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ROGER LABROUSSE: SUS APORTES
HISTORIOGRÁFICOS EN EL CAMPO DE LA
FILOSOFÍA POLÍTICA
Judith CASALI DE BABOT, Marcela JORRAT, Gabriela LUPIAÑEZ*
Abstract .
In this work our aim is to recover Roger Labrousse's valuable historiographic contribution, which although
it was subject to some previous studies ( we recognize its importance), it has not approached it at the light
of political philosophy. Before we start our analysis we point out two limitations: on the one hand, the chosen approach is a thematic one, that is to say, we do not consider each book in particular, neither do we
study the whole historiographic production; on the other hand, we will focus on the problem relative to
the origin of totalitarian power. This is not a minor problem for the mayor themes of Labrousses's production: rights, liberalism, democracy and its menances deal with it.
Considering the initial problem about why and how the author construct such thematic, we Intend to prove
that Labrousse's political philosophy and history of ideas are gone through by such questions.
From another point of view, we can interpret it as the old dilemma between power and freedom, between
the state and the individual; even though, it actually depends on the position we asume with respect to a
problem that is difficult to isolate and cut.
Contexto y presentación de Roger Labrousse
Corría el año 1939, el estallido de la Segunda Guerra Mundial sacudía a Europa en
lo que en realidad era el desencadenante de un "hecho anunciado". La sombra de los
totalitarismos, antes ilusoriamente bajo control y neutralizada, se hacía realidad ante
el avance de Hitler. Problemas morales y de adhesión patriótica, separaban a nacionalistas - los más- de una minoría pacifista: eran, estos últimos, los objetores de conciencia deslegitimados por la sociedad francesa enfervorizada por el nacionalismo.
El dilema no era menor. En esas circunstancias, un joven intelectual de treinta años
resuelve tomar una decisión política en aras de sus convicciones personales, y opta
por ser fiel a sus principios.
...Ese humanista, cuyo nombre es Roger Pierre Edgard Labrousse, abandona Europa
en aquel año de 1939, se dirige a México como encargado de Estudios bajo los auspicios del Ministerio de Instrucción Pública de ese país 1 y luego a Argentina a donde
llega en el mes de diciembre. Precoz intelectual, acreditaba ya una importante formación que será decisiva en su producción historiográfica: Licenciado en Letras a los
veinte años en la Universidad de Sorbona, París, Diplomado con honores (primer
premio) de la Escuela Libre de Ciencias Políticas sección general de esa Casa,
Doctor en Derecho de la Universidad de París en 1937 con la tesis Essai sur la philosophie politique de l'ancienne Espagne . Politique de la raison et politique de la foi
(Ensayo sobre la filosofía política de España antigua: política de la razón y política
de la fe) publicada en París en 1938. Como vemos, denotaba una inclinación por la
* Facultad de Filosofía y Letras.UNT. Cátedra de Historia Contemporánea. Avda Benjamín Aráoz 800.
E mail: [email protected] .Personal: [email protected]
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filosofía política, área en la que se especializacomo becario en España con un tema
relativo a las doctrinas españolas de filosofía política y jurídica antes de 1789. Por
otro lado, tempranamente colabora en la revista Esprit y es miembro de la Sociedad
de Estudios Robespierristas dirigida por el reconocido historiador Albert Mathiez .
Su Ensayo sobre el Jacobinismo 2, obra destacada en su quehacer historiográfíco,
muestra su proximidad a Mathiez (Labrousse lo cita explícitamente desde su primera página) y anuncia lo que interpretamos como uno de los ejes de sus reflexiones: la
conjunción entre totalitarismo filosófico y totalitarismo político, rousseauismo y
robespierrismo.
...De vida singular y polifacética, Labrousse nació en Francia el 7 de noviembre de
1908 y estaba casado con Elisabeth Goguel ( el 22 de marzo de 1934), una erudita
en los estudios sobre protestantismo. Mencionamos esta circunstancia no con sentido anecdótico sino por el ambiente intelectual que crean y comparten: un mundo de
libros abierto al asombro, a las preguntas, a la tolerancia. Entre 1929 y 1930 lo
encontramos en Oriente, en la Universidad Norteamericana de Beyrout (sic)por delegación de las autoridades francesas en el Líbano3 y hacia 1936 en Barcelona dictando un curso sobre las doctrinas filosófico-políticas.
...Para completar su imagen y dimensión intelectual nos resta decir- lo veremos luego
en los cargos que desempeña en nuestra Facultad- que Roger Labrousse aparte de
dominar otras lenguas como el italiano y el inglés, fue un erudito y sutil latinista, un
profundo conocedor de la cultura clásica. La permanencia de su obra nos permite
contar hoy con la impecable introducción, traducción e interpretación de Las Leyes
de Cicerón4. Por otra parte, es significativo señalar cómo su impronta protestante 5
(aunque él se consideraba agnóstico) al igual que el interés ya citado por la filosofía
política marcaron su inclinación por los temas religiosos y teológicos de relevantes
en su producción historiográfica.
