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EL 38% DE LAS MUJERES ESPAÑOLAS HA
TENIDO UNA PAREJA CON PROBLEMAS DE
DISFUNCIÓN SEXUAL
El 70% considera que el diálogo y comprensión son muy
importantes para superar el problema, pero para el 25%
lo más importante es que tu pareja acepte que tiene un
problema
1 de cada 3 hombres padece algún grado de eyaculación precoz a lo largo
de su vida, y 1 de cada 5 disfunciones eréctiles. Según un estudio realizado
por Boston Medical Group, alianza mundial de clínicas médicas
dedicadas al tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas, entre 200
mujeres españolas mayores de 18 años, el 38 por ciento ha tenido una
pareja con disfunciones sexuales.
El 83 por ciento de las mujeres encuestadas afirman que si su pareja
padeciera un problema de disfunción sexual le darían todo su apoyo, y el
91 por ciento que le recomendaría que fuese al médico o a un especialista
para solucionar el problema. Pero además del apoyo y la comprensión, un
25% destaca que lo más importante es que tu pareja acepte que tiene
un problema.
La reacción más habitual entre los hombres que sufren estos trastornos es
negarlo: en el caso de la disfunción eréctil, dos de cada tres varones la
oculta o la atribuye a causas puntuales como el cansancio, el estrés o la
rutina de la vida en pareja.
Para el 25% de las mujeres encuestadas, este tipo de problemas hace más
frágil y complicada la relación de pareja, mientras un 20% considera
que puede llegar a estrechas los lazos de la pareja y un 55% no están
seguras de las consecuencias. Pero si hay algo en lo que coinciden la
mayoría, con un 92%, es en la importancia de acudir al especialista y
convencerlo de que tiene un problema.
Para millones de hombres, mantener relaciones sexuales se ha convertido
en un trauma que afecta a la autoestima y el estado de ánimo de los que las
padecen. Sin embargo, y a pesar del apoyo y la comprensión de sus parejas,
los españoles son reacios a consultar a un especialista. En el caso de la
disfunción eréctil, 1 de cada 3 hombres la padece, y sólo un 20% recibe
tratamiento y llegan a esperar hasta cuatro años.
Existe vergüenza a hablar sobre los problemas sexuales, que muchos
varones sienten como una pérdida de masculinidad. “Es un problema
cultural”, explica el doctor José Benítez, director médico de Boston
Medical Group: “Las mujeres no se avergüenzan de decir que van al
ginecólogo. En cambio, los hombres tenemos más prejuicios, nos cuesta
hablar de estas cosas incluso con un médico”.
Una solución en pareja
Cada vez más hombres acuden al especialista acompañados de su pareja.
En las seis clínicas de Boston Medical Group en España, la proporción
llega al 30%. Esta complicidad es vital para la curación, según destaca el
doctor José Benítez: “Hablar del problema y buscar una solución juntos
reduce la angustia y mejora la confianza, lo que aumenta el éxito del
tratamiento. Incluso hay mujeres que llaman para informarse, porque han
detectado el problema y no saben cómo comentarlo con su pareja”.
Consejos
 Si él no saca el tema, inicia tú la conversación. La comunicación es
una buena oportunidad para compartir sus sentimientos y aclarar
malentendidos. Todo lo que ayude a prevenir los malentendidos está
destinado a tener efectos positivos.
 Sobre todo, no te resignes, no asumas que el problema es una
parte normal de la relación.
 Si tu pareja no quiere asumirlo, acércale toda la información que
puedas para ayudarle a entenderlo con mucho tacto.
 Réstale importancia, que tu pareja no se preocupe más de lo que
debe. La capacidad para compartir sentimientos y pensamientos
acerca del sexo es un factor altamente relacionado con una plena
vida sexual.
 Bajo ningún concepto hay que caer en reproches, ya que puede
terminar destruyendo la relación.
