces sanguinolenta.
Casi todos los pacientes tienen una clínica aparente de neumonía.
Los cambios radiográficos incluyen infiltrados difusos, multifocales o en
parches; infiltrados intersticiales; y consolidación segmental o lobular con
broncogramas aéreos.
Los derrames pleurales son inhabituales.
Los datos microbiológicos indican que el proceso es una neumonía viral
primaria, usualmente sin sobreinfección bacteriana.
La progresión al fallo respiratorio se asocia a infiltrados bilaterales difusos y
manifestaciones del síndrome agudo de distress respiratorio (ARDS).
El tiempo medio desde el inicio hasta ARDS fue de 6 días (rango 4 a 13).
Hay fallo multiorgánico con signos de disfunción renal y a veces compromiso
cardíaco, incluyendo dilatación cardíaca y y taquiarritmias supraventriculares.
Otras complicaciones incluyen neumonía por ventilador, hemorragia pulmonar,
neumotórax, pancitopenia, síndrome de Reye y síndrome séptico sin bacteriemia.
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Hallazgos anatomopatológicos
Lesión pulmonar grave con daño alveolar difuso de tipo gripal viral, con llenado de
espacios alveolares con exudados fibrinosos y hematíes, congestión vascular, e
infiltración linfocitaria en áreas intersticiales (A), proliferación de fibroblastos reactivos
(B) y formación de membranas hialinas (C).
La biopsia antemortem de médula ósea muestra histiocitosis reactiva con
hemofagocitosis, y deplección linfoide y linfocitos atípicosen el bazo (D) y tejidos
linfoides en la autopsia. Hay necrosis centrilobular hepática y necrosis tubular aguda.
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20
A pesar del tratamiento antiviral, corticoideo y con agentes inotrópicos, la mortalidad
asciende al 72 % de un estudio sobre 59 casos.
Enfermedades epidémicas y Homeopatía
Podemos leer a Hahnemann, en el Órganon de la Medicina, párrafos 101 y 102:
… El conocimiento de la imagen completa de enfermedad epidémica, es sólo por
medio de una observación precisa de varios casos, con la totalidad de sus signos y
síntomas. La enfermedad se hace cada vez más completa, más significativa (más
característica) e incluyendo más particularidades de esta enfermedad colectiva.
… Los síntomas generales quedan perfectamente definidos en cuanto a sus
particularidades y los síntomas más notables y especiales se hacen prominentes y
constituyen lo que es característico de la enfermedad.
… La totalidad de los síntomas de la enfermedad epidémica es esencial para
permitirnos elegir el remedio homeopático más conveniente para este conjunto de
síntomas.
Podemos leer más de Hahnemann acerca de las epidemias en Homeopatía en:
- Órganon, párrafo 147,
- Enfermedades crónicas, en Semiología de la psora.
- Escritos menores:
- De algunos tipos de fiebres continuas y remitentes.
- La medicina de la experiencia.
- El observador en medicina.
- Aplicación de la Homeopatía en el tratamiento del cólera espasmódico o
asiático.
- Esculapio en la balanza.
Respecto a otros autores tenemos a:
- Kent, JT
-Filosofía homeopática, lección XXIX: Idiosincrasias: El tratamiento
homeopático como preventivo de la enfermedad.
- Filosofía Homeopática, Lección III: Percepción de lo que hay que curar
en las enfermedades, de lo que hay de curativo en las medicinas y
aplicación de éstas a aquellas.
- Escritos Menores, Aforismos y Preceptos.
- Bhatia V R, Influenza and its Homoeopathic Treatment.
- Dr. Martha Boger-Shattuck's, Grouping of influenza cases and remedies
suggested in 1932 and published in the Homoeopathic Recorder, May 1932.
- Boericke, W and OE, Boericke's Pocket Manual Homoeopathic Materia
Medica, remedies under 'Influenza' in the "Therapeutic Index'
- Boenninghausen's Characteristics and Repertory, "Sensations and Complaints
inGeneral".
- Boger, Synoptic Key of the Materia Medica, "generalities“ and "Supplemental
Reference Table“.
- Clarke JH,
- Dictionary of Practical Materia Medica.
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21
- The Prescriber, Influenza (epidemic, russian or siberian influenza).
- Grimmer AH, The Collected Work.
- Jahr GHG, Forty Years Practice.
- Olivé A, Epidemia gripal, en la Revista de Homeopatía Práctica, año V,
número 11, Noviembre 1918.
- Giró Savall J, La epidemia reinante, la superioridad del tratamiento
homeopático. Revista de Homeopatía Práctica, año V, número 11, Noviembre
1918.
Antecedentes históricos del abordaje y tratamiento homeopático en pandemias de
gripe.
Grimmer AH, en The Collected Work escribe que Ant-t., Ars., Bry., Carb-v.,
Caust., Gels., Ferr-p., Kali-c., Phos., Puls., Sang., Seneg., y Sep. formaron un fiable
grupo de remedios indicados durante varios meses en la terrible epidemia de la guerra
de 1917-1918.
En algunas localidades tuvieron hasta un 40% de bajas. La Homeopatía
consiguió un gran éxito con una reducción de la tasa de mortalidad de sus casos
tratados; Menos del 5% de los casos tratados murieron.
Roberts HA explica que “Si pudiéramos enseñar y difundir los hechos que en la
epidemia de 1918 los médicos homeópatas registraron por encima de 16.000 casos
tratados por homeópatas Hahnemannianos con una mortalidad de sólo un cuarto del uno
por ciento, el miedo a las epidemias podría ser eliminado".
Gripe aviar veterinaria
De los 34.640 pollos afectados con H5N1, en 1979 en una granja avícola del Japón,
murieron el 43’3% antes de sacrificarlos.
Clínicamente, morían sin síntomas clínicos aparentes.
Histológicamente, necrosis hepatocítica; necrosis de elipsoides y folículos con
fibrina en el bazo; necrosis con células gliales en cerebro; necrosis de células acinares
del páncreas; y necrosis de los tejidos linfoides de la lámina intestinal.
Ocasionalmente, bronquiolitis, degeneración de fibras musculares del ciego, y
tubulonefrosis.
Inmunohistoquímicamente, los antígenos virales se detectan en hígado y bazo,
corazón, intestino, proventrículo, y oviducto. También en cerebro, riñón, páncreas y
ovario, pero menos frecuentemente que en pulmones y tráquea.