...Aquel joven profesional que había partido de Europa empujado por la guerra, llega
a Tucumán en 1943 - previo paso por Córdoba- a un ambiente impregnado de novedades y avidez científica fruto, en parte, de la creación del Departamento de Filosofía
y Letras en1937. Lucía Piossek, llama la atención sobre esas circunstancias excepcionales, "que permiten explicarnos la presencia de un grupo de intelectuales argentinos y extranjeros"- "Entre esas personalidades destacan: Manuel García Morente,
Rodolfo Mondolfo, Renato Treves, Benvenuto Terracini, Elsa Tabernig, Jackques
Rush, - pensadores que llegaron a nuestra provincia en su mayoría presionados por
los conflictos europeos- Y entre los argentinos, Risieri y Silvio Frondizi ( a quien
reemplazaráLabrousse), Eugenio Pucciarelli, Juan Adolfo Vázquez - asesor junto con
Emilio Carilla, de la Revista Historia de las Ideas dirigida por Labrousse-, Guido
Parpagnoli, Lizondo Borda, Emilio Estiú, María Elena Saleme, quien colabora como
alumna en traducciones de textos analizados por nuestro autor así como María A.
Berho. Ambos grupos, cuya mención no se agota aquí, de notable trayectoria académica, signó con su calidad el estudio de las humanidades con un nivel y rigurosidad
inusitados. Se destaca este hecho ante la falta de especialización que se observaba en
las otras dos Facultades de Filosofía del país.6.
...Esa atmósfera de efervescencia y bullir de ideas se refleja en el pensamiento de
Labrousse quien a su vez la ilumina. Así expresa refiriéndose a las humanidades: "La
historia de las ideas ofrece un terreno particularmente favorable para contactos y permite reunir dentro de una misma perspectiva a [estudiosos]de la evolución de doctrinas de varios tipos, ante todo de las doctrinas políticas, filosóficas y literarias"7 Esto
no obedecía a una cuestión formal sino a una convicción íntima que se traducía en la
vida misma de esa comunidad 8 pequeña que era entonces la Facultad de Filosofía y
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Letras y que se prolongaba fuera de las aulas, en la vida social y de camaradería.. Al
respecto recuerda María Eugenia Valentié: "[...] cuando estábamos en Santa Catalina,
lugar donde los Labrousse alquilaban una casa de veraneo y en la que albergaban a
sus discípulos y amigos, despertaba con el sonido del tipeo de las máquinas de escribir. Cada uno trabajaba en su cuarto. Luego, al mediodía, discutíamos los temas de
nuestros trabajos durante el almuerzo. Por las tardes, salíamos a caminar y continuábamos con la discusión". A su vez, una de sus discípulas, María Elena Vela, recuerda: "[...] Este grupo de intelectuales unían, a su prestigio, ciertas costumbres poco
habituales en nuestro medio, como la de subir a pie las cercanas montañas o pasearse por la ciudad en bicicleta" 9
...Cuando Labrousse llega a la Universidad de Tucumán, se hace cargo de las cátedras de Latín y Literatura francesa y ello explica "que este hecho no tuviera mayor
trascendencia para los alumnos de historia que estaban lejos de imaginar el papel que
este profesor jugaría en la organización y orientación de los estudios de la carrera"10
María Victoria Dappe señala que recién se vincula a Historia en 1945, cuando se hace
cargo - interinamente- de Historia de las Instituciones (nombrado Titular en base a
sus méritos 11 y participa del momento significativo que vive la Universidad y nuestra Facultad en plena reorganización (la estructuración departamental) y renovación
de los planes de estudios.12 Su concepción humanista, su visión de la interdisciplinariedad - como veremos luego- se plasma en la creación de un Ciclo básico común al
que organiza, junto con otros profesionales, para nuclear los estudios de Filosofía,
Letras e Historia, integrados en una Historia de la cultura 13. Al respecto, María
Eugenia Valentié lo recuerda como un hombre de sorprendente capacidad de trabajo,
plasmada en su Legajo que denota una continua e importante actividad. Necesidades
y circunstancias lo llevaron a asumir y a cubrir diferentes Cátedras y disciplinas, a
dictar sus famosos Cursos monográficos de los que saldría luego su producción escrita, a desempeñarse en diversas comisiones, y a dirigir, por ejemplo, la Revista de
Historia de las Ideas
La posición epistemológica
...Consideramos a Roger Labrousse un avanzado para su época. Su profunda y
amplia formación cultural, una mente abierta a la permeabilidad de las fronteras disciplinares lo llevan a construir una historia de las ideas y una filosofía política que
trascendía el modelo tradicional. Su concepción epistemológica - superadora de una
historia eurocéntrica- que buscaba la totalidad sin perder de vista la especificidad,
impregna su obra de originalidad y riqueza.Su posición no eurocéntrica, surge no
sólo de la hermenéutica de su obra, es corroborada también por María E. Valentié
quien explica que Labrousse estaba preparando un libro sobre la relación OrienteOccidente en el que revalorizaba la cultura oriental. Con su espíritu provocador alentaba a Geny "defensora de los griegos", a entablar la batalla dialéctica.
Lamentablemente la muerte impidió - más que a Roger Labrousse, a nosotros- contar con esa obra ni en forma póstuma. No obstante, el acceso al artículo "Las etapas
de Occidente"14 permite conocer más dicha posición en la que rechaza la homologación simplista de lo occidental con lo indoeuropeo y demuestra el error de considerar a los griegos como pueblos exclusivamente "nórdicos". En este sentido, rechaza
las teorías racistas al descartar que Occidente sea una expresión geográfica o antropológica y opta por la interpretación lingüística, científica, sobre la cual se apoya.
