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Editorial Aproximaciones a la calidad en la práctica nefrológica Alfredo Wassermann* "Cuida la calidad, primero pon tu corazón en ello, después tu mente, y el resto vendrá por añadidura." Avedis Donabedian Uno de los aspectos que confrontan la actividad médica tradicional con mayor intensidad es el advenimiento de los conceptos referidos a la calidad en el cuidado de la salud. Hasta hace algunos años, los médicos se sentían confiados en la actitud hegemónica, con poca intervención de la sociedad en el juicio de sus conductas. Más recientemente, la profusión de la información a la comunidad a través de medios gráficos, audiovisuales e Internet, las auditorías de los financiadores del sistema de salud y la aparición de los programas y sistemas de calidad implementados por diversas organizaciones reclaman una veloz actualización en este tema.1 La definición de calidad no es única. El diccionario de la Real Academia Española define calidad como la propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor.2 Similarmente, la Norma IRAM-ISO 9000 define calidad como el grado en el que un conjunto de características inherentes cumple con los requisitos.3 Ambas definiciones nos plantean algunos interrogantes, y probablemente el más relevante sea ¿quién juzga el valor o determina los requisitos? La respuesta que surge en el ámbito de la calidad es el cliente. Otras definiciones de calidad agregan significado. El Ing. G. Taguchi 4 refirió que calidad es la pérdida total para la sociedad generada por productos o servicios cuya prestación no es la óptima. Si bien esta definición no fue pensada para servicios de salud, resulta muy gráfica en términos de la pérdida que la falta de calidad significa para la sociedad. P. Crosby4 conceptualmente transmitió: "Calidad es hacer las cosas bien, la primera vez", que jerarquiza la necesidad de planear antes de actuar, destacando el valor del diseño. Este concepto adquiere especial significado en la atención de la salud, que tal como ocurre en otros servicios, es un "producto" que se elabora casi simultáneamente con la entrega. El cumplimiento con el postulado "hacer las cosas adecuadas adecuadamente" requiere que el prestador adopte las decisiones correctas en el cuidado de cada paciente (decisión de alta calidad), y las implemente con habilidad, juicio y temporaneidad en la ejecución (desempeño de alta calidad).5 Varias organizaciones han definido calidad con algunas diferen- cias. Considero que la definición más abarcativa podría ser la del IOM (Institute of Medicine, EE.UU.): el nivel con el cual los servicios de salud destinados a los individuos y las poblaciones aumentan la probabilidad de lograr los resultados deseados y son consistentes con el conocimiento profesional actual.6 Algunos conceptos en la definición son destacables. Con servicios de salud se alude, mediante una generalización, tanto a la práctica individual como a la grupal e institucional. A la vez, los destinatarios son individuos, grupos o la comunidad. Al decir que aumentan la probabilidad de obtener buenos resultados, se establece que éstos no pueden ser asegurados, ni resultarán idénticos en todos los individuos o poblaciones. Estos resultados deseados lo son tanto por el destinatario como por el servicio de salud, y aunque podrían no ser satisfactorios, se destaca que la probabilidad de que sí lo sean se incrementa cuando las prestaciones se realizan de acuerdo con el conocimiento profesional actual, en referencia a las mejores prácticas con respaldo en la evidencia y al reconocimiento de que el nivel de este conocimiento es también un límite a las probabilidades de brindar servicios que satisfagan el deseo de alivio y curación, natural en el paciente. En 1980, A. Donabedian, pionero en el estudio del tema, definió atención de la salud de alta calidad como el nivel de cuidado que se espera optimizará el bienestar del paciente, luego que se haya considerado el balance de ganancias y pérdidas de todas las partes que intervienen en el proceso de cuidado.7 Desprendemos de esta frase el objetivo del bienestar del paciente, pero en función de las relaciones costo:beneficio, ya que todo sistema de calidad contemplará que los recursos no son, ni serán, ilimitados. El concepto "calidad" se halla indisolublemente vinculado al concepto "costos" desde varias perspectivas. Si consideramos que mayor calidad implicará necesariamente un incremento de los costos, la inclinación a implementar programas de calidad se verá disminuida. Por el contrario, si los pasos iniciales de un programa de calidad se orientan a disminuir los costos derivados de procesos realizados con baja eficiencia o elevada cantidad de defectos, el programa producirá mejores resultados con potenciales ahorros. El cambio reciente más importante es el reconocimiento cada vez mayor acerca de la necesidad de responder a las preferencias y valores del