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Contenido
I. Calidad de vida en pacientes con
Enfermedad Inflamatoria Intestinal:
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• ImpactodelaEnfermedadInflamatoriaIntestinalenlavida
sexualdelospacientes
Enfermera Laura Marín Sánchez
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• Consejossobrevacunaciónyviajesparalospacientescon
EnfermedadInflamatoriaIntestinal(EII)
Dra. Begoña Casis Herce
II. Diagnóstico y tratamiento:
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• AnemiaenlaEnfermedadInflamatoriaIntestinal(EII)
Dra. María Navajas Laboa y Dr. José Luis Cabriada Nuño
III. Papel e importancia de la Enfermería en una unidad
de día de Enfermedad Inflamatoria Intestinal
Enfermero Jorge Funuyet Guirado
Consejo editorial
ENFERMERÍA:
Dr. Federico Argüelles Arias
Hospital Universitario Virgen Macarena, Sevilla
D. Jorge Funuyet Guirado
Hospital Universitario Virgen de Valme, Sevilla
Dra. Pilar Martínez Montiel
Hospital 12 de Octubre, Madrid
Dr. José Luis Cabriada Nuño
Hospital Galdakao - Usansolo, Galdakao Vizkaya
Dña. Laura Marín Sánchez
Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, Badalona
Con la colaboración de ACCU España
5449_MSD
ESP_v17
ediCión y CoordinaCión
PRODUCCIÓN EDITORIAL:
© EUROPA PRESS
Diseño editorial: Europa Press
COPYRIGHT 2012
Esta literatura refleja las opiniones y hallazgos propios de los autores y no son necesariamente los de Merck & Co., Inc.,
ni los de ninguna de sus afiliadas. El contenido que se proporciona en esta literatura es información general. En ningún caso debe
sustituir ni la consulta, ni el tratamiento, ni las recomendaciones de su médico.
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impaCto de la enfermedad inflamatoria intestinal
en la vida sexual de los paCientes
enfermera laura marín sánChez
Hospital Universitario Germans trias i pUjol. Badalona
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)
como otras enfermedades crónicas causa una
alteración en la calidad de vida de las personas
afectadas por esta patología. Esta alteración
adquiere cada vez más importancia dentro de
la investigación clínica e incluso en la práctica
clínica diaria. La vida sexual es uno de los principales factores que influyen en la calidad de
vida de los pacientes.
En 1994, en el XIV Congreso Internacional de
Sexología se aprobó la Declaración de los
Derechos Sexuales. Este documento incluyó
entre los “derechos humanos fundamentales
y universales” el derecho al placer sexual,
afirmándose que “el placer sexual, incluyendo
el autoerotismo, es una fuente de bienestar
físico, psicológico, intelectual y espiritual”.
Por tanto, los aspectos sexuales deberían ser
siempre evaluados entre los parámetros de la
calidad de vida. Por otra parte, y teniendo en
cuenta que la EII suele manifestarse en adolescentes o adultos jóvenes y que coincide con
el inicio de las relaciones de pareja, podemos
pensar que la vida sexual de los pacientes
puede verse afectada en muchos casos desde
su inicio, como consecuencia de la sintomatología de la EII y de una mala adaptación psicológica a ésta.
A pesar de que el derecho
a una vida sexual
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El derecho a una vida sexual
plena y sana es un aspecto que
se ha tenido poco en cuenta al
evaluar estas enfermedades.
sanitarios del Hospital Germans Trias i Pujol de
Badalona y del Hospital de la Santa Creu y Sant
Pau de Barcelona, decidimos llevar a cabo un
estudio con el objetivo de evaluar el impacto de
la EII sobre la vida sexual, comparando distintos
parámetros antes y después del diagnóstico de
la enfermedad, y comparando las alteraciones
en la vida sexual de los pacientes con las alteraciones de un grupo de individuos sanos.
plena y sana es un derecho fundamental y que el
placer sexual es uno de los principales factores que
influyen en la calidad de vida, es un aspecto que se
ha tenido poco en cuenta al evaluar estas enfermedades. De hecho, en los índices que se utilizan para
evaluar la actividad de la enfermedad e incluso la
calidad de vida de los pacientes, son muy escasos
los ítems que hacen referencia a la vida sexual.
