Download Revista digital de Ecografía Clínica
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
E u ro E c o Revista digital de Ecografía Clínica Caso clínico Quiste de Baker 1Francisco Javier Panadero Carlavilla, 1Pablo Gómez González del Tánago, 2Eugenio Cerezo López, 3Francisco Javier Minaya Bernedo, 3Cristina Cortés León, 1Elva Elena Ortega Polar 1Centro de Salud de Villanueva de la Cañada- 2Unidad de Ecografías. Clínica América- 3Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Puerta de Hierro Madrid Mujer de 54 años de edad, remitida por dolor intermitente, de características mecánicas y de varios años de evolución en la región poplítea derecha; no mejora con antiinflamatorios no esteroideos. En la exploración no se refleja la existencia de hematomas ni crepitación en ese punto. Existe tumefacción en la región poplítea derecha con respecto al hueco poplíteo contralateral. No hay dolor ni resaltes óseos. Prueba de Lachmann, maniobras meniscales y bostezos negativos. A la vista de la sospecha de quiste de Baker, se solicita ecografía del hueco poplíteo, que se realiza en nuestro Centro de Salud. En la ecografía se observa un quiste de Baker que ocupa la práctica totalidad del compartimento pósteromedial de la rodilla derecha. Se realiza punción-evacuación del mismo mediante aspiración con aguja de 22G, previa infiltración de 2 cc de scandicaína al 2 % en los planos cutáneos. El procedimiento se lleva a cabo sin complicaciones y se obtienen 12 cc de líquido sinovial ambarino de aspecto mecánico. En el vídeo 1 se muestra la secuencia completa: punción del quiste, aspiración del contenido y reubicación de la aguja para finalizar el proceso. VÍDEO 1 La enferma es citada en la consulta al cabo de dos semanas. Se encuentra asintomática y en la ecografía de control del hueco poplíteo derecho ya no se observa la presencia de quiste de Baker. COMENTARIO El quiste de Baker es un acúmulo de líquido sinovial en la región póstero-medial de la rodilla, en la bursa gastrocnemio-semimembranosa, o bien una herniación de la Marzo, 2013 Volumen 4, número 1 porción posterior de la cápsula articular en la que se acumula líquido sinovial a tensión. Clínicamente se manifiesta como dolor de características mecánicas, de manera continua o intermitente. La forma de presentación más frecuente es la aparición de una tumefacción en el hueco poplíteo, acompañada de dolor en la región posterior de rodilla y en la sural1. En la exploración se puede palpar una tumefacción en el hueco poplíteo afectado, que aumenta de tamaño y de consistencia con la extensión de la rodilla (signo de Foucher). Diversos factores patogénicos condicionan la aparición del quiste poplíteo: • Existencia de una comunicación entre la cápsula articular y la bursa gastrocnemio-semimembranosa, con un efecto de válvula que hace que el quiste se llene y no se vacíe, o lo haga de manera incompleta, lo que implica una diferencia de presión entre la articulación y la bursa. • Presencia de una patología subyacente que genera la producción de líquido sinovial, de manera que determinadas enfermedades (artrosis, enfermedades inflamatorias del tejido conectivo, artritis reumatoide, síndrome de Reiter, gota, condrocalcinosis, sinovitis villonodular pigmentada, lesiones meniscales, traumatismos…) favorecen la aparición del quiste de Baker. En este sentido podemos considerarlo un “aviso” de que algo no funciona adecuadamente en esa rodilla, de que existe un desarreglo interno en la misma2. En diversos estudios se ha observado que la enfermedad más frecuentemente asociada a la aparición de quiste de Baker es la artrosis (50 %), especialmente las formas avanzadas; y en segundo lugar la artritis reumatoide (20 %). Existe también una correlación entre la presencia de quiste de Baker y lesiones meniscales, especialmente en pacientes jóvenes3, y parece más habitual en pacientes de edades avanzadas (50 % en personas de 50-90 años, 25 % de los pacientes de 30-50 años)4. Si se produce la rotura del quiste, el líquido en él retenido se extravasa y ocasiona la disección de los tejidos circundantes, lo que provoca una reacción inflamatoria, edema de la región sural, dolor, impotencia funcional, aumento del calor y del rubor local, y en ocasiones fiebre y leucocitosis (síndrome pseudotromboflebítico). Esta situación suele ocurrir con mayor frecuencia si la patología de base es una enfermedad inflamatoria. Exploración ecográfica La exploración ecográfica debe comenzar en la región Panadero Carlavilla FJ, Gómez González del Tánago P, Cerezo López E, Minaya Bernedo FJ, Cortés León C, Ortega Polar EE. Quiste de Baker. EuroEco 2013;4(1):12-14. 