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HUMANISMO INTEGRAL II (Persona y Sociedad)
UNIDAD 1: LA COMUNIDAD SOCIOPOLÍTICA
El Personalismo Comunitario
Resumen del Capítulo 1: LA PERSONA: DIGNIDAD Y MISTERIO
Tomado del libro: “Antropología: una guía para la existencia”; Burgos Juan Manuel, Editorial Palabra, España, 2008, pág. 25-59
Introducción:
Comenzamos por la pregunta sobre el hombre y la mujer, porque hay que comenzar por una definición
del objeto de estudio, para no desviarnos. No hacerlo puede llevar a perder la unidad. No es correcto
pensar que son sinónimos términos como: hombre, persona y sujeto. El término “persona” tiene una
connotación filosófica, que vamos a estudiar.
NOCIÓN DE PERSONA A LO LARGO DE LA HISTORIA:
SUS ORÍGENES: GRECIA Y ROMA.
Etimológicamente hay dos tradiciones:
1. Viene del latín personare (“Sonar a través de”) y del griego prosopon (“lo que se pone delante de
los ojos”). Equivalía a “máscara”, pero luego se extendió al papel que el actor representaba, para
finalmente denominarse así al mismo actor en cuanto tal.
2. Del Derecho Romano. Viene del latín per-se-sonans : el que habla por sí mismo o tiene voz
propia. Es el que tiene derechos, es libre y podía votar. No todos lo eran: esclavos, bárbaros,
mujeres, etc.
Salta a la vista que el término persona es un entramado de HOMBRE+DIGNIDAD.
CRISTIANISMO: la invención de la persona.
El cristianismo utilizó esta base para desarrollar su propio concepto de persona. Esta influencia se ejercitó
en dos frentes: tanto en el orden social, como en el humano y consistió en el rechazo sistemático de
cualquier posible discriminación. San Pablo dice: “Todos somos uno solo en Cristo”. Por lo cual el
cristianismo se vio obligado a definir su doctrina, también de manera sistemática; es decir, saber en
profundidad qué significa ser cristiano. Este proceso es muy largo y complicado. Sus pasos iniciales fueron
los concilios de Nicea (325), Constantinopla (381), Efeso (431) y Calcedonia (451). Concluyó con la
formulación de los dos principales misterios del cristianismo: Cristo y la Trinidad.
o En Dios técnicamente hay tres personas distintas (P, H y ES) y una sola sustancia o naturaleza: la
divina.
o En Cristo, que es Dios a la vez, hay dos naturalezas (humana y divina), pero una sola persona: el Verbo.
Cristo es una sola persona, porque tiene una sola identidad, mientras que en Dios habría tres, porque
cada una tiene sus propios rasgos específicos y personalidad.
Como se puede concluir de esto, el término PERSONA hace referencia a la realidad sustancial (substancia,
ousia): aquello que subsiste por sí mismo y no en referencia a otros; mientras que NATURALEZA sería lo
que es común.
1
ESCOLÁSTICA.
La escolástica aceptó la definición boeciana pero no la desarrolló, sino que se centró en el concepto de
substancia. La persona sería un tipo de substancia, pero de naturaleza racional, por ende más perfecta
dentro del mundo si se trata de los hombres y la sustancia perfecta en absoluto si se trata de Dios.
No obstante, este concepto suscita algunos problemas, tales como el hecho de que existe una
dependencia excesiva de la filosofía griega: el hombre como un ser de la naturaleza, aunque especial.
Para describirlo se podría usar las nociones generales de ente y aplicarlas específicamente al hombre.
Pero esto no siempre resulta conveniente, porque el “bien” del hombre (moral, libertad) no equivale al
“bien” (instinto, naturaleza) de las otras criaturas. También existe cierta dificultad en cuanto a su
antropología, ya que no resulta tan fácil captar lo específicamente humano en este concepto. Tampoco
es posible ver claramente las dimensiones interior y subjetiva del hombre. Esto se evidencia claramente
en la Filosofía Moderna, que es anti substancialista e idealista.
LOS NOMBRES DE LA MODERNIDAD: CONCIENCIA, SUJETO, YO.
Con Descartes la filosofía moderna tomó el mando de la evolución filosófica, el hombre fue identificado
con elementos que esa filosofía fue descubriendo, tales como: “Conciencia” (ser interior consciente de sí
mismo), “Sujeto” (ser que se pone ante el mundo externo con una interioridad), “Yo” (Autoconciencia de
sí mismo).
Estos conceptos parten de una filosofía con perspectiva idealista. Transforman el “subjectum” en un
sujeto kantiano alejado del hombre concreto, es decir abstracto y supraindividual. El yo hegeliano se irá
más allá aún, porque cada uno de los “yo” individuales no serían sino manifestaciones de la
autoconciencia del Espíritu absoluto. El resultado es que se descubren nuevas claves antropológicas, pero
al precio de la desaparición de la persona concreta, hombre y mujer que viven su vida de manera
autónoma y limitada pero real.