Igualmente los estudios publicados al respecto son
muy limitados y en nuestro país casi inexistentes.
La mayoría de los estudios que evalúan problemas
sexuales se centran en la disfunción sexual tras la
cirugía. Los resultados de estos estudios son muy
heterogéneos, si bien parecen apuntar hacia una
buena adaptación tras una ileostomía y cierta disparidad de resultados cuando se evalúan las alteraciones sexuales tras cirugía pélvica.
Por todo lo mencionado y viendo la escasa información sobre el tema un grupo de profesionales
Realizamos un cuestionario diseñado específicamente para este proyecto en el que se adaptaron
los ítems utilizados en el Índice Internacional de
la Función Eréctil (para los hombres) y el Índice
de Función Sexual Femenina (para las mujeres)
a los principales problemas físicos y psicosociales que pueden presentar las personas que
padecen EII. El cuestionario incidía en distintos
aspectos de la vida sexual tanto de forma general como de forma comparativa respecto al antes
y después del diagnóstico. La encuesta también
incluía datos epidemiológicos y sociolaborales
(género, edad, ámbito de residencia, status laboral, nivel de estudios) y propios de la EII (edad
al diagnóstico, tipo de EII, tratamientos quirúrgi-
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cos realizados, tratamientos médicos seguidos,
necesidad de ingresos hospitalarios,...).
La encuesta se realizó a través del correo
postal de forma anónima y la contestaron 405
pacientes (202 mujeres y 153 hombres) y 200
voluntarios sanos (127 mujeres, 73 hombres).
Al evaluar los cuestionarios se concluyó que como
era esperable tanto por el efecto potencial de la
EII y su tratamiento como por el mero paso del
tiempo, muchos de los pacientes manifestaron un
empeoramiento de su vida sexual tras el diagnóstico, siendo anecdótico el número de pacientes
que referían una mejora de su sexualidad. Entre
los varones, dos tercios afirmaron que el diagnóstico de la EII no afectó a su vida sexual. Sin
embargo, casi la mitad de las mujeres confesaron
que tanto el deseo como la satisfacción sexuales
habían empeorado tras el diagnóstico de la EII. Los
motivos aducidos a este empeoramiento fueron el
malestar general, la debilidad, el dolor abdominal,
diarreas y escapes, sentirse deprimido y en el caso
de las mujeres los cambios en la imagen corporal
producidos por la propia enfermedad (delgadez,
tez pálida, etc.) por la cirugía (cicatrices, ostomías,
etc.) o por efectos adversos de los tratamientos
como los producidos por los esteroides. Al comparar la vida sexual de los pacientes con la de la
población sana vimos que los hombres afectos de
EII no parecen tener un mayor riesgo de disfunción
sexual, en cambio las mujeres con EII presentan
con frecuencia disfunción de la sexualidad de forma más frecuente que la población general. En
todo caso en los pacientes que sí presentan una
disfunción sexual se asocia a factores relacionados con la propia EII (tener enfermedad de Crohn y
la necesidad de esteroides) en el caso de las mu-
Los hombres afectos de EII no
parecen tener un mayor riesgo
de disfunción sexual, en cambio
las mujeres con EII presentan
con frecuencia disfunción de la
sexualidad de forma más frecuente
que la población general.
jeres, pero no en varones, en los que la depresión
y la diabetes son los factores que se asocian a la
alteración de la función sexual masculina.
Tras realizar el estudio nos dimos cuenta que hay
trabajo por hacer respecto al tema, y que si realmente queremos dar una atención integral a los
pacientes no debemos dejar de lado un aspecto tan
importante de sus vidas como es su salud sexual.
