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Martes, 15 de febrero de 2011
DIARIO MEDICO 19
GESTIÓN
[ EL REPORTAJE DEL DÍA ]
HISTORIA CLÍNICA ELECTRÓNICA "La historia clínica electrónica (HCE)
estará disponible en...". "Cuando haya interoperabilidad cada paciente
viajará con su historial a cuestas". Se lleva hablando de historia clínica
digitalizada durante años, y de hecho alguno de sus beneficios ya se puede
comprobar, pero casi siempre se habla de ella como algo de futuro. Por este
motivo parece obligado preguntarse cómo será con el tiempo. En resumen,
se puede decir que todos los actores del sistema cambiarán su papel y
cogerán su parte del pastel, que será más grande en el caso del paciente.
Más allá de 2011: una odisea en el ciberespacio
JOSÉ LUIS PINDADO
❚ David Rodríguez Carenas
Todo lo bueno de la historia
clínica electrónica -de la
ideal- está dicho: facilidad
para que el historial médico
viaje con el paciente, un mayor orden de la información,
posibilidad de consulta por
médicos de diferentes niveles asistenciales... Pero en
los últimos tiempos también
han aparecido -sobre todo
en Estados Unidos- opiniones no tan positivas que
cuestionan su beneficio (ver
DM del 11-XI-2010, del 31XII-2010 y del 31-I-2011).
Ya que el tema de la HCE
suele aparecer en futuro, como algo por llegar, DIARIO
MÉDICO ha querido anticipar cómo será la historia clínica electrónica. Al igual
que en 1968 hiciera Stanley
Kubrick en 2001: una odisea
en el espacio, además de conocimiento, se ha requerido
un poco de bola de cristal
para predecir el futuro.
El profesional de la
Sanidad deberá
adaptarse a una nueva
realidad, la de una HCE
integral a la que el
paciente accederá sin
cortapisas
La historia que viene
será una historia en la
nube, dejaremos de
hablar de HCE para
hablar de 'cloud health
record', según Jesús
García-Cruces
Un sector tan
participado y complejo
no puede dejarse en
unas manos; debe ser
compartido por todos
los agentes, según
Joan Guanyabens
En el futuro el acceso a la historia clínica electrónica aumentará las posibilidades de la Sanidad.
La génesis
La digitalización de la información ha transformado radicalmente los sectores en
los que ha entrado. "Lo más
relevante sucede cuando
cualquiera puede acceder a
la información desde cualquier lugar y en cualquier
momento. ¿Y hacia dónde
nos conduce ahora el disponer de la información en ceros y unos en Sanidad?", se
pregunta Joan Guanyabens,
consejero delegado de la
Agencia de Información,
Evaluación y Calidad en Salud de Cataluña.
Jesús García-Cruces, director general de Desarrollo
Sanitario de la Junta de Castilla y León, da una pista:
"Pasada la década de fascinación que el sex appeal tecnológico ha causado en los entornos directivos y profesio-
nales, y dado el primer paso
del camino que conduce a la
HCE definitiva, ha comenzado la nueva era: la historia
que viene".
"En el pasado reciente hemos asistido a incontables
iniciativas TIC, en general
inconexas y respondiendo a
la crisis del día, al ejecutivo
con más poder político o al
dicho quien no llora no mama. La historia que viene
forma parte de la planificación estratégica de directivos y órganos de gobierno,
haciendo realidad la máxima si tienes una buena historia clínica electrónica, tienes
un buen hospital", continúa
García-Cruces.
El representante castellano-leonés avanza que se dejará de hablar de HCE para
hacerlo de cloud health re-
cord, un historial en la nube
como sistema de registro
electrónico de datos soportado en entornos tecnológicos virtualizados. Guanyabens también traza su particular evolución de la HC para desembocar en otro término: la infoestructura de salud.
Por partes
García-Cruces establece los
factores clave para alcanzar
el éxito del cloud health record: pacientes, instituciones, profesionales, estándares y software de fuentes
abiertas.
Los ciudadanos pasarán
de ser pasivos a participar
en la toma de decisiones de
su salud, según Guanyabens.