paciente, y que la consideración de sus opiniones resulta un indicador principal del nivel de calidad entregado en 97 Volumen IV - Número 3 - Año 2006 la atención.8 El interés en la perspectiva de los pacientes y la población es consistente con las perspectivas de los médicos y sistemas de salud.1 Los profesionales han mostrado permanente preocupación por alcanzar la satisfacción de los pacientes,1 y el cambio reciente consiste en considerar que es más fácil alcanzar un nivel mayor de satisfacción cuando se indaga el nivel de este indicador en la fuente de información, el propio paciente. El cambio también consiste en considerar que la atención de la salud incluye las necesidades del paciente que no son expresadas por la evaluación sindromática tradicional, incorporando el entorno y las preferencias del paciente como elementos insoslayables del cuidado de la salud y la atención de la enfermedad. Los valores de la calidad Una vertiente para introducir los componentes esenciales del pensamiento de la calidad es enunciar los 8 principios básicos descriptos en la Norma ISO 9000.3 El objetivo de estos enunciados es conducir a la organización hacia una mejora en el desempeño, y su desarrollo constituye la base de la Norma IRAM-ISO 9001.9 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 98 Enfoque al cliente. Las organizaciones dependen de sus clientes y por lo tanto deberían comprender las necesidades actuales y futuras de los clientes, satisfacer los requisitos de los clientes y esforzarse en exceder las expectativas de los clientes. Liderazgo. Los líderes establecen la unidad de propósito y la orientación de la organización. Ellos deberían crear y mantener un ambiente interno, en el cual el personal pueda llegar a involucrarse totalmente en el logro de los objetivos de la organización. Participación del personal. El personal, a todos los niveles, es la esencia de una organización, y su total compromiso posibilita que sus habilidades sean usadas para el beneficio de la organización. Enfoque basado en procesos. Un resultado deseado se alcanza más eficientemente cuando las actividades y los recursos relacionados se gestionan como un proceso. Enfoque de sistema para la gestión. Identificar, entender y gestionar los procesos interrelacionados como un sistema contribuye a la eficacia y eficiencia de una organización en el logro de sus objetivos. Mejora continua. La mejora continua del desempeño global de la organización debería ser un objetivo permanente de ésta. Enfoque basado en hechos para la toma de decisión. Las decisiones eficaces se basan en el análisis de los datos y la información. Relaciones mutuamente beneficiosas con el proveedor. Una organización y sus proveedores son interdependientes, y una relación mutuamente beneficiosa aumenta la capacidad de ambos para crear valor. Este texto tratará de realizar algunos aportes que permitan comprender la aplicación de los 8 principios de la calidad en la actividad médica cotidiana. 1) La denominación de cliente para significar al paciente puede resultar incómoda en el lenguaje tradicional del médico y de la comunidad. Sin embargo, como destinatario de los servicios de salud, cliente es una buena concepción para los pacientes. Para los servicios de salud el paciente es el cliente clave. De acuerdo con la Norma IRAM 30200 el término cliente también puede aplicarse a alguno/s o a todos los siguientes, según sea el alcance del sistema de gestión de la calidad en el contexto de la organización:10 • los familiares o responsables legales del paciente; • las organizaciones que contratan la provisión de servicios de salud (p. ej., obras sociales, mutuales, empresas de medicina prepaga, compañías de seguros, aseguradoras de riesgo de trabajo); • otro profesional de la salud (p. ej., médico derivante o de cabecera); • la comunidad o una parte de ella. 2) El concepto de liderazgo puede aplicarse a la relación médicopaciente en forma individual, en la cual el paciente acude a la consulta para buscar un consejo, recibir educación en la adquisición de nuevos y mejores hábitos de vida, además de la expectativa de aliviar un síntoma o curar una enfermedad. Pero el concepto de liderazgo puede aplicarse a los equipos de trabajo, donde se debe reconocer que el mayor conocimiento o puntaje curricular no siempre convierte a un profesional en el mejor líder para la gestión de un servicio. La tarea esencial del líder es motivar al personal de su equipo para lograr los objetivos. Estos objetivos deberían ser conocidos por el equipo, para poder alinearlos con los de la organización. Es función del líder evaluar las actividades y ayudar a quien no alcanza los objetivos, así como facilitar la comunicación multidireccional. 3) El personal abarca a todos quienes trabajan en la organización. Los sistemas de calidad plantean considerar a los integrantes de una organización como el cliente interno, y en este sentido explorar y lograr su satisfacción tiene el mismo alcance que la satisfacción del cliente externo. 