El estudio sirvió en nuestro caso para abrir una
puerta hacia un tema, que aún estando en el siglo
XXI, sigue siendo tabú para muchos. Los pacientes, aunque animo a que lo hagan, generalmente
no plantean la sexualidad de forma abierta en la
consulta de su médico. El sexo sigue siendo, en la
actualidad, un tema lleno de prejuicios y desinformación que hace que no se trate con naturalidad,
por eso todos, tanto los profesionales sanitarios
como los pacientes debemos hacer un esfuerzo
en abordar el tema para mejorar la calidad de vida
de las personas que padecen una EII.
Los pacientes generalmente no
plantean la sexualidad de forma
abierta en la consulta de su médico.
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Consejos soBre vaCunaCión y viajes para los paCientes
Con enfermedad inflamatoria intestinal (eii)
dra. BeGoÑa Casis herCe
HOSPITAL 12 DE OCTUBRE. MADRID
Recientemente se han publicado muchos trabajos
sobre la importancia de las infecciones en los pacientes con EII y su prevención, debido a que la enfermedad y los tratamientos pueden disminuir los
mecanismos de defensa frente a los gérmenes.
VACUNACIÓN:
En los últimos años la mayoría de las sociedades científicas y expertos en la enfermedad se
muestran partidarios de realizar programas de
vacunación en los pacientes adultos con EII. Las
recomendaciones generales sobre vacunación
en estos casos deben adaptarse a las específicas de cada país. Se aconseja realizar un estudio
serológico, en la visita inicial para saber si el
paciente con EII ha pasado las enfermedades
propias de la infancia, ha cumplido y actualizado
el calendario vacunal, la hepatitis y la tuberculosis. En lo posible la vacunación es conveniente
realizarla antes de iniciar el tratamiento inmuno-
supresor (IS) o biológico. La mayoría de las vacunas están permitidas en los adultos con EII, por
estar preparadas con proteínas o virus muertos;
sin embargo las vacunas realizadas con virus
vivos están contraindicadas en los pacientes inmunosuprimidos tratados con corticoides o biológicos (Tablas 1 y 2). Las vacunas preparadas
con gérmenes vivos no deben administrarse
hasta pasados tres meses desde la supresión
de la terapia inmunosupresora. La eficacia de
la vacunación debe comprobarse mediante la
determinación de análisis serológicos periódicos, ya que, en ocasiones hay que volver a administrar dosis de recuerdo o vacunar con dosis
doble hasta alcanzar la protección suficiente.
VIAJES:
La incidencia de las infecciones en los pacientes con EII que se desplazan a los países en
vías de desarrollo, es desconocida, sin embar-
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Tabla 1. Vacunas recomendadas para los pacientes adultos con EII
VACUNA
Tétanos, difteria
Hepatitis B
Neumococo
Influenza (gripe)
Poliomielitis
Hemofilus Influenza B
Papiloma humano
Tosferina
Varicela
Sarampión, parotiditis y rubeola
INDICACIÓN EN EII
Recomendada
Recomendada
Recomendada
Recomendada
Recomendada
Autorizada
Autorizada
Autorizada
Contraindicada en inmunosuprimidos
Contraindicada en inmunosuprimidos
PAUTA
Cada 10 años
Simple o doble dosis
Cada 5 años
Anual
Cada 10 años
Dosis única
Según país
Cada 10 años
Tabla 2. Vacunas recomendadas antes de realizar viajes a paises en vías de desarrollo
VACUNA
Hepatitis A
Meningococo
Rabia
Encefalitis japones
Encefalitis transmitida por garrapatas
Fiebre amarilla
Tifoidea
Cólera
INDICACIÓN EN EII
Autorizada (virus inactivados)
Autorizada
Autorizada (derivada del cultivo celular)
Autorizada (virus inactivados)
Virus inactivado (usar con precaución)
Virus vivos atenuados: contraindicada con IS
Oral: (Bacteria viva) contraindicada con IS
Parenteral (inyectable): Autorizada
Oral: (Virus muertos) usar con precaución
Oral: (Virus vivos) contraindicada con IS
IS: Inmunosupresor
go es posible que los síntomas de la enfermedad
se exacerben como consecuencia de las infecciones intestinales, por lo que se requiere información y prevención adecuadas antes de iniciar
el viaje. El viajero diagnosticado de EII deberá informarse sobre si el país al que se va a desplazar
requiere vacunas especiales (Tabla 2) o toma
de medicamentos preventivos (profilaxis) para
determinadas enfermedades como el paludismo.
