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Hemos leído… Volumen 5 Nº 4 Abril de 2010 Noticias terapéuticas y de prescripción ISSN 1988-8716 Fármacos biosimilares: los genéricos que no son genéricos Los fármacos biotecnológicos son medicamentos que se producen a través de procesos biológicos y que estructuralmente pueden mimetizar compuestos propios del organismo humano. Esta definición incluye: oligonucleótidos, proteínas expresadas y producidas mediante métodos de ingeniería genética y tecnología de ADN recombinante, anticuerpos poli y monoclonales producidos por tecnología de hibridación, vectores para la transferencia génica, fragmentos de anticuerpos, moléculas antisentido, vectores lipídicos para la formulación de fármacos, genes terapéuticos y vacunas1. Algunos ejemplos: - proteínas terapéuticas (eritropoyetina, hormona de crecimiento, interferón) - proteínas modificadas (insulina lispro, darbepoetin alfa) - proteínas de fusión que combinan características de dos proteínas diferentes (etanercept) - proteínas conjugadas a polietilénglicol (peginterferon, pegfilgrastim) - anticuerpos monoclonales humanizados (alemtuzumab) La investigación en biotecnológicos se centra fundamentalmente en el desarrollo de fármacos para el tratamiento del cáncer, trastornos autoinmunes y procesos infecciosos. El impacto económico que estos fármacos es cada vez más importante, en España en el año 2006, ya suponían el 25% del coste total en medicamentos del Sistema Sanitario de Salud 1. Los fármacos biosimilares se definen como los productos medicinales de origen biotecnológico similares a otros fármacos biológicos innovadores, la patente de los cuales ha expirado, producidos por un fabricante distinto, en nuevas líneas celulares, nuevos procesos y nuevos métodos analíticos. Se podría decir que los biosimilares son a los fármacos innovadores de origen biotecnológico lo que los genéricos (EFG) son a los fármacos de síntesis química, pero con la diferencia fundamental que, en este caso, los biosimilares deben responder con datos originales obtenidos de ensayos clínicos independientes de las exigencias de calidad, eficacia y seguridad establecidas por la EMEA, las cuales deben ser comparables a las de un medicamento biotecnológico innovador de referencia. Los biosimilares autorizados por el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la EMEA hasta la fecha han sido: Hormona de crecimiento (abril de 2006) - Omnitrope (biosimilar de Genotropin) - Valtropin (biosimilar de Humatrope) Epoetina alfa (agosto 2007) - Abseamed (biosimilar de eprex) - Binocrit (biosimilar de eprex) - Epoetin alfa hexal (biosimilar de eprex) Epoetina dseta (octubre de 2007) - Retacrit (biosimilar de eprex) - Silapo (biosimilar de eprex) Filgrastim (septiembre de 2008) - Ratiograstim (biosimilar de Neupogen) - Figrastim Ratiopharm (biosimilar de Neupogen) - Tevagrastim (biosimilar de Neupogen) - Biograstim (biosimilar de Neupogen) El Grupo de Trabajo de Medicamentos Biosimilares (BMWP)2 es el responsable de realizar las recomendaciones al CHMP de la EMEA sobre la realización de estos ensayos clínicos destinados a establecer la eficacia y seguridad de los biosimilares (los cuales no se requieren para genéricos, pues sólo tienen que demostrar que son idénticos química y farmacocinéticamente). Un medicamento biosimilar precisa un desarrollo clínico de 6-7 años y que se realicen ensayos clínicos con un alto número de pacientes durante al menos 2-3 años. Durante este mes de abril, el BMWP está evaluando varios fármacos biosimilares para su autorización: - hormona FSH recombinante - interferon beta recombinante Los medicamentos biosimilares no pueden sustituir directamente a los biotecnológicos originales que utilizan como referencia, como sucede con los genéricos de fármacos de síntesis química, ya que “no son iguales al innovador”, pero sí suponen una alternativa