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Nº 752 ● 7 de septiembre de 2013
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DESCUBRIMOS A LA AUTÉNTICA
Genoveva Casanova
“Nadie me ha regalado nada”
* LA FELICIDAD: MISIÓN (MUY) POSIBLE * Y ADEMÁS... JULIA NAVARRO, LILY COLLINS, CAROLINE KENNEDY
DE CERCA
Genoveva
Casanova
“A las personas como yo, no se nos
permite el más mínimo error”
Estudiosa, reflexiva, solidaria, entregada a su familia... casi el reverso de esa imagen
edulcorada que ofrece el papel couché. Así es la auténtica Genoveva. Y así se ha
mostrado en su entrevista más íntima. POR ELENA CASTELLÓ / FOTOS: J. C. MONTERO / ESTILISMO: INÉS DOMECQ
esponde casi siempre a las preguntas tras un largo
silencio. Y, a menudo, se ríe, nerviosa, cuando sabe
que habla de cosas importantes y no quiere parecer
solemne. Genoveva Casanova (Ciudad de México,
1976) da la vuelta a los estereotipos que circulan sobre
ella. Ni es distante, ni es hermética. Al contrario, explica con detalle sus puntos de vista, aunque mide sus
palabras. Resulta que Genoveva Casanova no quería
ser Genoveva Casanova. La exmujer del conde de
Salvatierra –Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la
duquesa de Alba– y madre de sus hijos Luis y Amina,
de 12 años; la “socialite” más buscada; la protagonista
de un supuesto cuento de hadas que llevó al altar a uno
de los solteros más deseados, quería ser un ratón de biblioteca. Nada
de focos, joyas o alta costura. Con 24 años, cuando llegó a España en
un intercambio universitario, se imaginaba rodeada de libros, estudiando, dando clase. “Pero en México tenemos un dicho: si quieres
hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”, dice. Así que tras quedarse
embarazada al poco de iniciar su relación, la estudiante de Filosofía,
que preparaba una tesis sobre el tiempo y la eternidad, y devoraba
libros de Sartre y Nietzsche, se dedicó a la publicidad y a la moda.
Genoveva es nieta de españoles –el padre de su madre se exilió durante la Guerra Civil–. Estudió Filosofía en la Universidad
Panamericana, y también Religiones Comparadas, Literatura, Guión
Cinematográfico, Egiptología, Arte, Fotografía... Ha trabajado para
Acnur (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados),
la Fundación Vicente Ferrer y el partido de Acción Nacional de
México. Y, aunque su vida en la alta sociedad fue resultado de una
jugada del destino, posa con disciplina y naturalidad ante el fotógrafo. Desde hace algo más de un año es directora de Proyectos y de
Relaciones Institucionales de la Fundación Casa de Alba.
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DE CERCA
» Mujer hoy. ¿Es un sueño hecho realidad poder dedicarse, por fin,
Genoveva Casanova. La verdad es que sí, porque nunca tuve opor-
era entender. Quería ir más y más atrás para comprender por qué las
cosas funcionan así. Te das cuenta de que todas las ramas del saber
dependen unas de otras, y no acaba el hambre de conocer.
tunidad de desarrollarme profesionalmente en aquello para lo que
me había preparado. Era un reto muy importante para mí.
¿Sus padres tenían relación con el mundo del arte y de las letras?
al arte y la cultura?
Habrá gente que diga: “Claro, es la exnuera de la duquesa de Alba…”.
Trabajo en la Fundación porque formo parte de la familia y porque
tengo una preparación adecuada. Desde que me quedé embarazada, sabía que era un condicionante para que se me considerara con
seriedad. Pero siempre creí que, si con humildad, demuestras con tu
trabajo quién eres, la gente lo acaba reconociendo. Al final, aprendí
a que no me importe mucho si me critican o no.
Bueno, en mi familia hay una mezcla interesante. La relación viene
más por el hermano de mi madre, profesor de la Universidad de
Berkeley, en San Francisco. Es experto en Filosofía India. Mi abuelo
materno era psicoanalista e introdujo el psicoanálisis en México.
Sus dos abuelos eran españoles.
