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DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN NOTA DE PRENSA Curso de la Fundación BBVA en El Escorial sobre “Cambio de valores en las sociedades industriales: convergencias y divergencias” Entre los españoles predomina el consenso, aunque hay cuestiones que dividen a la sociedad en dos mitades que defienden valores opuestos El estudio presentado por Eduardo Bericat, catedrático de Sociología de la Universidad de Sevilla, ha comprobado que existen 400 grandes consensos entre las opiniones de los españoles. Se han detectado también 300 puntos de desacuerdo en los que la población se divide en dos mitades iguales La sociedad española quiere un sistema socioeconómico capaz de asimilar las virtudes del Estado y el mercado: la gran mayoría (78,9 por ciento) considera que el Estado debería garantizar a todos los individuos unos ingresos mínimos, aunque la palabra competencia sugiere sentimientos positivos al 70,2 por ciento de la población Los españoles están convencidos de que la democracia es preferible a cualquier otro régimen político, pero el 67,6 por ciento opina que los ciudadanos no tienen ninguna influencia sobre la labor de gobierno 3 de agosto de 2005. En el curso organizado por la Fundación BBVA en El Escorial sobre “Cambio de valores en las sociedades industriales: convergencias y divergencias”, Eduardo Bericat, catedrático de Sociología de la Universidad de Sevilla, ha presentado hoy los resultados de un estudio reciente sobre “El conflicto cultural en España” en el que se analiza en qué medida los españoles compartimos nuestros valores sociales o, por el contrario, defendemos valores opuestos. Analizando el contenido de más de cincuenta encuestas de opinión, referidas a los ámbitos de la socioeconomía, la política, la familia, la ciencia y la religión, en esta investigación se ha comprobado que existen cuatrocientos “grandes consensos” en las opiniones valorativas de los españoles, es decir, opiniones en las que más del ochenta por ciento de la población española estaba de acuerdo. Ahora bien, la investigación también pone de manifiesto la existencia de un elevado número de “grandes disensos” o desacuerdos presentes en nuestra sociedad. En concreto, se han detectado más de trescientos puntos de desacuerdo en los que la opinión de la población española queda prácticamente dividida en dos mitades iguales que defienden valores sociales opuestos. Resulta peculiar y paradójica la combinación de grandes consensos y disensos que caracteriza a la actual cultura valorativa española. Los datos muestran que la gran mayoría de los españoles está de acuerdo a la hora de defender y de apoyar, al mismo tiempo, valores sociales que por su propia naturaleza resultan ser antagónicos. La interpretación de esta paradoja ha de inscribirse, según Eduardo Bericat, en el contexto de la configuración de una sociedad posmoderna que obliga a repensar y reevaluar desde cero todos nuestros valores con el objeto de configurar un nuevo modelo de sociedad. En la medida que los componentes antagónicos prevalezcan, existe el riesgo de que España evolucione desde una reciente cultura del consenso, a una nueva y perturbadora cultura del disenso. ESTADO + MERCADO, LA MEJOR OPCIÓN En el ámbito de la socioeconomía destaca el conflicto cultural entre quienes mantienen posiciones neoliberales y neoestatistas. Esta contraposición de valores se manifiesta claramente en los movimientos sociales antiglobalización, opuestos al dominio de la lógica del mercado en una escala global. También se ha manifestado con ocasión del referéndum sobre el Tratado de la Constitución Europea, en el que los defensores del modelo social europeo expresaban su miedo a una Europa regida por el modelo norteamericano o anglosajón, de corte liberal. Sin embargo, este antagonismo sociocultural