12 EuroEco más proximal y central de la pierna, en un corte axial, hasta visualizar la musculatura regional. Debe llevarse a cabo con el paciente en decúbito prono y la rodilla ligeramente flexionada (es suficiente una almohada debajo del tobillo), ya que en extensión completa puede suceder que los tendones del semimebranoso y del gemelo medial presionen el cuello del quiste y eviten su observación. Una vez localizados ambos gastrocnemios y el sóleo, se desplaza la sonda en sentido medial y proximal hasta alcanzar el hueco poplíteo. Se visualiza el tendón del semimembranoso (medial) y el tendón del gemelo interno (lateral respecto del anterior). Considerando que ambos no se sitúan paralelos en el mismo plano, es posible encontrar alguno de ellos con un aspecto falsamente hipoecoico debido a la anisotropía (artefacto frecuente en ecografía músculo-esquelética, que se presenta cuando el haz de ultrasonidos no incide perpendicularmente a la estructura que se explora y genera una falsa imagen hipoecoica). Entre ambos tendones se encuentra una colección encapsulada anecoica, que corresponde al quiste de Baker5; su aspecto ofrece la típica imagen en herradura (figura 1). Es posible encontrar en el hueco poplíteo otras formaciones patológicas, como liposarcomas, quistes meniscales extruidos y desplazados, aneurismas de la arteria poplítea... Sin embargo, el hallazgo de una colección líquida anecoica encapsulada, con un “cuello” localizado entre los tendones del semimembranoso y del gastrocnemio medial, ofrece una sensibilidad y especificidad del 100 % para el diagnóstico de quiste de Baker9. Figura 2.- Corte longitudinal. Se observan algunos septos intraquísticos. Figura 1.- Corte axial. Tendones de los músculos semimembranoso (SMB) y gastrocnemio medial (GM); entre ambos se observa el “cuello” del quiste de Baker. Ahora se debe girar la sonda hasta obtener un corte longitudinal, lo que permite evaluar el tamaño y la extensión del quiste, y sobre todo visualizar el extremo inferior, habitualmente redondeado (figura 2). El signo ecográfico de ruptura es el afilamiento del extremo distal (en forma de “punta de lápiz”). Si existe líquido entre el gemelo y la fascia superficial se debe concluir que se ha producido la disección tisular tras la rotura quística6. En la región intraquística podemos encontrar septos (hiperecoicos) en quistes multilobulados, o cuerpos libres intraarticulares (condrales, hiperecoicos)7. En el caso de artritis reumatoide y enfermedades similares, se puede hallar hipertrofia (engrosamiento hiperecoico de las paredes) e hipervascularización de la sinovial, ecográficamente visible con el doppler8. Conclusiones El presente caso ilustra las posibilidades que ofrece el uso de la ecografía músculo-esquelética en nuestras consultas de atención primaria. La práctica ausencia de tiempos de espera, la comodidad del paciente, la resolución de problemas, la posibilidad de determinar la existencia o no de otras patologías potencialmente graves y, por tanto, la opción de derivar de manera urgente o preferente a las consultas de atención especializada, están al alcance de nuestra mano. Pensamos que la ecografía músculo-esquelética supone una herramienta extremadamente útil y muy eficaz si se emplea tras un entrenamiento adecuado en el ámbito de la atención primaria. El uso de la ecografía en la valoración de la patología músculo-esquelética se inició en la década de los 90 tras la comercialización de sondas de alta frecuencia (7,5-20 MHz), que ofrecen la posibilidad de una mayor