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nº 4 - año 2 - abril 2010
Malestar en la medicina / Residencia en España /
¿Ser médico eslo mismo que doctor? / Diego Peretti /
Medicina en la Villa 31 / Historia: Dr. Bernardo Housssay
Editorial
“(…) Todos llegábamos del mismo sitio.
Todos veníamos de mujer y de hombre.
Todos tuvimos hambre y pronto dientes.
A todos nos crecieron las manos y los ojos
para trabajar y desear lo que existe.”
El Barco, de Pablo Neruda
Pfizer
En abril de 1528, Don Pánfilo de Narváez
desembarca junto con quinientos expedicionarios en las costas de La Florida. Buscaban oro y –como sus predecesores– la
fuente de la Juventud. Al llegar a los Apalaches, se encontraron extraviados, mal
provistos, agobiados por el calor y la inanición. Luego de ocho meses, llegaron a
Texas. Sin barcos ni herramientas, construyeron improvisadas barcas para emprender el regreso. La travesía devino en
naufragio: cuatro tripulantes sobrevivieron
milagrosamente. Vagaron perdidos entre
los nativos como esclavos, comerciantes
y médicos-brujos. Ocho desventurados
años les tomó cruzar el río Bravo para retornar a tierra española.
Imagine aquellas naves, ahora colmadas
de galenos, desbordantes de adelantados que se lanzaban a la mar de la ciencia: anhelando conocimientos, mensurando evidencias, confirmando presunciones.
Sitiando paradigmas de antaño, destrozando con hilaridad viejas certezas. Buscando con afectación y disimulo la existencia de algún milagro.
1
2
La Gaya Ciencia, F. Nietzsche, 1885.
Retrato de Dorian Gray, O. Wilde.
Ahora, no mire ya la barca. No preste
atención al nutrido número de hombres.
Vea al solitario médico navegando en tierras ignotas, dudando del rumbo que su
timón le dicta, descubriéndose de pronto
sin provisiones. Reiterándose, una y otra
vez, la retórica pregunta acerca del valor
de este viaje. Véalo insistir en remendar
sus mistongos veleros luego de ocasionales naufragios. Proveerse de nuevas esperanzas e izar sus frágiles velas en medio
del incesante ventarrón. Sobrevivientes
cotidianos de postreras palabras en bocas
que ya no tendrán voz, de miradas perdidas en pupilas que luego se dilatarán, de
exhalaciones finales, de dolores que se
extinguen, de presencias que sobrevivirán
luego en recuerdos. Del tiempo que, caprichoso, se sucede.
Cómo no adivinar el arte, el artesano, el
artista detrás de este viaje. La Gaya Ciencia1: La Poética Ciencia. Aquella capaz de
obsequiar el “...regocijo luego de una larga privación y desfallecimiento, el júbilo de
la fuerza que se recupera, la creencia que
se ha despertado de nuevo a un mañana y
a un pasado mañana, el súbito sentimiento
y presentimiento de un futuro, de próximas
aventuras, de mares nuevamente abiertos,
de metas nuevamente permitidas, nuevamente creídas…”.
Y cómo no recordar que el artista es, tan
sólo, el creador de cosas bellas. Y que la
finalidad del arte es rebelar esa belleza, y
no a su creador2.
3
Índice
6
Malestar en la Medicina
36
Bernardo Alberto Houssay:
misionero entre gentiles
42
Entre salas y pasillos
Hospital Churruca
14
Compromiso y salud en “la 31”
20
OUTSIDE
24
Médicos por el mundo
Hoy: España
46
A usted...,
¿lo llaman Doctor?
28
“La Medicina tiene
buen marketing”
Entrevista a Diego Peretti
52
Películas y salud
57
Eventos y congresos
Sociedad Argentina
de Medicina
60
Bonus
Humor
34
Staff
Dirección:
Lic. Pablo Aragone
Lic. Gonzalo Aragone
Comercial:
Lic. Gonzalo Aragone
Desarrollo de Contenidos:
Lic. Pablo Aragone
Dr. Mario Díaz
Diseño Gráfico:
Mariana Tavella
Contacto:
[email protected]
Corrección de Textos:
María José Verna
Colaboraciones:
Dr. Daniel Enrique Maidana
Dr. Martín Borghi
Dr. Martín Dotras
Carlos I. Tavella
Agradecimientos:
Dr. Jorge Tartaglione
Intramed
Médicos y residentes del
Hospital Lanari
Diego Peretti
Las opiniones vertidas en esta revista son de exclusiva responsabilidad de sus emisores y no representan necesariamente la
opinión de la revista AMBO. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos de la presente publicación,
por cualquier medio, sin la expresa autorización de sus propietarios. Revista AMBO es propiedad de Gonzalo Aragone, Pablo Aragone y Lucía Eugenio Heguy.
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5
AMBO es un espacio de diálogo y reflexión abierto
para toda la comunidad médica, y queremos invitarte
a participar. ¿Hace tiempo que tenés guardados
en algún cajón ideas, notas, cuentos, historias, o
te gustaría que visitemos tu hospital y que salga en
nuestros próximos números?
Contactate con nosotros y vas a encontrar en estas
páginas un lugar para comunicarte.
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6
por el Dr. Jorge E.
Tartaglione
7
Con estas firmes palabras comienza un
artículo llamado “Malestar en la medicina.
Insatisfacción y descontento en los médicos”, publicado en el año 2007 por el Dr.
Hernán Doval, que tuvo gran repercusión
en la comunidad médica. Bajo esta temática, fue entrevistado por el Dr. Jorge Tartaglione para su programa “Ateneos Cardiológicos”. A continuación reproducimos
la charla, casi de amigos, que mantuvieron
en aquel espacio:
Dr. Jorge E. Tartaglione: Hernán, me comentabas que no sos cardiólogo.
Malestar en
la Medicina
“En la Argentina, muchos médicos y cardiólogos están insatisfechos e infelices con la calidad de su vida profesional.
Resultan habituales las charlas informales con abundantes
evidencias anecdóticas que los aquejan, y las recientes encuestas de la SAC (Sociedad Argentina de Cardiología) sobre la duración de la consulta médica y acerca de la calidad
de vida profesional identifican algunos de los factores que
subyacen a este descontento”.
Dr. Hernán Doval: Así es; no es un secreto.
En todas las charlas que ofrezco, muchas
veces digo que no soy cardiólogo, porque hice la residencia clínica en CEMIC,
me recibí de clínico y sigo considerándome un clínico.
¿Realizás tarea asistencial?
Bastante. Por día, veo a alrededor de cincuenta pacientes agudos cada mañana,
porque hago dos recorridas. Pero creo
que la Cardiología es parte de la Clínica
médica, así que deberemos seguir siendo
clínicos cardiólogos.
>
Dr. Jorge E. Tartaglione entrevista al Dr. Hernán Doval.
Dentro de la Clínica, ¿lo que más te gusta
es la Cardiología?
Sí. Por supuesto.
¿Y cuál es tu visión actual de la Cardiología?
El problema actual de la Cardiología es
que estamos perdiendo clínicos cardiólogos. Cada vez hay más médicos subespecialistas, y está “más degradado” el
reconocimiento profesional, social, económico, o como quieras llamarlo, del clínico que se dedica a la Cardiología. Creo
que hay, en general, cierto grado de descontento en la situación actual de la Medicina. Además, como director de la Revista
"Los médicos creen que
una consulta bien realizada debe durar entre 20 y
30 minutos, según los 800
cardiólogos que respondieron. Sin embargo, los
proveedores del sistema
en el que trabajan les dan
entre 10 y 15 minutos".
Malestar en la Medicina
8
Argentina de Cardiología, tengo la oportunidad y me doy el lujo de poder escribir
las cartas editoriales. La última que se publicó se llama “Malestar en la medicina”,
quizá parafraseando a Freud, con el subtítulo “Descontento e insatisfacción de los
médicos”. También dirijo el Comité de
Bioética, donde diseñamos una encuesta
para analizar la duración del trabajo médico y otra sobre las condiciones de profesionalidad. Lo que encontramos es desalentador con respecto a la consulta. Los
médicos creen que una consulta bien realizada debe durar entre 20 y 30 minutos, según los 800 cardiólogos que respondieron. Sin embargo, los proveedores
del sistema en el que trabajan les dan entre 10 y 15 minutos. Dos de cada tres de
los encuestados consideran inadecuado el
tiempo otorgado. El 75% posee responsabilidad personal en aceptar estas exigencias. Consideran que no es ético, pero las
aceptan porque son las únicas condiciones
que pueden tener. Además, el 95% piensa que los proveedores que exigen esto
son antitéticos. Quizá esto sea la punta del
iceberg del descontento de un sector médico bastante excepcional, porque son los
médicos de la Sociedad de Cardiología. Y
otra parte de la encuesta revela que uno
de cada cuatro médicos de la Sociedad de
Cardiología no volvería a estudiar Medicina. Eso es muy duro. Y casi el 40% no le
recomendaría a su hijo estudiar Medicina,
lo que es aún más duro.
Tengo dos hijos. Ambos están estudiando
Medicina…
Yo tengo dos hijas, y una de ellas es médica.
¿Influiste?
No directamente, ¿pero quién puede no
influir?
Lo que expresás me mueve a reflexionar
acerca de la sociabilización de la Medicina, el bono a la Medicina y las grandes
empresas, que han generado un deterioro
y desgaste en el médico.
Así es, y además de todas estas condiciones, encontramos el problema de la autonomía médica. En la época de oro de la
Medicina, después de la Segunda Guerra
Mundial y hasta la década del 80, el médico tuvo el grado de autonomía máxima
para tomar decisiones, decidir dónde iba a
ir su paciente, qué subespecialista lo atendería, qué prácticas le haría, nada más que
con su conocimiento y sin limitaciones importantes. En estos últimos veinte años,
con el sistema de salud que está gerenciado, los médicos cada vez cuentan con
menos autonomía médica y no se sienten
muy bien. Deben tener cuidado de qué
es lo que harán con el paciente, porque
los van a auditar para ver si el número de
análisis que solicitan o el número de consultas está por fuera de la media. Ninguno de los sistemas de salud pone los tips,
es decir, hay que establecer estándares de
calidad. Además, hay que saber qué población atiende cada médico. Los médicos
viejos, como nosotros, atendemos poblaciones más complejas, que necesitan
más elementos para recibir el diagnóstico.
Aunque, como sabés, sigo pensando que
el elemento más importante para los cardiólogos no está en el estetoscopio, sino
entre las olivas del estetoscopio.
Me cuestiono lo siguiente: la sociabilización
de la Medina, el hecho de que esté manejada por las grandes empresas, que deterioran indudablemente la relación médicopaciente. Me parece que el pronóstico no
es alentador, y antes el médico tenía la posibilidad de hacer “el arte” de la Medicina
más personalizado. Ahora debe seguir una
guía. ¿Cuál es tu reflexión en este punto?
Es un tema muy interesante. Me parece
que la Medicina es dos cosas: una ciencia
y un arte. Hago el siguiente paralelo: ¿cuál
es un gran ejecutante de jazz? ¿Qué hace a
un gran ejecutante de jazz? ¿Conoce mucho de jazz? Sí. ¿Practica mucho? Sí, pero
para poder improvisar, hay que saber demasiado. La Medicina es gran parte de la
ciencia, pero el manejo de los pacientes es
una improvisación, entre comillas, que es
el arte y el oficio del médico. Las evidencias son guías para la acción, pero nunca
indican, para cada paciente en particular,
la toma de decisión última, que dependerá de todo el resto, que es lo que el médico evalúa. Entonces, los sistemas de salud
deben controlar cuáles son los estándares
de calidad, y eso puede mejorarse.
Con el doctor Carlos Tajer, diseñamos
una epicrisis computada, llamada epicardio, que estamos diseminando por todas
las unidades coronarias. Permite saber en
línea qué es lo que se está haciendo. Y estableciendo pautas de control de calidad y
discutiendo entre nosotros desde el punto de vista médico, mejoraremos la calidad de lo que deberíamos realizar.
Quizá nosotros tendríamos que discutir a
fondo cómo podemos hacer para rehabilitar nuestra profesión ante la sociedad,
y que la gente siga considerando que la
ciencia está al alcance de los ciudadanos y
que nosotros nos seguimos preocupando
por los pacientes. Y después, juntos, decirle al sistema de salud qué es lo que debemos saber.
Volviendo a la encuesta que nombraste,
uno de cada cuatro médicos no volvería a
elegir serlo. ¿Es una “desjerarquización” de
la Medicina? No se sienten conformes con
lo que hacen, es un trabajo insalubre que
9
"En estos últimos veinte
años, con el sistema de
salud que está gerenciado, los médicos cada
vez cuentan con menos
autonomía médica y no
se sienten muy bien".
no quieren hacer, desean hacer otra cosa… Me da esa sensación, es triste.
El problema es que el 60 o 70% trabaja
más de 48 horas por semana.
Y con mala remuneración.
Borrachi analizó el ingreso total de los médicos y llegó a la conclusión de que la insatisfacción aumentaba por los bajos ingresos. Así que la parte económica tiene
que ver.
Es lógico si tenés que trabajar 48 horas
por semana y no podés darte ninguna satisfacción.
Además, no podés atender bien al paciente porque tenés una consulta de quince
minutos.