 Lo más importante es sugerir a la otra persona que acuda a un
especialista y ofrécete a acompañarlo. Concertar una cita y visitar
juntos al médico puede ayudar a superar el estado de ansiedad o
vergüenza que sienten muchos hombres.
 Intenta ayudarle en todo momento. Muchos tratamientos constan de
ejercicios, en los cuales la pareja debe tomar un papel activo. Hazle
saber los dos estáis implicados y que lo vais a resolver juntos.
Irritabilidad, inseguridad, estrés, ansiedad, rechazo al sexo, mal humor y
depresión son algunas de las consecuencias de estas patologías, que
inciden directamente en las relaciones sociales de los que las padecen. Por
este motivo, Boston Medical Group, ayuda también a las mujeres a
afrontar estas situaciones con sus parejas para saber cómo plantear el
problema cuando la otra parte se niega a resolverlo.
El 67,4% de los pacientes con disfunción eréctil de
Boston Medical Group padece obesidad o trastornos de
la alimentación
Un 17 por ciento de los españoles adultos es obeso, un
problema que afecta al 18,6% de varones en nuestro
país
Un 18,6 por ciento de la población masculina adulta de nuestro país
padece obesidad, y un 44,2% sufre de sobrepeso. Para Boston Medical
Group, alianza mundial de clínicas médicas dedicadas al tratamiento de las
disfunciones sexuales masculinas, estas patologías están directamente
relacionadas con los trastornos cardiovasculares, la hipertensión o la
diabetes, y aumenta el riesgo de padecer disfunción eréctil.
Este trastorno alimenticio incide de forma muy negativa en la calidad
de vida de los pacientes y en su capacidad para mantener una actividad
sexual saludable, tanto desde el punto de vista psíquico como desde el
punto de vista orgánico. De hecho, según un estudio realizado por Boston
Medical Group, el 67,4% de sus pacientes con disfunción eréctil sufre
obesidad o trastornos alimenticios y esta suele ser la causa de su patología.
La obesidad contribuye a padecer enfermedades coronarias, diabetes o
hipertensión, o incluso a la oclusión del vaso sanguíneo, impidiendo el
correcto flujo de la sangre por estas. La erección del hombre es un
fenómeno de flujos sanguíneos, y por tanto la aparición de estas
patologías afecta a la respuesta de erección en los varones. “La disfunción
eréctil suele estar ligada a diferentes patologías físicas, y mostrarse como
un indicio de que algo en nuestro organismo no funciona correctamente”
explica, José Benítez, director médico de Boston Medical Group. “Por
este motivo, es imprescindible acudir al especialista para consultárselo e
iniciar el tratamiento más apropiado”.
Así mismo, una mala alimentación, unos hábitos de vida poco saludables y
el sedentarismo provocan el incremento de los tejidos grasos que dan lugar
a la transformación de la testosterona periférica en estrógenos
(hormonas femeninas). Todo ello genera cambios en el carácter sexual del
hombre que reduce la capacidad de mantener relaciones sexuales.
Ansiedad y depresión
“La obesidad está muy presente en la vida personal, no sólo relacionado
con problemas de salud físicos, sino también con la imagen que el paciente
tiene de su cuerpo, y la forma en que esta idea influye en sus relaciones y
emociones”, afirma José Benítez. “La baja autoestima produce un rechazo
físico, eliminando las relaciones sexuales, y causando depresiones,
ansiedad y alteración del orden psíquico”. La falta de ejercicio y una vida
sedentaria reducen la producción de endorfinas, y el bajo estado de ánimo
se convierte prácticamente en un círculo vicioso.
Los trastornos alimenticios ligados a la obesidad son consecuencia del
uso de los alimentos como sustitos ante determinadas carencias y bajos
estados de ánimo. Por este motivo, para el doctor José Benítez es
importante destacar que “la liberación de super óxido de dismutasa que se
produce al mantener relaciones sexuales ayuda a eliminar las encimas
tóxicas que produce nuestro organismo con el estrés, de manera que ayuda
a las personas a reducir sus niveles de ansiedad, mejorando su estado de
ánimo general”.
