Download Las flores de muchas especies de plantas están diseñadas para

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
SEDE DE OCCIDENTE
RECINTO DE GRECIA
TURISMO ECOLÓGICO
HISTORIA NATURAL DE COSTA RICA
RESUMEN
Mecanismos de las plantas para la atracción de los insectos
Las flores de muchas especies de plantas están diseñadas para atraer y recompensar
una o pocas especies polinizadoras (insectos, aves, mamíferos), debido a la gran
diversidad en cuanto a forma, color, fragancia, presencia de néctares y polen.
El transporte del polen lo puede realizar un polinizador animal (polinización zoófila). La
zoofilia presupone que los animales polinizadores visiten las flores de manera regular y se
detengan en ellas el tiempo suficiente; que las anteras y el estigma sean rozados o
tocados con cierta frecuencia y que el polen quede adherido a los visitantes de modo tan
perfecto que pueda llegar con la debida seguridad a los estigmas de otras flores. Dentro
de la polinización zoófila, una de las más complejas es la polinización entomófila, es decir
la polinización por insectos.
Es necesario que los insectos puedan reconocer las flores desde una cierta distancia y
que se vean compelidos a visitar las flores de la misma especie durante cierto tiempo.
Para ello, las flores deben poseer productos atractivos (cebos como el polen y el néctar),
medios de reclamo (como los olores, formas y colores) y además polen viscoso o
adherente.
 El polen contiene proteínas, almidón, aceites y otros nutrientes; es una recompensa
generalmente en flores polinizadas por coleópteros (ejemplos: escarabajos, gorgojos) e
himenópteros (ejemplo: avispas, abejas) atraídas por el fuerte aroma que despide.
 El néctar es un líquido azucarado producido por estructuras llamadas nectarios. Se
ubican estratégicamente en la flor para que los insectos al tomarlo toquen los estambres
y se lleven el polen de una flor a otra.
Los medios de reclamo mencionados anteriormente, indican la presencia de recompensa
para los insectos visitantes y pueden ser olfativas o visuales.
En cuanto a las claves olfativas, estas se encargan de atraer a los polinizadores desde
una distancia mayor, para ello, las flores despiden fragancias debido a los compuestos
volátiles excretados por estructuras llamadas osmóforos; dichas fragancias pueden ser
agradables para el ser humano o también pueden ser desagradables. Las claves visuales
en su mayoría la ejerce el cáliz y la corola. La corola (pétalos) cumplen una excelente
función en la atracción de insectos, básicamente por su color, los de color rojo en general
atraen aves, los amarillos a las abejas y los blancos a las mariposas nocturnas.
La forma de la flor que conforma la planta, debe estar adaptada a cada tipo de polinizador
para que estos puedan llegar con facilidad y al mismo tiempo evitar a los “ladrones” de
néctar. Por ejemplo, las flores que son polinizadas por los escarabajos, deben estar
constituidas de tal forma que soporte el peso de estos insectos y al mismo tiempo, proteja
los óvulos de de la flor de la voracidad de estos. También, las flores que son polinizadas
por las abejas, presentan una forma amplia y plana para que estos insectos puedan
“aterrizar” mejor al llegar a la flor.
Síndrome floral: Es el conjunto de los medios de reclamo (color, olor, forma) que presenta
una planta para atraer a un determinado agente polinizador . Existen diferentes
síndromes florales que se relacionan con la polinización por animales, algunos de estos
son:
 Melitofilia: Sistema utilizado por ciertas especies de plantas para atraer a los insectos
himenópteros, particularmente a las abejas y avispas y así lograr que realicen la
polinización. Estos insectos tienen un aparato bucal suctor y para alimentarse buscan
néctar que esté accesible, debido a que sus órganos bucales son cortos. Este tipo de
flores presentan una combinación de formas, fragancias y colores. Las corolas son
mariposadas o labiadas y presentan superficies para que el insecto se pose.
Se ha llegado al punto, en que algunas plantas o flores intentan imitar a las hembras de
los insectos polinizadores, para que estos intenten aparearse con ellas, y el polen quede
adherido a la cabeza, abdomen o patas, como no consiguen nada, intentan con otra flor,
y así dispersan su material genético. Cabe recalcar que, estas flores producen la
fragancia de la hembra del insecto en celo y dichas feromonas hacen que el insecto se
acerque a investigar. Ejemplo: las orquídeas
 Psicofilia: las flores que han coevolucionado con mariposas presentan generalmente el
néctar en el fondo del tubo de la corola, donde solo el largo aparato bucal suctor de
estos insectos puede llegar. Las flores que atraen a mariposas nocturnas en general son
pálidas y de olores intensos.
 Miofilia: Estas flores emiten olores que semejan el alimento natural o substratos que
visitan las moscas, los cuales son comúnmente materiales orgánicos en
descomposición, ya sea para alimentarse o para depositar sus huevecillos. En fin,
producen olores putrescentes, suplementos que los atraen y colores brillantes o que
semejan carne o algún tipo de materia putrefacta.
Existen algunas plantas que producen un calor extraordinario cuando florecen. La hay
incluso que regulan su temperatura dentro de estrechos márgenes, de forma muy
parecida a los animales de sangre caliente. Estas plantas generan calor para vaporizar
esencias que atraían a los insectos; crean un entorno cálido y estable para los
polinizadores y favorecer así la reproducción. Los insectos que acarrean polen de una flor
a otra requieren en general altas temperaturas corporales para el vuelo, la locomoción y
las interacciones sociales; a menudo gastan mucha energía en mantener el calor interno.
Los que visitan flores termógenas recibirían un nivel de calor estable directamente de la
planta, podrían comer, digerir, aparearse y llevar a cabo cualquier función sin tener que
malgastar energía para mantener su calor.
El principio de la "eficiencia de la polinización" sugiere que la coevolución de las flores con los
insectos está basada en la posibilidad de que durante su visita el insecto deposite polen sobre el
estigma de la flor mientras, al mismo tiempo, está buscando más polen para alimentarse.
En general las plantas pueden reproducirse mediante polinización anemófila, hidrófila y zoófila,
siendo esta última la más común en plantas superiores.
Todo esto pinta muy bien, sin embargo el insecto debe poder obtener algún tipo de beneficio, y que
además este beneficio no lo satisfaga del todo para que tenga interés de visitar otra flor. Una
buena forma atracción de insectos es desarrollar nectarios en las flores, nectarios que han
derivado evolutivamente de estambres que han dejado de producir microesporangios para liberar
una sustancia dulce. Otras plantas intentan mimetizar a las hembras de los insectos polinizadores
para que intenten aparearse con ellas y el polen quede pegado en las patas, como no consiguen
nada prueban con otra flor, y así dispersan su material genético. Es curioso como en unos seres
vivos estáticos se han desarrollado mecanismos indirectos para poder perpetuarse e incrementar la
variabilidad genética.
Esta polinización mímica está acrecentada al producir además la fragancia de la hembra del
insecto en celo. Estas feromonas hacen que el insecto se acerque a investigar. Esto ocurre
solamente en el periodo determinado en el que los machos están en celo y las hembras no han
copulado aún. Esto se denomina “pseudocopulación”, la firmeza, la suavidad, y los pelos
aterciopelados del labelo, son los mayores incentivos, para que el insecto se introduzca en la flor.
El polen se adhiere a la cabeza o al abdomen del insecto. Cuando vuelve a visitar otra flor estos
granos de polen entran en contacto con el estigma de otra orquídea, produciéndose así la
polinización.
Ophrys scolopax,