Recopilación de síntomas clínicos humanos en las revistas científicas
Además de los síntomas clínicos disponemos de su casuística en tantos por ciento:
Fiebre 99%
Cefalea 44%
Mialgia 21%
Diarrea 45%
Abdominalgia 30%
Vómito 17%
Tos 92%
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22
Expectoración 52%
Dolor garganta 26%
Rinorrea 28%
Taquipnea 70%,
Neumonía viral 92%
Leucopenia 62%
Plaquetopenia 54%
Hepatitis 70%
Coma 1 %
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Síndrome mínimo de valor máximo
Considerando los resultados obtenidos de las revistas médicas, llegamos al
siguiente
conjunto de síntomas característicos de la enfermedad, o síndrome mínimo de valor
máximo:
MENTE – COMA
CABEZA – INFLAMACION – Cerebro
CABEZA – DOLOR – gripe - durante
NARIZ – EPISTAXIS – fiebre - durante
BOCA – HEMORRAGIA – Encías
ESTOMAGO – VOMITO – diarrea - durante
ESTOMAGO – VOMITO – gripe - durante
ABDOMEN - INFLAMACION - Hígado
ABDOMEN - INFLAMACION - Bazo
ABDOMEN - DOLOR - fiebre - durante
RECTO - DIARREA - neumonía, en
HECES - ACUOSA
RESPIRACION - ACELERADA
EXPECTORACION - SANGUINOLENTA
PECHO - DILATACION del corazón
PECHO - HEPATIZACION de pulmones
PECHO - INFLAMACION - Pulmones
PECHO - INFLAMACION - Pulmones – acompañado por - vómitos
PECHO - INFLAMACION - Pulmones - pleuroneumonía
PECHO - MURMULLOS
EXTREMIDADES - DOLOR – fiebre - durante
EXTREMIDADES - DOLOR - gripe - durante
FIEBRE - INFLAMATORIA
FIEBRE - INTENSA
GENERALES - GRIPE
GENERALES - PULSO - frecuente
GENERALES - PULSO - irregular
GENERALES - SUBITA manifestación
La repertorización de estos síntomas queda como sigue:
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
24
Los remedios obtenidos, por su orden de aparición son: Phos, Lach, Nux-v, Rhus-t,
Bell, Ars, Bry, Sulph, Puls, Acon, Lyc, Stram, Arn, Merc, Ant-t, Camph, Chel, Cupr,
Nat-m, Gels.
Materia médica de la muestra de remedios obtenida
Hemos extraído la totalidad de los síntomas de los 23 remedios primeros de la
repertorización de las siguientes materias médicas, de todos los aparatos y sistemas
afectados:
Hahnemann S, Materia medica pura y Enfermedades crónicas, 1835
Primera experimentación
Allen TF, Enciclopedia de materia medica
Recopilación de provings, síntomas
clínicamente verificados hasta 1874
toxicológicos
y
síntomas
Hering C, Síntomas guía, 1879
Confirmaciones clínicas de la materia médica
Kent JT, Materia médica homeopática, 1904
Comentarios clínicos a la materia médica
Seguidamente, hemos sacado de estas materias médicas cada uno de los síntomas
característicos de cada remedio con semejanza a cada uno de los de la gripe aviar, es
decir aquellos del síndrome mínimo de valor máximo.
De estas extracciones de la materia médica hemos obtenido un resumen con los
síntomas más característicos de cada uno de los remedios respecto a los síntomas de la
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
25
gripe aviar, que pueden permitir un rápido diagnóstico diferencial entre ellos a la hora
de la prescripción:
Phosphorus
• Delirio súbito, seguido por coma, convulsiones y muerte.
• Hemorragias.
• Vómito en cuanto el agua se calienta en el estómago. Diarrea acuosa a presión,
debilitante, indolora, involuntaria, mucosa y sanguinolenta; comienza cuando el
vómito ha cesado.
• Inflamación hepática y agrandamiento esplénico.
• Neumonía febril con cara roja ardiente y sed; tos violenta al inspirar que
sacude, con dolor esternal, y constricción torácica; hepatización inferior derecha
con palidez facial y sudores fríos.
• Latidos cardíacos intensos, pulso rápido, dilatación y debilidad cardiaca.
Lachesis mutus
• Cara inflamada, boca llena de saliva y sangre. Profusión de la lengua. Lengua
roja,
agrietada, negra y sangrante. Labios manchados y secos.
• Bronquitis capilar, tos y fiebre alta, expectoración purulenta de color crema,
sanguinolenta.
• Queda exhausto después de cada golpe de tos.
• Fiebre intermitente que vuelve súbitamente.
• Pulso rápido, lleno y duro.
• Hepatopatía con ictericia.
• Diarrea color chocolate y olor cadavérico; quemazón anal. Calambres en
abdomen, que está muy caliente.
• Gran emaciación, apariencia cadavérica.
Nux vomica
• Prolongada epistaxis
• Aguda congestión hepática y hepatomegalia
• Importante sensibilidad abdominal con diarrea acuosa y tenesmo
• Violenta tos por la mañana con expectoración de sangre coagulada y dolor en
el pecho
• Dilatación cardiaca con nerviosa palpitación
• Durante el espasmo pulso rápido e irregular
Rhus toxicodendron
• Respiración muy dificultosa, apresurada y dura, especialmente en la neumonía
y bronquitis.
• Tos severa con expectoración de moco y sangre marronacea, con crepitantes y
rales bronquiales.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
26
• Fiebre alta con lasitud, sed y somnolencia con confusión y calor en la cabeza y
dolor presivo en la frente.
• Responde muy lentamente pero de forma correcta.
• Inquietud general que mejora por el movimiento y sueño ansioso con delirio
fugaz.
Belladonna
• Meningitis y encefalitis en su primer estadio con latidos en carótidas, calor en
la cabeza, cara roja, ojos brillantes y nausea.
• Coma con pulso pequeño, débil e irregular.
• Epistaxis de sangre rojo brillante, especialmente por la noche en la cama y por
la mañana al despertar.
• Dolores en la región hepática, al respirar, que empeoran rápidamente y que se
extienden hacia la espalda y riñones, con nauseas y vómitos de bilis.
• Defecación acuosa inmediatamente después de sudar, con presión en el
estómago y tendencia a vomitar.
• Neumonía en una primera fase y que ha tenido un comienzo agudo, con tos
seca, aliento caliente y respiración acelerada. Pleuresía del lado derecho con
gran dolor que empeora al acostarse sobre ese lado.
• Fiebre alta, seca, con pulso lleno y frecuente, cara roja, ojos congestionados,
midriasis, nerviosismo, delirio violento y puede alternar con escalofríos.
Arsenicum album
• Coma antes de la muerte; agotamiento; parálisis, convulsiones; parece muerto
excepto porque respira.
• Epistaxis tras vomitar. Estupor tras vómito o diarrea.
• Diarrea gripal; prostrante; amarilla, acuosa y ofensiva; involuntaria, profusa,
ardiente, corroyente; niños delgados.
• Hígado y bazo agrandados y dolorosos. Dolor abdominal mejorado por
aplicaciones calientes.
• Catarro sofocativo súbito por la noche; intensa frialdad que no lo deja
sostenerse; pesadez de cabeza; lo saca de la cama con miedo a morir; siente
como brasas encendidas en sus pulmones; pulmonía gangrenosa; hemoptisis.
• Fiebre; ardor intolerable; sed de bebidas calientes.
• Pulso pequeño, desigual, irregular y rápido; ausencia de pulso con violentas
palpitaciones cardíacas.
Bryonia alba
• Gran irritabilidad
• Agravación con el movimiento.
• Piensa que se haya lejos de casa y desea volver a ella.
• Desea cosas que no puede tener y las rechaza cuando se las ofrecen.
• Agravación a las 9 de la noche.
• Deseo de aire libre; agrava en habitación caliente.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
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• Pleuroneumonía sobre todo en el lado derecho; con fiebre alta; respiración
frecuente, con dolores en puñalada y cefalea estallante.