Señala tanto la presencia indoeuropea en la India e Irán como la deuda de los griegos hacia Egipto, Mesopotamia, Creta y otras fuentes "asiánicas"15 , culturas maduras frente a la rudeza de las tribus bárbaras. No obstante, Labrousse, privilegiando la
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disciplina histórica, reconoce que la evolución histórica posterior creará dos civilizaciones singulares y diferentes: la occidental y la oriental. "Luego es la Historia,
fundamentalmente la Historia, la que debe ayudarnos a definir la índole de la civilización occidental y de lo que en las distintas épocas ella misma consideró como el
Antioccidente"16
...A través de una síntesis magistral, el autor se desplaza por "esas etapas singulares
de Occidente" desde la conformación de lo político, relativo a civilizado, ( hombre
de la polis) opuesto a bárbaro; el hombre religioso opuesto a gentil y el económico
en oposición a nativo o colonizado. Labrousse aclara que no se trata de "tipos" exclusivos ni netamente separados, sino característicos de los rasgos dominantes de cada
etapa.
...Esa preocupación por la cultura, la religión, la evolución política e institucional no
sólo a partir de los griegos sino desde el Cercano y Lejano Oriente, se relaciona también con su carrera, las materias que fue dictando en nuestra Facultad y los libros que
fueron surgiendo a raíz de sus Cursos, producto de sus investigaciones.
...Un verdadero modelo metodológico y hermenéutico es por ejemplo Del mago al
burócrata 17 obra de particular interés porque su eje pivotea alrededor del poder, uno
de los temas clave de su producción. La Introducción, de la que surge toda una historia de la humanidad, trama y urdimbre de los diferentes componentes que tejen
nuestra disciplina, tiene por objetivo dar "un cuadro en el que se ejerce el poder"18 ,
cuadro que recuerda a Norbert Elias19: "En la conducta diaria del ciudadano actual se
observan una cantidad de actos comunes que no se ejecutan en virtud de razonamientos teóricos por más elementales que sean. Aun cuando no estén respaldados por
sanciones muy temibles, las obligaciones se cumplen porque pertenecen al orden de
lo que 'suele hacerse' y, en muchos casos, de lo que 'ya solía hacerse' en el período
anterior 20. Vemos luego cómo en esta misma Introducción anuncia aparte de esa
"normatización" de la sociedad, el peso de la tradición, "Si bien [la tradición] nunca
fue la raíz propiamente dicha del poder político, ocupaba en las conciencias un lugar
tan excelso que nadie se atrevía a mandar sin sentirse o pretenderse- autorizado por
ella". La relación se desliza hacia el poder político pero no concluye aquí sino que
induce a dar un paso más, sin el cual la explicación acerca del prestigio o la legitimidad para mandar quedaría incompleta: "Y la raíz de este prestigio se hallaba probablemente en las formas de vida que predominaban entonces (las cursivas son nuestras): en los ritmos regulares y circulares de la civilización agrícola", así como la
decadencia y crisis del tradicionalismo "coincide con la crisis de las antiguas comunidades rurales" 21 . En estas breves páginas se desarrolla una argumentación impecable que da inteligibilidad a toda la historia humana. Ante nuestra mirada se recrea
la vida misma de la comunidad rural, del pobre y del rico, de los lazos señoriales y
feudales, alertándonos a cada paso sobre las falsas analogías, cantos de sirena para
un historiador inexperto.
...De esta "concepción del mundo" pasamos a una nueva concepción de la vida, la
de la ciudad, del precapitalismo, de las "nuevas circunstancias materiales y psicológicas" 22 Aparece la ciudad como una "comunidad política", pero para explicarnos
mejor la "cultura política" el autor en una conversación natural con el pasado introduce a los griegos, a los helenísticos y vuelve al momento en que "el banco venció
a la aldea y con ella al castillo y al monasterio".23 En esta estética metáfora podemos
comprender en profundidad los cambios operados no sólo económicamente sino en
cuanto a modos de vida y laicización del poder. La comunidad desaparecida para
siempre, dará lugar a "pasiones colectivas y aislamiento individual"; está en germen
la aparición de las masas, "el carácter invertebrado del hombre moderno[...] presa
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fácil del estadista y del burócrata" 24 . Así, como si se tratara de un desarrollo natural
y no de una construcción histórica surgen el "poder carismático" y "la burocracia".
En ambos nos detendremos para comprender los orígenes del totalitarismo.
El eje temático del poder totalitario
...Labrousse comienza formulándose la misma pregunta que desde Bloch, hasta los
investigadores del nazismo nos hacemos hoy: aparte de las costumbres o de una
determinada autoridad patrimonial - si se trata de ese tipo de autoridad- "algo debe
existir que convierte al dueño del suelo en amo de las almas" 25 ¿El poder está fundado en la sangre? ¿En algo natural que lleva a identificar el poder con el del padre?.
Responde que ese poder reside en el carisma, es decir en "la presencia en su titular
de una nota extraordinaria o (en sentido lato) religiosa, que designa a este individuo
entre todos para un destino fuera de lo común". Diferencia este poder del que luego
emanará de la soberanía popular y contractual. Sabemos, a través de Weber que esa
impronta, aunque el poder se "modernice", se "impersonalice", no desaparece posteriormente
...Según su planteo, el autor bucea en busca de ese don especial que poseen desde los
magos a los héroes y se transmite luego de la magia a la religión, (mucho más fuerte), del rey Dios al rey consagrado. Aquí se recrean - unidos ahora a la religiónunos
elementos de suma importancia, los ritos y: los símbolos con los que el pensador nos
introduce sutilmente en Los Reyes Taumaturgos, de Marc Bloch. Luego la
Ilustración irrumpe como una "grave revolución espiritual"26 "al pensar el poder
político en términos puramente profanos, sin trasfondo religioso". Sin embargo,
Labrousse adelanta una interpretación importante: "aunque el carisma de esencia
sobrenatural desaparezca con el mundo moderno, sus últimos restos son observables
todavía en nuestra civilización [a pesar de que]otros elementos intervinieron poco a
poco para desfigurarlo27 : así las coronas simbolizaron la permanencia histórica de
las voluntades nacionales. Conviene retener estas palabras: si bien el poder hace uso,
para su legitimación, del carisma, hay elementos "sociológicos" en la nación que la
llevan a creer y a consentir ese poder. ¿No volvemos a ver estas características en las
concepciones culturalistas de la naciones contemporáneas o por cierto con patologías - en la creación de los mitos políticos del siglo XX?.