4) Todas las actividades pueden ser expresadas en forma de procesos. A través de un proceso la actividad transforma elementos entrantes en elementos salientes, que son los productos o servicios brindados al cliente. En la actividad médica los elementos entrantes son los conocimientos, las habilidades y la experiencia, actualmente denominados en conjunto como "competencia". El Aproximaciones a la calidad en la práctica nefrológica son generalmente desarrollados, con mayor o menor profundidad, por el médico en la atención de cada paciente; sin embargo, otros procedimientos como la confección de la historia clínica y otros procedimientos de documentación son mucho más resistidos, originando una variedad de inconvenientes. 5) Comprendidas las ventajas de ver la actividad como un proceso, nos acercamos a entender el conjunto de estos procesos como un sistema. Si bien la definición de sistema de gestión es fácilmente aceptable para una organización, esta visión es también adecuada para un consultorio médico, en el cual el proceso administrativo que abarca el manejo de la agenda de turnos, la recepción del paciente, la facturación a las entidades financiadoras y la cobranza, se integran al proceso asistencial y contribuyen a determinar el nivel de satisfacción del paciente, la secretaria y el propio médico. 6) Los conceptos anteriores se integran en la idea de la búsqueda de la mejora continua. El concepto de la actividad como un proceso permite realizar mejores estrategias de análisis para hallar las oportunidades de mejora, e implementar las acciones correctivas más convenientes. Hasta el improbable nivel de la perfección, todo proceso puede ser mejorado. proceso de la atención médica se realiza a través de procedimientos que son entrenados desde la etapa de formación de grado: el interrogatorio, el examen físico, la solicitud, realización y evaluación de los estudios complementarios, el diagnóstico, la comunicación de este diagnóstico y el eventual pronóstico, la orientación para realizar el tratamiento. Estos procedimientos 7) Un antiguo aforismo dice "creemos en Dios, todos los demás deberán aportar los datos". Las estrategias adecuadas de análisis entregan mediciones que permiten determinar el nivel del desempeño con objetividad. Cuando la gestión se basa en datos, las instrucciones surgen más precisas y con mayor probabilidad de cumplimiento. El liderazgo basado en mediciones objetivas produce ahorro en tiempos de análisis y en controversias fundamentadas en opiniones personales sin datos concretos. 8) La comprensión del octavo principio en función de la actividad asistencial nos hace reflexionar acerca de quiénes son los 99 Volumen IV - Número 3 - Año 2006 proveedores del médico. La respuesta se halla al realizar la pregunta ¿qué necesita el médico para desarrollar su labor? La materia prima es el conocimiento y las habilidades. En el caso de los especialistas o consultores, otra fuente de provisión está determinada por los médicos derivantes o generadores de interconsultas. Obviamente los proveedores de equipos e insumos en las prácticas que los requieren entran en esta categoría. La satisfacción de la relación entre derivante y consultor se logra estableciendo un adecuado procedimiento de referencia y contrarreferencia, el cual sin embargo es raramente implementado y muy poco utilizado en nuestro medio. Enfoque en procesos La aplicación de un sistema de procesos dentro de la organización, junto con la identificación e interacciones de estos procesos, así como su gestión, se denomina "enfoque basado en procesos". La ISO ha publicado un documento de orientación a los enfoques basados en procesos.11 Se define como proceso "el conjunto de actividades secuenciales que realizan una transformación de una serie de elementos entrantes (material, mano de obra, capital, información, etc.) en los elementos salientes deseados (bienes o servicios) añadiendo valor". El proceso es una actividad que utiliza recursos y que se gestiona con el fin de permitir que los elementos de entrada se transformen en resultados o productos. Estos resultados pueden tener como destinatarios a los clientes externos o internos de la organización. Frecuentemente el resultado de un proceso constituye directamente el elemento de entrada del siguiente proceso, cuando se entrega al cliente interno. En un sentido amplio el proceso se refiere a cómo se hacen las cosas y no a qué cosas se hacen en una organización. Un proceso no es más que la suce100 sión de pasos y decisiones que se siguen para realizar una determinada actividad o tarea. Las ventajas del enfoque basado en procesos radican en que se enfatiza la importancia de la comprensión y el cumplimiento de los requisitos, de cada una de las partes y del conjunto, y la necesidad de considerar los procesos en términos que aportan valor. Procesos clave Corresponden a las diferentes áreas