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EL ACCESO A LA MEDICACIÓN
El Gobierno ha realizado en abril 2015 el anuncio de nueva normativa que amplíe el
derecho a acudir a la Atención Primaria de las personas hasta ahora excluidas de la
asistencia sanitaria por el RDL 16/2012. Se trata de un anuncio, del que no se conoce su
alcance ni publicación de ningún cambio en la normativa de atención, por lo que no
tiene efectos prácticos y si de claro tinte electoral. A juzgar por los términos en que se
ha dado a conocer no supondrá cambios sobre el acceso a medicación de las personas
excluidas que seguirán sin tarjeta sanitaria.
En la consulta
Actualmente el sistema informático de las consultas de los centros de salud impide
hacer ningún tipo de recetas de medicamentos a las personas sin tarjeta sanitaria con la
excepción de niños y embarazadas.
Una vez conseguido el TIR, asignado un médico o médica de familia, atendido lo que
precise la persona en la consulta, nos pueden recetar uno o varios fármacos, necesarios
en esa situación. Algunos medicamentos pueden ser muy caros y tendremos que
explorar las vías para conseguirlos.
El médico puede valorar la cuestión del coste (preguntad específicamente el precio del
envase, el programa puede mostrar este dato y nos ayuda a tomar la mejor decisión en
cada caso) y en ocasiones será posible encontrar alternativas de medicamentos menos
caros, sin modificar la calidad del tratamiento. Si el precio del medicamento es asumible
recomendamos ir directamente a la farmacia. La médica nos entregara el nombre del
fármaco en una sencilla receta blanca, y no hay ningún problema en comprarla en la
farmacia, sin necesidad de identificarse, pagando su importe.
Es frecuente que las personas precisen medicación crónica (tratamiento continuado con
uno o varios medicamentos y de duración indefinida…) y no puedan asumir su coste.
Esta es una situación de exclusión muy frecuente y que supone un bloqueo de la
atención médica recibida. ¿Qué pasa si me dicen que necesito unos medicamentos pero
no puedo tenerlos por su elevado coste?
Hemos comprobado repetidas veces que es posible conseguirlos siguiendo esta vía: la
solicitud de los medicamentos necesarios para el paciente por el médico de familia a
gestión farmacéutica.
Los médicos de familia pueden solicitarla para ese paciente, a través del correo
institucional ( [email protected] )
Para ello, la médica de familia escribe un breve correo a esta dirección institucional,
facilitando nombre y apellidos del paciente, su nº CIP Autonómico (en siglas CIPA),
diagnóstico, la medicación que precisa, su precio y la imposibilidad del paciente de
asumir su coste.
La respuesta habitualmente es favorable, de modo que en unas 24 horas el profesional
recibe una contestación de Gestión Farmacéutica: desde arriba dan de alta al paciente
como “Transeúnte sin permiso 40” o “Transeúnte sin permiso 10 (para mayores 65
años) en el registro de Atención Primaria llamado AP Madrid. Esto permite ya a la
médica de familia emitir recetas para el fármaco solicitado (lo que antes no podía hacer)
y permite su compra en la farmacia como cualquier otro usuario de la sanidad pública.
Con el 40% o el 10% de aportación respectivamente.
Es necesario señalar que esta vía de conseguir medicamentos no supone ningún
reconocimiento de derecho. No hay ninguna resolución, ni habitualmente comunican
nada. Pero en el ordenador del centro de salud queda cambiado el alta, el “tipo de
ciudadano” a “usuario de 40%”, en lugar de sin derecho a prestación farmacéutica. Es
una situación marcadamente ambigua. Autorizan el tratamiento a esa persona, en la
práctica de forma indefinida, pero de una manera oficiosa. Teóricamente podrían
revertirla en cualquier momento… Aún así, la vía de gestión farmacéutica es una salida
que en prácticamente todos los casos de medicación costosa que se ha solicitado
identificando al paciente han hecho el cambio en el ordenador, así que es una estrategia
muy valiosa. Por eso mismo recomendamos reservar esta vía para situaciones de una
cierta entidad y medicamentos caros. Muchos tratamientos de precio bajo que el médico
aconseje es preferible que se receten con receta blanca y comprarlos en la farmacia
pagando su importe. Un antibiótico, un omeprazol, un calmante etc. tienen un precio
bastante bajo … y conviene no cerrar esta vía de solicitar medicación a gestión
farmacéutica. Puede que si recibiesen múltiples peticiones de todos los centros quien
ahora lo autoriza cerraría el grifo … Consideramos que es vital que la vía de
[email protected] siga como hasta ahora y reservarla para
tratamientos crónicos y caros como cardiopatías, asma, diabetes y otras muchas, en las
que el suministro continuado de la medicaciones es una prioridad para mantener el
control de la enfermedad y preservar la salud de la persona.
En la farmacia
Para conseguir un medicamento en una farmacia se puede pedir una receta médica con
el nombre del paciente, la fecha y los datos del médico. Son los que aparecen en la
receta blanca. Y habría que pagar el precio sin rebaja.
Si tenemos recetas oficiales, los empleados de la farmacia habitualmente solicitan la
tarjeta sanitaria para dispensar los medicamentos con receta oficial con rebaja, pero esto
no debe ser un escollo para conseguirlos.
Aunque de primeras en la farmacia digan que no pueden darnos la medicación “porque
la persona no tiene tarjeta y ellos necesitan pasar la tarjeta”, sepamos que:
o Sólo necesitan “pasar” la banda magnética de la tarjeta sanitaria en los casos de
receta electrónica, cosa que obviamente no es el modo en que el médico va a
darle a estas personas la medicación: las llevaremos en papel azul de receta
oficial.
o Necesitan los datos de identificación del paciente y el nº CIPA (código de
identificación personal de nivel autonómico, es el nº que aparece en la primera
fila de números a la derecha en la tarjeta sanitaria). Este número sale en la receta
cuando se obtiene normalizadamente o por gestión farmacéutica. Pero como en
la farmacia introducen este número a mano puede que les ayude tener un papel
específico donde lo ponga. Este papel se puede pedir en el mostrado del centro
de salud: un papel donde figure el CIPA de esa persona. Las instrucciones que
pueden usar las auxiliares administrativas para darte este documento las puedes
encontrar aquí.
o Si no nos dan las medicinas en la farmacia también se puede amenazar con
poner una reclamación allí, puesto que la persona tiene las recetas emitidas por
su médica y el no dispensar la medicación podría poner en riesgo la salud de la
persona. Aunque en la farmacia tienen instrucciones de pedir la tarjeta, es
argumentable que no se pueden negar a dar la medicación por este motivo,
priorizando la salud de la persona y reclamando en caso de denegación de la
dispensación. Es habitual que con esta presión se consiga la medicación.