Un estilo de vida saludable, una dieta equilibrada y seguir el tratamiento
adecuado son los principales pasos para superar este tipo de trastornos,
contando siempre con los especialistas apropiados para ayudar a los
pacientes a recuperar el equilibrio.
El 71% de los hombres alcohólicos presentan
problemas de disfunción eréctil o falta de deseo sexual.
Más del 50% de los varones en estado de embriaguez
tienen dificultades para mantener una erección.
Un estudio realizado a hombres alcohólicos menores de 56 años resalta que
el 71% de ellos presentan disfunción eréctil o falta de deseo sexual. Por
otro lado se demostró que los efectos que el alcohol tiene sobre la respuesta
de una erección satisfactoria para mantener relaciones sexuales en estado
de embriaguez no es posible entre el 3,2% y 64,4% de los hombres
consumidores de bebidas alcohólicas.
El consumo de alcohol produce consecuencias negativas sobre las señales
fisiológicas de la excitación sexual. Según Boston Medical Group, alianza
mundial de clínicas médicas especializadas en el tratamiento de
disfunciones sexuales masculinas, el alcohol produce en los varones una
interrupción de la erección, independientemente de la dosis tomada, esto se
debe a que inhibe el buen funcionamiento del sistema nervioso del cerebro
el cual está implicado directamente en la respuesta del estimulo sexual, que
al reconocerlo debe llegar la sangre al pene para que se produzca una
erección y al no presentarse esta se dificulta la penetración y el coito.
En torno al alcohol se han creado una serie de mitos, uno de ellos es el de
creer que las sustancias etílicas mejoran el funcionamiento sexual. Pero la
realidad es que el consumo de alcohol provoca trastornos en los
mecanismos de la erección, produciendo Disfunción eréctil transitoria en
muchos casos, ya que esta sustancia afecta a los sistemas vasculares
implicados en la erección.
Según José Benítez, director médico de Boston Medical Group “en muchos
casos esta situación es vivida como un fracaso por el hombre que lo padece
y que a partir de ella comienza a desarrollar sentimientos de ansiedad que
dificultaran la respuesta de excitación sexual en el siguiente encuentro. De
esta forma se puede establecer un círculo vicioso que lleve al desarrollo
permanente de una disfunción eréctil en el hombre, porque se preocupara
por saber si tendrá o no una erección adecuada si la respuesta es negativa
promoverá frustración en un circuito sin fin. La solución para este
problema requerirá de profesiones especializados.”
Los efectos que el alcohol produce en el cuerpo son innegables, es un
estimulante del apetito, tranquilizante, sedativo y produce sensaciones
positivas. Estas sensaciones se producen por un consumo moderado,
comprendido entre 30 a 60 cm3, lo que equivale a dos copas. En el
momento en que estos límites se pasan, el bebedor consigue liberase de sus
miedos y timideces producidas por la sociedad o por sí mismo, de esta
forma la autoestima llega a niveles exagerados lo que puede dificultar sus
relaciones interpersonales. Esta sustancia también produce un estimulo
erótico alto pero se obtiene menos rigidez peneana.
Conocer a alguien o comenzar una aventura con una copa es algo atractivo,
normal y ayuda a perder la vergüenza. Pero el problema no es la cantidad
de bebida que se ingiere, sino la gravedad de los prejuicios tan graves que
afectan a los hombres especialmente en su vida sexual, personal y
sentimental. Esto demuestra que el alcohol desinhibe pero también trae
consecuencias fatales.
El 27% de los consumidores de cocaína desarrolla un
problema de disfunción eréctil.
