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actualidad
Por: Lisandro Moreno Aldana
Al rescate de la
memoria del
Naturismo Colombiano
Por Lisandro Moreno Aldana, en reconocimiento
al profesor Manuel J. Londoño, por ser uno de
los más osados médicos empíricos en su tiempo
en la causa y práctica del naturismo.
De izquierda a derecha: Lisandro Moreno, fundador de Asonatura, Manuel J. Londoño, médico Naturópata,
Annet de Nichols, secretaria de Asonatura y doctor Mario Ramírez, Presidente del Congreso.
En Pereira fue de mucho prestigio la Clínica
Naturista de Manuel J. Londoño, un hombre bueno e
inteligente que hizo curaciones milagrosas con la
pringamosa y la ortiga, plantas de gran parentesco
por poseer hojas cubiertas de pelos que en la
piel producen gran picazón. Muchos pacientes lo
recuerdan con gratitud por estas curaciones, pero
tampoco olvidan las “pelas” con la pringamosa ya
que dejaron secuelas en sus asentaderas.
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En el año 2010 tuve el honor de ser invitado
por el SENA y ASONATURA para la graduación de
la capacitación a los promotores de salud de las
tiendas naturistas de Risaralda, y sacando tiempo
solicité entrevistar a la señora Gloria Londoño quien
fue una discípula directa del profesor mencionado,
fundador de la Clínica Naturista de Pereira, en la cual
trataba e internaba a los pacientes desahuciados con
diagnósticos de cáncer, trombosis, ulceras, parálisis,
reumáticas, isquemias, etc.
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Sus pacientes provenían de varios países
entre ellos Europa, Venezuela y Colombia. Gracias
a su gran labor varios prelados, obispos, monjas,
jueces, representantes a la cámara y senadores de la
republica fueron sanados.
Un ejemplo claro de esto fue el presidente del
Senado, doctor Hernando Turbay y el presidente de la
Cámara, doctor Rodrigo Turbay, grandes seguidores
del naturismo. Rodrigo Turbay sufría de ausencias
de conciencia cuando intervenía en tan importante
recinto, pero gracias a la labor desempeñada por el
profesor Londoño y la manipulación quiropráctica
que le apliqué personalmente en el atlas o axis
cervical, el cual le comprimía su sistema nervioso,
quedó liberado de este padecimiento hasta el día de
su muerte.
Al presidente del Senado, doctor Hernando
Turbay, le tratamos un cáncer comprobado
clínicamente en el colon. Se le aplicaron varias
colonterapias y baños de aguas termales en un
poso de su finca cerca de Neiva. El doctor Turbay se
sanó; tengo constancias escritas que después del
tratamiento que realizamos al doctor Turbay se curó
totalmente y no murió de cáncer de colon sino de
una miocarditis en el corazón.
El profesor Londoño, que nunca paso por un claustro
universitario, tampoco obtuvo un doctorado por no
tener título académico en medicina. Desde luego
afrontó muchos desafíos y malos entendidos con
la Secretaria de Salud de Pereira que en repetidas
ocasiones fueron a cerrarle la Clínica Naturista.
Estos méritos no son propios sino de la
naturaleza que no nos hace quedar mal y de otras
muchas curaciones que se ejecutaron en la Casa
Naturista de Pereira. La Cámara de Representantes le
otorgó en 1992 la Cruz de Boyacá al profesor Manuel
J. Londoño, y a mí se me dignó colocarle en su solapa
este tan alto honor en el salón elíptico del Congreso
por ser cofundador de ASONATURA. El acto fue
presidido por el Presidente del Congreso (Congresito
en esa época de la Constituyente), doctor Mario
Ramírez, quien era médico bioenergético y atendía
personalmente a la mayoría de presidentes y altos
políticos de entonces.
Siendo testigo presencial en una ocasión
en que las autoridades de salud fueron a cerrarle
la Clínica Naturista, en la cual alojaba a dieciocho
personas desahuciadas, había un alto oficial del
ejército que después llegó a ser general de la
república (hoy en uso de buen retiro), quien estaba
desahuciado por una enfermedad terminal, y al
oponerse a ser desalojado por las autoridades de
secretaria de salud y la policía para ser remitido al
hospital de Pereira, el valiente general les dijo: “el
que me toque para apropiarse de mi voluntad y de
derecho a la vida, los mato”. En aquel momento tenía
su arma empuñada bajo la sábana que esgrimió por
tratarse de un caso de vida o muerte. Los distinguidos
funcionarios dieron un paso atrás y se marcharon
de la clínica. El profesor Manuel J. Londoño y los
pacientes nos abrazamos dando jubilo y gracias a
Dios.