para ampliar el arsenal terapéutico de patologías importantes, a menor coste. En nuestro entorno los medicamentos biotecnológicos son en su mayoría medicamentos clasificados como de uso hospitalario, y por lo tanto, es en este ámbito donde mayoritariamente se sitúa el debate sobre la selección y la utilización de biosimilares. Diversos elementos como la disminución de costes, las políticas institucionales favorecedoras de su implantación, los programas de gestión de riesgos, etc., en una primera etapa serán aspectos a evaluar por parte de la Central de Compras de las diferentes CCAA y las Comisiones Farmacoterapéuticas de los hospitales3. El impacto de los biosimilares en el ámbito de la Atención Primaria es muy limitado, ya que la mayoría son de uso hospitalario. Además, se debe recordar que, a diferencia de los medicamentos genéricos, los biosimilares, de acuerdo con el marco legal actual4, se definen como medicamentos no intercambiables en el proceso de dispensación en las Oficinas de Farmacia. 1.- INstituto de Estudios Médicos Científicos. Informe INESME. Equivalencias terapéuticas de los medicamentos biotecnológicos. Madrid, Enero 2009. 2.- EMEA/CHMP/80650/2004 .Mandate, objetives and rules of procedure for the working party on similar biological medicinal products (BMWP), Marzo 2005. 3.- Dorantes Calderon B. Controversias sobre medicamentos biosimilares y su intercambio terapéutico. Farm Hosp. 2009; 33(4):181182. 4.- Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Medicamentos no sustituibles. Página web. Metotrexate y artritis idiopática juvenil: más no siempre es mejor La artritis idiopática juvenil (AIJ) es la enfermedad reumática crónica mas frecuente en la infancia, con una incidencia de 10 cada 100.000 pacientes y una prevalencia de 80 cada 100.000 pacientes en menores de 16 años. Se recogieron datos clínicos y de laboratorio de los registros médicos de 220 niños. Una cohorte recibieron dosis inicial de MTX>0,5mg/kg/semana (considerada “dosis alta”) y otra recibieron MTX ≤ 0,5mg/kg/semana (considerada “dosis baja”). Esta enfermedad ha recibido distintos nombres (artritis crónica juvenil, en Europa; artritis reumatoide juvenil, en América) al utilizar diferentes criterios diagnósticos, lo que dificultaba la interpretación de los estudios. Por ello, la Liga Internacional contra el Reumatismo impulsó la emisión de unos criterios diagnósticos que definieran formas clínicas homogéneas de la enfermedad, a la que denominaron AIJ (J Rheumatol. 2004;31:390–2) y que se pudieran aplicar mundialmente. Estos criterios se aceptaron internacionalmente y se validaron en España1. La toxicidad hepática se define como elevación del nivel de las transaminasas hepáticas (aspartato aminotransferasa [AST/GOT] y/o la alanina aminotransferasa [ALT/GPT]) por encima del rango normal y la respuesta clínica positiva fue definida como una reducción en el número de articulaciones activas durante los primeros 6 meses de terapia con MTX. El tratamiento pretende que el paciente tenga una vida normal, para lo cual, además de los tratamientos con antiinflamatorios, sean corticoides orales o AINEs, se añaden otros fármacos para modificar la enfermedad como el metotrexate (MTX) y los anti TNF. Encontramos dos publicaciones en la literatura científica a propósito del tratamiento de la AIJ con MTX: Estudio prospectivo, abierto, multicéntrico y aleatorizado, publicado en JAMA2, para analizar si un tratamiento más prolongado de MTX durante la remisión de la AIJ reduce la tasa de recaídas después de la retirada de la medicación (MÁS TIEMPO). Los participantes fueron 364 pacientes (edad media, 11 años) incluidos en el estudio en la primera confirmación de la remisión clínica y que continuaban con la medicación. Fueron asignados aleatoriamente para continuar con la terapia de mantenimiento (MTX más AINE si es necesario) durante 6 meses (183 pacientes) o 