aflora sobre la base de un simultáneo reconocimiento de las virtudes implícitas tanto en la institución del mercado como en la institución del Estado. La sociedad española parece querer un sistema socioeconómico capaz de asimilar ambas potencialidades, sin tener por ello que sufrir sus más evidentes defectos. En este sentido, la gran mayoría (78,9 por ciento) de los españoles consideran que el Estado debería garantizar a todos los individuos unos ingresos mínimos, aunque la palabra competencia sugiere sentimientos positivos al 70,2 por ciento de la población. Un porcentaje mayoritario (78,1 por ciento) de los españoles consideran que las diferencias de ingresos en España son demasiado elevadas. Sin embargo, también existe un alto nivel de consenso con la idea de que es necesario pagar salarios más altos a los empleados que hagan mejor su trabajo. 2 SOCIOECONOMÍA IOP IPO P A B SO “Competencia”¿Le sugiere sentimientos positivos 83, o negativos? (A: Positivos) 3 70, 2 14, 1 15, 7 El Estado debería garantizar a todos los individuos 88, ingresos mínimos (A: Muy/De acuerdo) 6 78, 9 10, 2 10, 9 “Capitalismo” ¿Le sugiere sentimientos positivos o 41, negativos?(A: Positivos) 3 31, 4 44, 7 33, 9 Necesario pagar salarios más altos a empleados que hagan mejor su trabajo (A:Muy/De acuerdo) 83, 9 71, 3 13, 7 15, 0 -16 Las diferencias de ingresos en España son demasiado grandes (A:Muy/De acuerdo) (Ni/Ni=4,9%) 91, 3 78, 1 7,4 14, 5 -10 Libertad e igualdad son importantes, pero ¿Cuál es más Importante?(A:Igualdad) (Ambas:9,8%) 45, 0 34, 5 42, 7 22, 8 -10 Datos procedentes de diferentes estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) - "A" es el porcentaje que apoyan una de las dos opciones valorativas, y "B" es el porcentaje de españoles que apoyan la contraria. - "SO" corresponde al porcentaje suma de los "No contesta", "No sabe", y de aquellos que no han optado por ninguno de los polos (Indecisos o indiferentes) - El "IOP" (Índice de opinión pública) pretende reflejar el balance de la opinión pública española al respecto, es decir, el balance de "los que tienen y/o han expresado" su opinión (únicamente de los que se han decantado por alguna de las dos alternativas). Por este motivo, para el cálculo del "IOP" se excluye el porcentaje de los "SO". Dicho de otra manera, el IOP representa el porcentaje de "A" respecto a la suma de "A" y "B" (como hemos dicho, exluido el porcentaje de "SO"). - El "IPOP" (Índice de Polarización de la opinión pública). Aunque se han dicotomizado o reducido a dos alternativas todas las posibles categorías de respuesta, el índice de polarización se ha calculado para saber hasta qué punto las opiniones de los españoles se ubican en las respuestas extremas de la escala o, por el contrario, en las respuestas centrales o moderadas de la escala. Cuanto mayor es el valor del IPOP mayor polarización existe en la opinión pública española en las respuestas dadas a una determinada pregunta. EL 67,6 POR CIENTO DE LOS ESPAÑOLES CREE QUE NO TIENE NINGUNA INFLUENCIA SOBRE LAS LABORES DE GOBIERNO En el ámbito relativo al sistema político de gobierno, el conflicto cultural básico no es ya el que opone a defensores de sistemas autoritarios frente a defensores de sistemas democráticos. En la actualidad, el conflicto fundamental se libra entre demócratas integrados y demócratas críticos. Los primeros no sólo aceptan las reglas del juego democrático, sino que además se muestran satisfechos con el grado de democracia existente. Son demócratas más convencionales que no muestran ni demasiada competencia ni demasiado interés por la política. Los demócratas críticos, si bien aceptan la democracia y se oponen a todo autoritarismo, no se muestran satisfechos con un funcionamiento del sistema meramente formal. Luchan por una profundización democrática que disminuya el alto grado de alineación política. De ahí su conexión con los movimientos sociales y con la actividad política de una sociedad civil que no se conforma con las garantías de representación que ofrecen los procesos electorales. 