de la organización que tienen impacto en el cliente creando valor para éste. Son las actividades esenciales de la organización, su razón de ser. Por ejemplo: • Atención de pacientes. • Cuidados de enfermería. Procesos de soporte Dan apoyo a los procesos clave que realiza la organización, no establece una jerarquía de importancia, ya que también pueden resultar imprescindibles. Por ejemplo: • Contratación y promoción del personal • Compras • Gestión económica y financiera La figura 1 muestra la interrelación de los procesos principales de acuerdo con la Norma IRAM-ISO 9000. Los requisitos de los clientes son la entrada principal para realizar el producto o brindar el servicio. Los otros elementos de entrada provienen de la gestión de los recursos que permiten la elaboración del producto. El proceso es continuamente monitoreado como parte del ciclo de mejora. El círculo se cierra en la responsabilidad de la dirección sobre todos los procesos. La alusión a todas las partes interesadas involucra, además de los clientes destinatarios del producto, a los accionistas o propietarios, los trabajadores, los pro- Aproximaciones a la calidad en la práctica nefrológica veedores y la sociedad en su conjunto. Este análisis parte del ciclo de Shewhart, difundido por E. Deming,4 conocido como el ciclo PHVA (o las siglas en inglés PDCA): Planificar - Hacer - Verificar - Actuar (Figura 2). Este ciclo constituye la expresión de una forma de pensar las actividades y las orienta hacia la mejora continua. 1. 2. 3. 4. La medición de la calidad 5. El objetivo primordial de un sistema de calidad es mejorar. Para poder mejorar el nivel de la calidad en cualquier aspecto es necesario obtener una cuantificación del estado actual, hallar los procesos o procedimientos que presentan dificultades o posibilidades de mejorar, diseñar o elegir las modificaciones, implementarlas, y luego medir el cambio en los indicadores. 6. 7. Hasta no hace mucho tiempo la valoración de la calidad de la actividad médica descansaba en el juicio profesional subjetivo, que permitía afirmar que se brindaba atención de alta calidad. Algunas instituciones monitorearon con cierta frecuencia sus resultados adversos, como la mortalidad o morbilidad infecciosa posquirúrgica. Esta situación muestra grandes cambios y se reconoce actualmente que la calidad varía mucho más de lo previamente estimado.12 Avedis Donabedian estableció que la calidad en el ámbito de la salud podía ser evaluada sobre la base de la estructura, los procesos y los resultados.7,13,14 La tabla 1 muestra los componentes de cada uno de estos aspectos. Existen pocas cosas relevantes que no puedan ser medidas de alguna manera. William Thomson, más conocido como Lord Kelvin, decía que la forma de incorporar conocimiento satisfactoriamente era a través de la medición. La necesidad de medir para conocer el estado en dos momentos cronológicamente separados por un período en el cual un cambio pudo haberse manifestado y evaluar la diferencia acaecida, requiere la adopción de indicadores. Los indicadores son las unidades cuantitativas de medida de un determinado aspecto de la estructura, proceso o resultado, utilizadas para monitorear, evaluar o mejorar la calidad, la efectividad o la eficiencia del desempeño. Son expresiones matemáticas, generalmente expresadas como cocientes de tipo tasa, proporción o razón (relación), aunque puede ser también un valor lógico (presente/ausente; sí/no). Muchas veces pueden utilizarse indicadores provenientes de guías de auditoría, bases de premios a la calidad y referencias bibliográficas, pero también frecuentemente deben ser diseñados para un propósito específico. Las características que deben reunir los indicadores son:15 8. El indicador debe ser relevante para el objetivo, representativo de aquello que desea el profesional o la organización actuante. El resultado deseado del indicador debería ser alcanzable con un cuidado adecuado, significando que el método para el proceso es posible y se halla controlado por el sistema de salud. La variación del indicador debería ser atribuible inicialmente al sistema y luego a la contribución del profesional actuante. La duración y magnitud de la variación del indicador deben ser consideradas. Como corolario, debe considerarse el equilibrio entre niveles y duraciones de resultados alternativos. Por ejemplo balance entre sobrevida y calidad de vida. Como otro corolario, la información de los indicadores relevantes debe estar disponible, lo cual no es fácil, especialmente cuando obtener la información requiere seguimientos prolongados. Cuando se midan las variaciones de los indicadores, deben registrarse las consecuencias de tomar actitudes, tanto como de no tomarlas, para obtener una imagen completa del desempeño. El resultado (indicador) no se considerará aislado del contexto y los recursos. Deben tenerse en cuenta los medios para alcanzarlos, a menos que los recursos sean ilimitados, lo