Observamos que en gran parte de sus obras, directa o indirectamente, Roger
Labrousse relaciona este tema con la cuestión del poder y del totalitarismo.
...Al igual que Weber, reconoce otra forma de poder personal y carismático no ligado a una teología sino "[...]mediante la exaltación de un individuo, a la convergencia
y la intensidad de los sentimientos colectivos 28 cuyo rasgo común es, desde la edad
clásica, el dominio de la retórica. No es anacrónico recordar la importancia que los
fascistas concedían al aprendizaje de la retórica como explica Edward Tannenbaum
29 . Labrousse lo descubre a partir de la experiencia de la Grecia clásica "[...]como es
sabido, los discursos que despiertan el entusiasmo de muchas personas congregadas
suelen crear entre ellas un verdadero estado extático y en este ambiente psicológico
el orador se convierte en el Verbo, [Notemos la línea de Durkheim] en el revelador
de la conciencia colectiva que él mismo hace cristalizar por medio de sus palabras."
30 "[...] por este medio, el hombre predestinado, cual Orfeo, amansa a sus semejantes, desencadenando, apaciguando libremente las tempestades de la pasión popular"
...Recién el siglo XX con su alta dosis de alfabetización y el desarrollo de los mass
media, recreará ese contacto con las multitudes, tan personal en la polis clásica.
Pensemos en las masas magnetizadas ante la retórica y el espectáculo de la política
de Hitler, por ejemplo: "[...] es el líder cuya autoridad se funda ante todo en sus dotes
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de orador popular"31 Por supuesto que Labrousse distingue claramente este tipo de
orador del que se da en un sistema parlamentario auténtico en el que las pasiones
pueden estar más controladas, [ no así los intereses] pero lo singular de la reflexión
es que el autor vuelve al poder carismático sobrenatural al que compara con el del
líder contemporáneo que puede convertirse en el "sacerdote de una religión temporal [Durkheim nuevamente] o- [...] en la encarnación del 'espíritu del pueblo'"
Podemos encontrar hoy esos hombres que expresan "los sentimientos íntimos de la
mayoría de la nación, presentándole una imagen de sí misma [un imaginario] conforme, si no a lo que es, por lo menos a lo que pretende ser"32 Como vemos, en la
línea de Durkheim y de Cassirer, Labrousse aborda el tema del totalitarismo ligado a
la construcción del mito político del que analiza cada uno de sus elementos: el líder
como la expresión más acabada de la germanidad; "Hitler gobierna por derecho propio, por efecto de una gracia que no requería justificación popular alguna"; es la
encarnación de la idea, "porque su espíritu estaba conectado con la misma fuente de
la conciencia colectiva, [por lo tanto] es la autoridad absoluta que junto con la voluntad inspirada lo transformaban en el profeta de una revelación política con connotaciones religiosas"33. Para completar este análisis, el autor incorpora una idea medular en los sistemas totalitarios, la relación líder-masa-mito, es decir, la dimensión
sociológica. Labrousse advierte lo que ya señaláramos en trabajos anteriores 34 , que
el carisma y el mito resurgen en momentos de malestar y crisis adquiriendo otra connotación." cuando ese carisma se funda en la magia del Verbo, cuando el Verbo se
emplea para revelar la intensidad de la crisis o asignar un objetivo al movimiento"35
...Dentro de la temática del carisma y del totalitarismo, el autor encara también un
tópico muy debatido en la historiografía contemporánea sobre todo a partir del debate Goldhagen 36 : el problema de "la adhesión de los gobernados a la autoridad del
gobernante pues el carisma no es más que la objetivación de este sentimiento en un
individuo" 37 .
...No nos detendremos en el estudio de Labrousse respecto de los regímenes contractualistas y liberales sino en los casos de patologías del carisma y del poder.
Como adelantáramos, dos elementos esenciales del totalitarismo son el poder y la
burocracia. Con respecto al primero, acorde con una idea instrumental del poder,
considera que éste se ejerce a través de hombres que obran en nombre del Estado.
Para ejemplificar, el autor recurre a otra metáfora, la del gendarme como instrumento del poder político y el campesino que ante aquella figura no necesita de mayores
explicaciones teóricas. "Se dirá, el gendarme es sólo la corteza, el poder es el árbol.
Pero no exageremos. El gendarme es el símbolo modesto de una realidad múltiple,
jerarquizada, imponente: el cuerpo entero de la burocracia civil, militar y eclesiástica.[...] El carisma es la cabeza del Estado, el consentimiento es el corazón, pero la
burocracia es el brazo[...] más de una vez [cuando todo dejó de funcionar] el brazo
seguía moviéndose por la fuerza de la costumbre: la costumbre de trabajar y de
pegar"38
...El tema del totalitarismo es abordado también en el Perfil de la democracia moderna 39 , su último libro pues- como dijimos- muere a comienzos de 1956. Si bien el
argumento se centra en la evolución del concepto de democracia, es posible identificar una serie de rasgos del totalitarismo que completan e iluminan desde otro ángulo la temática. Este camino permite penetrar más en la construcción particular del
autor sobre dicho concepto y su aplicación histórica.