Dos o tres meses antes de que Favoloro
se suicidara, le hicieron una manifestación
en la puerta de la Fundación, porque decía
que había que cerrar la Facultad de Medicina, ya que había muchos médicos. Qué
difícil entender esta encuesta, con la cantidad de médicos que inicia. Todavía existe
la fantasía de “m’hijo el dotor”.
Quizá si a quienes están por ingresar en
Medicina los juntaran con médicos recibidos hace cinco o diez años que les contaran cómo es su vida, a lo mejor, espon-
Malestar en la Medicina
10
táneamente disminuiría el porcentaje de
ingresantes, porque no es la versión que
tiene el común de la gente. El médico actual es empleado de grandes empresas de
salud. Y no están acostumbrados a unirse
colectivamente, y defender sus derechos
y los de los pacientes. Estamos en una posición compleja. Y si alguien se va, siempre hay otro médico que lo reemplazará, porque no somos colectivamente una
organización médica, sino que intentamos
resolver la situación y sobrevivir en este
mundo competitivo como podemos.
Soy un defensor de la salud pública. Creo en
la salud pública. Y uno ve sistemas de salud,
como el español o el inglés, que son puramente públicos y muy poco privados. Aquí la
salud privada cubre un gran porcentaje, con
18 millones que no tienen cobertura médica y 7 millones de indigentes. Hace que sea
complejo, porque el médico que está en el
hospital del Estado no tiene cinco minutos
para atender al paciente, pero muy probablemente lo atienda en cinco minutos.
Sí, seguro. No hay ninguna duda de que la
única posibilidad que tenemos es discutir
esto, y esta es la punta del iceberg. La gente no habla de estas cosas. Quizá, en un
congreso médico, parecería que es tirar
malas ondas, pero en realidad tenemos
que reflexionar sobre estos problemas,
porque debemos que resolverlos nosotros mismos. En una conferencia magistral
que ofreció, escuché a Valentín Fuster; se
preguntaba qué estamos formando, si somos realmente médicos o técnicos, porque hemos perdido el criterio de que la
Medicina posee un fragmento de arte que
es imprescindible mantener.
Las sociedades como la de Cardiología no
tendrían que enviar mensajes sociológicos
de estas características, y que la comunidad se entere de estos mensajes como
11
"La Medicina es gran
parte de la ciencia, pero
el manejo de los pacientes
es una improvisación, entre comillas, que es el arte
y el oficio del médico".
que tiene que bajar de peso o controlar
su colesterol.
Estoy de acuerdo. En mi caso, como integrante del Comité de Bioética, que se fundó recientemente en la Sociedad de Cardiología, sé que se está discutiendo por
primera vez qué pasa con la consulta médica que la ética está en la práctica clínica
de todos los días y qué compromiso ético tenemos. Y como me pidieron que dirigiera el Comité de Bioética, puse como
condición discutir estos temas. Entonces,
esto está publicado en la revista de la SAC,
y por lo menos en un periódico grande
de Rosario ha tenido difusión. Creo que
este es un problema para difundir masivamente.
¿No hablamos de Medicina o sí hablamos
de Medicina?
Hablamos demasiado de Medicina.
>
Ateneos Cardiológicos: www.ateneoscardiologicos.com
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Revista Online / Videos / Foros / Agenda y más
por Pablo Aragone
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Compromiso y
salud en "la 31"
El silencio dominó por mucho tiempo la Villa 31 y 31 Bis. Sólo encontraban un lugar en los medios de rebote, cuando algún periodista amarillista ingresaba al lugar haciéndose el sentimental y comprometido,
para darle micrófono a un chico que
no podía hilar dos palabras por la
cantidad de pegamento que se había metido en el cuerpo. La rutina
es siempre la misma: el pibe drogón
en cámara, el periodista con cara
de lamento, el televidente que ve
las imágenes como si se tratara de
un reality perverso, y que alimenta
su morbo y el raiting que se eleva.
Más tarde, se puso de moda hablar
sobre los riesgos de derrumbe que
corrían las precarias casas de cuatro pisos que se veían desde la autopista. Siempre me quedó la duda de
cuál era la verdadera preocupación.
¿La suerte que corrían las familias
de esas casas, o que las construcciones crecieran tanto y que fueran imposibles de ignorar? Grandes
paradigmas de nuestra metrópolis,
que contrasta sus carencias con un
shopping y un hotel cinco estrellas
en la vereda de enfrente.
Finalmente el silencio se rompió el 19 de
noviembre de 2008, cuando la gente, a
falta de respuestas y cansada de promesas
incumplidas, decidió cortar la Autopista
Illia a causa de dos reclamos básicos. Por
un lado, que se implementara el plan de
urbanización que la Facultad de Arquitectura de la UBA había diseñado en 2002,
y por otro, ser incluidos en una audiencia
pública pedida por la Justicia para resolver un litigio entre la gestión porteña y la
ONABE, un organismo federal. Esta fue
una de las primeras demostraciones de
los vecinos que tomó verdadero estado
público y que nos obligó, como sociedad,
a no ignorar más sus necesidades.
La historia de la villa, tal como la conocemos hoy, se remonta a la década del 40,
cuando el gobierno proveyó de viviendas
a inmigrantes y obreros en zonas aledañas
al Puerto de Buenos Aires y la estación ferroviaria de Retiro. El censo realizado por
el Gobierno de la Ciudad en 2009 arrojó
que, en las quince hectáreas que ocupa la
villa, viven 25.987 personas, aunque muchos vecinos coinciden en que el número
sería más elevado.
Dentro de “la 31”, funcionan algunas cooperativas y centros sociales. Uno de ellos
es el club social y deportivo “El campito”,
donde gente ajena al barrio se dedica a
impartir distintas actividades, como rugby,
yoga, apoyo escolar, asesoría legal, capoeira, fútbol y asistencia médica.
Martín Dotras, médico egresado de la
UBA, trabaja en “El campito” hace dos
años y medio junto con otros colegas.
Gracias a una entrevista que les hicieron
de un diario y una seguidilla de causalidades (nada es casual), las puertas fueron
abriéndose, para llevar sus ideas y proyectos a un nivel macro, con colaboración
gubernamental, universitaria, hospitalaria
y vecinal. Un proyecto ambicioso que
Villa 31
16
promete grandes cambios de cara al futuro, tanto para los vecinos como para la
comunidad médica.
Hablaste de un concepto importante: la
“refuncionalización de la universidad”.
¿Cómo se logra esto?
¿Cuándo y cómo arrancó el proyecto?
El centro tendrá una rotación programática de los residentes, bajo el principio filosófico que nos guía: “La universidad tiene
que vincularse con la sociedad”. Además,
no sólo participará la Facultad de Medicina, ya que se instalará un espacio de participación de otras áreas, posiblemente,
Psicología, Odontología y Sociales.
Empezó a inicios de 2009, a raíz de una
nota que nos hicieron para Página/12 sobre el trabajo que realizamos, junto con
otros médicos, en el centro comunitario
“El campito”, de la Villa 31. La presidenta de la Fundación Música Esperanza leyó
ese artículo, y se contactó con nosotros
para conocer lo que hacíamos en el lugar
y contarnos sobre un proyecto en el que
venían trabajando. Desde la Fundación,
habían conseguido que la ONABE (Organismo Nacional de Administración de
Bienes del Estado) les cediera un predio
en la villa, que consistía en un galpón del
ferrocarril, para que hicieran un centro
materno infantil. El Ministerio de Planificación Federal refaccionó el lugar, pero
todavía no tenían ningún plan de provisión
de recursos humanos. A partir de entonces, comenzamos a pensar el trabajo en
salud que veníamos haciendo hacía dos
años, pero ahora a nivel macro.
¿Cómo se involucra la universidad?
Justo en el momento en el que empezábamos esta iniciativa, el Hospital de Clínicas,
donde yo participaba de la Asociación de
Residentes, comenzó un proyecto –a cargo del Dr. Roberto Pagano y su equipo–,
con el objetivo de refuncionalizar el hospital, para que se transformara en un lugar de
cara a la sociedad y no cerrado, de puertas
adentro. Teniendo en cuenta esto, les presentamos el trabajo que queríamos hacer
en “la 31”; les interesó, y pasamos a formar
parte de este proyecto. Decidieron hacerse cargo de la financiación. En octubre de
2009, se firmó un convenio entre la Fundación Música Esperanza y la UBA.
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¿Cómo llevarán a cabo el proyecto?
Contará con tres etapas fundamentales.
La primera de ellas implica el acondicionamiento de la estructura. Esto está siendo
tramitado con el Ministerio de Desarrollo
Social, mediante el programa de Centros
de Intervención Comunitaria (CIC), y
ahora sólo nos falta el visto bueno de Alicia Kirchner. Este primer tramo se realizará bajo el programa CIC, en conjunto con
las cooperativas del lugar. Además, habrá
una mesa de gestión representada por el
hospital y vecinos, para cumplir con uno
de los requisitos del CIC.
El desarrollo de los servicios es parte de
la segunda etapa. Pensamos en rotaciones
programáticas de los residentes y en romper con el paradigma del sanitarismo, en el
que los médicos de un centro de salud son
unos y los del hospital, otros. Esto, al ser
circular y rotatorio, es mucho más fluido,
y la burocracia hospitalaria se saltea. Como
servicios más fuertes y rentados, se incluirán los de clínica, enfermería, pediatría, ginecología y salud mental, y también habrá
especialidades “posbásicas”, como infectología, neumología, cardiología, nutrición,
dermatología, kinesiología, diagnóstico por
imágenes, adicciones y violencia familiar. El
programa contará con ocho consultorios
descentralizados en toda la villa.
En la tercera etapa, junto con la Secretaría
de Extensión de la Facultad de Medicina,
se realizarán formaciones de promotores
de la salud, inicialmente con estudiantes
de Medicina y, después, con gente del
lugar. Y a esto, hay que sumarle trabajo
social y de investigación.
La otra gran pata de esta iniciativa es el
área social, donde trabajará gente de la
Facultad de Ciencias Sociales, y que ofrecerá la posibilidad de hacer prácticas y de
sumar horas de investigación en las carreras de Sociología y Trabajo Social.
¿Cuáles son las demandas más importantes de los vecinos?
En primer lugar, la urbanización del barrio,
la cual fue votada el año pasado. Pero
como todos sabemos, las leyes hay que
hacerlas cumplir, y esto todavía no pasó.
Existen muchas demandas insatisfechas,
como la imposibilidad de esparcimiento
y de juego (no hay espacios suficientes),
"Existen muchas
demandas insatisfechas,
como la imposibilidad
de esparcimiento y
de juego, la escasa
disponibilidad de turnos
médicos, la falta de
servicios básicos y la
atención poco frecuente
del SAME".
>
Fotos: Carlos I. Tavella ([email protected])
Villa 31
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la escasa disponibilidad de turnos médicos (sobre todo, odontológicos y de salud mental), la falta de servicios básicos
(no hay agua en el verano; se corta la luz
permanentemente; se inundan las casas,
porque la autopista tapó los desagües;
la recolección de basura es casi nula), la
atención poco frecuente del SAME, que
no ingresa a la villa o lo hace muy de vez
en cuando, etcétera.
¿La gente del barrio está al tanto del proyecto?
Realizamos dos presentaciones formales.
La primera fue en la mesa por la urbanización, que es una agrupación de vecinos
autoconvocados con intereses genuinos
que viene luchando por la mejora del barrio. Y la segunda fue en el galpón donde
queda el centro. La convocatoria fue bastante buena.
Si todo funciona como lo planeado, ¿hay
posibilidades de aplicarlo en otros lugares?
Sí, creo que puede replicarse, pero primero debe serlo. Uno puede plantear
un montón de cosas, pero luego deben
realizarlas... Creemos que es fundamental la participación de los vecinos y de su
entorno, ya que visualizamos una brecha
muy grande en el país entre la salud y la
población.
¿Qué repercusiones tiene la iniciativa entre tus compañeros médicos?
Hay de todo. Están quienes se interesan y
dicen que les gustaría mucho trabajar ahí,
y están los que no.
¿En cuánto tiempo estarán listos los primeros servicios?
No tenemos todavía una fecha concreta.
¿Cómo pueden sumarse los médicos interesados?
Pueden contactarse conmigo por mail a
[email protected].
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20
21
res me contó sobre la Casa de la Juventud
de San Isidro, donde también daba clases.
Gracias a esto, pude combinar los horarios, terminé un curso de dos años, continué con talleres y sigo en la actualidad en el
área de Archivo de la Casa.
¿Es un hobby? Si no fueras médico, ¿serías
fotógrafo?
Dr. Martín Borghi
OUTSIDE
¿Qué hacen los médicos residentes
cuando se sacan el ambo?
Odio la palabra hobby, pero… ¿No se puede ser las dos cosas? Vivo de la Medicina
y muero por la fotografía. Cuando trabajé
sacando fotos, lo hice en muestras de teatro, bailes, recitales, eventos deportivos o
algún desfile, con total libertad. Si me imponen la foto que quieren que saque, no
funciono. Nunca podría hacer publicidad.
Además siempre me costó mucho ponerle
precio a las fotografías. Por suerte, los trabajos les gustaron a los “clientes”, que, por
cierto, siempre fueron familiares y amigos.
