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EL PACIENTE DIABÉTICO Y SUS EMOCIONES
Dra. Ma. Eugenia Garay Sevilla.
Universidad de Guanajuato. Instituto de Investigaciones Médicas. 20 de enero 929, col
Obregón León, Gto [email protected]
Resumen
Los pacientes diabéticos sufren de un estrés psicológico importante; después de todo ellos tienen una
enfermedad que puede acortar su tiempo de vida y puede llevarlos a complicaciones serias como la ceguera,
neuropatía, nefropatía; además tienen que enfrentarse día a día con la responsabilidad de cuidar su salud,
siguiendo las indicaciones que les da el médico en relación a la dieta, ejercicio, toma de medicamentos y
monitoreo de su glucosa. Esto implica la necesidad de realizar cambios en el estilo de vida y este es, quizá, es
el reto mas difícil a vencer. En estos cambios del estilo de vida es muy importante el entorno social, los
familiares, amigos y el equipo de salud pueden ser fuentes importantes de apoyo.
Estudios realizados en el instituto encontramos que el apoyo social es muy importante para mejorar
la adherencia al tratamiento, esto lleva a mejor control metabólico y pudieran retar ó no presentarse las
complicaciones propias de la enfermedad. En nuestro estudio encontramos que a mayor adherencia al
tratamiento había mejor control metabólico y menor grado de neuropatía.
Se ha reportado que las experiencias estresantes pueden ser importantes factores etiológicos en la
patofisiología de enfermedades como la diabetes y la enfermedad vascular coronaria. Otras investigaciones y
una realizada por nuestro grupo mostró que niveles elevados de estrés se han asociado con descontrol
metabólico y este puede ser por dos mecanismos: un efecto psicológico por medio del cual el estrés
interrumpe rutinas de conducta relacionadas al manejo de la enfermedad como son la dieta, ejercicio y la
medicación; favoreciendo un deterioro del control metabólico, por otro lado el estrés inicia cambios
psicofisiológicos con un incremento de secreción de hormonas contrarreguladoras, principalmente
catecolaminas y cortisol, lo cual incrementa los niveles sanguíneos de glucosa. Aunque otros estudios no
apoyan esta asociación, esto se debe a que existe la influencia de varios factores como el tipo e intensidad del
estrés y los rasgos de personalidad del paciente que pueden explicar las diferentes respuestas del control
glucémico a un estresor.
La depresión y la ansiedad también se han asociado con pobre control metabólico. Un estudio de
seguimiento en adultos diabéticos mostró que con un mejor control glucémico los síntomas de depresión y
ansiedad disminuían y con mal control los síntomas se incrementaban . Aunque es difícil determinar si el
incremento de la sintomatología depresiva causa deterioro del control glucémico o viceversa.
En estudios previos hemos encontrado que las mujeres postmenopausicas presentan mayor sintomatología
depresiva que las mujeres premenopausicas y mas aún que los hombres, además hemos encontrado que
cuando el paciente recibe mayor apoyo de sus familiares y amigos los niveles de depresión son menores y que
la ansiedad es mayor a medida que el paciente va avanzando en su enfermedad.
Es muy importante tomar en cuenta que el paciente con diabetes es una persona con emociones
propias que la enfermedad afecta por lo que al evaluarlo debemos examinar su entorno biopsicosocial.
Estrés pscicosocial
En enfermedades crónicas como la diabetes mellitus, el diagnóstico es el principal evento estresante
que pude iniciar una respuesta adaptativa que va a depender de tres factores psicológicos principalmente: El
estrés de la vida diaria, la habilidad para enfrentarse con la enfermedad (ing. Coping) y el ambiente social (1).
Estrés de la vida diaria:
Se ha reportado que las experiencias estresantes de la vida diaria pueden ser importantes factores
etiológicos en la patofisiología de enfermedades como la diabetes y la enfermedad vascular coronaria. Otras
investigaciones (2,3) y una realizada por nuestro grupo(4) mostró que la percepción de mayor estrés se ha
asociado con descontrol metabólico (figura 1) y este puede ser por dos mecanismos: un efecto psicológico por
medio del cual el estrés trastorna la vida cotidiana, relacionada al manejo de la enfermedad como son la dieta,
ejercicio y la medicación; por otro lado el estrés inicia cambios psicofisiológicos con un incremento de
secreción de hormonas contrarreguladoras, principalmente catecolaminas y cortisol, lo cual incrementa los
niveles sanguíneos de glucosa. Por otro lado estos eventos estresantes de la vida diaria tienen un efecto sobre
el control metabólico de los adolescentes con diabetes mellitus tipo 1 (5).
Figura. 1. Estrés psicosocial y asociación con niveles de glucosa
Habilidad para enfrentarse con la enfermedad:
El coping se define como una conducta o esfuerzo cognitivo usado en un intento por tratar con un
evento estresante y puede tener diferentes estilos dependiendo de la personalidad. Estilos positivos como el de
afrontamiento, optimista y de apoyo se han asociado con mejor ajuste psicológico (6) y los del tipo evasivo y
fatalista nosotros los hemos encontrado asociados con mejor adherencia al tratamiento.