Sí, por parte de madre y de padre. El abuelo de mi padre era militar, como él, y llegó a México a principios del siglo XX. Mi abuelo
materno llegó como exiliado durante la Guerra Civil.
¿Qué queda por conocer del legado de la Casa de Alba?
Muchísimo, la colección es muy grande. Estamos preparando cursos
de posgrado, conferencias, exposiciones... Y barajamos la posibilidad
de un certamen de arte.
Y resulta que su futuro da un giro total al llegar a España y quedarse
¿Siente más responsabilidad por su vinculación familiar?
Ha dicho que supuso una renuncia muy fuerte. Y que eso la llevó al
Sí, definitivamente. Por el cariño que les tengo y porque es la familia
de mis hijos. No solo cumples un trabajo, también quieres que tu
familia esté orgullosa de ti. Es bonito pensar que trabajas para algo
con 500 años de historia.
mundo de la publicidad y de la moda, aunque no era lo que había pen-
¿Cree que el lado “popular” ha dañado la verdadera trascendencia
de la Casa de Alba?
Sí, ha empañado su valor. Parte de lo único bueno que puede traer
la crisis es volver a recordar qué es lo importante.
¿Cómo empieza su vocación por el arte y la literatura?
Siempre supe que era lo mío. Empecé a escribir con 11 años y estudié
Filosofía porque creía que lo más importante para poder expresar
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embarazada. Alguna vez ha confesado que fue un aprendizaje duro…
Sí...
sado. ¿Supuso una frustración para usted?
Sí, lo fue. Me tocó una circunstancia especial, porque supongo
que la gente piensa que es un cuento de hadas, pero no ha sido así.
Sacrifiqué muchísimo, porque había cosas más importantes. Pero
sí, una parte de mí tenía nostalgia. Siempre me había imaginado
rodeada de libros, con mis gafitas, leyendo y escribiendo. Y luego,
“LA GENTE PIENSA QUE MI VIDA
HA SIDO UN CUENTO DE HADAS,
PERO NO. HE TENIDO QUE
SACRIFICAR MUCHO”.
“NUNCA SÉ LO SUFICIENTE.
ESTOY LEYENDO LIBROS DE
MECÁNICA CUÁNTICA, TODO
LO QUE CAIGA EN MIS MANOS”.
me acabo poniendo joyas y vestidos. Eso te ayuda a tener humildad. Además me ha dado la posibilidad de ocuparme de mi familia.
Hubiera sido absurdo no aprovecharlo y agradecerlo. Pero ahora
necesito dedicarme a lo que me alimenta a mí.
de los demás. Siempre siento que hay algún punto de razón en lo que
alguien puede opinar sobre mí.
¿Qué valores le gustaría inculcar a sus hijos?
Por encima de todo, la generosidad y la bondad. Los niños nacen con
instinto para lo bueno y ayudarles a que lo sigan es lo importante.
Da la impresión de que es usted más liberal que el medio social con
No terminó sus estudios.
el que se ha relacionado.
No, hice seis años de Filosofía, pero cuando estaba terminando,
embarazada, tuve que guardar reposo. Intenté retomarlo, pero desde
aquí era difícil y no quería instalarme en México ni separarme de
los niños. Sigo estudiando muchísimo. Tener un papel no es tan
importante.
[Largo silencio] No lo sé. Me he encontrado con gente muy conservadora y muy liberal. Crecí con una familia muy conservadora, pero
de mentalidad muy abierta, y eso me ha ayudado a sentirme cómoda
en cualquier situación. Valoro mucho unos principios firmes, pero
que implican aceptar a personas distintas. Uno no tiene por qué
tolerar a los demás, sino reconocer lo que pueden aportar.
matanza de campesinos en Chiapas, que despertó en usted la nece-
¿Tiene muchos amigos en España?
sidad de la ayuda humanitaria. ¿Le interesa política?
No soy de muchos amigos... y cada vez menos.
Me apasiona. Es lo que más me interesa al conocer un país. Por eso
mi relación con Acnur fue especial, porque los problemas en los que
trabajaba tenían trasfondo político. Al fin y al cabo, la gente huye
de sus casas por un conflicto que normalmente
tiene que ver con la política.