También tuve una alumna, la hermana de
un amigo. Como yo sabía que ella pintaba
unos cuadros buenísimos, le pedí que no
me pagara con dinero, sino con una obra
suya. Y está colgada en mi living.
¿En algún momento pudiste combinar la
fotografía con la medicina?
“Vivo de la Medicina, pero muero por
la fotografía” son las contundentes palabras que eligió Martín para explicar
lo que siente por su actividad extrahospitalaria. La pasión por querer “congelar el tiempo” en cada imagen hace
que no sea extraño verlo por ahí portando una cámara digital o analógica.
Además, participa de talleres de investigación y cuenta que, gracias a la fotografía, pudo ingresar a la residencia
que quería, a pesar de tener que enfrentarse a un jefe medio complicado
que no aceptaba a nadie.
¿Cuándo y cómo empezó tu pasión por la
fotografía?
Fue más o menos en 2003. Un tío tenía
una cámara vieja y me explicó un par de
cosas para que pudiera usarla en un viaje. Cuando volví a mi casa, mi “viejo” me
dijo que él también tenía una guardada,
me la regaló, y empecé a usarla y a aprender como autodidacta. Un día, un amigo
me contó que estaba haciendo un curso
de fotografía en la UBA. Empecé a ir, pero
al poco tiempo se me complicó, porque
se me superponía con los horarios de la
carrera. Por suerte, uno de los profeso-
Sí. Durante el internado rotatorio, vivía
frente al hospital de San Isidro y, por comodidad, quería hacer las rotaciones ahí,
pero el jefe de Cirugía tenía que aceptarte. Él era un maniático, no aceptaba nunca
a nadie, tenía mal trato y humillaba a la gente todo el tiempo. Entonces, uno de los cirujanos que me conocía me contó que el
tipo era fanático de la fotografía y que si le
“entraba” por ahí, me lo compraba. Un día,
después de esperarlo mil horas, el tipo nos
hizo pasar a mí y a otra chica para entrevistarnos. La chica era la alumna diez del mismo hospital, y la aceptó enseguida. Después, mirándome de arriba a abajo, me
dijo: “¿Así que vos sos fotógrafo?”. Empezó a preguntarme por la cámara que tenía,
qué tipo de fotos me gustaba sacar y hasta
me tomó una prueba de cómo fotografiar
una taza que había sobre la mesa. Le respondí sin dudar, e incluso le hice unas preguntas que no supo responder. Con todo
esto, me aceptó, y además me preguntó si
podía sacar fotos en el quirófano. Creo que
hasta terminó queriéndome.
¿Sacaste otras fotos en el hospital o inspirado en la salud?
Sí. Fue la única vez que saqué fotos para un
concurso que organizaba un hospital por
su centenario. No me gustan los certámenes, pero una amiga insistió, así que mandé
algunas y gané una mención.
¿Tus compañeros conocen lo que hacés
fuera del hospital?
OUTSIDE
22
23
Sí. Cuando hay una reunión, cumpleaños o
algo y llevo mi camarota, se van enterando...
¿Qué buscas transmitir en las imágenes?
Depende de la escena, aunque no sé si intento transmitir algo. Me gusta que la foto
sea natural y que evoque lo que estaba en
el aire en ese momento, como si yo no estuviese ahí. Robert Capa lograba eso, y es
difícil de superar.
Trabajás en la sección Archivo. ¿De qué se
trata esto?
Es el diminutivo del Grupo de Archivo,
Conservación, Investigación y Experimentación Fotográfico, de la Casa de la Juventud de San Isidro. Entre otras cosas, se investiga y experimenta sobre procesos de
revelado antiguos (alguna vez casi volamos
por el aire). Se trabaja en la construcción de
cámaras, por ejemplo, de algunas que son
de madera; se hizo una que saca en 3D,
otras giratorias que sacan en 360º, y tuvimos un proyecto para hacer una cámara
barrilete; también fabricamos lentes. ¡Una
vez hasta intentamos fabricar vidrio! El lugar funciona, además, como fototeca, donde tenemos imágenes muy antiguas. También armamos equipos para cubrir distintos
eventos que se llevan a cabo en el partido, y organizamos talleres y charlas sobre
historia de la fotografía, química fotográfica,
conservación y muchas otras cosas.
¿Qué es para vos la fotografía? ¿Por qué elegiste ese lenguaje para expresarte?
Supongo que si mi viejo hubiera tenido una
guitarra en vez de la cámara, hubiera encarado para el lado de la música... o no... No
sé... Me hubiera encantado ser músico o
director de cine, pero se me vino encima
la fotografía. La idea es congelar el tiempo,
que guste y cuente algo.
24
Uno de ellos es Daniel Enrique Maidana
(28), quien luego de terminar la carrera en
la UBA, en la U.D.H. del Hospital Fernández, enfiló rumbo a la “Madre Patria”. “A la
hora de hacer la especialidad, idealmente
por el sistema de residencias, tenía muchas opciones donde realizarla, residencias municipales, provinciales, privadas, y
el extranjero. Fui por este último camino
y hace un año que estoy en España”, nos
explica. Actualmente, se encuentra cursando el segundo año de residencia en
Oftalmología en el Hospital Universitario
de Bellvitge, Barcelona, y por ahora, dice
estar 100% conforme con la experiencia.
Dr. Daniel
Enrique
Maidana
(28 años)
¿Por qué decidiste irte?
Médicos por
el mundo
Hoy: España
Por profesionalización, por necesidad, por dinero, por
amor o por el deseo de cambiar de aire, muchos médicos
jóvenes se aventuran a cruzar fronteras y probar suerte
en otras tierras.
La experiencia de hacer la especialización
en el exterior siempre tiene su atractivo,
en muchos aspectos. Por ejemplo, conocer y adentrarse en lugares y culturas diferentes, al mismo tiempo que obtenés una
formación competitiva. Es una combinación idealmente prolífica. De todas maneras, siempre tuve claro que esta atracción
(casi caprichosa) por el extranjero no era
condición suficiente para emigrar, sino que
precisaba entrar en un sitio que me aportara un respaldo académico mejor que el
que podría encontrar en Buenos Aires, ya
que el precio de vivir fuera, lejos de los
afectos y las costumbres, es bastante costoso. Por lo que el tema no era sencillo,
ya que el nivel de la Oftalmología en la
Argentina es excelente. Así que una vez
rendido el MIR (examen de residencias
médicas en España), llegó la hora de elegir la plaza, ergo, el hospital. Afortunadamente, pude escoger un sitio excelente, y
aquí estoy. Si no hubiera sido así, estaría
en Buenos Aires, haciendo la especialidad
en uno de los tantos centros de calidad
disponibles.
¿Qué fue lo más difícil de dejar?
Lo más difícil es abandonar la familia, los
amigos, en fin, los afectos. Pero creo, al
menos en mi caso, que si uno tiene los
objetivos y los planes claros, la cosa no es
tan terrible. Al fin y al cabo, durante la residencia, estás más tiempo en el hospital
que con tu entorno, cualquiera sea el país
donde la hagas.
¿Qué pasos seguiste para conseguir trabajo?
Para rendir el MIR, primero hay que revalidar el título de médico en el Ministerio de
Educación de España, que consiste en un
trámite que realizas en Buenos Aires, con
una demora de cuatro meses aproximadamente. Luego, te inscribes al examen,
primero on-line y, luego, físicamente, en el
Consulado General de España en Buenos
Aires. Alrededor de fines de enero, viajas
a España para rendir el examen. En abril,
eliges plaza, personalmente o de forma
telemática. Si todo esto sale bien, para
mayo empiezas.
¿Cómo te sentiste al llegar y cuáles fueron
las primeras impresiones del sistema de
salud español?
El cambio es significativo. Las diferencias
existen, y no hablo precisamente del equipamiento tecnológico, con el que puede
haber más o menos similitud, dependiendo del hospital. La principal diferencia
que noté fue la eficiencia que se obtiene
cuando cada integrante del sistema de
salud hace exactamente la tarea para la
cual fue capacitado. De esta forma, como
residente, tienes funciones específicas que
no se superponen –idealmente– con las
de enfermería o auxiliares, por ejemplo.
De esta manera, repito idealmente, te
dedicas a la práctica médica exclusivamente, con lo que se gana mucho tiempo. Al
25
Médicos por el mundo
26
27
"Durante la residencia, estás más tiempo en el
hospital que con tu entorno, cualquiera sea el país
donde la hagas".
principio, cuando te incorporas, quedas
un poco sorprendido con la metodología,
pero te acostumbras fácilmente.
¿Y con la gente fuera del hospital?
La gente es diferente. Quizá más distante al inicio, con otras formas, pero finalmente, se logra un vínculo excelente. La
lengua es similar, pero atención, cualquier
porteño que se ponga a hablar a la ligera,
puede ser totalmente incomprendido por
el oído español convencional…
¿Cómo es el trato con los demás colegas y
los pacientes?
Excelente, tanto con colegas como con
pacientes. Lo que más me llamó la atención es la accesibilidad en el trato que hay
entre los residentes y los adjuntos, reservando la jerarquía para cuestiones académicas, sin tanta formalidad o protocolo en
el trato cotidiano, lo cual hace bastante
amena la jornada.
¿Cualquiera tiene acceso a la salud como
en la Argentina? ¿Cómo lo solucionan los
que no tiene acceso?
Todo habitante tiene acceso a la Seguridad
Social. Esto implica atención médica, quirúrgica y farmacéutica, que, en el caso de
los jubilados, cubre el 100% del costo de
los medicamentos. Es altamente envidiable.
Así te vas dando cuenta de que el concepto
“salud para todos” no es tan utópico.
¿Cuáles son tus expectativas profesionales?
Quizá, trabajar unos años más en el exterior luego de finalizar la residencia.
¿Qué es lo que más extrañás de la vida
médica en la Argentina?
Al margen de tus afectos en general, se
extraña básicamente lo cotidiano, las charlas, los chistes, las costumbres, el mate, su
liturgia, eso mismo que no se encuentra
en ninguna otra parte del mundo.
Por el uso de tiempos verbales y algunas
palabras, se nota que la forma de hablar
de los españoles se te pegó. ¿Se te escapa
cuando volvés para acá? ¿Qué te dicen tus
amigos?
Un poco nomás. De todas maneras, con
24 horas en Buenos Aires, me pongo al
día y desaparece la ambivalencia verbal. Y
sí, mis amigos ya me “deliraron” un poco.
¿Estás conforme con tu viaje?
100%.
¿Pensás volver?
100%.
por Pablo Aragone
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28
"La Medicina
tiene buen
marketing"
Diego Peretti tenía 22 años, estudiaba Medicina, un poco
por elección propia y otro poco por mandato familiar,
y su vida se perfilaba como la de un profesional de la
salud. Un día se dio cuenta de que lo suyo iba más por
el lado lúdico y artístico que por la ciencia, y empezó
a estudiar teatro. Durante algunos años, mantuvo su
carrera de médico psiquiatra –en el hospital Fiorito, en
el Castex y como jefe de residentes en el Argerich– junto
con su nueva vocación de actor. Entre risas, recuerda
que la primera vez que lo entrevistaron para un diario el
título de la nota rezaba: “De día chorro, de noche actor”.
Y desde entonces fue optando de a poco por dedicarse a
esa profesión, en un principio sólo nocturna.
Nos encontramos en un café de Belgrano. Puntual, aparece entre la gente. Tiene una maraña en la cabeza, como si recién se hubiera levantado, pero está bien
despierto, sonriente y rápido. Cortado
de por medio, no tardó ni dos minutos
en empezar a bucear en su pasado de
médico (se nota que lo disfruta mucho).
Después, me diría que muchas veces le
preguntaron por aquellos tiempos, pero nunca de una revista de Medicina en
la que pudiera explayarse. Tal es así, que
habíamos pactado que la entrevista durara unos veinte minutos, que terminaron
siendo cincuenta charlando desde medicina y cine hasta de Maradona al frente
de la selección.
¿Por qué estudiaste Medicina?
Desde que era chico decía que quería
ser médico, y el resto me lo festejaba.
Tenían esa idea de ser de clase media y
tener un título de doctor. Empecé la facultad y, al tercer o cuarto año, ya sabía
que no me iba a gustar, pero igual seguí
por inercia, con la idea paterna de que se
termina lo que uno empieza.
Hiciste gran parte de tu residencia en el
Hospital Castex (actual Hospital Interzonal General de Agudos “Eva Perón”).
¿Qué recuerdos tenés de ese período?
Cuando entré en el Castex, la residencia
estaba armada desde hacía unos cuatro
o cinco años, con un jefe de residentes
y cursos bien preparados. En esa época,
dentro de los puntajes para ser residente, el Castex tenía buena fama.
La psiquiatría es una profesión bastante
entretenida, pero, al mismo tiempo, es-
"Si uno es curioso
y busca dentro de
la Medicina, que es
muy rica y amplia,
encontrará de todo
para hacer si quiere
cambiar".
29
Entrevista a Diego Peretti
30
nocimientos, teorías, discursos y competencias, pero muy enriquecedora. Guardo recuerdos de gente haciendo las cosas muy bien.
También pasaste por el Borda.
