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LÁVATE
LAS MANOS
ENTREVISTADA: LIBSEN RODRÍGUEZ ADRIÁN
Las manos son un vehículo permanente de bacterias y
gérmenes que están en las superficies que tocamos, en la piel
de los pacientes, en sus secreciones, por lo tanto el lavado de
las manos es la forma más fácil y económica de prevenir la
transmisión de un germen de un lado para otro. El paciente
que está en su cama y el médico lo examina con su
estetoscopio en el pecho, le palpa la barriga o le hace un
examen de la región axilar o la región inguinal. En ese
momento el médico adquiere en sus manos una serie de
gérmenes que forman parte de la flora normal del paciente.
Si al terminar de examinar ese paciente, el médico sale de la
habitación a escribir en la historia, da inicio a un proceso de
contaminación con los gérmenes a todas las superficies que
toca, como la historia del paciente, el mesón donde se apoya,
los brazos de la silla donde se sienta. Esos gérmenes, en
algunos casos, el paciente que los adquiere puede tener sus defensas adecuadas y está funcionando con
normalidad, pero en la mayoría de los pacientes hospitalizados el solo hecho de estar invadido, de tener una
vía periférica tomada, un catéter que está vaciándole la vejiga o tener una herida quirúrgica, tienen sus
mecanismos de defensa normales están alterados y es un canal de penetración de las bacterias
intrahospitalarias. Por lo general, ellas tienen unos patrones de resistencia bacteriana que las hacen más
difíciles de tratar si ellas llegan a invadir el sistema interno del paciente.
HIGIENE EXTREMA
Si el paciente tiene una vía periférica e invade la sangre, el paciente puede presentar una bacteremia por ese
germen o si el paciente tiene una herida quirúrgica y el médico no se limpió bien las manos puede generarle
una infección en la herida. El personal de salud cuando se traslada de un paciente a otro es un vehículo
permanente de transmisión. Por ello, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud mencionan
5 momentos para lavarse las manos:
Antes de examinar al paciente, pues se intuye que viene de algún sitio y tiene algunos gérmenes en la piel.
Después de terminar de examinar el paciente, hay una distinción entre el momento de hacer un
procedimiento como es colocar un catéter o un yelco para pasarle el suero o un antibiótico por vía
endovenosa o una vía central o colocarle un catéter urinario, antes de hacer cualquier de esos procedimientos
hay que lavarse las manos.
Después de tener contacto con cualquiera de los fluidos corporales del paciente, desde el sudor a la orina o la
saliva o el esputo. Por ejemplo, cuando el enfermero aspira al paciente, aunque use guantes al terminar de
hacer el procedimiento se debe lavar las manos. Antes y después de los procedimientos, después de examinar
al paciente…
Desde el advenimiento de una rama de la Medicina que es la epidemiología hospitalaria para control de
infecciones se puso de manifiesto la importancia de ciertas medidas para determinar cuando el paciente
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adquiere una infección nosocomial o infección intrahospitalaria. Si hospitalizamos un paciente porque le dio
un infarto e ingresó muy descompensado y para tratar el infarto se le colocó una vía periférica se le colocó un
catéter, esa persona llegó sano sin infecciones en términos de esa patología, apenas con el problema
cardíaco coronario y el paciente 72 horas después de estar hospitalizado empieza a hacer fiebre y descubres
que tiene una infección urinaria por el catéter, esa infección la adquirió en el hospital. El no vino de su
comunidad con ella, se trata de una infección adquirida en el hospital.
-Creo que ustedes en la campaña tienen que insistir en la ignorancia de la comunidad en que la muerte por
esas infecciones es un riesgo que se corre al hospitalizarse, aún en clínicas visualmente “higiénicas”.
Eso es muy importante porque el paciente, generalmente, ignora que todo procedimiento terapéutico tiene
un riesgo inherente porque al ir a quirófano tenemos el riesgo inherente de que me pongan una anestesia y
resultemos alérgicos a ese medicamento y es que si antes no hemos recibido ese medicamento no existe una
fórmula previa de saberlo. Igual, cuando se presentan alergias al yodo por mencionar el tema de las alergias,
pero todo procedimiento médico tiene un riesgo inherente.