"Los financiadores deberán
ir estableciendo sistemas de
identificación unívocos, globales y universales", añade
García-Cruces.
A su vez, los profesionales tendrán un nuevo escenario de trabajo, con toda la
información a un click. "El
profesional deberá adaptarse a una nueva realidad, la
de una HCE integral y a la
que el paciente accederá sin
cortapisas", explica GarcíaCruces. También "hay que
establecer un reconocimiento explícito y una incentivación para el profesional, ya
que la implantación de las
TIC en su día a día laboral
supone una mayor exigencia
a corto plazo (ver DM del 3II-2011), aunque se traduzca
en valor añadido posteriormente", aclara Guanyabens.
Otro pilar para GarcíaCruces son los estándares:
"No hay que olvidar que la
cantidad de variables y registros de la HCE es inmensa. Sin embargo, ésta debe
ser íntegra, por lo que para
resolver los problemas de
fragmentación usaremos estándares, que además posibilitan la interoperabilidad
semántica entre sistemas".
La última clave aportada
por el representante castellano-leonés es el software libre, que "se va a incorporar
a esta tendencia en el sector
salud y en la HCE, impulsado por motivos como su mayor facilidad para adecuarse
a los estándares".
Ahora bien, ¿quién debe
administrar la infoestructura? ¿La Administración pública, la empresa privada, las
aseguradoras, los proveedores de servicios sanitarios,
CONVERGENCIA DE PROYECTOS CON UN FIN: EL PODER DEL PACIENTE
Regiones, estados, organizaciones de salud y
empresas están liderando proyectos para
proveer a los pacientes de acceso y control a
su propio registro personal de salud. "En el
ámbito privado y empresarial hay ejemplos
como Google Health, de Google, Ms-Vault, de
Microsoft, y Health Revolution, de la Clínica
Cleveland. Y en el sector público, el NHSSummary Record del Reino Unido y la
Carpeta Personal de Salud de la Generalitat
de Cataluña (ver DM del 8-II-2011)", cita Joan
Guanyabens, de la Agencia de Información,
Evaluación y Calidad en Salud de Cataluña.
Así, el principal reto es conseguir la
interoperabilidad de la información de los
diferentes agentes, es decir "intercambiar,
compartir y comparar información para
lograr que puedan entenderse entre ellos".
Para ello Guanyabens cree que sólo hay un
camino, largo y complejo, pero camino:
ponerse de acuerdo en el qué y en el cómo.
Por tanto, "emerge un sector empresarial y
económico para que nuestra salud saque
partido a las posibilidades de tener la
información en soporte digital y no en papel.
En este escenario, los nuevos ciudadanos
tendrán cuidado de su propia salud, y
gestionarán y utilizarán todos los recursos de
información y comunicación a su alcance".
En definitiva, "aunque muchas son las dudas
y las incógnitas por resolver, el ciudadano
será el verdadero artífice de la historia clínica
del futuro" (ver DM del 3-II-2011).
los médicos, los pacientes?
"Un sector tan participado,
complejo y dinámico no
puede dejarse en unas únicas manos; debe ser compartido entre todos los agentes", señala Guanyabens.
El punto y seguido -porque la historia de la historia
clínica electrónica nunca
acabará- lo pone GarcíaCruces: "La HCE que viene
es multidimensional, ya que
pasa a convertirse en un
atributo tecnológico del paciente que siempre está unido a él. Es longitudinal en
cuanto al seguimiento de
sus patologías crónicas o
agudas. Es transversal en entornos de atención primaria.
Es poliédrica en la medida
que permite al paciente interactuar con cualquier
agente sanitario. Además,
incluye la gestión de la atención domiciliaria y el seguimiento geográfico cuando el
paciente se desplaza".
"La historia que viene hace un uso intensivo del Sistema Nacional de Salud, y
por tanto pondrá a prueba
su cohesión en términos de
equidad e igualdad en el acceso. Los responsables políticos, por tanto, deben facilitar marcos legales donde establecer las nuevas relaciones para los nuevos roles",
concluye García-Cruces.