Estuve dos veces en el Borda, mientras
cursaba en la Facultad de Medicina y en
segundo año de residencia, para estudiar
psicosis. Esto fue por el año 93. El Borda tenía una concepción manicomial, antigua o retrógrada de la psiquiatría, pero,
a la vez, era un lugar donde encontrábamos una cantidad enorme de psicopatologías que no podíamos ver en ningún
consultorio externo.
¿Cómo fuiste pasando de la Medicina a
la actuación?
>
La señal, 2008.
tresante. En parte, esto se debía a que, en
los hospitales generales, los servicios de
Psicopatología habitualmente son apartados de la Medicina general. Nos ponían al lado del Departamento Forense.
Venían los muertos, y después, nosotros. Pero asimismo, el Castex era uno
de los pocos hospitales generales que, en
esa época, tenían incluido el servicio de
Psicopatología. También había otros, de
más avanzada, que contaban con internación, además de los consultorios externos,
como el Hospital Piñero y el Aráoz Alfaro.
Venían de la tradición de un psiquiatra
muy importante, el Dr. Goldemberg, de
poner los servicios de Psicopatologías en
los hospitales y no aislados en lo manicomios, también llamados monovalentes. En ese momento, nuestra residencia era compartida con psicólogos, y
entonces había una mezcla grande de co-
A los 25 ya había arrancado con teatro
porque me atraía más el universo lúdico y artístico que el científico, y tenía ganas de profesionalizarme en eso. Un día
me llamaron para hacer en la televisión el
programa Zona de riesgo, en el que participé de dos capítulos, y después hice la
obra de teatro El enemigo de la clase, con
Fernán Mirás. Ahí fue cuando me vio “El
chueco” Suar y me llamó para hacer un
piloto, que después sería Poliladron. Firmé contrato al año siguiente.
¿Cómo te cayó empezar a ser reconocido por la gente?
(Risas) No me pasó nada, me agarró
grande. Es obvio que si te ven en la tele,
después te saluden. ¡Tampoco tengo una
fama muy movilizante! (risas). No me
provoca incomodidad que me reconozcan. Cuando estoy muy mal, me ayuda,
por lo menos durante una cuadra después de que me saludaron.
Noté que en muchas notas los periodis-
31
tas hicieron foco en tu cambio de profesión. ¿Por qué crees que sorprende tanto esto?
Evidentemente, el cambio atrae curiosidad y necesita ser cerciorada personalmente. Cuando me encuentro con otro
que también cambió, me pasa lo mismo. Me acuerdo de que una vez estaba de vacaciones en Brasil con mi mujer,
y quisimos hacer un curso de buceo, dirigido por un argentino que estaba muy
contento con su trabajo. Me contó que
había estado metido en la bolsa durante muchos años cuando era un empresario muy top, hasta que un día largó todo y cambió por esto que hacía. Hablaba con él y me despertaba mucha curiosidad. ¡Cómo había hecho y qué había pasado para que tomara esa decisión!
Me quedé hablando horas. Es un tema
que abordé en Tiempo de valientes, donde mi personaje es un psicólogo y hay algo que lo lleva a meterse en un universo de aventuras.
¿Algo parecido a tu vida?
Puede ser. Siempre fui medio “huevonazo” (risas), en el sentido de deambular con cierta inconsciencia. Cuando uno
tiene sentido común, si le da bola, queda como alguien extraño, pero yo digo:
“Si hay algo que me gusta más que aquello, ¿por qué no voy a cambiar?”. En la
vida me topé con un montón de médicos que me dijeron: “Eh, vos sí que la hiciste, no sos ningún boludo”. Yo lo entiendo porque la vida de médico es difícil, pero no entré en esto por esa razón.
Muchos médicos ejercen porque todavía
queda un residuo de que es una profesión que da estatus, pero después, cuando estás en el frente de batalla, el estatus, vocacionalmente, te lo metés en el
ojete. Ese que dice “vos sí que la hicis-
>
Tiempo de valientes, 2005.
te” está a punto de pudrirse, salvo que se
dé cuenta y realmente se ponga a hacer
lo que le atrae. Si uno es curioso y busca dentro de la Medicina, que es muy rica
y amplia, encontrará de todo para hacer
si quiere cambiar. También creo que hay
muchos más médicos de los que tendría
que haber si tuviéramos un medidor de
vocaciones, porque es una profesión que
atrae y tiene buen marketing.
En la serie Locas de amor, interpretaste
a un psiquiatra bastante particular. ¿Cómo fue esa experiencia?
Locas de amor fue un proyecto de Adrián
Suar. Tenía la idea casi científica de poder
externar a pacientes mujeres con problemas psiquiátricos graves. Como no tenían familias que las contuvieran, para seguir con un tratamiento ambulatorio, tenían que quedarse en el hospital, y eso
Entrevista a Diego Peretti
32
"Empecé a analizarme
cuando era
estudiante porque,
académicamente,
estaba mal visto que,
con lo que estudiaba,
no lo hiciera".
>
¿Quién dice que es fácil?, 2006.
las cronificaba lejos de mejorarlas. Entonces, la idea del programa era que un
médico –ese era mi personaje– hiciera
un proyecto para externar a las pacientes y que el giro de cama paciente en el
sanatorio fuera más rápido. Algo así como buscar modernizar la visión de la terapia de las patologías mentales. A raíz
de esto, tres pacientes eran externadas
en una casa que el médico les había conseguido para que pudieran convivir y resociabilizarse. Además, él se enamoraba
de una de sus pacientes, pero éticamente la cortaba.
¿Te enamoraste de una paciente?
>
No me pasó a mí, pero sí a una paciente.
Esto ocurre por lo que en el psicoanálisis
se llama “transferencia”, que es el afecto
positivo o negativo desmedido que tiene
el paciente para con su terapeuta, que es
ubicado en un lugar de saberlo todo con
respecto a la persona que analiza. Según
la teoría, hay pacientes que comienzan a
resistirse al tratamiento a través de una
erotización de esa transferencia, pero la
realidad es que tenés a alguien que está completamente embelesado con el tipo que está del otro lado. El problema
es cuando el médico se involucra, y yo
no hice eso.
No sos vos, soy yo, 2004.
¿Te analizás?
Empecé a analizarme cuando era estudiante porque, académicamente, estaba
mal visto que, con lo que estudiaba, no lo
hiciera. Cuando me preguntaban y contaba que no me analizaba, levantaban las
cejas y decían “uh” (se ríe). Después, me
di cuenta de que en realidad me estaba
resistiendo y de que estaba bien que lo
hiciera. Lo hice durante doce años y hace tres que dejé.
Qué casualidad… justo para cuando hiciste tu última aparición en un programa.
¿Ahora en qué estás?
Acabo de terminar un cortometraje dirigido por Lucía Puenzo, quien, junto con
otros doce directores, compondrá una
película dedicada al Bicentenario. También estoy ensayando una obra de teatro, cuyo texto fue adaptado de una novela de Eduardo Sacheri (el escritor de La
pregunta de sus ojos), que se llama Aráoz
y la verdad, con “Beto” Brandoni.
¿Preferís el cine, el teatro o la tele?
El cine.
¿Cuál fue la película que más disfrutaste hacer?
Disfruté muchas. Taxi, un encuentro,
Tiempo de valientes, No sos vos, soy yo,
Música en espera, La señal…
¿Con qué actores argentinos te gustaría
trabajar?
Me gustaría hacer una obra de teatro con
“Tato” Pavlovsky y una película con Federico Luppi.
Y si tuvieras la posibilidad de que fueran
internacionales…
Muchos. Robert Duvall, Christopher
Walken, Al Pacino, Robert De Niro, Anthony Hopkins…
¿Qué películas podés ver mil veces sin
cansarte?
Taxi Driver, El Padrino y, en este momento, estoy con una película de Sean Penn,
Into the wild, que me atrae mucho. Tiene que ver con no dejarse atrapar como
un rebaño, de cambiar el rumbo por algo interno.
Como tu vida.
Sí, puede ser.
Falta poco para… (dos días después de
esta entrevista, se entregaban los Oscar)
¡Gana Argentina el mundial!
No, para los Oscar.
(Risas) Si creo en la honestidad de la votación, El secreto de sus ojos es muy buena y tiene posibilidades.
¿Y Argentina gana el mundial?
(Risas) No sé. Lo que pasa con Maradona me parece divertidísimo, se dramatiza
mucho, pero no es algo grave. Esto es un
deporte y es diversión. Creo que es tan
importante el funcionamiento del equipo
como cada individualidad. Se puede ayudar con un buen líder, pero lo que ocurre una noche anterior en una habitación
puede ser determinante para que después uno defina bien al palo. Entonces,
con un tipo como es Maradona, puede
ocurrir que, frente a tanta técnica, la mística provoque dentro de la cancha cierta lucidez.
33
34
Sociedad Argentina de Medicina
Desde 1974, los residentes de especialidades clínicas se reunieron anualmente en una actividad de neto contenido académico, en la que eran
participantes organizativos: las Jornadas Nacionales Interresidencias de
Clínica Médica. Sin embargo, no presentaban trabajos científicos, por lo
tanto, su participación no era activa desde este punto de vista.
A partir del año 1985, un grupo de médicos residentes y no residentes comenzó a
interpretar la residencia no sólo como un
modelo de aprendizaje asistencial, sino que
se le agregó la idea de que los residentes
podrían realizar también tareas de investigación científica. El espíritu fue planteado
desde el comienzo como un proyecto nacional convocante. La historia les dio la razón; de 42 trabajos científicos presentados
en 1985, al cabo de estos años, el crecimiento fue evidente, ya que en la actualidad, y desde hace un tiempo, el número de
trabajos de carácter nacional ronda los 700
–sometidos a referato previo a cargo de un
Comité Científico constituido por médicos
de destacada trayectoria en las diferentes
especialidades–, así como también se genera una constructiva discusión científica en el
transcurso de las Jornadas-Congreso.
Durante seis años, se limitaron nada más
que a la presentación de trabajos, sin programar conferencias, mesas redondas y simposios, ya que habían detectado que la principal
falencia de los Servicios de Medicina y, por
ende, del médico en formación se centraba en su crónica incapacidad para proyectar,
ejecutar y exponer trabajos científicos.
Al mismo tiempo que sentían que lo proyectado se iba cumpliendo, fue cada vez más
evidente la necesidad de crear un ámbito de
participación de expertos en distintas áreas.
Surgió entonces la idea de integrar a las Jornadas Nacionales Interresidencias de Clínica
Médica un Congreso Nacional de Medicina.
En octubre de 1991, se llevaron a cabo en
la Ciudad de Buenos Aires las XVIII Jornadas
Nacionales de Residencias de Medicina Clínica y el Congreso Nacional de Medicina I,
con excelentes resultados: más de 1100 médicos participantes, 80 conferencias, 9 mesas
redondas, 4 simposios y 370 trabajos que
fueron publicados en un libro de resúmenes.
Desde entonces, continúan realizando congresos y jornadas en todo el país.
Debido a las actividades científicas realizadas y a los proyectos por desarrollar, tuvieron la necesidad de fundar una entidad que
generara el espacio físico e intelectual para
continuar por la misma senda. Es así que en
el mes de septiembre de 1993, en la ciudad
de Buenos Aires, se realizó la reunión inaugural y se declaró constituida la Sociedad
Argentina de Medicina (SAM) y, en el mes
de noviembre del mismo año, se le otorgó
la personería jurídica.
Con el creciente número de socios y siguiendo
un espíritu federalista, se hicieron realidad los
distritos de la Sociedad. En la actualidad, se encuentran en pleno funcionamiento Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Santa Fe,
Sur del Conurbano Bonaerense, Bahía Blanca,
Chaco, Mendoza, Neuquén y Tucumán.
Con el afán de contribuir a la formación continua de los profesionales, la Sociedad organiza diversos cursos de posgrado en todo el
país. La mayoría de estos cursos tienen aval
universitario.
Dirección
Gascón 655 Piso 11° ‘E’
(C1181ACK) Bs. As. - Argentina
Teléfonos
+54 (11) 4862-5846
+54 (11) 4864-3622
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Cursos:
> Curso de Medicina Ambulatoria
(CUMA) Duración: 250 horas.
Inicio: lunes 12 de abril de 2010.
Finalización: lunes 15 de noviembre de 2010.
Días y horarios: lunes de 18 a 21 hs.
Lugar: Asociación Mutual de Profesionales
del Hospital Italiano. Potosí 4296.
Ciudad de Buenos Aires.
Directores: Dres. Gabriel Waisman y Fernando
Vázquez. Coordinador: Dr. Antonio Freixas.
> V Curso Interdisciplinario de Cuidados
Paliativos Duración: 138 horas.
Inicio: viernes 30 de abril de 2010.
Finalización: viernes 26 de noviembre de 2010.
Días y horarios: cuarto viernes
de cada mes de 9 a 17 hs.
Lugar: Clínica Paliar. R. Naón 4244.
Ciudad de Buenos Aires.
Directores: Dres. Ariel Cherro, Laura Aresca y
Bárbara Peuvrié. Coordinador: Lic. Mario Vera.
> II Curso Universitario de
Educación Médica continua en
Geriatría Duración: 132 horas.
Inicio: viernes 16 de abril de 2010.
Finalización: viernes 19 de noviembre de 2010.
Días y horarios: tercer viernes de
cada mes de 9 a 18 hs.
Lugar: Asociación Mutual de Profesionales
del Hospital Italiano. Potosí 4296.