resolución y, de este modo, de una adecuada visualización de estructuras musculares, tendinosas, ligamentosas, bursas, cápsulas articulares, entre otras, localizadas más superficialmente10-13. Desde entonces su uso se ha extendido de manera progresiva e imparable en el ámbito de diversas especialidades médicas (radiodiagnóstico, reumatología, rehabilitación, medicina deportiva...) debido a que se trata de una técnica rápida, eficaz, inocua, de fácil acceso, repetible, barata, que permite un examen en tiempo real, dinámico y comparativo con estructuras contralaterales sanas; ello proporciona innegables ventajas comparado con otras técnicas. Su utilización en atención primaria no está tan extendida como sería deseable, ni como lo está el uso de la k Panadero Carlavilla FJ, Gómez González del Tánago P, Cerezo López E, Minaya Bernedo FJ, Cortés León C, Ortega Polar EE. Quiste de Baker. EuroEco 2013;4(1):12-14. 13 EuroEco ecografía abdominal. Debería ser un elemento diagnóstico e incluso terapéutico de uso habitual en las consultas de los médicos generales si consideramos los tiempos de espera de nuestros pacientes desde que solicitamos una ecografía hasta que se realiza dicha prueba en el servicio de radiodiagnóstico correspondiente (o en la unidad concertada al efecto, dada la saturación de los servicios de radiodiagnóstico de los hospitales de la red asistencial pública) y más tarde hasta que el especialista correspondiente recibe los resultados y puede orientar la patología del enfermo. Según algunos estudios, permite evitar derivaciones innecesarias hasta en 75 % de los casos, así como disminuir los tiempos de espera de los pacientes que precisen una derivación a consultas de especialidades; y desde luego facilita la aplicación de métodos terapéuticos en nuestras propias consultas14. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. De Miguel E, Cobo T, Martín-Mola E. Quiste de Baker: prevalencia y enfermedades asociadas. Rev Esp Reumatol 2004;31: 538-42. 2. Fernández Prada M, Ossorio Castellanos C. Dolor en cadera y rodilla. Disfunción de las estructuras internas de la rodilla. En: Alonso Ruiz A, Álvaro-Gracia JM, Andreu Sánchez JL, et al (eds). Manual SER de las enfermedades reumatológicas. 3ª edición. Madrid: Panamericana 2000; pág 610. 3. Nicholas JA, Freiberger RH, Killoran PJ. Double contrast arthrography of the knee. J Bone Joint Surg 1970;52A:203-20. 4. Wolfe RD, Collof B. Popliteal cyst. J Bone Joint Surg 1972; 54A:1057-63. 5. Crass JR, Van de Vegte GL, Harkavy LA. Tendom echogenicity: ex vivo study. Radiology 1988;167:499-501. 6. Naredo Sánchez E, Usón Jaeger J. Indicaciones de la ecografía de alta frecuencia en la patología de cadera, rodilla y pie. En Curso de Ecografía del Aparato Locomotor. Febrero-abril 2012. Madrid Médico. 7. Lin J, Fessell D, Jacobson JA, Weadock WJ, HJayes CW. An illustrated tutorial of Musculoskeletal Sonography: part 3, Lower extremity. AJR 2000;175:1316-7. 8. Ward et al. Songraphic detection of Baker’s Cysts: Comparison with MR imaging. AJR 2001;176:377-80. 9. Martinoli C, Bianchi S. Ultrasound of the musculoskeletal system. Springer Verlag. Berlin 2007; pág 705-10. 10. Gutiérrez F, Naredo E. Estudio ecográfico del hombro. Rev Esp Reumatol 1996;23:235-40. 11. Martinoli C, Bianchi S, Derchi L. Tendom and nerve sonography. In: Van Holsbeeck M (ed). Radiologic Clinics of North America: Musculoskeletal Ultrasound. WB Sanders Company 1999:37;691-711. 12. Uson J, Mayordomo L. Ecografía del codo y la muñeca. Exploración e indicaciones. Rev Esp Reumatol 1996:23;241-5. 13. Alva Linares M, Bouffard JA. Ecografía musculoesquelética. Rev Peruana Reumatol 2001;7(2). 14. Gómez Montes C, Rez Idígoras MI, Calderón Durán A, Medina Cáliz I, Ortega Trudela G, Castillo Narváez E. Ecografía en atención primaria: evaluación de tiempos de espera. Comunicación presentada en el XII Congreso Internacional de Ecografía Clínica. EuroEco 2011;2:2-5. k Panadero Carlavilla FJ, Gómez González del Tánago P, Cerezo López E, Minaya Bernedo FJ, Cortés León C, Ortega Polar EE. Quiste de Baker. EuroEco 2013;4(1):12-14. 14