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Los métodos que uso el profesor Manuel
J. Londoño nunca fueron invasivos, sus agentes
curativos fueron el sol, la luz, el agua y el barro que
le dan la vida a los planetas y a la madre naturaleza.
Muy exitosos fueron sus métodos hidroterapéuticos,
al igual que el ser humano posee el 75% de agua, la
Tierra posee tres partes de agua. La arcilla o el barro
los empleó por medios geoterapeúticos que según
nuestras creencias en Dios, el hombre fue creado del
barro, pues el hombre posee todos los elementos
minerales y demás. El aire los empleó por métodos
pránicos: aspirar, que es lo que primero hacemos al
nacer y espirar, cuando morimos.
¿Qué métodos usó para resistir esas cargas
emocionales?
Gloria: “Por atreverse a curar a sus pacientes
enfermos crónicamente y resistir la incomprensión
médica, meditaba y oraba diariamente de media a dos
horas”
¿Qué devoción practicó?
Gloria: “Perteneció a la Gran Fraternidad
Cristiana Universal”
..."sus agentes curativos fueron el sol,
la luz, el agua y el barro que le dan
la vida a los planetas y a la madre
naturaleza"...
Al entrevistar a Gloria Londoño, le pregunte:
¿Qué se podría rescatar de la vida y de los sueños
del profesor Londoño?
Gloria: “Su sueño fue que se fusionaran las
dos medicinas: la naturopatía y la alopática para el
beneficio de la humanidad”, a lo cual añadió Gloria:
“qué lindo seria que el profesor Londoño viera que su
sueño se está realizando poco a poco”.
¿De qué murió el profesor Londoño?
Gloria: “De estrés o miedo por tanta oposición
de las autoridades de salud y las asociaciones médicas, y
por sus problemas familiares desarrolló una miocarditis.
Fue un hombre incomprendido para su época”
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¿Quién le dictó al profesor su primer curso de
naturismo?
Gloria: “Él compró un libro del doctor Lazaeta
Charan: “La medicina natural al alcance de todos” y lo
empezó a practicar en él mismo y se dio cuenta de los
excelentes resultados. Después curó a su mamá, a un
paciente de una provincia cercana quien le pago cuarenta
pesos por haberlo curado, luego los testimonios de la
gente le fueron dando fama y prosiguió con el clero, las
monjas, los políticos, etc. Un señor de apellido Araujo
fue uno de sus primeros pacientes”
¿Cuántos discípulos tuvo el profesor Londoño?
Gloria: “Muy pocos y entre ellos usted señor
Moreno; los médicos para esa época, aun teniendo
conocimiento de los resultados, no exponían su título
para no contagiarse con los “yerbateros”, como se les
llamaba en ese entonces”
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¿Cuántos libros escribió?
Gloria: “Tres libros”, afirmó.
Es pertinente aclarar que uno de ellos me
lo dedicó personalmente con su autógrafo en la
contraportada el cual le agradecí mucho, y en su
dedicatoria me nombraba como una columna del
naturismo en Colombia; claro que no lo he logrado
ni lo lograré, pero he expuesto mi nombre y el
laboratorio que funde en busca del ideal del profesor.
¿Qué pasó con la Clínica Naturista?
Gloria: “Al morir el profesor la familia acabó
con la clínica por intereses personales”
¿Qué menciones obtuvo en el exterior?
Gloria: “Fue director emérito de muchos
congresos en Europa y Estado Unidos que compartía
con la señora Nelly Fresh, una verdadera pionera del
naturismo”, a lo cual añado que en los años 1968
y 1969 colocamos la primera tienda naturista en
Colombia.
¿Qué más logros obtuvo?
Gloria: “Se ganó el respeto de los médicos que
en su momento fueron sus opositores”
¿Qué pasó con el proyector de cine con el cual
presentaba los testimonios de sus pacientes
luego de ser curados?
Gloria: “La familia se quedó con todo”
Como entrevistador me permito dar
testimonio que los pacientes que remitía desde
Bogotá se recuperaban de seis a diez días. El método
que usaba con todos los pacientes con el método
chino de la trofoterapia por medio de la alimentación
vegetariana integral basada en frutas, verduras,
semillas, etc. Los masajes que el mismo practicaba
al sol los hacía con una maquina eléctrica vibradora,
era muy hábil para limpiar la piel con un estropajo
y ortiga. A los pacientes les daba un laxante natural
del cual inspiré mi formula que ahora fabricamos y
distribuimos en el laboratorio actualmente.
En calidad de fundador del Laboratorio de
Productos NATURASOL, doy fe de la vida y obra del
profesor Manuel J. Londoño y certifico la veracidad de
estas palabras.
¿Cuáles fueron sus principales virtudes?
Gloria:
“La gratitud,
la humildad y
una gran memoria”
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