La disfunción sexual puede presentarse en los
consumidores de cocaína desde las primeras
experiencias
Un estudio realizado por varios médicos especialistas, a 116 adictos a la
cocaína, con edades comprendidas entre los 21 y 44 años de edad, revela
que el 27% presentan dificultades para lograr una erección suficiente para
tener relaciones sexuales. Según Boston Medical Group, alianza mundial
de clínicas médicas especializadas en el tratamiento de disfunciones
sexuales masculinas, esto se debe a que la cocaína es un estimulante del
sistema nervioso central que además actúa como vasoconstrictor
reduciendo el flujo de riego sanguíneo en venas y arterias.
La erección del órgano sexual masculino se logra a través de una correcta
respuesta vascular en el pene. La cocaína es un potente vasoconstrictor,
que disminuye el calibre de las arterias, lo que produce una reducción del
riego sanguíneo, haciendo que la sangre llegue al pene en un volumen y
presión insuficientes para mantener una erección.
Así mismo, como estimulante, la cocaína provoca un efecto de euforia
general temporal, con una duración de 15 a 30 minutos, a la que sigue
una sensación de tristeza y cansancio, que predominan durante un
largo periodo de tiempo. Este estado semi-depresor reduce además el
deseo sexual. Aunque se aumente la dosis, lo único que se consigue es
aumentar la ansiedad y disminuir el placer sexual.
Según José Benitez, director médico de Boston Medical Group “esta droga
produce un cambio en la percepción real de uno mismo, que se materializa
en un estado de ánimo depresivo. Su uso continuo y abusivo provoca un
deterioro en el sistema nervioso central que conduce a su vez a una
disminución importante de la fuerza sexual”.
Un consumo prolongado de la cocaína conlleva trastornos en la respuesta
sexual como disfunción eréctil, bloqueo de la conducción nerviosa,
temblores y movimientos convulsivos.
La alteración por pocos minutos en el estado de ánimo, hace que el
consumidor se sienta más seguro, sociable y desinhibido, por lo que entra
en un estado más energético y con mayor deseo sexual durante unos
minutos. Pero la realidad es que al incremento de la presión sanguínea, la
tasa cardíaca y la temperatura corporal le sigue una sensación de
agotamiento y debilidad que dificulta drásticamente la capacidad de
mantener relaciones sexuales satisfactorias.
Al actuar directamente en el sistema nervioso central os principales efectos
de la cocaína incluyen:
 Sudoración
 Aumento de la potencia muscular
 Midriasis
 Incremento de la actividad cardíaca y presión sanguínea
 Convulsiones
 Aumento en el ritmo respiratorio
 Incremento de la temperatura corporal
 Todo ellos dificulta altamente la concentración necesaria para
mantener una relación sexual
Contrariamente a lo que los consumidores suelen afirmar, esta droga no
aumenta el deseo, solo hace que los consumidores se sientan más activos,
pero esa euforia dificulta a su vez la erección del pene.
LOS HOMBRES CON DISFUNCIÓN ERÉCTIL
TIENEN UN 80% MÁS DE PROBABILIDAD DE
DESARROLLAR UNA CARDIOPATÍA
La disfunción eréctil suele manifestarse entre uno y
cuatro años antes que las cardiopatías y los hombres con
disfunción eréctil tardan una media de 4 años en acudir
al especialista
El 90% de los problemas de disfunción eréctil tienen un origen orgánico, y
se muestran como un indicativo de advertencia de que el organismo no está
funcionando correctamente, advierte Boston Medical Group, alianza
mundial de clínicas médicas dedicadas al tratamiento de las disfunciones
sexuales masculinas. Un hombre con disfunción eréctil está en mayor
riesgo de padecer enfermedades cardíacas, y este primer síntoma, podría
aparece entre uno y cuatro años antes de sufrir una cardiopatía.
Según los estudios de Boston Medical Group, un hombre con problemas de
erección tiene un 50 por ciento más de posibilidades de sufrir un infarto
que otro sano; es 1,2 veces más propenso a padecer un fallo cardíaco; y
tiene un riesgo de 1,1 superior de sufrir un accidente cerebro vascular.