cual habitualmente no es cierto. Cuando se usa apropiadamente, la medición tanto del proceso como de los resultados provee información válida. Las evaluaciones de los procesos son más sensibles que las de los resultados, porque un proceso inadecuado no siempre conducirá a un mal resultado,12 pero es muy improbable mejorar un resultado si no se modifica el proceso. El indicador es la unidad de medida común para el estado actual, el estándar y el objetivo. El estándar es el nivel de desempeño esperado y alcanzable, que se acepta como modelo o referencia. Este nivel se puede determinar como un parámetro interno de la organización, pero habitualmente se acepta el valor correspondiente a una convención, como el nivel deseable de presión arterial o colesterolemia. El estándar del proceso de atención de los pacientes con hipertensión arterial podría ser que el 60% (aunque parezca poco pretencioso) de los pacientes atendidos alcancen el nivel deseado de presión arterial al año de tratamiento, si se determina que este nivel se puede alcanzar con los recursos actuales, y es un valor deseable de acuerdo a los resultados actuales en otros ámbitos. El objetivo es un nivel deseado del indicador determinado por la organización o el profesional, en general igual o superior al estándar, que se desea alcanzar en un determinado período de tiempo. Continuando con el ejemplo anterior, el objetivo en la atención de los pacientes con hipertensión arterial con un año o más de tratamiento en una organización, puede especificar el deseo que el 101 Volumen IV - Número 3 - Año 2006 80% de los pacientes atendidos alcancen el nivel deseado de presión arterial al finalizar el año en curso. Si el objetivo se halla alejado del nivel actual, pueden fijarse niveles intermedios; por ejemplo, si la tasa actual de pacientes con el nivel de presión arterial es el 40%, es posible elegir una meta transitoria determinada por la propuesta de alcanzar el 50% en 6 meses, el estándar del 60% en un año, y el objetivo del 80% en 2 años. El Diabetes Quality Improvement Project (DQIP) es muy útil para ejemplificar estos conceptos. Este programa diseñó una serie de indicadores que se dividen en parámetros de responsabilidad del médico y parámetros de mejora de la calidad (Tabla 2).16 Los indicadores de la responsabilidad del médico evalúan el proceso (una conducta fue adoptada) o de resultados (se alcanzó un nivel de un parámetro); entre los primeros están la realización con la periodicidad establecida de la determinación de HbA1C y perfil lipídico, el examen oftalmológico y de pies y la evaluación de la presencia de nefropatía diabética; los indicadores de resultados evalúan si el paciente alcanzó los niveles de corte aceptados por el consenso que elaboró el protocolo, referidos a la HbA1C, LDL y presión arterial. Los indicadores de mejora de la calidad permiten evaluar la progresión histórica de los indicadores de resultados, contabilizando y comparando la cantidad de pacientes en los niveles de cada uno de los parámetros para cada período de evaluación. En la atención nefrológica ambulatoria, a modo de ejemplo y sin representar una propuesta exhaustiva, un programa de calidad podría considerar los siguientes indicadores, entre otros (Tabla 3). La Corporación RAND ha publicado un conjunto de indicadores para diversas condiciones.17,18 Aunque algunos de los niveles están desactualizados, es un conjunto numeroso que abarca condiciones de alta prevalencia y constituye una referencia muy útil para seleccionar y eventualmente adaptar indicadores. La medición reiterada de un indicador permite realizar el control estadístico del proceso. Los gráficos de control y la comparación de los valores obtenidos en diferentes momentos aportan los elementos necesarios para la gestión basada en datos. La publicación de R. G. Carey y R. C. Lloyd19 es la referencia habitual en este aspecto. La comparación de los indicadores entre distintos profesionales u organizaciones, y en especial con los que obtienen los mejores resultados, permite posicionarse frente a las posibilidades reales de las prestaciones. Esta comparación se denomina habitualmente benchmarking, aceptándose corrientemente la denominación en inglés. PICAM (Programa de Indicadores de Calidad de Atención Médica) es un programa de indicadores de calidad para establecimientos asistenciales que se desarrolla en forma asociativa entre ITAES (Instituto Técnico para la Acreditación de Establecimientos de 102 Salud) y SACAS (Sociedad Argentina para la Calidad en la Atención de la Salud). Está integrado, a partir del año 2005, al Programa de Acreditación que administra ITAES. Esta organización ha publicado una prueba metodológica de los indicadores del programa.20 Otras organizaciones publican indicadores y resultados como la Organización Mundial de la Salud. El informe de 2002 es una referencia muy valiosa para indicadores epidemiológicos de calidad de vida y salud mundial.21 