NOCIÓN CONTEMPORÁNEA DE PERSONA.
A inicios del S.XX se produce la dicotomía filosófica entre la Filosofía realista (neoescolástica), en la cual la
persona era substancia y la Filosofía moderna (idealista), en la cual el sujeto equivale a conciencia.
También se produce una dicotomía por la situación social, entre Colectivismo e Individualismo. Estas dos
ideologías no permanecieron en el terreno de la teoría, sino que generaron poderosos movimientos
políticos y sociales que influyeron en las dos guerras mundiales.
Veamos brevemente cada uno de ellos:
 Los Colectivismo:(Comunismo, nazismo, fascismo) despreciaban a los individuos y promovían los
valores generales de la sociedad con desprecio de los individuos, los cuales sirven en la medida en que
sean importantes en el todo.
 Individualismo: Por el contrario, se exalta al individuo en contraposición a la sociedad, pero un
individuo insolidario que busca su propio bien; se promueve la ley del más fuerte.
Estas experiencias fueron las que condujeron a muchos filósofos a la recuperación y reelaboración
filosófica de la noción de persona, que se realizó fundamentalmente a través de tres vías:
 El Personalismo, con Emanuel Mounier, el cual sostiene que el individuo tiene valor por sí mismo,
pero esto no le da derecho a ser egoísta sino que debe estar al servicio de los demás. Lo importante es
2
la persona, cada persona concreta e individual y no las abstracciones. “la persona es un ser digno en sí
mismo pero necesita entregarse a los demás para lograr su perfección, es dinámico y activo, capaz de
transformar al mundo y de alcanzar la verdad, es espiritual y corporal, poseedor de una libertad que le
permite auto determinarse y decidir en parte no solo su futuro sino su modo de ser, está enraizado en
el mundo de la afectividad y es portador y está destinado a un fin trascendente”. 1
 La neo escolástica y las filosofías realistas más clásicas, que iniciaron un trabajo de recuperación y
desarrollo de la noción de persona.
 La fenomenología, que hace una refundación realista de la noción de persona, mediante un
acercamiento a la realidad, es decir la observación de lo que existe de manera abierta, sin prejuicios,
pero sin con presupuestos.
¿QUÉ SIGNIFICA SER PERSONA?
Usando la lógica y señalando el género (substancia) y una diferencia específica (racionalidad), Boecio la
define así:
“SUSTANCIA INDIVIDUAL DE NATURALEZA RACIONAL”2
Subsiste, conciencia,
densidad óntica
Realidad única, determinada
y diferenciada
Clase específica (inteligencia). Comprende el
mundo.
Aunque esta es una buena definición, tiene sus límites y deficiencias, que son fundamentalmente de dos
tipos: de esta definición:
1. La caracterización del hombre como sustancia.
2. La falta de una mención expresa a características esenciales de la persona, tales como la libertad, la
conciencia, las relaciones interpersonales o el yo.
En conclusión, es una brillante descripción del ser personal, pero no es una definición.
DEFINICIONES-DESCRIPCIONES. No existe una definición completa. De hecho, el mismo personalismo la
rechaza porque:
1.
2.
3.
4.
Es una realidad muy compleja.
Al tratar de definir algo se lo encierra y esto termina deformando lo que se quiere definir.
Es inútil definir algo que es tan complejo y que requeriría una mayor explicación.
Se rechazan las definiciones formales, porque hacerlo es bajar lo definido a algo inferior (razón
instrumental).
5. Sería limitar el análisis de lo humano, ya que no aparece en la definición no se estudia, porque
parecería de poca importancia.
Otras definiciones-descripciones complementarias:
MOUNIER: “Una persona es un ser espiritual constituido como tal por su forma de subsistencia y de
independencia en su ser”.
LACROIX: “La persona es la dueña de sí y el don de sí”.
1
2
BURGOS J.M., El personalismo, pgs. 33-63
BOECIO, Liber de persona et duabus naturis contra Eutychen et Nestorium, PL 64, 1343 D
3
MARITAIN: Sostiene que cuando decimos que un hombre es persona, no queremos decir sólo que es
un individuo como lo son un átomo, una mosca o un elefante. El hombre es un individuo que se rige
con la inteligencia y con la voluntad: no existe solamente en modo físico, sino que sobreexiste
espiritualmente en conocimiento y en amor, de tal forma que, en algún sentido, es un universo por sí,
un microcosmos en el cual el gran universo todo entero puede quedar comprendido con el
conocimiento, y con el amor puede darse todo entero a seres que están ante él como otros tantos él
mismo, relación de la que es imposible encontrar el equivalente en el mundo físico”. 3
PRINCIPALES NOTAS FENOMENOLÓGICAS: Las principales notas fenomenológicas que caracterizan a la
persona son las siguientes:
1. Substancialidad-subsistencia:
La persona es un ser con una densidad existencial tan fuerte que permanece en sí misma a través de los
cambios. La persona es siempre la misma, aunque cambie el mundo a su alrededor y ella mismo cambie.