Para ello puede dirigirse a su médico de EII, que
le pondrá en contacto con el Servicio de Medi-
cina Preventiva de su hospital, o consultar en
el Ministerio de Sanidad, o en la Embajada del
país correspondiente. Debe preparar sus documentos sanitarios, para asegurar la cobertura
médica durante el viaje, y los informes clínicos,
donde conste la enfermedad que padece, el
tratamiento que toma y si tiene alguna alergia
medicamentosa o intolerancia alimentaria. Es
conveniente informarse de las condiciones climáticas del país para llevar la ropa y el calzado adecuados.
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Se proveerá de un botiquín mínimo, como cualquier viajero, que incluya unos fármacos generales (Tabla 3), el tratamiento específico para la EII
y el de otras enfermedades que padezca. Además de las vacunas específicas recomendadas
para cada país y de los medicamentos preventivos para determinadas enfermedades, es conveniente informarse sobre un problema frecuente
en los desplazamientos, la diarrea del viajero.
Consiste en la presencia de diarrea, a veces con
nauseas, vómitos, malestar, fiebre, dolor abdominal y sangre en las heces. Generalmente se
produce por virus o bacterias y generalmente
se trata de episodios leves y de corta duración
(1-5 días). Sin embargo, a veces es más grave y
puede provocar deshidratación o empeoramiento
de otras enfermedades que el paciente padece
como la EII, la diabetes o insuficiencia renal, por
lo que hay que informarse sobre su prevención y
tratamiento (Tabla 4). Se desaconseja el desplazamiento a países de riesgo si se está en brote
moderado o grave de la EII, si no se puede garantizar la adecuada atención sanitaria, y en los
casos en que sean obligatorias vacunas como la
de la fiebre amarilla y que no puedan administrarse al paciente por estar éste con tratamiento
inmunosupresor. Tras el viaje conviene realizar
una revisión médica, especialmente si ha habido
síntomas de diarrea o fiebre.
Tabla 3. Botiquín del viajero
� Protector solar
� Crema antibiótica para herida y picaduras
� Tiritas, gasas
� Repelente de mosquitos
� Analgésicos
� Pastillas para el mareo
� Medicación habitual
� Sobres de rehidratación oral
� Antihistamínicos*
� Antidiarreicos*
� Corticoides*
� Antibióticos*
* Bajo indicación médica
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Tabla 4. Consejos sobre prevención y tratamiento de la diarrea del viajero
Consumir agua embotellada (no tomar hielo en las bebidas, ensaladas, fruta con piel, helados o zumos no envasados). En
algunas zonas de elevado riesgo cepillar los dientes con agua embotellada. Ingerir comida segura.
1.- Reponer las pérdidas ocasionadas por los vómitos y diarrea. Beber al menos 2-3 litros/día (o más
según la gravedad) de los siguientes preparados:
- Sobres de Farmacia para disolver en 1 litro de agua mineral o
- Fórmula casera: 1 l agua mineral + 1 cucharadita de sal + 1 cucharadita de bicarbonato + 1-2 cucharadas de azúcar +
zumo de 1 limón.
2.- Durante 24-48 h ingerir sólo líquidos.
3.- Reintroducir dieta blanda cuando el número de deposiciones disminuya o mejore el estado general.
Si fiebre ≥38 ºC, 4-6 deposiciones y/o sangre, valorar tratamiento antibiótico (según pauta previa indicada por el
médico especialista).