Aplicaciones prácticas de la calidad en la práctica cotidiana Las referencias a la calidad en las actividades de producción y servicios son extremadamente frecuentes en la actualidad. Los médicos y las organizaciones de la salud mantienen en su mayoría una actitud que mezcla la expectación y el temor. Expectación porque la vocación por mejorar el nivel de su trabajo forma parte del deseo de la actividad de cuidado de la salud, posiblemente desde el enunciado del juramento Hipocrático, y acompaña al médico y al personal de salud en su conjunto desde su vocación primigenia. Pero también aparece el temor, ya que en nuestro país el concepto de auditoría adquirió un significado represivo y no educativo, que fue útil para vigilar o disminuir el costo de las entidades financiadoras mucho más que para elevar el nivel prestacional. Todas las referencias son unánimes cuando expresan que la calidad debe ir acompañada de la vigilancia y eventual disminución de los costos, pero fundamentalmente con mejoras en la satisfacción de los servicios y evitando los costos derivados de la no-calidad, que suelen ser muy elevados. Otro de los temores está producido por la falta de difusión de las actividades ligadas a la calidad en la actividad médica asistencial. Como toda actividad, la calidad tiene un léxico propio, con terminología que debe ser incorporada para vincularse amigablemente con ella. Algunos de estos términos tienen especial impacto, y recuerdo anecdóticamente la diferencia emotiva que produjo en cada labor que realicé en este campo al hablar de "oportunidades de mejora" en lugar de "errores" o "equivocaciones", e invitar a los equipos a pensar en las "acciones correctivas y preventivas" aliviando el temor ante dificultades propias inherentes a la realización de una actividad. De esta manera, cuando se inicia el contacto con la calidad y comienza la búsqueda por las herramientas que permitirán alcanzarla, debe destacarse que la herramienta básica de un proceso de implantación de un sistema de calidad es la educación de todos los niveles que intervienen en la actividad. Se debe insistir en la palabra "todos", para incluir desde la alta dirección hasta el personal con menor calificación o especialización. Aproximaciones a la calidad en la práctica nefrológica Una vez que se ha tomado la decisión de implementar alguna de las actividades ligadas a la calidad, se abre un menú de opciones. La habilitación es el requisito legal imprescindible para iniciar las actividades. Existe, en ocasiones, la necesidad de cumplir con los requisitos de algunas entidades financiadoras para poder estar incluido en su listado de prestadores. Desde hace algunos años se presentan intentos de categorización. En la página web del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires se pueden observar algunos requerimientos para la habilitación y categorización de Instituciones Polivalentes.22 En el caso de las instituciones polivalentes, la categorización se realiza por niveles de complejidad de la estructura. La categorización por resultados con implicancia en el nivel de percepción económica es muy resistida en nuestro país, pero muestra continuos avances en otros países.23,24 La acreditación es un procedimiento objetivo de evaluación de calidad que contempla aspectos de estructura, procesos y resultados, manteniendo los principios de ser una actividad voluntaria, confidencial y periódica, realizada por una entidad no vinculada al prestador. En nuestro país el ITAES (Instituto Técnico para la Acreditación de Establecimientos de Salud) desempeña esta actividad. En el ámbito nefrológico han sido acreditados los centros: FME Avellaneda; FME Mansilla; FME Hospital Alemán; FME Quilmes I; FME Martínez; FME Neuquén; FME Buenos Aires; FME Córdoba I; FME Córdoba II; FME Bahía Blanca; FME CEMIC Saavedra; FME Curuzú Cuatiá; FME Paraná "La Entrerriana" y GAMBRO San Miguel.25 La certificación es la comparación del sistema de la calidad implementado en una organización con los requerimientos de la norma y la subsiguiente entrega de un certificado que confirma que dicho sistema está de acuerdo con los requisitos de la norma. Esta certificación surge de una auditoría realizada por la entidad certificadora. Una organización dedicada a la prestación de servicios de atención de la salud puede certificar su sistema de gestión de calidad de acuerdo con los requisitos de la Norma IRAM-ISO 9001; hace poco se publicaron adicionalmente dos guías de interés para la nefrología. La Norma IRAM 30.200: Guía para la interpretación de la Norma IRAM-ISO 9001:2000 en organizaciones de salud, no es certificable y, tal como refiere su denominación, es la guía para certificar la Norma IRAM-ISO 9001 en organizaciones dedicadas al cuidado de la salud en cualquier orden, desde un consultorio hasta un organismo público. Una guía similar en el nivel internacional ha sido publicada por ISO.26 En la actualidad existen dos centros