LO QUE NO TRAÍA
Entrar a un hospital y hospitalizarse por cualquier motivo, como una mujer que va a dar a luz tiene un riesgo
inherente al no más entrar al hospital y de hecho, en el estudio de la Epidemiología Hospitalaria se pone de
manifiesto que debemos tomar medidas preventivas para controlar esas infecciones intrahospitalarias o
complicaciones infecciosas relacionadas con el hecho de entrar al hospital. El paciente ingresa y si hay que
intubarlo puede adquirir una neumonía ante el sólo hecho de tener un tubo introducido en la tráquea
involucra una invasión de un espacio y la posible contaminación con sus propios gérmenes. Si esa persona
tenía en la boca ciertos gérmenes o a lo largo de una prolongada hospitalización adquiere gérmenes propios
del hospital, esa bacteria puede entrar al pulmón por ese tubo y hacer una neumonía asociada a ventilación
que no la tenía, pero la adquirió en el hospital.
Hay una creencia un poco mágica de que el hospital es sólo para sanar y que no deberían suceder esos
eventos, pero la realidad es la descrita. En el medio norteamericano donde me formé, hacen firmar un
consentimiento o aceptación de estar hospitalizado en determinado centro asistencial aceptando todos los
riesgos que va involucrar estar hospitalizado. Cual quier procedimiento a ser ejecutado va precedido de una
firma de aceptación del paciente porque el tema de las infecciones nosocomiales se convirtió como en un
boomerang que se devolvía a la institución hospitalaria como un acto de su responsabilidad que pudo seguir
sopesando cuanta responsabilidad real tiene la institución y cuanta la debe asumir el propio paciente por el
hecho de que está requiriendo esos servicios. Tiene que estar consciente de que la población en general no
está informado para entender que las infecciones son el riesgo inherente al entrar a un centro asistencial.
Cada día más se crean en muchos países lo conocido como “hospitales de día” o sea que el paciente acude
al hospital solamente para recibir un tratamiento endovenoso –por ejemplo- y se vaya a su casa porque
mientras pase menos tiempo en el hospital es mejor. Por eso hoy las hospitalizaciones cada vez son más
breves y hay un movimiento cada vez más frecuente de ofrecer servicios de salud en la casa, una especie de
medicina ambulatoria.
Por ejemplo, en caso de ciertas infecciones como un paciente con celulitis en una pierna que necesita 10 días
de antibióticos endovenosos, se le indica los primeros días en la clínica y al quitársele la fiebre le doy el alta,
por lo cual va a su casa donde acuden los Servicios de Medicina Ambulatoria para continuar el tratamiento.
Ya un enfermero le colocará 1 o 2 veces al día el antibiótico que comenzó a recibir en el hospital, pero ya lo
sacamos del ambiente hospitalario donde estaba sometido al riesgo de adquirir otra complicación por la cual
no ingresó.
FAMILIARES EXPUESTOS EN LAS VISITAS
Ese es un aspecto excelente para educar a la comunidad. En nuestra campaña de lavado de manos es lo que
se ha hecho en todas partes del mundo, específicamente en países desarrollados y es que en este riesgo
están involucrados todos los que puedan tocar al paciente o a las superficies en contacto con él. Hay que
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educar a los médicos, que son los más difíciles de educar, porque los médicos creemos que ya lo aprendimos
todo y nadie nos tiene que venir a decir nada más, posiblemente si se hace una observación somos el grupo
que nos lavamos menos las manos; a los enfermeros/enfermeras, a los bioanalistas que entran al cuarto,
pero sin duda a los familiares que lo visitan.
Nuestra institución tiene algo novedoso en el diseño interior de las áreas de hospitalización y es que en el
cuarto donde descansa el paciente contamos con un lavamanos, que no está colocado para el aseo del
paciente, sino para que el personal de salud se lave
las manos antes y después de tocar al paciente, que
todo los familiares que llegan a verlo se laven las
manos al llegar y antes de salir.
PROTECCIÓN AL PERSONAL DE SALUD
Estás tocando un tema álgido de lo que es el
control de infecciones y por ello tenemos que
apuntar a tener un programa de prevención de
éstas, no sólo un comité de control de infecciones
que no sólo es un instrumento para divulgar
mensajes o consensuar políticas porque las
instituciones debe tener un programa de control de
infecciones, el cual tiene varias áreas entre ellas la
relacionada a salud ocupacional.
En este capítulo es grande nuestra responsabilidad para que el personal de salud (médicos, enfermeras,
bionalistas)no adquieran ninguna infección en el medio hospitalario ni la transmitan a alguien que esté en ese
ambiente. Por ejemplo, alguien del personal de salud va a su trabajo en el primer día de lechina, sin saberlo,
aunque se sintió mal, con algunas lesiones en la piel, pero aún no está definida la causa del malestar. Para
ese personal debe existir un mecanismo de diagnóstico rápido para sacarlo del área laboral con su
correspondiente reposo para que no exponga su infección al resto de las personas. El aspecto de las gripes es
complicadísimo porque en países que viven las 4 estaciones la vacuna de influenza o de la gripe es obligatoria
para todo el personal de salud.