El uso de antidiarreicos puede estar contraindicado en los pacientes con EII (no utilizar si fiebre alta o sangre en
las heces).
Es posible la prevención (profilaxis), el día previo al viaje, en pacientes con inmunosupresores y otras enfermedades
importantes (a criterio del médico especialista).
Si en 48 h no hay resolución o hay empeoramiento consultar a un médico o ir al hospital.
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anemia en la enfermedad inflamatoria intestinal (eii)
dra. maría navajas laBoa y dr. josÉ luis CaBriada nuÑo
H ospital GaldaKao-Usansolo. GaldaKao v iZCaYa
DEFINICIÓN E IMPORTANCIA:
La anemia en la EII es una condición clínicamente relevante, que en muchas ocasiones ha sido
considerada como una manifestación rara y poco
importante de la a enfermedad, pero que requiere una actuación eficaz por su impacto sobre la
calidad de vida de los pacientes. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) define la anemia como
el descenso de la hemoglobina (Hb) por debajo de
12 gr/dl en la mujer y de 13 gr/dl en el hombre.
Su frecuencia en la EII se establece en un 20% en
pacientes no ingresados y hasta 65% en los pacientes ingresados. Los síntomas típicos de una
anemia marcada (cansancio, mareo, taquicardia,
dolor de cabeza, sensación de fatiga...) están presentes con poca frecuencia; sin embargo valores
de Hb por debajo de 12 gr/dl pueden influir en la
capacidad laboral, las funciones cognitivas y no
deben infravalorarse dado que puede afectar a la
calidad de vida.
CAUSAS Y VALORACIÓN DE LA ANEMIA
EN LA EII:
La anemia en EII generalmente se debe a varios factores; los más frecuentes son la ferropenia y la anemia
asociada a la propia inflamación crónica. A menudo
coexisten las dos y puede ser más difícil su distinción.
A continuación se recogen las principales causas:
Deficiencia de hierro. Es el motivo más frecuente. Se debe, fundamentalmente, a pérdidas de
sangre mantenidas y en la mayoría de los casos
desapercibidas y a veces a restricciones de la
dieta mal entendidas y generalmente innecesarias.
Anemia de los trastornos crónicos. Es la consecuencia
de la mala utilización del hierro disponible en la médula ósea a pesar de la existencia de una cantidad de
hierro total normal o elevada. En su producción influye
la acción de mediadores inflamatorios propios de la
actividad de la enfermedad, que actúan a distintos niveles en el proceso de formación de los glóbulos rojos.
Absorción deficitaria de folatos o de vitamina B12. Esta
última suele estar presente tras resección del ileon
terminal o afectación importante del mismo o sobrecrecimiento bacteriano.
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Efecto de medicamentos. Existen medicamentos que
pueden ocasionar deficiencia de folatos, por ello deben
administrarse asociados a folatos.
Más raramente puede presentarse una anemia por hemólisis que va pareja a la actividad inflamatoria de la
enfermedad, especialmente en colitis ulcerosa.
Es importante conocer la causa para establecer el tratamiento apropiado en cada caso. Para ello se valoran
los síntomas de la anemia o complicaciones de la
misma, la existencia de pérdidas de sangre evidentes,
fármacos que se administran, ya sea para la EII u otros
como AINEs o aspirina, etc. Los datos de laboratorio
serán los que nos aporten el diagnóstico definitivo. Un
hemograma y un estudio de anemia rutinario con: hierro, ferritina, índice de saturación, transferrina, fólico y
vitamina B12 suele ser suficiente. Con ello podemos diferenciar si predomina una deficiencia de hierro o una
anemia inflamatoria, aunque a veces pueden coexistir.
TRATAMIENTO DE LA ANEMIA EN EII:
Las determinaciones analíticas periódicas son recomendables para detectar precozmente cambios. La
dieta debe ser apropiada en vitaminas y oligoelementos necesarios para una correcta eritropoyesis y se
deben evitar dietas de restricción En caso de malnutrición o de anorexia por la actividad de la propia EII es
importante valorar una nutrición enteral.