Sulphur
• La indicación de Sulphur en procesos agudos se limita a casos con una estricta
nitidez sintomática.
• Sulphur no consta en la Materia Médica en procesos con fiebres intensas.
Sus estados febriles se caracterizan por sensaciones subjetivas de frío,
escalofrios, rigores, frialdad de manos, con calor interno, y sofocaciones
periódicas en la cabeza y el tórax, con febrículas o fiebre moderada, seguidos de
sudores y agotamiento.
• Neumonías en periodo de hepatización.
• Convalecencias tras procesos agudos con persistencia de síntomas y gran
afectación general, debilidad y postración; con inflamación persistente de hígado
y bazo.
Apis mellifica
• Estupor o coma. El paciente grita durante el sueño.
• Insensibilidad con vómitos, desea quedarse dormido.
• Náusea y vómitos por la noche, con defecación urgente por la mañana.
• Gran tensión e inflamación en abdomen.
• Tos imposible por miedo a que algo pueda estallar.
• Heces color naranja.
• Respiración rápida con fiebre y cefalea.
• Pulso irregular, intermitente, cesa cada tres o cuatro pulsaciones.
China officinalis
• Sangrado fácil por cualquier orificio del cuerpo.
• Individuo febril, débil y anémico.
• Presión en el pecho como por un violento aflujo de sangre, palpitaciones
violentas, esputos sanguinolentos y postración súbita.
• Hepato-esplenomegalia (hígado indurado e inflamado). Especial afinidad por
hígado y bazo, produciendo hiperemia y congestión.
• Considerable debilidad muscular, friolento e irritable.
• La fiebre se acompaña de palpitaciones, gran ansiedad, náuseas, hambre,
mucha sed y dolor presivo en el abdomen y la cabeza.
• Respiración difícil, trabajosa, pesada, con estertores, jadeante, da resoplidos en
cada inspiración.
Pulsatilla pratensis
• En el delirio, por la noche, ve fantasmas y durante el día tiene somnolencia y
ojos girados hacia arriba.
• Cara abotagada pálida, un lado y rojo el otro. Boca seca sin sed.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
28
• Tos con expectoración de sangre coagulada.
• El proceso agudo aparece con escalofríos, al mediodía; dolor de cabeza,
espalda y
extremidades y la fiebre se establece a medianoche sin sed.
• Pulso acelerado, pequeño, débil y frecuente por la noche; lento y escasamente
perceptible por la mañana.
• Los dolores aparecen súbitamente y cesan gradualmente. Cambian de un sitio a
otro del cuerpo con escalofríos.
Tuberculinum bovinum de Kent
• Deseo y mejoría por viajar y cambiar.
• Síntomas erráticos y cambiantes.
• Ansiedad locuaz en la fiebre; dolores magullantes, vómitos; sed de mucha agua
fría; desea cubrirse; lengua como una fresa.
• Inconsciencia súbita por cefalea como banda de hierro.
•Ganglios linfáticos endurecidos y palpables.
• Vientre como un tambor. Bazo e hígado protuberantes.
• Náusea antes del desayuno, con diarrea súbita. Aversión a la carne. Desea
leche fría.
• Neumonía durante la gripe. Hepatización caseosa. Tos dura, seca, a sacudidas.
•Tórax aplanado. Matidez apical derecha. Sofocación, quiere ventanas abiertas.
Tuberculinum aviare
•Broncopulmonías apicales infantiles.
Aconitum napellus
• Inflamaciones con gran palpitación de la circulación y corazón, afección
cerebral y shock violento con intenso miedo.
• Inflamación cerebral, delirio, gritos, mirada fija, vomitando si levanta la
cabeza.
• Comatoso, ojos medio cerrados, inexpresivos, pupilas insensibles a la luz.
• Hepatitis y esplenitis súbita con fiebre alta violenta.
• Neumonías de inicio muy súbito, por exposición al frío; primer estado antes de
la
hepatización; venas distendidas de la garganta, tiritonas frecuentes, fiebre muy
alta.
• Pulso lleno y amplio, cara muy roja y caliente, piel seca, sed intensa de agua
fría.
• Aurícula derecha en estado convulsivo, rápido, irregular e independiente de los
latidos ventriculares.
Lycopodium clavatum
• Comatoso, somnoliento, grita dormido, ojos medio abiertos, mueve la cabeza
con gemidos, mal humor.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
29
• Hemorragia profusa de encías al tocarlas o cepillarse.
• Flatulencia, después de comer, con diarrea y vómito.
• Inflamación hepática con agrandamiento de bazo.
• Influenza con taponamiento nasal, a veces excoriante.
• Neumonía, hepatización (Phos, Sulph); se acuesta sobre el lado izquierdo; cara
arrugada, aleteo nasal; dolor costal izquierdo; expectoración escasa, estrías de
sangre, herrumbrosa; crepitación infraclavicular, broncofonía, ausencia de
murmullo vesicular.
• Agravación de 4 a 8 p.m.
• Fiebre intensa; inquietud, somnolencia; cansancio y dolor de extremidades; sed
intolerable.
Stramonium
• Ausencia de dolores. Excitación funcional más que inflamación.
• Delirio violento, somnolencia y coma.
• Fiebre alta; ansioso; locuaz, salvaje, salta de la cama; quiere la luz encendida,
ve ratas en la habitación; imagina que va a morir; de 4 pm a 5 am.; piel ardiente
con erupción pruriginosa, piernas pálidas y frías.
• Dolor cólico, vómito acuoso y diarrea.
•Neumonía; con estertores torácicos mejorado por expectoración acuosa,
sanguinopurulenta; mate percusión torácica; anuria; tos empeorada por bebidas
frías; sofocación tras toser con deseo de abrir ventanas; deseo de cerveza.
• Pulso irregular; apresurado y fibrilante unas veces, otras tenso y fuerte.
Arnica montana
• Coma, insensibilidad; se puede despertar contestando correctamente las
preguntas, pero vuelve a caer en el estupor.
•Inflamación cerebral, con exudación; el niño no soporta mover la cabeza por el
dolor cerebral.
• Sensación de magulladura; en la parte afectada y en todo el cuerpo.
• Tan magullado que no tolera ser tocado. La cama se siente dura y dolorosa.
• Neumonía con dolores pleurales y expectoración ofensiva, verde, purulenta y
sanguinolenta.
• Corazón cansado y dilatado por ejercicio.
• Acción súbita.
Mercurius solubilis
• Inflamación cerebral con ardor y pulsación en la frente; peor por la noche.
• Gusto amargo, aliento fétido, lengua blanca y encías blanquecinas e
inflamadas, que sangran cuando se tocan.
• Dolor presivo o pinchazos en hígado, no puede tumbarse sobre el lado derecho.
• Neumonía debilitante con tos corta, pinchazos en tórax, respiración acelerada y
expectoración de sangre. Inflamación de la cavidad pleural que se llena de pus.
• Fiebre tras la medianoche con pulso lleno y acelerado.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
30
• Sudores profusos, copiosos, acompañando a sus síntomas, especialmente de
noche, que no lo mejoran.
Antimonium tartaricum
• Asfixia: mecánica, como muerte aparente por ahogamiento; por mucosidades
existentes en los bronquios.
