Download Oración sobre las ofrendas

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Canto de entrada:
Juntos cantando la alegría de vernos unidos en la fe y
el amor juntos sintiendo en nuestras vidas la alegre presencia
del Señor.
1. Somos la Iglesia peregrina que El fundó. Somos un pueblo
que camina sin cesar, entre cansancios y esperanzas,
hacia Dios nuestro amigo, Jesús, nos llevará.
Oración colecta:
Señor Dios nuestro, que por el camino de la humildad y de la entrega total al
Corazón de tu Hijo, has conducido a la santidad a Santa Rafaela Mª, virgen; concédenos
por su intercesión que el amor profundo a Cristo en la Eucaristía transforme nuestra vida y
nos impulse a trabajar generosamente por la salvación de los hombres. Por JC
1º Lectura: Cantar de los Cantares 8,6-7
Grábame como un sello en tu brazo, como un sello en tu corazón, porque es fuerte
el amor como la muerte; es cruel la pasión como el abismo; en centella de fuego,
llamarada divina: las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni anegarlo los ríos. Si
alguien quisiera comprar el amor con todas la riquezas de su casa, se haría despreciable.
Salmo responsorial:
Mi fuerza y mi poder es el Señor el es mi salvación. (bis)
 “Soy de Dios y exclusivamente de Dios. Y como soy suya, todos los
acontecimientos, prósperos o adversos, debo recibirlos como de su mano:
 “...sentí a Jesús en mí dando vida a mi alma...”
 “... mi Señor Jesucristo es quien vive en mí, y así todo mi ser y obrar debe
respirar la vida de Cristo que vive en mí”.
 “Si todos nos propusiéramos complacernos unos a otros y sufrirnos en silencio,
el mundo sería un paraíso...”
 “...yo no debo querer más que lo que Dios quiere.”
 “No retrocedamos por las dificultades; valor y confianza; Él nos la dará si le
somos fieles y esperamos en Él.”
 “No me falta, gracias a Dios, fe, valor y confianza a pesar de mi debilidad. Ésta
me sostiene; si no, ¿qué sería de mí?”
2º Lectura: Flp 2,5-11
Hermanos: Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: Él, a pesar
de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de
su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando
como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte
de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el Nombre, que está sobre todo
nombre, de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y
en los abismos, y toda lengua proclame que Cristo Jesús es el SEÑOR para gloria de
Dios Padre.
Evangelio: Mt 11,25-30
En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has
revelado a pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me ha sido entregado por
mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré
descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde
de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi
carga ligera.»
Ofertorio:
Aquí está mi vida, aquí mi honra y mi voluntad; todo lo he dado, disponed de mi,
Señor. (bis)
Oración sobre las ofrendas
Acepta Señor, este sacrificio de alabanza que te ofrecemos en la festividad de
Santa Rafaela Mª y concédenos, que imitando los ejemplos de su vida, merezcamos
participar más íntimamente en el misterio de la Redención. Por JC
Santo:
Santo (5) es el Señor, llenos están el cielo y tierra de su amor. (bis)
Bendito el que viene en el nombre, el que viene en el nombre del Señor, del Señor.
Oración de comunión:
Señor y Padre de las misericordias, que nos has alimentado con el Pan Vivo que es
tu Hijo Jesucristo, haz que imitando las virtudes de Santa Rafaela Mª, podamos descubrir
las sobreabundantes riquezas de la Eucaristía y manifestarlas a todos los hombres en el
amor fraterno.
Comunión:
1. El Señor me quiere a mí como a la niña de sus ojos. El sabe lo que ha de hacer, lo que
hacer de mí. Yo en Él confío.
Nuestro corazón no debe, no debe limitarse a un mundo reducido: que todos somos
hermanos, hijos del gran corazón, corazón de Cristo.
Debo de vivir en Cristo, por Cristo y siempre para Cristo, para hacerme semejante y
atraer a todo aquel que crea a Cristo.
2. Hemos conocido el amor, hemos puesto en Él nuestro ideal, y sabemos que al unirnos,
en el nombre del Señor, dando fuerza a nuestra vida, Dios está.
Cristo nos convoca para ser con El, signo de esperanza, signo de unidad. Para hacer
presente el amanecer, de una nueva vida que comienza ya.
Juntos proclamamos el amor de Dios, juntos compartimos nuestro mismo pan.
Siempre unidos como cuerpo del Señor, juntos en la lucha, juntos al rezar.
Canto final:
Si todos buscamos complacernos y en silencio sufrir, el mundo sería un paraíso, el
hombre sería feliz. Quiero formar mi propia historia, en la sola mente del Señor, y el
corazón tener dispuesto, para acoger todo su amor.
Todos unidos en todo, como los dedos de la mano; y un corazón universal:
entregarnos por amor, darlo todo por la paz, en la sencillez, con humildad.