...Parte de la hipótesis que, "en toda democracia pura existe un elemento antiliberal
y por lo menos una virtualidad totalitaria, siempre que se tome este término en un
sentido filosófico antes que político". No obstante, ante la fuerza de tal aseveración,
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Labrousse aclara y matiza que en el plano de las concreciones empíricas, singulares,
la democracia de tipo occidental no coincide con la "plenitud de la Idea democrática"40 . Por otro lado, denomina "nacionalismos totalitarios" a aquellos modelos que
usualmente la historiografía encuadra como fascistas - los casos alemán e italiano.A la vez reconoce en el contexto de Guerra Fría (contexto importante a la hora de
comprender sus aportes e ideas) la existencia de naciones totalitarias caracterizadas
por el control de la opinión pública41 . Interpretamos que con tal expresión alude a
la falta de libertades en general.
...En esta obra Labrousse propone dos acepciones para totalitarismo, atribuyéndolas
a sendas esferas de conocimiento42 : uno en sentido filosófico, como "sistema político en el que el hombre como ser 'ético', sólo puede realizarse a sí mismo por medio
de su incorporación espontánea y completa al Todo colectivo". Aquí radicaría la
explicación de por qué toda democracia pura es potencialmente totalitaria. En sentido político o policíaco alude a "procedimientos coactivos que se emplean para realizar esta incorporación por la fuerza", no asimilable necesariamente al concepto puro
de democracia.
...Asumiendo un concepto amplio de totalitarismo, encuentra "Ideas populares totalitarias" en diversos sistemas tales como el cristianismo y el marxismo en tanto cosmovisiones que abarcan la plenitud de la vida.43 , y persiguen "verdaderas conversiones". ...Agudo intérprete de la complejidad de los procesos históricos, Labrousse
descarta los modelos puros, propios del dominio de la lógica, y propone una lectura
de la Historia en términos de relación, de tensión - no de oposición- entre democracia "aspirante a la comunión colectiva" y liberalismo basado en un "afán de libertad
individual" . Entre ambos polos, los sistemas políticos demoliberales y los demototalitarios ocupan el espacio de la experiencia contemporánea.
...Respecto de los últimos, señala las características distintivas:45: surgen de una
comunidad hondamente dividida, [proclive al surgimiento de los mitos políticos] sea
en sociedades de bases agrarias que inician una industrialización traumática o industrializadas en forma anómala. En este contexto, el líder popular u otras tendencias
autoritarias se presentan como la solución al retorno del equilibrio, reemplazan a los
antiguos dirigentes, y persuaden a las masas utilizando mecanismos de "exaltación
de la Idea"46 [¿La línea conservadora de Hegel?] Se agudizan las tensiones sociales;
hay un clima de coacción moral y de ruptura profunda; es posible que la organización económica adquiera un sentido político y se encamine hacia el control y hasta
la socialización completa; las libertades civiles y políticas tienden a restringirse aunque se admitan algunas de índole social vinculadas al control de la economía; las
acciones enunciadas buscan legitimarse en leyes o incluso constituciones que expresan la Idea, Idea que reclama una fidelidad puesta de manifiesto en un grupo dirigente de calidad ética superior que dirige a una mayoría; se va así desde una mera
presión moral hasta el monopolio político absoluto.
...El autor parece expresar la esperanza del triunfo de un socialismo demoliberal, bajo
la forma del Estado de bienestar europeo y considera la posibilidad de un camino
común de las sociedades de postguerra hacia una ideología basada en el "humanismo socialista y demoliberal", aunque reconoce la complejidad de la evolución y se
muestra escéptico ante la posibilidad " de una tendencia y confluencia necesaria" en
esa marcha del demoliberalismo y del totalitarismo soviético 47 . Pues en una sociedad de masas, el hombre moderno, lejos de perfeccionar su gusto y uso de la libertad, se ve sometido a lo que Eric Fromm define como "miedo a la libertad".
...En su Introducción a la Filosofía Política 48, capítulo VI, Labrousse retoma el eje
del totalitarismo dentro de un planteo "sistemático" y confrontado con el del plura-
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lismo. En esta oportunidad define totalitarismo como "el conjunto de los sistemas de
filosofía política que consideran que el hombre, como ser ético, sólo puede realizarse a sí mismo por medio de su incorporación (sic) más completa a un Todo social
gobernado por una autoridad ética; luego son totalitarias las teorías que identifican al
hombre con el ciudadano. Por el contrario, "el pluralismo (sic) es el conjunto de los
sistemas de filosofía política que consideran que el hombre, como centro de múltiples aspiraciones y actividades, sólo alcanza la plenitud de su vida en un ambiente
social caracterizado por tensiones permanentes "[...] el hombre por lo tanto, no se
reduce al ciudadano y puede gozar de una libertad suficiente para desenvolverse en
varias direcciones 49
...Mas la primera "incorporación totalitaria" según Labrousse, es la de la religión:
"toda religión es virtualmente totalitaria" ¿Por qué? porque "trata de abarcar todos
los aspectos de la vida humana, inclusive [en algunos casos] sus aspectos políticos.