• Expectoración difícil, espumosa, mezclada con sangre.
• Respiración bronquial fuerte; crepitación en el pulmón; murmullo espiratorio.
• Pulmonía.
• Pulso frecuente y lleno, con respiración acelerada.
Camphora
• Encefalitis.
• Diarrea como de agua de arroz con gran inquietud.
• Respiración agitada.
• Hepatización del pulmón izquierdo con leve exudación pleurítica.
• Pulso débil, irregular y algo elevado en su frecuencia.
Chelidonium majus
• Cuadro de ansiedad y miedo durante la gripe, y miedo de coger una neumonía.
• Catarro gástrico o intestinal que precede a la neumonía.
• Ataque agudo febril por neumonía con pulso acelerado e irregular y violenta
disnea.
• Neumonía con inflamación hepática. Con hemoptisis. Dolor fijo bajo el ángulo
interno de la escápula derecha. Lateralidad de derecha a izquierda.
• Diarrea acuosa amarillo brillante durante la neumonía.
• Un oído frío y otro caliente, pie derecho frío e izquierdo caliente, en neumonía.
• Violenta cefalea frontal sobre los ojo durante la influenza.
Cuprum metallicum
• Sopor comatoso, tras el vómito, con sacudidas de miembros, frialdad de manos
y dedos azulados.
•Vómitos súbitos de sangre, convulsivos con contracciones y dolores violentos
abdominales, evolucionando hacia parálisis. Hemorragia intestinal.
• Línea púrpura en el borde de las encías. Epistaxis derecha.
• Neumonía epidémica tras unos días de tos o diarrea; pinchazos de costado
izquierdo, cefalea, fiebre y gran prostración; disnea sofocativa por parálisis
pulmonar que mejora sentado, con cara pálida, fría y colapso.
• Palpitaciones y espasmos cardíacos, con cara azulada, disnea y muerte
inminente.
• Contracciones espasmódicas de extremidades hasta su total agotamiento.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
31
Natrum muriaticum
• Depresión melancólica y tristeza que agrava con el consuelo; deseo de estar
solo.
• Agravación a las 10 de la mañana.
• Neumonía con muchos roncus, flema clara, serosa, espumosa y tos con
dificultad.
• Grandes escalofríos con sed de grandes cantidades y a menudo.
• Fiebre con gran debilidad, cefaleas estallantes; náuseas y vómitos; uñas azules.
• Disnea, estupefacción o inconsciencia; herpes alrededor de la boca; manos y
pies helados.
• Pulso irregular y a menudo intermitente.
• Influenza con moco acuoso y gran somnolencia.
Gelsemium sempervirens
• Sueño o coma profundo durante las fiebres intensas.
• Síntomas hepáticos con vértigo y visión borrosa.
• Alarmante disnea con angustiante sensación de plenitud y opresión del pecho
con gran frialdad.
• Fiebre intensa con eretismo nervioso al inicio, seguido de una profunda
postración
muscular con intoxicación cerebral y pulso débil, blando y rápido.
Posología
Como orientación terapéutica, aconsejamos la pauta posológica siguiente:
-Método plus:
· Escala cincuentamilesimal Q (LM): 1 ó 2 gotas (niños ó adultos) cada
1h a 24h (según agudeza), de un glóbulo disuelto en 15-30 cc de solución
hidroalcohólica, empezando por las potencias más bajas (1Q, 3Q,…) y
subiendo de nivel dinámico según la evolución.
· Escala centesimal CH: Una cucharada de un gránulo disuelto en un vaso
con 10- 15 cucharadas de solución hidroalcohólica.
- Método en seco
· Escala centesimal CH: 1 ó 2 gránulos, con la frecuencia de repetición
según la agudeza de los síntomas, empezando por potencias más bajas (9 CH, 15
CH, 30 CH) disueltos en la lengua.
Factores socioeconómicos del tratamiento homeopático
El precio del medicamento homeopático es de bajo costo en materiales y
producción.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
32
Los remedios homeopáticos a utilizar en una epidemia ya están ensayados,
registrados y con permisos de uso.
La preparación farmacéutica de un medicamento homeopático es rápida.
Se puede distribuir con facilidad por los cauces farmacéuticos establecidos.
Su administración no requiere de asistentes sanitarios.
Es seguro respecto a efectos secundarios, no tiene contraindicación con otros
tratamientos médicos, y no conlleva riesgos medio-ambientales.
Modalidades sintomáticas y mutación viral
El tratamiento preventivo o curativo de una epidemia por medio de la ley de la
similitud se basa en los síntomas característicos del conjunto de pacientes afectados.
Las publicaciones científicas recogen los síntomas de la epidemia de gripe aviar
sin aportar sus modalidades, por lo que es necesaria una red de trabajo donde los
homeópatas recopilen sus historias clínicas y los síntomas modalizados.
Una red internacional permitiría obtener un suficiente número de casos a
analizar para conocer los remedios pandémicos antes de su propagación desde otros
países.
Permitiría conocer los remedios indicados en caso de mutación o combinación
con el virus de la gripe común.
Obtendría un consejo terapéutico actualizado y una casuística clínica para los
diferentes remedios, escalas, potencias, posologías y estrategias homeopáticas.
* * *
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
33
LA GRIPE ACTUAL
LA MEDICINA HOMEOPÁTICA ANTE LA EPIDEMIA DE INFLUENZA
TIPO A (H1N1) EN MÉXICO
Consejo Consultivo Nacional Médico Homeopático, A.C.
Introducción
La epidemia de influenza aparecida en el mes de abril, documentada ya como
una epidemia diferente a la de tipo estacional, se ha manifestado con una especial
virulencia, obligando a las autoridades de la Secretaría de Salud a adoptar medidas
inusuales en nuestro país. Consideramos que las medidas establecidas son necesarias
para limitar la propagación de la enfermedad1.
La homeopatía ha participado en experiencias semejantes con resultados
satisfactorios2 en el tratamiento de la enfermedad en sus diferentes estadios y en la
prevención de la misma, planteando estrategias terapéuticas que han sido probadas
eficazmente en la historia antigua y reciente.
El presente documento, es de orden general y tiene como propósito difundir la
información actualizada al gremio homeopático, para establecer líneas básicas de
abordaje en los casos de enfermedad y el plan preventivo que puede adoptarse ante la
epidemia.
La influenza porcina, como fue llamada inicialmente esta enfermedad, está
producida por el nuevo virus de influenza tipo A H1N1 de origen porcino, con
capacidad de infectar humanos. Se ha reconocido que la enfermedad tiene capacidad
para desarrollarse como pandemia, y ya se registran casos en diferentes partes del
mundo, teniéndose como probable foco inicial a México o Estados Unidos, sin
embargo, es en nuestro país donde se ha presentado la tasa de mayor morbi-mortalidad.