Según José Benítez, director médico de Boston Medical Group, “esto se
debe a que las arterias del pene son las más pequeñas del cuerpo, por lo
que puede ser una de las primeras zonas en dañarse, ante un problema
circulatorio. La erección del órgano sexual masculino se logra a través de
una respuesta vascular. La
obstrucción de las delgadas arterias que
componen esta vasculatura provoca una disfunción eréctil y es síntoma de
un posible problema cardiovascular vital.”
Un reciente estudio con más de 500 pacientes con enfermedades
cardiovasculares de la Universidad de Saarland, Alemania, detectó que más
del 50% había sufrido problemas de disfunción eréctil antes de padecer
problemas cardíacos. El mismo estudio concluyó que, en un periodo de
cinco años, el 11,3% de pacientes con disfunción eréctil fallecieron y de
ellos, el 16% fue como resultado de enfermedades cardiovasculares.
En nuestro país existen más de 2 millones de hombres con problemas de
disfunción eréctil y solo el 20% de ellos acude al especialista después de
esperar una media de 4 años. El director médico de Boston Medical Group,
asegura que “todos aquellos hombres que presentan disfunción sexual
eréctil deben estar atentos, el hecho de la disminución de la rigidez
peniana puede ser un factor predisponente a patologías como diabetes,
hipertensión o problemas circulatorios, por lo que es fundamental acudir
al médico o especialista para tratar el problema y evitar las posibles
consecuencias”.
En ocasiones, los pacientes con problemas cardiovasculares tienen
intolerancia a los tratamientos orales tradicionales, o están contraindicados
para ellos, ya que las píldoras suelen contener sustancias que no pueden
consumir. “Pero es importante recordarles que existen tratamientos
alternativos, totalmente compatibles tanto con su enfermedad como con la
medicación que estén recibiendo por este motivo”, explica José Benítez.
“Así mismo, es vital recalcar que cualquier tratamiento ha de estar
prescrito y supervisado correctamente por un médico especialista, para
conseguir un efecto satisfactorio, y evitar posibles complicaciones”.
El 74% de los hombres que padecen disfunción eréctil
reconocen que padecen estrés
El estrés impacta de forma negativa en el sistema
cardiovascular provocando disfunción eréctil. Y
practicar sexo contrarresta los efectos negativos del
estrés en el organismo
La sexualidad es el resultado de la interrelación de factores orgánicos,
circunstancias ambientales y fenómenos sociales. Según Boston Medical
Group, alianza mundial de clínicas médicas especializadas en el
tratamiento de disfunciones sexuales masculinas, el estrés provoca un
incremento de la tensión, estado nervioso y preocupación, que deriva en un
aumento de segregación de adrenalina en el organismo. La adrenalina
actúa como un potente vaso constructor, que reduce la capacidad
circulatoria y puede provocar un problema de disfunción eréctil.
El estrés y la ansiedad nos afectan a todos de vez en cuando. La tensión, en
pequeñas cantidades, puede ser positiva en ocasiones, ayudando a motivar
al individuo en el incremento de su actividad. Pero mantener un estado de
estrés constante es perjudicial para el organismo y puede desembocar en
problemas de erección. Según José Benítez, director médico de Boston
Medical Group “los hombres que tienen profesiones de mucha
responsabilidad, y tendencia a sufrir ansiedad y estrés constante, tienen
más riesgo de padecer una disfunción eréctil. Además, normalmente estos
profesionales llevan una vida sedentaria y hacen poco ejercicio físico,
suelen tener malos hábitos alimenticios y en el caso de los fumadores
abusan más de la nicotina”.