Ciudad de Buenos Aires.
Directores: Dres. Miguel Sassano y
Rubén Vallejos. Coordinadores: Dres.
Sandra Aronson y Pablo Bongiorno.
> XIV Postgrado de Hipertensión
Arterial y Factores de Riesgo
Cardiovascular Duración: 200 horas.
Inicio: martes 4 de mayo de 2010.
Finalización: martes 30 de noviembre de 2010.
Días y horarios: cada quince días.
Martes de 14.30 a 19 hs.
Lugar: Asociación Mutual de Profesionales
del Hospital Italiano. Potosí 4296
Ciudad de Buenos Aires.
Directores: Dres. Carlos Galarza y Gabriel
Waisman. Coordinador: Dr. Marcelo Rada.
> XVI Curso Anual de Medicina Interna y
Ambulatoria Geriátrica Duración: 160 horas.
Inicio: jueves 22 de abril de 2010.
Finalización: jueves 25 de noviembre de 2010.
Días y horarios: jueves de 17.30 a 20.30 hs.
Lugar: Asociación Mutual de Profesionales
del Hospital Italiano. Potosí 4296.
Ciudad de Buenos Aires.
Directores: Dres. Javier Benchimol y Maximiliano
Smietniansky. Coordinador: Dr. Marcelo Schapira.
> Curso de Actualización en Infectología
Clínica Duración: 60 horas.
Inicio: miércoles 28 de abril de 2010.
Finalización: miércoles 23 de junio de 2010.
Días y horarios: miércoles de 17 a 21 hs.
Lugar: Auditorio Montpellier. México
3411. Ciudad de Buenos Aires.
Director: Dr. Gabriel Levy Hara
> Curso de Medicina Ambulatoria
VIRTUAL (CuMA V) Duración: 250 horas.
Inicio: lunes 3 de mayo de 2010.
Finalización: lunes 22 de noviembre de 2010.
Directores: Dres. Gabriel Waisman y Fernando
Vázquez. Coordinador: Dr. Antonio Freixas.
> X Curso de Terapéutica
Clínica Duración: 122 horas.
Inicio: miércoles 2 de junio de 2010.
Finalización: miércoles 10 de noviembre de 2010.
Días y horarios: Miércoles de 17.30 a 20 hs.
Lugar: Aula de Ortopedia del Hospital Italiano.
Potosí 4296. Ciudad de Buenos Aires.
Directores: Dres. Daniel Weissbrod y Bernardo
Martínez. Coordinador: Dr. Luis A. Camera.
> Curso Teórico Práctico de Medicina
Domiciliaria (Módulo I) Duración: 50 horas.
Inicio: miércoles 18 de agosto de 2010.
Finalización: miércoles 20 de octubre de 2010.
Días y horarios: miércoles de 17.30 a 20.30 hs.
Lugar: Asociación Mutual de Profesionales
del Hospital Italiano. Potosí 4296.
Ciudad de Buenos Aires.
Directores: Dres. Javier Saimovici y Sergio
Zunino. Coordinadores: Dras. Silvana
Scozzafava y Mónica Senillosa.
Mencionando esta nota
obtené un 10% de descuento
Preinscripción en www.sam.org.ar
36
Por Ariel Barrios Medina
Bernardo Alberto Houssay:
misionero entre gentiles
Hace más de cien años, un 10 de abril de
1887, nació Bernardo Alberto Houssay
en Buenos Aires.
Su padre y su madre, como muchos otros
millones en América y en la República Argentina, habían emigrado desde Europa.
Por ello, como le ocurría a la mayoría de
los habitantes de aquella ciudad en esos
años, su lengua materna no fue la castellana sino, en su caso, la francesa.
Niño aún, sorprendía a los padres manifestándoles que, cuando fuera grande, sería misionero y, a los pocos días, advertido
de los riesgos que correría, que sería ingeniero. Con el tiempo sería, ciertamente,
un misionero de la ciencia, un “misionero
entre gentiles” (Houssay, 1940).
Cuando Bernardo estuvo en condiciones
de elegir una profesión, luego de concluir
precozmente los estudios primarios y secundarios, el padre sugirió que se dedicase
al comercio, pues los reveses de la fortuna
lo habían dejado sin recursos para solventarle una carrera universitaria. El joven respondió que trabajaría para hacerlo por sí
mismo y, en marzo de 1901, cuando todavía no había cumplido los 14 años, ingresó
en la Escuela de Farmacia de la Facultad de
Ciencias Médicas, de donde se graduó en
1904 como el mejor de su curso. Luego,
inició la carrera de Medicina.
Cierto día de 1908, practicante menor
de Medicina en ese mismo Hospital de
Clínicas, asistió a un paciente que padecía
acromegalia (hipertrofia no congénita de
las extremidades inferiores y superiores).
Se sabía también que la glándula hipófisis
estaba afectada por un tumor. Fue entonces cuando, ya inclinada su vocación por la
fisiología tras la lectura de la obra del fisiólogo francés Claude Bernard, dejó de lado
otro tema cuidadosamente anotado y decidió investigar la función de esa glándula.
A ese fin se adiestró, en esforzado y solitario aprendizaje por medio de la bibliografía, en las técnicas disponibles: la quirúrgica
(extirpación o injerto de la glándula) y la
biológica (acción in vivo de extractos de
la glándula) para luego, utilizando procedimientos químicos, aislar el principio activo
producido por la glándula.
Houssay retomaba el camino que había
conducido al aislamiento de la secreción
de las glándulas suprarrenales: la adrenalina. Obtuvo los primeros resultados extirpando la hipófisis en la rana y, tras inicios
inciertos, logró dominar esta técnica: las
ranas sobrevivían a la operación. A continuación, Houssay investigó la acción de los
extractos del lóbulo posterior de la hipófisis preparados por él mismo y comprobó
los resultados de los fisiólogos ingleses
George Oliver y Edward Albert Schafer:
el principio activo de esos extractos era
afín, pero no idéntico, a la adrenalina. En
marzo de 1911, Houssay logró aislar lo
que creyó el principio activo del lóbulo
posterior de la hipófisis, de lo que debió,
posteriormente, desengañarse.
Houssay desarrolló estas investigaciones
paralelamente a los estudios de Medicina, que concluyó en 1911 con la tesis
“Estudios sobre la acción de los extractos
hipofisiarios. Ensayos sobre la fisiología
del lóbulo posterior de la hipófisis”, a la
que se otorgó el Premio Facultad de
Ciencias Médicas. Luego de graduado,
Houssay ejerció la profesión con singular
éxito pues, muy solicitado por los colegas,
aplicó los extractos hipofisarios a diversas
patologías.
Desde 1910, era, además, profesor
universitario, encargado del Curso de
Fisiología en la Facultad de Agronomía y
Veterinaria, al cual había sido llamado por
el decano Pedro Narciso Arata (18491922), quien lo estimaba mucho desde
los exámenes en la Escuela de Farmacia.
Resistido en un comienzo por los alumnos, quienes desconfiaban del precoz
profesor que apenas los superaba en
edad, los ganó con la didáctica basada en
la práctica experimental y en la observación cuidadosa. En 1912, Houssay obtuvo
la cátedra tras un concurso en el que se
habían inscripto treinta y dos candidatos,
entre argentinos y extranjeros.
En la Facultad de Agronomía y Veterinaria, nuevamente en solitario aprendizaje,
procuró comprobar los resultados de
la extirpación de la hipófisis en animales
superiores. Tras fracasar con la inyección
de sueros citotóxicos y la irradiación con
rayos X, retomó las técnicas quirúrgicas del cirujano William Harvey Cushing
(1869-1939), con las cuales, hacia 1916,
comprobó los trastornos causados por la
extirpación de la hipófisis en el crecimiento de los cachorros.
En 1915, Houssay ingresó como Jefe de
Sección en el Instituto Bacteriológico del
Departamento Nacional de Higiene. Este
organismo había sido fundado en 1911
para la investigación, producción y control
de sueros, vacunas y medicamentos de
origen bacteriano y opoterápico. Para dirigir el flamante instituto, se había contratado al eminente científico austríaco Rudolf
Kraus (1868-1932), quien comprobó inmediatamente la capacidad de Houssay.
En 1919, luego del fallecimiento del profesor Horacio Gregorio Piñero (18701919), ganó el concurso de la cátedra de
Fisiología de la Facultad de Ciencias Médicas. El Consejo Directivo de la Facultad
aprobó, entonces, el proyecto del consejero y decano Alfredo Lanari (1869-1930)
37
Bernardo Alberto Houssay: misionero entre gentiles
38
privos) tenían reacciones hipoglucémicas
muy acentuadas luego de la inyección de
pequeñas cantidades de insulina. Este hecho inesperado lo movió a intentar en el
perro la doble extirpación de la hipófisis
y el páncreas, y comprobó, con profunda sorpresa, que los perros que carecían
de páncreas y de hipófisis no se tornaban
diabéticos. El descubrimiento de este sorprendente hecho acaeció en 1929.
de creación del Instituto de Fisiología, que
integraba las cátedras de Química Biológica y Física Biológica bajo la dirección del
profesor de Fisiología, para quien estableció la dedicación exclusiva.
El año de 1920 fue también memorable
para Houssay pues, en diciembre, contrajo matrimonio con la química María Angélica Catán (1896-1962), a quien había
conocido en el Instituto Bacteriológico
donde ella hacía su tesis doctoral sobre
ponzoñas de serpientes, y Houssay, como
jefe de esa sección, se las proveía.
En el año de 1923, Sordelli, encarecido
por Houssay, produjo insulina en el Instituto Bacteriológico, retomando las técnicas publicadas, apenas un año antes, por
Banting, Best, Collip y otros investigadores. Inmediatamente, Houssay constituyó
un equipo de trabajo para investigar la
acción de esa hormona. Entre otros resultados, halló que los perros a los que
se había extirpado la hipófisis (hipofiso-
Houssay había descubierto que la diabetes
pancreática no se producía en los perros
hipofisoprivos (Houssay’s dogs). Tampoco
se producía en los sapos, en los cuales,
dada la conformación histológica de la
glándula, era posible extirpar por separado el lóbulo glandular, equivalente a la
parte anterior de la hipófisis de los mamíferos. La diabetes reaparecía, sin embargo, con el injerto de lóbulos glandulares.
Finalmente, Houssay realizó con éxito
otra contraprueba: la inyección de extractos de la parte anterior de la hipófisis provocaba hiperglucemia.
De este modo, con Houssay culminó la
línea de investigación iniciada casi un siglo
antes –la acción glucogénica del hígado
(Bernard, 1848); la pancreatectomía provoca diabetes (Minkowski, 1887); la lesión
de los islotes de Langerhans está asociada
a la diabetes (Opie, 1901); el aislamiento
de la secreción de los islotes de Langerhans en el páncreas, la insulina (Banting
y Best, 1922)– cuando demostró que la
extirpación de la hipófisis en los animales
de experimentación desprovistos de páncreas, y por tanto diabéticos, disminuía
la glucosa en la sangre y que la inyección
prolongada del extracto del lóbulo anterior
de la hipófisis provocaba hiperglucemia en
animales normales (diabetes hipofisaria) o
diabetes permanente (diabetes metahipofisaria) por el daño de las células beta en
los islotes de Langerhans (Barrios Medina
y Paladini, 158-169).
En 1938, constituyó un equipo de trabajo
con Eduardo Braun Menéndez (19031959), Luis Federico Leloir (1902-1987),
Juan Mauricio Muñoz, Alberto Carlos Taquini y Juan Carlos Fasciolo, para investigar
la hipertensión arterial permanente causada por el riñón (nefrógena). En 1939,
utilizando la técnica de Goldblatt (pinzamiento de las arterias renales, 1934), el
equipo formado por Houssay probó que
la secreción del riñón (renina) actuaba sobre el plasma sanguíneo produciendo la
sustancia (hipertensina, luego llamada angiotensina) que provocaba esa patología.
Durante esos años, algunos de los discípulos fueron llamados a ocupar cátedras
en el interior del país, pero Houssay, del
mismo modo que para la Argentina, ansiaba y promovía el desarrollo científico de
la patria latinoamericana. Por eso fueron
aceptados con el mismo interés y recibieron enseñanza con el mismo celo, los
brasileños, colombianos, chilenos, bolivianos, uruguayos, ecuatorianos, paraguayos
y peruanos que arribaron al instituto. También con ese espíritu fueron aceptados
norteamericanos y europeos.
En diciembre de 1933, se fundó la Asociación Argentina para el Progreso de las
Ciencias, y Houssay fue elegido presidente. Lideró un grupo dinámico e inteligente
que difundió por la prensa los objetivos
de la Asociación, hizo una encuesta del
estado en que se hallaban las ciencias y
los institutos científicos del país, promovió
la coordinación de las bibliotecas y logró
que las empresas farmacéuticas donasen
becas. En 1936, la Asociación consiguió
que el Congreso de la Nación sancionase
la Ley N° 12.338, que le asignó el fondo permanente de un millón de pesos
en títulos de la deuda pública. La renta de
estos títulos financió el otorgamiento de
subsidios y becas internas y externas para
la formación de investigadores de todas las
disciplinas científicas.