Cabe señalar que hay reportes de casos de influenza estacional tardía hasta los
meses de marzo y abril, que deben ser diferenciados de la epidemia de influenza
porcina, ya que presentan comportamientos diferentes, mientras la porcina es de
aparición súbita y evoluciona con mayor rapidez hacia le neumonía, con ataque severo
al estado general del paciente, la estacional por el contrario, avanza con menor rapidez,
y menor agresividad al estado general del paciente. Como evento paralelo, se observan
muchos casos que no corresponden ni a la influenza porcina, ni a la estacional, y se trata
más bien de resfriados comunes que no tienen relación con los anteriores. Otro evento
adicional es el gran número de casos psicosomáticos que han aparecido a partir de las
noticias alarmantes, casos que se configuran por el temor que genera la epidemia, pero
sin corresponder a ella.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
34
Conocimiento de la epidemia
El primer paso para enfrentar la epidemia implica conocer los síntomas que se
producen en los enfermos de manera constante, entre más casos se identifiquen más
precisión se tiene de los mismos y la magnitud de la enfermedad. Conocer la
enfermedad epidémica significa identificar todos los síntomas que se producen en el
mayor número de enfermos, no todos los síntomas de ella se producen en cada enfermo,
por lo tanto, entre más enfermos se reconocen mayor posibilidad de conocer los
síntomas propios de la enfermedad, lo que viene a caracterizar el padecimiento3
Al conocer el cuadro clínico con amplitud se puede identificar el medicamento o
los medicamentos del "genus epidemicus", que permite establecer un criterio preventivo
y abordar la epidemia con una alta certeza en las prescripciones, permitiendo elegir el
medicamento que mejor se adapta a la individualidad del caso. De esta forma, el
medicamento más recurrente opera como el medicamento para la prevención de la
enfermedad.
La epidemia que estamos viviendo presenta como limitante para los médicos
homeópatas la dificultad de establecer el cuadro completo de la enfermedad por tener
poco accceso a los casos clínicos, ya que están siendo atendidos directamente por las
instituciones de salud, por lo que no conocemos de manera directa la sintomatología de
todas las características y modalidades que nos permitan conformar la imagen de la
enfermedad y así identificar los medicamentos para tratarla de manera segura.
En el momento actual hemos podido identificar de manera indirecta, por el
reporte textual de médicos a nivel hospitalario, los siguientes síntomas:
Fiebre:
•Antecedida en el 40% de escalofrío magno.
•Fiebre persistente entre 38,5 y 39,4º C acompañada de diaforesis fresca en
espalda, frente y nuca.
•Debilidad generalizada, adinamia sin postración extrema.
Transpiración profusa durante la fiebre.
Dolor de garganta:
•Ardoroso
•Dolor por ingesta de sólidos hasta llegar a líquidos.
Tos escasa:
•No dolorosa
•Seca
•En accesos
Artralgias constantes en manos, codos y hombros en el pico febril:
•Mejoran por aplicaciones frías
Cefalea retrocoular o de globos oculares ("me duelen los ojos")
•Mejora con el reposo.
Cefalea occipital y nuca, agravado al paoyarla sobre la almohada.
Algunos pacientes con dolor occipital de tipo pulsátil.
Complicaciones:
Neumonías con infiltrado intersticial o de focos múltiples y tos productiva con
expectoración amarillenta.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
35
Entre las 48 y 72 horas el cuadro está desarrollado o complicado
Como se puede observar, los síntomas son vagos y de limitada aplicación para
fines de la clínica homeopática, pero como fueron obtenidos directamente de un número
significativamente grande de enfermos confirmados de virus A (H1N1), podemos
utilizarlos adecuándolos al lenguaje repertorial de la homeopatía, quedando de la forma
siguiente:
Análisis repertorial:
Suma de síntomas (clas/grados) GRIPE A
1 GENERALES - INFLUENZA
2 GENERALES - SUBITA; manifestación
3 FIEBRE - INTENSO; calor febril
4 FIEBRE - PAROXISMOS aumentan en gravedad
5 FIEBRE - TRANSPIRACIÓN - calor; con
6 TRANSPIRACIÓN - PROFUSA
7 GENERALES - DEBILIDAD - fiebre - durante la - agr.
8 CABEZA - DOLOR - Frente - Ojos - Detrás de los
9 CABEZA - DOLOR - acompañado de - Cuello - dolor en el - Nuca
10 GARGANTA - DOLOR - tragar - vacío; en - agr.
11 GARGANTA - DOLOR - ardiente
12 TOS - SECA - fiebre - durante la - agr.
13 PECHO - INFLAMACIÓN - Pulmones - acompañada de - gripe
14 EXTREMIDADES - DOLOR - gripe - durante la
15 EXTREMIDADES - DOLOR - fiebre - durante la - agr.
16 EXTREMIDADES - DOLOR - Articulaciones - frío - aplicaciones frías mej.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
bell. puls.
13/25 13/23
2
1
3
3
3
3
2
3
3
2
1
2
2
1
2
2
2
2
2
1
1
1
1
1
1
1
bry. sulph. acon.
12/23 12/18 11/23
1
2
2
3
2
1
3
2
1
3
1
3
2
2
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
3
3
3
1
3
3
2
3
1
2
1
-
131
66
94
7
106
261
92
92
71
74
282
50
5
10
59
9
ars. rhus-t. lyc.
gels. nux-v.
11/21 11/20 11/17 10/20 10/20
1
2
1
2
2
1
1
3
3
2
3
2
1
1
1
2
1
2
3
2
3
2
2
3
2
1
2
3
1
1
1
1
3
2
2
1
1
3
2
3
2
1
2
1
1
3
1
2
1
2
2
2
3
-
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
36
En este cuadro puede observarse que el medicamento que cubre de manera más
amplia este síndrome es: Belladona atropa, seguido de Pulsatilla nigricans, Bryonia
alba, Rhus toxicodendron, Sulphur, Aconitum napellus, Arsenicum album, Lycopodium
clavatum, Gelsemium sempervirens, Nux vomica, Phosphorus, etc. Los medicamentos
mencionados suelen estar en los cuadros típicos de influenza, que podemos diferenciar
de acuerdo a la etapa de la enfermedad. A continuación describiremos brevemente cada
uno de ellos.
MEDICAMENTOS DE LA EPIDEMIA
Belladona atropa
El medicamento está indicado en caso de que el paciente presente los siguientes
síntomas característicos:
Proceso de invasión febril de inicio brusco, congestión localizada (generalmente
al nivel de la garganta), cara roja con ojos vidriosos, enrojecimiento y calor de la piel,
transpiración fácil y fiebre elevada mayor de 39º C que provocan que el paciente esté
postrado o delirante, y que se agrave en lugares cerrados.
El enfermo tiene como signos objetivos: midriasis, sequedad intensa de las
mucosas, espasmos localizados, hiperestesia sensorial y una inflamación congestiva
aguda localizada o generalizada. Congestión cefálica intensa con dolor punzante
sincrónico con los latidos cardíacos.
Cuando los procesos se localizan aparecen los síntomas característicos de
Belladona: rubor, tumor, dolor pulsátil, calor intenso en las zonas afectadas y
disminución o pérdida de su función. Las zonas están hiperestésicas. La fiebre se
caracteriza por presentar curvas o picos térmicos elevados.
El principio es brusco, dolor de cabeza intensísimo, cefalea congestiva con
pulsaciones violentas. La cara está roja, los ojos brillantes e inyectados. El enfermo no
puede soportar la menor luz, el menor ruido, ni la más pequeña sacudida. Está muy
abatido, somnoliento.