La vacuna de la hepatitis B debería ser una obligación institucional administrarla a todo el personal y es una
de las áreas de obligatoria cobertura. Antes mencioné la lechina y contamos con una vacuna para el virus
productor de la lechina llamado varicela zoster. Cuando uno incorpora el personal a su planta de trabajo hay
una evaluación que la lleva la doctora Ivette Mata, de Medicina Ocupacional, en la cual aparece la historia de
vacunación del empleado y enfermedades infecto contagiosas que ha tenido. Si ese empleado no se ha
vacunado para hepatitis B hay que vacunarlo o si esa persona no ha tenido lechinas hay que vacunarlo con
ellas. Es indudable la alta responsabilidad en la protección a los empleados en las enfermedades
infectocontagiosas prevenibles.
LÁVATE LAS MANOS
Hay una técnica muy bien desarrollada en el lavado de manos que está más enfocada al personal de salud
porque tiene mucho que ver con el tocar ciertas superficies de la piel del paciente, de hacer procedimientos
invasivos, tocar secreciones. Esa técnica posiblemente un visitante no la cumple y no es tan grave, pero jamás
estará de más que la aprenda. El personal de salud si tiene que lavarse las manos de esa forma que exige un
dispensador de agua manipulable a través de un pedal, en caso de no ser así con el mismo papel secante se
debe abrir la llave del agua, mojarse las manos, adquirir una cantidad suficiente de jabón como para poder
hacer un buen lavado que involucra hasta las muñecas, haciendo espuma hasta llenar la superficie cóncava
de las manos para frotar bien las palmas, luego las superficies dorsales de las manos, insistir en un buen
lavado de la punta de los dedos apoyándolas contra las palmas y los dedos pulgares. Por último, cubrir las
muñecas con el jabón retirando reloj o anillos o pulseras existentes.
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El personal de salud, específicamente enfermeras, no deberían utilizar estos adornos ni llevar las uñas largas,
pues no solamente deben ser cortas, sino prohibir el uso de uñas acrílicas porque ciertos estudios han
demostrado brotes de infecciones vinculados al uso de esas uñas. Los médicos debemos dar el ejemplo no
utilizándolas.
ALGO TIENE EL AGUA CUANDO LA BENDICEN…
A raíz de ciertos brotes epidémicos de bacterias multiresistentes se empezó a estudiar la posibilidad de hacer
una buena higiene de las manos con soluciones alcoholadas. Se llego a la producción de un gen alcoholado
que debe tener un concentración superior al 60 a 90 por ciento de alcohol y con ese producto es posible
erradicar las bacterias en manos previamente visualmente limpias de sucio. Para descontaminar mis manos de
gérmenes intrahospitalarios si sería posible utilizar una cantidad suficiente de ese gel alcoholado y hacer el
mismo procedimiento descrito en esas 5 etapas. Estamos en negociaciones con el laboratorio para
institucionalizar la campaña de lavado de manos y las clínicas deberían asegurarse de que en ciertas áreas
exista siempre un lavamanos. En sitios donde no es posible colocar lavamanos que permita las condiciones
ideales para el lavado de agua y jabón, que es el estándar de oro en lavado, entonces se debería proveer de
esos geles alcoholados. Lo que se utiliza en países modernos es que las instituciones los provean. Las
campañas de lavado de manos en Inglaterra, Australia quienes motorizan las campañas son las Alianzas de
Seguridad de los pacientes, que son instancias generadas como el derecho del paciente a asegurarse de que
dentro de la institución de salud donde será atendido tengan todas las precauciones necesarias para evitar las
infecciones de la comunidad.
Esos centros de salud donde se han motorizado los movimientos para estimular este tipo de prevención tan
sencilla e importante surge cada vez por presiones legales son las instituciones las responsables de asumir el
costo del control de infecciones. La prevención involucra el compromiso de la Gerencia y Administración de la
institución para tener el personal y recursos financieros necesarios para ejecutar el programa que involucra
vigilancia epidemiológica de todas las historias de la institución, contar con un microbiólogo que ofrezca
reportes semanales de las bacterias que van aislando, un médico con experticia en epidemiología hospitalaria
y recursos financieros para la proyección constante de la campaña educativa como la herramienta que
requiere mayor perseverancia y acción constante porque para educar a los “educados” es vital diseñar
estrategias inteligentes para llegarle a la gente y estimularla. Por eso, es determinante el apoyo de los medios.
Caracas, marzo 2011
Por Blanca García Bocaranda
[email protected]
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