El control de la actividad inflamatoria de la EII es la
base para tratar la anemia inflamatoria crónica.
El tratamiento de la anemia ferropénica se basa en el empleo de suplementos de hierro. Su absorción depende de
la secrección ácida, por ello debe evitarse o separase de
la toma de medicamentos antisecretores. El tratamiento
debe mantenerse no sólo hasta corregir la anemia, sino
hasta recuperar los depósitos de hierro. A veces es necesario recurrir a la administración intravenosa.
12
papel e importanCia de la enfermería en una unidad
de día de enfermedad inflamatoria intestinal
enfermero jorGe funuyet Guirado
HOSPITAL UNIVERSITARIO VIRGEN DE VALME. SEVILLA
La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es la
denominación genérica en que se incluyen dos de
las enfermedades más conocidas por trastornos
inflamatorios crónicos del tracto gastrointestinal,
preferentemente, de etiología desconocida, que
son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa,
cada una de ellas con unas especifidades concretas y también, cómo no, con similitudes.
Dichas enfermedades han ido aumentando paulatinamente su incidencia en España, muy relacionado con el desarrollo en la calidad de vida
observado en nuestra nación en los últimos 20
años, acercándonos a tasas de países industrializados del norte de Europa, que junto a EE.UU
poseen las incidencias más elevadas, no obstante, son muchas las variaciones debido a raza,
sexo, incidencia familiar, alimentación, factores
medioambientales, etc.
La enfermedad de Crohn y la colitis
ulcerosa han ido aumentando
paulatinamente su incidencia en
España, muy relacionado con el
desarrollo en la calidad de vida
observado en nuestra nación en
los últimos 20 años.
Este contexto de la EII ha conllevado, junto con
los avances en su diagnóstico, a que la atención
sanitaria prestada a estos pacientes sea cada
vez más especializada y multidisciplinar, englobando digestólogos, cirujanos, nutricionistas y
de una manera más frecuente enfermeras con
gran formación en esta patología junto con enfermeras estomaterapeutas.
La Enfermería precisa definir su participación
en el proceso de la enfermedad más allá de la
simple administración de técnicas. La sociedad actual aborda cada vez más una problemática dispar que abarca problemas físicos
pero íntimamente ligados a problemas psíquicos y sociales que se interrelacionan de forma
variada creando un sinfín de necesidades que
necesitan de la atención de todos los profesionales sanitarios.
Afortunadamente la Enfermería posee un lenguaje
normalizado que aglutina diagnósticos enfermeros,
resultados esperados e intervenciones enfermeras
que debemos explorar e integrar en la prestación
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La Enfermería precisa definir su
participación en el proceso de la
enfermedad más allá de la simple
administración de técnicas.
de los cuidados al individuo, familia y comunidad.
Se utiliza un proceso de Enfermería que es un método ordenado y sistemático para obtener información e identificar los problemas del individuo, la familia y la comunidad y no sólo en las situaciones de
enfermedad. Por tanto, es la aplicación del método
científico en el quehacer de Enfermería.
Para nosotros un paciente, una persona, es un
todo inseparable e indivisible. Poseedor de un
conjunto de propiedades biológicas y psicológicas innatas que le capacitan para percibir
información, buscarla, codificarla, registrarla,
almacenarla y recuperarla; para pensar, imaginar, discriminar, simbolizar, reflexionar, comunicar, aprender, sentir; que le conducen a crear
su realidad, necesitar a otros, crear símbolos y
lenguajes típicamente humanos.
aquellas actividades que contribuyen a su salud y a su independencia.