Transpira en las zonas cubiertas, está muy excitado, delira, se pone furioso,
quiere escapar de su cama y golpea a las personas que le rodean y a las que no reconoce.
Belladona muestra más congestión que Aconitum y actúa más violentamente
sobre los centros cerebrales. El enfermo de Belladona tiene delirio, como Aconitum,
con temor y agitación ansiosa. Generalmente el remedio más indicado al principio de
una gripe es Belladona. Se encontrará más fácilmente la indicación de Aconitum en los
niños.
Pulsatilla nigricans
La fiebre se manifiesta al principio por un escalofrío, después por calor y al fin
por los sudores. El escalofrío aparece sin sed. El calor, igualmente. La "ausencia total de
sed" en las reacciones febriles, así como las manifestaciones funcionales o lesionales es
una gran característica de Pulsatilla. El escalofrío aparece unilateral algunas veces. El
calor, por el contrario, se extiende a todo el cuerpo. El enfermo experimenta un calor
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
37
intolerable, aún de noche, y, enseguida, sufre de las venas. Si tenía ya varices y
varicosidades, éstas se hacen mucho más acentuadas. A su nivel el enfermo experimenta
una sensación de inflamación, de calor, de plenitud y pesadez.
El enfermo presenta sudores, cuya característica es de ser generalmente
"unilaterales". Son más aparentes del lado lesional. Notar también que Pulsatilla
presenta sudores de la cabeza que se agravan por la mañana y cesan tan pronto como el
enfermo se despierta.
Bryonia alba
El enfermo está fatigado y sobre todo descansa tranquilo. Desde que él se
acuesta en su cama tiene "vértigos".
Sufre de "dolores agudos" que se producen y agravan "al menor movimiento" y
siempre son mejorados "por el reposo" y la "presión fuerte".
La boca está "seca", los labios también, así como la lengua, que se encuentra
cubierta de una capa "blanquizca". La sed es intensa, y el enfermo desea "grandes
cantidades de agua fría". Quiere descansar inmóvil, perfectamente tranquilo.
El menor movimiento provoca "náuseas". El estómago está doloroso, pesado,
como si contuviera una piedra. El abdomen está distendido, doloroso al menor
movimiento, aún el de la respiración. A menudo se observa diarrea por la mañana al
moverse el enfermo; las evacuaciones son oscuras, algunas veces sanguinolentas,
irritantes y ardorosas, con olor a queso viejo. Algunas veces, al contrario, hay
constipación con heces "muy duras", "secas", "negras", como quemadas.
El enfermo siempre padece de la cabeza, cefalea congestiva como si el cerebro
fuera a estallar, exasperado por el menor movimiento.
El enfermo también presenta signos respiratorios: tos seca, quintosa, agravación
al menor movimiento, provocando "dolores a distancia", en la cabeza, el pecho y el
vientre. Frecuentemente se presentan signos de inflamación pleural o pulmonar con
dolores de costado agravados al menor movimiento, mejorados por el reposo y la
presión. El pulso es lleno, rápido y duro.
La indicación de Bryonia aparece a menudo desde el principio, cuando la gripe
se presenta bajo la forma digestiva; se manifiesta secundariamente cuando una
inflamación pulmonar o pleural aparece en el curso de una gripe nerviosa o respiratoria.
Rhus toxicodendron
Es el remedio de los estados gripales febriles, con estado de estupor, de
postración con agitación, debido a los dolores.
Síntomas característicos en donde deberá ser indicado:
Estado febril importante con abatimiento, adinamia y estupor con un grado mayor que
Gelsemium, diferenciándose además por la sed intensa (con frecuencia el paciente pide
leche fría), pero sobre todo por la agitación que el paciente refiere como la
imposibilidad de estar quieto en la cama pues siente que la cama es demasiado dura para
descansar, lo que le obliga a cambiar de posición constantemente, escalofrío al
destaparse, intenta cambiar de posición frecuentemente.
Síntomas predominantes: rigidez y agitación.
Los dolores son vivos, tirantes, localizados en la espalda y en los miembros y se
acompañan de sensación de rigidez intensa; el enfermo no puede encontrar posición
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
38
para descansar, está agitado, se mueve constantemente, porque el movimiento
disminuye sus dolores.
Está tranquilo solamente cuando tiene delirio. Siempre se agrava por la noche,
sobre todo después de medianoche. Si duerme, sueña que hace muchos ejercicios y se
despierta agotado.
El paciente tiene muchos escalofríos agravados por el menor movimiento o por
descubrirse.
Tos seca, espasmódica, agravada por el más leve frío.
SIGNO PARTICULAR: el enfermo tose cuando saca las manos de la cama.
Tiene sed, deseo de beber agua fría y sobre todo leche fría.
SIGNOS OBJETIVOS: triángulo rojo en la punta de la lengua, herpes sobre los
labios.
Sulphur
Gripe con escalofríos alrededor del mediodía y fiebre más de noche; con dolores
de espalda y pantorrillas, con pies calientes y tendencia a destaparlos; con cansancio
peor a las 11 horas; con cabeza caliente (más en el vértex) y pies fríos, con cefaleas,
coriza con estornudos, garganta roja, sin apetito y con sed.
Ataques febriles, tanto en la mañana como en la tarde, o el anochecer,
manifestándose por el calor, que está precedido por escalofrío y seguido o
presentándose por sudoración, o también por calor de la cara, seguido por
estremecimientos.
Durante la fiebre, palpitación del corazón, delirio, debilidad, obstrucción y
costras en la nariz, con sed violenta, este último síntoma puede aparecer antes de los
escalofríos.
Sudoración en general de partes aisladas; en la parte posterior del cuerpo; gran
predisposición a sudar; sudoración con ansiedad; fiebres compuestas o intermitentes.
Transpiración frecuente y profusa, día y noche, al anochecer y en la mañana, en
la cama, sudoración parcial, principalmente en cabeza, nuca, manos, etc., sudoración
ácida.
Transpiración muy debilitante, de olor picante, muy rara vez ofensiva, en
ocasiones fría. Sudor que huele a azufre. Transpiración solamente sobre un lado del
cuerpo, agravado por la noche y en la mañana.
Su acción sobre la esfera respiratoria es muy marcada, para estimular y
completar el proceso de restablecimiento después de enfermedades agudas.
Cuando los síntomas que lo requieren son muy claros, de vez en cuando
dominará de forma efectiva un caso de neumonía desde su comienzo, pero más a
menudo su círculo de acción se situa después de la crisis, si por algún motivo se demora
la resolución.
Quizá se lo necesite con mayor frecuencia en la neumonía lobar que en la
bronconeumonía.
Aconitum napellus
Su acción e indicaciones están definidas de manera clara, su indicación es
frecuente, pero solo nos limitaremos a su empleo en los procesos febriles agudos.
Corresponde al estadio primario de los procesos generales de defensa del
organismo, antes de la focalización de la patología.
PÁGINAS DE HOMEOPATÍA Número 3
39
El medicamento está indicado en caso de que el paciente presente los siguientes
síntomas característicos: brusquedad y rapidez de la aparición de los síntomas:
hiperestesia general, fiebre de 39º C o mayor, dolores musculares o articulares con
sensación de hormigueo y entumecimiento, inquietud constante con miedo a la muerte y
la percepción de que el proceso se desencadenó por exposición al aire frío y seco.