En 1930 fue nombrado miembro correspondiente de la Association Endocrinologique Russe; en 1935, miembro honorario de la Physiological Society y doctor
Honoris Causa de la Universidad de París
y, en 1936, fue electo académico de la
reorganizada Academia Pontificia de Ciencias, con Emil Abderhalden, Niels Bohr,
Guglielmo Marconi, Robert Millikan, Thomas H. Morgan y Max Planck. Ese mismo
año, la Universidad de Harvard, conmemorando el tercer centenario, le otorgó
el Doctorado Honoris Causa, junto con
otros muchos científicos, entre ellos, Edgard Douglas Adrian, Arthur Compton,
Arthur Stanley Eddington, Hans Kelsen,
Karl Landsteiner, Bronislaw Malinowski,
Jean Piaget y Rudolf Carnap.
El 4 de junio de 1943, las Fuerzas Armadas derrocaron a un gobierno impopular
que procuraba continuar instrumentando
el fraude electoral para su candidato. La
aparente unidad del gobierno militar dejó
pronto traslucir las tensiones que provocaban en las Fuerzas Armadas los alineamientos ideológicos o los compromisos materiales con unas u otras de las potencias que
combatían en la Segunda Guerra Mundial.
Houssay disfrutó, en un primer momento, de cordial interés: el militar ministro de
Educación asistió a la conferencia que dio
sobre la crisis universitaria y le prometió
una entrevista para organizar un Consejo de Educación. Pero la renuncia de este
ministro, en octubre, mostró la intensa
pugna por el gobierno entre quienes se
consideraban aliadófilos y germanófilos.
La intelectualidad universitaria que apoya-
39
Bernardo Alberto Houssay: misionero entre gentiles
40
ba francamente a los aliados, que deseaba
un gobierno civil y que se había desencantado prontamente de los interventores
universitarios, se sumó a esta situación.
El gobierno respondió dejando cesantes
en los cargos oficiales a quienes habían firmado esa declaración. Muchos docentes
universitarios corrieron esa suerte y, entre ellos, Houssay y sus discípulos Oscar
Orías y Juan Lewis, titulares de las cátedras
de Fisiología en Córdoba y Rosario.
En marzo de 1944, reanudó las investigaciones en el Instituto de Biología y Medicina Experimental, una residencia sumariamente reacondicionada y equipada del
barrio de Palermo. En esta emergencia
lo sostuvieron, además, los colegas norteamericanos, quienes constituyeron un
fondo para la compra de revistas y libros,
y donaron aparatos y drogas. Al año siguiente de la apertura del Instituto de Biología y Medicina Experimental, en junio
de 1945, cumplió el segundo propósito
al publicar Fisiología Humana, redactada
en colaboración con Lewis, Orías, Braun
Menéndez, Hug, Leloir y Foglia.
En ese momento, Houssay dirigía, nuevamente, el Instituto de Fisiología de la Facultad de Ciencias Médicas, al que había
retornado luego de que fuese declarada
ilegal la cesantía de octubre de 1943. En
la tensa circunstancia de 1945, Houssay
militó en la Junta de Coordinación Democrática oponiéndose, infructuosamente, a
la ascendente estrella de Juan Domingo
Perón (1895-1974).
En febrero de 1946, Perón ganó, ajustadamente, las elecciones nacionales. En
agosto, el Poder Ejecutivo Nacional promulgó el Decreto N° 7.966, que dejaba
sin efecto la disposición de los estatutos
de las universidades nacionales que fijaban
un límite de edad a los profesores titulares
para continuar en el ejercicio de la cátedra. En septiembre, el delegado interventor de la Facultad de Medicina dispuso,
de oficio, la jubilación de Houssay, y este
retornó al Instituto de Biología y Medicina
Experimental.
Nuevamente su ejemplo había fructificado. En la casa vecina fue instalado por la
Fundación Campomar, en las mismas precarias condiciones y dirigido por Leloir, el
Instituto de Investigaciones Bioquímicas y,
en Córdoba, dirigido por Orías, el Instituto de Investigaciones Médicas “Mercedes
y Martín Ferreyra”. A fines de 1948, se
fundó en Rosario, presidido por Lewis, el
Instituto de Investigaciones Médicas.
Durante ese lapso, Houssay recibió numerosos reconocimientos: la Banting Medal y
el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Oxford. Recibió esta distinción en
1947, pocos meses antes de que el Instituto Carolino Médico Quirúrgico de Estocolmo comunicase que le había otorgado el
Premio Nobel de Medicina y Fisiología por
el descubrimiento de que la anterohipófisis
regulaba no sólo el crecimiento, sino también el metabolismo de los hidratos de carbono. El galardón fue compartido con los
esposos Carl Ferdinand Cori (1896-1984)
y Gerty Theresa Radnitz (1896-1957) por
los descubrimientos acerca del metabolismo de la glucosa.
Sólo después del derrocamiento militar
del gobierno de Perón, en septiembre de
1955, Houssay pudo regresar a la universidad para enseñar e investigar. Se retiró
finalmente de la docencia universitaria en
abril de 1958. Ese mismo año, inició la
obra que coronaría sus esfuerzos por la
institucionalización de la ciencia en la Argentina, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
que, creado en febrero de 1958 y bajo su
presidencia, había concedido, en marzo,
las primeras becas internas.
de la vejez en otras manos que no fuesen
las suyas.
Esos años fueron de explosión científica: se crearon el Instituto de Tecnología
Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional
de Tecnología Industrial (INTI), y se reorganizó la Comisión Nacional de Energía
Atómica (CNEA).
Pero, en tanto funcionario, expresó al
presidente militar la reprobación por esos
sucesos, y el directorio del CONICET, del
cual era presidente, declaró, con firme moderación, que debían repudiarse. También
procuró reubicar a los científicos renunciantes y preservarlos de otras agresiones.
En la apertura de los cursos de la Universidad de Buenos Aires, en abril de 1961,
el consejero estudiantil Bernardo Kleiner
propuso como modelo de egresado al
médico Ernesto Guevara (1928-1967),
el “Che” Guevara, por unir la ciencia del
médico a la acción social.
A esa exigencia, Houssay respondió:
“Eliminar la intromisión política (partidos
nacionales o internacionales) en la Universidad. Como ciudadanos los profesores o
alumnos tienen el derecho de intervenir
en política, pero fuera del recinto universitario. Las orientaciones y el gobierno
universitario son responsabilidades que
corresponden a los profesores”.
Houssay fue tildado de reaccionario cuando, en realidad, manifestaba su amarga
experiencia política y el firme vínculo con
quienes lo habían ayudado en circunstancias difíciles, esto es, las tradiciones anglosajonas de libertad, democracia y vida
universitaria.
En junio de 1966, fue depuesto el presidente civil constitucional y asumió el poder un
presidente militar. Las universidades fueron
intervenidas y, en julio de 1966, la Facultad
de Ciencias Exactas y Naturales fue agraviada por la brutal intrusión de la policía.
La comunidad universitaria exigió a Houssay que enfrentase, manifiestamente, esta
política. No lo hizo y continuó ejerciendo
la presidencia del CONICET. Probablemente, temió por la suerte de este hijo
El gobierno militar, por su parte, procuró limitar la preeminencia institucional de
Houssay, y creó el Consejo Nacional de
Ciencia y Técnica (CONACYT) y la Comisión Nacional de Estudios Geoheliofísicos.
Llegaron, finalmente, los años de declinación física, que no quebraron su voluntad
de trabajo para una tarea que consideraba
inacabada: “Tal vez se quedó demasiado”.
Porque, quizás, se había quedado solo
pues los discípulos que sentía como los
sucesores –Orías, Braun Menéndez– habían fallecido prematuramente.
En 1970, ya semipostrado, recibió, con
gran alegría, la noticia de que habían conferido el premio Nobel a su discípulo Luis
Federico Leloir (1906-1987).
Fue la última, pues falleció el 21 de septiembre de 1971.
Mirando los cien años pasados, nos damos cuenta de que la obra de Bernardo
Alberto Houssay legitimó a la sociedad argentina. Después de él, la Argentina no se
constituyó, solamente, en pos del poder o
del lucro, sino ensanchando las fronteras
del conocimiento.
Pero es necesario, también, darse cuenta
de que esta tarea de legitimación no ha
concluido. Que, en realidad, comienza
con cada generación.
www.houssay.org.ar
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43
Creo que no son las únicas motivaciones,
pero sí las más importantes. Después, viene lo personal, como superarse, mejorar
económicamente, etc. Esto me motiva a
leer e investigar sobre la enfermedad que
tenga el paciente y a tratar de hacer que
se mejore gracias a la evidencia que hay.
Me parece que todos apuntamos más o
menos a lo mismo.
Javier Davelo. 26 años.
R1 de Oncología.
Entre salas
y pasillos
Hoy: Hospital Churruca
¿Las enfermedades y los enfermos son
la motivación más importante para
seguir desarrollándote como médico?
Los enfermos son quizá la única motivación que podemos tener los médicos.
Hay muchas otras carreras en las que
podríamos ganar más, pero elegimos
esto. La enfermedad, el paciente y tal vez
el reto intelectual que significan los diagnósticos y los tratamientos son las motivaciones más grandes que encuentro en
la Medicina.
Fernando Berdulias. 26 años.
R1 de Clínica.
Entre salas y pasillos
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45
Cuando estábamos estudiando en la facultad, la motivación era la enfermedad,
y ahora que vemos en el día a día, la motivación es el enfermo y qué podemos
lograr nosotros para que ese paciente
se vaya mejor. En esta etapa, todavía se
torna difícil disfrutar de esto porque estamos laburando a full, con mucha carga
horaria, y muchas veces estamos de mal
humor, pero si te alejás un poco, te das
cuenta de que está bien lo que hacés, y
es también una gran motivación.
"Cuando estábamos
estudiando en la
facultad, la motivación
era la enfermedad, y
ahora que vemos en el
día a día, la motivación
es el enfermo".
Nicolás Pérez. 27 años.
R1.
Creo que el objetivo es el enfermo;
aunque uno haga esto por gusto, todos
estamos acá para cumplir objetivos. El
mío es sentirme útil trabajando a través
del que tiene una enfermedad, y seguir
aprendiendo para curar y acompañar en
el dolor del enfermo.
Gloria Trigora. 35 años.
R3 de Clínica.
No veo otro motivo para seguir que no
sea por los enfermos, porque si no fuera
por el carácter social que tiene la Medicina, esto no tendría mucho sentido. Lo
académico también influye, pero el paciente es lo más importante. Creo que
además de curarlo, prestarle atención
a lo que tiene para decir y escuchar sus
problemas aunque sea difícil, es mi motivación más fuerte.
Gonzalo Echavarría. 25 años.
Rotante.
46
Por Dra. María Prats
A usted...,
¿lo llaman Doctor?
Material informativo y una entrevista en profundidad con los directores del Doctorado
en Medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Católica Argentina
(UCA) y la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y con el director del Doctorado en
Ciencias Biomédicas de la UNR.
Esperamos ese día con mucha ansiedad.
Nos recibimos. Nos entregan el diploma.
Lo colgamos. Hacemos la residencia. La
jefatura. Recibimos el título de especialista.
Lo colgamos al lado de otros tantos. Asistimos a congresos, seminarios, conferencias, jornadas, talleres.
- ¿Cómo le va, Doctor?
- Mucho gusto, Doctor
- Muchas gracias, Doctor
- ¿Es grave, Doctor?
Es una costumbre, una jerarquía, una distinción, una división. Es “mi hijo el Doctor”.
La realidad es que el Doctorado en
Medicina es una carrera de posgrado
cuyo objetivo es formar investigadores y
docentes del más alto nivel, con una sólida
base científica.
¿Cuáles son los requisitos? ¿Dónde puede
realizarse? ¿En qué consiste?
Presentamos a continuación una entrevista realizada a: Dr. Roberto E. Sica. Director del Doctorado en Medicina, UBA; Dr.
Carlos Cambiano. Director del Doctorado en Medicina, UCA; Dr. Rodolfo Puche.
Director del Doctorado en Ciencias Biomédicas, UNR; Dr. José Luis Ferretti. Director Académico de la Carrera de Doctorado, UNR; Dr. Carlos Alberto Yelin.
Subdirector Académico de la Carrera de
Doctorado en Medicina, UNR.
¿Cuáles son las inquietudes más comunes
que presentan los aspirantes al doctorado?
Dr. Sica: Las inquietudes más importantes
residen en el desarrollo del plan de tesis,
es decir, en el protocolo inicial. Asimismo,
encuentran dificultades en la selección del
director de tesis y en el hallazgo de respuestas adecuadas a los requerimientos
de los créditos.
Dr. Puche: Las inquietudes surgen del
desconocimiento de los objetivos que
se persiguen al cursar un doctorado. El
fin principal del Doctorado en Ciencias
Biomédicas es el aprendizaje que realiza
el doctorando del oficio de investigador.
Un segundo objetivo es formar las generaciones de reemplazo de los profesores
actualmente en ejercicio.
Dr. Cambiano: La mayoría de los aspirantes al doctorado realizan no sólo actividades asistenciales, sino que también practican la docencia tanto de grado como de
posgrado. Las razones que motivan la intención de lograr el doctorado tienen que
ver precisamente con las tareas docentes,
al buscar en estos estudios la culminación
académica de sus carreras docentes.