En esta nueva visión de la Enfermería surgen cada
vez más unidades de atención especializada en
patologías concretas, como la EII, atendidas también de una manera importante y continua por
enfermeras y enfermeros. Estas unidades, cada
vez más presentes en los hospitales de España,
responden con una atención más cercana a las
necesidades de la persona, con un conocimiento
exhaustivo de las características de las enfermedades atendidas, de sus signos y síntomas, de la
administración de los tratamientos empleados,
de la preparación de las pruebas diagnósticas
demandadas, en definitiva, una formación con
capacidad de atención, prevención y sobre todo,
de apoyo en el proceso, prestando la información
requerida. Estas unidades se enfocan desde una
atención multidisciplinar, encaminadas como fin
primordial a la administración de la medicación
prescrita, a unidades específicas de atención a
la EII, en la que se conjuga una atención integral,
desde la administración de medicación hasta la
completa evolución de la enfermedad en todos
sus procesos.
Estas unidades, cada vez más
presentes en los hospitales de
España, responden con una
atención más cercana a las
necesidades de la persona.
La Enfermería como un arte y una ciencia,
tiene un papel en la prevención como en el
restablecimiento de la salud. La función de la
Enfermería consiste en asistir a la persona en
La enfermedad tiene carácter crónico, que alterna periodos asintomáticos con periodos de
presencia de sintomatología diversa, denominados “brotes”. Es por ello la importancia
de una Unidad referente, que ofrezca rápida
atención a las demandas que se susciten y que
pueda incluso adelantarse a efectos sobrevenidos, incorporando rápidamente la
atención necesaria.
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La Enfermería aborda su atención en diversas
áreas como:
- Administración de medicación que puede
estar presente en la EII, como su seguimiento y control.
- Control y administración de medicación biológica. Se dispone de boxes de atención al
paciente durante el proceso de administración del fármaco, con extracción de analítica previa, instauración de premedicación,
seguimiento-control del ritmo de la infusión,
atención ante efectos adversos, citación de
próximas sesiones.
tratamientos, sintomatología sobrevenida,
dietas, actividad física, relaciones sexuales,
recomendaciones respecto al inicio de viajes,
embarazo, derivación a su médico referente, reorganización de citas programadas en función
de la evolución de la enfermedad, etc.
- Participación en proyectos de investigación en
EII. Estudios de calidad de vida de nuestros
pacientes. Nuevas terapias en tratamiento.
Tratamientos experimentales.
- Colaboración en pruebas diagnósticas, asesoramiento, preparación (endoscopias, ecografías, enema opaco, etc.).
- Seguimiento de la posible anemia ferropénica. Extracción de controles analíticos. Administración de hierro por vía parenteral.
- Seguimiento nutricional del paciente. Consejos y
recomendaciones respecto a los alimentos en la
dieta, dado que muchos pacientes restringen alimentos sin base científica alguna. Administración
de dietas parenterales. Administración y/o asesoramiento en dietas y suplementos enterales.
- Atención, consejo y/o asesoramiento en ostomías. Formación en el manejo de los dispositivos
indicados en caso de presencia de colostomía
o ileostomía, con el fin de que el paciente sea
totalmente autónomo en su uso. Responder a la
demanda de información respecto a dudas en
cuanto a higiene, particularidades del estoma.
Derivaciones a estomaterapeuta.
- Asesoramiento y atención clínica en la posible
aparición de enfermedad perianal. Curas. Seguimiento. Formación al paciente en su autocuidado.
- Atención telefónica a disposición de los pacientes para resolución de dudas respecto a
Toda la actividad de Enfermería descrita no es
más que un proceso asistencial propio dentro de
un equipo multidisciplinar que trata de mejorar la
asistencia recibida por estos pacientes, mejorando su calidad de vida y haciéndoles partícipes de
los logros en su estado de salud, reduciendo los
períodos de espera en la asistencia, mejorando
su comunicación con el equipo que le atiende y
disminuyendo sus ingresos hospitalarios.
Toda la actividad de Enfermería
trata de mejorar la asistencia
recibida por estos pacientes,
mejorando su calidad de vida y
haciéndoles partícipes de los
logros en su estado de salud.
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