Una vida sexual sana y plena conlleva muchos beneficios para el
organismo, ya que mantener relaciones sexuales acelera el ritmo cardiaco
de una forma sana y mejora el estado general de las arterias. Además, para
el doctor Benítez es importante destacar que, “la liberación de la encima
superóxido dismutasa que se produce al mantener relaciones sexuales
ayuda a eliminar las encimas tóxicas que produce nuestro organismo con
el estrés, de manera que ayuda a las personas a reducir sus niveles de
ansiedad, y previene un envejecimiento prematuro de nuestro organismo”.
El estrés puede deberse a varios factores desde problemas económicos,
presión en el trabajo o problemas en las relaciones. Según José Benítez
“Tener problemas de disfunción sexual, a menudo, puede incrementarlos
niveles de estrés en muchos hombres. No conseguir una erección
satisfactoria provoca ansiedad y hace que el problema se agrave”.
Los principales síntomas que provocan el estrés y la ansiedad son
problemas de sueño, tensión muscular, ritmo cardíaco irregular, fatiga,
mareos y respiración rápida o superficial. Ante estos síntomas, entre otros,
los hombres suelen rechazar el acto sexual sin tener en cuenta que
mantener relaciones sexuales relaja y ayuda a conciliar el sueño.
“Mantener relaciones sexuales frecuentemente supone un buen ejercicio
para conservar en buen estado la circulación de la sangre y la elasticidad
de las arterias de los cuerpos cavernosos” explica Benítez, “lo que facilita
un correcto funcionamiento del sistema cardiovascular y disminuye la
probabilidad de desarrollar un problema de disfunción eréctil”.
Contrariamente a lo que se piensa, el 90% de las disfunciones sexuales
tiene un origen orgánico, y suelen estar provocadas por problemas de salud,
como la hipertensión o problemas cardiovasculares. “A menudo, las
disfunciones sexuales son el primer aviso de que algo anda mal en nuestro
cuerpo: detrás del 70% de los problemas de erección hay un problema
vascular. Por eso se debe acudir al médico en seguida, y en ningún caso
adquirir o consumir medicamentos sin prescripción médica”, alerta José
Benítez, el director médico de Boston Medical Group
El 53% de los hombres que padecen hipertensión
sufren además disfunción eréctil
Los fármacos para enfermedades hipertensas se pueden
combinar con los tratamientos para la disfunción eréctil.
Boston Medical Group, alianza mundial de clínicas médicas especializadas
en el tratamiento de disfunciones sexuales masculinas, advierte que la
hipertensión arterial, en sí misma, y los medicamentos con los que se
trata son responsables de un elevado porcentaje de problemas de
disfunción eréctil. Según un estudio de la Sociedad Española de
Hipertensión, -Liga Española para la lucha contra la Hipertensión Arterial
(SEHLELHA)-, el 53,1% de los varones con problemas de hipertensión
arterial que acuden a la consulta sufren disfunción eréctil, ya sea por la
hipertensión en si misma o por los tratamientos utilizados.
La hipertensión arterial (HTA, enfermedad crónica caracterizada por un
incremento de las cifras de presión sanguínea en las arterias) es uno de los
factores de riesgo que pueden provocar ateroesclerosis (depósitos grasos
que recubren las paredes de los vasos sanguíneos) y endurecimiento de las
arterias.
Según José Benítez, director médico de Boston Medical Group, “si los
pequeños vasos sanguíneos en el pene se estrechan es más difícil para ellos
relajarse y llenarse de sangre durante el proceso de erección” desarrollo
esencial para conseguir relaciones sexuales plenas.
Los hombres hipertensos sufren un progresivo daño de las paredes
vasculares del tejido cavernoso alterando la producción de óxido nítrico y
como consecuencia “imposibilita su correcta relajación, fundamental para
lograr la rigidez peniana”, explica el Doctor.
En algunos casos los pacientes hipertensos notan cambios progresivos en la
calidad de la erección y en algunos casos empeoran a partir del inicio de
tratamientos con medicamentos antihipertensicos. Esto se debe a que “el
pene de los hombres hipertensos necesita de una alta presión sanguínea
para poder recibir la cantidad de sangre suficiente requerida en la
erección”, explica el Doctor José Benitez.