Doctores Ferretti y Yelin: Como se trata
de un título académico que no otorga
ventajas en otros ámbitos profesionales, la
inquietud transcurre en mejorar las capa-
cidades investigativas, la transferencia de
conocimientos y el enriquecimiento en la
capacidad crítica dentro de la Medicina.
¿Qué porcentaje de profesionales realiza
el doctorado actualmente?
Dr. Sica: Si tomamos como referencia
el número de egresados anuales, sólo el
0,7% realiza el doctorado.
Dr. Puche: Como este doctorado acepta
incorporar médicos, bioquímicos, odontólogos, veterinarios, etc., el porcentaje disminuirá con cada título de grado que se incorpore a la encuesta. Mi apreciación es que,
en la Facultad de Medicina de Rosario, el
doctorado atrae a menos del 1% de la población de grado e incorpora la mitad de ella.
Dr. Cambiano: Al no tener nuestra facultad
aún graduados del grado (la carrera lleva
recién dos años de desarrollo), no podemos responder a esta pregunta, si no decir
solamente que, en la actualidad, la totalidad
de nuestros doctorandos son graduados
de otras universidades, estatales o privadas,
tanto del país como del extranjero.
Doctores Ferretti y Yelin: El porcentaje fue
muy elevado en el Doctorado de Consolidación que realizamos entre 2000 y
2003, dirigido a los docentes de la facultad
que no habían tenido la oportunidad de
doctorarse por la ausencia de la carrera
durante muchos años. Luego, a partir de
2003, con el doctorado curricular, el porcentaje bajó, y ahora nuestra inscripción
está en alrededor de 35 este año.
¿Cómo se compara este porcentaje con el
de años anteriores?
Dr. Sica: No ha habido variación significati-
"La inquietud
transcurre en mejorar
las capacidades
investigativas, la
transferencia de
conocimientos y el
enriquecimiento en
la capacidad crítica
dentro de la Medicina".
va con respecto a épocas anteriores.
Dr. Puche: Este doctorado tiene doce años
de actividad. Estimo que la proporción de
interesados se ha mantenido constante
en los últimos nueve años, ya que hemos
tenido un promedio de cuatro incorporaciones anualmente y el mismo número de
graduados por año.
Dr. Cambiano: Cabe la misma respuesta
que a la pregunta anterior.
Doctores Ferretti y Yelin: En los últimos
tres años, el número de inscriptos ha subido notoriamente.
¿Cuáles son las ventajas en los ámbitos
personal y profesional que brinda la realización del doctorado?
Dr. Sica: Las ventajas comprenden jerarquización académica, profesional, y profundización del conocimiento del tema de estudio.
Dr. Puche: Todos los doctores reconocen
que el doctorado mejoró las áreas personal y profesional respecto de sus situaciones al egresar de la carrera de grado.
En el ámbito académico, la realización
47
A usted..., ¿lo llaman Doctor?
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"En el ámbito
académico, la
realización del
doctorado amplía
las posibilidades
de transformarse en
líder de un grupo de
investigación".
del doctorado amplía las posibilidades de
transformarse en líder de un grupo de investigación. Y es un requisito de la Ley de
Educación Superior para acceder a cargos
docentes de jerarquía.
Dr. Cambiano: Las asignaturas de la carrera
acumulan créditos académicos indispensables para la carrera docente, la carrera de
investigador científico, las maestrías y las
especializaciones.
Doctores Ferretti y Yelin: En lo personal,
los propios doctorandos relatan el enriquecimiento cultural que implica ponerse
en contacto con la epistemología, y las
teorías del desarrollo del conocimiento
y la investigación. En lo profesional, el
estudio de la metodología de la investigación les otorga el sustento necesario para
concretar con seguridad y eficiencia los
trabajos o estudios que se propongan en
el área en la que se desenvuelvan.
¿Cuáles son los cursos o seminarios obligatorios que debe realizar el doctorando?
Dr. Sica: De acuerdo con el artículo 3 de
la Resolución (CS) N5449/08, el doctorando deberá aprobar un cierto número
de cursos y/o seminarios especiales para
graduados, dictados en esta facultad o en
otras facultades de esta universidad o en
instituciones nacionales o extranjeras, en
un período no menor de un año lectivo.
Los aspirantes deberán presentar comprobantes que acrediten que han cumplido con la realización de los cursos, como
así también un detalle de su participación
en seminarios, la que será avalada por
su director de tesis, y director asociado
y consejero de estudios en caso de que
corresponda. El candidato al doctorado
deberá reunir un número de 500 créditos o puntos para obtener la autorización
que le permita la presentación final del escrito que constituirá su tesis. Para ello se
considerarán las actividades que abajo se
detallan y el merecimiento en créditos o
puntos de cada una de ellas:
a) Participación en reuniones científicas relacionadas con el tema: uno por cada una
de ellas.
b) Presentación de comunicaciones en
reuniones científicas relacionadas con el
tema: cinco por cada una de ellas (se suman a su participación en la reunión).
c) Conferencias ofrecidas en reuniones
científicas relacionadas con el tema: diez
por cada una de ellas (se suman a su participación en la reunión).
d) Trabajos originales publicados relacionados con el tema:
- En revistas con referato, como primer o
último autor: cincuenta por cada uno.
- En revistas con referato, como segundo
o anteúltimo autor: treinta por cada uno.
- En revistas con referato, como autor en
distinto orden a los anteriores: diez por
cada uno.
- En revistas sin referato: dos por cada uno.
e) Capítulos escritos relacionados con el
tema que forman parte de libros publicados: cinco por cada uno de ellos.
f) Libros publicados relacionados con el
tema:
- Como único autor: cincuenta por cada
uno de ellos.
- Como parte del comité editorial: cinco
por cada uno de ellos.
g) Cursos relacionados con el tema, dictados por entidades académicamente
reconocidas a criterio de la Comisión de
Doctorado, en el que el aspirante haya
sido evaluado y aprobado: uno por cada
hora de duración del curso.
h) Cursos relacionados con el tema, dictados por entidades académicamente
reconocidas a criterio de la Comisión de
Doctorado, sin evaluación final: 0,5 por
cada hora de duración del curso.
i) Participación en seminarios relacionados
con el tema: dos por cada uno de ellos.
Dr. Puche: El doctorado es semi-estructurado y presencial. En el Ciclo de Formación
básica, deben aprobarse 540 horas-crédito
en cursos y actividades programadas. En
el Ciclo de Formación específica, deben
aprobarse 360 horas-crédito en cursos de
la oferta curricular que el director considere
útiles para su trabajo de tesis. A esto debe
sumarse el tiempo y labor que demanda la
realización de su tesis. No puede ser cursado a distancia. El tiempo que demanda
doctorarse ha variado entre 2,5 y 6 años (el
máximo previsto por el reglamento).
Dr. Cambiano: Los seminarios obligatorios
comprenden: Filosofía; Ética biomédica;
Teología; Didáctica y Metodología de la
Investigación; Bioestadística; e Historia de
las Ciencias y la Medicina.
Dres. Ferretti y Yelin: Tenemos tres módulos en los cuatro años que dura la carrera. En el primero (o “básico”), son cuatro
cursos obligatorios: Epistemología (cuatro
créditos); Ética (tres créditos); Transferencia del Conocimiento (tres créditos),
y Metodología de la Investigación (cinco
"El director ‘debería’
tener un papel
fundamental, como
tutor, consejero,
corrector, guía, y
facilitador de datos y
metodología".
créditos). En el segundo módulo, también
denominado “específico”, los doctorandos tienen libertad de elegir cursos que
acrediten trayectoria, pero les ofrecemos
un taller de tesis, Epidemiología y otras
opciones accesorias. En el Módulo 3 o
Electivo, las acreditaciones se vinculan básicamente al tema de la tesis.
¿Cuáles son las dificultades más importantes con que se enfrenta el tesista?
Dr. Sica: La dificultad más importante que
se enfrenta es la ausencia de dirección
adecuada.
Dr. Puche: Antes de ingresar a la Carrera,
la búsqueda del director, el establecimiento
de una relación de respeto y afecto con él,
y la elección del tema de tesis. Durante el
cursado, las dificultades dependen del espacio mental disponible por el doctorando
y su director. Las dificultades son mayores
cuanto más tiempo haya pasado entre la
obtención del título de grado y el inicio del
doctorado (durante el curso de la vida, surgen obligaciones familiares, profesionales,
la noción de que se ha vuelto a ser alumno
y de que se debe rendir exámenes, etc.).
Dr. Cambiano: La carencia del hábito de la
investigación y de los conocimientos me-
A usted..., ¿lo llaman Doctor?
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todológicos, disciplinas que no son abordadas en la currícula de grado.
Dres. Ferretti y Yelin: En primer y fundamental lugar, confundir la tesis con un trabajo de investigación complejo. Les cuesta
entender la necesidad de que la tesis tenga
la originalidad que amerite su realización, y
que el tema debería surgir de un interrogante cuya respuesta se concrete en el trabajo. Elaborar la hipótesis les cuesta mucho
y prefieren elegir simplemente un objetivo.
Además, la falta de hábito en la escritura
hace que incurran en errores de sintaxis.
¿Cuál es el rol del director de la tesis?
Dr. Sica: El director de tesis deberá asesorar al doctorando en la elaboración del
plan de investigación, orientarlo acerca de
la concepción metodológica y los instrumentos de investigación para elaborar la
tesis, y evaluar periódicamente el desarrollo de la investigación.
Dr. Puche: El director posee un papel crucial en el éxito del doctorando. Asume el
compromiso de conducir el aprendizaje
del oficio de investigador. Por ello, es importante que tenga autoridad natural (que
haya sido autor). Es responsable de asignar
el tema en el cual es experto (de forma tal
que no se frustren las expectativas del doctorando) y de resolver los problemas que
surjan durante la ejecución de la tesis.
Dr. Cambiano: Aconsejar al doctorando en
la realización de su trabajo, rubricar los informes de avance, orientar en la realización
de los seminarios específicos, en la búsqueda bibliográfica y en todo lo referente
al contenido y formato científico de su tesis
doctoral son las funciones del director.
Dres. Ferretti y Yelin: El director “debería”
tener un papel fundamental, como tutor,
consejero, corrector, guía, y facilitador de
datos y metodología. Lamentablemente,
en nuestra experiencia, y en razón de que
es imprescindible reglamentariamente ser
doctor para dirigir, no es sencillo encontrar una persona cercana que pueda desempeñar esos roles; por lo que muchas
veces debimos ocuparnos en la Comisión
del Doctorado para cubrir esas falencias.
¿Cuál es la metodología que se utiliza para
evaluar una tesis?
Dr. Sica: La evaluación y el seguimiento
de la tesis son realizados por las diferentes comisiones de doctorado, de acuerdo
con las distintas áreas temáticas.
En principio, se convoca al aspirante para
mantener una entrevista de admisión y estimar su capacidad mediante una prueba
de carácter eminentemente conceptual y
una prueba del idioma que, a criterio de la
Comisión, sea fundamental para el acceso
a la bibliografía de la orientación elegida.
Posteriormente, el candidato deberá elevar
un informe anual en el que sucintamente se
describan los avances hechos en el tema de
estudio. Este informe deberá estar avalado
por el director, director asociado y consejero de estudios, y estará a consideración de
la comisión de doctorado.
Finalizada la tesis, y luego de presentar los
ejemplares finales, la comisión de doctorado pertinente propondrá al Consejo
Directivo la nómina de profesionales que
podrían constituir el jurado evaluador. Este
estará integrado por no menos de tres
profesores eméritos, consultos o regulares de esta universidad, preferentemente
de la facultad, aunque podrán intervenir
otros investigadores de reconocidos mé-
ritos a juicio de la comisión.
Una vez evaluada y aceptada la tesis, el
doctorando deberá presentarse ante el jurado, que deberá estar reunido con la totalidad de sus miembros, el día y hora que
se fije, para contestar las preguntas que
sobre ella se le formulen; este examen
será oral y público. Al término del acto,
el jurado emitirá su juicio, pudiendo este
ser en definitiva por la aprobación cuyas
calificaciones previstas son “Aprobado”,
“Bueno”, “Distinguido” y “Sobresaliente”,
o bien por la desaprobación.
Dr. Puche: Un jurado de tres expertos
emite una evaluación escrita de la tesis,
antes de la defensa oral, que es el último
examen de la Carrera.
Dr. Cambiano: Se evaúa si la tesis posee
la consistencia académica necesaria, incluyendo los aspectos de originalidad y aportes al campo del conocimiento científico.
Dres. Ferretti y Yelin: En la etapa de presentación del proyecto, lo fundamental es analizar el tema, la formulación de la hipótesis y
la metodología propuesta para concretarla.
Durante el proceso, hacemos evaluaciones que en ocasiones fueron anuales y, en
otras, según las necesidades del trabajo o
del tesista. Una vez terminada la tesis, se
realiza una evaluación formal, antes de pasar a escuchar lo opinión del jurado para
saber si pasa o no a la defensa oral.
¿Considera que durante la formación de pregrado debería brindarse mayor información y
motivación para realizar la tesis final?
Dr. Sica: Sí, señalando al estudiante las
ventajas de la obtención del título de doctor, y haciendo clara la diferenciación entre ese título y el profesional, que recibe
"Es muy importante
generar desde el
primer año de estudio
de grado la inquietud
autoformativa, el
pensamiento crítico y
la tendencia a saber
que la universidad
tiene por función crear
conocimientos para
acercarse a la verdad
médica".
en el momento de su graduación.