De este modo, cuando se integra la política en una cosmovisión sobrenatural, puede
llevar en casos extremos a una completa unificación de la existencia social sobre la
base de la primacía absoluta de la voluntad divina". ¿No se anticipa en este concepto a los fundamentalismos contemporáneos?. En un retorno a los albores de la historia, Labrousse descubre en esas fuerzas místicas que se concentran en el rey divino
al que todo le pertenece, - desde las personas hasta las cosas- "el totalitarismo como
forma primitiva del ideal político" 50. Es un totalitarismo teocrático. No ocurre lo
mismo con la monarquía absoluta de derecho divino en la que el rey es el lugarteniente de Dios en la tierra caso en el que se produce el hundimiento de la estructura
totalitaria y se genera una tensión entre el rey y Dios. Pero el totalitarismo primitivo
[...] merece ser recordado pues explica ciertos rasgos infantiles del totalitarismo
moderno, el cual se alimenta en los temores de un individuo recién emancipado y
colocado frente a los riesgos de su propia libertad. Podría decirse que ese individuo
pide auxilio al mito milenario de una unidad ahora imposible porque no encuentra en
las condiciones actuales apoyo suficiente para transformarse en persona autónoma".
...De Platón a Hobbes pasando por Hegel y Rousseau, hasta llegar a Marx, Labrousse
analiza las diferentes formas de "totalitarismo" (obviamente consciente del uso de
esta expresión en una época anterior al siglo XX) con el objetivo de comprender
mejor los de su propio siglo. Pero las formas citadas que expresan un totalitarismo
trascendente o inmanente, objetivo o subjetivo, racional o pasional pertenecen al
"totalitarismo filosófico" y nuestro interés se centra en el "totalitarismo político".
Para Labrousse la diferencia entre ambos radica no sólo en la existencia de una doctrina - principios que también existen en el político- sino el modo de imponerla. El
autor señala que en general el hombre no se adapta voluntariamente a una comunidad totalitaria, de modo que "[...] el ciudadano es siempre un adversario actual o virtual de dicho Estado"51 ; por lo tanto el "estadista" totalitario debe apelar a dos elementos esenciales: la fuerza, la violencia la coacción y la educación: ésta prepara el
porvenir, la primera garantiza el presente; aquélla "fabrica" individuos para su incorporación total al Estado, la violencia contiene a los ineducados de generaciones anteriores y reprime a los ineducables que hoy reciben "adiestramiento". Cuando el tiempo apremia para lograr la educación, sólo queda la violencia. A través de esta explicación, Labrousse responde a la diferencia entre ambos totalitarismos sintetizándola
del siguiente modo: "El primero, [el filosófico] supone la existencia de un hombre
incorporado que no es real; el segundo [el político] entra en guerra contra la realidad
e implanta su ideal por la fuerza sin preocuparse de las pérdidas"52 . Ambos están vinculados - agregamos, en algunos casos muy estrechamente- y Labrousse da como
ejemplo a Robespierre y su régimen quien acudió a la guillotina para imponer la con-
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cepción rousseauista. E inclusive en los procesos supuestamente exitosos como el de
la URSS,(también en este caso Labrousse alude a la adhesión a la "religión marxista" y a sus interpretaciones "parasitarias") ni la violencia generalizada ni los controles absolutistas, se relajaron (recordemos que el autor escribe en plena Guerra Fría,
bajo los efectos del estalinismo) lo cual parece demostrar la insuficiencia de la educación para eliminar los elementos disidentes (ineducables)
Conclusiones
...Nos hemos detenido a través del enfoque historiográfico, en las interpretaciones de
Roger Labrousse respecto del totalitarismo, en esencia porque descubrimos a lo largo
de su prolífica obra que su preocupación fundamental residía en la relación Estadosociedad, relación donde se anuda dicho problema. De aquí el interés y el abordaje
permanente del tema del pacto o contrato político y social y, en consecuencia, sobre
el resultado del mismo para los derechos del hombre. Humanista y progresista, teme
tanto al totalitarismo que destruye la persona como al individualismo egoísta que
resiente el cuerpo social. Su inclinación pareciera estar en un punto intermedio que,
en consonancia - en parte- con Nicolás Berdiaeff, destaca el valor del pluralismo y
de la persona, es decir su "liberación y su integración" El hombre es libre porque es
un 'acto creador' pero también es 'integración': pues sólo se realiza a sí mismo[...]
cuando entra en 'comunión' con otras personas, es decir cuando se 'compromete' en
una actividad comunitaria".
...Estas reflexiones tomadas del pensador ruso - compartidas por Labrousse, no quedaron en meros análisis especulativos, las hizo parte de su vida, las volcó como
docente, como investigador, como amigo, a través de su compromiso con la
Universidad Nacional de Tucumán. De aquí su asombro e incomprensión y sus reiteradas notas 53 solicitando una explicación cuando es dejado cesante en 1953 54,
por iniciativa de Carlos Aguilar, golpe fatal para un hombre de su dedicación.
Aunque continuara con sus Cursos en su casa y en el Círculo de la Prensa, esta medida privó a nuestra Universidad de una personalidad excepcional. Su reincorporación
- mejor dicho la Resolución por la que se disponía su reintegración en Sociología, Cátedra que ni siquiera era la suya 55 debido a la única partida existente-, llegó
demasiado tarde e, irónicamente, de la mano de un gobierno militar que derribaba a
un régimen constitucional, el de Perón, pero desnaturalizado por el autoritarismo y
la arbitrariedad.