3 En este contexto se produce un fenómeno de bifurcación que se manifiesta en el reconocimiento simultáneo del sistema democrático y del hecho de que los ciudadanos apenas tenemos ninguna influencia en la acción del gobierno. También se manifiesta en el deseo simultáneo de una democracia comunitaria y de movimientos sociales y de una democracia individualista y basada en los ciudadanos. Así, mientras el 85,3 por ciento de la población considera que la democracia es preferible a cualquier otro régimen político, este porcentaje disminuye al 57,4 por ciento cuando se pregunta por la satisfacción respecto al funcionamiento de la democracia en España. Además, el 67,6 por ciento de los encuestados piensa que los ciudadanos no tienen ninguna influencia sobre las labores de gobierno. IOP A POLÍTICA B SO IPO P Régimen político preferido (A: La democracia es 88, 5 preferible a cualquier otra) 85, 3 11, 1 3,7 10 ¿Está satisfecho con el funcionamiento de la 60, democracia en España? (A: Muy + Bastante 7 satisfecho) 57, 4 37, 2 5,4 -18 Las elecciones son una buena forma de hacer que 81, los gobiernos presten atención (A: Muy + De 4 acuerdo) 64, 6 14, 7 20, 7 -5 ¿La democracia puede funcionar sin partidos? (A: 83, Sin partidos no puede haber democracia) 7 68, 7 13, 4 17, 9 16 Se puede confiar en que la gente que conduce el 48, país hará las cosas correctamente (A: Muy + De 0 acuerdo) 43, 4 47, 1 9,5 -16 La gente como yo no tiene ninguna influencia en 79, lo que hace el Gobierno (A: Muy + De acuerdo) 7 67, 6 17, 2 15, 2 -1 FAMILIA Y RELACIONES SOCIALES En el ámbito de la familia y de las relaciones sociales también se manifiesta el choque cultural entre valores tradicionales y valores modernos. En primer lugar, seguimos concediendo una importancia suprema a la familia (el 98,6 por ciento de la población considera que tiene una importancia máxima), pero esta unidad social la concebimos desde posturas profundamente individualistas. En el caso de la relación matrimonial, por ejemplo, la mayoría (78 por ciento) de los españoles siguen pensando que el matrimonio sigue siendo una institución muy importante y que no está pasada de moda. Sin embargo, al mismo tiempo, piensan que la gente sólo debería casarse por amor (85,2 por ciento), y que siempre debe existir atracción sexual entre los miembros de la pareja. En suma, el matrimonio-institución y el matrimonio-romántico resultan ser igualmente valorados. Pese a todo, en el ámbito de la familia se concitan un buen número de enfrentamientos culturales, cuya expresión paradigmática se presenta hoy a la 4 hora de aceptar el matrimonio homosexual, cuestión que en la actualidad divide a la sociedad española en dos mitades. En esta división se manifiesta el choque cultural entre familistas tradicionales y familistas románticos. En los primeros pesa más el componente institucional y social implícito en el matrimonio, mientras que en los segundos pesa más el componente individual y emotivo que da origen y justifica el compromiso entre dos personas. Para ellos, es obvio que si el amor legitima al matrimonio, siempre que exista amor y atracción sexual entre dos personas, sean o no del mismo sexo, estará justificado el matrimonio. A B SO IPO P Importancia de la familia (A: 6-10 Importancia 99.5 máxima) 98. 6 0.4 0.9 28 Vd., en particular, cree que el matrimonio sigue 78.8 siendo institución importante (A: Mucho/Bast.) 78. 0 21. 0 1.0 -1 La gente sólo debería casarse por amor (A: Muy 90.1 de acuerdo+Acuerdo) 85. 2 Casarse es “probar al otro que se le ama 49.8 verdaderamente” (A: Acuerdo) 49. 8 Si su actual relación terminara, no le costaría 54.6 trabajo iniciar otra r.amorosa (A:M+Bastante) 44. 1 36. 