La persona no es un mero flujo de vivencias ni una agrupación temporal de fenómenos que se disuelven y
transforman, sino un ser consistente que resiste el paso de los años y de los días y aunque a la filosofía le
resulte ya más difícil confirmarlo, posee una dimensión eterna. A esta realidad se la denomina
subsistencia del ser personal (permanece más allá).
2. Intimidad-subjetividad:
Lo que permanece en los cambios de la persona no es otra cosa sino un quien un alguien una realidad
muy profunda con una gran riqueza interior que se manifiesta y se ejercita a través de cualidades
específicas: la sensibilidad, los afectos y sentimientos, la conciencia de sí. Todas estas características
conforman la subjetividad: lo propio y específico de cada persona, su mundo interior, intimo distinto de
cualquier otro hombre o mujer. Este mundo se puede, en parte, manifestar al exterior a través de los
sentimientos y de las acciones de la persona, que es intransferible. Además la persona se concibe como
un ser autónomo, consciente de sí e independiente, un “yo” capaz de decidir sobre sí mismo y ponerse
frente al mundo. Persona, como dice Karol Wojtyla, es quien “se posee a sí mismo”.
3. Ser corporal, espacial y temporal:
La persona posee una dimensión material y corporal: es subjetividad e intimidad, pero en un cuerpo
concreto, físico y determinado, es “alguien corporal”, como dice Julián Marías. La persona no es
puramente espiritual, sino localizado y herido en el tiempo.
El espacio: Se mueve la persona en un espacio físico, geográfico y humano necesario para vivir y le
condiciona: la casa, la ciudad, el país.
El tiempo: La persona no es un ser estático, sino en constante evolución; tiene un tiempo de vida. La
persona se sitúa siempre frente al tiempo del que disponen una lucha constante. La persona guarda sus
recuerdos, y busca anticipar el futuro para poder decidir su destino. La muerte llega y el tiempo siempre
vence aunque el anhelo de la inmortalidad presente en todo hombre, exige una respuesta.
4. Apertura y definición:
Cada persona tiene una vida propia, personal e intransferible, no es un ser cerrado en sí mismo, sino
abierto, que necesita trascenderse y salir de sí mismo, para desarrollarse con plenitud. Esto lo hace a
3
MARITAIN, J. Principesd´une politique humaniste, Oeuvres Completes, Vol VIII p- 188
4
través de sus capacidades y facultades más elevadas y espirituales: la afectividad, la inteligencia y la
libertad.
El hombre se relaciona con la realidad en tres niveles: las cosas, las relaciones interpersonales y Dios, y
esa relación se establece a la vez en dos direcciones: recepción e influencia. El hombre es afectado por el
mundo que le rodea, pero a su vez, sus acciones pueden modificar ese mundo y transformarlo de
acuerdo con sus deseos y necesidades. Pareyson habla de que somos seres abiertos (el presente se abre
al futuro) y cerrados (inmanencia del pasado).
5. Hombre y mujer:
Existen dos modalidades diversas de persona humana: el hombre y la mujer. Pero esto no quiere decir
que son dos seres distintos, ambos son esencialmente iguales, aunque diferentes en sus manifestaciones
concretas: corporeidad, sensibilidad, psicología, inteligencia, afectividad.
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
El ser humano es especialísimo por la perfección intrínseca que posee y que lo coloca en otro plano, por
encima del resto de los seres de la naturaleza.
Según Santo Tomas: “Persona significat id quod est perfectissimun in tota natura”. En nuestra época, esa
perfección tiene un nombre específico: dignidad
A continuación se anotarán algunos desarrollos del concepto de dignidad:
- La dignidad de la persona es una perfección intrínseca y constitutiva: todos somos dignos por el solo
hecho de ser humanos.
- La dignidad de la persona hace que sea un valor en sí misma y no pueda ser instrumentalizada: nadie
puede servirse de la persona como medio para sus intereses. Según Kant todo ser racional existe como
fin en sí mismo, no meramente como medio.
- El valor de la persona es absoluto: la persona es un valor absoluto en sí misma
- La dignidad de la persona es el fundamento de los derechos humanos: desde el punto de vista
subjetivo: libertad social y el Estado no debe inmiscuirse; y objetivo: le corresponde al Estado
promover las condiciones adecuadas para que el persona pueda ejercitar sus derechos.