...En este 2004 en que la Universidad conmemora sus 90 años, significativamente,
el siete de noviembre Roger Labrousse habría cumplido 96 años. Aunque no hemos
sido sus discípulas, recibimos la riqueza de sus estudios y enseñanzas a través de
María Victoria Dappe, Matilde R. de Avellaneda, María Elena Vela e indirectamente
de María Eugenia Valentié. Este trabajo es también un homenaje y un agradecimiento. Quizás no nos hemos liberado de las emociones. Penetrar en una vida intelectual
y en una vida a secas, no es igual a introducirse en una laboratorio. El positivismo
fue superado. Creemos que "objetividad" y "vida" como decían Marc Bloch y Lucien
Febvre no están reñidas entre sí y menos aun la vida en su múltiple dimensión, con
la Historia. Todavía hoy escuchamos el eco de las propias palabras de Labrousse
quien, al referirse a la obra de Rousseau decía en alusión al sentimiento y al vínculo
espiritual entre los escritos del autor ginebrino y el lector:"
"[...], ni aun sus obras más abstractas pueden entenderse sin tener en cuenta esa afectividad que ilumina y explica - amén de su estilo estupendo- la resonancia de sus
libros en lectores de todos los tiempos". ¿No merecen ser aplicadas a su propia obra?
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Citas
1 Si bien consideramos que su viaje estuvo ligado indudablemente a su disposición de no participar en la
guerra. Ver en su legajo personal N° 47-670-671-672-6731527. Dirección de personal UNT, P. 2 A partir de aquí, Legajo...
2 Labrousse, Roger, Ensayo sobre el Jacobinismo, Cuadernos de Historia 3, Tucumán, UNT, 1946
3 Recordemos que el Líbano se encuentra aun bajo Mandato francés según disposición de la Sociedad de
las Naciones. Se puede confrontar este dato en Resolución del 4 de abril de 1943 del HCD acompañada
por los antecedentes de Roger Labrousse según consta en su legajo personal. Ver supra.
4 Cicerón, Las leyes, Madrid, Alianza Editorial, 1989.
5 Información tomada a través de la entrevista realizada el día 13 de septiembre de 2004 a María Eugenia
Valentié, discípula de Roger Labrousse y amiga personal de Elisabeth Goguel
6 Piossek de Zucchi, Lucía " Tiempos de fundación" en Naessens Hilda y Santillán Atilio O (comp. Y edit)
Testimonios de vida universitaria. En el sexagésimo aniversario de la Facultad de Filosofía y Letras de la
UNT, Tucumán, 1999, p.18
7 Labrousse Roger, "Presentación" en Revista de Historia de las Ideas , N° 1 UNT, 1950
8 Vela, María Elena, "La enseñanza de la Historia Moderna y Contemporánea en la UNT" en
Historiografía argentina, 1958-1988. Una evaluación crítica de la producción histórica nacional, Buenos
Aires, Comité Internacional de Ciencias Históricas, Comité Argentino, 1990.
9 Vela, María Elena, Op.Cit. p. 403
10 Dappe, María Victoria, "El aporte de Roger Labrousse" en Ensayos y Estudios. Revista de Filosofía y
Cultura, N. 4, 1973, Tucumán
11Ver Legajo...
12Dappe, María Victoria, Op.Cit
13 Ibídem
14 Labrousse, Roger, "Las etapas de Occidente" en Ensayos y Estudios. Ibídem
15 Ibídem, p. 20
16 Ibídem
17 Labrousse, Roger, Del mago al burócrata, Buenos Aires, Raigal, 1955
18 Ibídem, cap. primero, p.31
19 Nos referimos al libro de este autor: El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas, Buenos Aires, FCE., 1993
20 Labrousse, R., Del mago al burócrata, Op. Cit, p.11
21 Ibídem, p. 1227 Ibídem
28 Ibídem, p.50
31 Ibídem,p.55
32 Ibídem,p.57
33 Ibídem
34 Citamos entre otros, "Los laberintos de la historia: el mito político" en Revista deInvestigaciones del
Departamento de Investigaciones Investigando en Piscología,
36 Finchelstein, Federico, (Edit.), Los Alemanes, el Holocausto y la Culpa Colectiva
38 Labrousse, Op. Cit.p.88
39 Labrousse, Roger, Perfil de la democracia moderna, Buenos Aires, Hachette,1955/56
40 Para el autor la idea es el "conjunto de los principios motores que dan al régimensu fisonomía propia".
Se trata "no tanto de una filosofía como de una fenomenología de la democracia", p.6.
41 Labrousse, Op. Cit. p.159.
43 Labrousse, R, Perfil de la democracia moderna, Op. Cit p.157.
44 Ibídem, p.80.
45 Ibídem Pp.83 y 84.
22 Ibídem, Pp. 20 y 2123 Ibídem p. 2524 Ibídem p. 2925 Ibídem p. 3126 Ibídem,. p. 4829 Tannenbaum,
Edward, La experiencia fascista: sociedad y cultura en Italia. 19221945, Madrid, Alianza, 197530
Labrousse, R., Op.Cit.p. 51N| 4, Año 4, Tucumán, Fac. de Psicología, 200235 Labrousse, Op. Cit,p. 58.
El debate Goldhagen, Buenos Aires, Eudeba, 199937 Labrousse, Op.Cit p..5942 Ibídem p. 1846 Ibídem,
p.161.