12 meses (181 pacientes) y controles cada 3 meses para comprobar remisión estable (es decir, ausencia de cualquier brote de la enfermedad). La duración media de seguimiento fue de 34,2 meses en el grupo tratado durante 6 meses y 34,3 meses en el de 12 meses. El resultado primario fue la tasa de recaída en los dos grupos de tratamiento y el tiempo hasta la recaída fue incluido como resultado secundario. Sufrieron recaída a los 24 meses un total de 98 pacientes (tasa de recidiva, el 56,7%) en el grupo de 6 meses y 94 (55,6%) en el grupo de 12 meses (OR 1,02; CI95%:0,82-1,27, p=0,86). Tampoco hubo diferencias significativas en el tiempo hasta la recaída (21 vs 23 meses, cociente de riesgo 1,07, IC95%:0,821,41 p=0,61). Los autores concluyen que en pacientes con artritis idiopática juvenil, la retirada de MTX 12 meses frente a 6 meses después de la remisión NO redujo la tasa de recaídas. Por lo tanto, prolongar el tratamiento parece no aportar beneficio al paciente y sí posibles efectos adversos propios de este fármaco. A los 6 meses de iniciar el tratamiento, los 126 niños que estaban en el grupo de MTX a dosis altas tuvieron más probabilidad de tener una AST o ALT elevada que los 94 niños tratados con MTX a dosis bajas. (OR ajustado 3,89, IC 95%:1.82-8.29, p<0,0001). No se observaron diferencias significativas en el cambio del número de articulaciones activas entre los niños de ambos grupos que recibieron MTX junto con AINEs. Los autores concluyen que el tratamiento inicial con MTX a dosis altas se asoció con un mayor riesgo de tener, por lo menos, un enzima hepática alterada y sin ninguna mejora significativa en el número de articulaciones activas. Esto sugiere que no hay ningún beneficio aparente, mientras que el potencial de toxicidad hepática se incrementa, al utilizar dosis más altas de MTX al inicio del tratamiento en pacientes con AIJ. Como complemento a estos dos artículos, añadir que la alternativa al tratamiento de aquellos pacientes con AIJ que hayan tenido efectos secundarios o hayan sido refractarios a la administración de MTX, pueden ser los agentes biológicos. Los anti-TNF (factor de necrosis tumoral) que tienen aprobado en ficha técnica su uso en artritis idiopática juvenil poliarticular son adalimumab (solo en adolescentes de 13 a 17 años) y etanercept (a partir de 4 años). No obstante, hay que recordar una advertencia que publicó la FDA 4 sobre el aumento del riesgo de linfoma y otros tumores malignos en niños y adolescentes tratados con estos fármacos. 1.- Merino R, de Inocencio J, García-Consuegra J. Evaluation of revised International League of Associations for Rheumatology classification criteria for juvenile idiopathic arthritis in Spanish children (Edmonton 2001), J Rheumatol. 2005;32: 559-61. 2.-Foell D, Wulffraat N, Wedderburn LR et al. Methotrexate Withdrawal at 6 vs 12 Months in Juvenile Idiopathic Arthritis in Remission, JAMA. 2010; 303(13):1266-1273. 3.- Becker M, Rosé CD, Cron RQ, et al. Effectiveness and Toxicity of Methotrexate in Juvenile Idiopathic Arthritis: Comparison of 2 Initial Dosing Regimens. J Rheumatol. 2010; 37: 870-5. 4.- FDA. Information for Healthcare Professionals: Tumor Necrosis Factor (TNF) Blockers. 04/08/2009.Pag web. Estudio, publicado en Journal of Rheumatology3, que compara la eficacia y toxicidad de dos regímenes de dosis distintas de MTX para el tratamiento de la AIJ (MÁS DOSIS). Autores: Larruga Riera J, Puig Ferrer M, Barreda Aznar A, Bonet Dean M, Cano Blanquer D, Cervera Casino P, Galeote Mayor M, García Gil M, Izquierdo Maria R Mateu García MS y Salinas Alemany E. Edita: Grupo Hemos Leído. Servicios de Farmacia de Atención Primaria. Agencia Valenciana de Salud. Comunidad Valenciana. ISSN 1988-8716. Hemos leído…Noticias terapéuticas y de prescripción, 2010; volumen 5, número 4 abril. Puede solicitar el envío del boletín a través de la Web: http://www.hemosleido.es