certificados bajo la Norma IRAM-ISO 9001: CER-Centro de Enfermedades Renales, Resistencia, Chaco; y Unidad Renal Sol La Falda, La Falda, Córdoba. La Norma IRAM-CADRA 9100, Buenas prácticas dialíticas, es una norma certificable específica para esta actividad, de reciente publicación, que abarca los requisitos tanto de la hemodiálisis como de la diálisis peritoneal. En la actualidad no son exigibles la acreditación de ITAES, ni la certificación de las Normas IRAM-ISO 9001 o IRAM-CADRA 9100; sin embargo, pueden desatacarse algunos beneficios resultantes de implementar y certificar estas normas. El más evidente es contar con el documento que certifica el cumplimiento de la norma, el cual puede representar una ventaja potencial en la contratación del servicio primario (la diálisis) o servicios secundarios (integrar grupos de investigación de protocolos multicéntricos). Sin embargo, el mayor beneficio de la implementación de un sistema de gestión de la calidad es que conduce a construir y desarrollar la calidad dentro del servicio, evitando costos derivados de la falta de calidad, reducción de costos operativos y desarrollando otras ventajas competitivas. Los beneficios surgen de la normalización de los procedimientos; cada persona conoce su función y la desarrolla de acuerdo con los requisitos expresados por la organización en su Manual de la Calidad, que abarca las tareas administrativas y las asistenciales. Algunos de los procedimientos administrativos son facturación (incluyendo la obtención de autorizaciones) y cobranzas, compras y pagos, gestión de los recursos humanos. Los procedimientos asistenciales podrían abarcar desde la relación con otras instituciones, potenciales derivantes, atención del paciente con enfermedad renal crónica predialítica, atención durante el período dialítico. La Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (C.A.D.R.A.) desarrolla un programa de calidad, que abarca varios de los centros de diálisis de nuestro país mediante tareas educativas, elaboración de protocolos, auditorías, y coordina esfuerzos por implementar actividades de mejora continua de la calidad prestacional.27 Otros esfuerzos fueron realizados por la Sociedad Argentina de Nefrología y el INCUCAI (Instituto Nacional Unico Coordinador de Ablación e Implante) para mantener un registro continuado de los pacientes en diálisis, que permitiera obtener estadísticas confiables referidas a esta actividad.28,29 Una experiencia con las herramientas clásicas de la mejora continua de la calidad En 1997 RTC Argentina conformó una red de centros de diálisis. Cada uno de estos centros desarrollaba sus actividades en forma individual, y la intención era homogeneizar los procesos a través de un programa de aseguramiento de la calidad. Se constituyó tempranamente un comité de calidad cuya función era lograr este objetivo y mejorar los resultados, sin afectar el desempeño de cada unidad, las cuales en su mayoría continuaban siendo dirigidas por sus anteriores responsables-propietarios. La implementación de un programa de mejora de la calidad dirigido a la actividad asistencial se realizó de acuerdo con la estrategia de resolución de problemas (Figura 3). 103 Volumen IV - Número 3 - Año 2006 Existen varias descripciones de esta estrategia, sin embargo en todas ellas se advierte la interrelación con el ciclo PHVA. Una breve narración secuencial resume trabajos previamente presentados.30-35 La descripción de las herramientas mencionadas sería demasiado extensa, y para ampliar estas características pueden consultarse el Manual de Calidad de J. Juran36,37 información accesible en Internet en varios sitios que alcanza cualquier buscador.38,39 Planificar 1. La organización decidió implementar un programa de mejora de la calidad asistencial para homogeneizar los procedimientos y mejorar los resultados 2. A tal fin se conformó un Comité de Calidad, con representantes regionales que permitía interpretar características locales. 3. Utilizando la estrategia "Lluvia de ideas" el Comité decidió generar instrumentos que permitieran a los directores médicos de los centros relevar los datos de tal manera que pudieran visualizar los principales inconvenientes en cada centro, brindando ayuda adicional en caso de ser requerida. 4. Se adaptaron guías de práctica dialítica existentes, y cuando no estaban disponibles se redactaron documentos específicos. La adaptación se realizó analizando si las guías eran apropiadas a los procedimientos y objetivos de la red, empleando diagramas de causa-efecto. 5. En la guía se establecían los estándares y objetivos, de acuerdo a la bibliografía disponible y a las posibilidades locales. 6. Se confeccionaron flujogramas para la visualización rápida de los procedimientos. Partiendo del nivel para el indicador principal de resultados, estándar para el aspecto evaluado, el flujograma proveyó un instrumento de análisis que permitía ver las oportunidades de mejora para cada paciente. 