47 Labrousse, Roger, (1952),Introducción a la Filosofía Política, Buenos Aires,Sudamericana
48 Ibídem Pp. 277-27851 Ibídem.
52 Legajo..., notas enviada al Decano de la Fac. de Fil. y Letras Diego Pro: 25 defebrero de 1953 y al
Delegado Interventor Horacio G. Rava, del 4 de noviembre de1955 (ya producida la Revolución
Libertadora) solicitando su reincorporación.
49 Ibídem Pp. 278-27950Labrousse, Roger, Introducción a la Filosofía Política, Op.Cit. p. 29253 Legajo
..., Decreto Nacional N° 2040, 4 de febrero de 195354 Legajo .: Expediente 1862-I-955
Corpus
(1) Ensayo sobre el Jacobinismo
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(2) Del mago al burócrata
(3) Perfil de la democracia moderna
(4) Entrevistas orales a María Victoria Dappe el día 19 de Julio de 2004 y a María
Eugenia Valentié el 13 de Septiembre de este mismo año
Obras de Roger Labrousse
(1) 1938. Essais sur la Philosophie Politique de l'Ancienne Espagne. Politique de laraison et politique de
la foi, Paris, Recueil Sirey.
(2) 1945. Rousseau y su tiempo, La Plata, Buenos Aires, Tucumán, Edit. YerbaBuena
(3) 1945. En torno a la teodicea, Tucumán, Facultad de Filosofía y Letras,Universidad Nacional de
Tucumán.
(4) 1946. Ensayo sobre el Jacobinismo, Cuadernos de Historia 3, Tucumán,Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad Nacional de Tucumán.
(5) 1948. "Introducción y notas" en Jacques, Benigne Bossuet, Traité du libre arbitre, Tucumán, Instituto
de Filosofía,. Estudio crítico de 83 páginas UniversidadNacional de Tucumán
(6) 1950. " La influencia de Hobbes sobre la doctrina política de Pufendorf" enRevista de Historia de las
Ideas, N° 1, Universidad Nacional de Tucumán
(7) 1952. Introducción a la Filosofía Política, Buenos Aires, Sudamericana.
(8) 1952. "Notas sobre el concepto de Voluntad general en Rousseau" en Notas yEstudios de Filosofía.
Vol. III, núm. 9, Enero-Marzo, San Miguel de Tucumán.
(9) 1953."Comentario crítico" a las obras de Catlin, George, In the Path ofMahatma Gandhi y de Jones,
Stanley, Mahatma Gandhi en Notas y Estudios deFilosofía, Vl. II, Núm. 11, Julio-Septiembre San Miguel
de Tucumán
10 1953. "Comentario crítico" a la obra de Couchoud, Paul-Louis, Le Dieu Jésus,en Notas y Estudios de
Filosofía, Vol. IV., Núm. 15 Julio-Septiembre, San Miguelde Tucumán
(11) 1955. Del mago al burócrata, Buenos Aires, Raigal..(12) 1955. Perfil de la democracia moderna, (obra póstuma)Buenos Aires,Hachette.
(13) (?) 1989. "Introducción y notas" en Cicerón, Las Leyes, Estudio crítico de 167páginas, Madrid,
Alianza .
(14) (?)"Introducción, traducción y notas" de la obra San Anselmo, la razón y la fe dato extraído de Dappe,
María Victoria, en Nader, Raúl, (Comp.) (1999)Voces de la memoria, Facultad de Filosofía y Letras, UNT
(1) La teoría del Estado en 1789
(2) Obras políticas de Rousseau
(3) Ensayo sobre el pensamiento de Jovellanos
(4) Relaciones entre Oriente y Occidente, escrita sólo la Introducción y la primeraparte Ésta es una parte
de la producción histórica, filosófica, y filosófico-política del autor.
No hemos podido acceder a sus colaboraciones en la Revista Esprit probablemente
escritas antes de su venida a la Argentina. Agradecemos también en este aspecto a
María Victoria Dappe y a María Eugenia Valentié por habernos facilitado información y algunas obras y
artículos
Bibliografía
(1) Ben Altabef, N. Barbieri, M. "La política universitaria del peronismo en los testimonios de intelectuales tucumanas. Una perspectiva de género" en (1998) Temas de mujeres. Perspectivas de género,
Tucumán, CEHIM. Facultad de Filosofía y Letras.UNT
(2) Casali de Babot, J. y Martínez Araóz, S. "Los laberintos de la historia: el mito político" en Revista de
Investigaciones del Departamento de Investigaciones Investigando en Piscología, N. 4, Año 4, Tucumán,
Fac. de Psicología, 2002
(3) Dappe, M. V. "La obra de Roger Labrousse en la facultad de Filosofía y Letras" en Nader, Raúl
(Comp.) (1999) Voces de la memoria Tucumán, Facultad de Filosofía y Letras, UNT
(4) Finchelstein, F. (Edit.),(1999) Los Alemanes, el Holocausto y la Culpa Colectiva . El debate
Goldhagen, Buenos Aires, Eudeba.
(5) Naessens, H. y Santillán A. O. (Comp. y Edit) (1999), Testimonios de Vida Universitaria, Tucumán,
Facultad de Filosofía y Letras, UNT.
(6) Vela, M. E. "Roger Labrousse y la enseñanza de la Hitoria Moderna y Contemporánea en la
Universidad Nacional de Tucumán" en Historiografía argentina, 1958-1988. Una evaluación crítica de la
producción histórica nacional, Buenos Aires, Comité Internacional de Ciencias Históricas, Comité
Argentino, 1990.
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