Aconito es el primer remedio indicado en los estadios febriles de aparición
brusca, el paciente cuenta que súbitamente presentó escalofrío, la fiebre se elevó
rápidamente a mas de 39ºC, se encuentra en cama, la cara congestionada, roja, la piel
roja y caliente sin transpiración, sed intensa, pulso rápido, lleno y saltón, agitación y
angustia que lo hacen que pida a gritos cuidados urgentes, necesita y pide aire. No
existen signos de localización y es difícil aún establecer un diagnóstico.
Arsenicum album
El enfermo parece desde el principio gravemente atacado, pero se manifiestan
los síntomas característicos muy insidiosamente.
La gripe principia por "dolores ardorosos" en la faringe y laringe, siempre
mejorados por las bebidas o aplicaciones calientes, "coriza" poco abundante, acuoso,
quemante y excoriante, así como sensación de frío generalizado: el enfermo se siente
muy friolento, se abriga mucho y tiene que acercarse al fuego.
Algunas veces el principio se anuncia por una "pérdida de apetito". La
postración es considerable y rápida, el enfermo está muy frío, sumamente nervioso
porque está persuadido de que va a amorir y ya no tiene curación. Rehúsa todo remedio
que piensa que es inútil, no puede soportar la vista y el olor de cualquier alimento.
Tiene mucha sed, bebe muy poco cada vez de agua helada y que expulsa tan
pronto como la ha tomado. Los vómitos son violentos y se acompañan de diarrea,
frecuente pero poco abundante, siempre seguida de postración intensa y fuera de
proporción con la cantidad evacuada.
Las evacuaciones son "obscuras", "negruzcas", "quemantes", de olor "pútrido y
cadavérico". El enfermo siempre tose después de haber bebido, expectora poco, la
expectoración es aireada y espumosa.
Siempre se siente agravado de la 1 a las 3 de la mañana, se encuentra agitado y
ansioso, sobre todo por la noche, y no quiere quedarse solo.
Lycopodium clavatum
Escalofríos de 16 a 20 horas o a la noche en cama; generalizado o de un solo
lado, sobre todo el izquierdo. Alterna escalofríos con fiebre. Falta de calor vital.
Sudores fríos, de olor ácido o fétido o a cebollas; sanguinolento. Fiebre con una
gran postración, mandíbula colgante y ojos semicerrados; peor de 16 a 20 horas; con
sudores en pecho y espalda. Respiración silbante, con rales ruidosos. Tos seca, irritante,
día y noche, o a la mañana, o de noche al acostarse, constante, por cosquilleo laringeoo
traqueal o como producida por vapores de azufre; peor de 16 a 18 o 20 horas (a veces en
días alternados), por esfuerzos, por estirar los brazos hacia afuera, al agacharse o
acostarse (peor sobre el lado izquierdo), por comer o beber cosas frías, en el viento, en
una habitación calurosa y por respirar profundamente; le impide dormir; mejor por
bebidas calientes.
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Tos seca crónica en niños débiles y adelgazados. Tos con expectoración de día y
sin ella de noche. Expectoración de gusto salado; de color herrumbroso; amarillogrisácea; verdosa; purulenta; de sangre. La tos repercute dolorosamente en la cabeza.
Disnea, peor acostado sobre la espalda, por el menor esfuerzo, caminando al aire
libre o durmiendo, mejor irguiéndose en la cama.
Neumonías prolongadas sobre todo a la derecha (en la base), con aleteo nasal y
frente arrugada. Respiración ruidosa, estertorosa.
Dolores lancinantes en el tórax, especialmente en los costados (más el
izquierdo), peor a las 16 horas, por la tos, por estornudar o reirse o por el menor
movimiento o por acostarse del lado afectado (no puede), o después de una neumonía, o
por inspirar; con disnea.
Hepatización pulmonar izquierda.
Gelsemium sempervirens
Se encuentra indicado en cuadros con un estado de postración más o menos
intenso, con laxitud general acompañado de paresias y hasta parálisis de los miembros,
con temblores finos de las extremidades e hipersensibilidad nerviosa.
Deberá ser indicado en caso de los siguientes síntomas:
Paciente febril, con escalofrío, y temblores finos de las manos, con transpiración
abundante, abatido, que se queja de dolores musculares intensos con dolorimiento de
todos sus miembros.
El paciente está inmóvil en su cama, su cara está congestionada, de color rojo
oscuro, los ojos inyectados, brillantes, lagrimeantes, estornuda y su nariz deja escurrir
un líquido excoriante, transparente; sus garganta está irritada, tos seca, pulso rápido,
blando y algo que llama la atención es que el paciente a pesar de la fiebre no tiene sed.
El enfermo presenta dos características principales: abatimiento y dolores.
El paciente está somnoliento, deprimido, embrutecido. La cara roja, la expresión
estúpida, los ojos medio cerrados y los párpados caídos. El enfermo habla
indistintamente, está muy débil y desde que se levanta tiene temblores.
Los dolores son sobre todo musculares, pero en la cabeza son occipitales y
frontales con sensación "como si una venda le apretara arriba de los ojos" y la cabeza
estuviera sujeta con un tornillo. La fiebre es menos elevada que en Aconito, el pulso es
lleno y blando, frecuentemente lento. El enfermo padece de coriza excoriante con
estornudos violentos y frecuentes.
Nux vomica
Fiebre con gran calor ardiente en todo el cuerpo, con cara roja y caliente; con
escalofríos por sacar las manos fuera de las cobijas o moverse; con estremecimientos
por moverse, destaparse o beber; con calor y sudor; en paroxismos irregulares.
Bronquitis agudas. Disnea con tos, peor después de comer; con sudores.
Tos seca, espasmódica, peor o aparece a la mañana en la cama al despertar y
después de medianoche hasta el amanecer: por el aire frío, por comer, durante la fiebre;
por irritación en las vías aéreas, o en la traquea o por cosquilleo o sentir áspera o en
carne viva la laringe por esfuerzos, por beber, por ácidos, por fumar.
Tos seca de noche y con expectoración de día; provocando cefalea en estallido o
dolor en el vientre superior o vómitos o epistaxis. Tos violenta a la mañana temprano,
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antes de levantarse de la cama, que mejora tomando bebidas calientes. Tos por moverse,
por leer o acostado de espalda.
Expectoración gris amarillenta; fría; hemoptoica oscura a la mañana en cama.
Phosphorus
La fiebre aparece en cualquier momento después de mediodía. El escalofrío
aparece primero entre las 13 y las 18 horas. El escalofrío es generalizado en todo el
cuerpo. El enfermo tiene necesidad de cubrirse, el escalofrío aumenta siempre. Aún en
su cama necesita de sus coberturas: esta sensación no desaparece nunca. El enfermo
experimenta una "sensación de frío glacial a nivel de las rodillas", cuando tiene la
fiebre. Al mismo tiempo las extremidades, pies y manos, están helados.
En el estadio de calor nada reseñable que destacar, salvo el "hambre".