- La dignidad de la persona hace que cada hombre y cada mujer sean irrepetibles e insustituible: la
persona no está al servicio de la especie humana ni los hombres somos intercambiables.
- La afirmación de la dignidad de la persona esta históricamente ligada al cristianismo: la Iglesia es la
que insistió en la dignidad de toda persona.
LA NATURALEZA HUMANA. Aunque la persona posee un carácter único e irrepetible y no forma parte
de la especie humana al modo en que los animales forman parte de su especie, sin embargo poseemos
unos rasgos comunes que permiten que se nos identifique como personas y no como leones, rocas o
monos. La noción que refleja del modo más adecuado esta semejanza es la de naturaleza.
a) Noción de naturaleza humana.
a. Definición y origen histórico: Aristóteles afirma que todos los seres tienen un modo de ser al que se
denomina esencia. Esta no es estática sino que tiene un dinamismo interno que impulsa a obrar para
alcanzar el fin (telos) adecuado a las características de la esencia. Ese dinamismo interno o en otras
palabras la esencia, desde el punto de vista operativo, es lo que se llama naturaleza. Los seres
naturales obran espontáneamente de acuerdo con su naturaleza y de esta manera logran su plenitud
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propia y aquello que le conviene. En el caso del ser humano existe una diferencia fundamental: la
libertad, que le permite inventar nuevas formas de comportamiento.
Aplicaciones culturales: Esta noción permite fundamentar tanto la igualdad esencial de todos los
hombres como una ética universal, válida para todos, ya que si la naturaleza es común, los principios
éticos también tienen que serlo. Por otra parte permite fundar la existencia de imperativos morales
absolutos, que son acciones que nunca se pueden cometer, ya que nunca podrán ser buenas. Se
trata de aquellas acciones que contrarían gravemente a la naturaleza humana. En definitiva, permite
una fundamentación trascendente de la persona.
b) Las críticas a la noción de la naturaleza humana. Se han dado dos tipos de críticas a esta noción:
 Aquellos que consideran que el hombre no tiene naturaleza sino que es la libertad quien hace
radicalmente al hombre un ser en continua evolución. Ante esto se puede decir que la experiencia
humana nos señala es que aunque hayamos cambiado profundamente, seguimos siendo humanos
con las mismas aspiraciones y problemas de nuestros ancestros en culturas remotas.
 Los que afirman la esencialidad y permanencia del hecho humano, cuestionando la validez de la
noción de naturaleza. Ante esto hay que señalar que existe una ambigüedad terminológica del
concepto de naturaleza, ya que éste no es tan preciso y se puede emplear con varios sentidos y
niveles de profundidad. En el lenguaje actual, por ejemplo, por natural o por naturaleza se
entiende habitualmente lo que procede del mundo físico y biológico y se desconoce el significado
filosófico.
La crítica que tiene más peso es la que rechaza la visión racionalista del concepto de naturaleza. Esta
objeción se basa en que existen dos posibles concepciones del término naturaleza:
1) Un núcleo genérico común de cualidades y características comunes a todos los hombres
2) Un núcleo abstracto impersonal y perfectamente definido que existiría dentro del hombre y que
permanece inalterado con el tiempo y el paso de las culturas y personas.
c)
Las nociones de persona y naturaleza
Las nociones de naturaleza y persona se necesitan mutuamente para reflejar de modo integro al hombre.
La noción de PERSONA, hace referencia principalmente al individuo concreto, irrepetible y existente, al
hombre o mujer que, con un nombre propio y único, se diferencia de manera profunda de los demás
hombres y mujeres. En tanto que la noción de NATURALEZA, hace referencia lo común. Al hecho de que
ese hombre o mujer, sea diferente de cualquier otro delos que pueblan el planeta, a pesar de ser
esencialmente iguales. Ferrer considera que “tanto la naturaleza como la persona son co principios
constitutivos de un único ser, interactuantes en todas las etapas de su crecimiento y no fenómenos
observables.
En conclusión: cada hombre y cada mujer es de un ser único irrepetible (persona), pero también un
hombre es esencialmente igual a los demás (naturaleza).
La naturaleza humana establece los límites definicionales y operacionales del poder ser humano,
mientras que la persona singulariza la naturaleza, apropiándosela a una realidad efectiva, en crecimiento
ilimitado. Por lo tanto las dos tienen un papel irremplazable y reciproco en la dignidad humana.
El concepto de persona debe ser necesariamente último y fundante porque se identifica con todo el
hombre mientras que el concepto de naturaleza refleja sólo un hecho específico aunque esencial: la
existencia de cualidades universalmente compartidas por todos los seres humanos.
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