Dr. Puche: Esto depende de los objetivos
de cada carrera de Medicina. Sólo aquellas
instituciones que se proponen formar profesores de Medicina apoyan fuertemente
sus doctorados (por ejemplo, Saint Louis
University, de los Estados Unidos).
Dr. Cambiano: Sí, por las razones arriba
expuestas.
Dres. Ferretti y Yelin: Es muy importante
generar desde el primer año de estudio
de grado la inquietud autoformativa, el
pensamiento crítico y la tendencia a saber
que la universidad tiene por función crear
conocimientos para acercarse a la verdad
médica. Con la transformación curricular
que, desde 2001, se instaló en nuestra
facultad, estructurada en el Aprendizaje
Basado en Problemas, se agregaron materias vinculadas a este proceso, como
Metodología de la Investigación, inglés,
informática y otras.
Intramed.net
por Pablo Aragone
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Películas
y salud
Segunda entrega de este espacio dedicado a presentar películas que, en sus historias, reflejaron temáticas relacionadas con médicos y salud.
> Alzheimer
¿Y tú quién eres?
(Antonio Mercero; 2007)
La familia Rivero se va de vacaciones de
verano. Luis se traslada con su mujer y sus
dos hijos a San Sebastián. En Madrid, quedan su única hija, Ana, y su padre, Ricardo
(Manuel Alexandre). Ana está opositando,
y decide permanecer en la capital para
avanzar en sus estudios y estar cerca de
su abuelo, que es acomodado en una residencia durante el período estival. Allí, Ricardo conocerá a Andrés, su compañero
de habitación y nuevo amigo. Juntos recordarán vivencias de la juventud, y llegarán a producirse episodios tiernos y divertidos. Durante el transcurso del verano, el
mal de Alzheimer acecha a Ricardo.
El hijo de la novia
(Juan José Campanella; 2001)
Rafael Belvedere es dueño de un restaurante y está agobiado por la rutina. Sepa-
rado, no le dedica tiempo ni a su hija ni a
su novia ni a su madre, que padece mal
de Alzheimer. Pero la decisión de su padre
de casarse por Iglesia con su madre, junto
con la aparición de un amigo de la infancia,
le hará replantearse su vida.
Conduciendo a Miss Daisy
(Bruce Beresford; 1989)
Miss Daisy, una profesora jubilada de 72
años, decide comprarse un coche. Su
hijo, temiendo un posible caos circulatorio, contrata a un chófer negro, que se
convertirá en el mejor amigo de la dama.
> Esquizofrenia
Una mente brillante
(Ron Howard; 2001)
Narra la vida del matemático John Forbes
Nash, desde su llegada a la Universidad de
Princeton, en New Jersey, primero como
estudiante y luego como profesor, de gran
inteligencia en la matemática. De adulto,
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Películas y salud
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descubre que sufre de esquizofrenia-paranoia, pero consigue manejar su enfermedad, gracias al tratamiento médico y a su
esposa. Y sigue trabajando hasta que, en
1994, recibe el premio Nobel.
El club de la pelea
(David Fincher; 1999)
Es la historia de un joven sin nombre llamado “Narrador confundido por todo”, sin amigos ni familiares, que busca alguien en
quien poder apoyarse para entender lo que
ocurre a su alrededor. Está cansado de la cultura consumista en la que su generación se
ha sumido, y desearía poder hacer algo para
cambiarla. Además padece insomnio, y la
única manera de combatirlo es asistir a reuniones de todo tipo: alcohólicos, gente sin
genitales, enfermos de cáncer, etcétera. Pero
el día en que conoce a Tyler Durden, todo comenzará de nuevo para él. Entre los dos, fundarán un club secreto donde jóvenes hombres de negocios como ellos pueden pelear
para liberar sus frustraciones y sus amarguras sobre otra persona hasta destrozarla.
El resplandor
(Stanley Kubrick; 1980)
Jack Torrance es contratado para mantener el hotel Overlook durante los meses
de invierno en los que permanece vacío.
Junto con su hijo Danny, que tiene un extraño poder de premonición llamado “resplandor”, y su mujer, Wendy, se trasladan
al hotel, situado en medio de la nada. Pero
con la llegada de la nieve, la carretera que
comunica con la ciudad más cercana es
cortada y, en medio del aislamiento, unos
terroríficos poderes empiezan a desatarse
en las habitaciones del hotel y en la mente
del propio Jack, que irán trastornándolo
hasta convertirlo en un psicótico.
> Aborto
con un compañero de clase, queda embarazada. A él le interesa poco el asunto o,
más bien, nada. Juno está sola con su problema, pero ya ha tomado una decisión:
tendrá el niño y lo dará en adopción.
4 meses, 3 semanas, 2 días
(Cristian Mungiu; 2007)
Otilia y Gabita comparten habitación en
una residencia de estudiantes. Ambas van
a la universidad en una pequeña ciudad
de Rumanía durante los últimos días del
comunismo. Otilia alquila una habitación
en un hotel barato. Han quedado con un
tal Sr. Bebe por la tarde. Gabita está embarazada, el aborto es ilegal, y ninguna ha
tenido que enfrentarse a algo así antes.
> Oncología
Juno
(Jason Reitman; 2007)
Juno MacGuff tiene 16 años y es, según los
adultos que la rodean, más inteligente de lo
que le conviene. Luego de tener relaciones
Camino
(Javier Fesser; 2008)
Una preciosa y dulce niña de once años
vive sus últimos momentos en el cuarto
de un hospital. Rodeada de familiares, amigos, sacerdotes y un número inusitado de
personal clínico, da a todos un ejemplo de
muerte serena y feliz. En una atmósfera de
santidad y cuando parece que la muerte
es ya inevitable, ocurre algo extraordinario en la habitación.
Planta 4
(Antonio Mercero; 2004)
Un grupo de chicos que rondan los quince
años comparten un “barrio” muy peculiar:
la planta de traumatología de un hospital.
Miguel Ángel, Izan, Dani y Jorge logran,
con su alegría, desafiar el destino y hacer
soportable su estancia en el centro. La
vida continúa en ese microcosmos regido
por hombres y mujeres de bata blanca.
Aparte de las dietas hiposódicas, también
hay pacientes nuevos que conocer, enfermeras de las que burlarse e incursiones
nocturnas por los pasillos del hospital.
En estado crítico
(Sidney Lumet; 1997)
Películas y salud
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Un médico, a cargo de la unidad de cuidados intensivos, mantiene relaciones con
dos hermanas enfrentadas por la herencia
de su padre, quien es uno de los pacientes
del hospital.
Mi vida sin mí
(Isabel Coixet; 2002)
Ann tiene 23 años, y vive junto con su marido y sus dos hijas en un remolque en un
suburbio de Vancouver. Su vida da un giro
radical cuando su médico le dice que sólo
le quedan un par de meses de vida. Decide mantenerlo en secreto y no decírselo ni
siquiera a su marido. Desde ese momento,
hace una lista con las cosas que le gustaría
hacer antes de morir e intentará vivir lo que
le queda con la mayor pasión posible. De
esta forma, llegará a desarrollar un amor por
la vida que nunca había experimentado.
El milagro de las cartas
(Mark Griffiths; 2001)
Craig es un niño de seis años que vive felizmente con sus padres. Un día, durante un
partido de fútbol, el pequeño se desmaya.
Al poco tiempo, comienza a tener terribles
dolores de oídos. Después de varios reconocimientos médicos, descubren dentro
de su cabeza un tumor del tamaño de una
naranja. Varios médicos intentarán ayudarlo,
pero además, la madre del niño quiere batir
el récord Guiness de cartas de apoyo, pues
cree que esto les procurará el dinero suficiente para obtener el mejor especialista.
Eventos y
Congresos
> Esclerosis múltiple
ABRIL / JUNIO 2010
Go now
(Michael Winterbottom; 1995)
En la vida, Nick tiene dos pasiones: el fútbol y los amigos. Una noche, conoce a
Karen y se enamora de ella. Todo va bien
hasta que empieza a sufrir ciertos problemas físicos. Gradualmente, la felicidad de
Nick irá transformándose en amargura: se
aparta del equipo de fútbol, sus relaciones
se ven afectadas y su vida se transforma en
una pesadilla.
Abril/junio 2010
Eventos y Congresos
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ABRIL
jueves 15 al sábado 17
XVII Congreso Argentino de
Hipertensión Arterial del Bicentenario
Sheraton Buenos Aires Hotel.
Presidente Dr. Hernán Gómez Llambí.
Info:
4961 6970 / 4961 8491
[email protected] / www.saha.org.ar
jueves 15 al sábado 17
VIII Simposio de Motilidad Digestiva
Abasto Plaza Hotel, Buenos Aires.
Organiza el Círculo de la Motilidad Digestiva.
Directora: Dra. Rosa Ramos
Info:
4381 4011
[email protected]
[email protected]
sábado 17
Jornada Provincial en Medicina del
Trabajo
Hotel El Virrey, Boulevard Mitre 227,
Córdoba, Argentina. Organiza Comité de
Capacitación para la Medicina del Trabajo.
de Endocrinología Ginecológica y
Reproductiva
Hotel Panamericano, Carlos Pellegrini 551,
Buenos Aires.
Organizado por la Sociedad Argentina de
Endocrinología Ginecología Reproductiva
(SAEGRE).
Info:
4961 0290
[email protected] / www.saegre.org
domingo 18 al jueves 22
9º Congreso Mundial de la Asociación
Internacional Hepato-BilioPancreática. IHPBA 2010
Hilton Buenos Aires Hotel.
Macacha Güemes 351, Buenos Aires.
Organizan Asociación Internacional HepatoBilio-Pancreática (IHPBA), Asociación
Americana Hepato-Bilio-Pancreática
(AHPBA), el Capítulo Argentino HepatoBilio-Pancreático (CA-IHPBA). Presidente: Dr.
Eduardo de Santibáñez.
Info:
4325 1273 / 4325 1290
[email protected]
[email protected]
www.ihpba-ba2010.com
Info:
martes 20
domingo 18 al martes 20
Simposio: Factores de riesgo de
enfermedades cardiovasculares
Salón del Consejo de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Buenos Aires, Paraguay
2155, Buenos Aires.
Director: Prof. Dr. Adolfo V. Zavala.
(0351) 15 574 3581
(0351) 15 630 2227
(0351) 15 591 0991
[email protected]
VII Congreso Argentino de
Endocrinología Ginecología y
Reproductiva
Cambios Bio-Psico-Sociales de la
mujer del nuevo milenio
VI Encuentro Latinoamericano
Psiquiatría Clínica, Psicopatología
y Salud Mental. Necesidades y
Respuestas Terapéuticas.
Hotel Sheraton, Mar del Plata.
Organizado por APSA
Info:
4952-1249 / 1534
[email protected]
jueves 22 al sábado 24
Simposio: Enfoque Multidisciplinario
del Cáncer de Pulmón
V Conferencia Buenos Aires
I Conferencia Latinoamericana
Sheraton Libertador Hotel
Info:
[email protected]
viernes 23 y jueves 24
V Jornadas de Dermatología en
Lenguaje Pediátrico
Palais Rouge, Jerónimo Salguero 1441,
Buenos Aires.
Directoras: Dras. Margarita Larralde, Silvia
Pueyo y Bettina Cervini.
Info:
15 3007 2640 / 4901 1278.
dermatologiaenlenguajepediatrico@
magaeventos.com.ar
miércoles 28 al viernes 30
miércoles 21 al sábado 24
3º Congreso de Atención Primaria de
la Salud de la Provincia de Bs. As.
1º Encuentro Nacional de APS
“APS y Equidad Social en el
Bicentenario”
Gran Hotel Provincial.
Avenida Peralta Ramos 2502, Mar del Plata.
Organizado por el Consejo de Salud Provincial
(COSAPRO).
XVI Congreso Argentino de
4464 5628 / 4656 9937 / 15 5609 4907
Info:
4805 7651 / [email protected]
[email protected]
Info:
miércoles 28 al viernes 30
X Jornadas Nacionales e
Internacionales de Coloproctología
II Encuentro de Residentes de
Coloproctología
Precurso Hospital Británico de
Buenos Aires.
Perdriel 74, Buenos Aires.
Jornadas Universidad Católica
Argentina.
Auditorio Santa Cecilia.
Alicia Moreau de Justo 1300, Buenos Aires.
Director: Dr. Mario C. Salomón.
Info:
4304 6400 interno 6890
[email protected]
www.hospitalbritanico.org.ar
viernes 30
Ateneo Federal: Complicaciones de la
colecistectomía laparoscópica
Sedes Regionales de Fundación OSDE, de
Mendoza y Bahía Blanca.
Presidente: Dr. Mariano Jiménez.
Info:
4825 3649 / 4822 2905
mayo / junio
miércoles 5 al miércoles 23 de
junio
Curso de cicatrización y cuidado
integral de heridas crónicas para
Enfermería y el Personal Auxiliar de
Salud
Teórico-práctico con evaluacion final. No
arancelado.
Hospital General de Agudos Dr. C. Agerich
Info:
[email protected]
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Bonus
60
61
Humor
Pfizer