Phosphorus siempre está desfallecido, de aquí la necesidad constante de comer, aún
durante la fiebre. En la gripe que requiere de este remedio, tan pronto como desaparece
el acceso de fiebre, el enfermo no tiene sino una idea: hacer una buiena comida y
protesta por el caldo de legumbres indicado por su médico.
En fin, el enfermo presenta sudores fríos, viscosos, que se observan por todo el
cuerpo, "sudores agotantes", agravados al menor ejercicio, y que tienen una pequeña
particularidad: un olor a azufre.
En la congestión pulmonar, en la neumonía cuando los esputos son rojizos;
cuando los esputos se transforman y tienen el aspecto de jugo de ciruelas es más bien
Arsenicum el indicado. La indicación de Phosphorus aparece generalmente después de
la de Bryonia. Un enfermo tose y tiene una puntada de costado, debe darse Bryonia;
parece estar mejor, pero bruscamente aparece una elevación de la temperatura. La tos
sacude todo el cuerpo del sujeto es entonces la indicación de Phosphorus, sobre todo si
en los esputos se observan restos sanguinolentos.
Phosphorus, administrado a tiempo, impide toda complicación pulmonar. Su
indicación es precisa cuando la "opresión" es muy intensa, el enfermo padece "dolores
constrictivos y quemantes" en el pecho y la expectoración es "herrumbrosa".
Nota:
No hacemos mención a la dosis, considerando que ésta tiene que aplicarse en forma
individualizada en cada enfermo, y de acuerdo a la experiencia que tiene cada médico
homeópata en su práctica.
PREVENCIÓN
Al paso de los días en que transcurre la epidemia hemos observado la falta de un
criterio unificado para aplicar la medicación de orden preventivo en nuestros pacientes.
Hemos recogido y observado entre los médicos homeópatas una gran diversidad
de criterios que a continuación se mencionan:
1. No dar ningún medicamento.
2. Influenzinum 200C, una toma cada 24 h por 9 ó 10 días o por el tiempo que dure
la contingencia.
3. Gelsemium 30 CH, indicado en métodod plus, una toma tres veces al día por 3-4
días.
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4. Dar una secuencia de medicamentos que están cerca de los síntomas de la
epidemia: Eupatorium-Bryonia-Arsenicum album, a la potencia 200CH,
iniciando con una dosis del primero y de 3 a 5 días después dar el segundo y de
3 a 5 días después dar el tercero.
5. Sulphur 30 CH, tomar 3 glóbulos 3 veces al día por 7 días.
6. Oscilococcinum 200K, un tubo diario por 6 días.
7. Influenzinum 12 CH + Phosphorus 30CH, en gotas, 20 cada 12 horas
Encontramos que algunas de estas posturas están justificadas y documentadas en
la literatura homeopática, por ejemplo:
● No dar un medicamento homeopático preventivo, se justifica cuando el paciente
esté bajo tratamiento y particularmente cuando es de tipo constitucional4.
5
● Tomar Influenzinum 200C .
6
● Tomar Gelsemium como profiláctico.
Es indudable que estas conductas se justifican solamente en el caso que es
conocido por todo médico homeópata, y que se confirma con esa cita de P. Schmidt:
"En casos de epidemia, el mejor profiláctico será aquel remedio epidémico descubierto
después de haber estudiado los síntomas característicos por medio de la observación de
5 o 6 casos desde el inicio"7.
En la epidemia que estamos viviendo, hablar de Belladona como el
medicamento de la epidemia permanece en la duda, dado nuestro desconocimiento de
los casos en forma directa. Por lo tanto no se puede tener certeza de que sea el
medicamento de la prevención de la epidemia.
Quedan, por tanto, abiertas varias lineas de trabajo, que cada médico o grupo
médico tiene que asumir de acuerdo a las referencias mencionadas y a ls que no
hayamos citado, y a la experiencia que se pueda tener en estas circunstancias.
PROPUESTAS
Estamos ante una situación de salud pública extraordinaria, que nos permite
incidir solo de una forma marginal hasta ahora, pero cada uno de nosotros puede
contribuir a mejorar nuestra intervención y abordaje de los casos de esta epidemia de
influenza, por lo que proponemos:
1. Hacer un registro de los casos donde tengamos fundadas sospechas que
pertenezcan a la epidemia.
a) La toma del caso debe ser con la mayor amplitud posible, con
descripción detallada de cada síntoma, con todas las modalidades y
concomitancias posibles.
b) Hacer un diagnóstico clínico con la mayor precisión posible.
c) Confirmar con diagnóstico de laboratorio todo caso de sopecha, para lo
cual se puede realizar la "prueba de detección temprana de influenza", y
de ser positiva confirmar con la "prueba genética".
d) Describir detalladamente la indicación terapéutica, la dosificación,
cambios de medicamento, etc.
e) Describir la evolución del caso, hasta su conclusión.
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2. Llevar un registro de los tratamientos preventivos.
a) Anotar medicamento y dosis indicada.
b) Respuesta de los casos:
i. Mencionar si son casos que han estado en contacto con enfermos
de influenza o no.
ii. Si alguien experimentó síntomas con el medicamento y en que
fase de la prevención se presentaron.
iii. Si a pesar de la prevención alguien enfermó de influenza.
3. Enviar la información obtenida al correo del Consejo Consultivo
([email protected]), para que se distribuya entre la comunidad y nos
permita documentar la intervención de la Homeopatía en la epidemia.
CONCLUSIONES
El presente documento proporciona lineamientos generales y expone las
observaciones que ha ido recopilando el CCNMH, también tiene la intención de
incrementar y mejorar nuestra información a partir de experiencias directas de todos los
médicos homeópatas del país.
Por lo tanto, le invitamos a colaborar en nuestro esfuerzo eniviando su registro
de casos, sus experiencias en la prevención y haciéndonos llegar referencias
bibliográficas que aumenten el acervo de conocimiento respecto a esta epidemia que
tanto afecta a nuestra población.
Consejo Consultivo Nacional Médico Homeopático, A.C
Dr. Fernando Dominguez Vello (Presidente)
Dr. Jorge A. Fernández Pérez (Vicepresidente)
Dr. Jaime Andrade Montaño (Secretario)
Ing. Javier López Hernández (Tesorero)
Dr. Fernando Ochoa Bernal (Vocal)
Nuevo León 54-101, Cal. Hipódromo, Delegación Cuauhtémoc, C.P. 06100
MÉXICO, D.F.
[email protected]
Publicado el 5 de Mayo de 2009
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1 Hahnemann S. “Sugerencias para la prevención de epidemias en general, y especialmente en poblados” Escritos
Menores.
2 Gaucher, C et al.(1993) Cholera and homeopathic medicine, Brit. Hom. J. 82, 155-163
3 Hahnemann S. Órganon de la Medicina § 100 a 104
4 Paschero, T. Homeopatía. E. Ateneo. Buenos Aires. Pág. 22
5 Allen, H.C. Materia Medica of Some Important Nosodes; Vannier, L Terapéutica Homeopática; Vijnovsky, B.
Tratado de Materia Médica Homeopática; Schmidt, P. La homeopatía profiláctica en la época actual.
6 Tyler, M. L. Homeopathic Drug Pictures
7 Schmidt, P. La Homeopatía profiláctica en la época actual.
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