7 19. 2 3 Un solo progenitor puede criar tan bien a un niño 43.1 como el padre y la madre juntos (A: Mac+Ac) 36. 8 48. 7 14. 6 -19 Los homosexuales deberían tener derecho a la 40.4 adopción de hijos (A: Sí) 33. 6 49. 5 16. 8 -- IOP FAMILIA 9.3 5.5 -3 -- VALORES CIENTÍFICOS España se ha incorporado ya a la alta valoración de la ciencia y de la tecnología, que es una característica de las sociedades modernas. En la actualidad, los españoles reconocen la fundamental importancia que el complejo científico-tecnológico tiene para el desarrollo del país. Ahora bien, esto no significa que hayan desaparecido las actitudes contrarias a la ciencia y a la tecnología, tan sólo han modificado su contenido. Existe en la sociedad española un amplio consenso (81,4 por ciento de la población) con la idea de que la bondad de los avances científicos depende de la concreta aplicación tecnológica a la que de lugar. La confianza plena en la ciencia convive con una general y profunda reticencia y cautela acerca de sus potenciales consecuencia negativas; de ahí que el conflicto cultural no se establezca en torno al valor de verdad que incorpora la ciencia, sino al tipo de consecuencias que comporta. A partir de aquí, la sociedad española se fragmenta en un innumerable conjunto de opiniones que expresan la lucha entre los confiados en la ciencia y los reticentes a la ciencia. Estos últimos enarbolan el principio de precaución, 5 expresan el temor y perciben con claridad las consecuencias indeseables que llegan o pueden llegar con los logros científicos, y pretenden poner límites éticos y políticos a su dominio. IOP A B SO 95, Define mejor, a su juicio, las nuevas tecnologías: 6 progreso o retraso (A = Progreso) 86, 0 4,0 10, 0 43, Define mejor, a su juicio, las nuevas tecnologías: 4 libertad o control (A = Libertad) 33, 0 43, 0 24, 0 CIENCIA 90, La ciencia y la tecnología hacen que nuestro modo 9 de vida cambie con demasiada rapidez (A = 5-10; 0 = Total desacuerdo, 10 = Total acuerdo) 76, 0 7,6 16, 4 55, Los beneficios de la ciencia son mayores que los 0 perjuicios (A = Más bien de acuerdo) 43, 9 35, 9 20, 2 90, Ningún descubrimiento es en sí mismo bueno y 4 malo, depende de la aplicación (A = Más bien de acuerdo) 81, 4 8,6 10, 0 21, Aplicación de la ingeniería genética a: Las células 8 humanas (A = Más bien de acuerdo) 16, 8 60, 3 22, 9 IPO P 0 RELIGIÓN En el campo de la religión puede destacarse el solapamiento de dos conflictos culturales. El primero se nutre de la correlación existente entre una fuerte identidad religiosa y la adscripción a valores sociales tradicionales. Este vínculo se manifiesta con toda claridad en muchas de las posiciones morales que mantiene públicamente la Iglesia Católica, si bien queda diluido en la población general. El hecho de partida es que un amplio número de españoles mantienen fuertes vínculos de religiosidad y espiritualidad (el 72,9 por ciento de la población cree en Dios y el 70 por ciento se plantea con relativa frecuencia el significado y objeto de la vida) aunque sólo el 42,7 por ciento de los encuestados se consideran muy o bastante religiosos. 6 IOP A B SO 83. 3 72. 9 14. 6 12. 5 Piensa sobre el significado y objeto de la vida (A: 71. Con frecuencia, Algunas veces) 5 70. 0 27. 9 La vida sólo tiene el sentido que le dé cada uno 89. 6 73. 5 43. 5 42. 7 55. 4 Los muy creyentes son a menudo demasiado 78. intolerantes con los demás (A: Muy, De acuerdo) 9 62. 8 16. 8 La Iglesia y las Org. Religiosas tienen un poder 48. desmesurado o demasiado poder (A: Sí) 0 44. 3 48. 0 RELIGIÓN Cree en Dios (A: Firmemente, Más bien creo) (A: Muy, De acuerdo) Se considera una persona religiosa (A: Muy, Bastante) 2.1 8.5 18. 0 IPO P 3 -6 -10 1.9 -11 20. 4 -5 7.8 -16 Si desea más información, puede ponerse en contacto con el Departamento de Comunicación de la Fundación BBVA (915 376 615 y 944 874 627) 7