Ambiente social
Se ha enfatizado que el sistema familiar juega un papel importante en la iniciación, selección de
síntomas, curso clínico, uso de las facilidades clínicas y la adherencia al tratamiento en diversas enfermedades
crónicas. Nosotros, encontramos que el apoyo social es el principal determinante de la adherencia al
tratamiento en los pacientes diabéticos y que a mayor adherencia al tratamiento había mejor control
metabólico y menor grado de neuropatía (1).
Negación de la enfermedad
Algunos pacientes reaccionan ante el diagnóstico de diabetes con negación, enojo, hostilidad o
depresión antes de aceptar el reto que implica el tratamiento (7).
La negación ha sido definida como un mecanismo de defensa o barrera mental establecida por el ego entre los
impulsos instintivos y la realidad externa. El diabético niega su enfermedad minimizando los síntomas o
atribuyéndolos a otra causa.
Al inicio de la enfermedad, el paciente sufre un impacto severo al darse cuenta de las perspectivas sombrías
de una enfermedad incurable, con consecuencias potenciales para su calidad de vida y su misma esperanza de
vida. Esta situación induce respuestas adaptativas, como la negación de la enfermedad que tiene diversas
manifestaciones.
La negación reduce la respuesta al estrés, sin embargo tiene un efecto negativo sobre la adquisición de
conocimiento, habilidades y disciplinas para enfrentar la enfermedad (8)
En un estudio realizado en nuestro grupo encontramos que la negación de la enfermedad se asocia
positivamente con el nivel de glucosa (figura 2). La consecuencia inmediata de la negación es la falta de
adherencia al tratamiento, que da paso a un control metabólico deficiente. Encontramos además, que la
negación aumenta con los años desde el diagnóstico antes de los cinco años, pero la asociación desaparece en
los años posteriores (9). Esto indica que la desaparición de los síntomas que ocurre después de la instalación
de la enfermedad, permite la aparición de este mecanismo de defensa, pero a largo plazo, las primeras
evidencias de complicaciones, impiden sostener la negación.
Figura 2. Negación de la enfermedad y asociación con niveles de glucosa
En otro estudio que realizamos evaluando el modelo transteórico que describe los estados y procesos de
cambio para lograr conductas de autocontrol en pacientes diabéticos y que incluye cinco etapas por las que
pasan los pacientes cuando están en vías de cambiar algún comportamiento y estas son: la precontempación,
la contemplación, preparación, acción y mantenimiento y al respecto nosotros encontramos que la negación
de la enfermedad disminuye al avanzar las etapas en el dominio de alimentación, monitorización de la
enfermedad y prevención de complicaciones, esto quiere decir que existe mayor negación de la enfermedad
en las etapas previas a la acción y mantenimiento (10).
Depresión y Ansiedad
Se ha observado que la ansiedad y la depresión juegan un papel importante y complejo en la
adaptación a la diabetes juvenil (11) otro estudio nos habla que la interacción de diabetes tipo 2 y depresión
tienen un efecto sinérgico y que predicen mayor mortalidad, mayor incidencia de enfermedades tanto micro
como macrovasculares (12).
La depresión y la ansiedad también se han asociado con pobre control metabólico. Un estudio de seguimiento
en adultos diabéticos mostró que con un mejor control glucémico los síntomas de depresión y ansiedad
disminuían y con mal control los síntomas se incrementaban . Aunque es difícil determinar si el incremento
de la sintomatología depresiva causa deterioro del control glucémico o viceversa.
En estudios previos hemos encontrado que las mujeres postmenopausicas presentan mayor sintomatología
depresiva que las mujeres premenopausicas y mas aún que los hombres, además hemos encontrado que
cuando el paciente recibe mayor apoyo de sus familiares y amigos los niveles de depresión son menores y que
la ansiedad es mayor a medida que el paciente va avanzando en su enfermedad (13).
En otro estudio no encontramos diferencia significativas para depresión y ansiedad en los pacientes de
reciente diagnóstico y los de mas de cinco años desde el diagnóstico y encontramos que los pacientes que
percibían mayor depresión eran los que tenían menos apoyo de sus familiares y amigos y un menor ingreso y
los pacientes que percibían mayor ansiedad eran los que tenían mas años de habérseles diagnosticado la
enfermedad (14).
Bibliografía:
1.- Garay-Sevilla ME, Nava LE, Malacara JM, Huerta R, Díaz de León J, Mena A, Fajardo ME. Adherence to
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2.- Peyrot HR, McMurray JF. Stress buffering and glycemic control. Diabetes Care 1992; 15: 842-846.
3.- Cox DJ, Taylor AG, Nowacek G. The relationship between psychological stress and insulin dependent
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4.- Garay-Sevilla ME, Malacara, JM, González-Contreras E. Wróbel-Zasada K, Wróbel-Kaczmarczyk K,
Gutiérrez-Roa A. Perceived psychological stress in diabetes mellitus type 2. Rev Invest Clin (Mex) 2000; 52:
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5.- Seiffge-Krenke I, Stemmler M.Coping with everyday stress and links to medical and psychosocial
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9.- Garay-Sevilla ME, Malacara JM, Gutiérrez-Roa A, González E. Denial of disease in non-insulin
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10.- Muñoz-López D, Garay-Sevilla M.E, Malacara JM, Utilidad del modelo transteótico como predictor de
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13.- Aguilera-Peña G. Garay-Sevilla ME, Solís-Ortiz MS. Adherence to treatment in patients with type 2
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