7. Se confeccionaron listas de control para cada aspecto con los principales indicadores de proceso y de resultado, en la cual debían incluirse todos los pacientes que no alcanzaban el objetivo. En la tabla XX se puede observar ejemplos de estos indicadores. Las listas de control se completaban con niveles lógicos, indicando los pacientes que no cumplían o no alcanzaban el indicador de proceso o de resultados respectivamente. Hacer 8. Una vez relevado el conjunto, a partir de las listas de control se confeccionaron diagramas de Pareto, que resumían los indicadores de cada unidad. Con esta herramienta se pudieron seleccionar las oportunidades de mejora que eran más relevantes para cada unidad. Por ejemplo, en la evaluación del cumplimiento del estándar de adecuación dialítica, una determinada unidad podía tener predominante dificultad con los accesos vasculares, o en la orientación de las agujas de punción, en tanto otra podía usar frecuentemente diali104 zadores inadecuados para el paciente. Los procedimientos y sus correspondientes flujogramas orientaban a la selección de las acciones correctivas apropiadas para cada centro. Verificar 9. La evolución de los indicadores de resultado se monitoreaba mensualmente, en tanto el conjunto de indicadores se monitoreaba en forma semestral/anual. Al año de implementado el primer relevamiento los indicadores habían mostrado evolución favorable. 10. Los integrantes del comité de calidad visitaban los centros para realizar auditorías pedagógicas, en especial cuando el centro demandaba ayuda adicional. La orientación de estas visitas era facilitar la implementación de los procedimientos cuando las actividades del centro se apartaban de las especificaciones. Actuar 11. Con los indicadores de resultados se realizaba trimestralmente un resumen del centro y de la red, distribuyendo gráficos de benchmarking interno de la red, con los resultados de todos los centros. Esta herramienta de comparación establecía una competencia positiva para alcanzar y superar los estándares de la empresa. Se estimulaba la mejora destacando los mejores niveles para cada uno de los aspectos, independientemente de si alcanzaban los objetivos. 12. La repetición del ciclo permitía a los centros hallar las oportunidades de mejora más relevantes en cada circunstancia, ya que la adopción de acciones correctivas que mejoraban los aspectos inicialmente más destacados podían variar las necesidades. De esta manera la necesidad inicial de un centro podía ser mejorar la dosis de diálisis, y luego de mejorar este aspecto su problema principal podía ser el manejo de la anemia. La implementación de este programa permitió obtener diferencias significativas en 2 de los procesos, adecuación de diálisis y manejo de la anemia, habiéndose demostrado que resultó una estrategia idónea para conducir una red asistencial conformada por equipos con idiosincrasias diferentes. Conclusiones La revisión de los temas vinculados a la calidad se puede enfocar de maneras diversas. Esta comunicación pretende acercar algunos conceptos que son fundacionales al momento de resultar motivado por esta corriente. Uno de los objetivos principales consistió en transmitir que la calidad es un estilo de pensamiento y conducción de las actividades. Otro de los objetivos fue intentar demostrar que la calidad no es un hallazgo o accidente Aproximaciones a la calidad en la práctica nefrológica ni una posibilidad fortuita, sino que resulta del diseño y acciones especialmente destinadas a encontrarla. Existen varias vías para acceder a un sistema de gestión de la calidad. Una posibilidad es el diseño individual del sistema, otras alternativas contemplan el alineamiento con las pautas de normas o premios, cuyos enunciados resultan orientadores. En todos los casos la revisión de las experiencias publicadas facilitarán el recorrido y la obtención de resultados con adecuada relación costo:beneficio. Un último objetivo de este trabajo es ayudar a pensar el cuidado de la salud como un servicio que tiene un cliente principal, el paciente, y que lejos de menoscabar la relación médico-paciente cuando se la considera en términos de proveedor-cliente, esta corriente de pensamiento permite realizar un enfoque centrado en el paciente, con lo que se incrementa la satisfacción del paciente y el equipo de salud. Bibliografía 1. Blumenthal D. Quality of care, 1: what is it? N Engl J Med. 1996;335: 891-894. 2. Diccionario de la Real Academia Española. Disponible en http://www.rae.es/. Último acceso 2 de marzo de 2006. 3. Norma Argentina IRAM-ISO 9000. Sistemas de gestión de la calidad Fundamentos y vocabulario. Primera edición 30/05/2001. 4. Wortman B. Quality management techniques. In: CQE Primer. Quality Council of Indiana, IN, USA, 6th Edition, 1999. 5. Blumenthal D, Scheck AC (eds). Improving clinical practice: total quality management and the physician. 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