Colabora con muchas ONG y reconoce que su
labor es posible gracias a su proyección mediática.
Hubiera trabajado de todas formas en el mundo
humanitario, pero quizá en el terreno, que es lo
que más admiro. A veces, la posición en la que
estoy ha ayudado a resolver problemas.
¿Se siente orgullosa de ser independiente?
Sí, es importante para mí. Me educaron para ser
independiente, todas las mujeres de mi familia
hemos trabajado. Mi situación me facilita las
cosas, pero nadie me regala nada. Al contrario.
Me ha costado mucho demostrar que valgo. La
gente te mira con prejuicios. Pero no pasa nada,
es un reto. Me digo: “Aunque hayas trabajado en
publicidad, sirves para esto; tienes que aprender,
pero funcionas”. Lucho contra los prejuicios de
los demás y los míos.
¿Se ha sentido injustamente tratada?
Bueno... He tenido momentos duros, muy difíciles. Es complicado asimilar que estás expuesto a
que cualquiera te juzgue. A personas como a mí
no se nos permite el más mínimo error. Como
soy muy dura conmigo, muy exigente, hace que
me esfuerce mucho y que me afecte más el juicio
¿Con quién suele compartir sus aficiones?
Mucho con amigos, gente interesante: pintores, artistas, de aquí y
de México. Y con mi familia. Con mis abuelos
siempre: me hablan de un buen libro o les cuento
que vi una buena exposición.
MUY PRIVADO
● Me apasiona la India… la
India y el budismo me ayudaron
a percibir la vida como una
energía y a construir una manera
de ver el mundo. La madre
Teresa decía que esa energía
positiva transforma el universo.
● El artista que más me ha
impresionado… Salvador Dalí y
Frida Kahlo.
● Y el escritor… Jean-Paul
Sartre, Nietzsche, Heidegger,
Gibram Khalil.
● Un domingo perfecto... Mi
clase de yoga por la mañana,
comida en el jardín con mis hijos
y luego cine con ellos también.
● Sigo una dieta ayurvédica
pero la he dejado un tiempo, ¡y
he engordado! Ahora volveré.
● Soy disciplinada…
por temporadas. Soy de
concentrarme mucho en una
cosa, terminarla y pasar a otra.
Parece usted muy inquieta
Sí, mucho. Nunca sé lo suficiente. Ahora estoy
leyendo libros de mecánica cuántica, ¡imagínate! Leo desde budismo hasta los apócrifos de la
Biblia, lo que caiga en mis manos [Risas].
¿Y tiene proyectos de libros, de novelas?
Sí, ¡pero no me he atrevido a publicar! ¡Me criticarían muchísimo! He publicado artículos sobre
mis viajes y es una vía que me gustaría seguir.
Parece que ahora ya está encaminada...
Estoy concentrada en el arte, ¡pero no quiero renunciar a nada! No voy a dejar el mundo
humanitario o la fotografía. Soy demasiado
inquieta.
¿Y también un tanto melancólica?
Creo que sí... [Risas] Ahora que lo dices... Tengo
una visión de la vida muy emocional, sensible.
Siento la parte hermosa que mucha gente quizá
no puede sentir. Supongo que es algo que entienden quienes trabajan en el mundo humanitario:
cuando eres capaz de sentir esa parte hermosa
que hay en el dolor, tratas de que florezca.
¿Cómo ve su futuro?
[Largo silencio] Ni idea. Ya no me atrevo a ver el futuro [Risas].
Puede cambiar tanto, que no me atrevo a imaginar cómo seré dentro
de 20 años. Lo único que me gustaría conseguir es que mis hijos sean
buenas personas y yo ser capaz de entregarme a la vida sin miedos. ■
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Maquillaje: Beatriz Matallana. Genoveva Casanova luce en la primera foto total look de Dior y, en la segurnda, mono de Giorgio Armani. Todas las joyas del reportaje son de Chocron. Agradecimiento mobiliario: Anmoder (www.anmoder.es).
Trabajó con el partido de Acción Nacional de México y la marcó una