Por esto, el Doctor aconseja que “no se debe tomar la determinación de
suspender medicamentos antihipertensivos para mejorar la erección sin
consultar al médico, el profesional podrá recomendar otro medicamento
farmacológico con el propósito de mejorar la erección”. Un cambio no
consultado no solo pondrá en riesgo la vida del paciente, sino que no
modificará la calidad de la erección.
El Doctor Benítez, afirma que “la presión arterial o hipertensión puede
provocar disfunción eréctil e impotencia”, pero esta enfermedad también
puede provocar problemas vasculares o diabetes. Por eso es recomendable
el control médico frecuente y ante el diagnóstico de hipertensión arterial se
debe seguir un estricto control para prevenir sus consecuencias.
Para evitar la hipertensión arterial es recomendable caminar (es una medida
simple y económica para prevenir enfermedades cardiovasculares),
restringir el exceso de sal en las comidas y evitar las dietas ricas en grasas.
En otros casos para controlar la hipertensión es necesario utilizar fármacos
que disminuyen la tensión y los riesgos de infartos cardíacos o cerebrales.
El 27% de los problemas de disfunción eréctil son
consecuencia del tabaquismo
Una de las causas de los jóvenes con problemas de
erección puede ser debida a la adicción al tabaco.
En casos de jóvenes fumadores con problemas de erección, el cese de
esta conducta produjo una recuperación casi inmediata de la disfunción.
El tabaco es un gran factor de riesgo para el sistema cardiovascular, y
al incurrir en un mal funcionamiento del sistema circulatorio, puede
provocar
problemas
de
disfunción
eréctil.
El
tabaco
causa
arteriosclerosis - un estrechamiento de las arterias que puede llegar a la
oclusión del vaso sanguíneo, impidiendo el correcto flujo de la sangre por
estas – y por lo tanto, puede afectar a la respuesta de erección en los
varones. Un 27,2% de los hombres con problemas para mantener
relaciones sexuales está directamente relacionado con los problemas
cardiovasculares que provoca el tabaco, según Boston Medical Group,
alianza mundial de clínicas médicas dedicadas al tratamiento de las
disfunciones sexuales masculinas.
Como sabemos la erección del hombre es un fenómeno de flujos, y una de
las grandes causas de la disfunción eréctil es la mala circulación sanguínea.
“Independientemente de la edad, si un hombre consume una cajetilla de
cigarrillos al día durante más de un año es probable que se enfrente a
problemas de erección a la hora de mantener relaciones sexuales”, según
explica José Benítez, director médico de Boston Médical Group.
En pacientes fumadores la circulación sanguínea se ve reducida en las
arterias peneanas debido a sustancias como la nicotina (componente
químico que se encuentra en el tabaco), y como consecuencia experimenta
una menor respuesta al estímulo de las sustancias que provocan la erección.
Efectos del tabaco en los hombres.
1. El tabaco altera la síntesis del óxido nítrico, que es la sustancia
principal para relajar al músculo liso cavernoso del pene y
favorecer la erección.
2. Produce en las arterias el efecto espasmo vascular y esto
ocasiona arteriosclerosis e hipertensión arterial. Complica el
estado de salud en general. Los problemas cardiovasculares
están relacionados directamente con la capacidad de tener una
vida sexual sana.
3. La nicotina produce la migración de macrófagos – células del
sistema inmunitarios que están en los tejidos de la emigración
de la sangre, por lo que se incrementa el riesgo de sufrir una
trombosis.
Estudios de seguimiento demuestran que los hombres que dejan de fumar
recuperan su vida sexual con bastante normalidad, pero aún así existe el
riesgo de padecer una disfunción eréctil más aguda, como consecuencia de
una exposición prolongada a los efectos nocivos del tabaco.